Que mi recuerdo te lleve a dios

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Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero Fundadora de la Congregación de Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María

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Biografía de la Sierva de Dios M. Julia Navarrete Guerrero Era un 30 de junio de 1881, cuando la lluvia empapa el suelo y las bendiciones parecen venir con la misma lluvia, pues ello nos garantiza de algún modo que los alimentos no faltarán (especialmente) en la Mesa de los más pobres, de aquellos que contemplan el cielo y la tierra con esperanza y la certeza de divisar a Dios. Y este día vino una bendición para la familia Navarrete Guerrero y para la familia o pueblo de Dios: la Iglesia; porque nacía la hija del matrimonio de Don Demetrio y Doña Julia, única mujer entre 7 hermanos y la tercera hija de estos esposos, su nombre es Julia como el de la madre. Don Demetrio Navarrete era un hombre muy culto, muy buen matemático, hombre honrado, patriota sincero y maestro por vocación; de carácter apacible, conciliador y bondadoso. Doña Julia Guerrero fervorosa cristiana, enérgica, austera, firme en sus decisiones y mujer de profunda oración. Ambos se complementaban admirablemente y fueron la tierra fértil donde abundó la lluvia divina que preparaba ya desde el seno de la madre, a la futura religiosa y a los futuros sacerdotes que se gestan en el seno de esta familia: Julia, Juan y francisco Navarrete Guerrero, la primera es religiosa y los dos hermanos son sacerdotes, Juan es Arzobispo de Hermosillo, Son. Y junto con la lluvia que empapa nuestra tierra y la hace fértil, Dios el sembrador divino, pone en el corazón de Julia una piedad sólida, la atrae hacia sí en la oración y poco a poco le va revelando que la quiere para él y para que sea continuadora de la misión de su Hijo en la tierra. La dota de una sensibilidad, compasión y amor grande hacia los que sufren y hacia los más pobres, en quienes ve a Cristo y a quienes sirve con devoción; fue aprendiendo a vivir en pureza, sentía la necesidad de purificar su alma y por ello desde pequeña se acerca con fe y devoción al sacramento de la confesión y vive pendiente de la


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voluntad de Dios; desde niña aprendió a dominarse a sí misma, esto la hizo dueña de sí y la llevó a no escatimar nada, ningún sacrificio que la hiciera fiel a Dios era suficiente y siempre daba más y más. A los quince años el sembrador divino contemplaba maravillado su obra y podría decir: tú eres mía, eres preciosa a mis ojos, eres estimada y yo te amo (cf. Is 43, 1.4 ), en ella veía a la hija de sus complacencias (cf. Mt 3, 17) y pone en el corazón de Julia una atracción clara e irresistible a la vida religiosa. A los ojos de todos era una jovencita agradable y atractiva, diáfana, discreta, seria pero no adusta, comunicativa pero no imprudente, su modestia natural inspiraba respeto, confianza y cariño. Como maduran los campos gracias al riego oportuno y a los cuidados afanosos del campesino, empezó a madurar la idea de la vida religiosa, era la edad y los deseos de entrega total y de un seguimiento de Cristo más radical, los jóvenes se interesaban por ella con el fin de entablar una relación más seria, la idea del matrimonio apareció en el horizonte luminoso de su vida, pero Julia al llegar a sus diecisiete años, tenía la certeza de cuál era su sendero, ya había vislumbrado la aurora y el camino que debía seguir estaba iluminado: sin dudar ni poder dudar, se convenció a través del contacto con Dios en la oración, de una sabia dirección espiritual, de la caridad hacia sus prójimos y al frecuentar los sacramentos, que Dios, suave, discreta y a veces fuertemente la llamaba y la atraía hacia sí en la vida religiosa. Con el carácter y la experiencia de Dios heredados de su madre y con su apoyo en este proceso vocacional, Julia fascinada por Jesucristo, por su evangelio y por el proyecto de amor del Padre, sabe cuál es su lugar en la Iglesia: penetrar en el Corazón de Cristo, meterse en Él para siempre, amarlo apasionadamente, servirlo con entrega generosa y asumir gozosa el precio de cruz que tal amor conlleva. Por eso desde el día 5 de octubre de 1898 que abandona a su familia para formar una nueva desde la fe, sabe que su lema y su destino son: Amor-Dolor, confiada en la protección de la Madre Inmaculada. Siguiendo el consejo de su director espiritual, el P. Antonio Repiso, SJ; Julia se deja guiar por el Espíritu quien en el P. Alberto Cuscó Mir, SJ. la lleva al Oasis, congregación religiosa que fundaba este hijo de san Ignacio y a quien se le reconoce el don de discernir la voluntad de Dios. Es aquí, en contacto con la cruz del Corazón de


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Cristo y bajo la sabia dirección de su fundador el P. AlbertoCuscó Mir, que Julia va penetrando más y más en los dolores de este Corazón y se consagra para consolarlo y aliviarlos con una vida de cruz, caridad y pureza. Pero la lluvia suave que acompañó su nacimiento e hizo fértil la tierra donde creciera y se desarrollara su vocación, se convirtió en una recia tormenta que sacudió a esta pequeña plantita y Julia abriéndose a los vientos del Espíritu y siguiendo sus derroteros, se arriesga confiada a todo y con la fidelidad dinámica propia de un alma de oración y discernimiento, decide pagar el precio de la fidelidad y se separa de esta Congregación, seguida de otras 13 jóvenes y con la fuerza que da la debilidad de quien tiene fe, funda en Aguascalientes el 12 de septiembre de 1903, la Congregación de Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María y así, buscan otra tierra donde plantar el carisma otorgado por Dios al P. Cuscó Mir y es bajo el amparo de la Virgen de la Asunción, que nace esta familia religiosa, ahora dedicada a la formación cristiana en las escuelas, catequesis y misiones. Al corazón ardiente y apasionado por la gloria de Dios, de la M. Julia le nacieron alas y poco a poco se fueron multiplicando las manos que servían, educaban y anunciaban el amor–dolor del Corazón de Cristo, extendían la devoción al Espíritu Santo y trataban de imitar la pureza de María. Por eso era preciso fundar un colegio para niñas, también ir más allá de Aguascalientes y colaborar en la formación católica de la niñez y juventud en otras diócesis, las niñas huérfanas también pedían un hogar (Orfanatorio Casimira Arteaga), los indígenas llamaban al corazón de la Madre Julia y ésta envía solícita a sus hijas a las misiones, los emigrantes buscaban sentido de pertenencia y ella personalmente, los acogía y evangelizaba, los más pobres encontraron en ella a la Madre que siempre los buscaba, acompañaba, esperaba, escuchaba y socorría sus necesidades y fue de ella de quien aprendieron, con su testimonio y palabras el evangelio de Cristo. Recorrió casi toda la República Mexicana y la cruz redentora de Cristo la lleva hasta Texas, los caminos menos recorridos y más escabrosos del Reino fueron transitados por ella, con el paso ágil de la juventud y madurez; y con el paso lento de la vejez siguió testimoniando y anunciando los valores del Reino desde las muletas, la silla de ruedas y la cama donde la enfermedad la postró en sus últimos años, todo fue presencia evangelizadora, fue anuncio de las verdades


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del Reino y un testimonio y mensaje elocuente de quien nunca se reservó nada para sí y quien puede decir a ejemplo de Cristo: “Todo lo he cumplido” (cf. Jn 19, 30) o en palabras de San Pablo: “he combatido bien el combate y he llegado victorioso al final de mi carrera”. El sembrador divino mira complacido a la Madre Julia, ve su obra concluida y la lluvia de gracias derramada en ella ha dado frutos copiosos, ha llegado la hora y es tiempo de dar el galardón del triunfo a quien durante su vida bebió, hasta el fondo, el cáliz del dolor. Y es un día 21 de noviembre de 1974 cuando en Toluca, Edo. de México y acompañada de sus religiosas, hermanas de camino y continuadoras de su obra, que la M. Julia recibe la llamada definitiva de su Señor: Ven sierva buena y fiel a tomar posesión del Reino preparado amorosamente para ti (cf. Mt 25, 34), después de una vida larga y fecunda, se abandona confiada en Dios y sale presurosa al encuentro de Aquél que le reveló los secretos más íntimos de su Corazón y la elevó a alturas místicas insospechadas, despojada de todo, libre y con la esperanza que da la confianza en Dios, muere con el gozo de la resurrección, diciendo: “Aquí no debe haber tristeza, pura alegría” 1. Sus restos son depositados en el corazón de su Congregación en Aguascalientes, junto a la Capilla del Noviciado, desde donde vela por cada una de sus hijas y recorre con ellas los caminos evangelizadores en el mundo actual. Es aquí en su tumba, donde muchas personas venidas especialmente de la República mexicana, lloran por las penas y necesidades que agobian su corazón, elevan una oración y alaban a Dios por los favores otorgados por intercesión de esta buena Madre La Congregación de Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María, fundada por la M. Julia Navarrete Guerrero quiere ser el corazón, las manos, los pies, los labios y los ojos de la M. Julia para prolongar a través del tiempo la obra iniciada por quien hoy la Iglesia ha reconocido y dado el título de Sierva de Dios.

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CASILLAS GUTIÉRREZ, José, Julia Navarrete, Contemplativa y apóstol, CEVHAC, México 1988, p. 209.


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Introducción Cuando aún la Iglesia no tomaba una postura clara y decidida a favor de la promoción de la mujer y antes de que Juan XXIII en la Encíclica Pacem in Terris 2 reconociera en la mujer un signo de los tiempos al que debíamos escuchar, ya la M. Julia había iniciado la siembra de círculos para señoritas y señoras, en donde les daba formación cristiana e insistía en la misión que ellas tienen en la vida de la sociedad y de la familia; así mismo, fue optando por la promoción de la mujer a través de la educación, abriendo espacios en donde se formara cristianamente a las niñas y adolescentes, continuando esta formación a través de la correspondencia epistolar con sus exalumnas ya convertidas en señoras. Que mi recuerdo te lleve a Dios, Cartas de la Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero a la Mujer, es fruto del deseo e interés de la Congregación de Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María por compartir el mensaje de la M Julia especialmente a las mujeres, rostro y expresión del entrañable amor y ternura de nuestro Dios. Deseando que el recuerdo de tan buena Madre, lleve a muchas más personas a Dios y que en contacto con su caridad, sensibilidad, ternura, solidaridad, empatía y con su palabra entrañable, muchas y muchos se sientan más cerca de Dios y más comprendidos, ponemos en sus manos estas cartas de la M. Julia con la esperanza de que sean aliento para nuestras jóvenes y las mujeres en general, también es una palabra y consejo para aquellas parejas que pasan por situaciones difíciles y dolorosas en su matrimonio, para que nunca apaguen la mecha que aún humea 3 en su hogar, y nunca pierdan la esperanza de que para Dios todo es posible 4.

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JUAN XXIII, Carta Encíclica Pacen in terris, sobre la paz en el mundo, Cd. Del Vaticano, 11 marzo 1963. 3 Cf Mt 12, 20; Is 42, 3. 4 Cf Mt 17, 21.


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Es también un mensaje, una serie de pensamientos y consejos para las jóvenes en su caminar diario, en esa lucha por hacer vida los valores evangélicos, contraponiéndose a los criterios de este mundo, es una palabra de mujer, de amiga y de apóstol que en todo y siempre busca la mayor gloria de Dios y el bien de quienes la rodean. Es la intuición femenina traducida en caridad, cercanía, interés y cariño, con el único fin de llevar a todas y todos a Dios. En estas cartas, alrededor de 9000, escritas a diversos destinatarios en el período de 1903 a mayo de 1974 (unos meses antes de su fallecimiento), la M. Julia deja correr la pluma para aconsejar, impulsar, animar y exhortar, pero más que todo, en cada carta abre su alma entera con todos sus afectos, sobre todo para comunicar el gran amor que tiene a Dios, el amor tierno y filial que profesa a la Inmaculada Virgen María y el deseo siempre presente de vivir conforme a la voluntad de Dios, a ejemplo de Jesús cuyo alimento es hacer la voluntad del que lo ha enviado 5. De aquí la insistencia en sus cartas de cumplir la voluntad de Dios, cueste lo que cueste, de aquí que te invite a tí mujer, a aceptar cualquier cruz, dignación amorosa y especialísima de Dios; a creer con fe firme que Dios, nuestro Padre, jamás nos pedirá más de lo que podemos darle. Podemos afirmar que en toda su correspondencia brillan como dos haces de luz que jamás se disipan: la voluntad de Dios y el aceptar la medida de cruz y sufrimiento que Dios nos mande, ella así lo vive y así lo aconseja, será siempre la tónica de su vida y de su correspondencia. Que mi recuerdo te lleve a Dios, es una palabra de aliento y comprensión dirigida a tí mujer: madre, esposa, hija o novia, para acompañarte en tu caminar diario hacia la verdad sin ocaso y hacia la vida plena, para decirte que la Madre Julia acompaña tu caminar con su consejo, comprensión, cariño y con su palabra maternal; es la palabra y testimonio de quien sabe de los avatares de la vida, de quien supo permanecer hasta el final de sus días junto a la cruz que marca el camino seguro hacia la resurrección.

Introducción: 5

Cf. Jn 4, 34.


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Cartas a las Muchachas El mandato de Jesús de ir por todo el mundo y predicar el evangelio fue una tarea que apasionó el corazón de la M. Julia y la que tomó siempre muy en serio, por eso fue sembrando grupos apostólicos donde quiera que iba, así en el destierro sufrido en Texas como en el gozo de ciudad Lerdo, Dgo. Y no solo sembraba grupos apostólicos, sino como buena pedagoga, siempre les fue dando seguimiento a través del tiempo y la distancia, prueba de esto es la correspondencia y los temas de reflexión que enviaba a las muchachas del Círculo; la vemos especialmente desde Toluca, dedicando las horas necesarias para enviar las reflexiones semanales y continuar alimentando el espíritu cristiano de aquellas muchachas para quienes guarda un afecto especialísimo. Durante este período 1932 – 1933, tiempo en que la M. Julia mantiene una correspondencia frecuente con las personas de Cd. Lerdo, Dgo., tenemos las cartas que dirige a “sus muchachas” del Círculo con el fin de seguirlas acompañando y apoyando en su formación cristiana. Cabe hacer mención de que a este tiempo de intensa labor apostólica, lo acompaña: una carencia de salud seria -así lo expresa ella en su autobiografía-: “me puse grave y me desahuciaron los médicos” 6, la pobreza suma, período de soledad y sufrimiento, la fundación del Colegio de Toluca, Edo. Méx. 7 y es aquí “cuando Dios Nuestro Señor me empezó a comunicar las más especiales gracias de oración” 8; es este uno de los momentos en que se consolidaba la talla contemplativa y apostólica de la M. Julia Navarrete, su fisonomía mística, la que la llevaba a encontrar a Dios en medio de una acción intensa y en un ambiente sobrecargado de problemas, carencias y preocupaciones. Es aquí donde la cruz se presenta nuevamente con toda crudeza y realismo, es en este tiempo en que es necesario confiar ciegamente en el Padre bueno que vela amorosamente por ella y por cada una de sus hijas. Aunque la razón no tenga la respuesta, ella la encuentra en la oración y la fe: Él guardará hasta el último momento lo que ella le ha confiado. 6

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia; Mi camino, CEVHAC, México 1992, p. 89. Cfr. Ibid. p. 90-91. 8 Ibid. 92. 7


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En este contexto se mueve la correspondencia a las muchachas de Lerdo, a quienes semanalmente enviaba una carta acompañada de alguna reflexión, con el fin de continuar la formación en el “espíritu cristiano y alimentarlas con el pan de la doctrina sólida y verdadera que las fortaleciera y las hiciera seriamente felices en esta vida y en la otra...” 9. En ellas se desvela en Julia a la Madre que se interesa por el bienestar de todas, la Madre que conoce a sus muchachas, la Madre que las llama por su nombre 10, la Madre que quiere todo el bien posible para ellas y sobre todo a la Madre que quiere para cada una la felicidad en Cristo. Encontramos en ella gestos que nos indican su gran calidad humana: sentimientos de nostalgia por la gente que ama y a la que ha dejado, cercanía ante los gozos y problemas, afecto entrañable, en fin, ya lo dirá ella misma: “para el corazón de una Madre no hay edades” 11 pues realmente en el corazón de la M. Julia siempre tuvo espacio lo mismo el niño que el joven, el pobre y el rico, la joven y la anciana, el obrero y el profesionista, etc. y como dirá en otra ocasión “la amistad se ríe de las distancias” 12, y en efecto la vasta correspondencia de la M. Julia nos indica que desafió y venció la distancia, con su palabra oportuna y afectuosa, con el consejo atinado y la corrección necesaria. Realmente para el corazón de la M. Julia, no hay edades, ni distancia, ni barreras que le impidan comunicarse y hacerse entrañablemente cercana y solidaria, haciéndose toda a todos para ganarlos a todos para Cristo 13. Además de esta correspondencia periódica y abundante de estos años, tenemos la correspondencia de la M. Julia a algunas otras jovencitas a quienes acompaña en su vida ordinaria con sus consejos, 9

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia, Carta a las muchachas del Círculo, Cd. Lerdo, Dgo., noviembre 10, 1932. 10 Cfr. Jn 10, 1-16. ¿No es esta acaso la actitud del Buen pastor que conoce a sus ovejas, las llama por su nombre y ellas le siguen? Pues ciertamente muchas de estas muchachas siguen con cariño filial a la M. Julia hasta el final de sus días y muchas todavía recuerdan con gratitud las palabras de esta Madre y la formación que les ofreció para su vida. 11 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia, Carta a las muchachas de Lerdo, Cd. Lerdo, Dgo., agosto 18, 1932. 12 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia, Consejos a la Sra. Socorro De León Ortega; Consejo No. 10 inspirado en San Agustín. 13 Cf. 1 Co 9, 22.


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atenciones y exquisito cariño. Está cerca y al tanto de la vida de su familia, así como de los problemas y necesidades de las familias por ella conocidas, jamás se desencarnó de la realidad sino que su encuentro con Dios la acercó más y más a quien sufría, a quien la necesitaba y parecía que intuía en donde hacía falta una palabra de aliento y un consejo de Madre y amiga.


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M. Julia Navarrete con un grupo de exalumnas de Ciudad Lerdo, Dgo. Abajo: Atrás: Centro:

Ofelia Jaramillo, Rosa Palacios, Roma Palacios y Ana Castrillón Mona Saguí, Magdalena Díaz C., Juanina González, Tere Palacios, Elisa Vázquez, Emilia González y Esperanza Díaz C. (Foto tomada en 1932). M. Julia Navarrete Guerrero.

Cartas a las Muchachas de Cd. Lerdo, Dgo.

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Lo que tiene uno en el corazón sale por los labios. Mis queridas muchachas de Lerdo14: Hoy es jueves y según lo convenido vengo a ponerles estas letras para que el lunes al reunirse reciban mi cariñoso recuerdo con una palabrita de aliento. Estamos a trescientos y tantos kilómetros de distancia y sin embargo, las siento a todas tan cerca de mí, o más bien dicho, me siento yo tan cerca de ustedes como cuando estaba entre el montón aturdida con la boruca que me hacían. ¡Dios mío!, ¡Qué buenos pulmones tienen las criaturas de Lerdo! No lo olvidaré en muchos años. He visto aquí algunas de mis antiguas alumnas y no he podido menos de platicarles de ustedes, ya se ve, lo que tiene uno en el corazón sale por los labios15. Todos me dicen ¡ay!, cómo se ve que quería usted mucho a aquella gente que dejó. Ya lo creo, como que me sentía en aquel pueblo, como en familia y me interesaba por todo cuanto a ustedes les pasaba. Estoy aquí sin ningún quehacer, enteramente quieta, en el noviciado gozando en una soledad encantadora, un clima ideal y sintiendo el afecto entrañable de mis Madres y mis Hermanas que se desviven por hacerme agradable el tiempo que pase con ellas. Ustedes no se imaginan cuán encantadora es la vida religiosa donde todas las almas se hacen una en el corazón de Jesús. Sin embargo en medio de todo lo bueno que me rodea, sin poderlo evitar, el corazón se me va a aquel mi rinconcito, a mis muchachas, a mis Hermanas, etc., etc. Hasta aquellos que tan poco traté y que tan finos fueron conmigo, los muchachos, Raúl, Ángel, Gonzalo, etc., etc. No se me borran. ¿Por qué no los trataría antes? Quizá hubiera podido hacer algo por ellos.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Aguascalientes, Ags., 14 Julio l932. 15 cfr. Mt 15, 18 14


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¿Qué me cuentan del Padre Prado? Dicen que estuvo muy malo. Vieran cuanto pendiente tengo por él. Salúdenlo con muy respetuoso afecto en mi nombre. Muy pronto les escribo. Mucho les recomiendo que sean buenas y muy fieles en lo que me prometieron. Me dan un gran consuelo cuando las veo razonables, sensatas, prudentes y juiciosas, es decir, muchachas verdaderamente cristianas. Con todo mi corazón pido a Dios me las conserve así y pueda sentirme orgullosa de esas mis hijas tan amadas. Voy a terminar, pero no sin rogarles que saluden con mucho cariño a sus mamás y hermanos de mi parte para quienes imploro las bendiciones de Dios nuestro Señor. Adiós, un estrecho y cariñoso abrazo a cada una. El próximo jueves les escribo ya de México, Distrito Federal. De todas y cada una soy sierva en Cristo.


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A mis muchachas de Ciudad Lerdo16: 1. Todo lo serio te fatiga. La seriedad te es antipática. Hablar de cosas serias te es molesto. Y pensar en ellas te causa melancolía. 2. ¿Por qué será? Esto es muy serio. 3. La vida, esta vida fugaz, a pesar de sus apariencias de cosa tan ligera, es asunto muy serio. 4. Es tu vida; tu existencia; tu paso a la eternidad... ¿Quieres algo más serio? 5. Tú misma, con todo y ser tan superficial, eres cosa tan seria, que da miedo pensar en qué puedes parar. 6. Lo serio te persigue por todos lados; en medio de las diversiones, de los paseos, de las horas muertas. 7. En todas partes y en todos los momentos, siempre, siempre, muere algo. 8. ¿ Hay cosa más seria que la muerte?... 9. Mejor será pensar en la vida. Y ¿cómo empleas los años, los meses, las semanas y los días? 10. ¿Has pensado alguna vez lo que vale una hora de vida? 11. Si esto te parece cosa demasiado seria piensa en lo que vale un minuto. 12. En un minuto se puede merecer el cielo, y en un minuto se puede caer en el infierno... NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, México, 25 agosto 1932. Con frecuencia la correspondencia de la M. Julia a las Muchachas de Cd. Lerdo, va acompañada de unas reflexiones que sirvan de apoyo y para dar continuidad a la formación cristiana de estas jovencitas del Círculo.

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13. Sé que pecas, y no te enmiendas. Cometes pecados y los cometes con la agravante circunstancia de que los cometes precisamente cuando estás delante de otros. 14. Sí, tus grandes pecados son los de omisión. Gran deshonra para tu sexo. 15. Miras y examinas a veces si has cometido alguna acción mala, y yo quisiera que pensaras si has dejado de parecer tan cristiana como debías, si has simulado ser más mala de lo que eres, si has omitido cumplir tus deberes sagrados por asemejarte a los indiferentes, a los incrédulos, a los impíos. 16. ¡Qué cobardía! ¡Qué traición! ¿Con qué ojos te mirará Jesucristo, cuando te vea usada para simular el mal, acobardada para realizar el bien? 17. En vez de ponderar los bienes que has hecho, reconoce ya de una vez el mucho bien que te urgía y que has dejado de hacer, más que por desidia y flojedad, por indiferencia o por la peor de las hipocresías, la que simula la maldad.


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Las extraño cada día más. Mis queridas muchachas17: Tengo noticias de que se están portando muy bien y de que están llenas de proyectos. Sí, muy bien me parece que se ayuden mutuamente y que se den las clases que puedan, trasmitiendo a sus compañeras los conocimientos que poseen. Sí, anímense mucho y hagan cuanto esté en sus manos para fomentar la unión y caridad acordándose de que en amarnos unos a otros se ha de conocer que somos cristianos18. Yo las extraño cada día más, a ratos me dan ganas de arrancar y huir a mi rinconcito de Lerdo, ¡tan bien que se está ahí! Pero, no hay que pensar en lo que nos gusta, sino en lo que Dios Nuestro Señor quiere de nosotros y mientras Él me tenga aquí, estaré contenta19. Ahí les mando esa lecturita, ojalá y les sirva. Un abrazo cariñoso para cada una. Saluden a sus mamás y cuando tengan ocasión háganlo también a mis muchachos viejos: Ángel H., Raúl J., Gonzalo, etcétera, etcétera. Rueguen por mí, yo no las olvido.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, México, 29 julio 1932. Cf. Jn 17, 21 19 Esta carta nos revela la identificación con la voluntad de Dios, este será el lema de la M. Julia, la consigna de su vida. 17 18


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Amores reprensibles20 La mujer estimable, y aún, en sumo grado estimable, existe sí, sobre la tierra; pero existen también y en gran número, mujeres a quienes la educación, el mal ejemplo ajeno y la propia ligereza han malogrado; que no supieron realizarse hasta el grado de apreciar solo los obsequios del hombre virtuoso; que gozan más en ser lisonjeadas por su talento, que merecer amor por la nobleza de sus sentimientos. Pero mujeres tan imperfectas suelen ser peligrosísimas, mucho más peligrosas que las realmente envilecidas... Seducen no solo con su gallardía y con sus artes estudiadas, sino también con algunas virtudes, y con la esperanza que hacen concebir de que en ellas ha de prevalecer lo bueno a lo malo. No acaricies esa esperanza cuando veas en ella mucha vanidad u otros defectos graves. Sé severo en juzgarlas, no para hablar mal de ellas, ni para exagerar sus errores; sino para huir de ellas a tiempo, si presumes poder caer en un lazo poco digno. Cuanto más propenso a amar seas por tu índole, y más dispuesto estés a venerar a la mujer merecedora de ello, tanto más debes imponerte la obligación de no contentarte con virtudes medianas en una mujer para darle el título de amiga. Los jóvenes disolutos y sus iguales se burlarán de ti, te llamarán altivo, salvaje, hipócrita. No importa: desprecia sus juicios. No seas ni altivo, ni salvaje, ni hipócrita; pero no prostituyas jamás tus afectos: ten firmeza para conservar libre tu corazón, o para rendirlo solo a una mujer tal que tenga pleno derecho a tu estimación. El que ama a una mujer egregia, no pierde el tiempo en cortejarla servilmente, ni en entretenerla con adulaciones y vanos suspiros. No lo sufriría ella tampoco. Se avergonzaría de tener por amante a un hombre ocioso y almibarado; no sabría apreciar más que NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, México, julio 1932.

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la amistad del hombre franco y digno, menos solícito en hablarle de amores que en agradarle con laudables actuaciones y laudables sentimientos. La mujer que tolera un hombre servilmente esclavo a sus pies, plegado a sufrir con bajeza sus mil caprichos, ocupado solo en afectadas elegancias y amorosos delirios, bien da a entender cuán poca elevada idea tiene de él y de sí misma. Y el hombre que en tal vida se complace, el que ama sin noble objeto, sin el objeto de hacerse mejor, rindiendo homenaje a virtud esclarecida, ese malgasta miserablemente el talento y el corazón, y es difícil que le quede alguna energía para hacer nunca una cosa buena en el mundo. No hablo de las mujeres de malas costumbres; el hombre honrado se horroriza de ellas, y el no huirlas es grande ignominia. Cuando una mujer te haya parecido digna de tu amor, no te dejes llevar de celos, ni de sospechas, ni tengas la indiscreta pretensión de ser locamente idolatrado. Escoge bien y después, ama sin atormentarte a ti y a tu elegida con molestas manías sin turbarte al verla atenta con otros, sin exigir de ella continuos arrebatos de ternura. Muéstrale deferencia para ser justo, para tributar admiración y gentil servidumbre a un mérito sumo; no para que ella lleve su amor a ti hasta un grado mayor de lo que alcanza a manifestarte. Los celosos, los iracundos, por la idea de no ser bastante amados, son verdaderos tiranos. Mas bien que hacerse uno malvado a consecuencia de un placer, debe renunciar al placer; mas bien que hacerse tirano o caer en alguna indignidad a consecuencia del amor, es preferible renunciar al amor.

Dignidad del amor Honra a la mujer que teme las seducciones de su hermosura, y todavía más las de tu propio corazón.


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¡Dichoso tú, si no te aficionas apasionadamente a la que puedas y quieras escoger por compañera de toda tu vida! Ten libre tu corazón de toda cadena de amor más bien que entregarlo a una mujer de poco mérito. Un hombre de sentimientos no elevados podría ser feliz con ella; tú no podrás serlo. Tú necesitas, o perpetua libertad, o una esposa que corresponda a la generosa idea que tienes de la humanidad y principalmente del sexo femenino. Debe ser ella una de esas almas escogidas que comprenden excelentemente lo bello de la Religión y del amor. Pero guárdate bien de forjártela tal en tu imaginación no siéndolo ella realmente. Si la encuentras de ese modo; si la ves arder permanentemente de ese amor de Dios; si la ves capaz de noble entusiasmo por toda virtud; si la ves dispuesta a obrar todo el bien que pueda; si la ves irreconciliable enemiga de todas las acciones moralmente bajas; si a tales prendas juntas un ingenio culto sin pretensiones de ostentarle; si con todo ese mérito es la más humilde de las mujeres; si todos sus actos y sus palabras respiran bondad, elegante sencillez, elevación de sentimientos, fuerte voluntad en sus deberes, esmero en no afligir a nadie, en consolar al afligido, en servirse de sus encantos para ennoblecer los pensamientos de los demás, entonces, ¡ámala con grande amor, con un amor digno de ella! Sea para ti como un ángel tutelar; sea para ti como la viva expresión del mandamiento divino para alejarte de toda vileza, para impulsarte a toda acción gentil. En todo cuanto emprendas piensa merecer su aprobación; piensa en hacer que su alma hermosa esté satisfecha de tenerte por compañero; piensa en honrarla, no delante de los hombres lo cual poco importa sino delante del ojo omnipotente de Dios.

Necesidad de volver a Cristo

Es indudable que nuestro siglo se caracteriza desgraciadamente, por el egoísmo. Cada clase social no es, en resumen, sino una organización de egoísmos individuales; cada pueblo a su vez, es la expresión de egoísmos colectivos. La caridad cristiana, única capaz de unir a los hombres y de hacerles llevaderas sus desgracias y tolerables


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sus defectos, ha ido desapareciendo del mundo dando lugar al entronizamiento del egoísmo más refinado. Los ricos no se preocupan de que sus hermanos, los pobres, sufran privaciones, se mueran de hambre y sucumban a la desgracia; la preocupación central de los capitalistas es disfrutar de la vida, regalarse con toda suerte de comodidades, gozar en las mil formas de placer que el mundo les ofrece, y para poder sostener sus despilfarros necesitan mantener en pie las caudalosas fuentes de sus ingresos, las cuales, muchas veces, juntamente con el oro de sus caudales, llevan mezcladas las lágrimas de sus obreros mal retribuidos, los sudores de los trabajadores sujetos a condiciones ominosas. Hay que observar como viven los ricos que olvidan sus deberes de cristianos; no piensan jamás en los necesitados, y si alguna vez piensan es para despreciarlos; cuando tratan de socorrer a los menesterosos, lo hacen no por caridad sino por vanidosa ostentación buscando solo hacerse visibles y conquistar elogios. Los obreros, los desvalidos a su vez, se han olvidado de sus deberes cristianos. Corresponden a la injusticia con la injusticia; lejos de amar a sus semejantes los odian; lejos de sentirse movidos por un deseo de cooperación se alimentan del apetito de destruirlos21. Esta falta de caridad en el mundo es, según Pío X, la causa de la crisis mundial, y el mismo Papa, nos señala el camino de salvación: volver a Cristo, practicar la caridad cristiana. Sólo Cristo que es amor, que es caridad, que es justicia, que es abnegación, que es desinterés, que es misericordia, que es progreso, que es alteza de miras, puede conducir a los hombres a un estado de verdadero y sólido mejoramiento. Por Cristo aprenderemos a amarnos los unos a los otros; por Cristo aprenderemos a no buscar las riquezas de la tierra inmoderadamente, como si ellas fuesen la suprema felicidad para el corazón humano; por Cristo aprenderemos a pensar en la eternidad, en lo perecedero de los bienes terrenales, en la alteza de nuestros fines sobrenaturales, en la imprescindible obligación de practicar la justicia 21

La M. Julia envía una buena reflexión sobre Doctrina Social Cristiana


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respetando los intereses de nuestros hermanos; por Cristo, fuente de vida sanearemos nuestras costumbres, viviremos con moderación, despreciaremos el lujo y la vanidad que nos arrastra a la ambición; por Cristo podremos perdonarnos nuestras flaquezas, despojarnos de nuestros odios y vivir unidos amándonos sinceramente. Convenzámonos; el camino de la verdad, de la salvación y de la felicidad sólo se encuentra en Cristo, que hoy como antaño sigue siendo la senda de salvación para los pueblos y para los hombres. México, agosto 1932 Mis queridas muchachas22: Ahí les mando esas palabras de oro que no son mías sino de alguien que conoce profundamente el corazón de la mujer. Ojalá que la Señorita Celestina les hiciera de ellas un sencillo comentario. No las olvido nunca. Suya,

Reflexiones a la Mujer 1. Si no fueras tan osada, atrevida, no serías tan débil ni te sentirías tan fácilmente tentada. 2. Reprime tu curiosidad; teme las astucias de la sensualidad; aleja de ti las ocasiones peligrosas y no tendrás que luchar con tantos pensamientos y deseos pecaminosos. 3. Si te gusta poner las manos en el fuego, ¿cómo no has de quemarte por lo menos los dedos? 4. Si persistes en que el humo te envuelva ¿cómo no te ha de tiznar? 22

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, México, agosto 1932.


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5. Tú quieres verlo todo; te gusta oírlo todo; anhelas hablar de todo con todos, y sin medida ni discreción te das fácilmente a toda clase de lecturas, ¿cómo después, teniendo como tienes una imaginación tan viva y un corazón tan sensible, no has de sufrir las consecuencias horribles de tanta falta de previsión y de cordura? 6. Como el sentir sigue a la imaginación, así el consentimiento al corazón. 7. No dejes nunca de estar bien ocupada, medita muchas veces cómo en todo agradarás al Señor. Si la imaginación o el sentimiento te tientan, piensa en el horror de los castigos divinos, y si te tienta el corazón, procura amar ardientemente a Jesús. 8. No entres en la tentación y no caerás en ella. 9. Para huir de tentaciones graves no te busques tentaciones pequeñas. 10. ¡Oh mujer! No te engañes: tentación consentida no aplaca los malos deseos, antes bien los aviva para caer otra vez. 11. Toda tentación, como tiene su fin, tiene su principio. Si resistes al principio, cuando de ordinario es más débil, no te vencerá al fin.


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Para mis muchachas del Círculo: 1. No te quejes de la osadía y libertades de ciertos hombres. Tú puedes más que todos ellos. 2. Nadie te faltará al respeto que se te debe, si tú no se los permites. 3. La mujer posee una arma tan poderosa, que no la resiste el hombre, ni el más criminal y degenerado: son sus ojos. 4. Con ellos puede abatir al soberbio, castigar al ofensor, reprimir al descomedido, refrenar al lujurioso, ahuyentar al miserable. 5. La mirada de la mujer desata o enfrena las pasiones, alienta o acobarda los vicios, fomenta las virtudes; conserva la inocencia, consuela al triste; hiere, mata, vivifica, resucita. 6. No te quejes de la procacidad de nadie; quéjate más bien de ti misma. 7. ¡Oh, joven! ¿Quién se atreverá a blasfemar en tu presencia? ¿Quién a valerse de imprudencias tratando contigo? ¿ Quién a explorar si eres débil o fuerte? ¿Quién a sonreír maliciosamente o a mirarte de frente con desdén, si tú le miras con altivez, con desprecio, con ira; si le mides despectivamente con tus ojos su figura; si se los clavas en sus pies, si le niegas toda mirada? 8. Gran cuenta tendrás que dar en el divino juicio, si no haces buen uso de tus ojos. 9. En ellos debe resplandecer tu dignidad, tu fortaleza, tu bondad, tu ternura, tu ira santa. 10. ¡Oh! No te envanezcas si te dicen que los tienes hermosos, pues cuanto, más bellos los hayas recibido, tanto más responsable serás de ajenos y propios peligros.


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Evitar todo pecado. Muchachas: Les recomiendo las anteriores reflexiones. Ojalá sepan darles la importancia que tienen en su trato con personas del otro sexo. Cuéntenme que van a hacer para solemnizar el día de su Madre la Virgen Inmaculada. Esmérense en obsequiar a la Santísima Virgen de cuantas maneras puedan. Sobre todo, les ruego que le hagan el obsequio de evitar desde hoy, todo pecado y le ofrezcan siquiera unos cinco actos de mortificación cada día. Aunque sean pequeños. Pero no se les olvide. Rueguen mucho por mí. Yo no las olvido nunca. Suya,


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Reflexiones Para mis muchachas del Círculo de Exalumnas: 1. ¡Esa persona!... – Lo sé, no la puedes ver. Te resulta la persona más antipática. Y siempre se atraviesa en tu camino. Esto te obsesiona. Quisieras olvidarla pero no puedes. 2. Si hablas, es la que menos aprueba lo que dices. 3. Si propones alguna nueva idea, siempre es en la que encuentras dificultades. 4. Si la miras, no te mira; si no la miras, te está siempre mirando. 5. Y ¡cómo trabaja tu imaginación para aumentar tu aversión y antipatía! 6. ¿No acabará eso en monomanía? 7. ¿No serás tú la antipática? 8. Dime. ¿Has pensado alguna vez si en lugar de regirte por la razón, te dejas llevar de tu vivaz suspicacia y de las malquerencias continuas de tu desordenada pasión? 9. ¿Qué encuentras de malo en tal persona, que tú no lo tengas en grado mayor? 10. Te desagrada; te contradice. No la puedes sufrir. 11. No será gran virtud la tuya, pues cosas tan pequeñas no puedes aguantar. 12. ¡Cuánto mayores ha tenido Dios que sufrir de ti, y las sufre todavía con tan grande suavidad! 13. ¿Y no temes ser antipática a Dios?


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14. No me lo niegues. Yo sé que algunas veces le desairas y que estás hablando con Él y te distraes; que le pides mercedes, y que le pones mal rostro, si no te las concede. 15. Eres muy susceptible. Todos han de complacerte en todo. Tus gustos y caprichos han de ser la norma de conducta de cuantos te tratan, y si no, te desagradan, te molestan, te agotan la paciencia. 16. Vamos, sé más razonable; dilata tu corazón; mira con ojos más buenos; no te inquietes por cosas tan menudas. 17. Todos tenemos defectos. Sufre con paz los ajenos y no se te irritarán tanto los nervios.


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Reflexiones Para mis muchachas de Lerdo. 1. Algunas personas obran de tal suerte que no parece sino que se hayan dicho a sí mismas: una mentirita más o menos, ¿qué importa? 2. No seas tú de esas personas, si no quieres caer en la esclavitud de la mentira. 3. Cuando menos lo pienses, dirás una verdad y no serás creída. 4. Cuando menos lo pienses, dirás una mentira y te confundirán con la verdad. 5. ¿Qué eficacia podrás tener en el decir, si tú misma llegarás a dudar de lo que has dicho? 6. Quien mucho finge, fácilmente se engaña. 7. Quien mucho se engaña, fácilmente finge. 8. Señal de corto entendimiento, falta de perspicacia y previsión, dar respuestas mentirosas. Es cosa de niños que han perdido la inocencia o que no han llegado a la claridad de la conciencia. 9. Sé mujer de verdad, y la verdad te hará libre 23 de fingimientos y de vanas excusas. 10. Pocos mentirán en tu presencia, si todo el mundo sabe que aborreces la mentira. 11. Pocos tratarán de engañarte, si conocen tu amor a la lealtad y sinceridad. 12. Más aprovecha una palabra de la mujer sincera que diez mil de la fingida. 13. ¿Quién se fiará de una palabra tuya de amor, si sabe que alguna vez tus palabras no son sinceras? 23

Cfr. Jn 8, 32.


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14. ¿Y qué bien podrás hacer en defensa de las verdades, si la verdad no está contigo siempre, ni tú con la verdad? 15. Acuérdate que eres cristiana y no mujer de mundo. 16. El mundo de los mundanos disimula, finge, miente, porque sabe que la verdad es su enemigo. 17. ¿Qué podría el espíritu mundanal si en todas partes reinara la verdad? Nada. 18. El mundo de la vanidad disimula porque tiene el convencimiento de que es depravado; finge, porque reconoce que es pobre; miente, porque está persuadido de que todos sus seguidores han de mentir y engañarse mutuamente para convivir pacíficamente. 19. ¡Qué confusión! Toda criatura irracional proclama sin rodeos la verdad; sólo los seres racionales ocultan la verdad, la simulan, la disimulan, la contrarían, la combaten y persiguen de mil maneras. 20. Toda hipocresía es vil y aborrecible, pero la que toma apariencias de verdad y sinceridad es la más abominable. 21. Sé veraz y sincera, leal y sencilla, como la verdad, como la bondad, como la belleza.


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Para el corazón de una madre no hay edades. Mis queridas muchachas24: Ahí les van esos consejos. ¿Los quieren? ¿No las he fastidiado? Se me figura que van a decir: “que latas nos da la Madre”. Ya saben que sólo deseo su bien sobre todo el moral y espiritual y que, mientras ustedes no se cansen y me lo permitan he de procurar su bien, desgastando y redondeando todas las angulosidades de sus almas hasta que queden redondeadas, y pulidas, y suavecitas y bellas. Cuando les canse la forma o la materia de lo que les envío, me mandan en un papelito solo esta frase: cambie de disco”, y tomaré otros tópicos. Quiero que me escriban una carta larga en que me platiquen como si estuvieran contándome sus aventuras. ¿Qué perspectivas han aparecido? El año 932 va ya en precipitado declive ¿ qué les va dejando en su carrera hacia el fin? ¿Ilusiones? ¿Esperanzas? ¿Decepciones? ¿Indiferencia? ¿Han dado con “el tipo” su complemento o media naranja? ¡Qué ganas de oírles contestar a todas estas preguntas!. Pero, ni modo, paciencia. Adiós, todo mi corazón para cada una sea antigua o moderna, que, para el corazón de una madre no hay edades. Sinceramente suya,

Hoy me acordé de rezar por Elena G. ¿ya está engordando?

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, México, agosto 1932.


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Reflexiones A mis muchachas de Lerdo25: 1. Ya apareció el nuevo figurín. 2. Ahora, para ir “a la moda”, tendrás que vestir y aparecer de otra manera, muy diferente de como antes aparecías y vestías. 3. Más tarde, quizá este mismo mes, se te impondrá otro “modelo”, y tendrás que aprender a guisa de él, a vestirte, peinarte, moverte. 4. ¿Por qué serás tú, ¡oh mujer!, el ser más sujeto a las mil modalidades extravagantes y contradictorias de la moda? 5. ¿No has pensado nunca en el influjo nocivo que semejante persistencia en la inconstancia de las modas puede ejercer sobre tu espíritu, ya de suyo inconstante? 6. ¡Oh qué inagotable manantial de tonterías femeninas y de pequeñas o grandes preocupaciones baladíes! 7. Haz como quieras; no lo podrás remediar. Si una moda te favorece, otra contraria, forzosamente te habrá de afear. 8. Por mucho que deformes tu cuerpo, nunca lograrás acomodarle del todo a tanta variedad de formas y estilos. 9. Serás lo que eres. Y cuanto más exageres los extremos de la moda, tanto peor. 10. Si algo ganas en novedad y elegancia, mucho más perderás en belleza y natural distinción. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, México, 18 agosto 1932. 25


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11. Tan pronto, por lo artificial y postizo, moverás a risa como a lástima. 12. Y quien sabe si alguna vez serás objeto del sarcasmo por convertirte la moda en un ridículo adefesio. 13. Querrás parecer lo que no puedes, y pondrás en evidencia lo miserable que eres.


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Reflexiones Para mis muchachas exalumnas. H. J. 1. ¡Es la tentación! ¿La ves? ¡Oh mujer! ¡Quizás demasiado! 2. Y, sin embargo, persistes en mirarla y seguirla; persistes en atenderla y escucharla. 3. ¿Por qué no la desechas? ¿Por qué no la desoyes? 4. Más aún; ¿ por qué la alimentas y halagas? 5. Cuando más blanda y graciosa se te muestra, ¡ay!, peor y más horrible es, más serpentina es. 6. ¡Oh! Como te sigue y persigue, no ya desde el árbol, sino en formas mil desde... donde tú sabes. 7. No permitas que se enrosque en tu cuerpo para batir la fortaleza de tu alma, o que se interne falaz en tu espíritu para abatir la virtud de tu cuerpo. 8. Cuando creas que duerme, se alzará de improviso para acometerte y fascinarte, y cuando imagines que está muerta, se lanzará sobre ti para aprisionarte y herirte. 9. Si la miras de frente, sus ojos de fuego te quemarán el rostro, y si escuchas su silbo seductor, el aliento venenoso de su boca te pudrirá los huesos. 10. Húyela y despréciala. Cuanto más la humilles tanto más la vencerás. 11. Tú nada encuentras perfecto. En todo hallas qué criticar. Y cuanto más lo miras y remiras, más justificadas te parecen tus críticas.


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 Una sola cosa, a tu juicio, no es censurable –precisamente la más vituperable- tu afán por juzgar y criticar las ajenas acciones y omisiones.  Si tanto te gusta la perfección, ¿ por qué no la procuras para ti?  ¿ Por qué no corriges en ti misma las imperfecciones que ves o que imaginas en los otros?  Poco sabes de tus defectos, cuando tan grandes te parecen los ajenos.  Hasta en los Ministros de Dios y en las cosas de la Iglesia hallas que criticar y censurar.  Todo te parece mal hecho cuando no se hace a tu gusto.  Todo te parece fuera de lugar, cuando no consultan tu parecer.  Tú tienes la regla y la medida de todo. ¡Qué lástima que con ellas no te examines! Lo bien que andarían tus cosas...  No hay lugar tan preferido por el demonio de la murmuración como la lengua de la mujer que se cree buena...


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Reflexiones Para mis muchachas del Círculo 26: 1. Dime lo que miras, y te diré lo que deseas. 2. Dime lo que callas, y te diré lo que temes. 3. Dime de que te quejas, y te diré lo que vales. 4. Dime lo que lees, y te diré lo que sabes. 5. Dime qué piensas a solas, y te diré tus peligros. 6. Dime a quien aborreces, y te diré de quien murmuras. 7. Dime quien te alaba y sabré cuán tonta o cuán discreta eres. 8. Dime lo que juzgas, y te diré tus defectos. 9. Dime de qué alardeas, y te diré lo que no tienes. 10. Dime qué espectáculos te gustan, y te diré tus faltas. 11. Dime a quién miras con desprecio y te diré que envidias tienes. 12. Dime si sólo alguna vez te parece que se exceden los malos actores; si solo alguna vez juzgas que son malas las malas novelas; si solo alguna vez te lamentas de los bailes, y te diré quien eres.  ¿Para qué te habrá dado Dios corazón de mujer, sino para amar con corazón femenino, tan tierno y fecundo que siempre hagas el bien? NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, Toluca, septiembre 1932. 26


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 Poco sabes de la ciencia del amor, si te imaginas que se puede amar de veras al amado sin hacerle o procurarle algún bien que de verdad sea bueno.  ¡Oh mujer! Amor que turba el alma del amado, que no eleva su corazón, que no lo purifica ni sana, no es amor, sino fuego de pasión desenfrenada, refinamiento de refinado egoísmo, o bajeza y maldad de corazón.  Gran cosecha de sinsabores recogerás en tu vida si te dejas llevar del frenesí de tus pasiones, o de las necias ilusiones de tu alocada imaginación.  Si quieres amar por gozar impuramente, disponte desde ahora a padecer.  Si amar quieres por satisfacer desordenados apetitos, prepara ya tu corazón para gustar de la hiel amarguísima del menosprecio.  Quien sepa amar a Aquél y por Aquél que es todo amor, sabrá regirse por la fe y la razón, amará haciendo el bien, y haciendo bien sabrá amar. Mis amadas muchachas27: Por favor apréndanse de memoria lo que hoy les dedico, para que se les grabe indeleblemente en el alma.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, Toluca, 23 Septiembre 1932. 27


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Reflexiones Para mis muchachas del Círculo28:

1. Ya se sabe que eres católica. Oyes Misa; comulgas; haces los santos Ejercicios y perteneces a algunas Congregaciones de piedad. 2. Se te ve en la iglesia y capillas. 3. Conversas con sacerdotes y religiosas. 4. Ofreces novenas a tus santos. 5. Y hasta te asustas cuando oyes predicar del infierno. 6. Pero eres también mundana. 7. Te gusta vestir a la moda. Ir a todas partes y hacer lo que hacen las demás. 8. Y ser... como todas, pero “bien”. 9. ¡Tan “bien”, que apenas te distingues en sociedad, en medio del mundo, de las que no creen, de las que no practican, de las que profesan los falsos errores y ritos de las sectas! 10. ¡Oh, qué católica que en su vida social, que en su trato exterior, no refleja la integridad, ni las consecuencias prácticas de la fe y la moral que profesa! 11. El término “católico” significa siempre universal, ¿mas tú, cuántas veces eres católica en parte, católica a medias, católica en las cosas de piedad y profana en las de la profanidad? NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, Toluca, 29 Septiembre 1932. 28


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12. ¡Qué inconsecuencia! 13. ¡Y qué vergonzosa confusión para nuestra católica, sacrosanta, divina Religión! 14. La Religión de Jesucristo debe ser el alma que vivifique toda nuestra existencia; la ley que rija nuestra vida interior y exterior, el ritmo de nuestras palpitaciones para que vibren al compás y movimiento de las del Corazón de Jesús. 15. Ya sé que eres lunática en materias de fe y de moral y que en tus crecientes y menguantes tan pronto pareces una devota entre devotas como una mundana entre mundanas. 16. Oscilas y vacilas... 17. La voz de tu conciencia te excita en un sentido y “el qué dirán” y el deseo de agradar a los mundanos, en otro. Veleta; ¡cuán poco has gustado la suavidad de la paz, la tranquilidad del orden en la vida espiritual, la hartura del alma llena de Cristo!


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Reflexiones Para mis muchachas del Círculo 29: 1. Ya rugen los vientos y el mar se embravece. 2. La tempestad azota terriblemente la navecilla, sin remos y sin velas, de tu pobre y abatido corazón, que perdió hace tiempo en los mares de la vida el timón y la brújula. 3. Toda la basta extensión del firmamento, aparece ahora ante tus ojos abiertos e inmóviles, como envuelta en negruzcos y espesos nubarrones, mensajeros fantasmales de fatídicos presagios, que se denuncian por centelleos horribles y truenos rencorosos. 4. Y la tierra toda, triste, desolada, confusa, se te representa como inmenso erial en medio de una noche tenebrosa. 5. Todo canto se te figura hondo lamento, todo grito de júbilo, alarido de dolor. Y el más leve ruido inesperado te sobresalta, y repetido te inquieta y aflige, y el ritmo vario, constante de la vida con sus disonantes resonancias, te produce el efecto del estertor de una lenta, prolongada, interminable agonía de toda la naturaleza viviente. 6. Quisieras llorar, llorar lágrimas de sangre, y dar gritos de rabia y de desesperación, y no sabes ni te atreves. 7. Temes que el vivir que tanto te espanta, se fortalezca y que la muerte que ansías con tanto anhelo, se aleje y te abandone. 8.

No te entiendes. Te repliegas sobre ti misma, y te concentras, cada vez más, y te achicas, y abismas y ahogas, temiendo hora por hora, temiendo de minuto por minuto, nuevos y mayores malos, más profundos, más terribles.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, Toluca, 7 octubre 7 1932. 29


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9. ¡Oh, que angustias!, ¡qué penas!, ¡ qué aflicciones! 10. ¡Eres verdaderamente débil, solo fuerte para agrandar tus pesares, para avivar el sentimiento, del todo femenino, de tus quebrantos y dolores! 11. ¿Por qué si te asaltan las olas del mar amargo de la vida, te empeñas en avanzar hacia ellas, desesperada, en abandonarte, cobarde, a su furor, para que te envuelvan en su desenfrenado torbellino o te arrastren en su incesante vaivén? 12. ¿Dónde y cuándo has aprendido a remediar los males de esta vida, acrecentando su malignidad y furia, ya abriéndoles de par en par las puertas de tu imaginación, ya permitiéndoles que se apoderen de toda la sensibilidad, tan viva y aguda de ese tu pequeño corazón, demasiado grande para sentir y padecer, demasiado pequeño para saber sufrir y resistir? 13. ¿Quién te ha enseñado a sumar males a males, males pasados, que solo existen en tu memoria porque te empeñas en recordarlos, a males presentes, que tú avivas y exageras y perpetúas, para que más fácilmente se apoderen de tu espíritu y lo llenen de aflicción? 14. Si tanto has padecido, ¿cómo no has logrado todavía saber hacerte superior a los embates del dolor y de la angustia? 15. Si te sientes herida; si tu llaga mana sangre, ¿de qué te sirve

restregarla e irritarla más y más con tu sobra de impaciencia y con tu falta, tan completa, del saber más necesario en esta vida, de la ciencia de la paz?


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Reflexiones Para mis muchachas del círculo 30: 1. ¡Cuánto lees! Tal vez demasiado. 2. No el mucho leer aprovecha, sino el saber leer. 3. Hay quien mira mucho y apenas ve nada. 4. Poco fruto sacarás si lees tan de corrido y aprisa. 5. Escoge pocos libros -los mejores entre millares- y léelos despacio, con el ánimo tranquilo, con atención sencilla y con deseos de aprender a reformarte y a mejorarte en bien tuyo y de los demás. 6. ¿Qué importa que la tierra sea de buena calidad, si el agua de la lluvia no le penetra? 7. Toda lectura precipitada es como lluvia torrencial, de poco provecho. 8. Vale más un pensamiento fecundo, bien comprendido, que mil ideas imprecisas y mal dirigidas. 9. Aprende a leer. Aprende a sacar partido de toda idea sana y provechosa. 10. Hay libros para muchos, y hay libros para pocos. 11. Aquel es el mejor que, al par que te ilumina, te vigoriza; que juntamente te consuela y corrige.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, Toluca, 12 Octubre 1932. 30


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12. Libro que te deleita alborotando la imaginación y excitando las pasiones, puñal es que blandamente hiere y que a la vez traidoramente envenena. 13. ¿Quieres saber cuántas enfermedades físicas y morales causan las malas lecturas? Si no lo sabes por ti misma, léelo en la vida de las que se dan mucho a ellas. 14. Aire, sol y moderado ejercicio vigorizan los cuerpos; sanas ideas, robustos sentimientos y ejercicios de virtudes fortalecen el alma. 15. Lectura que te ensimisma y debilita, que te fascina y exalta, que te conturba y desespera, no es para ti ni para nadie. 16. Más vale saber poco y vivir bien, que saber mucho y vivir mal. 17. ¿De qué le servirá al mundo que tú te creas una sabia, si no sabes enseñar con el ejemplo la ciencia de las virtudes? 18. Aprende a leer. Aprende a saber leer. 19. No todo saber es sabiduría, antes bien saber ciertas cosas y gloriarse de ello es vanidad y estulticia. 20. Más vale la mujer humilde y de buen juicio que el sabio presuntuoso e insensato. 21. La mayor rémora del progreso intelectual es la falsa ciencia de la soberbia, y el mayor de los males en el orden moral es el arte sutil de enloquecer y pervertir por medio de las novelas. H. J.


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Reflexiones Para mis muchachas del círculo 31: 1. Tú, mujer, siempre tienes buenos propósitos; pero en verdad cumples muy pocos. 2. Quieres enmendarte de tus defectos; mas si otros te los notan y censuran, al punto los defiendes y excusas. 3. Dime cuántas veces has propuesto cortar murmuraciones entre amigas, y yo te diré las ocasiones que has fomentado la crítica cuando se ha censurado a quienes te son menos simpáticos. 4. Dime cuántas veces has querido sacrificarte por el bien del prójimo y yo te diré las que has rehusado cooperar por puntillos del amor propio. 5. Dime cuántas veces has querido cumplir exactamente tus deberes religiosos, y yo te diré las que los has omitido por haber sido invitada a un espectáculo nuevo, o por algo semejante... 6. ¡Oh!, tienes muy buenos deseos; pero son tantos tus compromisos, tantas las cosas que “has de hacer”, tantas las quiebras de tu salud quebradiza y las fatigas de tu mente fatigada, que todos o casi todos tus propósitos no llegan nunca a realizarse porque no son frutos de verdaderos deseos. 7. Si me quieres creer, en vez de tantos propósitos, haz ahora lo que hayas de hacer, lo que más te contraríe, lo que más mortifique tu amor propio; lo... no me sigas leyendo. Véncete, mujer. 8. Mucho miras por ti, pero poco por Jesucristo. 9. En cuanto haces te buscas a ti misma. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones, Toluca, 26 Octubre1932.

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10. Y en cuantas obras intervienes, procuras complacerte. 11. Si no logras sobresalir, ya te parece que nada sirve. 12. Todo se ha de hacer como tú quieres. 13. Te has convertido en regla y medida de todo. 14. Y disfrazas muy mal los caprichos de tu amor propio desordenado. 15. Te gusta hacer obras buenas, pero más aún quedar bien. 16. Si se aplaude lo que haces, fácilmente te consideras digna de alabanza y estimación. 17. Y si te vituperan por lo que dejas de hacer, indignada refieres muchos bienes que no has hecho. 18. No proclames ni exageres tus buenas acciones. Dios no tiene necesidad de alabanzas trompeteadas ni fingidas.


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¿Quién podrá aventajarte en amar a María, quién superarte en imitar sus virtudes, quién excederte en cantar sus alabanzas?

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A mis queridas Muchachas del Círculo, en Ciudad Lerdo32: Por tres conductos he recibido la recomendación de que “cambie yo de estilo”; que ya les fastidió el disco de “Reflexiones”, etcétera, etcétera... Bueno, para terminar, hoy voy a hacerles las últimas, y... guardaré mis fastidiosas doctrinas para otras almas a quienes pueda yo expresar mis sentimientos sin temor de que les parezcan austeros, cansados o latosos. Dispensen las canse solo una vez más, en gracia del objeto que mis “Reflexiones” de hoy, llevan. Muchas cosas se han dicho en alabanza de nuestro sexo; ninguna, sin embargo, tan grande como la de que el Hijo de Dios es hijo de una mujer. Mas, esta gloria sin par de nuestro sexo ¡a cuánto nos obliga! Esta gloria singular de María ¡cuánto realza la pequeñez de nuestro ser! ¡Oh, hija de la más bella, de la más pura, de la más santa y sublime de todas las mujeres! ¿Quién podrá aventajarte en amar a María, quién superarte en imitar sus virtudes, quien excederte en cantar sus alabanzas? ¡Oh! Mírala, mírala con ojos de hija, que también te mira ella, y con ojos de madre. Ámala férvida y no ceses de amarla, que también te ama Ella, y con corazón tan maternal, que no sabe sino amar. Levanta tu voz sobre todas las cosas del universo creado y alaba a María, como Ella te alaba sobre todas al proclamarse ante los cielos y tierra madre tuya. ¡Oh, cuánto te honró con su vida! Y ¡cuánto te honra todavía ostentando su perpetua virginidad, su fecunda maternidad, su santidad inmensa, su perfección casi infinita, sus virtudes, sus méritos y excelsas prerrogativas, todo, entre las puras criaturas, incomparable y sobre toda ponderación imponderable! ¡Qué Madre tan poderosa! ¿En quién puedes confiar con más tierna y segura confianza que en María? ¡Qué madre tan bondadosa y solícita! Ella te llama cuando dejas de invocarla, te sigue cuando huyes NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 10 Noviembre 1932.

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de Ella; se acuerda de ti cuando la olvidas. Es tu madre, madre que quiere serlo en todos los acontecimientos, prósperos o adversos, de tu vida. Es madre, que levanta sus ojos al cielo, para que tú no mires tanto hacia la tierra; es madre, que prodiga sus sonrisas, para que a ti no te fascinen tanto las risas del mundo; es madre, que se muestra transida de dolor, para que sepas sufrir resignada las penas de esta vida; es madre, que te habla de su poder; de su valer, de su socorro, de su auxilio, de sus milagros. ¿Para quién, si no para la hija de sus entrañas de caridad, se viste de blanco y azul, de reina y emperatriz, de niña candorosa, de madre divina, de viuda desolada? ¡Oh! Mírala, mírala. Acércate a Ella. Invócala, acaríciala. Es Madre de Dios. Mírala de día, de noche, tanto si estás tranquila como si estás turbada, en bonanza o en tempestad, en gracia o en pecado, o al borde del abismo...... La Madre de Dios es la soberana absoluta del reino de la confianza. En sus dominios no cabe el temor. ***** Conque, doy por terminadas mis “Reflexiones”. Cuando pueda les escribiré alguna carta, aunque no sea cada semana, ya saben que no las olvida esta pobre vieja que, si no ha sabido darles gusto, sin embargo quiso siempre con la más fina voluntad darles algo de espíritu cristiano y alimentarlas con el pan de la doctrina sólida y verdadera que las fortaleciera y las hiciera seriamente felices en esta vida y en la otra. Guarda para Ustedes la gratitud y el afecto más sincero su afectísima,


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La bondad crea la urbanidad en nuestras relaciones; establece la buena inteligencia y la paz en las familias, inspira mutua condescendencia Mis queridas muchachas del Círculo 33: La semana pasada les hablé acerca de la limosna tanto material como espiritual que en este mes nos pide Dios Nuestro Señor, así para los pobres de bienes materiales como para los que, poseyendo más o menos bienes terrenos, carecen por completo de los tesoros espirituales que la Religión practicada nos da. Ahora, quiero decirles algo sobre la manera de prodigar esa limosna. Estoy segura de que no habrá entre mis muchachas una sola a quien deje de interesar el arte delicado de conquistar a los hombres para el bien. Pero, cuántos errores hay sobre el modo de lograrlo. Unas creen que lo conseguirían si fueran inteligentes, otras si fueran hermosas, si teniendo dinero pudieran vestirse con lujoso atractivo, y otras, las más, creen que lo lograrían con el flirtee y aún la coquetería. No, no y no, muchachas, ninguno de esos medios es eficaz, ni aún recto siquiera. No es la fuerza ilusoria de esas cosas el mejor instrumento de conquista. Los atractivos a que me he referido, pueden encadenar al hombre para su mal, más no conquistarlo. Una inteligencia privilegiada puede influir dominando los espíritus, pero los corazones la huyen. Muchos hombres dicen: “necesitamos más corazón que cabeza en la mujer, para rendirnos” y es cierto que le hombre se inclina ante el talento, pero sólo se arrodilla ante la bondad. La hermosura conquista el alma, por los sentidos pero despierta más bien admiración que amor; para apoderarse del corazón necesita adornarse con los atractivos de la bondad. Un escritor notable, Henry Pereyra, escribió lo siguiente que debíamos meditar con detenimiento: “almas cristianas, que emprendéis trabajos de apostolado, conoced la naturaleza de la tierra que os habéis propuesto conquistar. Esta tierra sólo está prometida a la dulzura, porque es una tierra inteligente, una tierra dueña de sí misma, una NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 1 Diciembre 1932.

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tierra que no se entrega sino al que es de su agrado, y porque ningún poder, dijo Fenelón, puede forzar la trinchera del corazón... No se hallará en las páginas de la Sagrada Escritura nada que autorice violencia contra una sola alma, nada que desconozca el honor y los derechos de la conciencia, nada que consienta esos tonos soberbios y altaneros, esa acritud y fiereza, esa fuerza altiva y contenciosa, de que con sobrada frecuencia se arman esos servidores del Evangelio”. Es pues la bondad el arma poderosa para la conquista de los corazones. Ya Cristo Nuestro Señor nos lo enseñó en el sermón del Monte: “Los hombres de dulzura poseerán la tierra”. La bondad crea la urbanidad en nuestras relaciones; establece la buena inteligencia y la paz en las familias, inspira mutua condescendencia; ella dice San Francisco de Sales, es “el primer bálsamo aplicado a las llagas que se trata de curar”. “Queréis conseguir que los hombres sean mejores, hacedlos felices” dice alguien, creo que Víctor Hugo. Alguna vez leí estas palabras: el genio no explica a Dios, lo prueba la bondad. Y es así, porque las virtudes amables son el lenguaje de la fe, capaz de infundir en los espíritus creyentes el respeto hacia ella. Créanme, mis muchachas, que si ustedes las buenas, fueran mejores, habría menos malos. Tengamos presente, pues, al ejercer nuestro apostolado en la forma de limosna espiritual, que solo la bondad procura alegría perfecta, conquista a las almas y fecunda el apostolado. Qué hermosa es una joven en quien la bondad descuella y que cuanto más se da más se eleva. Compasiva, da la piedad; bienhechora da sus bienes, su tiempo y su trabajo; benévola da su estimación y buena voluntad; amante da hasta su corazón. Practiquemos esta bellísima virtud en nuestras relaciones con todos los que nos rodean y poseeremos la tierra de los humanos corazones y seremos verdaderos apóstoles. Las saludo con el cariño de siempre, muchachas, y me encomiendo en sus fervorosas oraciones.

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Somos peregrinos y huéspedes sobre la tierra. Mis queridas muchachas del Círculo 34. No pueden imaginarse lo impresionada que estoy con la noticia del fallecimiento de Ofelia. No, ni por la mente me pasaba que fueran a tener tan triste Noche Buena. Yo sabía que estaba la Pelona con fiebre, pero no me imaginé que fuera cosa grave. Vean, pues lo es la vida. ¡Tan efímera! Supongo que fue alguna complicación momentánea lo que se la llevó. ¿Fue algo en el corazón? Me imagino a Doña Enriqueta y a la Chata... ¿Cómo estarán? Dios Nuestro Señor las consuele, sobre todo a Doña Enriqueta, pues la verdad es una prueba muy dura la que Dios les ha mandado. Por supuesto que todos los entusiasmos de bailes y cuanto hay, quedaron en proyectos, porque, quién de Ustedes va a tener humor para ir a fiestas, con semejante duelo. Y tienen razón; tanto por la misma Pelona, criatura tan apreciable y tan buena, como por la familia, considero que ha sido un duelo general en la sociedad de Lerdo. Muy justo es. Vean muchachas, cuán fácil es, en un momento, cerrar los ojos a la vida y encontrarse en la presencia de Dios para dar cuenta de nuestros actos, de lo malo que hicimos y de lo bueno que dejamos de hacer. ¿Qué es la vida humana sobre la tierra? Nube que aparece un momento y pronto se desvanece sin dejar más que el recuerdo. Pongámonos con la imaginación en el trance de la terrible muerte y consideremos qué pensaremos entonces de nuestra vida. Pensemos que somos peregrinos y huéspedes sobre la tierra, por la cual cruzamos como relámpago, para ir a reunirnos con los que se fueron antes que nosotros, en la eternidad. Un momento más y también nosotras, como ahora Ofelia, estaremos allí. ¡Muchachas! Cuán desdichadamente gastamos el tiempo. Servimos al mundo, buscamos sus vanidades, corremos tras la vanagloria; nos entretenemos en diversiones peligrosas, en satisfacer nuestros NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 23 Diciembre 1932. 34


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caprichos, etcétera, etcétera. Y a la postre, en vez de cosechar virtudes y merecimientos, cosecharemos paja y leña seca para alimentar el fuego eterno. No, Dios no lo quiera, sino que, por el contrario, empleando fervorosamente el resto de nuestra vida, encontremos al fin de ella, grandes tesoros de méritos y buenas obras. Dios sabe por qué ha querido enviarles este aviso. No lo desoigan y traten de terminar el año de una manera seria y empezar el entrante con el firme propósito de mejorar en todo y por todo. Ya saben que las acompaño en esta pena y vamos rogando todas por el descanso del alma de la Pelona. A reserva de escribir yo a la Chata, les ruego que si la ven le digan cómo estoy con ella, la considero en su aflicción y me uno a sus oraciones muy sinceramente. Adiós muchachas, que terminen bien estos últimos días del 1932, y que en el entrante me conceda Nuestro Señor volverlas a abrazar y a estar con Ustedes. Suya, muy de corazón,


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Reflexión sobre la bondad Mis queridas muchachas de Lerdo35: Después de saludarlas, quiero seguir hablándoles sobre la bondad de corazón, tan hermosa en una joven, de las que a mí me gustan. Me han preguntado alguna vez ¿cómo se puede ser bondadosa en el trato, sin declinar a aparecer coqueta? Para contestar a esta pregunta que quizá a muchas se les ocurrirá, he de decir primero que: la bondad o benevolencia de que yo les hablo, no consiste en una simple cortesía o maneras agradables. No, la bondad reside en el fondo del alma, y la afabilidad exterior con que se demuestra, es fiel reflejo del afecto interior de estimación hacia las personas a quienes la manifestamos. Supone esta benevolencia, la indulgencia para juzgar a los demás, no acusándolos ligeramente en nuestro interior; de modo que, aún cuando sus actos sean reprensibles manifiestamente y los desaprobemos, nos abstengamos de condenar a las personas. Esta disposición, justa y razonable es la raíz de la benevolencia. Si despreciamos a nuestros hermanos, nuestra protestas de estimación serán mentirosas, nuestras palabras carecerán de aquel acento de simpatía que comunica la verdad. Y si, por el contrario, pensamos bien de ellos, si somos indulgentes para sus debilidades y confiamos en la lealtad de sus intenciones, nuestras palabras y acciones y aún nuestro porte, respirará una suave bondad. De almas caritativas y bondadosas brotan corrientes simpáticas cuyas influencias son eficaces. La benevolencia se abstiene de críticas y de bromas que puedan causar la menor molestia; la benevolencia no se burla de nadie. Inspira palabras delicadas que, sin adular, saben expresar una alabanza oportuna; olvida todo aquello que pudiera atormentar; suscita en las conversaciones asuntos que puedan despertar sentimientos NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 29 Diciembre 1932 35


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agradables, nobles, fortalecedores; suaviza las relaciones, de manera que hasta las personas más sensibles quedan seducidas por su lenguaje. Con esta dulzura fue como Cristo Nuestro Señor se atrajo a las multitudes. Esta es la bondad legítima, la que produce paz, alegría y fortaleza. De la paz nace la alegría y esta alegría, moraliza, levanta la voluntad, templa las fibras del alma. Pero hay adulteración de la bondad, en que la ilusión es peligrosa, y es, cuando buscamos en sus manifestaciones para los demás,. La propia satisfacción. Cuando engañándonos a nosotros mismos y fingiendo bondad, somos egoístas, pues solo corremos tras la satisfacción de conseguir una “amistad particular”, andando en busca de miradas apasionadas, de repetidas muestras de ternura, etc. etc. la bondad habita regiones más altas, más elevadas que los sentidos. La sensibilidad, la coquetería o la falsa bondad, por el contrario, todo lo reduce a conseguir “la amistad particular”; a la conquista de tal o cual persona, para su propia satisfacción. La bondad es el preservativo del alma porque brota de la propia abnegación, mientras que la coquetería o falsa bondad, aniquila la piedad porque aparta al alma del pensamiento y amor a Dios; compromete la reputación por imprudencias o por faltas que obliga a cometer; destruye la virtud porque conduce insensiblemente a las consecuencias más desastrosas. Por tanto mis queridas muchachas, seamos prudentes, cautas precavidas; y seamos bondadosas, pero con la bondad legítima, con la bondad que se da y se sacrifica por el bien de los demás con la bondad que no persigue propios intereses o satisfacciones, ni persigue el halago de “una conquista”, sino con aquella que solo pretende verter por donde pasa, la paz de Dios y la felicidad de la virtud. En la próxima, proseguiré esta materia, ya que hay demasiado qué decir de ella. Hoy termino para que salga ésta a tiempo de que puedan aprovecharla el lunes.


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Les deseo a todas un AĂąo Nuevo muy fecundo en toda clase de bienes y prosperidades, pero particularmente, pido a Dios nuestro SeĂąor me las bendiga y me las conserve a todas fieles y tan buenas como las quiere su pobre y vieja amiga.


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Reflexión sobre la Eucaristía Mis queridas muchachas36: Si los demás dones naturales y sobrenaturales de que hemos venido tratando, merecen el nombre de talentos, hay uno que se debe llamar propiamente, tesoro y cuya administración nos impone más graves obligaciones. Este tesoro está escondido en el Santísimo Sacramento del Altar. Cristo Nuestro Señor al instituir la Sagrada Eucaristía nos dio todas sus cosas y a sí mismo: su cuerpo y su sangre, su alma santísima y su divinidad; y no se nos dio por un modo pasajero, sino quedándose en nuestros Sagrarios de asiento, para que siempre podamos echar mano de sus riquezas infinitas, para negociar con ellas y remediar todas nuestras pobrezas y enriquecernos con tesoros cada día mayores. Por lo cual los que entierran este talento; los que descuidan su negociación, son verdaderamente ciegos e insensatos, y merecedores de la más rigurosa sentencia del Señor, cuando entre en cuentas con ellos. En el Santísimo Sacramento tenemos en primer lugar, el precio con qué redimir y pagar todas nuestras deudas a la divina justicia. Por que si bien es verdad que, para recibir dignamente este Pan, es necesario ponerse previamente en gracia de Dios, por medio de la confesión de las culpas graves, la misma confesión nunca nos da completa seguridad de haber recuperado la amistad de Dios, porque no sabemos con certidumbre si nuestro dolor y propósito han sido suficientes para merecer la gracia de la santa absolución. Pero la recepción del Santísimo Sacramento perfecciona esta obra imperfecta de nuestros actos; pues es cierto que, si nos acercamos a esta sagrada Mesa de buena fe, persuadidos de que hemos hecho lo necesario para ponernos en gracia por la confesión y penitencia, aún cuando así no fuera, la virtud de la misma Eucaristía nos concedería aquella gracia y santificación. Además es la Sagrada Eucaristía precio para pagar por nuestros pecados veniales y por las culpas que no conocemos; por 36

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Reflexiones.


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aquellas que hacían exclamar al profeta David: Límpiame Señor, de mis pecados ocultos, y perdóname los pecados ajenos, es a saber: los que han sido cometidos por otros, pero se me han imputado en el tribunal de la divina justicia, por la influencia que tuve en que se cometieran. Pero sobre todo es la Sagrada Comunión, sustento espiritual y refección del alma, que le da robustez y fuerzas para vencer todas las dificultades de la vida y evitar sus peligros. Viático o provisión del camino, se llama cuando se da a los enfermos para que les comunique fortaleza con qué arrostrar los grandes riesgos de la última jornada, decisiva para la eterna salvación. Pero ¿qué es nuestra vida, sino un camino, de que el trance de la muerte no es sino el último paso? Más en un viaje no solo se necesitan alientos y fuerzas para caminar la última jornada, sino para andar día tras día las anteriores. Por tanto no es solo la Sagrada Eucaristía, alimento para bien morir, sino pan cotidiano para vivir bien, con salud espiritual y robustez moral. Es la provisión que diariamente da el padre de familia a sus obreros, para que puedan trabajar y trabajen con efecto eficazmente en el cultivo de su viña. Y si los operarios no comen el pan que les ofrece abundantemente, y por falta de ese alimento se enflaquecen y desfallecen en la labor ¿podrán alegar excusa alguna? ¿Por qué estuvieron débiles, sino porque despreciaron o no comieron el pan que les ofrecía el Señor? Mucho se puede decir sobre el desagradecimiento de los cristianos que se alejan de este Sacramento de Amor, con tal desdén que solo les mueve a acercarse a él el temor del pecado mortal y del infierno consiguiente. Ciertamente; si Cristo Nuestro Señor, conteniendo su divina prodigalidad, hubiera instituido este sacramento de manera, que solo el Papa, una vez al año, pudiera consagrar la Sagrada Eucaristía y repartirla a los fieles que se hallaran presentes a su misa en Roma, ¡qué muchedumbre no correrían cada año allí caminando largos viajes y padeciendo grandes molestias y gastos, para gozar de este beneficio! Pero Cristo se mostró inmensamente liberal. Quiso que en todos los climas de la tierra, en todos los países mientras el sol asciende hasta el cenit, se pudiera celebrar el Santo Sacrificio; en las


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más ruines aldeas, en los templos más miserables; y en todas partes se pudiera distribuir este divino Pan a los que desean recibirlo. Y porque el Señor fue tan generoso con los hombres, ¡tantos hombres se muestran tan desdeñosos y groseros con Él! Es evidente que quien no ama a Cristo, no es buen cristiano. Más ¿cómo se puede persuadir de que ama a Cristo quien pudiendo recibirle en el Sacramento cada día, lo difiere para cada año? ¿Qué amante habría, que pudiendo ver a su amada cada día, pretendiera demostrarle su cariño viéndola una sola vez al año?.. No obstante; consideramos aquí todo este asunto, desde el punto de vista del amor y agradecimiento; sino sólo de la responsabilidad que toca a los que con tanta negligencia administran este talento; este celestial tesoro, que Dios les dio para que le hicieran rendir frutos copiosísimos, y de que ellos pretenden no sacar sino el mezquino interés de no cometer pecado mortal y condenarse. A quien mucho se le dio mucho se le ha de pedir; y a nosotros los cristianos, a los católicos, hijos de la iglesia de Cristo, nos enriqueció el Señor con dones verdaderamente opulentos. Por lo cual nos amenaza un juicio rigurosísimo, sino producimos frutos proporcionados de virtud y santidad. Quiera Nuestro Señor que mis muchachas no sean de aquellos que tienen oídos para entender y... no entienden. Suya,


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Reflexión sobre Vocación Mis queridas muchachas de Lerdo: Dios Nuestro Señor no ha criado a ninguno para se condene. Luego a todos llama a la salvación37, a la justificación y como esta requiere la fe y las buenas obras informadas por ella, a todos los hombres llama Dios a estas cosas, aunque con vocaciones diferentes. Aún los infieles alejados de la Iglesia en las regiones más salvajes donde no se ha oído hasta ahora la voz de los misioneros evangélicos, los llama Dios a la justicia, por medio de la luz natural con que les muestra lo bueno y lo malo, y la obligación que tienen de evitar esto y practicar aquello. Si un infiel siguiera dócilmente esta voz de Dios, que resuena en el fondo de su conciencia, el Señor iría llevándole paso a paso a la justificación y, si preciso fuera, le manifestaría milagrosamente las cosas que necesita saber para crecer y salvarse. ¿Quién sabe las sorpresas que tendremos, el día del juicio divino, al ver los secretos caminos por donde llevó Dios a sí a las almas sinceras y fieles a su llamamiento, aún en medio de las tinieblas de la gentilidad? Es un axioma reconocido por los teólogos, que, al que hace lo que puede, Dios no le niega su gracia. No porque las buenas obras de orden natural, merezcan la gracia sobrenatural, sino porque el Señor es bueno, y acude por sola su bondad al que hace lo que está en su mano... Pero, por lo dicho ya se entiende que la vocación no es de una pieza, sino una serie de beneficios divinos con que Dios va llamando cada vez con voces más perceptibles, y a obras más perfectas. 37

1 Tim 2, 4: “Quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.


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Así al infiel le llama a la vida honesta naturalmente, y luego a la fe; y esto por muchos y muy diferentes caminos. A los que viven en países cristianos, los llama directamente a la fe y a la justicia por la predicación de la Iglesia. Y además, por sus secretas inspiraciones nos va llamando a toda clase de obras buenas, y si somos fieles y las ponemos en práctica cada vez nos va guiando más de cerca hasta llevarnos a la justicia y santidad para que nos tiene predestinados. Unas veces se vale el Señor para estas vocaciones, de medios exteriores; de una buena lectura, un buen ejemplo o consejo de un amigo; o al contrario: del escarmiento de un desgraciado o de una contrariedad o tribulación privada o pública. Otras veces es solo la voz de Dios la que se hace oír en la conciencia, remordiéndola por sus pecados o infidelidades, o invitándola y alentándola a las obras virtuosas. Por estos medios nos va llamando Dios, no solo a la fe cristiana y a la justificación, sino también a un cierto estado de vida y grado de perfección en el estado en que nos hallamos. Y todos estos llamamientos, cuyo conjunto constituye la que llamamos vocación de Dios, son otros talentos o dones del cielo, de que se nos pedirá cuenta, es decir la correspondiente responsabilidad. Es verdad que muchos de estos llamamientos se nos proponen como cosa libre: si quieres ser perfecto38...Pero esta libertad no excluye la responsabilidad. Ciertamente, el que no sigue algunos de estos llamamientos de Dios a una cosa que Dios no le manda, no peca: pero, puede ser, no obstante, que por esa infidelidad no pecaminosa, se prive de dones que Dios había propuesto darle, bajo esta condición: si sigue tal llamamiento libre.

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Cf Mt 19, 21.


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Por parte del hombre se trata de obras que no son obligatorias. Pero también se trata por parte de Dios de beneficios que Dios no se ha obligado a hacerle, y que por tanto, sin sombra de injusticia hace depender de la libre obediencia del hombre a uno de esos llamamientos o toques, interiores. Citaré algún ejemplo de aquello que hallo en las Escrituras. Estaba enfermo el profeta Eliseo y fue a verle el rey de Israel, Joás. Dícele el profeta: “toma la jabalina y golpea con ella en tierra. Golpeó el rey una, dos y tres veces, y se detuvo. Entonces el profeta se incomodó y le dijo: Si hubieras golpeado cinco, seis o siete veces, hubieras vencido a Siria hasta destruirla. Más porque solo has golpeado tres veces, tres veces vencerás a los sirios”39. Advirtamos que no hubo por parte del rey desobediencia; pues el profeta no le había dicho cuántas veces había de golpear. Se trataba de una acción que no era obligatoria; pero también se le negó un beneficio que no se le debía, que se le hubiera concedido sin embargo, si hubiera llevado más allá su conformidad con el mandato del profeta. De manera semejante; lo que Dios nos debe por nuestros méritos, por él aceptados, no nos lo negará ciertamente si no le desobedecemos. Pero lo que no nos debe por ningún título, nos lo niega a veces, si nos mostramos poco generosos y prestos en seguir sus inspiraciones en materia, por otra parte no obligatoria. La Providencia lleva al hombre, en muchas cosas, independientemente de su voluntad. Así le hace nacer, sin elección suya, en tal país cristiano o infiel, de tal familia moral o viciosa, con tal temperamento, etc. Pero en muchísimas otras cosas, le conduce por medio de inspiraciones o indicaciones, que no se imponen a su libertad como preceptos, sino se le indican como materia de libre elección. Si el hombre, en las tales, se esfuerza por buscar y hallar la

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Cf 2 Re 13, 14-19.


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voluntad de Dios, le concede grandes beneficios, que su Providencia le tenía destinados solamente bajo esa condición. De ahí proviene la responsabilidad que asumimos en esas cosas que no son de precepto, pero sí guiadas más o menos claramente, por la inspiración de Dios Nuestro Señor. En mi próxima les hablaré de una manera más explícita sobre la vocación a seguir los preceptos evangélicos, punto en que tantas almas fallan, sin imaginarse la responsabilidad tan tremenda que contaren con su infidelidad. Que Nuestro Señor me las bendiga y ya saben cuanto las quiere y pide a Dios por ustedes, su afectísima.


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Reflexión sobre Vocación Mis queridas muchachas: Continúo hablándoles un poco más acerca de la vocación, por creerlo muy necesario. Lo que dije en mi anterior nos abre una nueva perspectiva para comprender la vocación de Dios a la profesión de los consejos evangélicos. Es cierto que nadie está obligado a abrazar estos consejos, ni el estado de vida en que de un modo permanente se profesan. Ningún joven está obligado a abrazar el sacerdocio o el estado religioso; ninguna joven está obligada a hacerse religiosa. Estas cosas no caen bajo precepto divino ni humano. Con todo eso hay muchas personas que se sienten llamadas a esos estados. Dios les envía inspiraciones, a veces clarísimas y urgentísimas, que los mueven a abrazar los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia en un instituto religioso o el sacerdocio que lleva consigo la castidad perfecta. No cabe duda que en algunos casos esa inclinación puede ser puramente natural. La vida religiosa, el sacerdocio, la perfección evangélica, tiene atractivos capaces de despertar la natural afición de los espíritus levantados; de los que sienten haber nacido para algo mayor que llenar el estómago o amontonar oro o buscar deleites que son comunes al hombre con las bestias. Así como hay vocaciones, evidentemente naturales a las artes, a las ciencias, a las profesiones liberales; así las puede haber a una forma de vida, que tiene, aún naturalmente, belleza y elevación. Pero en muchos casos la vocación a seguir los consejos evangélicos se presenta con caracteres que exceden a los límites de la naturaleza.


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Desde el momento que hay vocación divina a un estado, es sumamente peligroso no atenderla y seguirla. La razón es clara. Pues, aunque Dios no obliga a abrazar el estado de perfección a que interiormente invita con fuerza y claridad mayor o menor; tampoco él se obliga por su parte, a conceder a la persona que resiste a su vocación, gracias extraordinarias que le concedería si siguiera su vocación... Adviértase bien: nadie se puede condenar por no haber hecho una cosa que no era obligatoria. El que se condena, por los pecados graves que cometió se condena. Entonces, ¿es necesario seguir esas inspiraciones, y por tanto, es obligatorio? – No es obligatorio, porque nadie sabe con certeza qué sea necesario para su salvación. Cierto, si supiera uno que no se puede salvar sino abrazando la vida religiosa tendría obligación de abrazarla; pues estamos obligados a emplear todo medio necesario para salvarnos. Pero eso nadie lo sabe. Lo único que nos dan las inspiraciones internas son probabilidades; persuasión más o menos firme, de que Dios nos llama o invita; y como por otra parte tenemos entera certidumbre de que el estado de perfección no es obligatorio de suyo; no pecamos en no abrazarlo... De esta incertidumbre –hasta cierto punto inevitable- nace el santo temor con que se ha de proceder en estas peligrosas elecciones. Para acertar en ellas lo primero que hemos de hacer es, tener o alcanzar una santa indiferencia o disposición para abrazar cualquier estado donde el Señor nos quiera. La caridad divina nos obliga a amar a Dios sobre todas las cosas creadas; por tanto a estar dispuestas a perderlas todas antes que renunciar a Dios nuestro último fin.


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De ahí nace la santa indiferencia; o sea: la disposición del ánimo fiel, que está dispuesto a renunciar a cualquier cosa creada, antes que renunciar a Dios su Creador. El que alcanza tal disposición, oirá ordinariamente sin gran dificultad, la inspiración divina acerca del estado a que Dios le llama, y en que quiere que le sirva. Pero cuando, a pesar de aquella disposición general, se ofrecen dudas, turbaciones o luchas interiores, hay que tener presentes las siguientes reglas: 1. Si lo que nos detiene para no seguir la inspiración de Dios, es solo el apego a las cosas mundanas: a los placeres, a los lazos de sangre, a los intereses terrenos; hemos de renunciar a estas cosas, por lo menos con el afecto, ofreciéndonos a Dios para renunciar a ellas en efecto, si tal fuere su santísima voluntad. Insistiendo mucho en esta disposición, fácilmente vendremos a entender lo que Dios quiere de nosotros. 2. Si nuestra alma sufre luchas interiores, dudas y confusiones, aprovecha advertir muchas veces, en qué hallamos mayor paz y consuelo interior. Si, cuando imaginamos nos hallamos en estado de perfección, hallamos quietud y serenidad en estos pensamientos, y por otra parte, hallamos paz en la idea de vernos en otro estado (por ejemplo de matrimonio o empleos mundanos), puede ser esto indicio de que Dios nos llama a estado de más perfección espiritual. La fuerza de esta regla está en que Dios es Dios de paz; y cuando llama a un estado suele dar en él, ya sea real, o imaginado, paz. Finalmente, aprovecha en tales dudas, pedir consejo a personas prudentes y santas; no prudentes según el mundo... pero tampoco santas con tanta simplicidad que quieran llevar a todos por el camino por donde a ellas les ha ido bien.


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En todo caso, sin perder la serenidad del ánimo, es bueno proceder en toda esta materia tan trascendental, con espíritu de santo temor de Dios. De ese modo Él nos ayudará. Les deseo a mis queridas muchachas una fiesta de Pentecostés verdaderamente santa y feliz. Que en ella el Espíritu Santo me las santifique y haga de cada una de ustedes una verdadera apóstol de Jesucristo. Pidan mucho por mí y créanme como siempre suya muy de corazón.


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No pase un solo día sin que, gracias a nosotras haya nacido un rayo de felicidad en algún corazón afligido. Mis queridas muchachas de Lerdo40. Deseo que ésta las encuentre a todas bien de salud y en gracia de Dios Nuestro Señor. Nosotros aquí ya casi nos congelamos, pero, gracias a Dios, de mis males estoy mejorada. Creo que sí me prueban estas alturas. Continúo la materia de que les hablaba en mi anterior. Decía yo que la bondad legítima no busca en sus manifestaciones la propia satisfacción, sino, por el contrario, se funda en la abnegación propia y el sacrificio por el bien de los demás. Quiero añadir a esto, que, la bondad no distingue sexo; no ve más que la necesidad de aquel en quien se ejerce; la miseria material o espiritual, es la que conmueve, y a ella acude con generosidad de acciones y benevolencia de afectos. Los afectos de bondad brotan suavemente; podemos y debemos examinarlos, y llegar hasta su origen para conocer si proceden en nuestro corazón, de verdadera piedad, o si son efecto de una amistad material o sensual. El principio de esta amistad (la sensual), es brusco e inexplicable, cualquier pretexto sin importancia, lo origina; captura los sentidos por sorpresa. Algún escritor dijo, que: “El corazón es un rayo; no se sabe dónde cae, sino cuando ha caído”. Conviene saber las causas que favorecen a la bondad para ponerlas como base o terreno firme en donde esa bellísima virtud se cultive. Son causas que favorecen la bondad, la vida ocupada y seria, el trabajo, el dominio habitual de los sentimientos del corazón; las inclinaciones religiosas; el alma sana, ordenada y piadosa, es, naturalmente buena. En contraposición a esto, sabemos que el amor sensual se fomenta con la ociosidad, pues el alma desocupada es como un campo inculto donde toda clase de malas hierbas, crecen espontáneamente, encontrando refugio en ellas toda clase de sabandijas. La sensualidad invade el entendimiento de la joven con 40

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 6 enero1933.


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pensamientos rastreros, representaciones malas y malos deseos; apetece lecturas peligrosas, conversaciones equívocas y espectáculos que halagan los sentidos. ¿Qué otro fruto puede esperarse que, un amor apasionado e imprudente? Así como la bondad es el preservativo del alma, procurando la felicidad a la que la da lo mismo que al que la recibe, y dejando intactas la dignidad y virtud; así, el amor sensual es la perdición de la que a él se entrega y de aquel a quien se dirige. Mucho cuidado, pues, mis queridas muchachas. Hay que vivir prevenidas y cuando desgraciadamente encontremos que nuestro corazón se desliza por tan peligroso sendero, detengámonos y retrocedamos. No digo que cerremos el corazón a la bondad, no, pero sigamos este consejo: con cierta clase de amistades, caminar, con la rienda en la mano, con prudencia y precaución. Abramos ampliamente nuestra alma a la bondad. Siempre nos pesará haber sido duras y débiles, pero nunca el haber sido buenas. Si alguien interpreta mal nuestras intenciones, si nos pagan con ingratitud, nos quedará el supremo consuelo de que la conciencia no nos acuse. Amemos la bondad como fuente de paz y de alegría; creamos en su poder; recordemos que para ser apóstoles, debemos imitar a Jesucristo, quien nos conquistó, porque es pacífico y no ha querido ostentar en su corazón más que dulzura y humildad. Nunca vertamos una gota de hiel en el alma de nadie y procuremos que no pase un solo día sin que, gracias a nosotras haya nacido un rayo de felicidad en algún corazón afligido. Pido a Dios Nuestro Señor que a todas nos dé a sentir las bellezas incomparables de la bondad de corazón y que todas mis muchachas formen el suyo en este molde, ideal verdadero de la joven católica. A todas las abrazo con grande cariño y les ruego que pidan a Dios Nuestro Señor por mí. Por favor saludos afectuosos a sus mamás.


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La vida sentimental y novelera que llevan las jóvenes de nuestros días, tiende a debilitar la vida moral y religiosa.

Mis queridas muchachas41:

Después de saludarlas con el invariable afecto que les tengo voy a platicarles un poco. En mis tantos ires y venires de una parte a otra, me he encontrado tipos variadísimos de jóvenes; hablo de tipos moralmente considerados. Los he hallado más o menos simpáticos o repugnantes, pero, ninguno me es más repulsivo que el de aquellas jóvenes que, sin dejar de poseer una cierta cultura general, esa cultura que tiene noticia de todo sin profundizar nada; sin carecer de ingeniosidad, de agudeza para relacionar los aspectos más impensados de las cosas; sin faltarles sensibilidad y aún sentimentalismo para interesarse por las penas ajenas, quizá hasta derramar lágrimas; sin embargo, no tienen fondo, son almas superficiales cuyos sentimientos no llegan a engendrar una norma de conducta; por lo menos una norma constante. En su vida intelectual no hay convicciones. En su vida moral no hay carácter. Su conducta tiene como características la inconsecuencia y la inconstancia, es decir, son almas frívolas. Al ver esa clase de almas he reflexionado sobre las causas que puedan producir tales adefesios morales y encuentro que se deben a la falta de principios fijos y convicciones arraigadas. En nosotras las mujeres predomina la imaginación sobre la inteligencia, el sentimentalismo sobre la voluntad y a este desordenado predominio contribuye en gran manera la superficialidad de la educación femenina. Ahora bien, cada día parece que va acentuándose la necesidad de que la mujer tome parte en oficios o trabajos que tienden a la dirección de la vida social42. ¿Podríamos ponderar el peligro enorme NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 19 Enero 1933. 42 Cf. VATICANO II, Apostolicam actuositatem n. 9; JUAN PABLO II, La dignidad y vocación de la mujer, n. 1. Al igual que en este texto del Papa Juan Pablo II, la 41


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que significa el introducir en esa vida, tipos de jóvenes frívolas, superficiales, casi inconscientes? La vida sentimental y novelera que llevan las jóvenes de nuestros días, tiende a debilitar la vida moral y religiosa; la educación intelectual y moral poco serias, superficiales, fomentan la vida sensitiva cada día más poderosamente estimulada por el lujo, los espectáculos (el cine sobre todo), el periodismo noticiero, la novela y literatura sensacional, y el desenfreno de la licencia moral. ¿Cómo reaccionar contra estos peligros? Esto será lo que ocupe en mis cartas subsecuentes. Quizá nos veamos ¿cuándo? Quizá dentro de unos días. Así, mientras las abrazo materialmente les envío en estas líneas todo mi afecto. Suya,

Madre Julia va perfilando la necesidad de que la mujer vaya tomando parte activa en la vida social y no permanecer en el anonimato.


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La juventud significa la brevedad del tiempo de vida ya transcurrido, que funda esperanzas de un extenso porvenir. Mis queridas muchachas43: Tengo hoy la pena de no haber cumplido con mandarles oportunamente sus puntos para la conferencia. Fue, que el jueves cuando me disponía a escribirles, llegaron de México dos de mis hermanas que vinieron de Aguascalientes a curarse. Ya se imaginarán el gusto que tuve. Naturalmente, nos fuimos a charlar, y en la charla se nos fue hasta cerca de las doce de la noche. Luego, ayer viernes, en pasearlas y cumplir con ellas, no volví a acordarme que debía ponerme a escribir hasta que se fueron y entonces ya no era hora de correo. ¡Qué va! ¡Cómo me dio pena! ¿Me perdonan? Ahora les escribo a primera hora para que si es posible salga ésta hoy mismo y puedan leerla el martes, siquiera. Prosigo mi asunto anterior. Decía yo, que, los dones recibidos de Dios podíamos dividirlos en tres grupos: dones de naturaleza, dones de gracia y el don único de la vocación. Entre los dones de naturaleza el primero comprende el tiempo de la vida, y juntamente la salud y las fuerzas que durante él se nos conceden, para trabajar en el servicio de Dios. El período de la vida en que las fuerzas son mayores y en que se abre una más extensa perspectiva de vivir, es la juventud; la cual

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 11 febrero1933.

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vamos a considerar en primer lugar, porque acerca de ella tenemos los crasos errores. La juventud significa la brevedad del tiempo de vida ya transcurrido, que funda esperanzas de un extenso porvenir. Claro está que tales esperanzas no llegan jamás a certidumbre. La vida de la joven es un caudal del que apenas ha comenzado a gastar. Pero como no sabemos su cuantía total, no es posible echar cuentas sobre lo que resta de él. El cuerpo es también un don divino de naturaleza. Es el cuerpo de la joven un capullo que necesita toda su sabia para llegar a florecer y fructificar y cualquiera detrimento que injustamente se le infiera se acrecentará indefinidamente si la vida de la joven llega a convertirse en manantial de una larga corriente de vida. Lo que una joven labre en su cuerpo con su conducta virtuosa o desordenada, resultará en sus edades futuras y en su descendencia. El movimiento producido en la superficie de un agua quieta, por la caída de una piedrecilla se va extendiendo en hondas concéntricas, de radio cada vez más amplio. Así los desórdenes de una vida frívola y agitada que parecen impunes y sin consecuencias, menoscaban la fortaleza de ese renuevo de quien depende tal vez, la robustez de una raza. Consideren, por todo lo anterior, mis amadas muchachas la responsabilidad que tienen en todo lo que respecta a conservar su cuerpo sano y a hacer de su juventud, don inapreciable de Dios, uso recto. Esperando que la semana entrante podré continuar, y ser muy puntual en enviar mi carta, termino por hoy enviándoles todo mi cariño en un estrecho abrazo. Suya,


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El tiempo huye, pero las buenas obras practicadas en él, permanecen eternamente. Mis queridas muchachas44: Estoy con pendiente por mi anterior. ¿La recibirían? ¿Sí? ¿Hasta cuando? Ahora sí, gracias a Dios me acordé muy a tiempo y me puse a escribirles antes de que una visita u otra cosa me lo venga a impedir. En mi anterior les hablaba del don divino de la juventud y del cuerpo que nos ha regalado Dios Nuestro Señor para lograr la felicidad imperecedera. Permítanme hoy hablarles no ya del cuerpo juvenil cuanto del ánimo, el cual es en la juventud, dúctil y maleable; pero luego forma hábitos que son una segunda naturaleza y apenas si se pueden modificar. En la juventud es fácil habituarse a lo que uno quiere, aún a las cosas de suyo arduas, y una vez arraigados estos hábitos juveniles, se hacen como segunda naturaleza y ofrecen facilidad y garantía de perseverancia en aquello que se ha hecho habitual. Es un verdadero desatino pasar la juventud, período fecundo de la vida, descuidando la provisión que hay que hacer durante él para el resto de la vida. Dios nos da como don o talento, del que nos pedirá cuenta, todo el tiempo de la vida. El viejo, ya amenazado por una muerte que no puede tardar, va utilizando día por día esa especie de prórroga que se le concede para que labre su eterna felicidad. Por el contrario, la juventud no ha de responder solamente del momento presente, sino ha de prepararse para los futuros que le esperan, y cuya fecundidad depende en gran parte del modo como se aprovecha la juventud.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 16 febrero 1933.

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Es pues, la juventud un grande talento natural; un caudal importantísimo que está en manos de los jóvenes. Otro don de Dios y muy grande, es el tiempo. Es todo nuestro caudal para adquirir la vida eterna. Pero, el tiempo es el más fluido de los fluidos. Los vasos contienen el líquido para que no se derrame; los globos de cristal pueden contener los gases para que no se difundan pero, no hay vaso ni dique, ni compuerta capaz de contener al tiempo que fluye sin detenerse un instante. Una sola manera hay de que produzca: utilizarlo, emplearlo en acciones provechosas. El tiempo huye, pero las buenas obras practicadas en él, permanecen eternamente. Y siendo nuestra vida el tiempo que se nos da para operar en este mundo, se viene a reducir al momento presente, ya que el tiempo es sucesivo, de modo que no podemos disponer a la vez de dos instantes, porque no pueden ser simultáneos. El día de ayer no existe ya. El día de mañana todavía no existe, ni sabemos con entera certidumbre si existirá. El tiempo real disponible, es solo el día de hoy; mejor dicho, la hora presente, el minuto actual. Con frecuencia cometemos acerca del empleo del tiempo uno de tres errores, o todos a la vez. Pensamos en lo que pudimos hacer y no hicimos; o en lo que hubiéramos hecho en el tiempo pasado de habernos encontrado en distintas circunstancias; o perdemos el instante presente esperando el que va a venir, haciendo propósitos para el futuro mientras desperdiciamos el presente. Todos estos son delirios, pues perdemos el tiempo presente único que tiene actualidad real, soñando en el pasado que no existe, o en un futuro que no sabemos si llegará a existir. No perdamos el tiempo, arrebatemos el instante presente y hagámosle rendir; no nos hagamos ilusiones acerca de las buenas obras que pensamos hacer más tarde, pues ese tiempo no nos pertenece. Tampoco nos entretengamos en vanas cavilaciones acerca de un pasado que, desde el momento que pasó quedó cristalizado, inconmovible e irrevocable como la sentencia divina. Lo que fue no


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puede dejar de haber sido, por muchas vueltas que se le den inútilmente. No es, pues, lo pasado, lo que se puede enmendar, sino el presente el que se ha de aprovechar, en lugar de perderlo en cavilaciones. Fíjense muchachas, qué mal escrita va ésta. Me da vergüenza mandarla, pero, por más que hice por escribir con calma fue imposible porque todo el tiempo me han estado hablando y llamando a una cosa y a otra. Si me pongo a volverla a escribir no se va en este día y me sucede como la otra semana. Por tanto dispénsenme. Pídanle a Dios por mí, pues estoy enferma y el achaque es la ida a Lerdo. Sea por Dios. Donde siga mal, no me vuelven a dejar ir. Ojalá no sea así. Cariñosos saludos para todas y ya saben que en mi corazón están y no pagan renta. No dejen de decirme las novedades que ocurran en estos días. Suya de corazón,


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Busquen y sigan con rectitud la senda de la virtud cristiana. Mis queridas muchachas de Lerdo45: Seguramente que se estarán preparando hoy para la boda de Cati que debe ser mañana. Vean como todo tiene su término en esta vida y cuando Dios quiere, se lleva a cabo lo que está determinado por Él. Cati y Gonzalo llevan todas las probabilidades de ser felices, porque se casan por amor mutuo, sincero y verdadero; se casan con la bendición de Dios Nuestro Señor y de sus padres; se casan en todo orden y buena inteligencia; existe entre ellos mutua comprensión y llevan un ideal bien determinado que les hará suave la cruz que el matrimonio les aporte, escogida para ellos por el mismo Dios. Como quisiera ver a más de cuatro de ustedes en ese buen camino... Pero, permítanme que, en el seno de la confianza recta que les tengo, les diga la verdad es que aunque ustedes desearían ver ya despejada la incógnita de su vida y porvenir, no emprenden con seriedad el camino para conseguirlo. Algunas aún se dejan arrastrar por la ligereza y el desconocimiento a pesar de los añitos que llevan consigo, con los cuales ya no pegan ciertas demasiadas alegrías y desparpajos. Otras, han adquirido fama de pretenciosas, por cierto que injustamente, pero ya la tienen, y necesitarían cambiar radicalmente en sus maneras, porte y estilo, para reivindicarse. En suma, habría que convencerse de que hay que cambiar de conducta. Yo estoy segura de que si, muchas de ustedes quisieran hacerse el ánimo de ser más aseñoradas, reposadas, sensatas, discretas en trajes y pinturas; en palabras, portes y maneras, habría quien las eligiera por compañeras. Por supuesto que no digo, ni me refiero a esas modificaciones solo en cuanto al exterior, pues si lo hicieran, solo resultarían unas “buenas mustias”, como ustedes llaman a lo que yo nombro, hipocresía. No, yo me refiero a la transformación íntima que se basa en la convicción de que el sistema que siguen NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 23 febrero 1933.

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queriendo parodiar la vida ligera y descocada de “seudo artistas marimasculinos”, de “flappers”, no es la que atrae a hombres sensatos verdaderos tipos de caballerosidad. Créanme mis queridas muchachas, me preocupa la idea de que continúen algunas de ustedes caminando por donde van, pues veo como término de esa senda, un declive pronunciado hacia la vida solterona despechada, que en su íntimo y nunca confesado despecho, se aparte de la rectitud, del bien y de la virtud, terminando por convertirse en un ser inútil para sí misma y para sus semejantes. Estos negros pensamientos me torturan a veces terriblemente, porque las quiero demasiado para no sentir lo que pudiera rebajarles en el aprecio y estimación que se merecen. Por Dios Nuestro Señor se los pido, muchachas, sean razonables, no se dejen influenciar por ciertos elementos nocivos que a veces se introducen es ese querido poblacho. Busquen y sigan con rectitud la senda de la virtud cristiana que tanto me he esforzado en mostrarles. Venzan el apetito desordenado de placer y pasatiempos, y con la Santa Cuaresma que va a comenzar, entren a una vida seria, reservada, consciente, que las conducirá al término deseado por las almas nobles, al cumplimiento de la misión sublime que Dios en su Providencia infinita ha confiado a la mujer cristiana. Me despido con el cariño de siempre. Mucho ruego al Señor por ustedes y pido especialmente porque no vayan al baile de la matraca. Ustedes rueguen a Dios Nuestro Señor también, para que sepa conocer su santísima voluntad y cumplirla perfectamente. Suya de corazón,


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La única belleza que no pasa es la de Dios pero toda otra belleza es frágil. Mis queridas muchachas de Lerdo46: Hace dos o tres semanas que, por falta de tiempo para escribir corté el hilo que traía en mis cartas. Quiero reanudarlo. Hablaba yo acerca de la responsabilidad que tenemos de sacar partido de los talentos o dones que Dios Nuestro Señor nos ha confiado. Decía que los dones recibidos podían dividirse en tres clases: dones de naturaleza, dones de gracia y el don único de la vocación. He hablado de los dones de naturaleza: la vida, la juventud, el cuerpo, el tiempo. Continúo ahora hablando de la belleza que es otro talento con que hemos de negociar bienes eternos... A pesar de esto, las jóvenes se mueren por una cara bonita y no hay cualidad a que una mujer no renuncie con paciencia con tal de asegurarse de que es o parece hermosa... La hermosura humana es como una gloria de la carne. Es el resplandor que resulta de la buena proporción y armonía del organismo vivo. Ahora bien, toda carne es heno y toda gloria de la carne es como la flor del campo. El heno se marchita rápidamente y cae su flor. Así pasa y se desvanece toda hermosura corporal y por eso con razón se le llama vana. La única belleza que no pasa es la de Dios pero toda otra belleza es frágil y sobre todo la belleza de la carne, es efímera. La gracia añade a la belleza cierto sello de debilidad. Es la belleza de lo tierno, de lo endeble; del niño y de la mujer de pocos años; un atractivo que parece invocar la protección y el auxilio. Y con NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 16 marzo 1933.

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todo eso, pretende dominar y sojuzgar. Por esto se llama falaz porque con color de pedir auxilio domina. Con todo, la belleza, la gracia, la ternura femenina son un talento; un don concedido principalmente a la mujer para llevar las almas a Dios... La historia está llena de nombres ilustres de mujeres que se valieron de su belleza y ternura femenil para llevar a Dios los corazones que estaban alejados de Él. Aún prescindiendo de la Virgen María, la mujer llena de gracia y bendita entre todas las mujeres y de su trascendental obra en la redención de la humanidad; hallamos en la conversión de casi todos los pueblos modernos al cristianismo, el nombre de alguna mujer, que atrajo suavemente el corazón de su esposo pagano hasta llevarlo a Cristo Nuestro Señor. ¡Cuántos hogares hallamos santificados por la virtud de una madre, de una hija, de una esposa o hermana, que han imperado dulcemente con sus gracias y han hecho florecer bajo ese suave imperio, la religiosidad y la virtud!... Mucho cuidado, pues, mis muchachas y procuren sacar todo el partido que puedan de este don, recordando que Dios quiere que lo empleen en promover la obra sobrenatural de la salvación y perfección de las almas. Rueguen por mí y saben que las quiero mucho.


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Por su inteligencia es el hombre capaz de conocer a Dios y descubrir en las criaturas las huellas de sus divinos atributos. Mis queridas muchachas de Ciudad Lerdo47: La vez pasada hablé de la belleza o hermosura natural como de un caudal que puede rendir fruto a favor de la gloria de Dios, si la virtud de la joven cristiana sabe valerse de ella con este fin. Voy a tratar ahora de la inteligencia que es otro de los dones naturales. La inteligencia es un reflejo del Verbo divino, prestado a la inteligencia racional. Por la inteligencia el hombre conoce la posibilidad de algo mejor que lo que actualmente posee, y es capaz de hallar los medios para procurarlo y conseguirlo. Pero sobre todo la inteligencia capacita al hombre para su elevado destino que consiste en alabar a Dios. Por su inteligencia es el hombre capaz de conocer a Dios y descubrir en las criaturas las huellas de sus divinos atributos; por los cuales puede alabarle y glorificarle y santificar su nombre. Pero de este don, como de los demás que de Dios hemos recibido, podemos abusar, y también enterrarlo, haciéndolo infructuoso con tremenda responsabilidad para cuando nos pida el Señor cuenta de los talentos que nos ha confiado. Entre nuestras jóvenes es muy frecuente el enterrar o dejar atrofiar este talento por falta de ejercicio limitándose a la vida de la fantasía y de la sensibilidad. Influye en esto en gran parte, la costumbre que hay entre nosotros de que una vez salida la joven del colegio se cree dispensada de todo trabajo serio intelectual y se NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 22 marzo 1933.

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persuade de que terminada su educación no le queda otra incumbencia sino esperar la hora de tomar estado, las más de matrimonio; y entre tanto entregarse a la ociosidad, gozar de las diversiones y exhibirse para ver y ser vistas y apreciadas. Como desgraciadamente son pocos los jóvenes que en la elección de esposa atienden especialmente a las dotes intelectuales; y los más no miran sino a la belleza, honestidad y posición social; las jóvenes casaderas se entregan con ardor a la tarea de embellecerse y ataviarse, cuidando, las mejores, de la piedad y moralidad pero enteramente descuidándose de cultivar su inteligencia con trabajos serios. En toda sociedad humana, es de suma trascendencia el cultivo de las inteligencias femeninas, si la mujer ha ser verdaderamente compañera y auxiliadora de su esposo y educadora de sus hijos. En la vida matrimonial el hechizo de la belleza y otras dotes físicas pronto se desvanecen; mientras que el efecto de las cualidades intelectuales dura siempre. Al cabo de un año la mayor parte de los maridos no se fijan ya en la hermosura de su esposa, en cambio, si tiene una inteligencia capaz de comprender sus negocios y estudios, hallan en ella una compañía, un auxilio moral que le encadena al hogar más que cualesquiera otras gracias femeninas. La inteligencia y la razón humana son por naturaleza comunicativas. A nadie satisface alcanzar la verdad, sino puede comunicar a otros su hallazgo; y si la esposa no es capaz de comprender la vida intelectual de su esposo, es imposible que los una mucho tiempo un estrecho vínculo moral. Lo mismo sucede en la educación de los hijos. La madre ignorante no puede tener el influjo que convendría hubiera, en los hijos que adelantan en los estudios. No le tendrían el respeto necesario para recibir su influencia; pues la juzgarían muy inferior a ellos en el orden intelectual.


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Y no perdamos de vista que Dios N. S. otorgó a esa esposa y madre una inteligencia capaz de cumplir esas funciones para que la incapacite su falta de cultivo de ese precioso talento. Convenzámonos, pues, de la necesidad de cultivar nuestra inteligencia y no perdamos el tiempo en frivolidades y bagatelas, antes bien esforcémonos por adquirir cada día nuevos conocimientos o ampliar los que poseemos. Como siempre las saludo y les deseo todo bien y copiosas bendiciones de Dios Nuestro Señor. Suya,


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Auto educación48. Los sacramentos instituidos por Cristo Nuestro Señor para la santificación de las almas son todos otros tantos tesoros o talentos de inestimable valor, y que hemos de administrar o emplear, por ende, con grave conciencia de nuestra responsabilidad. Pero entre ellos hay dos principalmente que deben excitar en nosotros este sentimiento, por cuanto los podemos usar de ordinario como medios para acrecentar nuestro caudal y mejorar nuestra posición sobrenatural con grandes aumentos. El primero de estos es la confesión o sacramento de la penitencia. Son tantos los bienes que se encuentran en el uso de este sacramento cristiano, que no es fácil enumerarlos. Pero vamos a considerarlo principalmente como medio de auto educación, o sea, de mejoramiento continuo de nuestro ser moral. Ciertamente la confesión es de suma importancia como medio de reconciliación con Dios y recobrar su gracia, cuando hemos tenido la desdicha de perderla por el pecado mortal. Así como no hay mal mayor que estar privado de la gracia de Dios, que es la única cosa necesaria para la eterna felicidad; así no hay cosa de más provecho que aquella que puede hacernos recobrar la gracia perdida. Y ésta es principalmente la confesión, ya porque la contrición perfecta es difícil para el pecador, el cual está demasiado pegado a su amor propio para dolerse solamente por ser Dios quien es, sin respecto a sus propios intereses; ya porque aún entonces solo se recobra la gracia divina mediante el deseo de confesarse cuando haya lugar.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, reflexiones, Toluca, mayo 1933. 48


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Además por el sacramento de la penitencia se derrama sobre el alma la Sangre preciosísima de Cristo, y se aplica el precio de su Sacratísima Pasión y Muerte. Todo lo cual hace que este sacramento sea un tesoro inestimable y de infinito valor. Pero ahora no lo queremos considerar bajo estos aspectos, sino más bien como un caudal que se nos da para hacerlo fructificar, y con cuyo uso podemos acumular grandes riquezas espirituales. Y por tanto es un talento de cuya buena administración habremos de dar cuenta muy estrecha. Esta consideración se extiende, no solo a los que han perdido la gracia divina por el pecado mortal; y por tanto están necesitados de la Penitencia; sino también a las personas que tienen la dicha de gozar de la amistad habitual de Dios; a las cuales, como a fieles siervos les entrega el Señor sus talentos para que negocien con ellos y los hagan fructificar. Para estos, pues, y para todos generalmente, hay un riquísimo filón de donde pueden sacar copiosos bienes, en el buen uso de la confesión sacramental. Y cuando digo uso bueno, no excluimos solamente el malo o sacrílego, que consiste en recibir la santa absolución sin preparación necesaria. No hablamos ahora del siervo que roba a su amo o le traiciona; sino sencillamente, del que entierra su talento, defraudando a su dueño de fruto que podían y debían producirle. Hay infinito número de personas que se acercan al Tribunal de la Penitencia, o más raras veces, o con menos preparación de lo que deberían para hacerle da todo el rendimiento de que es capaz. Indudablemente, para confesarse con validez, basta aquel examen de la conciencia, que nos descubre los pecados graves; o en caso de que no los haya desde la última confesión, se fija en algunos pecados veniales o ya perdonados, que sirvan de materia del sacramento. Pero este examen suficiente para que la confesión


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no sea sacrílega, no lo es para que de todo el fruto de perfeccionamiento moral de que es susceptible. Frecuentemente nos quejamos de hay muchísimas personas que se confiesan a menudo, sin que se advierta en ellas mejoramiento de las costumbres, y mucho menos progreso notable en la vida espiritual. ¿Cuál es la causa de esto? ¿Es por ventura la ineficacia del sacramento? No, sino el uso imperfecto de él, que comienza con la superficialidad del examen de conciencia. El que se limita a echar una ojeada, para ver qué pecados mortales ha cometido; y no hallándolos, se contenta con escoger a bulto, algunas faltas veniales de qué acusarse; ¿qué maravilla que permanezca siempre en un mismo estado, y recaiga en sus faltas y no se libre jamás de sus defectos, desedificantes o molestos para sus prójimos, y descrédito de la misma confesión que se ve frecuentada por personas tan imperfectas? Al contrario: quien hiciera su examen concienzudamente, notando en qué faltas cae más frecuentemente y ordinariamente; quien advirtiera las ocasiones en que tales faltas suele cometer, las raíces de donde tales faltas brotan que son sus pasiones o malas inclinaciones, más o menos consentidas o arraigadas; y el que viendo donde están los vicios de que necesita corregirse, formara en cada confesión (semanal o quincenal) actos sinceros de aborrecimiento de sus faltas y propósito muy concreto y resuelto de evitarlas ¿cómo podría dejar de ir adelantando en su purificación y en la enmienda de sus defectos?. Los motivos que tenemos de aborrecer nuestras faltas, aún leves, son de gran peso, para quien atentamente los considere. Pues, además de que nuestras faltas leves nos impiden adelantar en la perfección, hacernos agradables a Dios y merecer sus favores y consuelos; muchas veces defectos no graves de los que hacemos profesión de católicos, son de grave inconveniente para la gloria de Dios y salud de las almas de nuestros prójimos, a quienes estamos obligados a amar y hacer el bien posible.


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Esas faltas nuestras, a veces semiconscientes, y generalmente veniales a los ojos de Dios, hacen que caiga en descrédito la virtud y hasta nuestra santa Religión. A cada paso oímos a los irreligiosos, como excusa de su alejamiento de las prácticas de la religión, los defectos, vicios y hasta ridiculeces de muchas personas que frecuentan la Iglesia y el confesionario, y son en efecto, sino malas, como se las calumnia, pero sí imperfectísimas y llenas de defectos lamentables. Pues ¿cómo podrían perseverar en esos defectos, si cada semana los conocieran en sí, y los aborrecieran cordialmente, y propusieran con eficacia y decisión desarraigarlos gradualmente de su alma? Este es el fruto lleno de la confesión; fruto que podemos sacar de ella; y si no lo sacamos, con razón nos pedirá cuenta de él, el Señor que estableció misericordiosamente este sacramento como un poderoso medio de auto educación, con cuyo uso nos vayamos perfeccionando más y más para brillar a los ojos de los hombres como luz del mundo y luz de Cristo.


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La influencia de la mujer es efectiva. ¡si siempre hubiera mujeres buenas que la ejercieran para el bien! Mis queridas muchachas de Lerdo49: Con el gusto de siempre les escribo para agradecer sus letras en que Conchita y Delia me manifiestan los deseos de todas, de recibir mis letras. Muchas veces he pensado que ustedes ya no me necesitan y que pueden caminar con la dirección de la señorita Celestina y que hay muchas otras personas que en verdad necesitan de mis pobres esfuerzos. Sin embargo, no me puedo hacer el ánimo de dejarlas de ayudar ¿será porque no las quiero?... Conchita y Delia me hablan de los trabajos en que se metieron con ocasión de la fiesta de Cristo Rey. Muy bien estuvo todo lo que hicieron. Qué cierto es que la influencia de la mujer es efectiva50. ¡Si siempre hubiera mujeres buenas que la ejercieran para el bien!...otro gallo nos cantara... Los trabajos emprendidos en Villa Juárez también me gustan mucho. Ojalá y no se cansen pronto. Me imagino que Esther, Manue y la Chata volverían de Durango llenas de bríos y entusiasmo para emprender nuevos trabajos y consolidar los que ya tienen emprendidos ¿no? Espero que me platicarán qué vieron y qué aprendieron. Con la gracia de Dios Nuestro Señor voy a emprender escribirles semanalmente y procuraré enviarles una serie de instrucciones que espero les sean de provecho si las consideran y NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 3 Noviembre 1933. 50 Cf. JUAN PABLO II, Exhortación apostólica sobre la Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, n. 49: “Reconocer, e invitar a reconocer por parte de todos y una vez más, la indispensable contribución de la mujer a la edificación de la Iglesia y al desarrollo de la sociedad...” 49


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meditan, no porque yo las escriba, sino porque es razonable y justo que se dediquen a continuar y solidificar su formación moral, base única de verdadera felicidad y paz en esta vida. Quisiera yo que persuadidas de la grande y saludable influencia que sobre la familia y la sociedad ejerce la mujer verdaderamente cristiana, instruida en sus deberes y fiel en cumplirlos, se penetrara de cuan seria es la vida cristiana y de las responsabilidades que pesan sobre ustedes si descuidan el lucrar con ese verdadero talento o don que Dios Nuestro Señor ha dispuesto en su providencia darnos. Nos enseña la experiencia diaria que la joven que ha dejado pasar sus mejores años en la disipación de una vida mundana, luego que es madre no acierta a comprender la grandeza de su misión. Vemos qué jóvenes piadosas, amantes y temerosas de Dios, después de casarse abandonan las prácticas más elementales del cristianismo. Y si esto sucede en jóvenes piadosas, ¿qué podrá esperarse de aquellas que hasta el día en que al pie del altar contraen las más serias obligaciones, no han practicado la piedad ni pensado en adquirir verdaderas y sólidas virtudes? Pero no todas las jóvenes desean llegar a ser esposas y madres; muchas, no teniendo vocación para el matrimonio ni sintiéndose llamadas a la vida religiosa permanecen en el seno de su familia. También éstas tienen responsabilidades y misión que cumplir. Ellas son destinadas a ser los ángeles de paz para el hogar doméstico. Ellas pueden repartir sus buenas obras libremente entre todos, dando a su caridad mayor espacio. Ojalá sepamos comprender que poseemos las mujeres cristianas una fuerza, una autoridad, un influjo real en cuanto nos rodea, de cuyo uso hemos de dar cuenta a Dios Nuestro Señor y del cual debemos valernos para defender la causa de Dios. No enterremos perezosa o maliciosamente ese talento cuya administración nos ha confiado el Señor.


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El próximo lunes, Dios mediante tendrán mi primera carta sobre estos temas que me propongo exponerles. Trataré de las virtudes que deben practicar; los escollos que deben temer y los medios por los que la virtud puede practicarse, venciendo los obstáculos que se oponen a su santificación. Quiera Nuestro Señor bendecir mis pobres esfuerzos en pro de su adelanto y mejoramiento moral. Por hoy termino porque es día de clase de moral para las muchachas del grupo “Juventud” y casi es la hora. Dios Nuestro Señor me las bendiga y las llene de sus gracias para que cumplan con su voluntad y sean lo que Él quiere de cada una. Saludos para sus mamás y demás familia y saben que, como siempre, las tengo en un lugar muy especial dentro de mi corazón. Rueguen a Dios por mí. Suya afectísima en el Señor,


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La gracia es para nuestras almas lo que el viento para la nave y para el pájaro las alas. Mis queridas muchachas de Lerdo51: Están ustedes en esa edad en que el alma tiene sed de felicidad y trata de satisfacerla en la tierra. No lo lograrán, sin embargo, porque el mundo no la puede dar. La felicidad real solo puede encontrarse en la práctica de la virtud sobrenatural. El mundo y los mundanos nos representan a la virtud con rasgos que la desfiguran; le dan un rostro triste y austero, pero estemos que muy lejos está de eso. La virtud, hija de Dios, nos trae un reflejo de la hermosura suprema, devolviéndonos algo de la pureza primitiva de que nos despojó el pecado y el alma adornada con la virtud participa de los bienes infinitos de Dios quien envía a ella torrente de paz y de felicidad. ¿Quién puede dar idea de la felicidad real que ya desde esta vida experimenta el alma virtuosa? Para ella no hay remordimientos como los que desgarran el corazón de los perversos. Ya no hay tristeza, la virtud la disipa como la luz deshace las tinieblas de la noche. El alma que se somete al yugo de la santa ley de Dios experimenta la verdadera dicha. El valor de la virtud es superior a todos los caudales de la tierra; cuántos bienes podemos tener que proceden de ella. Dejemos que las hijas del mundo, adornadas como para imitar las verdaderas galas, disfruten los inconstantes favores del mundo engañador y pérfido. Dejémoslas recoger en la mañana de la vida esas rosas que se deshojan antes de la tarde sin que en las manos quede otra cosa que la punzadura de sus espinas crueles. Busquemos nosotras los bienes del cielo; adornemos nuestras almas con las flores de las virtudes que no se deshojan. La joven que sabe menospreciar al mundo y sus máximas consigue la estimación de todos. Aún aquellos que no tienen valor para practicar la virtud, se sienten ante ella llenos de un respeto del que no NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 10 Noviembre 1933.

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pueden excusarse. Los hombres siempre sentirán predilección por las mujeres cuando las vean inclinadas a la virtud. La virtud es en ellas el camino cierto para lograr el ascendiente y adquirir el dominio sobre los corazones. Si los consuelos y los beneficios que ofrece la virtud aquí abajo, no bastan para determinarnos a practicarla, recordemos lo que la madre de los Macabeos decía a sus hijos; “Yo os conjuro que miréis al cielo”; al cielo abierto por la virtud a todos los que para ella abren sus corazones en la tierra. El yugo de Cristo es suave, y es el único, según San Agustín, cuyo peso alivia en lugar de fatigar a quien lo lleva. Además, Jesús ayuda con su gracia al alma que por su amor lo lleva. La nave, en los espacios del océano, navega sin esfuerzo, empujada por el viento que tiende sus velas. En medio de los aires se eleva el pájaro sin esfuerzo, sostenido por sus ligeras alas. La gracia es para nuestras almas lo que el viento para la nave y para el pájaro las alas. Y María, nuestra Inmaculada madre, ¿acaso no nos guía con sus ejemplos, sosteniéndonos con sus manos de Madre?... Mis queridas muchachas: disfrutemos de la vida virtuosa y veremos cuán suave es el Señor y cuán bueno es servirle. Cuando entremos con alegría y generosidad por ese camino, comprenderemos cuán fútiles y sin sustancia son los goces todos que el mundo nos ofrece. Van con estas líneas mis mejores deseos para todas y cada una. Quiera el Señor bendecírmelas como tanto se lo pido y hacerlas sentir la felicidad verdadera de que en esta vida podemos disfrutar, felicidad fundada en la posesión de la gracia divina y en la práctica de las virtudes cristianas. Rueguen mucho por mí y crean que siempre las tengo muy presentes delante de Dios Nuestro Señor. Suya afectísima,


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¡Si supiéramos cuánto agrada a Dios y cuántas bendiciones obtendríamos si prendiera en nosotros esa centellita del celo por comunicar a otros lo que conocemos de nuestra santa Religión! Mis queridas muchachas52: Espero que hayan recibido mis anteriores. He estado esperando la carta que me prometió Esther contándome sus impresiones de la Asamblea Diocesana, pero no me ha llegado ninguna razón de ustedes. Espero que todas estén bien y muy deseosas de trabajar en bien de las almas y para gloria de Dios Nuestro Señor. Voy a hablarles de algunas virtudes que toda joven cristiana debe considerar como cimiento de su santificación como cristianas prácticas que deben ser. El edificio de la santificación del cristiano tiene por cimiento la fe. Con cuánto anhelo deberíamos procurar instruirnos en las verdades de nuestra santa Religión. Pero, desgraciadamente con frecuencia caemos en la increíble negligencia de cansarnos de oír cuando se nos habla de Dios, de sus adorables perfecciones y de su ley santa, de los misterios de la religión y sus prácticas. Empleamos largo y precioso tiempo en ocupaciones estériles; encontramos goce en lecturas frívolas, peligrosas y engañadoras y para nuestra instrucción religiosa no encontramos espacio en nuestra vida, cuando no hay estudio más noble, más saludable, más consolador y sobre todo más necesario que el de las perfecciones de Dios y de las obras maestras de su gracia. Contemplamos dichosos las maravillas de la naturaleza; no se fatiga nuestra vista de admirar el azul de un NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de Lerdo, Toluca, 17 Noviembre 1933.

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cielo sereno, las sonrientes y fecundas llanuras, las montañas coronadas de nieve, etcétera. Y ¿acaso Dios tiene menos encantos que las cosas creadas? La Religión por Él establecida, ¿nos ofrecerá menos atractivos que las riquezas por Él puestas en el Universo? ¿No encontramos en Dios y en los misterios que Él nos ha revelado, grandeza, hermosura, riquezas, tesoros infinitos y todo cuanto se necesita para arrebatar nuestras almas y corazones? Debemos estudiar con amor y perseverancia las verdades de nuestra fe, y ellas nos servirán de antorcha que disipará las tinieblas de nuestro espíritu. Con ayuda de esta suave claridad descubrirá nuestra alma tesoros hasta entonces desconocidos de ella; su fe le hará capaz de comprender el pasado, el presente y el porvenir. Pero por muy necesario que sea a nuestro espíritu el aplicarse al estudio de las verdades de la religión, no bastará con esa aplicación, sino que es preciso la sumisión dócil, mediante la cual la inteligencia se adhiere firmemente a la verdad conocida, la acepta y la cree sin vacilación. Busquen mis queridas muchachas, la manera de instruirse seriamente en su fe. Si el señor Cura que tienen es una persona tan celosa del bien de sus almas, como entiendo que es, ¿por qué no le piden que les dé periódicamente una clase de Religión, o más bien de catecismo explicado o como él crea conveniente? Es cierto que ya la señorita Celestina se las ha dado, pero por lo que recuerdo, nunca la tomaron en serio. Ojalá que ahora se propusieran hacer un estudio concienzudo de su Religión. Además, recordemos que no hay nada que mantenga mejor nuestra fe, como el celo en comunicarla a otros. ¿Por qué no habían de poder algunas de ustedes estudiando y preparando su clase pasarla a otras almas que están sedientas de la verdad y de la divina doctrina? ¡Si supiéramos cuánto agrada a Dios y cuántas bendiciones obtendríamos si prendiera en nosotros esa centellita del celo por comunicar a otros lo que conocemos de nuestra santa Religión!


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Manos a la obra, mis queridas muchachas; a ver qué hacen por instruirse y por instruir a otras almas. Salgamos del marasmo en que nos sume el maldito espíritu del mundo, elevémonos de la tierra, vivamos una vida más cristiana, más práctica, más fervorosa, propongámonos el vivir “haciendo el bien por donde pasemos”. Que al morir podamos encontrar que alguien ha sido mejor, ha amado a Dios debido a nuestro esfuerzo. Las quiero mucho y le pido a Dios Nuestro Señor me las haga buenas cristianas. Un abrazo a cada una y recuerdos para sus familiares. De ustedes en Cristo afectísima,


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Muchachas de Lerdo acompañadas de su querida M. Julia Abajo (de izquierda a derecha): Chata Jaramillo, Elvira Castrillón, Flora Arce, Lola San Miguel, Lupe García. Segunda fila: Conchita Medrano, Esther Castrillón, Olivia González, Salud Ramírez, Caty Sagui, Lupe Castrillón, Manue Gilio. Tercera fila: Amelia Soto, Chenta Zamora, Roseta Hernández, Tina Seguí, Plácida Soto, Dela Arce, Tere Palacios, Lupe Hernández. Paradas atrás: Soco Ugarte, Esperanza Díaz, Mona Sagui, Ana Castrillón y Pina Arriaga.


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Cartas a Manuela Gilio53

Consejos Prácticos Mi querida Manue 54: Con verdadero gusto te escribo para ponerme a tus órdenes y contarte algo de lo que teníamos pendiente. Creo que sí hay verdadero cariño, me prometió seriamente cortar las copas, trabajar, cambiar en absoluto. Si sientes atractivo, simpatía, etc., haz esa buena obra, a ver si se regenera positivamente, al cabo no es cosa de que vayas a casarte luego. Sondea bien el campo. Me prometió venir y hablar conmigo. A ver si se hacen el ánimo ustedes de venir en Septiembre, para entonces será la Asamblea General de la Juventud Católica y me gustaría que vinieran como Delegadas con Terona también. ¡Anímense! Estoy muy de carrera. Desde aquí te bendigo y te encargo a V. Házmelo bueno y que reaccione y se torne en buenísima persona... Tuya de corazón,

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La señorita Manuela Gilio, nació en el año 1918 o 1919, italiana de nacimiento emigró a la ciudad de Lerdo, Dgo. con su familia. Para el año de 1932 muere su padre y es ella quien hace compañía a su madre y cuida de los hijos de una de sus hermanas enferma. Conoce a la M. Julia y pertenece al grupo de jóvenes por ella fundado y es de las primeras jóvenes de esta localidad que trabajaron con la M. Julia en la Acción Católica. Es una cristiana comprometida en el servicio del más necesitado. Se distinguió por su carácter dulce y emprendedor. Murió de cáncer muy poco después de la M. Julia. En la correspondencia a Manue se ve todo el cariño, interés, cercanía y ternura de la M. Julia por esta jovencita quien ha de llevar cruces muy pesadas en esta vida. 54 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, México, 26 julio 1932.


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La dicha verdadera nos hace saborear la paz de la conciencia, la tranquilidad de servir a Dios. Mi inolvidable Manue 55: Mañana es tu santo y he querido ponerte estas letras para decirte cuánto le pido a Dios Nuestro Señor por ti, porque seas buena y sufrida, y porque seas muy feliz en todos sentidos; no con la felicidad del mundo, engañosa y vana, sino con la dicha verdadera que nos hace saborear la paz de la conciencia, la tranquilidad de servir a Dios obedeciendo a su ley, la tranquilidad de hacer el bien a otros y prodigarse sin más interés que agradar al Señor. Me supongo que estás en Lerdo, como siempre educando a tus sobrinitos ¿no?. Espero que tu mamá y hermanos estén sin novedad, lo mismo que Cati y Tina con sus consortes y gormijos. Por favor saluda a todos en mi nombre. Cuando me escribas dame razón de todos y muy especialmente de la Mona y de la Monina. Adiós, que seas muy feliz y no olvides a esta pobre vieja que tanto te quiere.

55

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Toluca, 26 mayo 1937.


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Él es el Señor y lo que manda es bueno. Mi querida Manue 56: Unas letritas tan solo para agradecerte la cartita de pésame que me escribiste con motivo de la muerte de mi hermano que en paz descanse. Ya te supondrías cuanto lo he sentido, pero, cuando Nuestro Señor dispone las cosas no hay más que agachar la cabeza, pues ya sabemos que Él es el Señor y lo que manda es bueno. Por otra parte veo que mi hermano fue siempre tan constante en sus trabajos como sacerdote que realmente ya merecía ir a gozar de Dios. No dejes de ofrecer unas Misas y Vía crucis por su alma. No me dices cómo estás tú y los tuyos. ¿Ya les pasó la racha de sufrimiento que Nuestro Señor les envió? Ojalá sea así. Creo que la semana entrante iré a esa para darles una visitadita, no dejes de ir a verme. Adiós mi querida Manue, se siempre buena para que Nuestro Señor te bendiga. Te quiere como siempre la pobre,

56

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Toluca, 3 abril 1940.


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Desprende tu corazón de todas las cosas de la tierra para que encuentres la paz que el mundo no ha podido darte. Mi querida Manue 57: Agradezco de corazón tu felicitación por la Pascua y a mi vez te felicito por los Ejercicios. Espero que en ellos Nuestro Señor te haya comunicado su fortaleza y su paz en el cumplimiento de tus deberes. Oye Manue, ¿no has pensado que, sirviendo a Nuestro Señor podrías alcanzar la paz? Yo nunca te lo había dicho porque creía que te casarías, pero ahora, cuando veo que no lo ha querido Nuestro Señor y que tu corazón no haya su centro, pienso que valía más que dejaras de corazón el mundo y te entregaras a Dios. Piénsalo, Manue, ¿no te dan deseos de ser de Dios en absoluto? Mucho ruego por ti y le pido a Nuestro Señor que desprenda tu corazón de todas las cosas de la tierra para que encuentres la paz que el mundo no ha podido darte. Tuya de corazón,

57

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Toluca, 18 abril 1941.


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Las penas nos acarrean un sinnúmero de bendiciones y dones de valor infinito. Mi Manue muy querida 58: Recibí tu carta. ¡Válgame el Señor! Cómo te ha probado Nuestro Señor. Me imagino lo que sufrirás con tu mamá y Rosita en ese estado de salud. Pero, ni qué decir, sabiendo que es Nuestro Padre Dios quien así lo ha determinado. Él sabe bien por qué te prueba de esa manera, pero sí podemos estar ciertas de que es para tu bien. Puedes estar cierta de que si, humanamente llamamos males a esas penas, no lo son en realidad, ya que nos acarrean un sinnúmero de bendiciones y dones de valor infinito. Levanta tu vista muy alto, Manue, y vive para tus enfermitas mirando en ellas a Cristo Nuestro Señor vivo y real a quien sirves en ellas. Qué consuelo debe ser para ti ser toda para ellas y prodigarles tu cariño con toda la generosidad de tu alma. ¿No es así? No creas que te olvido. Te acompaño muy de cerca y pido a Dios te dé mucha fortaleza. Recibí las uvas que me mandaste; estaban riquísimas y te las he agradecido con todo mi corazón. Dios te lo pague. Me despido rogándote des mis recuerdos a tu mamá y hermanita diciéndoles cuanto ruego por ellas para que pronto se restablezcan. de tu

A las Seguí muchos recuerdos y tú resérvate el grande afecto M. Julia

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Aguascalientes, 5 septiembre 1943. 58


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El Señor te ama y por esta razón te hace participar de las penas de que su Corazón está lleno. Mi inolvidable Manue 59: Tu cartita de Septiembre me trae tus recuerdos y amabilidades de costumbre. La caja de uva llegó perfectamente. Dios te lo pague. Oye Manue: te veo a través de tus palabras con un fondo de amargura en el alma que me conmueve. Es cierto que Nuestro Señor te ha mandado pruebas muy duras, pero Manue, Él está contigo, Él te sostiene. Es cierto que te ha dejado con todo lo que puede hacerte sufrir, y te ha quitado los consuelos que podías haber tenido, pero mira, piensa que Nuestro Señor nada hace que no lleve un fin digno de su bondad infinita. Él sabe bien cuánto te conviene sufrir y hasta cuando. Él te ama y por esta razón te hace participar de las penas de que su Corazón está lleno. No te desesperes, soporta con calma y paciencia lo que Él se digne mandarte. Yo creo que te está santificando y quizá no tarde el día en que todas esas penas se conviertan para ti en gozo verdadero. Ten fe, ten fe. Me están hablando y tengo que terminar. Estoy contigo, ni un día te olvido. Con todo mi afecto,

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Aguascalientes, 15 noviembre 1944.

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En mi alma tomo parte en tu pesar muy íntimamente. Mi buena Manue60: Hoy con grandísima pena supe la pena que te aflige. Cuánto te considero y cómo pido a Nuestro Señor por tí. Seguramente que para tu mamá el pasar de esta vida a la otra, fue la liberación definitiva de los males y tristezas del Valle de lágrimas para pasar a gozar de la eterna bienaventuranza, premio que le esperaba después de tanto sufrir; pero, para ustedes los que se quedan, es dura y amarga la pena de la separación. Debe servirte de lenitivo el considerar que la cuidaste e hiciste por ella cuanto estuvo en tu mano. Estoy segura de que desde el cielo ella te bendecirá amorosa y tiernamente. Ten por seguro, Manue, que nadie como yo participa de tu pena y te acompaña en ella. Créeme que en mi alma tomo parte en tu pesar muy íntimamente. Por favor has presente a tu hermano así como a tu tía, Rina y las muchachas mis sentimientos de condolencia y cuenta con mis oraciones unidas a las tuyas para alcanzar de Nuestro Señor el descanso eterno del alma de tu mamá. Dedica tus fuerzas a llevar el plan que Dios tiene sobre ti en las personas que te ha encomendado. Sobrelleva a Rosita como una buena Madrecita y Dios te ayudará y será Él mismo tu recompensa. Dios te bendiga.

Tuya,

Sigue siempre adelante con la mirada puesta en Cristo Crucificado, quien desde la cruz 60

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Aguascalientes, 23 julio 1956.


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te muestra la senda segura hasta el cielo. Mi buena y querida Manue61: ¿Qué dirás de mí que no te he escrito? Si vieras lo mal que estoy y el trabajo que me cuesta moverme, sobre todo las manos y los pies. Me cuesta mucho trabajo escribir. Cuánto gusto me da que estés tan ocupada en todo lo que es de la gloria de Dios y bien de las almas. Qué gloria tan grande te tendrá el Señor preparada para la vida eterna. No te canses, Manue, sé fiel a tus buenos propósitos hasta la muerte, Dios Nuestro Señor te acompaña y cuenta tus pasos y sabe hasta donde te sacrificas por Él. No creas que en la tierra vas a encontrar otra cosa que sufrimientos, decepciones y qué sé yo qué de fracasos, pero nada debe acobardarte, sigue siempre adelante con la mirada puesta en Cristo Crucificado, quien desde la cruz te muestra la senda segura hasta el cielo. por mí.

Pido mucho por ti, por Rina y por todas tus empresas. Tú ruega

Debemos sufrir pero hay que sufrir con gran espíritu de fe, con confianza inmensa, con caridad infinita. 61

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, septiembre 1963.

Aguascalientes, 25


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Cuesta menos lo que se hace por amor. Mi siempre querida Manue62: ¿Qué dirás de mí que no he contestado tu cartita para el 30 de Julio? Dispénsame Manue, pero, créeme de veras he estado agobiada de trabajo urgente que, parece no tiene término. No creas que me olvido de ti; con frecuencia le digo al Señor que te vea, que te consuele o reprenda si haces algo que no esté bien, pero, que de todos modos te ame mucho y llene tu alma de gracias y celestiales favores, principalmente que te comunique una gran fortaleza de espíritu. Debemos sufrir pero hay que sufrir con gran espíritu de fe, con confianza inmensa, con caridad infinita. Cuesta menos lo que se hace por amor. ¿No es verdad Manue? Me imagino lo que sería para ustedes la enfermedad de Don Antonio, sin embargo tuvieron el consuelo de verlo morir resignado y aceptando la voluntad del Altísimo. ¡Cuántos méritos no llevaría con tanto sufrir! Sin embargo hay que rezar por su alma y yo lo estoy haciendo uniendo mis oraciones a las tuyas, Manue. Dios te conceda ver coronadas tus esperanzas en tu sobrino Armando y que María te haga caso y no se case si realmente no le conviene. Por favor cuando tengas ocasión has presente a mis queridas Tina, Cati, Magdalena y la Monina mis cariñosos saludos y recuerdos; no las olvido. Pidan a Dios Nuestro Señor por mí, ya me falta muy poco para irme con Él al cielo. Allí las espero. Tuya con mucho afecto,

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Aguascalientes, 8 septiembre 1968. 62


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Que tu vida interior sea fervorosamente cristiana y confiada en el Señor que siempre te ha cuidado y bendecido. Mi buena y querida Manue63: Gracias por tu carta. Conque, ya vas a entregar al último de los sobrinos. Te felicito porque has cumplido con la misión que el Señor te encomendó. ¿Ahora qué vas a hacer? ¿Quién te acompaña? Ojalá que como se lo pido a Dios, sigas viviendo una vida útil a tus semejantes y dedicada al servicio de Dios. Procura que tu vida interior sea fervorosamente cristiana y confiada en el Señor que siempre te ha cuidado y bendecido. A la Virgen Inmaculada le pido te proteja y sea para ti la más bondadosa de las madres, ámala mucho. Quisiera seguir escribiéndote pero ya no puedo. Veo poco y me canso mucho. Ya estoy hecha una vieja decrépita que no sirve para nada. Saluda a todas mis antiguas muchachas de esa y pide a todas que recen un Ave María por mí. Dios te bendiga.

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Toluca, 14 febrero 1972.


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A través de los años tengo en mi mente su fisonomía propia. Mi querida y buena Manue64: No te imaginas cuánto agradecí tu carta y el periódico que me mandaste y qué gratos recuerdos al ver a todas mis muchachas de aquellos tiempos. Gracias Manue, muchas gracias. Realmente están muy bien sacados los grupos pues cada una de las muchachas aparece exactamente de acuerdo a su propia fisonomía, como la tengo en mi mente a través de los años. ¡Qué ratos tan amenos y útiles pasábamos reunidas! Y con qué afecto y confianza tan sincera nos tratábamos. ¿No? Es cierto que todo pasa en la vida pero afectos como éste, no pasa porque deja impresos en el alma afectos santos y profundos que a través de los años aún levantan nuestro espíritu y como que nos purifican y nos hacen mejores. Hazme favor de dar en mi nombre a Esperanza Díaz las gracias más expresivas por su idea de reavivar aquellos recuerdos tan gratos para todas y que pido al Señor la bendiga. Saluda de mi parte a Cati, Tina y Magdalena, a todas las que se acuerden de mí y tú resérvate mi invariable afecto. Ruega por mí. Adiós con un abrazo.

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Toluca, 23 agosto 1972.


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Dios sabe cuándo vendrá por mí. Mi siempre recordada Manue65: En octubre creo, te escribí pero no sé si recibiste mi carta. Te daba las gracias por el empeño que pusiste en que se ofreciera la Misa y algunas oraciones por mí, con motivo de mi Jubileo. Ahora te escribo para desearte una Navidad y Año Nuevo felices y llenos de paz en el Señor. Me imagino que tus sobrinos, todos serán para ti un consuelo y que vivirás muy en paz. ¿Vives tú sola? Me has de escribir contándome cómo se desliza ahora tu existencia, en qué te ocupas, qué haces por Nuestro Señor y por las almas. Me interesa todo lo que se refiere a ti. Cuéntame también de las Saguí. ¿Qué es de ellas? ¿Viven todas en Lerdo? Y de Magdalena Díaz, ¿qué me cuentas? ¿Y de su hermana? ¿Viven sus papás? Yo estoy muy mal. No puedo ni ponerme de pie. Padezco de esclerosis en la médula y me estoy acabando poco a poco. Dios sabe cuándo vendrá por mí. Pídele a Nuestro Señor que me dé fortaleza. Adiós. Sé siempre buena, Manue. Tuya afectísima,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Gilio, Toluca, 24 diciembre 1973.


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María Belén Julia Navarrete, sobrina de la Sierva de Dios Julia Navarrete. Toluca 1942.

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Cartas a María Belén Julia Navarrete66

Tener el espíritu cristiano, es pensar como cristiana, hablar y obrar como cristiana. Mi muy querida sobrina 67: Verdadera satisfacción me proporcionaste con tu cartita fecha primero del que cursa. No sabes cuánto gusto me da saber que estás aprovechada en tus clases y que, como Congregante, tienes entusiasmo para practicar las enseñanzas del Señor Obispo. Te aseguro que ahora no puedes darte cuenta de la trascendencia que tiene para ti la educación que estás recibiendo, solo más tarde, cuando la vida te vaya mostrando sus asperezas, entenderás lo que vale una educación cristiana. Procura instruirte bien en las verdades religiosas, en la Moral cristiana práctica; procura entender prácticamente lo que quiere decir “ser católica”. Sé piadosa pero con piedad sólida, la cual no consiste en rezar mucho, sino en tener el espíritu cristiano, en pensar como cristiana, hablar y obrar como cristiana; vestir como cristiana, divertirse como cristiana, esto es como Cristo Nuestro Señor nos enseña que debemos pensar, hablar, actuar, vestir, divertirnos, etcétera. Si lo haces así te vas preparando para el día en que Dios Nuestro Señor quiera manifestarte en qué estado de vida quiere que le sirvas. Si quiere que le sirvas en el estado del Matrimonio, serás una santa esposa y santa madre de familia y sabrás formar un hogar cristiano verdaderamente feliz. Y lo mismo podrás ser santa y dar 66

María Belén Julia Navarrete, es sobrina de la M adre Julia, hija de su hermano Rafael. Junto con su familia reside en Hermosillo, Sonora. 67 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Toluca, 7 noviembre 1938.


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buen ejemplo como hija de familia, si Dios te quiere al lado de tus padres, o siendo esposa de Jesucristo si Él quisiera escogerte como tal. Aprovecha, pues tu tiempo, hijita. Ama mucho a Dios y a tus padres. Ama mucho a la Santísima Virgen y ruégale por esta tu vieja tía. Un saludo cariñoso para tus papás y hermanitos. Dios te bendiga.


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Sé fuerte contra las sugestiones del mundo. Mi querida María Belén68: Hace mucho tiempo que quería escribirte, pero son tantas las atenciones que se me presentan cada día, que me había sido imposible dedicarte unos momentos. No creas que me olvido de ti, no, todos los días pido a Dios Nuestro Señor que te ilumine para que sepas ser fuerte contra las sugestiones del mundo y del demonio y te conserves siempre fiel a Dios, portándote como una joven cristiana, consciente de sus responsabilidades como tal. Estoy segura de que, siendo como eres, una muchachita inteligente, sabrás apreciar la educación, consejos y buenos ejemplos que recibes así en tu casa como en el colegio, obrando siempre de acuerdo con ellos. Me imagino que se estarán preparando para celebrar la fiesta de la Santísima Virgen como unas Congregantes fieles y buenas hijas de María ¿No? Me dice la Madre Margarita que van a celebrar su fiesta social hasta el 12. Seguramente que la religiosa sí será el día 8, ¿no? Creo que para principios de Enero voy a tener el gusto de ver a ustedes. Espero en Dios que me lo ha de conceder... Termino, mi querida sobrina deseándote muchas felicidades en todas las fiestas de este mes. Saluda con mucho cariño a tus papás y a Panchito y cuando comulgues pide a Jesús por tu vieja tía.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Toluca, 7 noviembre 1938. 68


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Nuestra verdadera patria es el cielo. Mi sobrina muy querida69: A su debido tiempo recibí tu cartita de pésame por la muerte de tu tío el Padre Francisco que en paz descanse. Gracias, María Belén, por tus buenos sentimientos. No te imaginas cómo he sentido a mi buen hermanito, pero me consuelo pensando que él es feliz. Sin embargo, cada día que pasa saboreo más la falta que me hace y siento más adentro de mi alma el sentimiento de esa separación irremediable. Bendito sea Dios que somos cristianos, que tenemos fe y sabemos que esta separación es temporal y que quizá muy pronto volveremos a vernos sin temor de volvernos a perder. Tú dirás, cuán poco me faltará a mí para irme a reunir con él. Ya tengo 59 años, a lo más duraré 3 o 4 y me moriré también. Esa es la vida del hombre, pasajera, efímera, por eso hemos de procurar no perder de vista que nuestra verdadera patria es el cielo. Espero que habrás rezado por el descanso del alma de tu tío ¿no? No dejes de hacerlo. ¿Cómo están tus papás y hermanitos? ¿Qué dice la Piqui? ¿Y Panchito ya se examinó? ¿Quedó muy bien? ¿Cómo les está yendo de calor? Aquí está tan fuerte que me parece me voy a morir. Me hace mucho efecto. Por favor saluda con mucho cariño a tu papá y tu mamacita, haz cariños a tus hermanos y no olvides a esta tu pobre y vieja tía, que como siempre te quiere. Tuya,

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Aguascalientes, 28 mayo 1940.

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Deja que Dios dirija suavemente la barquichuela de tu vida. Mi querida María Belén 70: Acabo de recibir tu grata del 30 que me reexpidieron de Aguascalientes, y luego me pongo a contestarte mandando ésta por avión para que la recibas lo más pronto posible. Preciosa me parece tu acción al escribir a tu papá diciéndole que te quedas hasta diciembre por las razones que me das. En realidad existe el peligro que me dices y yo tampoco quisiera verte entrar en el mundo perverso tan pronto. Sin embargo, voy a decirte lo que pienso. ¿Por qué habría de ser necesario que luego, en llegando, fueras a los bailes? ¿Por qué no habías de tener fuerza de voluntad para sostenerte en no bailar hasta que tu papá te lo permitiera? Si tú llevas la resolución formada y tu papá te respalda y te sostiene, bien puedes hacerlo, ¿por qué no? Es cierto que todas las amigas estarían contra ti, pero si tú quieres, ¿por qué no has de tener resolución y fuerza de voluntad? La verdad me parece que no es justo que retardes tu vuelta a Hermosillo, por tu mamá que tanto sacrificio ha hecho durante este año. A mi juicio debías aprovechar el viaje de Alfonsina para volver a tu casa y ya en Hermosillo portarte juiciosamente y probar así a tu papá como a tu tío Juan que en realidad has formado tu carácter y no eres ya la niña débil y tímida que se dejaba influenciar fácilmente, sino una mujercita consciente y recta que sabe hacer lo que la conciencia del deber le indica. Quiero también pensar que no es bueno que seas tan rigurosa contigo misma, no, mi Belencito, toma las cosas con más suavidad, con más naturalidad y deja que Dios conduzca las cosas y 70

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Guadalajara, 4 septiembre 1942.


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dirija suavemente la barquichuela de tu vida. No te pongas nerviosa, no sufras por lo que no vale mucho la pena. Espero que pronto nos veamos y te explicaré esto. Adiós, te bendigo. Dios te haga una santa... Tu tía que mucho te quiere,

Internas del Colegio de Toluca en tiempos de la Sierva de Dios M. Julia Navarrete Guerrero. De izquierda a derecha: María Belén Julia Navarrete, (sobrina de la M. Julia), Chelo Díaz, Chayo Doblado y María del Puerto Moncolián.


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Cuando te sientas combatida por el mal, acude confiada a Dios y a tu Madre la Virgen, ellos te defenderán. Mi querida “Belencita” 71: Gracias a Dios que sentiste la reconcomia de no escribirme. Te habías olvidado de mí. No te imaginas cómo me apena lo que me cuentas de la salud de tu papá. ¡Sea por Dios! Pero, ¿qué es lo que le pasa? ¿la úlcera del estómago? ¿Es alguna enfermedad del hígado o es la misma hiperclorhidria? ¡Rebajar 21 kilos de peso! Es terrible eso. No me lo puedo imaginar tan delgado. ¿Qué haremos para que pueda descansar? Sólo Dios lo puede convencer. Hay que pedirle que lo haga. Muy natural me parece que sientas vacío y malestar en el ambiente de superficialidad de esa sociedad, en que todo tiende a crear una situación falsa. Si te prestas a complacer a la gente, faltas a la lealtad que debes a Dios y a tu propia conciencia y si no haces lo que las demás hacen, te verán como “ave rara” tildándote de rancia, pueblerina, etcétera. Ese es el mundo, en donde para quedar bien, es necesario prescindir de los principios, para seguir la corriente, y a la postre, quedar mal con los hombres y lo peor, con Dios también. Que el Espíritu Santo te ilumine para que encuentres la forma de conducirte siempre según las aspiraciones rectas de tu alma, sin dejarte arrastrar del mundo traidor a quien con razón anatematizó nuestro Divino Redentor. Confío en Dios, en la Virgen purísima que te guardarán, así como en los principios rectos que tienes bien fundados en tu alma. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Durango, Dgo., 24 julio 1943.

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Sé buena, María Belén, nunca hagas nada de que puedas avergonzarte delante de Dios, sé fiel a los principios de moralidad cristiana y cuando te sientas combatida por el mal, acude confiada a Dios y a tu Madre la Virgen, ellos te defenderán. Yo estoy regular de salud, gracias a Dios. Vine a Durango para dar Ejercicios a las hermanas y me vuelvo a Aguascalientes en donde permaneceré el próximo año escolar... Bueno, voy a terminar. Dale a tu mamá y María Cristina un beso en mi nombre y a tu papá y Pancho un abrazo. El de tu papá quiero que sea hasta apachurrarlo. Dios te bendiga. Tu tía,


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La muerte es un paso hacia la verdadera y real felicidad. Mi querida María Belén72: Agradezco mucho tu cartita del 5 en que me das noticias de mi hermano Florencio. Ya desde que estuve en esa lo vi muy malo y él me dijo que creía no pasaría este invierno, así es que, desde entonces estoy esperando día por día el desenlace. Me tranquiliza pensar que ya se dispuso y que espera en paz el momento en que Dios Nuestro Señor quiera llamarlo a su seno. Juzgo que en la situación en que el pobrecito se encuentra, la muerte será para él el descanso definitivo. ¿No te parece? Por amarga que sea la muerte, cuando el trance nos encuentra dispuestos para dar bien la última cuenta al Supremo Juez, se convierte en un paso hacia la verdadera y real felicidad. No dejes de decirme cómo sigue el enfermo. Mucho agradeceré tus noticias. Espero que tanto tu papá como tu mamá y los chicos estén sin novedad. Saluda a todos por favor y ya sabes que no te olvido con Nuestro Señor para que seas buena y siempre des buen ejemplo a todos los que te rodean. Tu afectísima tía,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Aguascalientes, 15 marzo 1945.


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Dios, como tu Padre que es, sabrá dirigir tu corazón. Mi querida sobrina73: Muy agradablemente me sorprendió tu cartita del 26. Gracias. Bendito sea Dios que Florencio está mejor. Por favor salúdalo de mi parte y dile que le estoy pidiendo a Dios se restablezca completamente. ¿Conque ya están pensando seriamente en aceptar a tu pretendiente? Si en realidad tiene las cualidades que dices, realmente debe ser buena persona. Sobre todo, es una garantía que tus padres lo acepten ya que ellos, más que tú misma, pueden ver si es muchacho de cualidades. Por supuesto que el matrimonio es siempre un albur, sólo Dios sabe lo que puede sobrevenir, pero por lo menos que se cuente con las mayores probabilidades de que resulte bien. Hay que ver también lo mucho que tú puedes influir en él y si hay en él “arcilla” como luego dicen, hasta lo puedes hacer más sociable y amoldarlo a tus gustos y costumbres. A lo que, a mi juicio, debes atender es a conocer a fondo su corazón para darte cuenta de sus virtudes y también de sus defectos para que, ayudándole tú, vayas moldeándolo y haciéndolo como tú quieres que sea. Pon ese asunto en las manos de Dios, que, como tu Padre que es, sabrá dirigir tu corazón para que, si es este joven el esposo que te tiene preparado, haga que tu corazón se incline a él y puedas amarlo con el amor fuerte y profundo que ha de perdurar eternamente. Que el Señor te bendiga. Voy a interesarme mucho en este asunto para que Nuestro Señor te de lo que te convenga. Saludos cariñosos para todos. Tu afectísima tía,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Aguascalientes, 31 marzo 1945.


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La gracia que el sacramento confiere dará fortaleza, tino, prudencia y todas las virtudes que necesitas para ser una esposa y madre modelo. Mi querida sobrina74: Tengo tu carta del 25 del pasado que recibí con atraso porque andaba fuera de Aguascalientes. Después de tu carta he sabido que tu papá ha estado muy delicado de salud. Cuánto lo siento. Espero que esté mejor y que la dieta y cuidados que tu mamá le imparte con tanto cariño lo vuelvan a poner en buenas condiciones. Ojalá se haga el ánimo de guardar la dieta que le imponen, es el único modo de pasarla menos mal con esa enfermedad. ¿Tú cómo pasaste tu día? Supongo que no fue con la pena de la enfermedad de tu papá y que hayas estado contenta recibiendo las manifestaciones de afecto de tus amigas. ¿Con qué ya tienes novio formal y lo quieres de veras? Cuánto me alegro, pues considero que esta cuestión es para ustedes un problema muy serio y es una gran ventaja encontrar a la persona que puede prestarles garantías de felicidad en la comprensión necesaria para formar un hogar cristiano. Por mi parte te diré que si tú, examinando las cualidades y circunstancias de tu novio a la luz de las enseñanzas cristianas, lo encuentras bueno, y además, tu corazón responde a los sentimientos de cariño profundo, serio y puro que debes abrigar para darte a él en lo absoluto y para siempre, no te deben arredrar las responsabilidades que el matrimonio lleva consigo supuesto que la gracia que el sacramento confiere dará fortaleza, tino, prudencia y todas las virtudes que necesitas para ser una esposa y madre modelo.

74

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Toluca, 14 agosto 1946.


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Si encuentras pues, en tu novio, comprensión y buenas cualidades, fomenta su afecto y tómalo en serio. Yo no soy afecta a que vayan cambiando de novio, pues tú sabes cuánto pierden las muchachas con eso. Voy a pedirle a Nuestro Señor que te ilumine y ayude. El día de tu santo pedí mucho por ti, sobre todo para que Dios te señale tu camino y determine ya la forma en que has de servirlo. Saluda con mucho afecto a tus papás y dile a mi hermano cuánto siento sus males. Dios me lo alivie. A tus hermanitos mi afecto y para ti el muy especial de tu tía.


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Fíate de tu Padre Celestial, que está cerca de ti, que te ve, que te ama, que no quiere sino tu felicidad. Mi querida María Belén75: ...Mira, María Belén, para poder tomar en la vida decisiones prácticas es necesario ver las cosas bajo su verdadero punto de vista. Ante todo hay que partir del punto de vista cristiano y sobrenatural. La salud es don de Dios y en su mano está el conservarla por los medios ordinarios que su Providencia nos da, pero, cuando Él nos la quita, hay que someterse, sin que por esto dejemos de hacer lo posible por recobrarla. Sin embargo, los que tenemos cargo de dirigir y conducir y enseñar a otros, nos encontramos en muchos casos obligados a prescindir en parte de nuestra propia salud, cuando así nos lo exige el bien general de nuestros dirigidos. Este es el caso en que tu tío se encuentra. Él cree que es su deber hacer lo que hace y tengo para mí que ni el Padre eterno que se le presentara a decirle lo contrario, lo convencería. ¿Qué quieres tú que valga mi pobre palabra en este caso? Ahora, déjame decirte, no creo que tú debas perder la moral por esto. Eres cristiana y sabes que tienes y tenemos todos un Padre Celestial que nos ha dado el ser y nos conserva y nos cuida con paternal Providencia. Que hasta los más pequeños gusanillos cuida76, que tiene contados los cabellos de nuestra cabeza77, que no permitirá que seamos tentados y probados sobre nuestras fuerzas78. Siendo todo esto así, ¿cómo va a permitir que les falte a ti y a tus hermanos la protección de tu tío, si es que lo necesitan? No seas tonta Belencita, ten fe, cree en tu Padre Dios, Él no puede permitir que vengan sobre 75

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Aguascalientes, 22 abril 1947. 76 Cf. Lc 12, 22- 31; enseñanza de Jesús acerca de la confianza y abandono en la providencia. 77 Cf. Lc 12, 7; insistencia sobre el valor de la persona y la invitación a confiar en el Padre de todos que vela amorosamente por cada uno de sus hijos e hijas. 78 Cf. 1 Co 10, 13. En este texto san Pablo también insiste en la fidelidad amorosa de Dios y su gracia para que podamos resistir la prueba y todo lo que de cruz la vida nos traiga.


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ustedes más penas de las que pueden soportar. Fíate de tu Padre Celestial, que está cerca de ti, que te ve, que te ama, que no quiere sino tu felicidad. ¡No dudes de Él! Él sabrá de qué medios se vale para hacer entender a tu santo tío que debe atenderse si no por sí mismo, sí por todos aquellos a quienes hace falta. Hoy mismo voy a escribir al Señor Obispo sobre el asunto de su salud, aún cuando sepa por anticipado que no ha de hacerme caso. ¡Pobre de mi! Bueno, Belencita, no quiero verte achihuilotada, deseo que seas, o te hagas, una mujer fuerte, sensata, serena y sobre todo cristiana. Mujer de fe fuerte y viril que sobre todo lo humano posa su mirada en lo sobrenatural y divino. Que tu corazón sea como el océano, amplio, sereno, imperturbable... ¿me entiendes? Sí, estoy segura. Dios te bendiga. Saluda a tu mamacita, a la Piqui y a Pancho cuando le escribas. Tu pobre vieja tía,


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Mil detalles harán que tu papá viva entre ustedes. Mi buena sobrinita79: Cuánto agradezco tus letras. No te imaginas cuánto estimo que te acuerdes de mí. Mucho gusto me da saber que estás contenta en tu trabajo y que vas mejorando en sueldo, ya que esto servirá de estímulo y procurarás que tu trabajo vaya siendo cada día más eficiente. Ya lo creo que la falta que les hace tu papá ha de ser muy difícil que les pase. Cada día lo recordarán y mil detalles lo harán vivir entre ustedes y sentir el contraste de lo que era el tenerlo en cada momento, con la realidad. Tu novio me simpatizó mucho. Hasta me parece que su fisonomía no me es desconocida. Me imagino que ha de ser un hombre de ideas serias, sesudo, juicioso, y por tanto sabrá apreciar lo que vale mi sobrina, dándole su lugar. Ojalá que con tu trato y buenas cualidades, con tu dulzura y suavidad, sepas sacar todo el partido que puedas, a su buen natural y te formes un esposo verdaderamente cristiano, que pueda conducirte con seguridad entre las espinas del camino. Dios te ayude. Mucho le pido que te sostenga siempre fuerte y serena en el camino difícil que se te presenta, que nunca te venza el respeto humano, sino que obres siempre, según te lo prescribe tu conciencia y sea la voluntad de Dios. Te ruego que saludes con mucho cariño a tu mamá y a la Piqui a quien escribiré muy pronto. No creas que me olvido de rezar por Pancho. Dios lo ilumine y lo haga entender la razón. Bueno Belencita, que Dios te bendiga. Pídele por mí, por favor. Tuya afectísima,

79

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Aguascalientes, 21 agosto 1947.


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Tu alma sea siempre espejo de virtud, de serenidad y de dulzura. Mi querida sobrina80: Por fin se llega ya el día en que Dios Nuestro Señor va a bendecir tu unión con el que va a ser tu esposo. Imagínate cuales serán mis deseos y el objeto de todas mis oraciones de ese día. Que el Señor derrame sobre ustedes con profusión sus bendiciones para que formen un hogar cual tú concibes según las enseñanzas y ejemplos que has recibido. Yo pediré a Nuestro Señor te conceda la luz y fortaleza necesarias para llevar con un gran espíritu las vicisitudes de la vida, a fin de que a través de las penas inherentes al estado que abrazas, tu alma sea siempre espejo de virtud, de serenidad y dulzura. Que la Virgen Santísima te acompañe siempre y sea para ti, Madre y Modelo. Haz presente a tu esposo mis sentimientos de simpatía y que Dios Nuestro Señor los bendiga. Tu tía,

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete, Toluca, 24 noviembre 1948. 80


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Cartas a Nelita Robinson Bours81

Que Jesús te atraiga a su Corazón y te dé a conocer su bondad y su amor. Mi querida Nelita Robinson Bours 82: Recibí tu querida cartita de fecha 3 de este mes, y con gusto la contesto. No creas que me olvido de rogar por ti. Muchas veces le digo al Niño Jesús que te atraiga a su Corazón y te dé a conocer su bondad y su amor para tu alma, para que de ese modo aprendas tú también a amarlo y servirle con todo tu corazón. Sé buena, Nelita, recibe la Sagrada Comunión todos los días y conságrate a ser toda para Jesús. Dios te bendiga. Cuando escribas a tu mamá Angelita salúdala de mi parte.

81

Srta. Nelita Robinson Bours, originaria de Álamos, Son. Pertenece a una distinguida familia de Álamos, bienhechores de la Congregación y amigos de la M. Julia. 82 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Nelita Robinson Bours, Toluca, 27 marzo 1943.


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Que Nuestro Señor te encierre en su Corazón adorable y te enseñe a ser como Él. Mi buena y muy querida Nelita Robinson Bours 83. Aunque sea tarde, vengo a agradecer tu cartita en que me felicitaste por mi santo. Gracias Nelita. En el alma te agradezco tus frases cariñosas, eres tan buena como siempre. No creas que yo te olvido en la presencia de Nuestro Señor; siempre le pido que te encierre en su Corazón adorable y te enseñe a ser como Él, manso y humilde, y siempre sujeto a hacer la Voluntad de su Eterno Padre, en la cual se complacía. Déjate hacer de Dios; ya sea que te consuele y consienta, ya que permita que sufras algunas contradicciones y penas, que siempre te encuentre dócil y humilde, dispuesta a besar con filial adhesión su divina mano. Haz todo el bien que puedas a los pobres, a los que sufren y ten para todos un corazón compasivo y maternal. No hagas caso de lo que piensen o digan de ti las gentes, sino preocúpate solo de tener contento a Jesús y de imitar a tu Madre la Virgen. Ruega por mí. Ya estoy muy anciana y pronto tendré que rendir cuentas de 90 años que tengo de vida. Adiós. No te olvido,

M.H.P.V.M 83

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Nelita Robinson Bours, Toluca, 5 noviembre 1971.


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¿Cómo te has portado con Nuestro Señor? Mi buena y siempre querida Nelita 84: Espero te encuentres sin novedad y en gracia de Dios. No había podido escribirte, porque todo el invierno he estado sintiéndome muy mal de salud. Espero que tú hayas estado sin novedad y que todos tus tíos, tus hermanos y familiares hayan estado gozando de salud y tranquilidad. Cuéntame, Nelita, ¿cómo te has portado con Nuestro Señor? ¿Eres fiel sierva suya, eres obediente a sus inspiraciones? Espero que sí y que procurarás practicar las virtudes propias de tu estado y condición. Sé buena, Nelita, y haz todo el bien que puedas; practica la virtud por amor a Dios y no te importe lo demás. No te olvides de rogar por mí para que pueda yo sufrir con fortaleza y paz todo lo que el Señor se sirva mandarme. Adiós. Saluda a Panchita y que, por favor, rece por mí. Tuya como siempre en Cristo,

M.H.P.V.M.

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Nelita Robinson Bours, Toluca, 14 febrero 1974. 84


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Cartas a Dolores Ávila Dávila 85

Yo estoy velando por ti. Y lo haré hasta el día que me muera, y después, hasta que te vayas a juntar conmigo en el cielo. Mi querida y buena Lolita 86: En el momento mismo que me enteré de tu carta, hubiera querido ponerme a contestarla para decirte una y mil veces, que NO ES CIERTO que el día que te enfermes o te hagas vieja, te vamos a abandonar en la Congregación. NO Y NO. Yo te recogí, ¡ninguna otra Madre ni Hermana! Por tanto, tú me perteneces a mí y como yo soy la Madre de la Congregación, a mí solamente pertenece el disponer lo que a ti te corresponde. Por tanto, te ruego que, ni por un momento creas que te vamos a abandonar o a cobrar lo que no nos debes. Yo te veo como hija y siempre he creído que tú me tenías por Madre. ¿Por qué ahora te vas a creer de lo que te digan otras que no son nada, ni pueden disponer de ti como les parezca? Por favor está tranquila. Luego que yo vea que sea prudente recogerte de la Casa de Guadalajara para que te vengas a vivir aquí, lo haré. Tú no te mortifiques ni creas que estás sola. Yo estoy velando por 85

Lolita Ávila (como de cariño se le llamaba) nació el 20 de mayo de 1900. Su nombre de bautismo fue María Anastasia Bernal Ramírez. Muy pequeña quedó huérfana y fue acogida por la M. Julia en el Orfanatorio, Casimira Arteaga. En el año de 1909 ingresó a la Congregación (MHPVM) la Hna. Dolores Ávila Dávila, hija única de la Sra. Guadalupe Dávila, quedando esta última completamente sola, esto la motivó a adoptar a una niña huérfana y la M. Julia pensó en la niña María Anastasia, quien en la Sra. Guadalupe encontraría una madre y un hogar en donde se formase cristianamente. Al ser adoptada le dieron el nombre de Dolores Ávila. Cuando aún Lolita era joven muere la Sra. Ávila y queda completamente sola. Una vez mas la M. Julia la ampara y ve que complete su educación como alumna interna en uno de los Colegios de la Congregación, en uno de ellos trabajó y murió. Se caracterizó por su caridad, espíritu de servicio y amor a la Congregación. En varias ocasiones se le oyó decir que la M. Julia era su verdadera madre y la Congregación era su única familia (la M. Julia también así se lo manifestó siempre). Fue una mujer caracterizada por vivir el evangelio y sin tener votos llevó una vida austera y pobre. Muere el 24 de octubre de 1985, como una hija más de la Congregación. 86 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Lolita Ávila, Aguascalientes, 3 Junio 1968.


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ti. Y lo haré hasta el día que me muera, dejándote encargada, para después, con una Madre que te cuide hasta que te vayas a juntar conmigo en el cielo. Adiós, escríbeme y dime si me entendiste lo que aquí te digo y si ya estás contenta. Ruega a Nuestro Señor por mí. Tuya,


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La mortificación camino seguro y más corto para llegar al cielo. Mi querida Lola Ávila 87. gusto.

Tengo tu carta del 22 que te agradezco y contesto con mucho

Mira, Lola, cuando tengas que sufrir contradicciones, malas inteligencias, falta de comprensión, etcétera, procura ofrecerlas a Nuestro Señor como una reparación por tus propias faltas y por las ajenas; por los pecadores y por los Sacerdotes y piensa que el camino de las mortificaciones es el más seguro y más corto para llegar al Cielo. Yo nunca me olvido de ti y le pido al Señor y a la Virgen, Nuestra Madre, que te lleven como de la mano por el buen camino. Confío en que ellos me oirán y te llevarán en sus brazos al Cielo. Allí nos veremos. Procura conservar tu alma cerca de Dios. Invoca con frecuencia a la Santísima Virgen y procura tener mucha devoción a la Pasión de Nuestro Señor. Ruega mucho por mí. Tuya afectísima,

87

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Lolita Ávila, Toluca, 28 febrero 1972.


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M. Julia con un grupo de muchachas.

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Diversas Destinatarias88

Nunca exijas con imperio, sino alcanza todo con cariño y dulzura. Mi siempre querida Esperanza 89: Hasta por estos rumbos vino a buscarme tu cartita en que me comunicas tu próximo matrimonio. No sabes cuánto gusto me da saber que has encontrado lo que tanto he pedido a Nuestro Señor para ti, el hombre que te comprendiera, que supiera apreciar lo que vales y darte el lugar que mereces. Me dices que tu novio es ese hombre. Quiera Dios que no te equivoques, sino que, en efecto, sea el que Dios tu buen Padre, te tenía preparado. Cómo quisiera poder estar cerca de ti para decirte cuanto mi corazón quisiera, pero ya que no es posible permíteme rogarte, Esperanza, que al recibir el Santo Sacramento del Matrimonio, te posesiones de que emprendes no una vida de dicha y satisfacciones, sino un calvario en donde el camino está sembrado de deberes y responsabilidades muy sagradas. Para llenarlos, necesitas la gracia de Dios, pídesela como se la pido yo para ti y te la dará.

88

Señoritas: Esperanza Díaz Courder (Cd. Lerdo), Dolores López Padilla (Aguascalientes), Lourdes Rivas (Aguascalientes), Señorita Olivia Vázquez A. (Hermosillo, Son.), Alumnas internas de la Escuela Catequística Diocesana (Aguascalientes), Congregantes "grandes" de Ciudad Obregón, Concepción Torres Soto (Aguascalientes), Alejandrina, Constanza y Mercedes Cervantes Alba (Tlaquepaque, Jal). 89

Esperanza Díaz Courder, conoció a la M. Julia a la edad de 15 años, en Cd. Lerdo de donde es originaria. Es alumna del Colegio y formó parte del Círculo familiar al que asistían muchachas de 5ª y 6ª y algunas exalumnas; este grupo lo atendía, guiaba y orientaba la M. Julia. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Esperanza Díaz Courder, Mazatlán, Sinaloa, 18 Diciembre 1937.


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Tus aspiraciones, los ideales de tu alma te han hecho siempre exigente, anhelas la perfección en los que te aman, ¿no es así? Pues bien, al casarte no ha de seguir siendo así. Serás tú la que has de prodigarte para hacer felices a tu esposo y a todos los que te rodean. Créeme, Esperanza, no busques tu felicidad, sino, olvidándote de ti misma, busca la de tu esposo, procúrasela aún a costa de ti misma. Sé buena, indulgente, suave, afectuosa y abnegada; nunca exijas con imperio, sino alcanza todo con cariño y dulzura. En los primeros días del matrimonio tú serás la reina de tu hogar, aprovéchate entonces para imponer buenas costumbres y establecer un hogar cristiano, donde reine el amor, la confianza mutua más sincera, la nobleza de ideales más elevada. Tu esposo será lo que tú hagas de él; hazlo buen cristiano, depúralo, hazlo mejor de lo que es. En fin, tantas cosas quiero decirte que no quisiera terminar, pero, debo hacerlo. Mis oraciones y sacrificios en estos días son por ustedes para que tanto tú como tu novio se preparen bien y sean tan felices cuanto puedan serlo. Dios Nuestro Señor los bendiga. El 26 estaré en Guaymas, Sonora y allí te recordaré e imploraré las bendiciones de Nuestro Señor para ti. No dejes de avisarme donde se establecen para no perderte de vista. Saluda a tus papás en mi nombre, ponme a las órdenes de tu futuro, y no te olvides de mi cuando sufras o tengas algo que te mortifique. amiga.

Siempre encontrarás en mí el cariño invariable de tu vieja


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Pon toda tu confianza en Dios, Él te cuidará como a las niñas de sus ojos. Mi buena y querida Lola 90: Hasta ahora voy contestando tu carta de abril. Es que he estado con muchas atenciones, y sobre eso mis achaques que, en días me imposibilitan. He tenido mucho pendiente por la enfermedad de Enrique. ¿Cómo habrá seguido? Espero que se haya recuperado y haya vuelto a su estado normal... No dejo de pedir al Señor por Ustedes para que todos se sostengan buenos cristianos sin dejarse influenciar por las teorías de la época. Sobre todo pido por ti, para que seas de Dios y pongas en El toda tu confianza con la seguridad de que no te dejará sola ni un momento, sino al contrario, te cuidará como a las niñas de sus ojos. Pídele a Él por mí, que me dé fortaleza para sufrir hasta que Él quiera llevarme. Estoy mal. Ya no veo con el ojo derecho, me cuesta escribir. Ya voy acercándome a los 90 años ¿qué quieres que quede de esta pobre vieja? Envío saludos para todos. Como siempre te quiere esta pobre,

90

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Dolores López Padilla, Toluca, 17 Junio 1970.


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Comprendo lo amargo de la soledad que experimentarás en tu alma, la comparto contigo. Mi querida Lourdes 91: No me lo has de creer, pero es la verdad, no me sentía con ánimo para escribirte. Es tanto lo que he sentido tus pesares que no podía hacerme el ánimo de hablar de ellos. Desde que supe de tu mamá he ido viviendo día por día contigo y ahora con el desenlace de tu papá te aseguro que no te pierdo de vista, traigo tu recuerdo continuamente en la mente pidiendo al Señor el descanso eterno para ellos y para ti la paz de la resignación perfecta. Yo sé bien que estás resignada y que tomarás con espíritu cristiano la prueba que Dios nuestro Señor te ha mandado, pero comprendo lo amargo de la soledad que experimentarás en tu alma. Esa soledad es la que comparto contigo y la que quisiera aliviar sin encontrar la manera de lograrlo. ¿Quién estará contigo? ¿Estarán Pedrito y su esposa allí contigo? ¿Vas a seguir viviendo con ellos? Cómo quisiera estar allí contigo, no ciertamente para consolarte, pues el consuelo que necesitas sólo de Dios lo puedes recibir, pero por lo menos para manifestarte la parte que tomo en tu dolor y para que tú me contaras lo que te aflige. Cuánto te agradecería que me escribieras para saber de ti, de tu salud, del estado de tu ánimo. Para que me contaras algo de la enfermedad de tus papás, etcétera, etcétera. Por favor dile a Pedrito cuánto simpatizo con su pena, asegurándoles que en mis pobres oraciones, ruego insistentemente 91

María de Lourdes Rivas, nace y vive en Aguascalientes, fue alumna del Colegio de Aguascalientes y la M. Julia Navarrete fue su maestra de piano, además de la amistad que ligaba a la Madre con la familia Rivas; esta joven expresa todo el bien recibido de tan buena Madre en cuanto a orientación, consejos, afecto e interés por todo lo suyo. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Lourdes Rivas, Toluca, 23 agosto 1957.


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por las almas de sus padres, para que Dios Nuestro Señor les dé la gloria que tan bien supieron merecer. Adiós Lourdes, estoy contigo, y con el cariño de siempre me despido. Tuya afectísima,


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Ten fortaleza para sobrellevar todas las contrariedades de la vida. Muy estimada Olivia 92: Contesto tu carta del 23 agradeciéndola de corazón. Mucho gusto me da que sigas con tus buenos deseos y haciendo lo que te aconsejé para conservar la gracia de Dios en tu alma. Ten la seguridad de que si tú te conservas fiel a Dios Nuestro Señor Él no te faltará, pues sólo deja de dárnosla cuando nosotros la despreciamos. Teniendo la gracia de Dios con nosotros, somos fuertes y capaces de practicar las virtudes y tener fortaleza para sobrellevar todas las contrariedades de la vida. No ofendas a Nuestro Señor ten fe en Él y ámalo con todas tus fuerzas. Ama a la Virgen como a tu Madre y ruégale por mí. Dios te bendiga. Tu afectísima sierva,

H.P.V.M.

92

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Olivia Vázquez A., Aguascalientes, 30 Abril 1951. Se encuentra en Hermosillo, Son. Cuando la M. Julia le escribe.


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Jesús será su Maestro, su apoyo y fortaleza y llevándolo en su pecho, se acercarán a las almas. A mis queridas muchachas alumnas internas de la Escuela Catequística Diocesana 93. Siéndome imposible escribir a cada una en particular, por esta vez, vengo a dirigirles estas líneas a todas en general, con el mayor afecto. Muchachas, ya van a terminar su período escolar; creo que ya irán a comenzar sus reconocimientos finales. ¿No es así? Cuánto gusto siento al pensar que vuelven al seno de sus familias, con el gusto y el entusiasmo de haber cumplido un deber, preparándose para desarrollar la vocación que Dios les ha dado como apóstoles de su Sagrada Doctrina. Qué gran satisfacción deben experimentar cuando, al recibir su Crucifijo sientan que Jesús será su Maestro, su apoyo y fortaleza y que, llevándolo en su pecho, se acercarán a las almas y sus palabras podrán penetrar en las almas de sus alumnos con mayor eficacia. Es preciosa su vocación, muchachas, pero, piensen que "nadie da lo que no tiene", por tanto, ustedes deben ser las primeras en poseer el espíritu cristiano. Para conseguirlo les recomiendo que procuren, nunca cometer un pecado mortal, sino vivir siempre en gracia de Dios; siempre que tengan oportunidad, confiésense y comulguen con muy fervorosa contrición. Hagan diariamente su consagración de Catequistas. Sean fieles en sus deberes de cristianas para con Dios, con sus padres y sus prójimos y tengan

93

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de la Escuela Catequística, Toluca, 30 Abril 1956. La M. Julia siempre se interesó por la preparación de las catequistas, por este motivo en 1952 apoya en Aguascalientes el proyecto de la Escuela Catequística Diocesana.


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presente que su misión es, salvar a las almas por medio de la enseñanza del Catecismo. Espero que, al volver a Aguascalientes, tendré oportunidad de verlas. Mientras tanto, desde aquí les doy mi bendición y les ruego no me olviden en sus oraciones para que pueda cumplir siempre la voluntad de Dios Nuestro Señor. De ustedes sierva en Cristo,

M.H.P.V.M.


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Dios tiene por ustedes una predilección especial, pues quiere que hagan el oficio de Apóstoles. A mis queridas muchachas internas de la Academia Catequística Interparroquial94. Con verdadera satisfacción me enteré de sus muy gratas cartitas. De buena gana les contestaría a cada una en particular, pero, son muchas y yo tengo aquí atenciones urgentes, por esto me van á permitir que en esta carta les conteste a todas con el cariño y estimación más sinceras. Ustedes no se pueden imaginar el gusto y la satisfacción que siento, viendo que siguen con entusiasmo sus estudios y que son fieles a Dios Nuestro Señor aprovechando la oportunidad que Él les da de poder conocerle mejor y comprender su sagrada doctrina. Es indudable que Dios tiene por ustedes una predilección especial, pues quiere que hagan el oficio de Apóstoles y por esto las reunió en ese Cenáculo de la Pureza de María para que nutriendo y alimentando sus almas con las verdades santas de la fe cristiana, y al calor y amparo de la Inmaculada Virgen María, vayan después, rebosando de espíritu cristiano, a difundir en sus Parroquias el suave olor de Cristo 95. Dios Nuestro Señor quiere que sus almas se llenen de vigor y fortaleza, que aspiren allí entre las Hermanas el suave perfume de la sencillez, del amor de Dios, del celo por la salvación de las almas; quiere el Señor que sus inteligencias se despierten y se dignifiquen con el conocimiento de las verdades de nuestra santa fe, que sepan 94

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas de la Academia Catequística Interparroquial de Aguascalientes, Tecate, Baja California, 31 Diciembre 1952. 95

Este deseo de la M. Julia es el expresado por Pablo a los Corintios: “Nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo” (2Co 2, 15), verdad grandiosa que refleja nuestra dignidad en el Hijo, eso quiere Pablo para los Corintios y la M. Julia para las jóvenes catequistas, servidoras de la Palabra y medio del que Dios se vale para difundir su conocimiento.


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apreciar la gran dignidad de ser cristianos y lo que valen las almas redimidas por Nuestro Señor Jesucristo. Sean fieles, pues, a Dios, mis queridas muchachas; aprecien el llamamiento de Nuestro Señor, aprovéchense cuanto puedan y recuerden lo que muchas veces les he repetido: ¡NO PEQUEN! ¡CONSERVEN SUS ALMAS LIMPIAS! TENGANSE CARIDAD, SOBRELLEVENSE MUTUAMENTE Y VIVAN EN PAZ CON DIOS Y CON SUS PROJIMOS. ¡Rueguen por mí! Mucho las ama en Cristo Nuestro Señor su, Madre Julia H.P.V.M.


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No hay cosa mejor que sujetarnos a la Voluntad de Nuestro Padre Dios. Mis queridas muchachas Catequistas96. Con verdadero cariño les dirijo estas líneas para contestar sus cartas que recibí ayer con verdadera satisfacción, Dios se los pague. Me da gusto saber que están contentas y que estudian mucho para salir bien en sus pruebas. Esto es lo que en estos momentos de su vida, les pide Dios Nuestro Señor y no pueden hacer cosa más santa y más buena que esa. Recuerden que no hay cosa mejor que sujetarnos a la Voluntad de Nuestro Padre Dios, y si en este tiempo Nuestro Señor quiere que ustedes se dediquen a prepararse para ser más tarde apóstoles de su sagrada doctrina, en esto está la felicidad de ustedes y el mayor bien que pueden hacer tanto a su propia alma, como a las de sus familiares y a las de los niños a quien tienen que instruir, es el estudiar con empeño y entusiasmo. Tengan pues mucho ánimo y alegría. Pidan al Espíritu Santo sus luces y Él las ayudará. Ya va a comenzar la Novena de la Virgen Inmaculada. Es necesario celebrarla con mucho amor a la Virgen y mucho entusiasmo. Díganle a la Hermana Esperanza que todos los días a la hora del Rosario se las rece y durante el día propónganse obsequiar a Nuestra Virgencita Inmaculada con tres clases de obsequios. Primero, la Sagrada Comunión muy devota y fervorosa; segundo, tres actos de vencimiento propio o de mortificación; y tercero, un acto de caridad con sus compañeras. Les aseguro que con esto la Santísima Virgen va a estar muy contenta y el día 8 de Diciembre derramará sobre ustedes sus gracias a manos llenas.

96

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Muchachas Catequistas, Toluca, 25 Noviembre 1954.


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Ya saben que yo no las olvido; cada día y por cada una pienso y pido a Nuestro Señor, no las olvido. Pronto nos veremos y mientras tanto encomiéndenme al Señor para que haga yo su santa Voluntad. Su afectísima en Cristo,


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Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero con un grupo de alumnas.

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Procuren conservar siempre sus buenos sentimientos, la pureza de su alma y la limpieza en sus pensamientos. Mis queridas Congregantes "grandes" 97 de Ciudad Obregón 98: Con verdadero gusto recibí su grata cartita, sintiendo verdadera satisfacción en saber que aman a su madre la Virgen y desean mostrarse fieles hijas suyas. Créanme que, cuando encuentro esos buenos sentimientos en las muchachas, experimento la sensación de entrar en un huerto fresco, ameno, lleno de aromáticas flores. Con cuánta complacencia, verá Nuestra Madre Inmaculada esos santos deseos que ustedes cultivan para Ella. ¡Está el mundo tan corrompido y las almas de las jóvenes tan poco limpias! Ustedes procuren conservar siempre sus buenos sentimientos, la pureza de su alma, la limpieza en sus pensamientos, aún cuando para ello tengan que sacrificar algunas satisfacciones. Den buen ejemplo a todas sus compañeras y sobre todo en su hogar y en el medio social en que viven de tal manera que todo el mundo cuando las vean y las traten puedan decir con verdad: "esta es una joven verdaderamente cristiana". Procuren sacrificarse un poco sufriendo la molestia que me imagino es para ustedes el traer sus vestidos con manguita, no transparentes, ni demasiado escotados. El sacrificio que les cueste ofrézcanlo a la Virgen purísima y verán cuán amable y bondadosa va a ser Ella para ustedes. Díganle a la Hermana Teresa Cervantes que les explique bien lo que es el "Año de la Inmaculada" 99 que va a comenzar el próximo 3 de Diciembre y ya me contarán todas las buenas cosas que harán durante él. 97

La Congregación Mariana es una obra apostólica donde se honra en modo especial a la Sma. Virgen María, normalmente en los colegios de la Congregación existían con mucho arraigo estos grupos de niñas pequeñas y de más grandecitas o adolescentes. 98 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Congregantes grandes de Ciudad Obregón, 5 Noviembre 1953. 99 El Papa Pío XII hace la solemne apertura del Año Mariano que se extiende hasta 1954.


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Con todo mi corazón les agradezco lo que me van a mandar de ropa usada pues ustedes no se imaginan cuantos pobres se remedian. Dios Nuestro Señor y la Virgen Santísima las bendigan. Su afectísima en Cristo,

H.P.V.M.I.


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¿Qué te puede suceder si vives en los brazos de un Dios Omnipotente y fidelísimo? Mi buena y querida Concha100: Aunque con algún retardo recibí tu carta. ¡Cuánto he pedido al Señor y a la Virgen por ti! Que te dieran fortaleza para sostenerte en lo que comprendes ser lo más conveniente, es decir en apartar de ti esa tentación, pues así la considero. ¿Que si hiciste mal en sostenerte? No, de ninguna manera. Al contrario, te portaste como una hija de Dios. Ese era tu deber. ¿Cómo vas a admitir a un hombre vicioso que si, ahora que trata de conquistarte no se contiene, menos lo hará cuando ya te tenga segura? Domina esa nerviosidad que sientes con la confianza inmensa en Dios y en la Virgen. ¿Qué te puede suceder si vives en los brazos de un Dios Omnipotente y fidelísimo? Ni él ni ningún otro puede perjudicarte en lo más mínimo 101 si Dios Nuestro Señor no se los permite. Yo creía que ibas a venir a México a la Asamblea, pero veo que no te es posible, y tienes razón, Dios suplirá para que no se perjudique en nada la Organización. Veo que Nuestro Señor los ha probado de varias maneras. Bendito sea, pues, esas pruebas indican que Él los tiene presentes y los lleva por camino seguro que es el que lleva al cielo, el de la Cruz. En las familias se ven esas crisis con frecuencia, pero tengo para mí que ese es el modo como Dios acostumbra cobrar a los padres de familia la contribución con que ha de comprar la felicidad de sus hijos. 100

101

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Concepción Torres Soto, Toluca, 7 Agosto 1955.

Admirablemente y de forma sintética la M. Julia aborda el tema tratado por Pablo en la Carta a los Romanos: el Himno al amor de Dios; “si Dios está con nosotros ¿quién contra nosotros?...en todo esto salimos más que vencedores gracias a aquel que nos amó”. Cfr. Ro 8, 31-39.


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Le he pedido a Nuestro Señor que le dé a Adolfo control, luz y fortaleza para salir adelante con sus compromisos y que tú sigas siendo buena hermana para ayudarle. El tiempo de prueba pasará, como sigue la calma a la tempestad, vendrán días mejores, no lo dudes; pues que, ¿no conocemos la Bondad y Providencia de Nuestro Padre Dios? Saluda mucho a tu mamá y las muchachas, incluyendo naturalmente a Josefina y sus chicas; sigue siendo buena hija de Dios y de la Virgen; ten confianza y filial abandono en ellos y resérvate el grande y sincero afecto de esta tu vieja M. Julia


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Lo primero de lo primero, es buscar la voluntad de Dios, libre de todo apasionamiento. Mi querida Concha 102: Verdadero gusto fue para mi recibir tu carta del 30 de Julio. Gracias por tu felicitación, tus buenos deseos y oraciones. Dios Nuestro Señor te pague todo. No sabía que tu mamacita hubiera estado tan grave. Sea por Dios y El se las guarde todavía. Me causó verdadera extrañeza lo que me cuentas, que probablemente te salgas del Comité Diocesano. Yo preferiría que no te salieras pero, a ver qué te aconseja el Padre Antonio. Lo que te recomiendo es que, no lo hagas dejándote llevar de algún puntillo de amor propio o cosa semejante sino que busques con toda rectitud la voluntad de Dios aún cuando tengas que pasar sobre ti misma, o vencer tu orgullo, o disculpar algún desaire recibido, etcétera. Lo primero de lo primero, es buscar la voluntad de Dios, libre de todo apasionamiento. Así debemos obrar los cristianos. Dios te ayude. Por lo demás, encantada de que la Presidencia de la Congregación esté en tus manos. Con toda mi alma pediré a la Virgen te ayude para que seas el alma de todas esas buenas Hijas de María y las lleves a Dios, a Jesús por María. De mis males te diré que, sigo enferma de mi artritis en las vértebras y en la cadera del lado derecho, lo cual no me deja moverme con libertad, sino que tengo tiesa la cabeza y la pierna y con bastantes dolores, pero..... la voy pasando, un día con otro. De algo me he de morir. Poco me falta.

102

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Concepción Torres Soto, Toluca, 3 Agosto 1957.


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Voy a terminar, Conchita, no sin prometerte empeñarme en suplicar Nuestro Señor y a la Santísima Virgen te ayuden, te iluminen y te bendigan. Saluda de mi parte a tu mamacita y hermanas, muy particularmente a Josefina y las niñas. Dios te bendiga. Pide por mí. Saluda a todas las muchachas exalumnas, de mi parte. Tuya,


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Dios derrame en sus almas el consuelo de la fe. Señoritas Alejandrina, Constanza y Mercedes Cervantes Alba 103. Me sorprendió la esquela de defunción del Doctor Salvador. Sabía estaba enfermo, pero no lo consideraba grave. ¡Sea por Dios! ¡Benditos sean sus juicios y disposiciones! Me imagino la grande pena de ustedes y como se sentirán desamparadas sin la protección que en él encontraban. Créanme, mis muchachitas, que sufro con ustedes tanto por el aprecio que el Doctor me merecía, cuanto por considerar lo que este acontecimiento significa para ustedes. Siento en el alma su pena y uno a las suyas mis pobres oraciones por el pronto descanso del alma de Salvador. Deseo que me sientan muy cerca de ustedes y que hagan presentes a todos sus hermanos mis sentimientos de condolencia. Dios Nuestro Señor derrame en sus almas el consuelo de la fe y resignación cristianas y lleve muy pronto a gozar de su vista, el alma del Doctor que fue tan cristiano y caritativo. Con mucho afecto,

M.H.P.V.M.

103

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Alejandrina, Constanza y Mercedes Cervantes Alba, Aguascalientes, 2 Enero 1969. Familia con quien la M. Julia guarda establece relaciones de amistad en Tlaquepaque, Jal.


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Socorrito de Le贸n de Ortega con sus hijas Rosita y Adela

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Desde el cielo tu mamá vela por ti y te ayuda. Mi querida Rosita104: ¿Qué podré decirte, ante tu profundo sufrimiento y pena por el fallecimiento de tu mamacita? Créeme que, si Ustedes están sufriendo profunda tristeza no la sufro yo menos al considerarlos y sentir el hueco tan grande que tu mamacita deja en el corazón de sus hijos. Pero Rosita, Dios que es un Padre misericordioso y santo, creyó conveniente darle a tu mamacita el descanso que merecía por su vida entregada a sus deberes, trabajosa y muy difícil a veces, y se la llevó cuando Él en su infinita sabiduría lo creyó más conveniente. Ella está en el cielo, así lo creo. Lo merecía. Ustedes se quedan para mantener los lazos de la familia y comprobar que, la educación que tu mamá les dio fue muy buena y delicada. Sé buena, valiente y virtuosa, Rosita, y reconoce que al faltar tu mamá, Dios te pone en su lugar para que cuides a tus hermanos Juanito, Elenita y Lupita. Te deja también responsable a mi juicio, de la atención de tu papá y ésta es una delicada parte de la herencia de tu mamá. Acepta tus responsabilidades y está segura de que desde el cielo tu mamá vela por ti y te ayuda. De mi parte, al participar íntimamente de tu pena, te ofrezco mis oraciones continuas con todo mi cariño. Dios Nuestro Señor te bendiga y te ayude, como se lo pido. Tu afectísima,

104

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Rosita Ortega de León, Toluca, 20 agosto 1972.Carta de pésame que envía la Madre Julia a Rosita la hija de Socorrito Ortega por el fallecimiento de esta querida hija y amiga. Quizá el lector se pregunte hasta aquí ¿cuál no sería el sufrimiento de la madre Julia al fallecer esta querida persona, su hijita como le llama a veces?. Lástima que ninguna carta posterior nos revele esta pena tan íntima y profunda, o quizá la Madre dio gracias a Dios porque se le adelantó y Socorrito no sufrirá sola, más penas.


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Sierva de Dios Julia Navarrete con un grupo de señoras en la Casa Central de las Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María, en Aguascalientes.

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Introducción a las Cartas a Señoras Paso a paso la M. Julia acompaña y padece la misma vida de la mujer, no es la esposa y la madre anónima a quien dirige sus palabras, es la mujer con historia, con nombre, con rostro, con su fisonomía aún espiritual a quien la M. Julia acompaña. Es de suma importancia, ver en modo especial a la anciana Madre Julia sufrir hasta sus últimos días con las penas de las madres y esposas, aún en el último año de su larga y fecunda vida tenemos correspondencia que refleja el interés, cariño y oración por ellas, y por lo que ocupa y preocupa a su corazón. Al acercarnos a estas páginas, vamos a ver en ellas el reflejo de la vida de muchas mujeres esposas y madres, la M. Julia nos desvelará con una especial ternura femenina el sufrimiento de muchas de ellas, sus angustias y esperanzas, las hará suyas y nosotros nos acercaremos a este vía crucis de la historia con la certeza misma que nos comunican Cristo, María, la M. Julia y tantas mujeres que han pasado a la historia creyendo y esperando una vida mejor: la resurrección. Por eso con Juan Pablo II decimos: “ Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida” 105 Carta a las Mujeres No. 2 Antes de leer estas cartas, estás invitada e invitado a descalzarte pues el recinto al que vas a entrar a través de esta lectura, es un lugar sagrado 106 al que hay que entrar con sumo respeto y reverencia, pues es parte de tu misma historia, la historia de muchas esposas y madres, es pues la misma vida de Dios. Cada carta reflejará y te permitirá intuir los sentimientos de quien le ha escrito con anterioridad a la M. Julia, quizá te lleve a palpar el sufrimiento que se esconde tras este intercambio de experiencias; ojalá te lleve asumir de alguna forma el sufrimiento, angustia y a ratos desesperación de tantas madres y esposas: aquellas que viven crisis en su matrimonio, las que 105 106

JUAN PABLO II, Carta a las Mujeres, Cd. del Vaticano 1995, n. 2. Cf. Ex 3, 5.


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velan y oran ante el lecho de su hijo enfermo, las que lloran la pérdida de uno de sus hijos, las que experimentan la dificultad para encaminarlos por el camino de los valores cristianos y de aquellas otras que hoy no tienen lo indispensable para proporcionarles pan, vestido y un techo donde vivir dignamente. Así pues, estás invitado a abrir tu corazón y dejar que resuene en ti la historia de estas mujeres, ¿acaso alguna puede ser tu madre, tu esposa o tu hermana? Abre el corazón al consejo de la Madre Julia y descubre en ella a través de sus cartas el caudal de ternura femenina, la empatía con quien sufre, el dolor solidario y su cercanía cariñosa. Encontrarás en estas cartas a una amiga y una madre encarnada en la historia, y formando parte de la historia de cada una de estas mujeres y su familia, quienes han recibido por medio de esta Madre la brisa suave y la caricia materna de Dios.


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La Señorita Socorro de León (abajo a la izquierda), a quien la M. Julia envía una serie de consejos y una abundante correspondencia cuando ya es casada.

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Correspondencia a Sra. Socorro De León107 Consejos a la Señora Socorro De León De Ortega108 1.Socorro: mi primer consejo es que seas siempre una perfecta cristiana. Ten espíritu cristiano, piensa conforme a Cristo 109, juzga de las cosas según el espíritu de Cristo. En esto está el secreto de tu felicidad temporal y eterna. 2.Cifra tu felicidad en hacer felices a los que te rodean. Si para ello es necesario sacrificarte, hazlo, en el cielo hallarás la recompensa. 3.En cualquier momento, en cualquier lugar, con cualquiera compañía, pregúntate ¿Qué bien puedo hacer yo aquí? 107

La Sra. Socorro de León de Ortega (a quien la Madre Julia llama cariñosamente Socorrito o Coyín) nace en la Cd. de Aguascalientes, el día 27 de septiembre de 1917, siendo sus padres el señor Rosendo de León Muñoz y la Sra. Matilde Villalpando Pérez; familia de profundos principios cristianos. Su padre muere a muy temprana edad, dejando al cuidado de su esposa a sus hijos aún pequeños. La M. Julia conoce a la familia, se ofrece a ayudarla y se hace cargo de la educación de Socorro. Siendo aún muy joven, Socorro conoce a la Madre Julia Navarrete, a quien como ella señala, Dios puso en su camino; por invitación y a instancias de la Madre, se traslada como interna al Colegio Montessori de la ciudad de Toluca, Méx. Ahí cursa su carrera comercial. Dice ella: “A la Madre Julia la amo con ternura espiritual incomparable”; le brindó todo su apoyo moral y material. El cariño de la Madre Julia, fue sumamente valioso en su vida, con ternura relata que lo que le debía a la Madre no era posible explicarlo, pues su cariño y protección fueron tan sublimes y grandes, que sólo Dios sabe lo que representó en su vida. Acompaña a su esposo el Ing. Luis Ortega Douglas en su trayectoria política, primero como Presidente Municipal (1950) y posteriormente como Gobernador del Estado de Aguascalientes (1956) realizando como primera dama una gran labor en pro de la niñez de Aguascalientes. Como madre de familia fue una mujer ejemplar, formó una familia de ocho hijos. Falleció en la ciudad de México el 19 de agosto de 1972. Cabe señalar que hasta esta fecha, la Madre Julia fue su confidente, su madre espiritual y protectora, derrochando para ella y para sus hijos todo su cariño. Testimonio de este cariño es la vastísima correspondencia que la Madre Julia le envía, misma que nos permite conocer los sentimientos profundamente humanos y cristianos de la Madre, así como su gran ternura. 108 NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Consejos, Aguascalientes, 22 febrero 1964. 109 Insiste la Madre Julia en la teología paulina, Cf. 1 Co 2, 16: “Nosotros poseemos el modo de pensar de Cristo”, dice Pablo refiriéndose a los cristianos.


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4.Acuérdate de que no hay nada tan grande como la serenidad de espíritu. 5.-

Una gran felicidad no comporta la alegría.

6.No te repliegues sobre ti misma; no intentes evocar en los rincones de tu alma ecos de sentimientos dolorosos o personales. Sal de ti misma. 7.Recuerda que los hombres por virtuosos que sean tienen defectos, pues no fueran hombres si no los tuvieran. 8.Socorro: Sufre, dulcifícalo y sopórtalo todo en silencio. Es preciso sembrar con trabajo y angustia, para recoger con gozo, consuelo y dicha 110. San Francisco de Sales. 10.- “La amistad se ríe de las distancias, se burla del espacio y une a las almas al través de los mundos”. San Agustín. 11.- “¡Señor, dame la sonrisa! La vida me ha amargado, la orgullosa impaciencia me ha endurecido, la actividad absorbente me ha hecho brusco. ¡Ablanda mi aspereza! ¡Pacifica mi rostro! Ponme en el alma la armonía y en la palabra la dulzura”. A. Junco. 12.- Nunca tomes determinación alguna de trascendencia antes de pesarlo muy bien y orar en la presencia de Dios. 13.- Busca en todo, no tu propio gusto y satisfacción, sino la voluntad de Dios, tu deber y la felicidad de los que amas. 14.- Ama a Dios y busca siempre agradarle en todo, no tomando en cuenta si te gusta o no, lo que Él quiere que hagas.

110

Cf. Sal 126, 2.5-6.


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15.- Ten fe en Dios aún cuando te parezca que no te oye ni te concede lo que pides. Cree con fe segura que es tu Padre y te ama con amor eterno 111 y no puede permitir ni querer nada que no sea para bien de tu alma. 16.- Cuando sientas que tu alma no encuentra en las criaturas la satisfacción que ambicionabas, levanta tu espíritu y búscala sólo en Dios. 17.- La Cruz nos une a Cristo con el más estrecho lazo, es el sello indeleble de la perseverancia y predestinación final y la fuente de la eterna dicha. 18. – Socorro: Durante 3 años he procurado enseñarte a sufrir. Esta es la vida, sufrir penas morales o físicas, y aquél es feliz, que se convence de que sólo en el cielo podrá dejar de sufrir. Pero ¿se puede ser feliz en el dolor? Seguramente que sí, con tal de que sepamos resignarnos y aceptar lo que Dios quiera mandarnos. 19.- Recuerda que Dios es fiel y no puede permitir que suframos más de lo que podemos sobrellevar 112. 20.- Arroja en Dios el cuidado de tu porvenir. Confía en Él y te prometo que serás feliz en esta vida y en la otra. 21.- Señor ¡Ablanda mis asperezas, pacifica mi rostro, ponme en el alma la armonía y en la palabra la dulzura! A. Junco. 22.- No te detengas a pensar en tus propios sufrimientos. Atiende al bien que puedes hacer a tu rededor. Sal de ti misma. 23.- Ama con amor sobrenatural, esto es, busca el bien de la persona amada no tu propia satisfacción. 111

Cf. Is 54, 8. La Madre Julia apoyándose en el pensamiento de Pablo, anima a Socorrito a sufrir confiando en la fidelidad de Dios. Cf. 1 Co 10, 13.

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24.- Socorrín: ¿Verdad que ya vas entendiendo prácticamente que no hay amor sin dolor? Ya has experimentado cuánto cuesta amar, sobre todo cuando se quiere amar, con amor sobrenatural. Y, este amor sobrenatural es el único que conviene a una joven cristiana. Por tanto, debes estar firme en tu deseo de que el amor para el que llegará a ser tu esposo, (D. M.) sea tan grande, tan sólido y tan sacrificado, que nunca disminuya ni mucho menos se eclipse, antes por el contrario, se robustezca y encuentre su máximum en el absoluto sacrificio de ti misma, en la donación y entrega completa de ti misma. 25.- Ten paciencia y espera. Dios te ha de dar la felicidad que te ha prometido si le eres fiel conservándote limpia. 26.- No quieras encontrar en los goces materiales de la vida la felicidad. No está allí Socorro, no; la felicidad está dentro de ti misma. El secreto para encontrarla está en la total abnegación de ti misma, buscando sólo la felicidad de los que amas. 27.- Tu alma está ansiosa de amor, de felicidad. Pero mi Socorrín, el amor va siempre cubierto de espinas y no podrás saciarte de él sin ensangrentarte el corazón. Sufre, abniégate, perdona, sé indulgente y yo te prometo que llegarás a la meta. 28.- Mi Socorrín: Ante todo insisto en que tengas una grande fe y confianza en Dios. Cree con fe segura que es tu Padre y te ama con amor eterno113 y no puede permitir ni querer nada que no sea para bien tuyo y de tus hijos 114. Convéncete de que como buena y cristiana Madre de familia debes pagar un tributo de sacrificio que

113

Cf. Is 54, 8: “El amor con que te amo es eterno”, es la certeza que comunica el profeta Isaías, es el testimonio y anuncio de Jesús y es la certeza que comunica la Madre Julia, especialmente la recuerda en los momentos de sufrimiento. 114 Cf. Ro 8, 28: “Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman”.


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exige la educación y felicidad de tus hijitos. Ese es el patrimonio de la Maternidad, el sufrimiento. Pero, qué premio tan grande, ¡qué corona vas a recibir el día que llegues al cielo! 115. Acércate a Dios por el sufrimiento. Que las penas no se conviertan para ti en veneno que intoxique la vida de tu alma, sino por el contrario, que sean depurativo eficaz que te eleve sobra las banalidades y miserias de este mundo y te hagan apta para comprender la verdad, la realidad, a la luz de la fe cristiana. 29.- Socorrín: En esta población de Toluca en que, tanto sufriste, pienso en ti y pido al cielo bendiciones para ti, para tu esposo y tus hijos. Quisiera poder inyectarte en las venas del alma la fortaleza que te es tan necesaria en los mil azares y penas de tu vida. Me consuela pensar que, después de una época más o menos larga de sufrimientos ha de llegar para ti la calma y la serenidad, alcanzada a fuerza de abnegación y de cumplimiento del deber. Ten fe, fe grande en Dios; la fe todo lo resuelve al alma cristiana. Las criaturas, los humanos, no pueden llenar nuestro corazón y cuando esperamos de ellos la felicidad, solo recibimos decepciones y desconsuelo. Por esto, hay que buscar nuestro descanso en lo sobrenatural, en Dios. "Inquieto y triste estará tu corazón mientras no descanse en Dios". 30.- Socorrín muy querida: Todo mi corazón quisiera abrirte para que sintieras el cariño con que te envío estos consejos. Veo perfectamente tus penas y sufrimientos, y, no me llaman la atención. Eres un alma destinada a sufrir, siempre te lo he dicho. ¿Qué hacer pues, cuando la Providencia por un conjunto de circunstancias nos lleva al sufrimiento? Te aseguro que lo que te 115

Cf. 1Co 9, 25. Pablo invita a lo cristianos de Corinto a luchar también por una corona incorruptible, en lenguaje de la Madre Julia es el premio o corona por tanto sufrimiento padecido por Cristo.


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manda es para tu bien, nunca para tu mal. No vemos las ventajas del dolor, pero la fe nos dice que, si Dios lo manda es bueno. Créelo así mi Socorrín y lleva, como lo haces ya, con resignación santa todas tus penas. Ten calma, no te excites y ofrece al Señor cada momento, tus dolores. Ya verás en el cielo cuán grande será tu corona. La Virgen Santísima sea tu Madre y Ella te sostenga. Ve a las criaturas como son; injustas, incomprensivas, y no esperes de ellas lo que no te pueden dar. Dedícate a Dios y a tus hijos y no hagas caso de las aberraciones humanas. Sé buena, mi Socorrín. Ya sabes que estoy contigo y pido continuamente por ti.

Mi Socorrín muy querida: 31.- Dices bien; la vida en la actualidad es una lucha contra el mal y el pecado y para verse libre de las sugestiones del ambiente hay que tener sentido cristiano, esto es, una facilidad de conocer, juzgar, discernir y resolver en cada caso de la vida, lo que se debe hacer o dejar, lo que es bueno o malo de alguna manera, conforme a la fe que profesamos116. En el mundo se desarrollan otros sentidos, como el de la vanidad y de la soberbia, el instinto de la diversión y del placer, el del interés, el tacto del dinero, etcétera, etcétera. Todas las santas e incorruptas ideas de la moral cristiana, que la Iglesia quiere mantener incólumes, están desterradas como exageración y eso aún entre los que se llaman católicos y comulgan con frecuencia.

116

Cf. 1 Ts 5, 19


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Es necesario conservar el sentido cristiano, Socorrín, sobre todo la madre de familia tiene esta sagrada obligación. ¿Sabes cómo?, procurando se lleve en el hogar la vida cristiana práctica. En ella poco a poco, y sin sentir, el niño se va empapando en los principios cristianos y adquiriendo modos de ver y juzgar las cosas, intuiciones, instintos que no se borran jamás, sino que perseveran a través de todas las borrascas y diluvios de lodo que el vicio y la pasión pudieran desatar sobre el corazón y espíritu del joven y del niño. 32. - Socorrín, ama a Dios, así tendrás sentido cristiano y para amar a Dios, comulga con frecuencia. ¡La comunión! Nada tan fuerte para librarnos del pecado. Nada hay tan lúcido para iluminar al alma con la fe. Nada hay tan dulce para dar consuelo y esperanza. Nada hay tan cristiano para hacer cristianos a los hombres. ¿Quieres ser feliz? ¿Quieres que tu vida sea plena, completa? Ama a Dios, a tu esposo, a tus hijos sin egoísmos, dándote plenamente, como creo que ya lo haces, pero siempre con la mira de llevarlos contigo a la verdadera felicidad, sin olvidar el enseñarles, como tú ya lo has comprendido en la práctica y realidad de tu vida que no hay rosas sin espinas y que la copa de la felicidad, llega a nuestros labios, siempre a medias, nunca derramándose. Sólo será la dicha total, en el cielo, donde yo espero verte rodeada de los tuyos gozando para siempre. Ya sabes cuánto y qué bien te quiere esta pobre viejita H. J. 33.- Socorrín: Ahora que te sientes tranquila que no tienes cosas que te perturben trabaja en tu santificación, sirve fielmente a Dios, sé generosa con Él agradeciéndole lo que te da y devolviéndoselo en sus


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pobrecitos, en los huérfanos, en los desamparados. Lo que hagas por los pobres y pequeños por Dios lo haces 117. 34.- Las inspiraciones de Dios son como un viento suave118 en el mar de la vida, que disipa las tinieblas de nuestra mente, la ilumina con luz celestial y nos impulsa suavemente a abrazar lo que antes aborrecíamos. Las manda Dios y son espíritu de luz, de serenidad, de paz: óyelas y tu corazón se sentirá lleno de luz y verdadera felicidad. 35.- La madre es uno de los seres más augustos y venerados que hay en la naturaleza, porque es la personificación del más verdadero de los amores.

No es el amor de concupiscencia el que forma a la Madre, sino el amor más de benevolencia que puede darse, con sus dos componentes esenciales en la tierra, de abnegación y de sacrificio. Una Madre es la trasfusión de sí misma en su hijo. Un continuo salir de sí misma en su hijo, para reproducir en él lo que es ella. 36.- No puede negarse que un hijo por ser libre puede y suele apartarse de las costumbres de su madre, pero si ésta es diligente y prudente acabará por imponer a éste su carácter y el carácter de la familia. Todo hijo aún en medio de sus vicios y virtudes nunca deja de sacar en su carácter personal el aire de familia; y en medio de todos los licores que el mundo va vertiendo en el corazón humano, siempre sobresale el bien primero, el vino añejo de la educación de la familia que vertió la madre, el espíritu materno que ésta le trasfundió con la vida del hogar durante la convivencia de los veinte primeros años de la vida del hogar. Entonces es cuando la madre pega, diré al hijo su honradez, su nobleza, su pureza y dignidad. 37.- No hay beneficio mayor, ni más necesario y propio del hombre en toda la naturaleza que la familia. ¡Sólo por Dios se puede dejar! Por eso siempre ha sido la familia considerada como una cosa santa, y el 117

Cfr. Mc 9, 37; Mt 10, 40-42; 18,5; Lc 9, 48. Cf. 1 Re 19, 12 b-13; quizá en este consejo la Madre Julia se inspira en la experiencia de Elías en el Horeb, cuando reconoce el paso de Dios en una brisa suave. 118


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hogar como una especie de templo, y la paternidad como un género de Religión. 38.- El tesoro más sagrado es el de las tradiciones y recuerdos de familia. En ningún sitio se practican y realizan mayores actos de virtud y heroísmo que en la familia y por la familia. Lo que un padre, lo que una madre, hace y sufre por sus hijos, no llama la atención pero no es capaz de hacerlo nadie. La madre de familia que ha infundido en sus hijos la fe que ella lleva entrañada, puede estar segura de que conservarán de ello recuerdos dulcísimos, queridos e irresistibles de los cuales jamás podrán apartarse. La maternidad cristiana es una trasfusión de la madre al hijo en virtud de la cual aquella inspira y trasfunde a su hijo, primero el ser natural en la sangre de sus venas y en la leche de sus pechos; luego el desarrollo corporal y movimiento para las acciones de la vida, mediante una vida de sacrificio en los años de la infancia, después las cualidades personales que forman el carácter de cada uno, y, en fin, la piedad y virtudes cristiana119. Cuán necesario es que la madre sea verdaderamente cristiana y virtuosa. El hijo saca las virtudes y defectos de la familia más aún que los rasgos de la cara. La raíz de las virtudes del hijo está en la casa y la semilla la puso la madre. 39.- Desgraciado el hijo que crece huérfano de Madre y casi más desgraciado el que tiene madre que no sirve para madre. 40.El hijo educado en la religión y en la virtud aún cuando en el curso de la vida las pasiones lo arrastren y cieguen la fuente de la bondad que atesoró la madre en su corazón de niño vuelve a brotar la

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Es iluminante lo que al respecto afirma el Papa Juan Pablo II, sobre la maternidad. Cf. La dignidad y vocación de la mujer, n. 18 y 19. “ ...La maternidad conlleva una comunión especial con el misterio de la vida que madura en el seno de la mujer. La madre admira este misterio; con intuición singular comprende lo que lleva en su interior...”


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fe y la virtud, apenas la gracia aparta el barro que cubre el manantial, es decir apenas se calmen las pasiones y se quiten los pecados. 41.- Una madre buena es una de las mejores bendiciones en una familia. Hay una Madre en el mundo la más santa de todas las criaturas y la más madre de todas las Madres 120. María Madre de Dios y Madre de los hombres121. A Ella te encomiendo, Socorro, para que infunda en tu corazón de oro el néctar de la virtud y de la verdadera santidad para que pasando y trasfundiéndose de tu corazón al corazón de tus hijos la virtud cristiana, formes una familia modelo y gocen en esta vida y aún más en la otra de verdadera y auténtica felicidad.

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Cf. La dignidad y vocación de la mujer 19. Cf. Jn 19, 26-27; que nos lleva a afirmar El dogma de la Maternidad Divina, el cual se refiere a que la Virgen María es verdadera Madre de Dios y fue solemnemente definido por el Concilio de Éfeso (año 431.) Nosotros lo creemos como verdad de fe y lo hacemos nuestro al proclamar en nuestra vida y oración que María es Madre de Dios.

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Toma las cosas y las personas como son. No quieras esperar lo que no te pueden dar. Mi Socorrín muy querida122: ¿Cómo habrás estado? Llevo algunos días de traerte presente más que otras veces y pensé ponerte un telegrama saludándote y haciéndote saber donde estoy, aunque sin esperanzas de recibir algunas letras tuyas. Está esto tan lejos de ustedes que, para que llegue una carta se tiene que esperar por lo menos dos semanas. Pero te voy a rogar que me escribas unas letras a... Hermosillo, Sonora. No dejes de hacerlo porque estoy con mucho pendiente por ti. ¿Qué me cuentas de tu peloncito? Ya me lo figuro queriendo andar y hablar y corriendo como me contaste. ¿Y tu mamá, que tal está? Cuando me escribas dime cómo te has portado; ¿has sido buena esposa y buena mamacita con todos? ¿Te has acercado mucho a Nuestro Señor? ¿Has hecho lo posible por ir a visitarlo aunque sea un ratito por la tarde? Sé buena, mi hijita linda123, ten paciencia, sé comprensiva y toma las cosas y las personas como son. No quieras esperar lo que no te pueden dar. Pero, eso sí, sé generosa en darte a todos aunque no recibas recompensa. Al cabo ésta debe venir de Dios, si no en esta vida, en la otra. Procura en cuanto te sea posible hacer la felicidad de los demás aún a costa de sacrificios. Lee de cuando en cuando el cuadernito donde te escribí algunos consejos. ¿Lo tienes? Bueno, no me olvides, que Nuestro 122

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, San José del Cabo, BCS, 4 enero 1944. 123 La ternura y el afecto de la Madre Julia irradia en esta carta y esta expresión: hijita linda, es fruto del amor maternal que existe en el corazón de la Madre. El corazón de esta Madre testimonia la maternidad espiritual de quienes se han consagrado a Cristo y cuyo corazón se ensancha para amar sin límites, ni fronteras.


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Se単or te llene de bendiciones en este nuevo a単o y que todos sean felices. Te abraza con cari単o tu pobre,


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Tus cosas me interesan más que las mías. Mi querida y buena Socorrín124: Cuánto sentí no saber que te habías venido a México. Lo peor fue que recibí tu carta la víspera de venirme, le pregunté a Laurita por ti y me dijo que llegarían el lunes, así es que ya no me daba tiempo de escribirte para que mi carta te llegara a México y además no me dabas la dirección. Me vine pues con esa pena. Supongo que ya volvieron y que harían el viaje sin novedad. Mucho le pedí a Nuestro Señor por ti y por Gerardito. Me decías que iban a ir a ver a otro Doctor a ver si les daba otra opinión. ¿Lo verían?, ¿Y a ti te vieron también? Me contó Luisito que, en la estación de Aguascalientes antes de subir al tren te habías caído con todo y el niño. ¿Es cierto? ¡Vieras como me apuré con esto! ¿No te pasó nada? Sea por Dios todo. Yo no dejo de pensar en ti. Mucho le pido a Dios te dé prudencia y paciencia y mucha, mucha abnegación; más, más, de la que ya tienes. Estaré aquí hasta el 12 de Diciembre, por favor escríbeme en un ratito que tengas, diciéndome como está Gerardito, los niños, tú y Luis. Ya sabes que tus cosas me interesan más que las mías. Dios te bendiga. Me consuela saber que ya está allí tu mamá. Salúdala por favor lo mismo que a Esther... Adiós. Tuya,

124

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 22 noviembre 1944.


BiografĂ­a

Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero con unos niĂąos

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Biografía

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Dale muchos besos y una bendición por mí. Mi buena y querida Socorrín125: Acabo de recibir tu cartita del 24... Cuánto siento lo que me cuentas del niño. No me extraña, pues ya se veía el mal, ahora lo que yo le pido a Nuestro Señor es que haga Él, que todo lo puede, que el otro ojito no se le debilite. Cuando crezca verás como Nuestro Señor nos va a hacer ese favor. Nada me dices de si te vio a ti el Doctor y qué dijo. ¿Cómo te has sentido? ¡Qué va! Que petardo llevarían al llegar encontrando la casa cerrada y sin llaves. ¡Qué gente esa, Dios mío! ¿Si vieras como me daba tristeza ver a los niños sin tus cuidados? Bueno, se conocía que estaban en manos de criadas. ¿No encontraste a Luisito, prietillo?... Ya me imagino todos los primores que le comprarías aquí en México y lo lindo que lo traerás. ¿No? Dale muchos besos y una bendición por mí. Que Nuestro Señor te bendiga y te dé toneladas de prudencia, mansedumbre y paciencia. Ya sabes que nunca te olvido y todos los días te bendigo. Saludos para Luis, los chiquillos y tu mamá, y tú resérvate todo mi cariño. La Madre te saluda con mucho afecto. Tuya,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro de León de Ortega, Toluca, 27 noviembre 1944.


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Te quiero como siempre, hasta el cielo, viaje redondo, es decir ida y vuelta. Mi Socorrín muy querida 126: De nuevo y sin tener todavía letras tuyas, te saludo con éstas que te llevarán las seguridades de mi invariable y grande afecto, deseando que todos los tuyos se encuentren sin novedad... Mucho le pido a Dios Nuestro Señor por ti para que te dé paciencia y más paciencia, abnegación y dulzura. ¿Me habrá oído? ¿Qué dice el pelón y Laurita y Luisito y el Luisito mayor y tu mamá? ¿Y el que viene en camino? Ojalá sea un muchachito muy chiquito, finito y apacible... Ya sabes, te quiero como siempre, hasta el cielo, viaje redondo es decir ida y vuelta. Mil cariños para los chicos y recuerdos para los grandes y todo mi afecto para ti. Tuya,

126

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro de León de Ortega, Hermosillo, 19 enero 1945.


Biografía

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Mucho he estado pidiendo a Dios por ti. Mi querida Socorrín 127: No te imaginas el pendiente que tengo contigo. ¿Cómo habrás seguido? Quiera Nuestro Señor que te hayas mejorado y puedas hablar y respirar mejor. Mucho he estado pidiendo a Dios por ti. Voy a suplicarle a la Madre Dolores que te hable por teléfono todos los días informándose de ti y me escriba de diario, para siquiera tener una poquita de tranquilidad128. Yo hice mi viaje largo y cansado pues figúrate que salió el tren de ésa a las 4 de la mañana y llegamos a México a las 9 de la noche. Excuso decirte como llegué de magullada y adolorida... Espero que Gerardito haya seguido mejorando y que estará tan lindo como siempre. Dale muchos besos a Laurita y Luisito muchas cosas de cariño y que, me recuerden. A tu mamá y Luis, un saludo y para ti guarda todo mi afecto. Tuya,

Si puedes échame unas letritas. Dios te bendiga.

127

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 18 mayo 1945. 128 El sentido humanitario de la M. Julia queda de manifiesto nuevamente en esta carta, no obstante el tiempo en que se escribe (mucho antes del Concilio Vaticano II) tenemos la apertura de la M. Julia hacia las penas y necesidades de las personas, esta sensibilidad ante el sufrimiento humano la mantuvo cerca de las personas en sus penas, con su compasión e interés hacia ellas y sus familias, tal es el caso en que Socorrito padece alguna enfermedad; quiere estar tranquila pues nunca podrá estarlo sabiendo que las personas queridas no están bien.


Biografía

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No ceso de pedir a Nuestro Señor y a la Virgen Santísima te fortalezcan. Mi querida Socorrín 129: Tuve el grandísimo gusto de recibir tus letras del 22 y con pena veo que estabas en la cama porque no cedía aún la faringitis con que te dejé. Si esto de meterte en cama lo hubieras hecho cuando yo te decía que lo necesitabas, ya te hubieras aliviado. Quiera Nuestro Señor que a esta fecha estés mejoradita. Como me dices que según opinión del Doctor tu alivio estaba tan próximo, estoy con mucho pendiente por ti. No ceso de pedir a Nuestro Señor y a la Virgen Santísima te fortalezcan y, contra todos los temores y opiniones del Doctor tu caso sea enteramente normal y no haya complicaciones. ¿No es Dios omnipotente para disponerlo así? Mucho le he pedido también que no hubiera trastornos de separación de M.M. en el Hospital pues eso, además de ser una catástrofe para el Hospital sería malísimo para ti. Ya me imagino como estará Gerardito de travieso y simpático gateando por un lado y por otro y dándose rodillazos y cabezazos. ¡Tan lindo muchacho! Chelo se casa el Jueves. Ya te imaginarás cómo andará de quehacer, de fiestas, de cenitas aquí y allí, etcétera, y con la nerviosidad de todas las novias en vísperas de casamiento. Ha tenido sus penillas la pobre, ¿quién no las tiene? Pero, parece que el novio la quiere bien y ella está contenta. Cuanto rato tiene se mete a la capilla a pedir según dice, todo lo que necesita para entrar con entereza a lo desconocido. Como Chelo se casa el Jueves, espero

129

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro de León de Ortega, Toluca, 26 mayo 1945.


Biografía

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poderme volver a esa el sábado o a más tardar, el domingo para amanecer allí el Lunes. Dios te bendiga, Socorrín, no te olvido, estoy contigo. Saludos. Tuya,


Biografía

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Ya deseo verdaderamente verte y abrazarte. Mi querida Socorrín 130: Con grandísimo gusto me enteré de tu cartita, por la que veo tuviste a Toñito enfermo. Quiera Nuestro Señor que tanto él como Luisito y Laurita a quienes dices les dio gripa, ya estén completamente restablecidos. Me imagino la buena traqueteada que habrás llevado con enfermos y en tus condiciones y cómo te habrás cansado, pobrecita. A mí me tienes en ésta, caminando ya de regreso para Guadalajara. Estoy cansadísima y con la ilusión de llegar pronto a mi rincón de Aguascalientes... Ya deseo verdaderamente verte y abrazarte y besar a toda la chiquillada. Ya sabes que no dejo de pedir a Nuestro Señor te dé fortaleza y paciencia, mucha paciencia siempre y en todo. Saluda de mi parte a Luis y los niños, con cariños para los chiquitos. Tengo visita en el recibidor y voy a terminar enviándote todo mi cariño en un abrazo. Tuya,

130

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Guaymas, 22 febrero 1946.


Biografía

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Ya sabes que te llevo en mi corazón. Mi Socorrín muy querida 131: No he podido ir a verte porque he seguido mal con fuerte bronquitis. Sin embargo, un negocio urgente me obliga a irme a Durango hoy... Ya sabes que te llevo en mi corazón y pido continuamente por ti. Pídele a Nuestro Señor como yo lo hago que te dé mucha paciencia y generosidad para ser siempre buena a pesar de todo. No dejes de cumplir con la Iglesia y lleva a Laurita. Ojalá Luis quisiera confesarse para cumplir. Dales muchos besos a los niños y adiós. Tuya,

131

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 9 abril 1946.


Biografía

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Interés por la familia. Mi buena y querida Socorrín132: Día por día he estado queriendo escribirte y he esperado también unas letritas tuyas. Yo te escribí al venirme ¿recibirías mi carta? Me imagino que te habrás pasado estos 15 días en el rancho y por eso ahora te escribo pensando que recibirás mis letras estando ya de vuelta. Estoy con mucho pendiente por ti pues me dijiste que en este mes esperabas a tu niño. Yo creo que no ha llegado todavía porque siempre nos equivocamos en esa espera, así es que estoy pidiendo fervorosamente a Nuestro Señor que nos conceda el que pase todo bien y que venga una niñita muy linda que se parezca a ti, en el alma sobre todo. Escríbeme unas letras y dime como están los chiquillos. He estado pensando que cuando vaya, ya Gerardito habla y Toñito anda, ¿no? ¿Qué dice Luisito y qué tantas travesuras ha hecho en el rancho? ¿Tu mamá ha estado contigo todo el tiempo? ¿Se ha sentido mejor? ¿Te llevaste a Estelita y a Imeldita? Ya me imagino cómo habrán gozado. Qué tal quedó tu casita con los cuadritos de papel. Bueno mi Socorrín no me canso de decirte que seas buena ¿eh? Dios te bendiga y te haga feliz. Saluda a todas y haz muchos cariños a los chiquillos. Tu pobre,

132

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 12 agosto 1946.


Biografía

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Ni un solo día dejo de rogar por ti y por todos tus problemas. Mi querida e inolvidable Socorrín 133: Estoy con un pendiente por ti como no te imaginas. Tengo esperanza de que ya te hayas aliviado. ¿Será así? Todos los días espero algunas letras tuyas pero nada viene. No hay más que tener paciencia y pedir mucho por ti para que Nuestro Señor te saque con bien de esos líos. ¿Cómo estarán mis chiquitines Lalo y Toño? ¿Y los grandecitos? Espero que no hayan tenido novedad... Está segura, Socorrín de que ni un solo día dejo de rogar por ti y por todos tus problemas. Dile a Laurita que me escriba ella diciéndome como están, aunque sea unas letritas. Saludos a todos y para ti mi invariable afecto. Tuya,

133

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 6 octubre 1946.


Biografía

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Quiero sepas que estoy rogando mucho por ti. Mi querida y buena Socorrín134: No he tenido noticias tuyas y ya te imaginarás el pendiente que tengo por ti. ¿Cómo habrás estado? ¿Te habrás aliviado ya? ¿Estarás mal? Mucho le he estado pidiendo a Nuestro Señor te proteja, te fortalezca y te ayude en todo. Imagínate que tengo la pena de que Rafael mi hermano, el Licenciado papá de María Belén está muy grave. Aún no sé en qué consiste la enfermedad y la gravedad porque sólo me han puesto mensajes avisándome que urgía una operación rápida que le hicieron anoche. Hoy me dijeron que estaba ligeramente mejorado después de la operación, pero no me explican nada. Estoy con ese grande pendiente. Dios Nuestro Señor dirá. Figúrate, no hace ni seis meses que se murió mi otro hermano, y ya tenemos el pendiente de éste. Sea por Dios, ¿no? Esther tu hermana ¿cómo ha seguido? Quiera Nuestro Señor que esté mejor. Te dejo, porque me necesitan y no quiero que se me quede ésta. Quiero sepas que estoy rogando mucho por ti. Tuya,

134

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro de León de Ortega, Toluca, 3 noviembre 1946.


Biografía

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Dale gracias a Nuestro Señor por este nuevo retoño que espero será muy bendecido de Dios y de la Virgen. Mi Socorrín muy querida 135: El mensaje de Luis me trajo la deseada nueva de que ya te habías aliviado y tu niño había venido al mundo con toda felicidad. ¡Ay, bendito sea Nuestro Señor! ¡Después de tanto sufrimiento! Quiera Nuestro Señor que tanto tú como él sigan bien. Cuéntame a quién se parece. ¿Es morenito como Lalo o güero como Toñito? Qué ganas de verlo. Espero estar en ésa para el 12 de Diciembre y entonces lo conoceré Dios Mediante. ¿Tú cómo te sientes? ¿No tuviste nada extraordinario en tu enfermedad? ¿Siempre la pasaste en tu casa? ¡Cuántas cosas quisiera saber! A ver hasta cuando te permiten o puedes escribirme. Luego que puedas, no dejes de hacerlo, ya sabes cuánto habré de agradecértelo. Yo estoy aquí con todo el barullo de los exámenes en su apogeo. Nos faltan todavía 15 días de tarea ardua, Dios nos saque con bien. ¿Cómo habrá seguido tu hermana Esther? Espero que se habrá mejorado, ¿no?. ¿Y Laurita y Luisito volvieron ya de San Luis? ¿Está mejor Laurita? ¿Qué dice Lalo de su hermanito nuevo? Todos han de estar encantados de la novedad ¿no? Bueno, mi Socorrín, dale gracias a Nuestro Señor por este nuevo retoño que espero será muy bendecido de Dios y de la Virgen, quiérelo mucho y que el Señor te lo conserve. Saluda a tu mamá, a Luis, a los chiquillos muchos cariños y que Dios los bendiga a todos. Tuya,

135

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 11 noviembre 1946.


Biografía

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Le pido a Dios te bendiga, te ayude y te dé tino para educar a tu chamacada. Mi buena y querida Socorrín136: Desde este Puerto te saludo con todo el afecto de mi alma deseando que tanto tú, como Luis, tu mamá y los chicos estén sin novedad. Pensaba yo ir de México a Cananea, Sonora, directamente en avión, pero no fue posible porque estaba nevando mucho y no aterrizaban los aviones en Cananea. Por esto tuve que cambiar de itinerario y me vine para acá. El lunes me paso a San José del Cabo y la semana entrante me vuelvo a Mazatlán para ir de allí a Durango y volver a Aguascalientes antes del día último de este mes. ¿Cómo han seguido tus niños? ¿Se alivió del catarro Carlitos? ¿Y Toñito ya está enteramente bien? Esther tu hermana me tiene con pendiente. Le he estado pidiendo a Dios le dé su salud. Y tú, Socorrín, qué tal te sientes. ¿Vas bien? Yo estoy abrumada y cansada con tanto viaje. Pero, qué voy a hacer, no hay más remedio que apechugar. Le pido a Dios te bendiga, te ayude y te dé tino para educar a tu chamacada. Sé buena para que tengas luz de Dios y fortaleza para llevar con ánimo tu cruz. Adiós, Socorrín, que estés sin novedad. Haz muchos cariños a los chiquillos, saluda a los grandecitos, a Luis, tu mamá y Esther y créeme como siempre. Tuya,

136

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, La Paz, BCS, 18 enero 1947.


Biografía

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Llena de besos a los chiquillos. Mi buena y querida Socorrín137: ¿Cómo habrás estado? Continuamente te recuerdo y pido a Dios Nuestro Señor te dé fortaleza y criadas que te ayuden con el quehacer. ¡Me dio tanta pena la última vez que estuve contigo verte con tanto quehacer y con la molestia del aparato! Ya nada más te faltan 30 días según mis cuentas, quiera Dios que pasado este tiempo ya tan largo, te encuentre el Doctor tu hueso bien soldado y fuerte. Tengo mucha fe en Él. ¿Cómo habrá seguido tu mamá? ¿Y los chiquitines qué tal van? ¿El güero ya está bien de su tos? Yo llegué a ésta el sábado bastante mal de salud, pues la vejez se va acentuando cada día y las malas noches y la falta de alimento a horas convenientes me trastorna como no te imaginas. Sea por Dios. Está aquí el tiempo, pésimo nublado, con mucho frío y hay tos ferina entre los chiquillos, así es que están viniendo de 6 a 8 parvulitos nada más. ¿Te imaginas? ¿Y estar tan cerca los exámenes? Muy pronto nos veremos Socorrín, mientras tanto recibe en ésta todo mi cariño. Llena de besos a los chiquillos, y a los grandes da mis recuerdos y saludos. A tu mamá, Esther y la demás familia, recuerdos también y tú resérvate el grande afecto de tu pobre,

137

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 1 marzo 1947.


Biografía

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Que en todas tus penas Él sea tu fortaleza y la Virgen tu consuelo. Mi querida Socorrín 138: Te saludo con mucho afecto, deseando que el güero esté ya completamente bien y los demás no se te hayan enfermado. ¿Te avisaron que fui a visitarte la víspera de salir de ésa? No te encontré y lo sentí muchísimo. Ando por estas lejanas regiones y mañana salgo en avión para el Norte hasta Tijuana que es la población más al Norte de esta Península y que corresponde a la población americana de San Diego, California. Desde aquí de La Paz a Tijuana hay 5 horas en avión sobre puras montañas. Está tan lejos como de México a Laredo. Imagínate que lejanías. Pues hasta allá voy. He estado enferma, cada salida en esta época, me ha costado una enfermedad. ¿Tú cómo has estado? ¿Has mejorado de tus males? ¿Cuándo vas a ir a México para que te vea el Doctor? No dejen dormir esa visita, no sea que después te vaya a resultar alguna reliquia de la caída. ¿Ya llevaste a los niños al Kinder? Si no lo has hecho, llévalos, ya están buenos para ir. No te imaginas cuánto bien les hace el aprender a disciplinar su voluntad haciendo lo que se les exige a todos. Bueno mi Socorrín que estés tranquila, que seas más buena cada día, que te dé Nuestro Señor mucha paciencia y que en todas tus penas Él sea tu fortaleza y la Virgen tu consuelo. No te olvida y te quiere mucho tu pobre

Besos a los chiquillos, recuerdos a tu mamá, Luis, Laurita y demás familia.

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, La Paz, BCS, 25 enero 1948.


Biografía

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Continuamente te traigo presente pidiendo a Dios te ayude y te conforte. Mi Coyito muy querida139: Con el gusto de siempre recibí tu grata del 26 de Octubre. Por ella me enteré de todas las penas que has tenido con la enfermedad de tu niñito. Pobrecillo. Espero que a esta fecha se encuentre completamente restablecido y tú puedas reponerte. También Esther ha tenido a su nena enferma según me dices. Pobre chiquilla cuánto ha sufrido. Yo he estado mal pero tengo esperanzas de mejorar porque me cambiaron los dientes y creo ya voy a poder nutrirme mejor. Nuestro Señor lo permita. Estamos aquí en plenos exámenes y estoy aprovechando unos momentos para escribirte pues no quiero que vayas a pensar que te olvido. No, continuamente te traigo presente pidiendo a Dios te ayude y te conforte y te dé toda la paciencia y abnegación que necesitas. Salúdame a tu mamá, a Luis, todos los chicos con mucho afecto y guárdate tú mi invariable cariño. Tuya,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 8 marzo 1948.


Biografía

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Que este año sea para Ustedes de paz y verdadera tranquilidad. Mi buena e inolvidable Socorrín 140: ¿Cómo habrás estado? ¿Tus hijitos, Luis, tu mamá Laurita y Luisito? Mucho he pensado en ti en medio de mi vida de zancudo, volando de un lado a otro. Pasé la Navidad en Tecate, Baja California, con un frío tremendo, enferma, pues me alcanzó en el avión una onda fría que me produjo una buena bronquitis, a pesar de que me habían inyectado en Toluca para inmunizarme. Estuve 12 días en Tecate, encerrada, con calentador en el cuarto, pues no era posible de otra manera. Cuando despejó un poco el tiempo tomé el avión para La Paz. No pude ir a San José del Cabo que es otra misión que tenemos por allí porque el camino es por tierra, muy malo, y con el frío tan horrible y lluvia, no me quise exponer. De La Paz me vine por avión a Mazatlán con el propósito de seguir mi visita hacia el Norte, pero imagínate que, teniendo que salir mañana para Mochis, me avisaron que, dos ríos, el Fuerte de Sinaloa y el Mayo de Sonora, se desbordaron y han anegado gran parte de los terrenos de Mochis y de Navojoa, así es que no hay comunicación por ferrocarril ni menos por carretera y los aviones no pueden aterrizar tampoco. Estoy con la aflicción de las Hermanas que, aunque sé que no les ha pasado nada, están en mucho peligro porque el agua sigue subiendo. Llevan un mes de continuas lluvias, las casas ya están muy remojadas, así es que fácilmente se caen. Todavía tengo que visitar otras casas, así es que hasta fines de Febrero volveré a Aguascalientes. Ustedes ¿cómo pasaron la Navidad y el Ano Nuevo? Me imagino a los chiquillos encantados con sus juguetes y demás. ¿Cómo está el chiquitín?¿Ya no se te ha enfermado? ¿Y a Carlitos no le han vuelto las bronquitis? Tu mamá, ¿cómo pasó la Navidad? ¿Siempre fue 140

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Mazatlán, 11 enero 1949.


Biografía

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Rafael a visitarla? Estelita me dijo que lo estaban esperando. Pensé que iba a ser para ella un consuelo tenerlo unos días. Aquí hemos estado haciendo recuerdos de cuando viniste conmigo y las Hermanas me preguntan por ti con mucho afecto... Dios te bendiga mi Socorrín, y que este año sea para Ustedes de paz y verdadera tranquilidad. Saluda de mi parte a Luis, a tu mamá, Esther y toda la chiquitada. Dios Nuestro Señor te bendiga. No te olvida tu pobre


Biografía

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Está segura de que te quiero como siempre. Mi querida Socorrín 141: Ayer me dieron tu recado participándome el nacimiento de tu nuevo hijito. Mucho gusto me dio tan buena nueva. Mucho más sabiendo que tanto tú como tu niño están bien. Yo quisiera ir a verte luego, pero no puedo salir. Figúrate que hace como un mes que tengo una reuma desde la cabeza por toda la espina, que me tiene tiesa como tú estabas con el aparato. Ando aquí en lo planito pero no puedo subir escaleras ni agacharme. Hoy con la humedad de la lluvia amanecí peor; por eso te escribo para que no vayas a creer que no quiero verte. Luego que pueda moverme un poco más voy a saludarte. Hace como 8 ó 10 días que diariamente al despertar a las 5 de la mañana se me venía a la mente tu recuerdo. ¿Cómo estarías? ¿Te habrías aliviado? Y le rogaba a Nuestro Señor que te sacara con bien. Ahora veo que en realidad lo necesitabas. Bendito sea Dios. Ojalá que tus chicos estén sin novedad. Ahora sí ya va siendo respetable el número de ellos ¿no? Espero que tu mamá esté mejor de sus males. Voy a terminar porque no puedo escribir me molesta mucho el dolor. Dios te bendiga. Está segura de que te quiere como siempre tu pobre,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 18 agosto 1949.


Biografía

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Te encomiendo a la Virgen. Ni un solo día se me pasa sin hablarle de ti. Mi buena y querida Socorrín142: Continuamente te recuerdo y te considero con tu niño malito. ¿Cómo seguirá? Le he pedido mucho a la Santísima Virgen te lo sane muy pronto. Ya ves que ahora con tanto que han estudiado esa enfermedad y los medios curativos, se ve que es curable. Hoy precisamente nos pasaron una película de Salubridad aquí en el Colegio y vimos cómo la constancia y la dedicación a aplicar el sistema curativo combate la enfermedad y vuelven los niños a estar normales. Yo tengo muchas esperanzas de que tu hijito sane completamente. Hoy te mando una reliquia del Beato Martín de Porres que ya ha curado de poliomielitis y le ruego sane a tu Juanito. No te imaginas como pienso en ti y como te encomiendo a la Virgen. Ni un solo día se me pasa sin hablarle de ti. Yo estoy aquí curándome. Resulta que tengo varias vértebras fuera de su lugar. Tal vez en un golpe que me di en Durango hace como 6 meses, se me desvió la espina. Me dolía pero hice poco caso y ahora resultó el mal y me están componiendo. Tal vez dentro de 2 semanas ya pueda ir unos días a ésa. Bueno, mi Socorrín, Dios te bendiga. Te envío con estas letras mi afecto de siempre con muchos cariños para tus hijitos. A tu mamá mis recuerdos afectuosos, lo mismo que a Luis, reservándote tú mi invariable cariño. Tuya,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 26 septiembre 1949.


Biografía

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Que el Señor suavice las asperezas de tu vida y te aliente y ayude con tus cruces. Mi buena y querida Socorrín143: Como creo que el día 13 es día de tu santo te envío estas letras para manifestarte mi invariable afecto deseándote toda clase de felicidades en tu día. Con todo mi corazón pido al Señor por ti para que derrame sobre tu alma la luz, la fuerza y la serenidad y la paz que te hagan dulce el sufrimiento. A ti te ha tocado en la vida, sufrir y como no es posible hacer que la Providencia tuerza el camino señalado para cada criatura, no hay más remedio que agachar cabeza ante los soberanos designios de Dios y pedirle su ayuda para poder cumplir lo que Él nos señala como un deber. Esto es lo que hago yo por ti, suplicar al Señor que suavice las asperezas de tu vida y te aliente y ayude con tus cruces. Créeme que en medio de mis achaques de vieja y en mis sufrimientos nunca te pierdo de vista y siempre estoy ofreciendo mis penas para que las tuyas sean más leves. Estoy aquí en Toluca por algunos días, a ver si me tonifica un poco, este clima y el relativo descanso que puedo tener. Tú también ruega a Dios por mí, para que estos últimos años de vida que me quedan no sean infructuosos. Espero que tus niños todos estén bien y que el Juanito vaya mejorando de sus males. Saluda de mi parte a tu mamá y a Luis, muchos cariños a los chicos todos. Recibe con mi felicitación mi grande afecto en un abrazo.

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro de León de Ortega, Aguascalientes, 9 febrero 1950.


BiografĂ­a

Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero

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Biografía

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Los buenos deseos que sientes de amar a todos y hacer el bien, te los da Dios. Mi Socorrín muy querida 144: No tengo palabras para agradecer tus letras por Navidad te sentí con ellas tan buena como cuando niña me pedías que te llevara a Toluca conmigo porque querías ser mejor. Esos buenos deseos que sientes de amar a todos y hacer el bien te los da Dios como premio a tus esfuerzos para cumplir tu deber. A Él le pido que ensanche tu corazón y te dé la satisfacción de obrar siempre el bien. Agradezco de corazón tu obsequio y pido al Señor que tanto tú como Luis reciban el premio por el bien que hagan y vean en sus hijos un premio y una recompensa. Que el año que viene vea Luis encaminado su negocio con la perspectiva del éxito. Así lo espero. Dios los ayude. Yo sigo muy enferma pero contenta con la voluntad de Dios. Feliz año para todos.

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Aguascalientes, 27 diciembre 1963.


Biografía

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Ofrece tus dolores por tantas necesidades. Mi querida Socorro 145: Me quedé sorprendida al recibir tu carta, de lo que me cuentas. No tenía yo noticias de tu enfermedad. ¡Válgame el Señor! ¿Cómo te pudiste romper el dedo del pié? Pobrecita, me imagino lo que habrás sufrido. Mira cómo te ha hecho pagar las satisfacciones que tuviste en tus Bodas. Él sabe bien lo que hace y seguramente que se propone hacer algo muy bueno de ti. Ten paciencia y ofrece tus dolores por tantas necesidades en la familia, en el mundo y en la Iglesia. Yo también he estado mal, con muchos dolores en la espina y en las piernas, pasando malas noches y con mucho malestar, temperatura, etcétera. Yo creo que pocos serán los días que me quedan de vida, ya estoy muy anciana y amolada. Ahora que estás allí quieta y tal vez muchos ratos sola, te acompaño desde aquí, pensando en tus dolores y encomendándote al Señor y a la Virgen para que atinen los Doctores a curarte como lo necesites. Tú también ruega por mí. Saluda de mi parte a Luis y a cada uno de tus hijos y que todos te quieran y te chiqueen. Me despido con un abrazo y todo mi cariño,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Aguascalientes, 29 abril 1968.


Biografía

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Busca a Dios y verás cómo se te hacen menos duras las cruces y trabajos de la vida. Mi buena y querida Socorrito 146: No te imaginas el consuelo tan grande que me causó tu carta. Así, así, como buena hija de Dios debías portarte siempre en tus penas y dolores, así físicos como morales. Acudir a tu Padre Dios, a tu Madre la Virgen, vaciando en ellos tu alma, acudiendo a tu Dios como a la fuente de paz, de alivio, de remedio. ¡Cómo se agradaría el Señor de que lo llamaras a tu casa, a tu corazón y buscaras en Él el consuelo y la paz! Así es como se obra cristianamente. Te felicito, mi querida Socorrín. Sigue siendo buena, como has sido siempre, busca a Dios y verás cómo se te hacen menos duras las cruces y trabajos de la vida. Espero que, para la Semana Santa ya tengas criada y puedas también ir al Jocoque con tus hijos, yo creo que bien te podían llevar y del coche bajarte en algún lugar cómodo para solazarte en aquellas soledades, con las brisas, el canto de los pájaros y sobre todo el gozo y la alegría de tus hijos. Anímate y ve con ellos y verás qué días tan tranquilos vas a tener. Pido a Nuestro Señor que te dé paz y tranquilidad para sufrir con dulzura lo que hayas de sufrir. ¡Qué le vamos a hacer! Esa es la vida del cristiano que quiere salvarse eternamente. Adiós; fervorosamente pido por ti y por toda tu familia, especialmente por el más difícil de tus hijos. Tuya,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Aguascalientes, 19 marzo 1969.


Biografía

Tú sabes cuán unida a tu vida estoy y

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cómo te sigo en tus penas y preocupaciones.

Mi siempre querida Socorro147. Ya me imagino lo sentida que estarás conmigo porque no te avisé que salía de Aguascalientes. Te concedo la razón, pero creo que me perdonarás cuando sepas que, no me sentí con fuerzas para decirte adiós. Tú sabes cuán unida a tu vida estoy y cómo te sigo en tus penas y preocupaciones, por esto al salir de Aguascalientes mi pena era muy grande y consideré que era mejor no decirte adiós. Ahora desde aquí te digo, que la distancia nada significa entre nosotros, porque la experiencia nos dice que, aún estando allí tan cerca una de otra y pasando a veces meses sin comunicarnos verbalmente, al encontrarnos volvemos a sentir que nada nos separa y que el afecto que nos une es de tal naturaleza que, en ninguna manera puede fallar. ¿No lo experimentas así? Entonces, mi buena Socorrín no estés sentida conmigo, compréndeme y dispensa que haya sido cobarde. Desde aquí te doy un fuerte abrazo de despedida y confío en Dios que me permitirá volverte a ver. Que Dios te bendiga y bendiga a tu esposo y a todos tus hijos. Que te alivie de tus males y te dé grande paciencia en el sufrimiento. De una manera particular pido por tu hijo, creo es Carlos ¿no? Lo tengo metido en el corazón. Lalo, Jorge y Juanito me preocupan menos. Las niñas son muy buenas, Dios las bendecirá. Adiós mi Socorrín. Como siempre, cuenta con mis oraciones, mi cariño y mis bendiciones. Tuya,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 15 julio 1969.


Biografía

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Dios es bueno, nada hace que no sea para bien de sus hijos. Mi buenísima Socorro148: ¡Qué dices de la prueba a que nos ha sujetado Dios Nuestro Señor con el fallecimiento de la Madre Mercedes Murillo! Créeme, Socorro que yo me siento con el corazón destrozado. Yo sé que Dios es bueno, que nada hace que no sea para bien de sus hijos, y sin embargo, me duele hasta lo más hondo la separación de la Madre Mercedes. En tu corazón deposito mi pena, que es mucha créemelo. Pide a Dios por el alma de la Madre, para que ya le dé el gozo eterno, la felicidad de verle eternamente. Espero que tanto tú como Luis y todos tus hijos gocen de salud y tranquilidad. Cuando puedas dime como sigues de tus males. Tengo pendiente. Yo me siento muy agotada y enferma, pero es natural con tanta pena, ¿no? Adiós, Socorrín, te quiero como siempre,

148

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 16 septiembre1969.


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Pídele al Señor que sepa conocer su voluntad para cumplirla y luego irme al Cielo, con seguridad. Mi inolvidable Socorrín 149: No te imaginas cuánto agradecí tu telegrama del día 10. De veras que eres buena y cariñosa con esta pobre Madre, tan inservible y tan enferma ya. Yo estaba, sentada aquí en mi rincón y pidiendo al Señor bendiciones para todas las mamás, cuando me van entregando tu telegrama, ¡cuánto te lo agradecí!, Dios te pague tus bondades. Me has de perdonar que te escriba en máquina, pero, has de saber que me estoy enfermando de cataratas, y veo ya muy poco para escribir. Lo hago tan mal, que me da pena y echo a perder muchas hojas de papel. Es una verdadera calamidad la vejez, te lo aseguro. Dime, ¿Cómo has estado tú, Luis y cada uno de tus hijos, incluyendo a Lalo, su esposa y su hijito? ¿Te has sentido mejor de tus males? ¿De tu pié quedaste enteramente bien? Cuánto deseo que así sea. Yo, como siempre. Estoy tranquila y voy llevando, lo mejor que puedo, esta vida de inacción material, sentada en mi silla de ruedas y dejándome llevar a donde me necesitan para mis actividades, Dios Nuestro Señor sabe porqué permite las cosas. Yo no sé porque no quiere que me mueva, pero si sé que es para mi bien. Tal vez necesitaba yo una vida más sacrificada no sé. Pídele al Señor que sepa conocer su voluntad para cumplirla y luego irme al Cielo, con seguridad. Como siempre, Socorrín, deseo para ti y los tuyos todo lo mejor de lo mejor. Que estés tranquila que sepas siempre tomar 149

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 15 mayo1970.


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todo lo que Dios quiera enviarte, por el lado mejor, que es el de reconocer que es tu Padre y como tal te ama y no puede permitir que te suceda nada que no sea para bien tuyo directamente, o para el de los tuyos. No me olvides, reza por mĂ­ como yo lo hago por ti y en el cielo nos veremos seguramente. Saluda en mi nombre a Luis y cada uno de tus hijos para quienes imploro las bendiciones de Dios. Tuya con el cariĂąo de siempre,


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Haz a un lado las preocupaciones y verás cómo se van a remediar los males. Mi querida Socorrín 150: Qué bueno que estás un poco mejor de tus males. Ojalá que, pronto me digas que estás ya perfectamente bien. Mucho me han afligido las penas que has tenido por las calificaciones de tus chiquitas. No tanto por ellas, pues al fin son cosas de chicas, muy frecuentes y que les sirve de experiencia. Lo malo es que tú lo tomes tan en serio y que te haga tanta impresión. No, mira, tus niñas siempre se portaron muy bien, mientras fueron niñas, ahora con la edad y más que todo, el ambiente que reina, ya se acordaron que ellas también pueden hacer travesuras. Yo creo que no te debes afligir. Estoy segura de que en el Colegio las quieren y las recibirán el año próximo escolar, con el mismo cariño de siempre y ellas con la experiencia de este año, trabajarán mejor. Haz a un lado las preocupaciones y llévalas al Colegio y verás cómo se van a remediar los males. Yo estoy bastante mal de salud, pero es que hemos tenido abundantes lluvias y además estoy sufriendo de los ojos porque parece que se me está formando una catarata. Casi no veo con el ojo derecho y escribo y leo con dificultad. Ya me estoy atendiendo. Te he considerado los días de la semana pasada, muy atareada y nerviosa con el casamiento del güero. Ojalá que todo les haya salido bien y él se encuentre contento en su nuevo estado, lo mismo que la muchacha. Conque, no dejes de llevar a las niñas al Colegio, ya verás como se van a corregir. 150

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 26 julio 1970.


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Adiós, que seas buena, tranquila y bondadosa y que todos los tuyos te quieran mucho y te consientan. Te acompaño siempre, Saludos a todos. Tuya,

Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero


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Te llevo en el corazón. Mi querida Socorrito 151: Hace días quiero escribirte, pero me he sentido mal de salud y no podía hacerlo. Todavía ahora siento muy mal el pulso y con trabajo escribo. Dispensa la letra. Ayer recibí la participación del nacimiento y bautismo de tu segunda nietecita. ¡Qué monada! Dios Nuestro Señor se las conserve y sea una santita. Por favor felicita a Gerardo y Teresa de mi parte. Me acordé que al primer niño, Adelita le hizo la cuna y pensé cómo irán a consentir ahora a la niña. ¿Cómo te has sentido de tus males? El día que se casó el güero, me acordé mucho de ustedes y rogué al Señor por los novios para que los bendijera y los hiciera felices. Me imaginé que sí habrías podido ir a la boda y que estarías triste porque ya se te iba el hijo cariñoso. Me acordé lo amable que era contigo. Dios quiera que encuentre en su esposa el premio que merece. Dicen que también Adelita se va a casar pronto. ¿Es cierto? En muchas ocasiones pienso en ti. No te imaginas cuánto te recuerdo. Como te decía, yo estoy muy mal, mi enfermedad va avanzando, los dolores de los huesos y la espina son más intensos. Pídele a Nuestro Señor que me dé mucha fortaleza. Por favor saluda con mucho afecto a Luis y las muchachas y no dejes de contarme como van Carlos y Juanito en sus estudios, por éstos también me intereso delante de Dios. A Laura y sus hijos tampoco los olvido. Dios Nuestro Señor bendiga a todos. A ti, ya no te digo que te llevo en el corazón, deseando para tu alma y tu cuerpo todo lo bueno que puedas desear. Tuya afectísima,

151

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia –Socorro de León de Ortega, Toluca, 8 septiembre1970.


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Apóyate en Dios y en tu propia dignidad. Mi nunca olvidada Socorro 152: Hoy recibí tu carta del 21 de los corrientes. Ya tenía yo esa espina en el corazón, el presentimiento de que algo te pasaba. Tu carta ahora me lo comprueba. ¿Qué te diré? Que estoy contigo y que como siempre te acompaño muy de cerca en tus penas. Me imagino tu situación y lo que sufrirás por tus hijos. Parece que Dios Nuestro Señor quiere hacerte comprender prácticamente que no debes esperar en la vida bienestar completo y que, la misma cuñita que te ha hecho sufrir siempre seguirá haciendo su oficio. Humanamente hablando, tienes razón pensando las cosas que, en medio de tus amarguras se te ocurren, pero, tú sabes, mi hijita que no debemos dejarnos llevar de los sentimientos que experimentamos agobiadas por el dolor, sino que, como mujeres cristianas necesitamos caminar guiadas por la fe; sobreponernos a todo lo que vemos y nos hacen sentir los humanos y sentir que, sobre todos está Dios que permite el sufrimiento a veces tan duro que parece cruel. Pero no es así, Dios es padre y no permitirá que tus sufrimientos sobrepasen a la fortaleza que Él está dispuesto a comunicarte. Socorrito, no pierdas el ánimo ni la generosidad. Haz frente a la situación, sostén la moral de tus hijos y con tus buenos consejos y tu actitud de fe y entereza, ayúdalos a hacer frente a la vida... Alienta a tus muchachos, Gerardo y el Güero a que se esfuercen en sostener la situación y Dios los ayudará. Estoy segura. Ni por un momento admitas la idea de separarte de la casa ni de tus hijos. Allí está tu lugar, sostenlo con dignidad... No te 'des a la pendiente', al contrario, por tus hijos sostente con ánimo y entereza. 152

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro de León de Ortega, Toluca, 27 agosto1971.


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Que ellos sientan que tienes fortaleza y ánimo; no te dobles, apóyate en Dios y en tu propia dignidad. Voy a ofrecer al Señor todos mis dolores y sufrimientos por Ustedes y estoy segura de que el Señor me oirá. Ya sabes que estoy contigo.

Familia Ortega de León Adela, Luis, Socorrito, Gerardo, Jorge, Carlos, Juan Manuel, Rosita (centro) Ma. Elena (centro izq.) y Ma. Guadalupe (centro derecha.)


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Cartas a Sra. María Gutiérrez de Hernández

Hay que fiarse de Dios y sufrir las angustias que a veces trae la pobreza, sometiéndonos amorosamente. Mi querida María153: Cuánto he agradecido su carta. Un millón de gracias. Me dio Usted un ratito muy agradable, platicándome de sus trabajos en la Unión Femenina Católica Mexicana; al mismo tiempo vi con pena que no han podido resolver el problema de encontrar medios para sostener la escuela. Realmente es sumamente difícil la cosa y la verdad es que a mi juicio, no debían haber ampliado los grados de instrucción, sino concretarse a lo que tenían. Aquí he estado observando las actividades de la Unión Femenina Católica Mexicana y, en verdad, son muy inferiores a los que ustedes desarrollan. Tienen dos escuelas, pero con número reducido de alumnos y no muy bien atendidos. Estoy segura de que ustedes teniendo una sola, hacen mayor bien; y no es adulación es la verdad. En las juntas, a las que asisto, particularmente a las del Comité Parroquial, oigo las mismas quejas: inconstancia de todos los elementos, escasez de fondos; falta de entusiasmo y morosidad para cumplir las comisiones. Me pidieron que diera una clase de Religión semanal; en las juntas les han dicho la obligación que tienen de asistir, etcétera. Pues van 5 o 6. Ya ve usted, pues, María, que “en todas partes se cuecen habas”. Y hay que atender a que esta Ciudad tiene una población de 153

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia-María Gutiérrez de Hernández, Toluca, 4 enero 1933. La señora María Gutiérrez de Hernández, nace en Cd. Lerdo Dgo. en el año de 1880, mamá de la M. Ma. de la Trinidad (MHPVM), amiga de la M. Julia y miembro de la Unión Femenina Católica Mexicana, una de las asociaciones que la M. Julia apoyó e impulsó mientras residía en esta ciudad y después a través de la correspondencia epistolar.


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35, 000 habitantes. Considere Usted si no están en Lerdo mucho mejor organizadas... En fin, yo me consuelo pensando con gusto en mi gente de Lerdo, que ya la quisieran en más de cuatro lugares.. No me canso de pedir a Nuestro Señor remedie la situación por que atraviesan ustedes, y cuando veo que “se hace el sordo”, me digo, algún bien mayor en sus almas, persigue. ¿Cuál será? No lo sé, pero lo presumo. Hay que fiarse de Dios, María, y sufrir las angustias que a veces trae la pobreza, sometiéndonos amorosamente. Pasará esa situación, esté segura, confíe; y espere a que Dios termine la obra de depuración que con esa cruz está haciendo en sus almas. ¡Es tan bueno y tan Padre, que no dejará que sufran más de lo que pueden soportar! Le ruego me haga favor de saludar a Don Ángel y los muchachos en mi nombre. A todos los recuerdo con cariño y para todos pido la bendición de Dios Nuestro Señor en este nuevo año. Suya afectísima,


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Con sus penas compra la felicidad eterna de su esposo y de sus hijos. Mi querida María154: A su debido tiempo recibí su amable carta de felicitación que quise contestar luego y no me fue posible hacerlo así. Después vino el día 15 de los corrientes y tenía el propósito de que no se me había de pasar sin felicitar a Usted, pero nada, no pude hacerlo porque en esos días estuvimos cambiando de casa y luego estuve enferma. Total que he estado verdaderamente mortificada por estar portándome tan mal con ustedes, pues también tengo que escribir a Lupita y a las niñas. Hoy me propuse llevar como a capricho el sentarme a escribirle y aquí me tiene usted. Quisiera decirle cuanto la recuerdo delante de Nuestro Señor y todo lo que le pido por usted, Don Ángel y todos su hijos, en bienes del alma y del cuerpo, pero particularmente ruego al Señor conceda a usted grande fortaleza para llevar sus cruces con ánimo y paz en el alma. Usted con sus penas compra la felicidad eterna de su esposo y de sus hijos, pero como son tantos necesita la fortaleza y virtud de Dios, por esto las pido para su alma y no dudo que el Señor me ha de oír y se las dará. Continuamente pienso en toda esa mi gente de Lerdo y solo me conformo de no estar con ustedes pensando en que Dios Nuestro Señor me trajo de allá, lo cual es señal de que no me necesitaban ni servía ya para hacerles el bien. Por aquí como en todas partes hay mucho quehacer, no me alcanzan las horas del día para cumplir con lo que Nuestro Señor me encomienda. Me dedico de manera especial a la Juventud

154

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - María Gutiérrez de Hernández, Toluca, 20 agosto 1934.


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Femenina, pero tengo clases de Moral y Religión para la Unión Femenina Católica Mexicana, también... Voy a terminar rogándole se sirva saludar en mi nombre a Don Ángel y a los muchachos, especialmente a Pepe. Escribo a las niñas. Como siempre quedo de usted afectísima,


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Carta a Sra. Ángela A. de Sterling

El dolor es pan del cristiano. Mi querida Angelita 155: Cuánto agradecí tu carta. Bendito sea Dios que te permitió irte con Jorge para que descansaras de las penas de Torreón. Ojalá que te estuvieras por ahí algún tiempo, al fin que, por aquí ya no te necesitan tanto. Me dices que estuviste en Nogales con Jesusita y que está decaída, que no piensa más que en la muerte. Pues que ¿está muy enferma? Yo creo que tiene algún sentimiento con el Señor Navarrete. ¿No sabes? Dicen que no le escribe ni se comunica con él y esto se me hace que la ha de deprimir moralmente. ¿No crees? Yo quisiera que todas las personas a quienes yo quiero, les diera Nuestro Señor mucha paz, alegría y felicidad, de suerte que, aunque tuvieran que sufrir, porque el dolor es el pan del cristiano, tuvieran generosidad bastante para contentarse con la voluntad de Dios. Dile a Jorge, que no lo pierdo de vista. Que me mande el retrato que le pido. Que no se haga desentendido. Antes de morirme quiero verlo por última vez aquí en el mundo donde nos conocimos y nos quisimos. Señor.

155

Adiós, Angelita, no te olvido en la presencia de Dios Nuestro Tuya afectísima,

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Ángela A. de Sterling, Aguascalientes, 17 Febrero 1969. Angelita fue alumna del Colegio de Mazatlán.


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Pido mucho a Dios que te alivie, te consuele y remedie las penas de tus hijos. Mi buena y siempre querida Angelita 156: Con el gusto de siempre me enteré de tu carta escrita el 5 de los corrientes. Me da gusto pensar que estás ahí con Jorge. Se me figura que es donde puedes estar más tranquila. Las malas noticias te llegan más tarde y por escrito. Pero estando aquí en Torreón estás entre unos y otros, recibiendo molestias, oyendo las quejas, etcétera. Lo peor es que estén en desacuerdo unos con otras y tú en medio de ellos sin saber a quien darle la razón. Yo estoy más tranquila teniéndote allá. No te imaginas el gusto que me dio ver el retrato de Jorge. Gracias Angelita. Voy a escribirle a él dándole las gracias también. Mucho me aflige Lalo. ¡Qué vida tan amarga estará llevando solo en La Paz! Y la pobre de Irene... ¡Bueno! Por donde quiera todo es sufrir. Yo quisiera, Angelita, que tú comprendieras que, es imposible que tú puedas componer las situaciones de tus hijos y que, de nada sirve que te estés acongojando por lo que no has de remediar. Por tanto, vale más que cuides tu salud, que estés allí tranquila, encomendando a Dios y a la Virgen a todos tus hijos. Todos tienen sus obligaciones y su gente, Jorge no tiene y yo creo que a él no le estorbas. ¿No crees mejor permanecer ahí? ¿Hay templo católico? ¿Puedes ir? Y Jorge ¿práctica la Religión? Me temo que en tanto tiempo de vida sin buenas compañías, sin cariño, ha de tener su espíritu amargado, sin ilusiones, ¿no es así? Pido mucho a Dios que te alivie, te consuele y remedie las penas de tus hijos. Te bendigo y te quiero como siempre. Tuya,

156

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia-Ángela A. de Sterling, Aguascalientes, 12 mayo 1969.


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Acércate mucho a Dios y a la Virgen Santísima y ten seguridad que Ella te alcanzará lo que pedimos. Mi querida Angelita 157: Tengo tu carta del 14 de los corrientes, la que te he agradecido como siempre, pues, ya ves que siempre estoy con pendiente por ti y tus hijos. Lo que me cuentas me entristece de veras, pues no quisiera que tus hijos fueran motivo de penas tan grandes para ti. ¡Sea por Dios! Yo me imagino que, cada uno tendrá sus razones y les parecerá que no deben ceder. Pero, también es cierto que si no ceden de sus ideas y se acoplan a las de la compañera, buscando alguna forma de benevolencia, nunca van a entenderse y el mal que para los hijos se resiente, dejará huellas imborrables en sus corazones y culparán a sus padres. Yo le pido a Nuestro Señor que Él que tiene en sus manos los entendimientos y corazones de todos, los mueva y les haga entender que tienen que vencer el orgullo y buscar los medios para acercarse, si ya no, por otras causas, si por el bien y felicidad de los muchachos. Tanto en un caso como en el otro necesitan más flexibilidad, más convencimiento, más caridad y amor. Dios Nuestro Señor se los haga comprender. En el caso de Lalo es más difícil la cosa por la amistad esa que me dices, tiene. Dios lo ilumine. Nada me dices en tu carta de Clarita, Irene y Jorge. A todos los recuerdo y por todos me aflijo. Dios me oiga.

157

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia-Ángela A. de Sterling, Aguascalientes, 28 agosto 1971.


Biografía

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Yo he estado muy enferma y cada día más mal de salud. Es natural a mi edad. No dejes de pedir por mí. Saluda a todos tus hijos en mi nombre y que estoy pidiendo al Señor los bendiga. Para ti pido paciencia, fe y confianza en el Señor, junto con grande fortaleza. Acércate mucho a Dios y a la Virgen Santísima y ten seguridad que Ella te alcanzará lo que pedimos. Mucho ruega por ti y te bendice esta pobre viejilla.


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No tienes más que hacer que recurrir a la oración. Mi querida Angelita 158: No sé si recibirías mi felicitación por Navidad. Yo sí recibí tu cartita del 11 de Diciembre. Me dices que te sientes enferma pero que no has querido ver al doctor. Eso no está bien así. Tiene uno obligación de curarse, si a pesar de todo Dios no te da la salud, está bien, pero haz la lucha. Me imagino que tu mayor preocupación ha de ser la de tus hijos. ¿No? Pero ¿qué puedes hacer para traerlos a la razón y ordenarlos? No tienes más que hacer que recurrir a la oración y pedir al Señor que los traiga al orden. Él es el único que puede hacerlos pensar y ponerse en orden. Yo te ayudo de esa manera también y le suplico que les abra los ojos a las esposas y los atraigan. Esperemos en Él. Saluda a Clarita y cuando escribas a Irene dile que, ¿por qué no ha venido?, que no se olvide del camino. Ya tenemos el chalecito tuyo pero Irene no ha venido. Dios te bendiga y te dé paciencia y resignación. ¿Cómo sigue Jesusita? Yo estoy mal. Adiós,

158

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia-Ángela A. de Sterling, Toluca, 12 febrero 1973.


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Cartas a Sra. Rosario Doblado de Aguilar 159

Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero y la Señora Rosario Doblado

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Es alumna e interna del Colegio Montessori en Toluca, Edo. De México, esposa del actor mexicano Luis Aguilar. Es en Toluca donde trata muy de cerca de la M. Julia y ésta siempre la acompañó en sus penas.


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Hasta mi último momento pensaré y rogaré por ti. Mi querida Chayo160: Anteayer, alguien me habló por teléfono dándome un recado tuyo y que me dieran tu dirección. Cuánto me alegré de esto. Hace algunas semanas, vi en uno de los Diarios de esa Capital, la angustiosa noticia del accidente acontecido a tu muchacho, y ¡cuánto me angustié imaginándome como estarías, qué tribulación estarías pasando! Inmediatamente pensé escribirte, pero, a qué dirección. Ahora ya la sé, me pongo luego a dirigirte estas letras. ¡Cuánto te he considerado, Chayo! Créeme que de Corazón pedí a mi buen Padre Dios tuviera compasión del alma de tu muchacho y a ti te diera calma y resignación. Cuando considero la forma en que vives, pienso en el vacío que llenará tu corazón y cómo sufrirás. Estoy segura de que gozarás de lo que la vida te puede dar, pero, yo sé que todo eso no te dará lo que tu corazón noble y bueno necesita para ser feliz. No puedes dejar de sentir el vacío que la desaparición de tu hijo te ha dejado, Chayo y debes estar sufriendo. Desde aquí te acompaño con cariño y verdadera simpatía y quisiera que sintieras conmigo deseos de rogar por su alma, de ofrecer por ella el Santo Sacrificio de la Misa y otras oraciones que, según nuestra fe, pueden servir de lenitivo a sus penas. Chayo de mi alma, sé buena. Evita el pecado, vive en gracia de Dios. No permita el cielo que a Don Luis le pase también algo desagradable. Es tiempo de que regularices tu vida. ¡Aún puedes ser feliz! Yo estoy muy enferma. Tal vez no dure ya mucho tiempo. Está segura de que hasta mi último momento pensaré y rogaré por ti. Dios Nuestro Señor te bendiga y te consuele. Tuya afectísima,

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Doblado de Aguilar, Aguascalientes, 13 abril 1966.


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Me ofrezco para que tu vida se rectifique. Mi querida Chayo161: Contesto tu grata del 14 del pasado. Gracias a Dios que no siguió Eva más mal. Espero que ya estará en su casa muy en paz. Tú no puedes imaginar Chayo, como me preocupa tu vida y la de Don Luis y la de tu niño pues, cuando quiere uno a una persona de veras quiere uno a todo trance, la felicidad de los seres queridos. Y para mí la felicidad real no está en el goce de los bienes materiales, sino en poseer los bienes imperecederos. Sufro, Chayo. Me consuela, sin embargo, pensar que Nuestro Padre Dios es tan bueno y que quiere con voluntad eficaz, el bienestar y felicidad de sus hijos... Le prometo al Señor poner en el platillo de tu balanza mis 70 años de vida consagrada a Él para que nos conceda que tu vida pueda rectificarse y pueda yo llegar a verte realmente casada con Don Luis que tanto te quiere y formando con tu niño un hogar verdaderamente dichoso. Van mis anhelos con un abrazo. Saludos a Eva. Dios los bendiga.

161

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Doblado de Aguilar, Aguascalientes, 6 septiembre 1968.


Biografía

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Si te dejas iluminar por un rayito de fe, verás que Dios te ama, se preocupa por ti y quiere tu felicidad verdadera. Mi buena y querida Chayo 162: Espero que a esta fecha, estarás completamente restablecida y algo más encarrilada en tus penas y amarguras. Me imagino que después de esas tormentas que pasas, te ha de quedar el alma yerta, sin ilusiones ni esperanzas. Sin embargo, Chayo, creo que si te dejas iluminar por un rayito de fe, verás que Dios te ama, se preocupa por ti y quiere tu felicidad verdadera. No la que tú quieres llamar felicidad. Yo sigo rogando al Señor para que, en la forma que Él disponga, me conceda antes de morirme verte en una situación normal que traiga a tu alma la paz y bendiciones que te faltan. ¡ Qué diera yo por poderte comunicar algo de lo que yo tengo...! Adiós. No te olvida nunca.

162

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Doblado de Aguilar, Aguascalientes, 6 mayo 1969.


Biografía

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Señor bendícela, hazla que te ame y devuélvele centuplicada su buena limosna. Mi querida Chayo163: No pude contestar tu llamada telefónica porque, no te imaginas como he estado mal de mis piernas, sin poder moverme y lastimándome hasta la silla de ruedas. ¿Tú, cómo has estado? ¿Qué noticias has tenido de por acá? ¡Cómo te considero en esa mortificación! Oye, Chayo, me extraña que no hayas recibido unas letritas que te mandé agradeciendo infinitamente tu cheque. No sé porque no recibirías mis letras. Por cierto que le agradecí tanto a Nuestro Señor te hubiera inspirado ese acto de caridad, pues, fíjate que el mismo día que me llegó tu cheque recibí carta de la Superiora de la Misión de Todos Santos Baja California diciéndome la aflicción que tenía, porque una de las Hermanas había tenido una hemorragia gástrica y los médicos pedían, radiografías, análisis, sueros, etcétera, etcétera y no tenía dinero. Vi la Providencia de Dios. Luego mandé cambiar tu cheque y se lo mandé. ¿Ves, qué oportuno vino? ¿Ves qué bueno es Dios? Luego le dije a Nuestro Señor Bendice a Chayo, hazla que te ame y devuélvele centuplicada su buena limosna Dios te pague mi buena muchachita. Me ayudaste sacándome de buen apuro. Hemos tenido mucho calor estos días, por las noches no puedo dormir, así es que me estoy sintiendo mal. Quiera Nuestro Señor que tú y tu esposo estén bien y en paz. No dejes de ir a Misa los Domingos y reza el Santo Rosario. Necesitas que la Santísima Virgen te cuide. Con el cariño de siempre. Tuya afectísima,

163

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Rosario Doblado de Aguilar, Aguascalientes, 25 mayo 1969.


Biografía

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Aprende a ser superior a las bajezas. Mi querida Chayo164: Cuánto me ha afligido lo que me dices en tu tarjeta de Navidad. No sé qué cosas serán las que tanto te han trastornado, pero sí veo que no tienes razón en todo lo que disparatas. ¿Hacen caso hasta perder la moral a esa barahúnda de locos que hablan siguiendo la corriente de la envidia, la calumnia y bajas pasiones ¡No, Chayo eso es ponerse al nivel de ellos! No, hacerles caso, despreciarlos, tomar las cosas como de quien vienen. Eso es lo que hay que hacer. Si no tienen razón ¿por qué perder la dignidad enfureciéndose contra ellos? No seas tonta, cálmate y aprende a ser superior a las bajezas. No te alteres. Pon remedio si lo hay y si no, el desprecio es lo más razonable. Si, delante de Dios, lo mereces o no por los acontecimientos de tu vida, eso es capítulo aparte que trataré después. Serénate. Dios te ayudará.

Cartas a Sra. Rosario Martínez 165 164

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- Rosario Martínez de Castilla, Toluca, 15 diciembre 1970. 165 Nació en Gómez Palacio, Dgo. el día 7 de octubre de 1918. Su madre murió dejándola muy pequeña y por este motivo Rosario vivió en casa de su media hermana Aguedita Martínez y su esposo D. Facundo Martínez. Fue vista casi como hija del matrimonio pues era un poco mayor de la hija de ambos. Sufrió mucho, sobre todo por la falta de su madre y la M. Julia tuvo para ella especiales cuidados y cariño. Trabajó muchos años en Acapulco y ahí se casó con el Sr. Castilla. En sus cartas, la Sierva de Dios Julia Navarrete acerca a María del Rosario a Dios, quien le muestra su amor y ternura por medio del dolor y sufrimiento.


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Que mi recuerdo te lleve a Dios Querida Chayo166: Tres cartas tuyas he recibido, hoy fue la última. No creas que no te he escrito por otra causa o por falta de interés. Lo que me ha pasado es que hemos tenido unos días muy fríos y como padezco mucho de artritis, los días fríos casi no puedo mover la mano derecha, sobre todo. Me cuesta mucho trabajo escribir. Ahora estoy haciendo esfuerzo para escribirte. No puedo estar de acuerdo contigo en que Dios no te hace caso. Precisamente porque te hace caso te manda sufrimientos. Cuánto alejamiento culpable, por tu parte, ha habido de Él. ¿Quién ha ofendido y olvidado a quién, Chayo? Y sin embargo no te ha dejado perderte. Si Él en su amorosa Providencia no te hubiera detenido, ¿a dónde habrías ido a caer? No, Chayo, Dios ha sido y es bueno contigo. Tú eres la que te has alejado de Él. Convéncete, tienes orgullo y no te quieres reconocer culpable, por más que tu conciencia te dice la verdad. Sé buena, hazte niña pequeña y acude a Dios como a tu Padre y dile que te vea y te ame como te ha amado siempre, aunque tú hayas despreciado su cariño. Convéncete Chayo, de que la vida es dura, y si no se agarra uno de la fe sobrenatural, y si no vive de la realidad, la vida nos llevará al fracaso eterno. Necesitamos fe y fe en Dios, que es el único que no falla. El único que te dará lo que tú esperes de Él. Yo comprendo que, con tantos años de casi despreciar esos valores sobrenaturales, has de haber perdido el aprecio de ellos, pero mira, reflexiona y verás que ellos solos son los que pueden darte consuelo, fortaleza y valor.

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Martínez de Castilla, Aguascalientes, 10 Diciembre 1965.


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Levántate, recibe a Jesucristo en la comunión, aviva tu fe, cree en su amor y verás cómo vuelves a vivir. Te prometo contestar tus cartas y cree que, de veras, no me eres indiferente ni mucho menos; me intereso por ti y diariamente te recuerdo en mis oraciones. Cuida tu salud, por ti misma, para que puedas rehacer tu vida y darle a Dios Nuestro Señor un poco de lo que le negaste algún día. ¿Verdad que me entiendes y harás lo que te digo? Pido a Nuestro Señor que durante los meses de más trabajo, te dé fuerzas y tranquilidad. Acuérdate de mí que te quiero y deseo tu bien y que mi recuerdo te lleve a Dios. Felicidades por Navidad y Año Nuevo. Tu vieja, M. Julia


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Busca en Dios, la forma de llenar ese vacío que sientes de la vida. Querida Chayo167: Recibí tu carta del 23 de febrero por la que veo has estado enferma y muy ocupada. Quiera Nuestro Señor que a esta fecha te encuentres mejor de tus males. Siento mucho las dificultades con que han tropezado en su negocio. Y ahora ¿ya lo arreglaron en alguna forma o todavía están con la misma dificultad? No le entiendo yo a ese negocio, pero basta con que se trate de cambiar de forma de trabajo o de lugar, para que sea un verdadero trastorno y más como ustedes que ya tienen años encarrilados y les sería muy pesado y molesto cambiar. Quiera Dios Nuestro Señor abrirles camino y darles facilidades para encontrar lo que mejor pueda convenirles y si es posible, allí mismo, para que no tenga que mudar su residencia. Como consecuencia de esos disgustos, es muy natural que tu vesícula se resienta y que te hayas trastornado en tu salud. Harás muy bien, si te dedicas a cuidarte y descansar. Ojalá puedas hacerlo. Me he reído de ti de buena gana por tu ocurrencia de que “ojalá que ahora que la Iglesia se está modernizando, permitieran que se pudiera comulgar sin tener que confesarse...” Se conoce que has olvidado la doctrina cristiana que aprendiste de pequeña. La Iglesia Católica siempre nos ha enseñado que, el impedimento único para comulgar es el pecado mortal, si tú, como dices, no lo tienes ¿por qué no comulgas? ¡Cuánto consuelo recibirías y cuánta tranquilidad vendría a tu alma si recibieras a Nuestro Señor en la comunión!

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NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Martínez de Castilla, Aguascalientes, 3 Marzo 1966.


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Quítate la pereza, acércate a Dios. Busca en Él, la forma de llenar ese vacío que sientes de la vida. Si hicieras algo bueno por ayudar a otros, por sacrificarte en alguna forma por tus prójimos, otro gallo te cantara. Pero esa vida fría, monótona, desabrida, claro que te ha de tener fastidiada y sin ilusiones. ¡Sacúdete la pereza y ve qué hacer por los pobres, por los miserables que todo les hace falta!... Guárdate mi afecto sincero, saluda a tu esposo y créeme que nunca dejo de rogar a Nuestro Señor y a la Virgen Santísima por ti.


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Pido a Dios te ayude con su fortaleza y te de paciencia en las dificultades. Mi querida Chayo168: Hace meses que estoy queriendo escribirte pero, he estado tan mal de salud y con tantas penas y atenciones que se me han ido pasando los días sin sentirlo. Con frecuencia te recuerdo y luego levanto mi alma a Dios, pidiéndole te ayude con su fortaleza y te de paciencia en las dificultades que se te presenten. Cómo has seguido de tus males? Ojalá que no haya pasado a más tu mal del estómago y hayas mejorado con las medicinas y alimentación que te prescribieron. Espero que también hayas estado muy cerca de Dios, frecuentando los Santos Sacramentos y encontrando en ellos, fortaleza y paz para tu alma. Cada mes que pasa, pienso que ya vendrás en el siguiente, pero no se ha llegado el día. ¿Has tenido mucho trabajo? Me imagino lo que sufriría tu esposo en ese casi asalto del que fue víctima. Realmente, fue un milagro que se salvara. Dios te lo cuide. Cómo es la vida, no faltan aflicciones y vienen por donde uno menos las espera. Bueno, Chayo, ya sabes que no te olvido y que siempre pido para ti el bien de tu alma ante todo. Te quiere de corazón esta tu pobre,

168

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Martínez de Castilla, Aguascalientes, 17 febrero 1967.


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Termino bendiciéndote. Mi buena y querida Chayo 169: Contesto tu carta del 17. ¡Válgame el Señor! Qué de cosas inventan dándolas por hecho. No, mira, lo que sucede es esto: Están por aprobar en Roma la Congregación definitivamente; con este motivo, nombraron a un Sacerdote para que hiciera una visita General a toda la Congregación y diera informe de si estaba todo en regla, cosa muy natural y acostumbrada. Yo me estaba sintiendo cada día más mal de salud, porque era demasiado el trabajo que se me cargaba. Pensándolo delante de Dios, me resolví a descargarme de la responsabilidad del gobierno de la Congregación y encontré muy oportuno el momento de la Visita pidiendo que una Superiora General más joven con sus debidas consejeras, asumiera el cargo, en vista del estado de mi salud, mi edad, etcétera. Consideradas mis razones, accedieron a concederme lo que pedía. Me preguntaron en donde prefería residir y dije que aquí en Toluca, dado que el clima me prueba, y podría mejorar mi salud. Me lo concedieron y, aquí me tienes. Verás por todo esto, que, voluntariamente dejé el gobierno de la Congregación y no hay nada de lo que se imaginan. Para elegir otra Superiora General se convocó al Capítulo General en plena paz y orden y todas, de común acuerdo, dimos nuestro voto a la Madre Luz Valdivia que mereció toda nuestra confianza. De Roma me honraron con el título de Superiora General emérita del Instituto. Es un título honorífico, por los méritos que me reconocen en el trabajo por la Congregación. Además en el Capítulo General tomaron en cuenta mis opiniones y nada hicieron sin mi anuencia. 169

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Martínez de Castilla, Toluca, 25 julio 1969.


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227

Cálmate, pues, Chayo; ya ahora verás que todo va bien y yo estoy descansando. Quiera Nuestro Señor que puedas venir. Tendré mucho gusto en verte por aquí. Termino bendiciéndote. Tuya afectísima,

Espero que tanto tu esposo como toda tu gente, estén en paz y buena armonía Señora Rosario Martínez de Castilla 170: He estado queriendo escribirte para contestar tu carta del 30 de Junio, pero no he podido porque he estado muy enferma. La humedad y el frío de la lluvia abundante y constante me han perjudicado. 170

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- Rosario Martínez de Castilla, Toluca, 31 agosto 1970.


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Ahora te pongo estas líneas para saludarte, deseando que Dios te bendiga... ¿Cómo has seguido de tus reumas? Yo he estado muy mal, porque ha llovido demasiado y la humedad hace mucho mal. Cada día que pasa me voy acercando a la muerte. Yo creo pronto me voy. Espero que tanto tu esposo como toda tu gente, estén en paz y buena armonía y que tú puedas permanecer en paz y descansar. No se te olvide rezar todos los días a la Santísima Virgen para que te cuide y te ayude a dominarte. Yo le pido al Sagrado Corazón te dé buenos sentimientos, para que sepas dominar tu carácter. ¡Cuánto bien podrías hacer!. Adiós, ahora me propongo escribirte antes de que tú lo hagas. Ahora me levanté mal de la cabeza y mira que carta tan mal hecha te envío. Adiós. Tuya,

Yo quisiera verla dulce, reposada, indulgente. Querida Chayo171: 171

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Martínez de Castilla, Toluca, 14 marzo 1972.


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Tengo pendiente por Usted y me puse a escribirle para informarme de su salud. Hace días se me viene a la mente Chayo. ¿Qué hará? Se me representa muy violenta, disparatera, enojada y renegando. Yo quisiera verla dulce, reposada, indulgente, pero... no la veo así. ¿Cuál será la realidad? Yo he estado con una fuerte gripa, pero a pesar de esto le estoy enviando estos renglones. Tengo pendiente. ¿Qué sabe de su gente de Aguascalientes, están en orden? Cuénteme cómo sigue de sus males. Mucho ruego por Usted. Suya,


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Dios que te dé calma, resignación, paciencia para esperar mejores tiempos. Mi buena y querida Chayo 172: Hasta hoy puedo escribirte, deseando que mis letras te encuentren más calmada que, como te sentí la última vez que hablé contigo. ¿Cómo has seguido de tus males físicos? ¿No te sientes un poco mejor? No creas que me olvido de rogar por ti. ¡Me da tanta angustia verte tan desesperada algunas veces! Quisiera como con la mano hacer desaparecer esos pensamientos y sentimientos que te torturan. Pero, pobre de mí, nada puedo sino rezar por ti. Pedirle a Dios que te dé calma, resignación, paciencia para esperar mejores tiempos. Yo sé que Dios es infinitamente bueno y que nada hace al acaso; todo lo que permite aún los sufrimientos que nos manda llevan un fin digno de Él. Así me lo dice la fe. Así lo creo y siempre espero, que llegará un día en que cambiará mis penas en alegría y mientras tanto sobrellevo por su amor lo que venga. Así quisiera que tú pensaras. Quiera Dios Nuestro Señor concedérmelo. Cuando puedas escríbeme porque tengo pendiente por ti. Te felicito por las fiestas de Navidad y pido al Divino Niño derrame en tu alma la paz que vino a traer a la Tierra. Te quiere como siempre,

172

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Rosario Martínez de Castilla, Toluca, 25 noviembre 1972.


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Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero

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El secreto de nuestra paz está encerrado en la adhesión de nuestra voluntad a la divina. Mi buena Teresita 173: No tengo palabras para agradecer su grata cartita del 10 de los corrientes. Dios Nuestro Señor le pague sus cariñosas frases. Yo creo que Usted si podrá imaginarse lo que me costó arrancarme de Aguascalientes, de mis Hermanas y de todas mis almas a quienes viví consagrada, ya que mi vida, sacrificios y oraciones eran para todos mis buenos amigos a quienes amaba de corazón y cuyas tristezas y alegrías hacía siempre mías. Todo lo dispone Dios Nuestro Señor y el secreto de nuestra paz está encerrado en la adhesión de nuestra voluntad a la divina, por esto, he inclinado mi cabeza y he dicho "fiat" a la voluntad adorable del Señor, estando segura de que Él sabrá derramar en todos los que amo los dones, caricias y bendiciones que le pido. Para usted mi querida Teresita y para todos sus hijos de una manera especial, van al Señor mis pobres oraciones. En el Corazón de Jesús, soy suya afectísima. Mis recuerdos para todos sus hijos y de una manera especial para el Padre. H. Julia Navarrete M.H.P.V.M.

Créeme muy cerca de ti en esta prueba. 173

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia-Teresa Ruiz de Chávez Viuda de Rizo (Aguascalientes, Ags.), Toluca, 15 julio 1969. La Sra. Teresa Ruiz de Chávez nació en Aguascalientes el 15 de octubre de 1886, es hija de Don Felipe Ruiz de Chávez, Gobernador interino de Aguascalientes y de la Sra. Guadalupe Aguilar. Amigos de la M. Julia de siempre y vecinos del Colegio de la Inmaculada (hoy Instituto La paz), es mamá del Sr. Canónigo P. Urbano Rizo, tiene una relación muy cercana con la M. Julia. Muere el 6 de septiembre de 1976.


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Mi querida María174: carta.

Precisamente me disponía yo a escribirte cuando me llegó tu

¡Qué prueba tan amarga te ha mandado el Señor, Mariquita! Pero bendito sea porque también te ha dado la fortaleza para sufrirla con espíritu cristiano. La separación de nuestros seres queridos es cosa natural, así la vemos y sin embargo cuando llega el momento en que se realiza, el dolor supera la consideración. Recuerdo que decía mi madre que ella había perdido padres e hijos, pero que ninguno de estos dolores podían compararse con el dolor por la pérdida del esposo. Y es natural, pues la unión que, por disposición divina une a los esposos es tal, que llegan a ser como una misma persona. La separación final, tiene que ser dolorosísima. Dios es el único que te puede consolar y fortalecer y así le pido con todo mi corazón que lo haga. Con todo mi corazón he estado pidiendo al Señor porque muy pronto le dé el descanso eterno al alma del Señor Rosell. Por favor haz presente a tus hijos mi condolencia, saluda a Lupe y créeme muy cerca de ti en esta prueba.

174

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- María Hernández de Rosell, Toluca, 5 enero 1973. Nace en Cd. Lerdo, Dgo. el año de 1920, es hija de la Sra. María Gutiérrez y hermana de la M. Ma. de la Trinidad Hernández (MHPVM). Fue alumna de la M. Julia.


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Aprovecha todos los ratos amargos que Dios te dé, para atesorar méritos para la vida eterna. Mi querida Concha 175: Gracias por tu carta. Son ustedes muy buenas y me juzgan muy bien. No sé cómo estaré en la presencia de Dios. Se lucieron con sus festejos por mis Bodas ¿no? Dios les pague sus trabajos, sus sacrificios, sus esfuerzos en todos sentidos. Yo quería escribir una carta dándoles las gracias, pero a última hora me sentía tan mal que preferí hablarles por medio de la grabadora. Creo que salió mejor así, ¿no te parece? De la misma manera hemos oído aquí los festejos de ustedes. Ahora ya pasó todo y solo nos quedó el fruto que hayamos sacado de los buenos recuerdos de otros tiempos. De los que yo sufrí tanto mirando que te encaprichabas en casarte y que no tuvo remedio..... te casaste. ¡Ya pasó! ¡Ni remedio! Lo que tienes que hacer es aprovechar todos los ratos amargos que Dios te dé, para atesorar méritos para la vida eterna. Ten mucha fe y paciencia y deja a Nuestro Señor el cuidado de todo lo demás, que Él es Padre y no puede hacernos sufrir más de lo que podemos soportar. Educa bien a tu niña y recuerda que, tanto mejor educada estará cuanto más se habitúe a dominar su carácter, su temperamento y caprichos. El secreto para ser feliz es, entender que tenemos que abnegarnos, para poder convivir con nuestros prójimos, sean familiares o extraños. Y, sobre todo, las mujeres, necesitamos en miles de casos,

175

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - Concepción Torres de Cruz, Toluca, 17 octubre 1973. Es originaria de Aguascalientes y exalumna del Colegio La Inmaculada (hoy Instituto La Paz). Fue presidenta por muchos años de la Acción Católica y Congregante Mariana, persona muy apostólica, prueba de esto es la catequesis que impartía a los ferrocarrileros. La M. Julia la dirigió espiritualmente.


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prescindir de nuestros propios intereses en beneficio de los que nos rodean. Mucho pido a Dios por ti y los tuyos. A todos los recuerdo y espero que el Señor los bendiga. Adiós, Conchita, te bendigo. Ruega por esta pobre anciana. Estoy muy mal de salud, pero todavía no de muerte. Saluda a tu esposo, tu niña y tus hermanas y sobrinos. H. Julia N.

Cartas Anónimas176 176

Se omiten los nombres de las destinatarias para guardar respeto a su privacidad, por ello en lugar del nombre aparecerá sólo N.


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Acepta la cruz de tus hijitos, ámalos por Dios, ampáralos en tu corazón. Muy querida N.177: Cuánto me ha apenado lo que me cuentas en tu carta del 28 del pasado. Cuánto habrás sufrido. Lo que me consuela es que reconozcas la parte de culpa que tú tienes y que tengas el propósito de mejorar. Muchas veces en los momentos de violencia se desborda uno, y, es para su mal. Convéncete N., solo a base de dominio de ti misma, de paciencia y de serenidad podrás dominar esas situaciones terribles que se te presentan. Que es difícil lograr ese dominio, si, ya lo creo, pero por eso debes acudir al que es fuente de toda virtud y fortaleza, a Dios Nuestro Señor que nunca te negará si se lo pides, la fortaleza para practicar el bien. No busques a tu problema más solución que la que la Ley de Dios le da; el que tengas paciencia y soportes y lleves tu Cruz. No hay otra solución, las que el mundo les da a esas situaciones, como son el tirar la cruz y alejarse del esposo, o darse a la vanidad, a las diversiones, al lujo, etcétera, solo sirven para empeorar las cosas. No, N., créeme, abraza tu cruz, sé abnegada, busca en Dios tu fortaleza, acércate más a Él y allí encontrarás la solución. Cuánto me consuela que desconfíes de poder por ti misma sobrellevar bien tus penas, porque así pedirás más a Dios y le pedirás con humildad y El te dará lo que necesites. Acepta la cruz de tus hijitos, ámalos por Dios, ampáralos en tu corazón y sé noble, generosa como siempre lo has sido. Pido mucho por ti. Dios te bendiga como yo lo hago con todo mi corazón. Tu pobre, M. Julia

Que tu abnegación lo salve. Mi N. muy querida178: 177

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 6 diciembre 1944.


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“...Ahora sí ya voy de regreso creo que a más tardar el día 12 nos veremos. Se me han hecho eternos los 3 meses que he pasado fuera de Aguascalientes. Mucho estoy pidiendo a Nuestro Señor por ti y por todo lo que te apena para que Él remedie todo y te de la paz y resignación que tanto necesitas. Sé siempre buena... y ofrece todo por tu pelón para que Dios te lo conserve y sea tan bueno que en él tengas la recompensa de tus afanes y sufrimientos. Sé buena con N. ten paciencia y acuérdate de que tu abnegación ha de salvar su alma. Adiós... Que Nuestro Señor te bendiga. Tuya, H. Julia

178

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Cd. Obregón, 1 febrero 1945.


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Que Dios ponga remedio a tus males. Mi querida y consentida N.179: Ya te imaginarás con la pena tan honda que me vine. Me siento verdaderamente acongojada y no encuentro más que pedirle a Nuestro Señor insistentemente que Él ponga el remedio a esos males y que no te permita hacer cosa alguna que fuera a redundar en perjuicio de ti misma, de tus hijos y de todos los demás. ¡Cuánto tendrías que llorar un paso inconsiderado! Ahora sufres lo que no mereces y si lo sufres con resignación te sirve para la felicidad de tus hijitos, más tarde vendrá la calma, llegarán a una buena inteligencia mutua y podrás gozar de tranquilidad, en cambio, si ahora te precipitas y das un paso inconsiderado, tendrás que llorar con remordimiento, con vergüenza de no haber sido buena esposa, y acarreando muchos males para ti y para tus criaturas. Tengo fe en que Nuestro Señor te dará fuerzas y valor para perdonar y amar, para resignarte y sufrir con tranquilidad. Ya sabes cuánto te quiero y con qué anhelo de tu bien te aconsejo. Sé buena,... por Dios, por la Virgen, por tus hijos, y soporta y sobrelleva tu cruz180. ¿Qué le vas a hacer si esa es la que ya te tocó? Dales muchos besitos a los nenes, un recuerdo a tu mamá y mis cariños... Dios te bendiga. El Martes Dios mediante estaré en esa. Tuya, H. Julia

179

Expresión poco usual en las cartas de la M. Julia, pero cuando el dolor, la duda y el sufrimiento se hacen presentes en la vida de las personas queridas, como es el caso de Socorrito y de algunas otras personas, tenemos el corazón materno y afectuoso de la M. Julia que se desborda en expresiones afectuosas poco usuales en ella. ¿Alguien puede dudar del afecto entrañable de la M. Julia a N.? NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 3 agosto 1945. 180 Cfr. Mt, 16, 24-25; Mc 8, 34-35; Lc. 9, 23-24. Invitación evangélica, misma que Jesús hace a aquellos que quieren seguirlo más de cerca: tomar la cruz de cada día y seguirlo.


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Con el silencio, la prudencia y la caridad e indulgencia, es como se vencen cristianamente la maledicencia y la murmuración. Mi buena y querida N 181: Tu cartita me trajo la pena de saber el disgusto que has tenido por lo que dijo N. y lo que pasó en el colegio. Realmente hizo pésimamente la Hermana N. en decir a N. lo que le dijo y tendré que hacerle el debido extrañamiento. Tú sabes bien, que no hay gente más enemiga de chismes y discusiones que yo, pues bastante has visto en todo el tiempo que hace que nos conocemos que, prefiero pasar por todo antes que fomentar discusiones y tener dificultades con las personas con quienes trato. Últimamente he optado por evitar todo encuentro con N. para que, ni remotamente, haya ocasión de que me cuente cosas que no me importa saber. Puedes creer que me sería muy doloroso que retiraras a los niños del colegio, no por el mismo colegio que no lo resentiría, sino por los niños mismos y por ti. Tal vez sea pretensión mía pero siento que estando N. cerca de mí podría yo influir en su educación moral y con la ayuda de Dios hacer de ella una muchachita juiciosa y que te respetara y considerara y de esa manera ayudarte con la difícil carga que tienes. Este es mi único interés. Por lo demás, si tú prefieres que yo no tenga intromisión ninguna en la educación de los niños y crees que pueden recibirla mejor en otra parte, puedes hacer lo que juzgues mejor, pero, piénsalo bien, no sea que más tarde comprendas el mal que les hiciste... Siendo todo esto así, me sería dolorosísimo que, dejándote llevar de arranques tontos, te creyeras de los chismes que de mi te hagan hasta llegar a sacar a las criaturas del colegio. Si lo hicieras me demostrarías que nada soy para ti, ni siquiera merezco que me creas. 181

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 3 mayo 1946.


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Muy mal hecho de la Hermana N. al ir a decirle a N. lo que le dijo, pero también estuvo mal que tú fueras al Colegio a reclamar y a desahogar tu disgusto, sabiendo que esas cosas las tenías que arreglar conmigo y no con las Hermanas. Bastante conoces nuestro modo de proceder. Piensa bien lo que haces, no te dejes llevar de los arranques de tu genio, pues así siempre tendrás que arrepentirte. Sé buena, compréndeme, y si desgraciadamente no puedes estar en paz con N. y N. no metas en lío al Colegio. Nosotros debemos estar muy aparte y te aseguro que yo tomaré enérgicas medidas para que no se repita el caso desagradable de que una Hermana vaya a hablar con N. sobre asuntos semejantes. Dios te bendiga y te ilumine... obra con libertad y haz con los niños lo que te parezca mejor. Muy apenada y afligida estoy, casi te diré, avergonzada, pero aún así me atrevo a darte un consejo de Madre. Sé buena, no te dejes llevar de los arranques de tu genio, sé más dueña de ti misma y no rebajes tu dignidad a ponerte a hacer caso de las tonterías de N. y N. Si ves a tu mamá excitada por los chismes de los otros, cálmala y hazle ver que con el silencio, la prudencia y la caridad e indulgencia, es como se vencen cristianamente la maledicencia y la murmuración. Con el cariño de siempre soy tuya. Afectísima en Nuestro Señor, H. Julia

Dios no te manda más de lo que puedes llevar. Mi buena N.182:

182

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - N., Toluca, 24 agosto 1946.


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¿Cómo habrás seguido de tus males? Me imagino que si aún no te llega el momento esperado estarás sufriendo y soportando tantas molestias que me das lástima y le pido a Nuestro Señor que te sostenga con su fortaleza. ¿Los chiquitines cómo están? ¿Tan traviesos como siempre? Dales muchos besos en mi nombre. Ya sabes que no te olvido y siempre te ayudo con mis oraciones y sacrificios ya que de otra manera no puedo hacerlo. Sé muy buena, resignada y paciente y recuerda que cuando sufres es en bien de ti misma, de tus hijos y de tu esposo. Sufre bien lo que Dios te mande, con la seguridad de que es justo y no puede mandarte más de lo que puedas soportar. Adiós, el Señor te bendiga. A tu mamá mis recuerdos. Tuya, H. Julia

Haz por los demás lo que quieras que hagan por los tuyos. Mi N. muy querida183: 183

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - N., Toluca, 12 octubre 1946.


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Con ilusión recibí tu carta del 6. Fíjate tardó 6 días. Yo te escribo dos veces, con ésta son tres, ¿las has recibido? Veo como sigues con tus mismas penas y ahora son porque N. está delgada. ¡Sea por Dios! Sabes que se puso así desde que le dio la gripa en la casa de la mamá grande. Yo creo se debilitó, ya ves que así es esa enfermedad. Con un tónico que le dieran por 4 ó 6 semanas, se ponía bien. Pero el caso es que tú la llevas siempre. Mira no está bueno que te desesperes, ni quieras morirte. Aunque te parezca que Dios Nuestro Señor no te ayuda, sí lo hace, lo que sucede es que, el niño que viene tiene que costar sacrificios a la madre para que Dios Nuestro Señor te lo adorne de buenas cualidades y venga a ser parte de tu corona en el cielo. No te violentes por más que te diga N., ni menos sientas desamor por los niños. Piensa en cómo quisieras tú que tratara a tus hijos la que viniera detrás de ti, si tú te murieras. ¡Cómo querrías que fuera buena, dulce, paciente e indulgente! .... Pues haz tú por éstos lo que quisieras que hicieran por los tuyos. Sé buena, fíjate que Dios Nuestro Señor te manda penas porque desea tu bien. Vale más sufrir aquí en esta vida que en la otra donde las penas no tienen remedio. Yo sé lo que te digo. Estoy con un pendiente grande por tu enfermedad. A poco me da tiempo de volver a ésa antes que te enfermes. Creo que saldré de aquí el día 18 y aunque solo voy por 6 días, te veré y estaré contigo algunos ratitos. Adiós, ya sabes que te quiero como siempre y no te olvido con Nuestro Señor. Saluda a tu mamá, a tu esposo y haz muchos cariños a los chiquitos y saludos a los mayorcitos, Dios los bendiga a todos. Con todo mi cariño me despido hasta muy pronto. H. Julia


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Mi Madre la Virgen, te cuide y te ampare y te dé las fuerzas que necesitas. Mi N. muy querida184: Con lágrimas del alma me enteré de tu cartita. ¿Qué te diré? Realmente es amarga la vida que estás llevando y dices bien, que necesitas un remedio de Dios que es el único que te lo puede dar, ya que solo Él puede mover los corazones y las voluntades. Hay que pedirle a Dios y créeme que, con toda mi alma lo hago, que N. sea un poco más comprensivo y vea la razón de las cosas y sea dueño de sí para no dejarse ir luego a los golpes, pues la verdad esos modos son reprochables bajo todos puntos de vista. Después, hay que pedir a Dios que a ti te dé calma, serenidad, fuerza de voluntad para sobrellevar las injusticias y exigencias de los que te rodean. Necesitas fe en Dios y paciencia; no hay más remedio. Esas injusticias que haces pegándole a N., son crueles, y puede suceder que él te coja miedo y antipatía. No seas así, domínate y procura calmar tus nervios. Menos mal que se llevaron a los niños a San Luis. Ojalá se compongan de su salud con la temporada que pasen allá. Mientras tanto, tú aprovecha la soledad y procura estar tranquila, si no puedes moralmente porque siempre has de tener la espina de N., por lo menos materialmente de modo que tu cuerpo descanse. No creo que se haya muerto tu niño, es que estás en una horrible tensión nerviosa y por eso te sientes así... Ponte en las manos de Dios. Él es Padre amoroso y sabe apretar para que seamos buenos y nos acordemos de Él pero no ahoga, sino que nos da las penas siempre en proporción a las fuerzas que nos comunica. Ten fe, y yo te prometo que tus penas van a remediarse. Mi Madre la Virgen, te cuide y te ampare y te dé las fuerzas que necesitas. 184

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - N., Toluca, 30 octubre 1946.


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Así se lo pido con todo mi corazón Ya sabes cuánto te quiero y cuánto me intereso por ti y como quisiera consolarte y poder remediar tus penas. No ceso de rogar porque a pesar de todos los trastornos que tienes, a última hora te vaya bien. Ya verás como así va a ser. Lo que sí creo va a suceder que esos niños van a nacer hasta con dientes. ¿No crees? Adiós, sé buena y no te canses de sufrir antes recibe todo como venido de la mano de Dios. Él sabe lo que te conviene sufrir. Adiós, saludos para tu mamá y cariños a los niños. Tuya, H. Julia


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Cómo quisiera volar y estar a tu lado cuando se ponen las cosas tan difíciles para ti. Mi inolvidable y buena N185. : No te imaginas cuánto agradezco tus cartas y cómo quisiera volar y estar a tu lado cuando se ponen las cosas tan difíciles para ti. De veras que es el matrimonio una cruz pesada. Eso de no tener contento al esposo debe ser una pena grande. Me aflige que te sientas mal y quisiera yo poder comunicarte toneladas de calma y paciencia para sobrellevar lo que vaya viniendo sin alterarte tanto. Es imposible que tu esposo cambie de modo de ser, imposible también modificar el carácter de los niños, de la noche a la mañana. Esa modificación es obra de la educación, pero necesitarán pasar algunos años todavía antes de que esa modificación se haga sensible. No hay más, pues, que, en cuanto te sea posible, te hagas de la vista gorda y no te pongas de frente a la contradicción. Disimúlate en cuanto puedas y procura ganarte a los niños con ternura y bondad, vale más que estén de tu lado. A N. no le contestes, procura no alterarte cuando tiene sus cosas y dejar pasar los malos ratos. Pídele a Nuestro Señor que te dé su paz y tranquilidad. Él es bueno y te ayudará y ya sabes que siempre estoy contigo y pido a Nuestro Señor sus bendiciones para todos. Dales muchos besos a los chiquitines, a N. y N. mis recuerdos, a tu mamá, N., N. y chicos un afectuoso saludo y para ti, el afecto íntimo y sincero con la bendición de tu, M. Julia Creo que para el 27 ó 28 estaré por ésa y tendré el gusto de abrazarte.

185

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 12 febrero 1947.


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Sé buena, convéncete de que tu vida ha de ser sufrimiento. Mi buena y querida N 186. : ¿Cómo has estado? ¿Qué dicen los chiquitines? No sé por qué me he acordado tanto de ellos. Se me representan tan claramente como si los estuviera mirando realmente. La risa picaresca de N., con sus rizos rubios se me viene cada rato como si lo viera. ¿Qué tal le ha probado a N. el alimento? ¿Y tu hígado qué tal ha estado? Yo termino hoy los Ejercicios que voy a dar, o, que di mas bien dicho y quiero estar quieta 3 días para irme el miércoles a Cananea. Sale el avión de México a las 8 de la mañana y creo hasta en la tarde llega. ¿Creerás que ahora tengo miedo de volar? Será porque es camino desconocido y porque como tiene que volar sobre la sierra el avión temo el movimiento por las bolsas de aire que hay. Pídele a Nuestro Señor que llegue yo con bien. Mucho he estado pidiendo por ti en estos días santos, diciéndole a Nuestro Señor que te dé fuerzas para llevar tus cruces con ánimo y aliento, sabiendo que cumples con tu deber y que tus penas han de redundar en bien de tus hijitos, de tu esposo y de ti misma. No te impacientes, fíjate en que la felicidad de tus hijos la tienes que comprar con sacrificios, dulzura y abnegaciones. Sé buena, convéncete de que tu vida ha de ser sufrimiento 187, así es que si huyes de unos, será para ir a encontrar otros peores. Dios te ayudará siempre si tú eres sumisa y buena. Ya me voy a mi trabajo. Que Dios te bendiga. Saluda a tu mamá y a N., haz muchos cariños a todos los chicos y créeme siempre, Tuya afectísima, H. Julia

186

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 5 abril 1947. JUAN PABLO II, La dignidad de la mujer, n. 19: “... El pensamiento se dirige a todas las mujeres que sufren en el mundo, tanto física como moralmente... Es difícil enumerar y llamar por su nombre cada uno de estos sufrimientos. Baste recordar la solicitud materna por los hijos, especialmente cuando están enfermos o van por mal camino... También con estos sufrimientos es necesario ponerse junto a la cruz de Cristo”.

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Te acompaño muy de cerca en tus dolores. Mi querida N188. : He estado pidiendo a Dios por ti. Con todo el afecto de mi alma rogándole que te dé fortaleza para sufrir todo lo que su divina Majestad determine que sufras. Yo sé bien que todo es para bien de tu alma y de la de tus hijos, pero necesitas aliento y fuerza para sobrellevar tus dolores y eso es lo que pido al Señor para ti. Tengo esperanza de que ayer lunes ya te haya examinado seriamente el Doctor y se haya dado cuenta de lo que tienes y ya empiecen la curación formalmente. Ojalá que el viaje no te haya puesto peor y que estando en el hospital puedas tener algún descanso. Procura tener mucha confianza en Dios y en la Virgen que saben lo que te conviene y no te mandará más penas de las que puedes sobrellevar. Ten fe, muy grande fe. No quiero molestarte siendo más extensa. Créeme que no te olvido y que te acompaño muy de cerca en tus dolores y mortificaciones. letritas.

Cuando ya puedas, no dejes de escribirme aunque sea unas Dios te bendiga. Saluda afectuosamente a tu esposo. Tuya, H. Julia

188

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Aguascalientes, 5 agosto 1947.


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Complácete con lo que Dios te mande y ponte en sus manos como una buena hijita. Mi N. muy querida189: Con inmenso gusto recibí tu cartita del 25 de enero, ayer que llegué de San José del Cabo. De aquel lugar te escribí unas líneas, ya sabes que siempre te traigo en la mente y más en el corazón. Por tu carta veo que sigue tu vida dificilísima y llena de problemas. ¡Pobrecita de ti! Pero, mira, créeme no es la solución de ellos el hacer fracasar tu hogar. Esto solo vendría a empeorar tu situación y a engendrar un sentimiento de desamor en el corazón de tus hijos para su padre. Tal vez tú pensarás que estando chiquillos ni se darían cuenta y tú serías suficientemente capaz de educarlos. No, N., los problemas que sobrevendrían de tu separación son de una trascendencia eterna. No impunemente arroja una mujer cristiana su cruz al arroyo. ¿Quién sería la culpable delante de Dios del fracaso de la vida de tu esposo y más que todo, de su alma? Tú. ¿Quién sería la culpable de la falta de educación moral de los niños de N.? Tú. Porque tú te comprometiste, al casarte a ver por ellos, a educarlos, a interesarte por sus almas, etcétera, etcétera. Muchas veces se lo prometiste a N. antes de casarte. Y lo que es más trascendental todavía: ¿quién sería la responsable ante Dios y ante la sociedad de dejar moralmente huérfanos a tus hijos? Tú. ¿Qué les contestarías, cuando ya creciendo ellos te echaran en cara que les quitaste a su padre por no tener la abnegación de una mujer cristiana para soportar a sus medios hermanos? Además, fíjate, que eres tan humana como cualquiera otra mujer y el renunciar a tu marido te pone en la picota del ridículo social, te priva de grandes beneficios de Dios y tal vez hasta de su gracia; y que si ahora eres la Señora de N. y el prestigio de tu marido te protege, el día que de él te separaras, serías una Doña Nadie, una mujer vulgar que no supo estar a la altura de sus deberes de esposa y de Madre. 189

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - N., La Paz Baja California Sur, 8 febrero 1948.


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¿Cuál sería entonces tu lugar? Me contestarás que te irías a otra población y tantos dislates más, como se te ocurren cuando pierdes el control de tu moralidad cristiana, pero piensa que quedarías expuesta a ser víctima de gente que busca precisamente mujeres en esas condiciones para brindarles con tentaciones que las hacen rodar. Y, no te escandalices, que, por algo soy tan vieja y tengo experiencia, y he visto caer a personas mucho más fuertes que tú. Eso es lo que el demonio quiere, perderte, y viene desde hace tiempo haciendo labor en tu corazón para desamorarte de tu esposo y de tu hogar y ponerte los ojos verdes haciéndote concebir la ilusión de que alejándote de N. podrás gozar de bienestar, sin mortificaciones. No, N. de mi alma, no te creas. La vida es cruz, tenemos que sufrir todos, y por graves y amargas que sean hoy tus penas, lo serían mayores si te dejaras seducir del demonio y del mundo. ¡Si tú quisieras oírme! Recuerda cuántas veces por no querer oírme haz fracasado. Óyeme ahora y créeme que el remedio de tus males y penas no está en el que quieres ponerle. No, el remedio está en que con corazón cristiano, sigas la razón, domines la impaciencia, sobrelleves las penas, pidas a Dios su gracia para que ella haga posible lo que te parece imposible por la naturaleza y te sostengas en los buenos propósitos y disposiciones que sentías cuando estabas con el aparato. ¿Te acuerdas lo que prometías a Nuestro Señor? Pues, doblega tu corazón, N. de mi vida y acepta lo que Dios te manda. Créeme, con tu paciencia y sufrimiento con los niños grandes, compras la felicidad de tus hijitos. Ten calma, no te exasperes, soporta, sufre y verás cómo más tarde bendecirás a Dios y darás de barato todos tus sufrimientos. No me habías dicho que ya estabas en espera de nuevo retoñito. ¡Bendito sea Dios! Complácete con lo que Dios te mande y ponte en sus manos como una buena hijita. Mucho me ha impresionado la muerte de tu tía N. ¿fue repentina? Cuánto lo siento por tu mamá. Sea por Dios. Voy a rezar por su alma. Escribiré también a tu mamá.


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Yo estoy con una fuerte bronquitis. Desde ayer está soplando un fuerte Norte y se ha sentido mucho frío. El miércoles voy a Mazatlán y de ahí a Mochis, al fin de semana me iré para Hermosillo. Creo que volveré a Aguascalientes hasta el 12 ó 14 de Marzo. Sé buena, mi chiquita no ofendas a Dios, ten paciencia, procura distraerte y dales muchos besitos a los nenes. Saludos para todos. Tuya,


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Van con ésta todas mis caricias y mi ternura. Mi N. siempre querida190: Acabo de recibir tus dos cartas del 23 y 24 de marzo. Leí primero la del 23 y me hizo llorar amargamente. ¿No quererte yo, dices? ¡Dios mío! Cuando no me viene otra idea a la mente que tú con todos tus problemas. ¿Que no te escribo como antes? Créeme, es que siento que ya no tienes fe en mis palabras. Todo lo que puedo decirte se basa naturalmente en mi fe religiosa y siento grande amargura cuando a todo lo que te digo te niegas. Acabo por pensar que es peor decirte porque te exaspero. Por bendición de Nuestro Señor al terminar tu primera carta seguí con la segunda. ¡Qué distinta! Entiendo que las palabras de N. te hicieron sentirte amada y te hicieron ver que las cosas podían ser de otra manera ¡Bendito sea Dios!, mi N..., cómo no he de darle gracias al Señor cuando no pido otra cosa para ti que la luz en tu entendimiento y la fuerza de voluntad para dominar esas contrariedades que no pueden faltar. Te felicito por lo bueno que has recibido y pido a Nuestro Señor te lo conserve y le seas muy agradecida. Cómo me siento consolada pensando en que estás contenta y tranquila. No sabes cuánto te agradezco que me hayas comunicado todo eso. Yo estoy mala. Quizá los viajes y el demasiado trabajo de estos días me han traído una depresión nerviosa suma. No tengo alientos para nada y necesito estar en reposo, dicen. Creo que hasta mediados del mes me voy a poder ir. A ver como sigo. Cuídate, procura estar tranquila para que tu nuevo hijito pueda venir normalmente. Dale un beso a cada uno de tus chamacos. A N. y a tu mamá mis recuerdos y para ti van con ésta todas mis caricias y mi ternura. Tuya,

190

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - N., Toluca, 2 abril 1948.


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Ni uno de los momentos de sufrimiento que tengas queda sin premio. Mi buena y querida N 191. : Tengo tu carta última en la que me cuentas lo mala que has estado con esa vasca y tantos otros trastornos. Pobrecita mía, cuánto padeces ¿no? Pero mi N. es bueno sufrir y yo le pido a Nuestro Señor solamente que te dé fortaleza y paciencia; resignación y fe para sobrellevar todo como venido de su amorosa mano, que desea sólo tu bien192. Pero, ¿es tu bien ese sufrir tan eterno? Sí güerita, es tu bien y el de tus hijos, más tarde lo verás. Pero, mira, que trazas de N., de ir a decir que no le dabas de comer. ¡Bueno!, ¡Qué chiquillo! Dios te dé paciencia, porque, ahora comienza, ¿cómo irá a ser cuando tenga 12 ó 14 años? Mucho siento que N. no pueda estar bien. ¿Qué le pasará? Nuestro Señor te lo sane. No me dices cómo ha estado tu mamá. ¿Y la niñita de N. siempre se logrará? Quiera Nuestro Señor que sí y que se ponga gordita y bien. Salúdame a todos por favor. Yo pienso salir mañana para Torreón para visitar las casas del Estado de Durango y volver a Aguascalientes el 28 ó el 29 a más tardar. Voy a pedir a Nuestro Señor por ti más de lo que lo hago siempre para que te dé su gracia y mucha fortaleza y paciencia en tus penas. Sé buena, mi N., y está segura que ni uno de los momentos de sufrimiento que tengas queda sin premio. Mis cariños para los chiquitines y para ti mi afecto invariable. Tuya,

191

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 16 abril 1948. Cfr. Ro 9, 28: “En todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman” y en la M. Julia ésta fue una convicción permanente en su vida, fue la atmósfera que la rodeo, misma que la sostuvo en los momentos en que la cruz se tornó más pesada pero más liberadora (pascual.)

192


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Que Dios te haga conocer su voluntad. Mi buena y siempre querida N 193. : Con gozo muy íntimo recibí tu carta del 8 de los corrientes que no había podido contestar porque he estado muy ocupada. Me han estado extrayendo los dientes de abajo y he tenido que sufrir muchas molestias. No es la menor tener que pasar las horas en el consultorio, perdiendo tiempo en espera de turno. Bendito sea Nuestro Señor que después de los trastornos que tuviste, ya has entrado a tu estado normal. Ojalá y ahora no te adelgaces, sino que ya se equilibre todo tu sistema. No te imaginas cómo me acongoja que no tengas cocinera. Esa es una esclavitud. Siento que hayan tardado tanto tiempo en bautizar a tu niño, pero creo que a esta fecha ya tendrás un lindo cristianito. ¿Cómo se llama? ¿Cuándo, pues, ese famoso coordinador va a dejar de molestar? ¡Qué lata han dado!. Como no consiguen se cumplan sus caprichos, se han de proponer estar buscando cebollita con qué hacer llorar. ¡Qué va!, ¡Qué gente! No te imaginas cómo me preocupa el arreglo ese de poner otra casa, para estar divididos los niños de N. de los tuyos. No creo yo que sea esa la manera de resolver ese problema. Sin embargo, le pido a Nuestro Señor que El te ilumine y te haga conocer con claridad su voluntad y tu deber, ya que la conducta que tú sigas tendrá una trascendencia eterna no solo para el bien material de todos, sino para las almas de los chicos que Dios te encomendó y tú prometiste amparar y llevar en tu corazón. Se lo tengo encomendado todo esto a Nuestro Padre Fundador a quien te he entregado desde hace mucho tiempo para que él que tan cerca está de Dios, me alcance el que seas como yo te he querido siempre. Tengo fe, pues, en que será lo que Dios quiera y no lo que tú quieras. Hay que tener fe en Dios Nuestro Señor. 193

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - N., Toluca, 19 octubre 1948.


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Como sabes, yo estoy aquí en esta temporada por ayudarles en el trabajo de fin de año a las Hermanas y aprovechando el tiempo para curarme la boca. Tal vez dure más de este mes. Te seguiré escribiendo. Salúdame mucho a tu mamá y a N. lo mismo que a N. A los chicos mis cariños y que Nuestro Señor los bendiga a todos y a ti te dé la paz, la paciencia, la fortaleza y todos los dones que necesitas. Con el cariño de siempre me despido N. Dios te bendiga. Tuya,


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Te acompaño muy de cerca en tus penas. Mi siempre querida N194. : Acabo de recibir tu carta fechada el 12 en ésa y ya te imaginarás la impresión tan dolorosa que me ha causado ver la situación angustiosa que me pintas. Tú sabes lo que pienso de esas separaciones. Verdaderamente, es lo más negro que puede darse en el matrimonio. Dios te ayude iluminándote, para que sepas ponerte en el lugar que te corresponde como mujer honrada y cristiana. Yo también pienso que no te conviene permitirle el divorcio mientras él legalmente no se comprometa a sostener a sus hijos. Tampoco te conviene salirte de tu casa, por la razón que da el Licenciado, que puede inculparte de abandono de hogar. Sostente dignamente, tanto por ser cristiana, cuanto por tus hijos, para que puedas siempre ante ellos tener la frente alta y limpia, digna de respeto y veneración. Cuídate por tus hijos y por el que viene, y obra siempre con el consejo del Licenciado que es hombre de buena moral. Lástima que se nos haya ido el Señor Obispo López... Si materialmente me he separado de ti, puedes creer que solo ha sido por evitar malas inteligencias pues lo mismo hice con N. Es cierto que iba al Colegio pero yo procuraba no tener que ver nada con ella para evitar dificultades. Este alejamiento de ti ha sido solo material pues nunca he dejado de rogar por ti interesándome delante de Dios por todo lo tuyo. Ahora con mucho mayor fervor voy a pedir a Nuestro Señor que te ayude a solucionar de la mejor manera posible ese conflicto. 194

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 14 febrero 1951.


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Te quiero como siempre y puedes estar segura de que te acompaño muy de cerca en tus penas. luego.

En esta semana vuelvo a Aguascalientes procuraré avisarte

Con muchos cariños para tus hijitos me despido. Saludas a tu mamá, por favor. Dios te bendiga,


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Tus cartas me causan verdadero placer y consuelo. Mi buena y siempre querida N.195: Me siento verdaderamente apenada por no haber contestado tu carta antes, pero ya sabes lo que es para nosotras el tiempo de exámenes y no había podido sentarme unos minutos a escribirte. Mira, N. el afecto tan desinteresado con que te he querido siempre no es de los que se esfuman fácilmente y puedes estar segura de que ni un solo día he dejado de recordarte agradeciendo a Dios el que me haya dado licencia y oportunidad de hacerte algún bien en la vida. Créeme que me interesa todo lo que a ti puede referirse y aunque no te vea, siempre te tengo presente. Comprendo tu vida difícil y me imagino que, mientras más crezcan los niños más y mayores han de ser las dificultades y problemas que se te presenten. Cómo quisiera yo poderte ayudar con tus cruces, pero sólo puedo hacerlo con mis oraciones y sacrificios. Quisiera ir a verte, pero, no puedo subir escaleras; ya tengo 72 años, estoy muy vieja, achacosa e inútil y casi ya no salgo de la casa. Ven tú a verme. Deja la preocupación de que las Hermanas no te quieren. No es así y además tú sabes que estoy yo sola por Primo Verdad, rara vez están las demás por este lado.

195

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia - N., Toluca, Junio 25, 1952. En vez de escribir el lugar de donde se remite la carta, la M. Julia lo llama: “Tu casa”, para estas fechas ella se encuentra en Toluca.


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Si no puedes venir escríbeme, con la segundad de que tus cartas me causan verdadero placer y consuelo. Termine hoy el distanciamiento que tanto me ha entristecido y cuenta con todo mi afecto y confianza. Haces muchos cariños a los niños, particularmente a las nenas y cuenta como siempre con tu pobre,


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En la enfermedad de tu hijo, confía en Dios. Mi muy querida N196. : Acabo de recibir tu carta de fecha 22 causándome verdadera pena el sufrimiento en que estás. ¡Pobrecito niño! Como le dolerá su piecito y tú cómo sufrirás de verlo sufrir. ¡Pobre de ti! De veras que Nuestro Señor te manda pruebas muy difíciles de sobrellevar pero también te da mucha fortaleza. Con toda mi alma le pido que te ayude y que logres que N. quede bien de su pie, siquiera que pueda andar, ¿no? Sí, estoy segura de que, en tu soledad y allí en el Sanatorio te acompaña Nuestro Señor y Él y la Virgen te sostienen para soportar el ver sufrir tanto a tu hijito. ¿Cuánto tiempo vas a tener que estar allí con él? Quiera Nuestro Señor que la operación tenga buen éxito y te lo traigas pronto y enteramente restablecido. Cuanto necesitas confiar en Dios y poner en El toda tu esperanza. Piensa en que el Señor es infinitamente bueno y si nos prueba es para aquilatar nuestros méritos. Para que tus hijos sean buenos y tu marido se salve, tú debes comprarles gracia; esta es la razón por que Dios te manda penas. Sé paciente, sufre con tranquilidad. Dios cuida a tus hijitos aquí, está segura. Estoy contigo, no te olvido un momento. Siénteme cerca de ti. Pronto vuelvo a escribirte. Mi bendición y cariño para tu hijito. Tuya,

196

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Aguascalientes, 28 junio 1952.


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A todos los tengo siempre muy presentes para encomendárselos a la Santísima Virgen. Mi querida N197. : Ayer fui gratamente sorprendida con tus letras. Casi un año que no sabía de ti. Yo todos los días te recuerdo, pero no te escribía porque sabía que estabas llena de atenciones y me parecía que mis cartas te resultarían casi inoportunas. Todos los días me decía: a ver si ahora me escribe ella. Particularmente en los días que llevamos de este mes te he tenido presente y pensaba "ya me va a escribir". Gracias a Dios, así fue. Cuánto te lo agradezco. Me apena mucho lo que me cuentas de las operaciones de N. y que van a tenerlo que operar nuevamente. Pobrecillo. Según dices en tu carta ya para esta fecha estarás en México con el niño. Lástima que no sé tu dirección en México para dirigirte allí ésta o para hacer un esfuerzo e ir a verte. Digo hacer un esfuerzo, porque ya sabes que estoy muy mal de mis huesos y casi no puedo andar. Con mucho trabajo, también escribo. Mucho me apena también, lo que me cuentas de N. No sabe a lo que se mete la pobre y el mal que a sí misma se hace, con esas relaciones. No quiera Dios que se case con ese hombre. El pendiente principal que me queda es, tu estado. No quiera Dios que la atención al niño vaya a perjudicarte. Así pues, me quedo rogando mucho a Dios que te proteja, te cuide y facilite todo como Él puede hacerlo. olvida.

197

Estoy esperando la foto que me prometes, a ver si no se te

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 18 octubre 1957.


Biografía

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Creo que en diciembre iré a Aguascalientes y tendré el grandísimo gusto de abrazarte y que me platiques despacio de tus niños. A todos los tengo siempre muy presentes para encomendárselos a la Santísima Virgen. Adiós, que Nuestro Señor te bendiga, como fervorosamente se lo pide tu, M. Julia A N. y familia mis recuerdos. Se me pasaba decirte que, voy a buscar la persona que me dices que quisiera trabajar.


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Ofrece cada pena y dolor por tus hijos. Mi buena y siempre querida N 198. : ...Con mucha frecuencia pienso en ti, y te imagino tal como me lo cuentas. Comprendo muy bien, que la vida de hogar tiene que resentirse entre los esposos, cuando el marido tiene un puesto de responsabilidades, y que viene a aflojarse mucho la vida de intimidad y confianza, lo cual da por resultado que te sientas sola cuando se trata de los problemas familiares. Mucho más en el caso de Ustedes en que se interponen los problemas de los muchachos. Comprendo que te ha de ser muy molesto también, tener que atender los compromisos que tienes por razón del cargo de N., en sociedad. Cuántas veces preferirías quedarte con tus hijos en casa, en vez de tener que asistir a reuniones sociales, bailes u otros compromisos. Sobre todo teniendo tu hijito tan enfermo e inválido. Mira lo que son las cosas de la vida; no dudo que haya quien te envidie juzgando que eres una mujer que tiene todas las satisfacciones cumplidas y, cómo se equivocan... yo que te conozco, sé que lo que tienes no es lo que necesitas para llenar tu corazón y que, muchas veces has de llevar tu corazón al mundo y sus diversiones, bien compenetrada de amargura ¿No es cierto? Lo que debes hacer es, poner en lugar muy secundario los bienes y goces del mundo y, acentuar más tu vida del alma, ofreciendo cada pena, cada contrariedad, cada dolor a Dios Nuestro Señor por tus hijos. Atiéndelos, edúcalos, haz que sientan tu ternura y tu interés por su bienestar no solo el material, sino el de sus almas. Mucho me gustaría que pusieras a N. y N. de medio internas, ya que sería una forma de evitar que se dieran cuenta de dificultades que pueden perjudicarías perdiendo afecto para su papá o para sus hermanos mayores.

198

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 9 abril 1958.


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Mis males, van avanzando con los años como es natural. Ya voy alcanzando los 80, y puedes suponerte lo vieja y amolada que estoy. Pero, a pesar de mis achaques bendigo la vida, porque Nuestro Señor me ha permitido poder hacer algún bien y tener tiempo para prepararme a morir bien. Ya sabes, que continuamente te recuerdo y te bendigo y te pongo con todos tus hijitos en el Corazón Sagrado de Jesús y bajo el manto de la Virgen. Con todo mi afecto va con ésta un cariñoso abrazo. Cuando veas a N. y sus muchachas, salúdalas de mi parte. A tu esposo y tus muchachos, muchos recuerdos. Tuya,


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Espero que el Sagrado Corazón lo cuide, lo enderece y lo sane. Mi siempre querida N199. : He estado con el pendiente de contestar tu cariñosa cartita pero, a mi pesar no había podido hacerlo por la multiplicidad de asuntos que me han tenido agobiada verdaderamente. No te imaginas cuan preocupada me tiene la enfermedad de tu hijo. Desde que me platicaste las dificultades que tenían, desde que estaba en México lo traigo entre ceja y ceja, como dicen. Luego, en Monterrey, también me preocupó mucho su estancia ahí y ahora que sé que está enfermo, tengo más pendiente. Yo se lo he encomendado al Sagrado Corazón y espero que Él lo cuide, lo enderece y lo sane. Y de ti ¿qué te diré? Que no puedo imaginarte enferma y menos teniendo que estar sentada a causa de tu pie. Sea por Dios. Seguramente que así te convendrá. Ofrece al Señor tus dolores y molestias por tus hijos los hombres particularmente y que El te dé lo que más te convenga. Pídele a la Virgen Santísima por mí. Me estoy sintiendo muy cansada. Adiós, saluda a tu esposo y a todos y recibe un cariñoso abrazo.

¿Ya nació tu nieto? Tengo también ese pendiente.

199

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 2 septiembre 1968.


Biografía

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Sé buena, no te violentes, sobrelleva las molestias de cada día con ánimo y con fortaleza. Mi querida N200. : Tengo tus cartas. Cuánto te las agradezco. No te imaginas cuánto sufro contigo y con cuánto ardor le pido al Señor te remedie tus penas. Qué diera yo porque supieras hacerte la vida más liviana, porque supieras encontrar en medio de las contrariedades e incomprensiones, aquel equilibrio que sostuviera tu espíritu en paz, controlado, superior a todo lo que te rodea. Ten paciencia, N., sé buena, no te violentes, sobrelleva las molestias de cada día con ánimo, con fortaleza y piensa cuántas esposas hay que sufren más que tú. Te llevo en mi alma rogando por ti,

200

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Aguascalientes, 5 marzo 1969.


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El Señor te ve con ojos de misericordia y bendice a tu familia con la sal de las contrariedades. Mi querida N201.: Agradezco en el alma tu carta, por ella veo que has estado mal y también has tenido a tu hijita enferma. Y luego, ya tienes a la puerta el casamiento de N.. ¡Cuántas cosas te manda Nuestro Señor! Bendito sea, pues tantas penas, demuestran que el Señor te ve con ojos de misericordia y bendice a tu familia con la sal de las contrariedades, que no por ser, naturales en una familia tan numerosa, dejan de hacer sufrir, pero también garantizan la predilección de la misma para el cielo. Sufre con paciencia y tranquilidad, y verás cuántas bendiciones les manda Nuestro Señor. Refiriéndome a tu enfermedad y a lo que me cuentas del proyecto de ir a consultar a Doctores de Tucson, Arizona te diré que me ha dado gusto el saberlo, para animarte, pues, verás que, una de nuestras Hermanas, la Hermana N., estuvo muchos meses mal con la insuficiencia del corazón. Cada jueves y domingo se estaba muriendo y ya nos parecía imposible el salvarla. Alguien les aconsejó a las Hermanas que la llevaran, yo me resistí un poco, pero viendo lo que sufría la Hermana sin poder hacer nada, pues, con poco que se moviera, le venían como desvanecimientos o no sé qué, les dije que la llevaran. Pues, ella misma me cuenta que, cuando llegó al cuarto de operaciones se sentía de muerte; que la pusieron como tenía que ser para la operación; que nada más le abrieron una cortadita y le metieron una pilita muy pequeña, se la comunicaron con el corazón y un rato después, abrió los ojos y se sintió sana. Se levantó de la cama de operaciones y acompañó ella misma al Doctor hasta la puerta de la sala. ¿Qué te parece? Dice ella que es una cosa admirable, que luego ya pudo andar de un lado a otro sin ningún otro dolor o molestia. Creo que cada determinado tiempo la llevan a Tucson, la ve el Doctor y sigue 201

NAVARRETE Y GUERRERO, Julia- N., Toluca, 19 diciembre 1970.


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su camino, aunque con ciertos cuidados, como es natural. ¡Quién quita que a ti te pase lo mismo! Anímense y vayan. Yo creo que no se arrepienten. ¡Qué bueno sería que te llevaran antes de que se casara N.! Mucho agradezco tus buenos deseos para Navidad y Año Nuevo. Estoy tan amolada, que todo se me va en quejarme... No te imaginas cuánto me duelen los huesos, la espina, la cabeza. Yo creo que ya no voy a durar mucho. A mi vez te deseo toda clase de bendiciones. A tu esposo prosperidad en sus negocios, pero que cuente siempre con Dios Nuestro Señor para todo, porque ya sabemos que sin aquella ayuda "nada puede el hombre". A ti que te conceda el Señor la paz en medio del sufrimiento, que es el patrimonio de una buena esposa y madre de familia. A tus hijos casados que brille en sus hogares el espíritu cristiano, y haya mutua comprensión y abnegación por ambas partes. A todos los demás que les conceda el Niño Dios, sentido práctico y cristiano para saber comportarse con Dios, con la Virgen, con sus Padres y con sus amigos como personas sensatas y cristianas. Dios Nuestro Señor los bendiga. Adiós, N., que seas buena y ruega por mí, para que el Señor me dé fe... Paciencia... Prudencia y Fortaleza. Tuya como siempre, muy de corazón.


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CONTRAPORTADA

Que mi recuerdo te lleve a Dios es deseo, añoranza,

ternura, memoria y amor el más puro. Es un reflejo de quien supo ser humana sin olvidarse del cielo, de quien jamás retuvo a nadie para sí, sino que siempre los llevó a Dios. El recuerdo, es un complemento en el destino del hombre. Es algo noble, grande, que satura nuestra existencia, ya que en el fondo de nuestro ser, va acumulándose y formando la historia íntima de nuestra vida; y todos los acontecimientos alegres o tristes, van grabándose con caracteres indelebles que nada ni nadie podrá arrancarnos. Dulces visiones que son un remedo de paz, en el amargo bregar de la vida. Recuerdo genio maravilloso que pone ante nuestros ojos la página escrita de nuestra existencia...

La nunca olvidada Madre Julia, viene a ser eco en lo más íntimo del corazón de todas las personas de Lerdo grandes y pequeños, ricos y pobres, sabios e ignorantes... Se yergue la figura majestuosa, humilde, bondadosa, radiante de amor de Dios... Aquella alma grande que tiene el don de gentes. A ella van en demanda de auxilio, de consejo, para la resolución de un problema, o simplemente para rendirle homenaje de cariño y gratitud... Su dulce mirar se adentraba en cada una de nosotras, sondeando nuestras almas... Así logró conocer a todas, y nos llamó: “su grupo querido de las muchachas de Lerdo”: fue la incansable consejera, la confidente de nuestra vida, para ella nunca hubo secretos... El recuerdo imborrable Madre querida, nos ha hecho más vivo el sentimiento de afecto y gratitud. La añoramos, la seguimos a kilómetros y kilómetros de distancia... (Periódico, Ciudad Lerdo, Dgo. 1973).


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ÍNDICE Biografía de la Sierva de Dios Julia Navarrete Guerrero.............2 Introducción ....................................................................................6 Cartas a Muchachas .......................................................................9 Cartas y Reflexiones a Muchachas de Ciudad Lerdo, Dgo.............13 Cartas a Manuela Giglio .................................................................84 Cartas a María Belén Julia Navarrete.............................................97 Cartas a Nelita Robinsón Bours....................................................113 Cartas a Dolores Ávila..................................................................116 Diversas Destinatarias..................................................................120 Cartas a Esperanza Díaz Courder................................................120 Carta a Dolores López Padilla......................................................122 Carta a María de Lourdes Rivas...................................................123 Carta a Olivia Vázquez A..............................................................125 Cartas a Alumnas Internas de la Escuela Catequística.................126 Carta a Congregantes "Grandes" de Ciudad Obregón ................134 Carta a Concepción Torres Soto ..................................................138 Carta a Alejandrina, Constanza y Mercedes Cervantes Alba.......140 Carta a Rosita Ortega de León......................................................142 Cartas a Señoras..........................................................................144 Consejos y Cartas a la Sra. Socorro de León de Ortega...............146 Cartas a la Sra. María Gutiérrez de Hernández.............................192 Cartas a la Sra. Ángela A. de Sterling............................................196 Cartas a la Sra. Rosario Martínez de Castilla.................................201 Carta a la Señora Teresa Ruiz de Chávez Viuda de Rizo..............216 Cartas a la Sra. María Hernández de Rosell...................................217 Carta a la Sra. Concepción Torres de Cruz....................................218 Cartas Anónimas.............................................................................220

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Biografía

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Epílogo Bibliografía EPÍLOGO Cuando la Iglesia de México a partir del año 1895 asistía a un fervor sin igual hacia la Cruz del Corazón de Jesús y a la Inmaculada Virgen de Guadalupe, se va forjando allá por Popotla (Distrito Federal) en la naciente Congregación llamada Oasis, una gran mujer de talla mística y contemplativa: Julia Navarrete Guerrero, religiosa por vocación, de carácter decidido por herencia y de fidelidad entrañable por virtud. Es ella quien escribe a tantas mujeres y deja desbordar en la pluma toda la ternura maternal que abunda en su corazón. Gran escritora, sobre todo sus escritos son de composición literaria epistolar, además de la autobiografía Mi camino, escrito que refleja su experiencia espiritual fruto de la obediencia a su director espiritual el P. Rafael Checa, OCD. De estilo sencillo, claro y cercano,

BIBLIOGRAFÍA

BIBLIA DE JERUSALÉN, Desclée de Brouwer, Bilbao 1998. JUAN XXIII, Carta Encíclica Pacen in terris, sobre la paz en el mundo, Cd. del Vaticano 11 marzo 1963. VATICANO II, Mensaje del Concilio a las Mujeres, JUAN PABLO II, Carta a la Mujer 271


Biografía

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JUAN PABLO II, Dignidad de la Mujer, JUAN PABLO II, Exhortación apostólica sobre la Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, NAVARRETE Y GUERRERO, Julia; Mi camino, CEVHAC, México 1992. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia, Carta a las muchachas del Círculo, Cd. Lerdo. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Manuela Giglio. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Belén Julia Navarrete NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Nelita Robinsón Bours NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Dolores Ávila NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Esperanza Díaz Courder NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Dolores López Padilla NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María de Lourdes Rivas NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Olivia Vázquez A. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Internas de la Escuela Catequística NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Congregantes "grandes" de Ciudad Obregón Carta a Concepción Torres Soto Carta a Alejandrina, Constanza y Mercedes Cervantes Alba NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Rosita Ortega de León NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro De León Ortega, Consejos. NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Socorro de León de Ortega NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Gutiérrez de Hernández NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Ángela A. de Sterling NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Rosario Martínez de Castilla NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Teresa Ruiz de Chávez Viuda de Rizo NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – María Hernández de Rosell NAVARRETE Y GUERRERO, Julia – Concepción Torres de Cruz

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