3 minute read

EL JARDIN DE LOS SABORES

Luchando contra la inflación: la muestra agroecológica

La muestra agroecológica que se celebra todos los sábados en la plaza del Pilar es una de las pocas vías de escape ante un mercado de precios disparados.

Advertisement

Cada vez más gente lo sabe y eso se nota en la extraordinaria afluencia de personas a la muestra agroecológica de los sábados en la Plaza del Piar. Las colas se han hecho todavía más largas ante el hecho insólito de -casi de repente- tener que pagar en la frutería convencional la fruta y la verdura a precios de Londres, pero manteniendo nuestros menús y cartas a precios de Zaragoza. El hecho de que las frutas y verduras lleguen al consumidor o al restaurador directamente desde el productor, tal como sucede en la muestra agroecológica, garantiza una cadena alimentaria corta. Es decir, menos intermediarios. Cero especulación. Resultado: el mercado agroecológico ofrece productos ecológicos, de proximidad y recién recolectados, a un precio inferior al de la agricultura convencional. Cierto es que no tendremos tomates en noviembre ni uvas en abril. Aunque esto, en lugar de ser un problema, debería ser una oportunidad para diseñar nuestras ofertas gastronómicas más pegadas al calendario, pues esta forma de actuar es también fuente de ahorro y de calidad organoléptica en nuestros platos. Además, el final de verano en el que estamos es un buen momento. No faltan las frutas como ciruelas, peras, manzanas, melocotones, paraguayos. Ya han llegado las granadas y los higos. Se mantienen los tomates, aunque ya comiencen a escasear algunas variedades. Y sigue la calabaza, acelga, borraja, lechugas, rúcola, zanahoria, cebollas variadas y un largo etcétera. Llegan además novedades de principio de otoño: kale verde y rojo, boniato y colinabo o colirrábano rojo y verde. Es decir: aquí no vamos a encontrar, por ejemplo, un incremento del precio de los ajos del 758% en el trayecto del campo a la mesa, tal como ha sucedido en el mercado habitual. No hallaremos zanahorias y lechugas que multiplican su precio por 7 desde el productor al consumidor. Ni sandias o melones a precio de caviar. Eso lo dejamos a las empresas que especulan con el precio de los alimentos. Según los datos del índice de precios de consumo (IPC) del mes de agosto, los alimentos acumulan una subida media del 13,8% en un año, con incrementos que llegan al 25,6% en la leche; el 24% en aceites; el 22,4% en huevos; el 21,7% en cereales y derivados. El pollo acumula una subida anual del 17,6% y el pescado, del 9,9%. Innecesario hablar de la subida estratosférica del precio de la energía, que impacta en toda la cadena alimentaria.

Los directivos de las eléctricas, gasísticas y petroleras son muchos, pero no tantos como para asegurar el futuro de toda la hostelería de este país. Por lo tanto, debemos seguir pensando en la mayor parte de nuestra clientela, poniendo en el mercado ofertas gastronómicas que puedan pagar personas asalariadas que ven como su poder adquisitivo mengua mes a mes. También podemos pensar en nuestros productores, que son los que nos garantizan las materias primas para cocinar y a los que debemos un justiprecio por su trabajo. Y claro, entre unos y otros, debemos examinar atenta y diariamente nuestro propio equilibrio de cuentas. Acercarse a la muestra agroecológica incide en todos estos factores y ayuda a rebajar la tercera mayor cuenta de gasto en materias primas de un restaurante. ¿Quién da más?

This article is from: