Argumentamos a propósito del uso tan frecuente de los “extranjerismos” en español.
EXTRANJERISMOS:
Bajo mi punto de vista, solo se deberían importar los extranjerismos necesarios, porque si no estaremos menospreciando nuestra lengua, que al igual que las demás tiene su propia riqueza y su propia cultura. Estoy de acuerdo en que se usen los extranjerismos en los que no hay traducción al español, pero los que se pueden traducir, en mi opinión se deberían desechar. CARLA LÓPEZ PIÑEIRO- 4ºA
LOS EXTRANJERISMOS. Un extranjerismo es una palabra que viene de otro idioma y se utiliza en el nuestro, sea para llenar un vacío semántico o como alternativa a otras expresiones ya existentes en la lengua de destino. Al préstamo del latín sin apenas cambios se le denomina cultismo. Al préstamo tomad o del francés, se le denomina galicismo; al del inglés, anglicismo; al del alemán, germanismo; al del griego, helenismo; al del italiano, italianismo; al del árabe, arabismo; al del neerlandés, neerlandismo; al del portugués, lusitanismo; al del catalán, catalanismo, al del gallego, galleguismo, al del valenciano, valencianismo. Los extranjerismos existen en todas las lenguas ya que de esa manera se enriquecen y llenan sus vacíos de designación y pueden aludir así a objetos, costumbres o realidades nuevas, importadas o no naturalizadas en una cultura. Yo considero que efectivamente estas palabras nos modernizan y enriquecen culturalmente, pero también creo que se le da un uso excesivo, teniendo en cuenta que ya existen palabras en nuestra lengua que sirven para referirnos a estos términos. Así pues, me parece necesario conocer estas palabras y saber cuando, como, y por qué se utilizan, además de de donde proceden y cual es el motivo de que se implantaran en nuestra lengua. Mucha gente considera que utilizar habitualmente palabras procedentes de otra lengua aumenta su clase. Desde mi punto de vista esto es totalmente incorrecto, ya que en el castellano hay gran cantidad de palabras cultas a las que apenas se le da uso, y estos términos son los que verdaderamente
demostrarían una gran cultura y riqueza léxica en una persona. Otro de los motivos por los que considero que no se debe abusar del uso de extranjerismos es, que esto puede llevar a la desaparición de palabras autóctonas, y empobrecería nuestro idioma, y, a largo plazo, lo llevaría a la desaparición. Como resumen opino que el uso de palabras extranjeras procedentes, sobre todo, del inglés, non enriquecen léxicamente, culturizan y modernizan, pero debemos evitar que el uso de estos términos se normalice hasta el punto de no utilizar nuestras propias palabras. Sandra Bouzas Somoza, 4ºESO A
TEXTO ARGUMENTATIVO: LOS EXTRANJERISMOS El vocabulario de una legua nunca está cerrado, en él se introducen continuamente nuevas palabras, expresiones… algunas por necesidad (como los neologismos; que se utilizan para designar nuevas realidades de campos como la tecnología, la ciencia, la informática…) pero por otra parte también encontramos vocabulario innecesario entre él la mayoría de los extranjerismos. Ya sea para parecer más cultos o para modernizarnos utilizamos multitud de términos que pertenecen a otras lenguas, sobre todo anglicismos como ejemplo tenemos parking ¿Para que lo necesitamos si podemos usar aparcamiento? Lo mismo ocurre con: backstage, stock, footing, hall, disc-jockey, overbooking, rafting, pic nic, antidoping, soundtrack… No nos podemos olvidar de que existen extranjerismos necesarios como: jazz, blues, rugby, cricket, pizza, mezzosoprano… Pero eso no puede ser una escusa para estropea nuestra lengua ya que puede llevar a que multitud de palabras queden en el olvido para dar paso a estos préstamos lingüísticos. Debemos parar este avance ¿Acaso queremos que nuestra lengua esté poblada de un sinfín de prestamos cuando podemos utilizar palabras propias? Para ello debemos dejar de abusar e incluso reprimir su uso. Los medios de difusión como la televisión, la radio y la prensa escrita deberían tenerlos vetados y la RAE podría realizar varias campañas contra su utilización, todos nosotros deberíamos tener este problema en nuestra conciencia e intentar aplacarlo. Así conseguiremos mantener nuestra lengua limpia, ya que utilizar los términos castellanos no compite contra la modernidad y, desde mi punto de vista, que utilicemos los extranjerismos no nos hace parecer más cultos. MARTA RODRÍGUEZ RIVAS, 4º A
Los extranjerismos en España. Los extranjerismos son palabras procedentes de otro idioma y pueden mantener su grafía y pronunciación original o puede adaptarse a la otra lengua. Existen muchos tipos de extranjerismos, son por ejemplo el cultismo que viene del latín, el galicismo del francés, el italianismo del italiano... pero el más frecuente utilizado por los españoles es el anglicismo, que proviene del inglés. Desde hace mucho tiempo estos extranjerismos se utilizan en nuestra lengua, y mucha gente piensa que gracias a esto los demás países nos consideran como un país más moderno culturalmente y con más elegancia, ¿pero es esto verdad? ¿en realidad estos extranjerismos nos hacen ser más modernos? Cada vez se usan más los extranjerismos, y muchas de las veces para palabras que no son necesarias cambiarlas por otras, solamente porque nos dan más cultura, por ejemplo, una palabra que se usa bastante es el llamado "footing", que en español significa "correr" pero ahora los más jóvenes la denominan así, y pienso que este cambio es totalmente innecesario. Pienso que no se deben usar los extranjerismos en muchas de las palabras españolas, porque al fin y al cabo, si se siguen utilizando así, con más frecuencia, se acabará dejando atrás a nuestra verdadera lengua y nuestras costumbres. Paula Gómez Caeiro, 4º A
Argumentación: "Los extranjerismos en el castellano". Las distintas lenguas se relacionan entre sí, por lo que están en constante intercambio de léxico. Algunas de las palabras que nos prestan, es decir, algunos de los extranjerismos, no tienen una palabra que signifique lo mismo en nuestro idioma y, por lo tanto, son necesarios en él. Algunos ejemplos de estos extranjerismos son: soprano, champán, espaguetis y hotel. Sin embargo, hacemos un uso cada vez más común de palabras extranjeras que ya tienen su correspondiente en nuestra lengua, como por ejemplo: halll-vestíbulo, chófer-conductor y floritura-adorno. La mayoría de ellos son, sin duda, anglicismos: blue jeans-vaqueros, párking-aparcamiento y spray-aerosol. No nos queda más remedio que aceptar los primeros, ¿pero para qué hacer uso de los extranjerismos innecesarios, sobre todo anglicismos? ¿Que conseguimos con ello? Nada, no tiene ningún sentido su utilización. A lo único a lo que contribuyen es al desprendimiento de lo nuestro. Aunque es una realidad que el castellano es un idioma muy hablado, también es cierto que el inglés está ganando terreno en él cada vez más. Por lo tanto, para preservar nuestra propia lengua un gran paso es hacer uso de nuestro propio léxico. Solo así evitaremos su des-enriquecimiento.
Raquel Vidal Blanco, 4º ESO A