Coquiño y el león que perdió su Melena
“Ha llegado el día de tu cumpleaños y nos alegra muchísimo el estar de corazón, es por eso que te hacemos llegar un lindo presente virtual en compañía de tus Papis. Este es un pequeño paso para Jorginho en las letras pero un gran salto para la literatura universal” Con mucho cariño de Christian y Eloisa.
Jorge Luis Torrejón Rossetto Nació el 4 de Noviembre de 2017. Es un niño encantador y le gusta mucho leer libros, jugar fútbol, pasear en el parque , ver trenes, aviones , camiones y motos. De cariño lo llaman “Coquiño”
Coquiño vivía con sus papás Jorge y Diane en una casita en la sabana africana. Era un niño muy feliz y le gustaba vivir muchas aventuras, pero tenía un gran miedo a la oscuridad.
Coquiño en uno de sus paseos encontró al león Melenitas llorando sin consuelo. -Alguien se robó mi hermosa melena mientras dormía! Ahora todos se burlarán de mi -dijo entre sollozos.
Coquiño decidió ayudar a Melenitas y emprendieron la búsqueda de su melena. Se encontraron al gracioso mono pero no sabía nada. -Uh, Uh, Ah, Ah. Ahora te llamaré Calvita -dijo riéndose.
CoquiĂąo y Melenitas encontraron al elefante y tampoco pudo ayudarlos. -Uuuuhhh. Yo me muero si se llevan mis colmillos -dijo agitando su trompa.
Coquiño y Melenitas descubrieron una boa debajo de un árbol y quisieron marcharse, pero la boa les dijo: -Psss. Sé que me evitan por mi apariencia pero yo vi cuando las hienas robaron la melena, les enseñaré el camino, sean cuidadosos -dijo.
CoquiĂąo y Melenitas llegaron a la madriguera de las hienas, tan oscura como la noche. CoquiĂąo tenĂa mucho miedo de entrar pero al ver tan triste a su amigo Melenitas, decide vencer sus miedos.
Ni bien Coquiño y Melenitas ingresaron a la madriguera, las hienas con su risa burlona, se les acercaron, rodeándoles y enseñando los colmillos. La melena del león colgaba de la pared como un trofeo.
Coquiño tomó la pata de Melenitas y dijo: -Tú eres el rey de la selva sin importar cómo luzcas. Tu valor viene de tu interior. Ayúdanos a salir de aquí. Melenitas sintió su fuerza renacer y con un sonoro rugido espantó a las hienas.
A salvo. Melenitas agradeció a Coquiño la lección. Ya no necesitaba la melena como prueba de su fuerza y regresaría a su manada calvito. Coquiño desde ese día ya no volvió a tener miedo a la oscuridad ni a ninguna otra cosa.
Un cuento personalizado sobre la conquista de los miedos y lo erróneo de fijarse sólo en las apariencias. ¡Disfrútalo!
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