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MASERATI MC20

El Maserati MC20 es el último coche superdeportivo de la marca del tridente. Este sugerente biplaza de motor central esconde bajo su elegante silueta un V6 de 630 caballos que le confiere unas prestaciones de auténtico infarto: es capaz de alcanzar hasta 326 km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos.

Después de muchos años de sequía en el segmento de los coches superdeportivos (no olvidemos que el GranTurismo fue novedad en el año 2012 y lo probamos en 2013), y con Maserati cosechando éxitos en otros segmentos como el de los SUV con el Levante o entre las berlinas con el Ghibli, el comienzo de la nueva etapa de Maserati como integrante del grupo Stellantis, exigía un golpe de efecto sobre la mesa.

Lo han dado con la creación de este espectacular superdeportivo, el Maserati MC20 que aunque no lo parezca, se presentó por primera vez hace ya dos años, en el año 2020, en plena pandemia global del COVID.

El origen de su nombre es sencillo de explicar. Las siglas MC llegan de Maserati Corse y 20 por 2020, el año de su estreno mundial que supuso el inicio de la nueva era de la marca, en la que se comprometían con una renovación completa con nuevos modelos siguiendo la senda de la electrificación, que les llevará a que todos los Maserati sean eléctricos a partir de 2030.

El MC20 se ha diseñado desde el origen para tener versiones coupé y descapotables, y permitir la propulsión eléctrica ya que habrá un MC20 Folgore, nomenclatura que aplican a los eléctricos

El MC20 es un coche que tiene una doble cara. Me atrevo a decir que su carrocería, baja, ancha y muy plana, al estar carente de demasiados aditivos aerodinámicos en forma de alerones, tomas de aire sobredimensionadas y otros elementos a los que acostumbran los superdeportivos de hoy en día, podría permitirse pasar relativamente desapercibido entre el tráfico urbano.

Se ha buscado deliberadamente que así sea, creando un coche que conjuga como pocos la elegancia que esperas de un Maserati con la deportividad que también va ligada a la marca. La parte delantera está marcada por un capó muy bajo y plano, no excesivamente largo y presidido por una toma de aire de forma ovalada con el tridente de Maserati encastrado en el centro.

A los lados de esta boca e integradas con maestría en el paragolpes delantero, unas tomas de aire de gran tamaño canalizan el aire hacia las ruedas, el equipo de frenos y las llantas. En su diseño me parece curioso cómo todo el contorno inferior de la carrocería está pintado en negro, en contraste con el resto del conjunto salvo que elijas un color oscuro para la carrocería.

La luneta permite ver el motor V6 y que respire por esas branquias. En la parte inferior se integra la cámara de visión trasera, indispensable para poder maniobrar con él.

Pero sin duda esa elegancia y relativa discreción del MC20, da paso al espectáculo cuando metes la mano en la manilla de apertura de puertas integrada, y levantas alguna de sus dos puertas de accionamiento vertical tipo ala de mariposa.

Éstas puertas, espectaculares y muy ligeras, hacen que entrar y salir del coche sea toda una experiencia y una maniobra difícil de hacer sin acaparar todas las miradas. Lo bueno es que gracias a ellas, apenas tienes que agacharte o hacer contorsionismo para acceder al habitáculo.

El volante va rematado con molduras en fibra de carbono y tiene mandos multi función integrados en los dos brazos laterales, desde los que puedes subir o bajar el volumen del sistema de audio, contestar una llamada, activar los comandos por voz o algo tan útil como elevar o bajar la suspensión activa (50 mm y siempre a velocidad inferior a 40 km/h) para pasar con algo más de margen por los resaltos más pronunciados.

Otro elemento llamativo y específico de este modelo es la pantalla de visión de la cámara de marcha atrás. Debido a la posición del motor en el centro del vehículo y a la forma que hace la trasera, que baja sin apenas inclinación creando una silueta muy plana, desde el interior apenas hay espacio de visión hacia atrás.

Separando ambos asientos, una consola fina fabricada en fibra de carbono incorpora el resto de elementos que puedes necesitar. En ella hay desde un cargador inalámbrico para el smartphone, el selector de modos de conducción (GT, Wet, Sport, Corsa y un quinto, ESC Off, que desactiva las funciones de control), dos botones de selección de velocidad, los mandos de las ventanas eléctricas, los controles del sistema multimedia y un práctico compartimento de almacenamiento debajo del apoyabrazos para guardar lo que no queramos que se quede a la vista. M

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