CAMBIO CLIMÁTICO Y POLÍTICA
Ecambio climático, una palabra de moda en
el debate político y social de los últimos años.El cambio climático se ha convertido ya, junto con el COVID, en uno de los retos más
acuciantes que los seres humanos deben afrontar juntos en las próximas décadas. Las soluciones a nuestra crisis climática son muy diversas, pero la política sigue siendo la más poderosa y crucial. Entonces, ¿cuál es la relación exacta entre el cambio climático y la política? ¿Cómo podemos entender mejor el cambio climático a través de la lente de la política?
Me gustaría describir la relación entre el cambio climático y la política como algo que se incluye mutuamente. No se puede hablar del cambio climático sin hablar de su política global y local, y a la inversa.Cada vez es más frecuente escuchar a nuestros líderes mundiales hablar del clima y la sustentabilidad tanto en escenarios internacionales como en
iocasiones nacionales. La política, como uno de los métodos más cruciales para lograr el objetivo climático de nuestro tiempo, debe adoptar su nuevo rol en la solución de los problemas ambientales rápidamente para asegurar que los seres humanos no se queden atrás en esta carrera de lucha contra la crisis climática. Otra razón para decir que el cambio climático y la política se incluyen mutuamente es que ambos abarcan muchas divisiones y subproblemas que están muy correlacionados. Por ejemplo, se calcula que la población de refugiados climáticos crecerá rápidamente en las próximas décadas, y el lugar al que se trasladen estas personas supondrá un enorme reto para el resto del mundo. Los
problemas climáticos también se intensifican en función de la clase social, ya que los ricos suelen producir más emisiones de carbono. En contraste, las personas de menor clase son las que más pagan por los impactos negativos.
Por otra parte, tanto el cambio climático como la política son "problemas malvados" en su esencia. Las cuestiones climáticas, al igual que los conflictos políticos, son muy complicadas de medir o evaluar de forma tangible. Primero, el cambio climático no tiene una única definición ciertamente. Diferentes personas podrían ver el cambio climático como un proceso diferente con diferentes consecuencias. Segundo, no se puede saber realmente cuándo se ha resuelto un problema relacionado con el cambio climático, ya que se trata de un proceso en constante evolución y muchos resultados son difíciles de medir.
Tercero, el cambio climático es uno de los retos más singulares a los que se enfrenta la humanidad, ya que los seres humanos no tienen muchas experiencias previas en este sentido. Es el único problema en la historia de la humanidad que ha afectado a todos los aspectos de los sistemas físicos, biológicos y culturales de nuestro mundo, y es irreversible, lo que nos impulsa a tomar medidas ahora mismo para mitigarlo y adaptarnos a éste.
Cuando se habla de la intersección entre el cambio climático y la política, el tema que más se está tratando es la crisis energética en Europa. Debido a la guerra de Ucrania y a sus profundas consecuencias geopolíticas para la región, Europa tiene que pensar ahora en otras formas de suministrar electricidad y otros medios de producción a su población, además de depender de la energía rusa. Muchos países europeos empezaron a anunciar que podrían reanudar la industria del carbón para asegurarse de que su suministro de energía no será insuficiente para este invierno, a la vez que provocan una gran reacción por sus esfuerzos en la transición hacia el cambio climático durante la última década. Pero otra medio, este tipo de realidad ya no parece chocante ya que el cambio climático sigue siendo un problema "secundario" para el mundo que es menos importante que los intereses nacionales y la calidad de vida. Lo que ocurra en Europa este invierno está fuera del control de cualquier nación, y veremos qué conflictos políticos y crisis energéticas en conjunto configuran el desarrollo de el tanto a corto como a largo plazo.