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BREAK POINT La cara B del tenis por Netflix
En algún lugar, probablemente escondido en los archivos de ESPN, hay un polvoriento rollo publicitario titulado, que dice GRAN TENIS en mayúsculas. Es el responsable de la versión de este deporte que tenemos arraigada en nuestra psique cultural. La de los Grand Slams, la elegancia suiza y la dominación fraternal. Funciona a base de dopamina pura, teatralidad, nostalgia y puro bombo y platillo.
Rara vez tiene en cuenta las dificultades de la vida en el circuito profesional. Cumpleaños solitarios y roturas de tendones a mitad de partido, la angustia de carreras truncadas, sueldos desalentadores y apagones emocionales. Este tenis, el alimentado por ciclos interminables de lesiones y derrotas constantes, es en el que se inspira Break Point, la docuserie de Netflix que ya está disponible en la plataforma. Un tenis feo, brutal y cruel.
Durante 10 episodios, sigue la vida y el trabajo de algunos de los miembros más importantes de la nueva generación de la ATP y la WTA. Está producida por Paul Martin y James Gay-Rees, de Box to Box Films, y es posible que conozcas mejor a este dúo por su trabajo en su otro gran documental deportivo: Fórmula 1: Drive to Survive. Querían dar al tenis, a menudo propenso a los clichés estereotipados y a los estribillos de "trabaja duro, sueña a lo grande", el tratamiento que se merece. Mostrar lo agotadora, implacable y decepcionante que puede ser la vida en el circui- to profesional. Justo antes de Navidad, Martin y yo hablamos por Zoom, donde él estaba en su coche en un aparcamiento de Whole Foods. Él y su familia se habían mudado a Los Ángeles tres días antes, y su mujer y sus hijos estaban dentro comprando comida. Empezamos con un punto de presión: el que se escapó.
"La gente ve el tenis como un juego gentil, que se viste de blanco y es de fresas y nata", añadió Martin. "¿Y no es todo tan elegante? No. El tenis es sucio. Y es duro. Nos sentamos e hicimos probablemente 25 entrevistas a jugadores en el Open de Australia del año pasado. Y cada una de ellas que hicimos, James y yo salimos de ellas y nos decíamos algo así como, 'No sé por qué lo hacen. Realmente no sé cuál es la ventaja. Porque eso parece una tortura'".
En realidad, varios de los argumentos de Break Point se estructuran en torno a la derrota. Varios de los jugadores que aparecen en la docuserie, que aún no son muy conocidos, han estado sometidos a la crónica narrativa de las promesas incumplidas en sus carreras juveniles. Existe la inquietante sensación de que a todos ellos, incluso a los que tienen 22 años, se les está acabando el tiempo y la resistencia que les quedan para ganar un Grand Slam.
El uso que Martin hace de la palabra asqueroso lo describe todo. "De niño practiqué deporte toda mi vida", dice. "El tenis me habría arruinado. El tenis me habría arruinado mentalmente".M