I distretti industriali: la via italiana al lavoro e allo sviluppo Los distritos industriales italianos a cargo de Andrea Balestri - Secretario Club dei distretti industriali La discreta fascinación de los distritos Hace ya algunos años que el fenómeno de los distritos industriales italianos suscita un interés especial. En las cumbres de los “G7” y en los summits de la Unión Europea se discute basándose en exhaustivas recopilaciones de documentos dedicados a los distritos, tratando de explicar su capacidad de aunar desarrollo y empleo. Delegaciones de periodistas. catedráticos y administradores públicos de muchos países se dirigen a los distritos solicitando entrevistar a empresarios, administradores locales y sindicalistas. La diplomacia económica italiana utiliza los distritos como la punta de diamante de la imagen del Made in Italy y hay famosas business schools que recientemente comenzaron a profundizar el tema a fin obtener indicaciones normativas útiles para las empresas multinacionales. Más allá de los fuegos artificiales hechos estallar por cronistas en búsqueda de novedades, destacan algunas realidades del desarrollo económico del país: los distritos son el mayor depósito de recursos y conocimientos contenidos en la industria italiana; son las realidades, decíamos, que mejor supieron amparar el patrimonio de la artesanía, del arte, de la cultura y de la gastronomía que nos llegan del pasado; pero al tiempo son los centros que más se percatan de los fermentos de lo nuevo y del deseo de recoger el reto de la globalización (1). Los distritos son la respuesta, original y eficaz, al nuevo sistema de reglas de la competencia que está triunfando sobre las cenizas de los sistemas de “producción de masa” y es por eso que emplean expresiones como “post - fordismo " y “neoartesanado”. La receta de los distritos Como es natural, no faltan problemas en los distritos italianos y su receta para conseguir el desarrollo no es la única que puede seguirse y, tanto menos, la mejor. Pero el “menú” que presentan es el que muchos gobiernos quisieran poder elegir: - empresas dinámicas, arraigadas en el territorio y proyectadas hacia mercados internacionales; - niveles de paro controlados, frente a tasas productivas por encima de las tasas promedio; - gran participación de la población femenina en actividades económicas; - réditos per capita por encima de los valores promedio nacionales (y a menudo de los europeos) La fascinación discreta de los distritos es el resultado de una serie de elementos de tipo económico, social y territorial. En la clasificación general que todos los años redacta IMD de Losanna (2), Italia ocupa la plaza nº 34, lo que está en desacuerdo con nuestro ranking internacional que indica un quinto lugar en lo que concierne al
Producto Interno Bruto y un tercer puesto en cuanto a la balanza comercial. Y está reñida también con el 46ª lugar de las clasificaciones en cuanto a calidad de servicios y de burocracia pública; con el 45º lugar en cuanto a eficiencia del sistema parlamentario, el 43º puesto concerniente a la presión fiscal sobre las empresas y la plaza nº 42, respecto a dotación y gestión de infraestructuras. Para aclarar estas anomalías italianas hubo muchas tentativas de interpretación; muchos concuerdan al remarcar que los verdaderos protagonistas de nuestra brillante performance económica son las empresas pequeñas y medianas de los distritos industriales que, con sus exportaciones, alimentaron el triunfo del Made in Italy (3). Casi la tercera parte de las exportaciones italianas se ve producida por empresas que trabajan en los distritos industriales (4). Estas pequeñas empresas consiguieron conquistar cuotas consistentes en los mercados internacionales con una serie de producciones ricas de contenidos inmateriales, como la moda, el design y la sensibilidad por las cosas bellas, sustentada por factores históricos, culturales y sociales, vinculados con la historia de nuestro País y con su estilo de vida tan peculiar. En todos los sectores de los mercados internacionales en los que Italia es protagonista, el papel jugado por los distritos es determinante. Fundamentos económicos de los distritos Al finalizar el siglo pasado, Alfred Marshall introdujo el concepto de “distrito industrial” en los estudios de organizaciones industriales. Relegado durante mucho tiempo a margen de las doctrinas económicas, fue recobrado por Giacomo Becattini en sus estudios sobre la industrialización “ligera” de Toscana (5). En términos generales, los disitritos industriales son sistemas territoriales circunscritos (en las experiencias italianas los mayores distritos cuentan con 400/500.000 habitantes) caracterizados por : - especialización en la fabricación de una familia determinada de productos; sectores preponderantes que son parte integrante de la identidad del territorio (armol de Carrara, ollas y válvulas de la provincia de Novara y de Verbania, géneros de punto de Carpi, tejidos de seda de Como, medias para señora de Castelgoffredo, botones de Grumello, etc.) ; - red productiva constituida principalmente por empresas pequeñas y medianas y por gran número de empresarios ; - una división apropiada del trabajo entre empresas que tienden a especializarse en determinadas etapas de los procedimientos de fabricación; su modo de obrar recuerda los últimos instantes de los conciertos cuando “sin acuerdo preliminar alguno, el estallido de los aplausos se organiza poco a poco hasta hacerse un aplauso rítmico” (6). Todo ello es posible porque la filigrana de los distritos lleva estampada un capital social muy especial, hecho por know how difundido, relaciones fiduciarias, espíritu de emulación y canales confidenciales para la circulación de informaciones; - presencia de una red eficaz de actividades de servicios, públicos y privados, que trabajan directamente con cada una de las empresas de cada sector; - vida económica y social regulada, de forma no conflictiva, por asociaciones de categorías y organizaciones sindicales ; - un sentido de civicness muy desarrollado, que caracteriza tanto a los operadores
económicos como a la vida cultural (asociaciones, círculos culturales, voluntariado…) y a la administrativa (7); - compenetración entre actividades económicas y vida cultural y social de los residentes (escuelas, institutos de formación, museos industriales, crónicas locales en periódicos, etc.). Los distritos se desarrollaron en las regiones del centro y del noreste del país, pero ya desde hace algunos años el fenómeno está interesando a las regiones del Mediodía. El peso económico de los distritos En años recientes se llevaron a cabo varias tentativas (8) para delinear un mapa de los distritos italianos. El Istat (Instituto Nacional de Estadística) localizó 200 de ellos. El peso económico de los distritos, en lo que atañe a la economía italiana, resulta evidenciado por los datos siguientes : En el sistema de distritos considerados globalmente - 2.200.000 trabajadores en el sector de manufacturas igual al 42,5% del total de trabajadores de Italia en el sector de manufacturas Sólo en “actividades características” (sectores de especializaciones) - 700.000 trabajadores - 90.000 empresas - 80 mil millones de dólares de facturación (casi el 60% de los productos del c.d. “Made in Italy”) - 35 mil millones de dólares de exportaciones (44% de la producción llevada a cabo en distritos industriales) Empresarios y distritos industriales En la posguerra Italia entró en la división internacional del trabajo orientándose hacia una producción de bienes que, muchos economistas, un tanto someramente, consideraban apropiados únicamente para países con costes de trabajo bajos. La evolución de consumos en los países industrializados, no premió los costes bajos, si no la capacidad de ofrecer bienes con grandes contenidos de relación como design, personalización y espíritu del tiempo. El diseño de organización de los distritos industriales, muy peculiar, al contar con una presencia tan grande de empresas pequeñas y medianas flexibles y con un patrimonio enorme de tradiciones sociales y culturales, reveló mucha eficiencia en la producción de esa clase de bienes citados más arriba. Para explicar el triunfo de los distritos industriales se expusieron varias teorías. Muchas de ellas atribuían el éxito a factores históricos o culturales, como “el efecto Renacimiento”. Pero no hay que menospreciar el sentido de competición y la gran capacidad de adaptación e innovación de las empresas que trabajan en los distritos. De hecho, no es admisible que en la época de la globalización se trate de justificar el éxito de los distritos y del Made in Italy atribuyéndolo única y exclusivamente a factores culturales. Algunos expertos, que llevaron a cabo ciertas amplificaciones de la empresas de los distritos (9), desvelaron una serie de bazas ganadoras muy eficaces, que configuran un estilo empresarial original, modelado con el paso del tiempo
basándose en los caracteres distintivos siguientes: - gran competencia interna; la vida para las empresas de los distritos no es fácil porque la presión de la competencia es muy fuerte; en cada distrito hay decenas de empresas que se contienden factores productivos y cuotas de mercado; la competencia las empuja hacia fronteras de eficiencia económica; - competencia sobre el manufacturig; las empresas de los distritos no cuentan con manuales operacionales internos, pero tienen un gran patrimonio de know how técnico y organizativo que se va renovando en un plan informal; - además, los italianos tienen mucha habilidad para fabricar las máquinas que se utilizan en los distritos para cada una de las clases de producción; Italia fabrica más máquinas para la industria que los Estados Unidos, siendo el tercer exportador mundial después de Alemania y Japón; - los estilos empresariales; las estructuras productivas de los distritos son ágiles, las firmas son familiares; los modelos de organización sencillos y los sistemas tienen incentivos muy eficaces; - efecto Feria; la concentración de tantos fabricantes en el mismo sector (los distritos) en un radio de pocos kilómetros, permite a los clientes contar con un cuadro de ofertas similar al que se halla en las ferias; - estudios de mercado colectivos; los empresarios de los distritos son muy dinámicos y están siempre enterados, dando vueltas por el mundo; el contacto personal directo entre centenares de empresarios y clientes permite recoger informaciones detalladas y de primera mano sobre las tendencias de la demanda; tales informaciones se seleccionan y traducen en programas de fabricación que son las guías de la actividad de las empresas de los distritos; bajo ese punto de vista no hay institutos de investigación que puedan compararse con los empresarios en lo que se refiere a la exploración de mercados; - frecuentes polinizaciones entre un sistema de empresas, con hondo conocimiento del sistema de producción, y un sistema de servicios adelantados, que van desde el design a las finanzas, desde periódicos especializados hasta el marketing y a la hostelería. 1 F. Galimberti, L. Paolazzi, Il volo del calabrone. Breve storia dell’economia italiana nel Novecento. Le Monnier, 1998 2 IMD, The World Competitiveness Yearbook 1997, Lausanne, 1998 3 A. Balestri, M. Ricchetti, “Valuing the Italian Dream”, in G. Malossi, Volare. The Icon of Italy in Global Pop Culture, The Monacelli Press, New York, 1999 4 G. Viesti, Le esportazioni dei sistemi italiani di pmi, Quaderni di ricerca ICE, n. 3, Octubre 1997 5 G. Becattini (de), Lo sviluppo economico della Toscana, Irpet, Firenze, Le Monnier, 1975; “The Development of Light Industry in Tuscany”, en Economic Notes, n 2-3, 1978; “Dal settore industriale al distretto industriale. Alcune considerazioni sull’unità di indagine dell’economia industriale”, en L’industria. Rivista di economia e politica industriale, n.1, 1979; “Riflessioni sul distretto industriale come concetto socio-economico”, en Stato e Mercato, n. 25, 1989; Distretti industriali e made in Italy, Bollati Boringhieri, 1998 6 H. Landier, L’impresa policellulare, Milano, 1988, pg. 177 7 R. D. Putnam, La tradizione civica nelle regioni italiane, Princeton University Press, Mondadori, 1993
8 Distretti italiani; “Quanti sono i distretti industriali in Italia?�, n.9, Octubre 1998 9 Centro Studi Unione Industriale Pratese (de), L’albero e la foresta. Protagonisti dei distretti industriali italiani, Milano, Guerini, 1997