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Senado respalda Enmienda al Convenio de Basilea SOBRE DESHECHOS PELIGROSOS

NORMA RAMIREZ

Contribuirá a reducir residuos electrónicos, buques obsoletos, líquidos inflamables y metales pesados tóxicos: senador Raúl Bolaños-Cacho.

La Cámara de Senadores aprobó, con 85 votos a favor, la Enmienda al Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación, cuyo objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente a través de la regulación de la generación, movimientos transfronterizos y gestión de los desechos peligrosos.

En el dictamen se destaca que la vinculación de México a esta Enmienda coadyuvaría a la prevención, minimización y valorización de los desechos, al promover su eliminación en el lugar donde se generen y, en caso de insuficiencia de infraestructura, su exportación a otros países para un manejo ambientalmente adecuado.

Además, entre otros puntos, permitiría impulsar la cooperación internacional y el respeto a la soberanía de los países en desarrollo o con economías en transición, lo que además es congruente con los tratados ambientales adoptados en la Organización de las Naciones Unidas y, específicamente, con la Agenda Internacional de Químicos y Residuos.

El senador Raúl Bolaños-Cacho Cué explicó que dicha Enmienda incluye la mayoría de los contaminantes orgánicos persistentes, desechos electrónicos, buques obsoletos, líquidos inflamables y los metales pesados más tóxicos, entre otros.

Lo anterior, además de reducir los impactos negativos que estos desechos generan en el suelo, el agua, la biodiversidad y el aire, disminuye el riesgo de perder vidas por la contaminación asociada a las actividades que los generan.

En el dictamen se destaca que la vinculación de México a esta Enmienda coadyuvaría a la prevención, minimización y valorización de los desechos, al promover su eliminación en el lugar donde se generen y, en caso de insuficiencia de infraestructura, su exportación a otros países para un manejo ambientalmente adecuado.

“Durante décadas resultaba común que los países del norte global, conocidos por poseer mayor capacidad económica, transfirieran sus residuos hacia los países con economías más pequeñas o en vías de desarrollo”.

Lo anterior, además de ser desigual, no dejaba de ser un atentado contra la salud de las personas y del medio ambiente, sin importar las fronteras, expresó el legislador

La senadora Alejandra del Carmen León Gastélum, del Grupo Plural, agregó que se trata de un acuerdo adoptado por las partes del Convenio de Basilea, para prohibir en los Estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, así como de la Unión Europea, la exportación de desechos peligrosos hacia otros países, principalmente a países en desarrollo o países con economías en transición.

Además, con 87 votos a favor, el Senado aprobó, en lo general y en lo particular, el Anexo III: Reglas para Prevenir la Contaminación por Sustancias Perjudiciales, Transportadas por Mar en Bultos, del Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques, adoptado en el marco de la Organización Marítima Internacional. La vinculación del Estado mexicano a este anexo representa un paso fundamental el mejoramiento en los medios de transporte que trasladan sustancias perjudiciales y para el intercambio técnico entre gobiernos sobre las sustancias perjudiciales, ensayos y evaluaciones.

Y con 81 votos a favor, la Asamblea avaló el anexo IV: Reglas para Prevenir la Contaminación por las Aguas Sucias de los Buques del Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques 1973, modificado por el protocolo 1978.

Con ello, se busca el mejoramiento de los sistemas de tratamiento de aguas sucias en los buques y puertos; la construcción de las instalaciones de recepción y tratamiento de aguas sucias provenientes de los barcos, así como más instalaciones de tratamiento de aguas sucias. Los tres instrumentos internacionales se remitieron al Ejecutivo Federal. M

OPORTUNIDAD

Por: Gustavo Rentería *

El próximo 9 de noviembre el Presidente de la República realizará un viaje relámpago a Nueva York. Concentrará su discurso en la sede de las Naciones Unidas, en la isla de Manhattan, sobre lo que considera el mal del planeta: la corrupción.

Aprovechará claro, para solicitar que la OMS autoricen ya las vacunas anticovid china y rusa; se elimine el bloqueo económica a Cuba, se ponga fin al tráfico indiscriminado de armas, y entre todos las naciones se regule la inmigración.

Nuestro país, a través del jefe de la misión ante la ONU (Juan Ramón De la Fuente) y la presencia del mandatario Andrés Manuel López Obrador, intentará cambiar la agenda internacional, hacia los temas que la 4T considera esenciales para que el mundo funcione mejor. La oportunidad histórica la tenemos, porque durante este mes, nuestro país ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad.

El trabajado realizado en Italia por el canciller Marcelo Ebrard, durante los trabajaos del Grupo de los 20, pavimentaron el camino con buenas relaciones para que nuestro mensaje y pensamiento se expanda durante esta magnifica oportunidad. Es recomendable ver el “time line” del Secretario de Relaciones Exteriores en la red social twitter para comprenderlo mejor.

Lo mismo reconociendo a Martha Delgado y a su equipo por lograr traer a México más de 150 millones de dosis de vacunas o fotografías con Joe Biden, el ministro Modi, el director de la Organización Mundial de la Salud, el presidente de Argentina, sus homólogos de Holanda y Brasil, el presidente Joe-in de Corea, la canciller Merkel y el presidente Macron.

La desigualdad también será parte del reclamo del titular del Ejecutivo Federal a la comunidad internacional y para el 22 de noviembre el propio Ebrard expondrá un análisis de cómo la venta indiscriminada de armas en EEUU ha logrado que éstas, estén distribuidas en todo el planeta, especialmente nuestro país, y que son usadas por la delincuencia organizada y en particular por los cárteles de la droga.

Mientras algunos aquí aseguran que todo va muy mal, en Palacio Nacional ven las cosas muy bien: inicia el mes el Presidente de la República con sesentas (altos) de popularidad, el propio líder del PAN (Marko Cortés) reconoce que solo podrán ganar una gubernatura de las 6 en juego en 2022, el PRI está más dividido que nunca, las tomas de posesión de nuevos mandatarios locales están en curso, y la zanahoria de la izquierda hacia los gobernadores salientes, parece que está rindiendo muchos frutos.

La discusión sobre la sucesión del 2024 no está concentrada entre si gana la oposición o el oficialismo, únicamente se habla si será Claudia, Marcelo o Ricardo. Aunque no es un logro gubernamental, se reportan cifras récord en captación de remesas (37 mil millones de dólares entre enero y septiembre) y la revocación de mandato va. Aunque parezca contradictorio, el gobierno y Morena, son los principales interesados, para dejar el precedente de que el próximo presidente tendrá que pasar la prueba.

Será un mes interesante en materia política, y veremos como reacciona la comunidad internacional ante el discurso del Presidente López Obrador, que de estar arrinconado con la pandemia, parece que sacó la cabeza para decir “aquí estoy” y voy con todo. Claro, será criticado por su modo lento de hablar, porque no conoce el idioma inglés, y porque no aprovechó la visita a la Unión Americana para relacionarse con inversionistas y con el mismo presidente Biden, mientras sus seguidores -lo puedo asegurar- aplaudirán la gran pieza de oratoria.

Es una oportunidad, ojalá no la desaprovechen Juan Ramón, Marcelo y el Presidente. M

TECTÓNICA DEBACLE DE BIDEN, LOS CLINTON Y SOROS EN VIRGINIA

Esta columna aparece en el portal mundo.sputniknews.com

La malhadada vicepresidenta Kamala Harris, aliada de los Clinton, cometió el gravísimo error de afirmar que la elección en Virginia marcaría el cronograma para los demócratas en las elecciones de 2022 y la presidencial de 2024.

Triunfó el banquero basquetbolista del Grupo Carlyle, Glenn Youngkin, estrella generacional republicana de la era post-Trump.

Quizá la muy locuaz vicepresidenta Kamala, con poca efectividad política, se arrepienta toda su vida de haber profetizado que el futuro de su partido en las elecciones legislativas del 2022 y la presidencial del 2024 se centraba en la elección a gobernador entre el desconocido basquetbolista y banquero del Grupo Carlyle, Glenn Youngkin, y el también banquero de los demócratas, Terry McAuliffe, íntimo de los Clinton (Bill y Hillary) y conspicuo operador de las finanzas y la maquinaria del Partido Demócrata.

De ser cierto el aserto premonitorio de Kamala, los demócratas habrán cavado su propia tumba cuando la atribulada vicepresidenta estaba más lista que nunca a radicalizar la controvertida agenda de los demócratas —la gran perdedora de las elecciones del 3 de noviembre a escala nacional—. Esto, debido a los excesos de los caníbales jacobinos trasnochados de su partido.

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Es que los demócratas, más que un partido, son una coalición heteróclita donde cabe de todo, incluyendo a los multimillonarios israelí-estadunidenses —tipo Mike Bloomberg y el vilipendiado George Soros—, pasando por moderados del género de Joe Manchin —del Estado carbonífero de Virginia Occidental sacrificado por las medidas verdes demagógicas del presidente Joe Biden—, hasta progresistas como Elizabeth Warren y el también israelí-estadunidense Bernie Sanders, no se diga el célebre Squadque capitanea la milenial Alexandria Ocasio-Cortez (AOC). Aplicaré mi método dialéctico de tesis / antítesis / síntesis para evaluar la sacudida tectónica en Virginia. Solo que aquí iniciaré, con la antítesis , con el propio obituario del amplio espectro de opiniones de los mismos demócratas que hoy se echan la culpa unos a otros cuando ni siquiera han podido aprobar las dos enmiendas del presidente Biden, quien se encuentra en lo más deprimente de desaprobación nacional, sobre su gasto social y la inaplazable inversión a la infraestructura que se encuentra hecha añicos en EEUU.

Inicio como antítesis con el connotado estratega electoral de los demócratas, James Carville, quien encumbró a Bill Clinton y no se muerde la lengua, cual su costumbre, al despotricar contra la agenda del "estúpido wokenismo" que con sus "progresistas" fueron los culpables de la debacle en Virginia, donde el presidente Biden había ganado con 10 puntos de diferencia hace un año.

"No vean solo a Virginia y New Jersey. Vean Long Island, Buffalo, vean Minneapolis, vean aún más a Seattle, Washington. Me refiero a la insanidad de desfondar a la policía, quitar el nombre de Abraham Lincoln de las escuelas, la gente ve eso. Y realmente tiene un efecto supresivocontra los demócratas en todo el país. Algunas de estas personas necesitan ir a un centro para la desintoxicación del wokenismo. Necesitamos cambiar esto y no estar cambiando diccionarios y leyes", señaló.

Nada menos que el Consejo Editorial de Bloomberg —propiedad del multimillonario israelí-estadounidense Mike Bloomberg, un ultra globalista verde— titula que los Demócratas necesitan aprender de esta debacle ya que "sin un cambio de dirección las derrotas del partido en todo el país presagian más que dolor en las próximas elecciones intermedias".

Esto, en clara referencia a las legislativas del 2022, donde los Demócratas pueden perder su mayoría de cuatro votos en la Cámara de Representantes y de un solo voto (por el desempate de la vicepresidenta Kamala) en el Senado, cuando es frecuente que en las elecciones intermedias se suela votar en contra del partido del presidente en funciones.

No falta quienes atribuyan, entre otros factores, la derrota nacional de los demócratas a la catastrófica retirada en Afganistán de

ALFREDO JALIFE

@AlfredRahmeJali Alfredo Jalife @Alfredo Jalife-Rahme

Biden quien, a nivel doméstico, se sumergió más en explotar la revuelta icónica en el Capitolio del 6/1, que en restañar las heridas de su país. Los demócratas centraron su disfuncional maniqueísmo contra la figura polémica del expresidente Donald Trump, quien, dígase lo que se diga, sigue gozando de una enorme popularidad en su partido.

Es curioso que la editorial de Bloomberg concluya que la "mayoría de los estadounidenses no anhelan una revolución. Se tendrán que conformar con un poco de ayuda".

No podían faltar las exequias y jeremiadas de la revista globalistaneoliberal verde The Economist, vinculada a los intereses bancarios de los Rothschild y su instrumento George Soros, que aborda "la calamidad que enfrentan Joe Biden y los demócratas", mientras "Joe Biden está naufragando", lo que "augura elecciones intermedias muy pobres el año entrante" cuando "su partido probablemente perderá sus mayorías en el Congreso".

¿Qué advendrá del espejismo de la especulativa economía verde de Biden y el exbanquero central banquista canadiense británico Mark Carney?

Según The Economist, Biden no tendrá margen de maniobra cuando confronta, además, una mayoría conservadora en la Suprema Corte. Peor aún: "más allá del año entrante,los prospectos de los demócratas son mucho más lúgubres".

A mi juicio, el grave error de Biden fue haberse salido de su legendario centrismo, que se pudiera catalogar de relativo centro-izquierda, para arrojarse a los brazos sectarios del wokenismo con tal de confrontar al inevitable trumpismo.

Llama la atención la fuerte crítica de The Economist al "ala izquierda" Demócrata y a la "clase activista de los educados universitarios" que dan por descontado que el "electorado adopta sus mismas actitudes raciales y el rol del gobierno como ellos", quienes, paradójicamente, son financiados por la subversiva Open Society de George Soros.

The Economist concluye que una fallida presidencia de Biden puede desembocar en otros cuatro años de Trump.

Dígase lo que se diga, el tectónico resultado de las elecciones seminales del 3 de noviembre arroja que EEUU giró al centro derecha.

Ahora como sucinta tesis, a reserva de una futura profundización, el triunfo del desconocido banquero del Grupo Carlyle, el hoy gobernador basquetbolista Glenn Youngkin, comporta tres supremas características: 1.Ganó su mix de llevar como candidata como vicegobernadora a la afro-jamaiquina Winsome Sears, una marinede 57 años (cuyo marido es también un marine), orgullosa del sueño estadounidenseque colisiona con la agenda mayoritaria wokenistade los afro-estadounidenses que hoy controlan la ideología del Partido Demócrata, además del fiscal general estatal latino Jason Miyares, de 45 años;

2.Su notorio localismo con temas eminentemente estatales como la educación y la seguridad; y

3.Su relativa moderación equidistante entre la legitimización de Biden como presidente, sin chocar frontalmente con la fuerza apabullante del trumpismo.

Sea lo que fuere, Youngkin constituye la estrella ascendente del Partido Republicano a sus 54 años —frente a los 78 años de Biden, los 81 años de Nancy Pelosi, la amazónica lideresa de la Cámara de Representantes, y los 70 años del israelí-estadunidense Chuck Schumer, líder de la bancada demócrata del Senado— quien venció al banquero Terry McAuliffe, de 64 años, el gran operador electorero de los Clinton, quienes, con George Soros, resultaron los grandes perdedores a escala nacional, cuando los Clinton cosechan hoy las tempestades que sembraron con los vientos del fake Russiagate.

A mi juicio, otro gravísimo error estratégico de los demócratas fue su pésima campaña en Virginia enfocada a demonizar a Trump, que con los dos puntos adicionales con los que ganó el Republicano Youngkin, perdieron también la vicegobernación, la fiscalía general y el control del Congreso local.

Virginia exhibió que los dos temas de seguridad y de educación, no se diga la hiperinflación, pesaron mucho más que las personalidades. Los temas también son nodales.

La debacle de Virginia tendrá agudas repercusiones en México y el resto del mundo.s. M

GERTZ Y EL CONSENTIDO DE LOZOYA LE FALLARON A AMLO

Por: Eduardo Ruiz-Healy *

Se necesitó que la periodista Lourdes Mendoza difundiera por su cuenta de Twitter unas fotos en donde aparece Emilio Lozoya Austin cenando con unas personas en un lujoso restaurante de la CDMX para que la indignación popular que generó su prepotente conducta obligaran al presidente Andrés Manuel López Obrador y al fiscal general de la República, Alejandro Gertz, a dejar de consentirlo.

Porque si un criminal ha sido consentido por el sistema es quien fue el director general de PEMEX de diciembre de 2012 a febrero de 2016.

A pesar de las graves acusaciones en su contra, de que se fugara del país después de que se girara una orden de aprehensión en su contra y tuviera que ser extraditado a México desde España, AMLO y Gertz decidieron que enfrentara su juicio en libertad para que así reuniera las pruebas que demostraran la corrupción de Enrique Peña Nieto, del exsecretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores Luis Videgaray y de exlegisladores que supuestamente sobornó para que aprobaran la reforma energética de 2013.

Lozoya recibió un trato privilegiado desde el momento en que se bajó del avión que lo trajo de España el 17 de julio del año pasado. De 45 años entonces y sin que nunca presentara problema alguno de salud, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se fue directo al hospital Ángeles del Pedregal en donde pasó 15 días por supuestamente padecer anemia y problemas del esófago.

Salió del hospital el 1 de agosto y unos días después el juez del caso Odebrecht autorizó que enfrentara su proceso en libertad, que portara un brazalete electrónico de localización, que no saliera de los límites de la CDMX y que cada 15 días se presentara a firmar en el juzgado. Se reportó que para celebrar su libertad organizó una fiesta en una de sus casas a la cual uno de sus amigos llevó tres botellas de un vino francés que cuesta 25 mil pesos cada una, vino que tal vez pasó sin lastimar su delicado esófago.

Nada mal para quien finalmente confesó que recibió sobornos y se fugó del país.

Desde agosto del año pasado hasta el miércoles pasado, Lozoya no había sido encarcelado porque una y otra vez pidió prórrogas para poder dedicarse a recabar las pruebas que sustentaran las acusaciones que hizo contra varios funcionarios de participar en diversos actos de corrupción, sobre todo la que promovió Odebrecht, entre ellos los expresidentes Salinas, Calderón y Peña Nieto; el exsecretario Videgaray; los excandidatos presidenciales Ricardo Anaya y José Antonio Meade; el exdirector de PEMEX (de noviembre de 2017 a noviembre de 2018) Carlos Treviño Medina; los exsenadores David Penchyna, Ernesto Cordero, Francisco Domínguez Servién, Salvador Vega Casillas, José Luis Lavalle Maury, Francisco García Cabeza de Vaca y Miguel Barbosa; el exgobernador de Veracruz Javier Duarte; el contratista Juan Armando Hinojosa y hasta la propia periodista Lourdes Mendoza.

Anteayer Lozoya se presentó al juzgado y solicitó otros 60 días para seguir recabando las pruebas, pero, por fin, la FGR decidió no seguir consintiéndolo. Pudo más la indignación popular que generó el tuit de Lourdes Mendoza que el deseo presidencial de consentir a quien supuestamente le iba a entregar en charola de plata las cabezas de sus adversarios. M

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