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Octavio Araneda asegura que, a pesar de la crisis sanitaria, “nuestra hoja de ruta sigue intacta”. Por eso, los gerentes generales de cada centro de trabajo deben traspasar a la línea y a los(as) trabajadores(as) el sentido de urgencia que hoy tenemos para cumplir los compromisos con el país. “Somos una sola empresa, juntos somos capaces de hacer más de lo que creemos posible”, enfatiza.
Octavio Araneda Presidente ejecutivo
“E s indudable que la crisis sanitaria no ha sido gratis, ni a nivel corporativo ni personal”, dice el presidente ejecutivo,
Octavio Araneda, al otro lado de la pantalla, una modalidad de trabajo a la que ha debido adaptarse. Pero cada vez que puede, se escapa a las operaciones para verificar en terreno el despliegue de las medidas contra el Covid-19 y el avance de la estrategia de negocios.
“La pandemia nos obligó como compañía a cambiar e implicó costos, renuncias y postergaciones. Por eso, reitero mi reconocimiento al esfuerzo de nuestros mineros y mineras, supervisores y ejecutivos en estas semanas tan ásperas. Pero rescato algo positivo: la energía puesta en estos tiempos reforzó el sentido y propósito de trabajar en Codelco. Nuestra misión se ha engrandecido. Chile nos necesita más que nunca para aportar en su recuperación económica y social, y a eso apunta nuestra ruta estratégica. En las últimas semanas el mercado ha tenido una importante mejora, esto es muy volátil y no sabemos cuánto va a durar, por lo mismo tenemos que aprovechar de maximizar nuestro aporte”. ¿Llegó el momento de retomar la normalidad? “En medio de una crisis sanitaria que aún no ha terminado es difícil hablar de normalidad. Pero sí de una nueva normalidad, en la que, manteniendo la seguridad y el cuidado de los(as) trabajadores(as) en primer lugar, tenemos que reconectarnos con el proceso de transformación. El objetivo de servir al país ahora, cuando millones de chilenos y chilenas lo están pasando pésimo, nos da fuerza para acelerar los cambios. En ese sentido, nuestra hoja de ruta sigue intacta”.
¿A qué se refiere el primer foco de acción que definió el comité ejecutivo: “proteger a las personas y asegurar la continuidad operacional y de los proyectos”? “Es fundamental mantener controlada la pandemia con un proceso sistematizado y un equipo dedicado, para que la línea vuelva a cumplir su rol. Esto también nos permitirá mantener la continuidad operacional, con las flexibilidades que la contingencia exige. Seguiremos, además, apoyando a las comunidades y autoridades en el manejo del Covid-19, y manteniendo una comunicación constante respecto de la actualización de nuestras medidas para combatir los contagios”.
Usted habló de la nueva normalidad, que es justamente el segundo foco de acción. ¿Puede explicar en qué consiste? “Radica, fundamentalmente, en tres cosas. Ya empezamos a retomar gradualmente los proyectos y operaciones suspendidos o ralentizados, poniendo exigencias muy robustas relativas a los testeos y las mejoras en la infraestructura para asegurar la distancia física o los aislamientos preventivos. La seguridad y la prevención antes que todo.
Lo segundo es ser creativos e innovar en la forma en que recuperamos la operación y los proyectos, considerando que las restricciones que nos impone el Covid-19 seguirán presentes. Es imperativo innovar en las formas de trabajo, aumentar la productividad y usar la tecnología para lograr ese objetivo.
Y, tercero, tenemos que acelerar la transformación digital, la automatización y el teletrabajo. Este es un momento de oportunidad para implementar los proyectos que incrementan productividad a la vez que disminuyen riesgos y nos permiten tener menos gente en terreno. Muy probablemente algunas posiciones ya no requerirán trabajo presencial, y también tendremos que avanzar con otros cambios estructurales, como optimizar los procesos administrativos.
El tercer foco de acción es asegurar los excedentes este año. ¿Es posible cumplir este compromiso con el país? “Tenemos que lograrlo. Con la necesidad de recursos que tendrá el país por la crisis económica, nuestros excedentes son especialmente valorados. El precio del cobre llegó a su mejor nivel de los últimos dos años. Estas son oportunidades que no sabemos cuánto tiempo durarán, por eso ahora es cuando debemos aprovecharlas. Para eso, debemos producir más y bajar los costos, incluso superando las metas. También reducir los inventarios, tenemos que vender más. Por último, nuestras fundiciones y refinerías deben ser eficientes, esto es, productivas y baratas, y esa tarea es crítica para la nueva vicepresidencia que creamos en marzo”.
El cuarto y último foco es sostener los Planes de Implementación Tácticos (PIT) de mayor relevancia para habilitar la estrategia de 2021. ¿Qué significa esto en concreto? “Para que se comprenda: cada centro de trabajo tiene definidos sus PIT para este año, los gerentes generales tienen metas exigentes que cumplir. Para alcanzarlas, deben ser capaces de traspasar este sentido de urgencia a la línea y a todos los trabajadores y trabajadoras, y explicarles claramente en qué van bien y en qué, mal; además de cuáles son sus planes de acción para superar las brechas en los cuatro meses que restan de 2020.
En todo caso, no se trata sólo del compromiso para este año. “Efectivamente. También deben preparar las condiciones para asegurar que en 2021 sus divisiones aporten a los US$ 1.000 millones de excedentes adicionales que debemos generar, en relación a 2018. Y otra tarea no menor, esta vez de la Vicepresidencia de Proyectos y las gerencias de Proyectos divisionales, es el compromiso de revisar los diseños de nuestros proyectos y su construcción, para hacerlos más livianos y ajustarlos a las necesidades que nos permitan cumplir con los US$ 8.000 millones en captura de valor en las inversiones entre 2019-2028”.
¿Cree que podamos cumplir con compromisos tan ambiciosos? “Las metas que tenemos, aunque desafiantes, son posibles. Pero para lograrlas necesitamos un habilitador clave: las personas. Los líderes, más que nunca, deben dialogar abierta y honestamente con sus equipos. La cadena de mando completa debe ser más cercana, conectada e integradora. Tienen que ser receptivos a las nuevas ideas. Y todos y todas debemos asumir la responsabilidad personal de proponer mejoras, enfrentar con actitud positiva los nuevos desafíos, trabajar colaborativamente y cambiar cuantas veces sea necesario para cumplir los propósitos comunes. Somos una sola empresa, juntos somos capaces de hacer más de lo que creemos posible”.