EL PARADIGMA AMBIENTAL EN LA CONTEMPORANEIDAD Ingenuidades, imprecisiones, ambigüedades
Mercedes CARRIQUIRY Tutor: Pablo Ligrone
Tribunal: Lucio de Souza Pablo Ligrone Raúl Velázquez
Facultad de Arquitectura UDELAR, Marzo de 2015; Montevideo, Uruguay
EL PARADIGMA AMBIENTAL EN LA CONTEMPORANEIDAD Ingenuidades, imprecisiones, ambigüedades 1. Paradigmas Urbanísticos Las intervenciones urbanas estratégicas se presentan como correlatos de lo que son los procesos urbanos que responden a los cambios de la globalización. Adoptar una mirada histórica, intersectorial y comparada, permite enmarcar las estrategias en relación a los modelos y concepciones dominantes del contexto urbano. Esto es, el momento histórico en el que se producen, la cosmovisión y la zeitgeist1 de la época. ¿Es posible determinar los modelos, tradiciones, concepciones, y paradigmas que sustentan las intervenciones y procesos urbanos?¿Qué modelos paradigmáticos permanecen vigentes a lo largo del SXX?¿Es posible rastrear el proceso de transformación paradigmática para explicar su repercusión en la concepción urbana contemporánea? Exitsen una variedad de paradigmas que se entretejen a lo largo de la historia y dan lugar a procesos urbanos, sociales, culturales, que tienen como resultado la ciudad contemporánea. Si partimos de la hipótesis de que que los proyectos urbanos pueden entenderse como intervenciones que oscilan entre distintos modelos y/o paradigmas urbanísticos, entonces el estudio de los paradigmas y sus diferentes relatos puede revelar, tanto elementos comunes a un mismo modelo como singularidades de cada materialización (estas últimas seguramente asociadas a otro paradigma o creencias que se solapan con el ambiental). En esta instancia se hará referencia a uno de los paradigmas con una fuerte presencia en lo que es el siglo XX: El Paradigma Ambiental. Se mencionarán primero algunas de las posibles primeras manifestaciones vinculadas a dicho paradigma, y luego el curso que adopta el mismo en la contemporaneidad. Esto con el fin de poder comparar dos acercamientos a un mismo modelo. Modelo que continúa a forjarse a través del tiempo y aparece como una de las alternativas actuales para hacer ciudad.
1 "el espíritu (Geist) del tiempo (Zeit)". Muestra el clima intelectual y cultural de una era
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2. La naturaleza como paisaje humano “Para que exista un paisaje no basta con que exista “naturaleza” es necesario un punto de vista y un espectador; es necesario, también, un relato que dé sentido a lo que se mira y experimenta; es consustancial al paisaje, por lo tanto, la separación entre el hombre y el mundo.”2
El Jardín de las Delicias, Museo del Prado; Madrid, España “El bosco” Hieronimus Van Aeyken Bosh, “El bosco” 1485-1515
Hieronimus Bosh, plasma en su obra El Jardín de las Delicias, un paisaje natural onírico, seductor y encantador. Esta pintura, posiblemente la obra más famosa del “Bosco”, es un tríptico que desarrolla la historia del mundo y la evolución del pecado. En la obra desplegada, el panel izquierzo representa el Jardín del Eden, momento en el que Dios presenta a Eva a Adán, momento en el que según Bosh, nace la lujuria. El panel central representa el falso paraíso de la tierra, en el que el mundo, entregado al pecado, goza de los placeres carnales y perecederos. Finalmente, en el tercer panel, el infiero, donde los diferentes pecados tienen su castigo. Esta obra, además de estar cargada de simbolimos, significados y alusiones presenta el punto de vista de un espectador seducido por un clima de fantasía, por un paisaje onírico. Sin 2 Aliata Fernando y Silvestri Graciela. El Paisaje Como Cifra de Armonía. Buenos Aires: Nueva Visión, 2001. Pag 12
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embargo, varios elementos ajenos a este paisaje, símbolos de hostigamiento y malicia, se esconden en el idílico escenario representado. Se trata de un falso paraíso. Y aún así, el hombre es seducido por la naturaleza, por el verde del paisaje, por el azul de los ríos y por el ambiente acogedor al que con “lo natural” se asocia. Silvestri entiende que la inquietud humana por dominar la naturaleza, dominarla y modificarla, ha existido desde el principio de los tiempos. El motivo por el cuál lo hace y el imaginario que persigue es el elemento que delata la cosmovisión del momento histórico, el relato. Sin embargo, cada relato tiene como cololarios gran variedad de expresiones físicas que, aunque contemporáneas entre sí, responden de manera diferente a una inquietud común. Existe una variedad de productos ante una misma cosmovisión. Se toman los casos del jardín francés y el inglés, dos relatos contemporáneos entre sí con materializaciones e ideales completamente diferentes. 3. Primeras trazas: París vs. Londres Los dos casos a analizar se enmarcan en un momento en el que el diseño artístico paisajístico parecen fundirse con el diseño topográfico. Justamente la preocupación por lo que es la topografía al momento de implantar una trama es un elemento propio de la mirada moderna. 3 El caso de Londres se despega del de París y resto de los casos europeos, primero porque el crecimiento demencial que la ciudad experimenta no puede compararse con otra ciudad de la región; pero sobretodo porque éste desarrollo ocurre tempranamente (en la revolución agrícola y no enmarcado en el desarrollo productivo y comercial va a suponer la revolucion industrial). Silvestri sostiene que los Ingleses son los primeros turistas modernos, y otorgan (enmarcados en la intrincada relación entre los procesos de acumulación, las ideologías políticas, las referencias al mundo clásico) una nueva dimensión política al tema del paisaje. El Jardín inglés encarnará de hecho los valores políticos de libertad. 4
3 y 4 Aliata Fernando y Silvestri Graciela. El Paisaje Como Cifra de Armonía. Buenos Aires: Nueva Visión, 2001. Pag 23-35
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Índices demográficos según Connecticut State Register and Manual y censos de París según Wikipedia El crecimiento demográfico de Londres a finales del SXIX es característico y no comparable con otra ciudades. Paris por otro lado experimenta un crecimiendo demográfico comparable no en el núcleo sino en lo que es la aglomeración y el área metropolitana.
“Julia cultiva un jardín inglés, como bien lo aprecio Lucaks el jardín a la inglesa no debe aparecer como obra humana sino como despliegue de la naturaleza, tanto en el todo como en los detalles: el trabajo debe ser ocultado.”... “El gran salto de los ingleses lo constituye la intención de transformar materialmente la realidad brutal del campo en un jardín, utilizando recursos estilísticos para ocultar aquello que no se debía ver.” 5 La solución inglesa está inspirada en las reglas de la naturaleza, aborrece las reglas geométricas no únicamente por ser artificales sino sobretodo por representar las normas artificales de aquella sociedad absolutista (referencia directa a la sociedad francesa). Existe una ideología de libertad detrás del pintoresquismo idílico representado. Esta voluntad concibe paisajes de percepción integrada, lineas curvas, rasgos referentes a la naturaleza en estado indómito. El modelo totalitario francés implica una representación diferente. La imagen de dominio visual sobre el territorio que expresan los infinitos jardines de Versailles ilustran esta ideología. Más que un modelo de representación se trata de un funcionamiento para reorganizar el territorio francés desde el rol del estado, que pretende ser extrapolado en otros territorios. Este inminente desarrollo de las tecnologías territoriales va forjando, y habilitando sobretodo a los franceses a dominar el territorio a su merced. Es en Francia y no en Inglaterra en dónde se desarrollan las tecnologías de dominio territorial con mayor éxito. Parafraseando a Silvestri, Francia cumple con lo que puede llamarse hoy racionalización territorial. La mirada francesa 5 Aliata Fernando y Silvestri Graciela. El Paisaje Como Cifra de Armonía. Buenos Aires: Nueva Visión, 2001. Pag 73
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será entonces de una ortogonalidad y simplificación ingenieril ausentes en la percepción inglesa. Ambas ideologías se traducen no sólo en la imagen de los jardines sino en lo que son las tramas de ambas capitales y la manera en la que se articula y estructura la ciudad.
Derecha: Mapa Londres por Lev Kerimol Design for London GLA, “London after the green belt” Irenée Scalbert Izquierda Plan de Eugène Hérard para multiplicación de espacios verdes en Paris, 1903. En verde los espacios verdes existnete y en negro los propuestos.
En el territorio inglés los jardines van a ser el elemento articulador de la ciudad. Londres tiene como particularidad que su esqueleto es una serie de parques y jardines. París por otro lado es una ciudad menos densa y menos verde que Londres. Eugène Hénard crea a principios del siglo XX, y ante esta desventaja, un plan para multiplicar los parques en la ciudad. Como objetivo, que cada habitante viva a no más de 1km de un gran parque y a no más de 500m de un square o plaza. Esta preocupación francesa a principio del siglo XX se repite en Londres a principio de SXXI, cuando la London Ecology Unit entiende que cada habitante debe tener a no menos de 1km un área de “conservación natural”. A saber que esta inquietud se explica en parte con los numerosos terrains vagues resultado de las fábricas en desuso que quedan acorraladas en el medio de la ciudad, como resultado sectores de Londres (sobre todo el oeste) se componen de una serie de partes disgregadas e inconexas. Ambos casos representan sin duda intervenciones a nivel paisajístico, intervenciones con un grado de interés hacia lo que es la naturaleza, pero ¿podemos hablar de la existencia un paradigma ambiental? Parecería anacrónico. Las intervenciones tienen una
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voluntad de expresión a través del paisaje pero no parece existir un interés sobre el medio ambiente que prime ante la preocupación ideológica de ambos casos. Justamente, la disciplina “ecología urbana” es reconocida como tal durante los años 70, cuando una serie de ciudades alemanas comienzan a desarrollar programas de conservación ambiental, cuando se crean estudios de biotopos de ciudades, entre otros. Estas primeras intervenciones sobre la naturaleza anticipan la creciente voluntad de modificación de la misma que el hombre va a ir adquiriendo. La unidad que representa a la naturaleza irá creciendo, primero el jardín, luego las ciudades, luego el territorio luego el medio ambiente. Este incipiente interés por la naturaleza encontrará en la Revolución Industrial (y R.I tardía), un poderoso ideal anti-urbano que trae con sí una serie de propuestas pastoriles que pretenden refugiarse en la naturaleza ante esta primera era de la máquina6. 4. Estudio de casos Se plantea un estudio de casos acotados en el tiempo, en un intervalo que va desde finales de siglo XIX hasta principios del SXX. Una serie de casos que desarrollan un interés hacia lo que es la relación con la naturaleza en las ciudades. Estos casos adoptan una primera mirada con cierta tradición paisajística, despegada de la dimensión ecológica y ambientalista. La revolución industrial trae con sí fuertes repercusiones que comenzarán a forjar lo que se conoce como la Ciudad Moderna. Es importante sin embargo aclarar que ni los suburbios, ni ninguna característica de la ciudad moderna, son el inevitable destino post Revolución Industrial. Como sostiene Fishman la reconsideración del significado de ciudad y domesticidad no es el trabajo de un solo genio o arquitecto quien propone un nuevo modelo y logra convencer a su clientela de su éxito. La modernidad se enfrentará entonces con el escenario de la Revolución Industrial tardía. Ciudades que pasan de ser walking cities a urbes víctimas de una expansión desmesurada. De familias de profesión eternamente definida a ciudades con obreros parte de la cadena de producción fordista. Banqueros que trabajaban desde sus casas o comerciantes que vivían felizmente en el ático de su tienda, pasan tener su vivienda estancada en el medio de la congestión de estas nuevas ciudades. 6
Como lo llama Banham en su libro “Teoría y diseño en la primer era de la máquina”
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Ante esta nueva concepción de ciudad insalubre, foco de pestes y enfermedades; la dupla vivienda trabajo, antes asumida virtualmente inseparable, entra en crisis. La voluntad de alejar la vivienda de estos congestionados centros se hace
evidente y surge de un sentimiento
esquizofrénico ante la ciudad industrial: una atracción hacia las oportunidades y un simultáneo rechazo hacia la vida urbana. Existen varias alternativas propuestas ante esta condición. En esta ocasión, y a modo de focalizar el estudio, se toma la siguiente terna de casos representativos en el un intervalo de tiempo: 1. Manchester 1844-1854 2. Plan Zuid (Berlage) 1914 3. Broadacre city 1935 4.2 El caso de Manchester, Inglaterra. El fenómeno de Manchester no puede ser explicado sin antes hacer brevemente referencia a Londres, cuna de la Revolución Industrial y ciudad de la cual los modelos van a ser referencia para el resto, sobretodo norte, del territorio Inglés. Londres es una ciudad que comienza su desarrollo tempranamente en el SXVIII y mantiene la lógica económica de este siglo hasta finales del siguiente. Londres responde en primera instancia a las lógicas de la revolución agrícola y no a las de la industria, es decir experimenta muy poco desarrollo industrial antes de finales del SXIX. Aparece, primero en Londres, el inevitable nuevo interés de la burguesía de la división entre la vivienda y el trabajo. Sin embargo la migración de la clase media desde el centro hasta la periferia, los suburbios, no es se hace evidente hasta finales del SXIX. Existe la voluntad de separar el trabajo de la vivienda pero esto no se traduce directamente en la creación de suburbios o cinturones verdes. Si bien hay familias que dejan sus viviendas sobre los comercios libres y migran hacia las afueras, en una primera instancia, las clases altas se mantienen devotas al centro histórico e instalan en los alrededores de West End y gran parte de los burgueses los imitan instalándose en almacenes en el sur de Kensingtong y Bayswater. Esto genera un centro con un programa mixto de vivienda y comercios, ya que las ex viviendas de los comerciantes se transformar en cuartos a ser alquilados por trabajadores. Más adelante un porcentaje de la clase media comienza a instalarse en las afueras de la ciudad buscando un
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contacto mayor con la naturaleza. Y finalmente y recién en los años 1890 la su urbanización en la ciudad de hace decisiva. Pareciera que Londres hubiese experimentados cambios que la preparan para lo que va a ser la ciudad Moderna. Existe una continuidad en lo que son los modelos urbanos residenciales y una resistencia al éxodo hacia los suburbios que se va debilitando paulatinamente. Lo que experimenta Manchester en cuanto a la sub-urbanización es posterior, de mayor impacto y notoriamente más concentrado en el tiempo. Manchester, se mantiene íntegramente reacia a la migración de los habitantes hacia la periferia (es una ciudad con la residencia burguesa todavía fiel al centro de la ciudad hacia 1830) y experimenta en 10 años lo que Londres hizo en 100. Alcanza un grado de sub-urbanización hasta mayor al que alcanzó Londres en un siglo entero. La industria del algodón hace que la ciudad pase a ser “Cottonópolis” donde se concentra la producción textil que abastecerá la región entera. Manchester a principio de siglo es un claro ejemplo de lo que Engels denomina una whirpool city.
Engels escribe en 1844 describiéndola: “un distrito central de negocios ya casi libre de residentes, una zona industrial densamente poblada con fábricas y viviendas de trabajadores que rodea el núcleo; y una zona de suburbios periféricos para las villas de la burguesía.” Varios elementos hacen al fenómeno que experimenta a Manchester. Primero su producción de Algodón y la demanda que este bien implica a principios de SXVIII. Luego, la latente división de clases sociales. Finalmente la falta de resistencia que una trama física y cultural densa como Londres por ejemplo imponía. Esto, visto bajo el lente de la búsqueda a un retorno al paisaje
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natural y pastoril: el derecho a la naturaleza aparece como un bien accesible para la elite, es un lujo, una posibilidad individual (para el núcleo familiar) de difícil acceso. El paisaje pastoril como unidad de vivienda más que como un ideal de ciudad o comunidad. Como resultado Manchester se transforma en una ciudad disgregada, con partes inconexas, víctima de su división social. 4.2 Plan Zuid La planificación de la ciudad de Amsterdam comienza, como en la mayor parte de las ciudades, en el centro histórico. En este caso con la represa del Río Amstel (que da lugar al Damrack – puerto exterior y Rodin-puerto interior). Una serie de canales concéntricos ordenan la ciudad apoyándose en un sistema de ensanche. En 1607 el plan de los tres canales habilita la creación de tres canales principales conectados por vías navegables, radiales. A principios del siglo XX el crecimiento desmesurado de la población, aunque no supera los límites fijados en 1700, implica condiciones de vida insalubres. Surge entonces en 1901 una nueva ley de vivienda que que además de regular el tema de la vivienda en particular obliga a las ciudades holandesas a proyectar y dirigir sus ampliaciones.
Derecha: planta plan zuid de berlague Vista aérea de plan zuid por Berlague1915.
En la última década del siglo XIX, se le encarga a Berlague el diseño del plan de expansión para el sector sur de de Amsterdam enmarcado en las intenciones de la nueva ley. Si bien el plan inicial es aprobado en 1905 no se lleva a cabo por costos elevados y severas dudas hacia la gran cantidad de espacios verdes correspondientes a residencias en forma de villas. La visión anacrónica para el momento que plantea Berlague en su primer plan explica su fracaso. Se le encarga, a raiz de la no-construcción del proyecto, un segundo proyecto para en ensanche sur de la ciudad. Éste último es el famoso Plan Zuid que se concreta en 1917. Un Facultad de Arquitectura – Universidad de la República – Tesina - Teoría de la Arquitectura y el Urbanismo II – Mercedes CARRIQUIRY
plan más geométrico y monumental que el previo, con una expresión que se asocia a nivel estético7 al modelo de City Beautifull. Estético porque justamente el arquitecto admira en el modelo parisino y es inspirado por sus viajes a Chicago, San Francisco y los reinterpreta en clave local, con una fuerte componente holandesa.
Vista aérea Amsterdam con ruptura de tejido concéntrico hacia el sur (2014 según Google maps)
Puede hablarse del sur de Amsterdam, a la luz del Plan Zuid, de la ciudad del urbanismo arquitectónico. “Contrastando con el tejido urbano tradicional pero en continuidad con el mismo, en las vistas de Amsterdam Zuid, se aprecia el rigor geométrico de los trazados viarios, también el control de las cornisas o en la composición de los huecos. Una visión renovada del espacio público que tienen como contrapunto la domesticidad de los patios interiores de manzana, de uso comunitario.”8 Berlague crea una calidad urbana que rompe con los anillos concéntricos del típico centro de Amsterdam. La estructura de trazados geométricos y grandes avenidas comparte el modelo de París de Haussmann y la homogeneidad de los bloques anchos de ladrillo para vivienda acompaña, refuerza este trazado geométrico y el principio de “la calle” como elemento9. Gaillard habla de la manzana cerrada como parte de un ladrillo con el que se monta toda la construcción. La conexión de este nuevo ensanche sur para Amsterdam se logra mediante la incorporación de nuevas plazas urbanas, del ensanche del ancho de la calle, de los boulevards convergentes
7 Esta asociación es basicamente estética ya que la fuerte componente progresista en el Plan Zuid no está presente en el concepto de “branding” que implica la City Beautiful. 8 Universidad de Zaragoza, 2013 9 Esto último planteará un problema para los CIAM a posteriori y el concepto funcionalista y el de tábula rasa.
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en monumentos o hitos. La solución planteada por Berlague se fundamenta con un concepto higienista. El uso de vegetación e interés hacia el medio ambiente, purificación del aire etc., es asociado exclusivamente al saneamiento y embellecimiento de la ciudad. Parece a primera vista lógica dicha asociación cuando la problemática en la época no responde a la extinción de recursos sino al bienestar humano. Es sin embargo importante la identificación de la variedad de recursos utilizados ya que existe una tendencia a atribuirle a las nuevas copas verdes en la ciudad la solución de ciertos problemas. 4.3 Broadacre city. A principio de los años 30, enmarcado en este contexto industrialización y consecuente expansión de la metrópolis, Frank Lloyd Wright propone un modelo alternativo de ciudad: Broadacre city. Un modelo anti urbano que busca justamente reafianzar el vínculo del hombre con la naturaleza y concibe un paisaje pastoril productivo sin negar los avances tecnológicos.
Derecha: Perspectiva aéra por Wrigh que ilustra la división un suelo productivo que extructura un modelo de ciudad dispersa 1935 Izquierda: “American Gothic” de Grant Wood 1930
El retorno al paisaje pastoril es un tema recurrente en la época. El cuadro de Wood ilustra padre e hija del oeste de Estados Unidos, el mismo oeste en donde se implantaría no casualmente Broadacre city. Un padre e hija trabajadores, conservadores, símbolo del hard land americano. La naturaleza está constantemente presente, ya sea en su estado indómito, o invadida por la máquina o bien como una válvula de escape o ideal rural. Este modelo de voluntad paisajista representa la reivindicación de la sociedad americana, de la generación perdida. No hay que olvidar que, si bien el país experimenta un crecimiento industrial próspero Facultad de Arquitectura – Universidad de la República – Tesina - Teoría de la Arquitectura y el Urbanismo II – Mercedes CARRIQUIRY
e intensivo a principios de siglo, al cuadro de Wood le precede la crisis del 29, elemento que reforzó además la convicción de Wright de que el país demandaba un radical cambio tanto en su organización física como en el plano económico y social. Wright entiende inevitable la desaparición de la ciudad y plantea un nuevo modelo que tiene como principio básico la descentralización. Lógica que llevada al extremo busca una sociedad democrática de granjeros y propietarios independientes. Una distribución equitativa de la tierra junto con un aprovechamiento de las tecnologías del futuro conforma el ideal pastoril de la propuesta. “El día en el que que todo hombre, mujer y niño, pueda nacer para pararse sobre sus propias hectáreas, entonces democracia habrá sido alcanzada.” 10 La convicción de Wright es que el paisaje bucólico representado en la imagen puede ser alcanzado si existe una nueva forma distribución de tierras, una reforma económica y social en la concepción de la ciudad. En Broadacre City cada habitante tendrá su negocio independiente (porque será propietario y productor de su tierra) y será empleado porque trabajará a su vez medio horario en oficina. La democracia que Wright plantea es de una definición exhaustiva. Define incluso el rango de bienes que una familia puede tener: habrán familias con entre 1 y 5 autos. Ninguna familia que sea tan rica como para mantener más de cinco autos ni tan pobre como para no poder tener ninguno está dentro de los parámetros fijados. Con esto pretende eliminar las inequidades sociales y luchas de clases. Entiende, como que el día en el que la pobreza y la lucha de clases sean superadas, la competencia perderá su carácter nefasto y destructivo. 11 La rigidez de esta definición parece en cierta manera ingenua. Ingenua en el sentido de que no funciona como guía sino establece el comportamiento de la ciudad y los habitantes, lo cual parece ser lo contrario a las “leyes de la naturaleza”. Paradójicamente, esta rigidez extrema pretende un decidido retorno a un contacto con la naturaleza mucho más dócil. Posiblemente, lo que será el plano verde inmaculado de los suburbios norteamericanos represente esta condición dual de natural-artificial que contiene Broadacre city. El proyecto tiene como particularidad que la anteriormente planteada división del trabajo y la vivienda no se materializa de manera física. El centro fabril y congestionado de la ciudad no se mantiene, se disgrega y comienza a formar parte de un paisaje con una lógica que le permitiría una extensión indefinida. Wright superpone la cuadrícula Jeffersoniana, sin contemplar la 10 Wright, Frank Lloyd; The Living City (New York, 1958) Pág. 119. 11 Fishman, Robert; Urban Utopias in the Twentieth Century (Basic books Inc. 1977.). Pág 133.
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topografía del lugar ni privilegiar ningún punto sobre otro. Se logra de esta manera, y con un dispositivo simple, la flexibilidad. “La más avanzada tecnología trae consigo un regreso a la esperanza democrática del SXVIII: Edison y Ford resucitarán a Jefferson.” 12 El nombre de la ciudad hace referencia a la unidad de parcelamiento. La unidad en la cual la tierra va a ser dividida se llamó “Gunter's Chain”. Esta unidad se demostró útil en la medida que “10 square chains” definen un acre, y 640 acres conforman una milla cuadrada. Repitiendo este patrón el país entero fue subdividido de acuerdo a una grilla rectangular orientada según las líneas de latitud y longitud.13 A esta unidad de parcelamiento y estructuración del territorio responde naturalmente una unidad de habitante: la familia. El funcionamiento de la propuesta está sujeto a la firmeza de la unidad familiar. Parece nuevamente irónico que la validez de esta propuesta radique en un estructura tan débil y vulnerable, más aún cuando Wright tiene una agria experiencia al respecto14. Wright entiende que la gran ciudad está condenada al fracaso porque la concentración de población no tiene sentido en la era del automóvil y el teléfono, una era en la que las distancias pasan a ser medidas en unidades de tiempo. Diseña métodos de transporte futuristas que se funden en el paisaje americano. La naturaleza en estado puro pasa de verse amenazada por la máquina y Frank Lloyd la incorpora atrevidamente en el paisaje americano. La postura de Wright es vanguardista en el sentido de que no niega los avances tecnológicos y los incorpora la precisión maquinista en el idílico pastoril, esto en una sociedad en donde la tecnología es asociada a la máquina y la máquina a la anti-naturalidad. Sin embargo esta osadía puede parecer nuevamente ingenua. Tradicionalmente se ha visto a la tecnología en términos de resolución de problemas. Justamente, al diseñar métodos de transportes futuristas (inconcebibles en el momento) Wright resuelve el problema del transporte y deja de lado la retroactividad de los avances tecnológicos. “La tecnología deja su huella en la sociedad: retroactúa, canaliza las fuerzas sociales y se impone muy a menudo en las sociedades por medios que éstas no desean necesariamente” 15 . Es esta interacción bidireccional: la forma en la que la sociedad crea tecnología y el impacto retroactivo de la 12 Fisherman, Robert; Urban Utopias in the Twentieth Century (Basic Books inc. 1977) Pág.123. 13 Livni, Pedro; En busca del mito pastoril en la Broadacre city, Universidad Católica de Chile, 2009. 14 En 1914, en su vivienda en Taliesin, uno de sus sirvientes enloquece y mata a la mujer de Wright y tres de sus hijas mientras el arquitecto estaba en Chicago. 15 Gaudin, Thierry; Claves para el Siglo XXI, (Ediciones UNESCO; 2000) Pág 37.
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tecnología en la sociedad, inexistente en Broadacre City y uno de los temas centrales en las problemáticas urbanas actuales. 4.4 Sobre los ejemplos Los casos planteados encarnan una tradición paisajista, voluntad de regresión a la naturaleza, encuentro con el medio ambiente. Plantean como solución a la problemática existente el retorno a la naturaleza y la incorporación de la misma en el cotidiano. Sin embargo, ¿Podríamos hablar de un paradigma ambiental como modelo de acción? Parece evidente el uso de la naturaleza como válvula de escape ante la invasión maquinista. Los tres casos mencionados son claros antecedentes de este paradigma que, al no estar definido aún, se materializan en intervenciones (o bien utopías) con un alto grado de ingenuidad hipnotizados por el concepto de naturaleza y medio ambiente. ¿Estamos, aun hoy en día hipnotizados por el concepto de naturaleza y medio ambiente? ¿Qué ingenuidades nuevas (o cuáles mantenemos) al querer aplicar el modelo de paradigma ambiental? ¿Se adapta este modelo a leyes de evolución no lineales como son las de la sociedad contemporánea?
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5. Elementos del Paradigma ambiental contemporáneo. Los motivos del reiterado interés hacia la naturaleza y la gradual adopción de estrategias con incidencia urbanística que están en la base de la recuperación de la tradición paisajística son numerosos. Desde la crisis ambiental que comienza a diagnosticarse en la década de los 60, la crisis del petróleo durante los años 70, la conferencia de Estocolmo 1972, el informe de Brutland en 1987, hasta el concepto de desarrollo sostenible que se forja en los 90. Pueden considerarse en cierta forma antecedentes del paradigma ambiental contemporáneo. Resulta evidente la búsqueda de un nuevo urbanismo en un contexto tan complejo como el actual. Aquella pretensión de certidumbre del siglo pasado es justamente propia del siglo pasado, nos enfrentamos a un contexto en el que “el azar es inherente a la realidad" 16. Ante esta incipiente preocupación por el devenir fortuito aparecen como respuesta varios modelos y perspectivas de acción en donde el interés por el medio ambiente, la sostenibilidad, sustentabilidad, durabilidad y calidad de vida son conceptos recurrentes e independientes del modelo de acción o enfoque. Justamente, “se ha tratado en los últimos años de sistematizar concepciones como ecourbanismo o urbanismo ecológico para propuestas con un enfoque holístico, donde se busca conciliar la ecología y el urbanismo trabajando no solo en varias escalas sino de manera pluridisciplinar.”
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Esta sistematización genera en ocasiones una
simplificación extrema que torna difusa la definición del paradigma ambiental contemporáneo, que lo desfasa -en mayor o menor grado- de lo que es la preocupación por el medio ambiente per se y que unifica conceptos en un mismo y difuso ideal verde. Ingenuidades y ambigüedades amparan contradicciones en la definición de paradigma ambiental contemporáneo y que pueden en ciertos casos ejemplificarse en el ámbito nacional. 5.1 Sostenible y no sustentable El concepto de sostenible se establece en el informe de Brutland como “satisfacer necesidades de la actual generación sin sacrificar necesidades de futuras generaciones”. La sostenibilidad se entiende como la condición de un elemento que se mantiene por sí mismo, sin intervención
16 Bindé, Jérôme ; Claves para el Siglo XXI, (Ediciones UNESCO; 2000) Pág 17 17 Monclus, Javier; Paradigmas urbanísticos y proyectos integrados
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externa. El desarrollo sostenible implica un equilibro económico ecológico y social, además de la integración de varias disciplinas. Por otro lado el concepto de sustentable se entiende, según la Real Academia Española, como la capacidad de defenderse con razones. Se instaura el término en el la reunión de protocolo de Ginebra en 1984, y con él se hace referencia a la capacidad de los países de aprovechar mejor sus recursos evitando causar severos problemas en el medio ambiente. Este último concepto no implica ni duración prolongada en el tiempo ni pluri-disciplinaredad. Hecha la distinción entre ambos conceptos, se puede afirmar que un desarrollo sustentable no es necesariamente sostenible, y uno sostenible generalmente sí sustentable. El mayor problema está en aquellos planteos sustentables que se proclaman sostenibles, porque el desarrollo sostenible implica una preocupación por lo que es el devenir del mundo, mientras que el desarrollo sustentable no tiene más que un interés (habitualmente económico) puntual. 5.2 La tecnología no salvará al mundo “Tradicionalmente se ha visto a la tecnología en términos de resolución de problemas. Pero esto es olvidar que la tecnología deja su huella en la sociedad: retroactúa, canaliza sociales y se impone muy a menudo en las sociedades, por medios que éstas no desean necesariamente”.18 Percibimos que hay un nuevo panorama, riesgoso en términos de recursos naturales pero seguimos amparándonos en lo que la tecnología puede hacer. “Los hombres siempre han puesto a prueba su capacidad tecnológica desafiando los límites que les impone en medio ambiente”19 Actualmente, si bien la generación de energías alternativas sirve de complemento y reduce la impronta ecológica, la tecnología no da abasto para el crecimiento demográfico desmesurado que experimenta la población mundial. Esta situación es crítica en los países subdesarrollados, en dónde el crecimiento demográfico no sólo es mayor sino que el acceso a la tecnología es restringido. “El crecimiento demográfico es hoy en día un desafío para la infraestructura medioambiental”.
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Lo es también para la respuesta infraestructural y
tecnológica. 18 GAUDIN, Thierry. ‘ Un análisis etnotecnológigo de las interacciones entre tecnología y sociedad. UNESCO 2002.--19 VEGARA, Alfonso: “Territorios inteligentes” 20 VEGARA, Alfonso: “Territorios inteligentes” pag 21.
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Es importante ante este panorama no asociar automáticamente a la tecnología a una reducción inmediata del consumo o huella ambiental, menos aun cuando el acceso a la misma es restringido. La tecnología se presenta como una solución aparente ya que no es más que una herramienta. El verdadero problema radica en (si) hacerla accesible a una mayoría, cómo, con qué objetivo, cómo actuar frente a la huella retroactiva etc. 5.3 Multidisciplinario Ante la pluridisciplinadidad implicada en la definición de desarrollo sostenible y ante la falta de una tecnología omnipotente que todo lo resuelva, el paradigma ambiental contemporáneo tiende a fundirse con disciplinas complementarias que son parte del concepto de desarrollo sostenible. Esto plantea dos cuestiones: En primer lugar, el grado de integración de las disciplinas. El cuestionamiento del urbanismo como disciplina y la dificultad epistemológica del urbanismo hacen imprescindible una “aclaratoria sobre la matizada distinción entre los significados de multidisciplinariedad y pluridisciplinaridad por una parte, e interdisciplinariedad por otra.”21 La diferencia radica en el grado de integración de las diferentes disciplinas: en el primer caso de trata de una yuxtaposición, mientras que en el segundo la interrelación es crucial. En el ámbito nacional, y bajo las medidas que apuntan a promover un desarrollo sostenible puede hacerse referencia a lo que son los estudios de impacto ambiental. Si bien estos estudios pretenden medir el impacto de una construcción en cierto emplazamiento, el estudio que se plantea no es más que una sumatoria de análisis inconexos, yuxtapuestos, que ni si quiera se cruzan en el momento de estudio por parte del organismo. Cabe preguntarse si el análisis de impacto de tránsito tiene validez sin ser cruzado, por ejemplo, con un análisis de habitantes de la zona, o de destinos de predios circundantes; o bien si el estudio de amortiguación de pluviales tiene un valor en sí mismo sin considerar un filtrado, reuso o alternativa similar.
21 ALMANDOZ, Arturo “Consideraciones conceptuales sobre Urbanismo”, Ciudad y Territorio, Estudios Territoriales, 1993.
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En segundo, el grado de participación de cada una de las disciplinas. “Es importante hacer compatible el modelo urbano con las singularidades de cada territorio”22. Parece razonable que según el escenario de actuación se determinen los diferentes grados de integración de cada una de las disciplinas. Sin embargo, cuando además de estas adaptaciones puntuales, existe una tendencia a anteponer disciplinas accesorias olvidando el aspecto puramente ambiental del desarrollo sostenible. La tendencia de un desarrollo sostenible multidisciplinario olvida paradójicamente y con frecuencia el aspecto que refiere a lo ambiental, a aquella preocupación por el devenir ambiental. Por otro lado, este desenfoque puede explicarse si consideramos otras problemáticas de la ciudad contemporáneas que demandan atención inmediata, y que ante esta demanda inmediata encuentran su lugar en la multidisciplinareidad del desarrollo sostenible. 5.3 Hacia una sociedad de exclusión, pero verde La magnitud y velocidad del crecimiento demográfico mundial se presenta como uno de los problemas que demandan atención inmediata. En primer lugar porque, como se estableció anteriormente, la infraestructura tecnológica es incapaz de absorber este crecimiento desmesurado. Luego porque este incremento implica lo que Vegara en Territorios inteligentes llama la ruptura: nuevas desigualdades, nuevos riesgos de exclusión social. El desarrollo sostenible se ve entonces ligado, además de a otras disciplinas, a una fuerte preocupación social, implica un reconocimiento social, una democratización de acceso una sociedad más justa.
22 VEGARA, Alfonso: “Territorios inteligentes”
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“Es difícil preocuparse por el medio ambiente cuando la supervivencia es prioridad”23. Parece absurdo pensar en términos ambientales cuando cerca de la mitad de la población vive con menos de 2U$D diarios24. Esto implica que menos de un 20% de la población mundial, tiene los recursos y necesidades satisfechas y podría, en caso de que lo desease, tomar acción para cuidar el medio ambiente. Esta situación no es novedosa, basta recordar el escenario en Manchester Industrial, en donde un modo de vida sostenible era únicamente para aquellos quienes pueden darse el lujo. La diferencia es que el reloj biológico de la tierra no se había despertado aún a fines del SXIX. Lo que supo ser un lujo de acceso restringido es hoy una preocupación común aunque aún de acceso restringido. Restringido porque los niveles de bienestar y calidad de vida mundiales son dispares. Dispares al punto de generar muertes por contaminación del aire, del agua. La imagen anterior muestra como la cantidad de población bajo la línea de pobreza por región se concentra en países subdesarrollados, en general en América del Sur y continente Africano. Si pudiésemos cruzar esta información con la cantidad de iniciativas de desarrollo sostenible o intervenciones de protección de medio ambiente, es posible que el resultado se concentrase, en el hemisferio norte. “Una mayor equidad, tanto por motivos morales como prácticos se está convirtiendo en un tema clave para alcanzar un desarrollo sostenible.”25 “La idea del desarrollo sustentable nace de un reconocimiento y plantea a la vez una necesidad del sistema social. El reconocimiento consiste en aceptar y tomar conciencia de que el modelo de desarrollo de la sociedad moderna industrial (capitalista o socialista) ha alcanzado ciertos límites que plantean problemas de viabilidad a futuro.” 26 Este reconocimiento debe contemplar antes las diferencias sociales que acarrean una calidad de vida indigna, un nivel de bienestar nulo. Si bien está comprobada la rentabilidad de la inversión en paisaje y mejora ambiental de las ciudades, debe ser considerado en conjunto con el impacto social que esto genera. El desafío actual del desarrollo sostenible, y concretamente las intervenciones con un fuerte componente ambiental parece ser evitar la (fácil) exacerbación de las diferencias sociales.
23 VEGARA, Alfonso: “Territorios inteligentes” pag 21. 24 Cifras extraídas de programa de las naciones unidas para el desarrollo. 2013. 25 VEGARA, Alfonso: “Territorios inteligentes” pag 23. 26 DOMINGUEZ, Lezama: “Medio ambiente y sustentabilidad urbana”
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5.4 La escala (antropológica) del verde Percepcion de lo que es la contaminación En un mapa a escala 1:200.000, especialmente en un mapa michellin, todo el mundo parece feliz; es un mapa a mayor escala, como el que tengo de Lanzarote, las cosas se deterioran: uno empieza a descubrir los hoteles, las inraestructuras de ocio. En una escala 1:1 te encuentras en el mundo normal que no es muy agradable, pero si aumentas la escala todavía, más te hundes en una pesadilla: comienzas a ver las partículas de polvo, micosis y parásitos que te comen la carne.27 La presencia de verde que parece garantizar un compromiso con el medio ambiente se evidencia ingenua si es mirada simultáneamente a través de múltiples escalas. Puede que una vivienda por ejemplo, utilice paneles solares fotovoltáicos y se proclame verde. El panel puede constituir un ahorro de energía eléctrica para el núcleo familiar, y esto generar menor consumo de energía artificial. Se sobreentiende que este recurso extendido a toda la población el ahorro sería notorio, se estaría contaminando menos, se estaría atendiendo el medio ambiente para las generaciones futuras. Este tipo de razonamiento aparenta lógico y visto desde el compromiso con el medio ambiente es una falacia: La energía utilizada para la producción de un panel fotovoltáico es menor a aquella que el panel puede ahorrar en toda su vida útil. Existe un beneficio directo para quien lo utiliza, no así ni para el medio ambiente ni las generaciones futuras. Si consideramos el concepto de ambientalismo antropocéntrico y ecocéntrico, Dominguez Lezama coincide con Sprout, y entiende que los diferentes enfoques para explicar la sustentabilidad urbana tienen que ver con desarrollos filosóficos sobre la posición que asume el hombre dentro de la naturaleza. La definición de paradigma ambiental contemporáneo parece ser antropocentrista: entiende al desarrollo sostenible como la garantía del bienestar de las generaciones actuales y las futuras; y plantea una redistribución de poder para la democratización del acceso igualitario para la especie humana. Es en este escenario es en el que la condición antropocéntrica del paradigma ambiental contemporáneo pone en segundo nivel aquel interés por revindicar la naturaleza.
27 HOUELLEBECQ, Michel; “La posibilidad de una Isla”
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5.5 Participación ciudadana = identidad En el artículo 5d de la Ley de Ordenamiento territorial y desarrollo sostenible se establece como un principio rector y ordenador del desarrollo sostenible: - La promoción de la participación ciudadana en los procesos de elaboración, implementación, seguimiento, evaluación y revisión de los instrumentos de ordenamiento territorial. - Toda persona tiene derecho a la participación en los procedimientos de elaboración de los instrumentos de ordenamiento territorial. - Toda persona tendrá derecho al acceso a la información sobre el territorio que posean las instituciones públicas PARTICIPACIÓN SOCIAL EN EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL Artículo 72. (Promoción de la participación social).- Las instituciones públicas promoverán la participación social utilizando como mínimo, los instrumentos específicos que se establecen por la presente ley. Toda persona interesada podrá realizar propuestas, con la debida fundamentación, a los efectos de su consideración por las instituciones públicas competentes en los instrumentos de ordenamiento territorial. Artículo 73. (Comisión Asesora).- Se comete al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) la constitución de una Comisión Asesora de Ordenamiento Territorial, a efectos de incorporar las distintas visiones a las políticas del sector. La importancia de la participación ciudadana establecida se explica desde varios puntos de vista. Primero desde la posibilidad de acceso democrática a la participación del desarrollo sostenible. Parece razonable luego del énfasis en la componente social que implica el desarrollo sostenible, en la generación de una sociedad justa, con un nivel de vida y bienestar mínimo establecido, que participación ciudadana se enmarque en la misma línea de pensamiento. Luego, la posible revelación antisistémica. Si no existe un gobierno local facilitador o promotor de la participación ciudadana, ésta participación puede presentarse como una anomalía o una
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exigencia ante la falta de espacios participativos (movimientos sociales). La modernización reflexiva se orienta a que esta participación sea un proceso normal, y como quedó sentado en líneas anteriores, son necesarias reformas institucionales previas que garanticen el derecho a la información ambiental para poder ejercer los derechos ciudadanos.28 El fomento de la participación ciudadana parece ser clave para la construcción de un desarrollo sostenible, de ecosistemas urbanos. Es parte de esta concepción de desarrollo sostenible ideal que se forja junto con el paradigma ambiental contemporáneo. El riesgo de esta interpretación global es la tendencia a una Ciudad Genérica29, ahora Verde. Una tendencia a la minimización de diferencias, nubladas por el sueño verde. Es bajo esta perspectiva en la que creo que la participación ciudadana es clave para la identidad de cada territorio. La ciudadanía como manifiesto de las singularidades de países, ciudades, regiones. El fomento de la participación ciudadana orientado desde la definición de sostenible, solidarizándose con las generaciones futuras, puede carecer de efectividad cuando la supervivencia es prioridad. Es factible entonces preguntarse si la participación ciudadana como conformación de identidad puede ser una alternativa para el desarrollo de interés poblacional en la construcción de un desarrollo sostenible.
28
DOMINGUEZ, Lezama: “Medio ambiente y sustentabilidad urbana” 29 KOOLHAAS, Rem; Ciudad Genérica
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Conclusión Parece necesaria una revisión sobre la definición del paradigma ambiental contemporáneo. La claridad de aquella establecida en una primera instancia en el informe de Brutland no encuentra su lugar en el panorama contemporáneo. La complejización de la sociedad actual demanda renovaciones de los lineamientos que pretenden dirigir el curso de las ciudades. La falta de certezas, la eventual extinción de recursos antes infinitos, el aumento exponencial de la brecha social, problemáticas de finales del siglo pasado que no han encontrado aún su respuesta en el paradigma ambiental. Las ingenuidades en las concepciones ambientales actuales nublan la honestidad de las intervenciones urbanas. La presencia del árbol como antídoto anticontaminante es un ejemplo. La asociación limpio-verde parece ingenua en un contexto contemporáneo en dónde el árbol se presenta como una cura para la contaminación. El embellecimiento actual tiende a asociarse a un superficial y erróneo compromiso ambiental; seguramente bajo la idea de la belleza instaurada en el concepto de City Beautiful que descontextualizado es ingenuo. La propuesta de Berlague, con deudas -estéticas- hacia lo que es el París de Hausmann, retoma la dupla verde-limpio la cual en la contemporaneidad se plasma en intervenciones con cierta sensibilidad pintoresquista. Cabe preguntarse si esto no es parte de una nueva concepción de belleza, o sensibilidad hacia el medio ambiente que funde los límites de lo natural y lo artificial. Este concepto parece naive cuando se presenta como motivo y no como complemento o accesorio al leitmotiv. Si se toma la propuesta de Wright, su validéz está en el control y buen funcionamiento de una serie de aspectos de la ciudad la economía, el nivel socioeconómico de los habitantes, las propiedades, cantidad de autos por núcleo familar, etc. El problema se halla en que el éxito de la propuesta radica en el correcto funcionamiento de estructuras frágiles. Las probabilidades de falla se multiplican. Algo similar sucede en el paradigma ambiental contemporáneo, en dónde en la multidisciplinareidad, problemáticas nublan la visión y se anteponen ante el problema ambiental, provocando el desvío de la atención sobre el medio ambiente. El caso de Manchester ilustra cuán restrictiva puede ser una política ambiental si aplicada sin tener en cuenta problemáticas sociales. Esto introduce una fuerte componente social en el paradigma ambiental. No debería sin embargo desplazarse el interés. El caso inglés ilustra
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igualmente la acotada eficiencia de una solución. Existen al día de hoy modelos alternativos de vida, de conformación de ciudad, youths en el campo, viviendas de residuos, pueblos básicamente conformados en barro y biomasa. Sin embargo, ¿son estos modelos aplicables a la población mundial o constituyen más bien una alternativa de vida restringida, destinados a grupos alternativos, reducidos, revolucionarios?
Es necesaria una definición ajustada del paradigma ambiental contemporáneo. Una definición que establezca claramente prioridades en la multiplicidad disciplinar. Une definición maneje múltiples escalas de actuación de manera simultánea. La participación urbana como un requisito identitario. Todo en vista de un desarrollo sostenible que sepa establecer su postura más o menos antropocentrista, que entienda la importancia de un futuro posible, posible para la totalidad de la población.
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