Frugivorismo: propiedades y características de las frutas
Frugivorismo La constitución anatómica y fisiológica del hombre es la correspondiente a un ser del tipo FRUGÍVORO. El hombre sólo debería comer aquello que contenga gérmenes de vida como corresponde a su naturaleza superior, por lo tanto la alimentación ideal del hombre perfecto es la de frutos crudos. Aparte de ser los frutos aquellos alimentos que, bajo el punto de vista fisiológico, armonizan con su organismo de una manera perfecta, son también los que, extremando las propias exigencias, permiten realizar un ideal constructivo y de inofensividad, ya que para procurárnoslos no necesitamos privar de la vida a ningún animal ni vegetal. Es la alimentación que no exige destruir. El árbol o la planta nos brinda sus frutos, verdaderos acumuladores de la energía solar, sin que para ello tengamos que cortar su vida que también nos da sombra, frescura y deleite. Hasta la misma semilla es arrojada íntegra a la tierra o eliminada en las deposiciones con el más eficaz de los abonos. Mas, el hombre no sólo debe comer frutos, sino que los debe comer crudos para aprovechar íntegramente su valor nutritivo y sus factores de vitalización que, como hemos de ver, sufren importante merma bajo la acción del fuego. La alimentación de frutas, por las condiciones fisiológicas de su ingestión, va unida a una sobriedad natural que no exige esfuerzos de contención. Además es completa porque contiene albúminas suficientes (nueces, almendras, etc.), hidrocarbonados ( féculas y azúcares) en gran cantidad (bananas, uvas, manzanas, peras, almendras, etc.), grasas en abundancia (nueces, aceitunas, almendras, cocos, etc.), siendo, como sabemos la fuente más importante de 1