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REFLEXIONES DESDE EL TRABAJO COMUNITARIO EL EQUIPO DE TRABAJO Y EL TRABAJO EN EQUIPO Presentación: Un previo, por favor… Como en trabajos anteriores, éste es una invitación al debate y procede de prácticas, análisis y conclusiones aportados por gente interesada en ser útil para la vida comunitaria. El equipo de trabajo y el trabajo en equipo representan temas de importante incidencia en el hacer comunitario. Cobran aún mayor relevancia a medida que avanzamos en el proceso revolucionario. Nuestra práctica, como lo veremos a lo largo de este trabajo, registra aprendizajes de interés. Más aun con el dinámico desarrollo de la revolución bolivariana, contexto privilegiado para la vida de las comunidades. La inquietud por tratar el tema del equipo de trabajo data de hace mucho tiempo. En el año 2.000 intentamos ponerlo en discusión como necesario factor de aprendizaje pero otras prioridades, nos dejaron en la Presentación. Releyéndola la incluimos sin modificaciones en este escrito porque aporta, en contenidos de alto interés, aspectos válidos para la actualidad. La construcción de equipos en el Plan Sebucán y Promoción Sociocultural Churuata inserta en la germinación y desarrollo de un proceso sociocultural comunitario, acumuló una rica experiencia. Los promotores de ambos equipos fueron una valiosa fuente de aprendizajes mutuos. Parte importante de los planteamientos expuestos aquí sobre equipos de trabajo surgen de una creación colectiva. Como lo veremos más adelante, hubo variada procedencia de los promotores. Pero no se menciona que la vida colectiva incluyó entre sus miembros a fraternales, consecuentes y aportadores compañeras y compañeros de España, Colombia, Brasil, Perú y Chile. Con algunos mantenemos contacto constante. Para todos, vaya nuestro fraternal reconocimiento. El escrito consta de las siguientes partes Presentación Escrita en el año 2.000 y se presenta sin modificaciones. El equipo de trabajo. Plan Sebucán y Promoción Sociocultural Churuata en el proceso sociocultural Sus equipos de trabajo y el trabajo en equipo …Un mundo por hacer, un mundo por descubrir
Más que una limitada transmisión de resultados, nos mueve la necesidad de compartir experiencias junto con inquietudes y anhelos que se vienen acumulando a medida que avanzamos en los contactos y la compartencia con la gente en sus comunidades. Lo que ocurre en Venezuela nos obliga a repensar, a sopesar nuevamente situaciones. Incluso a revisar parámetros, porque si nos empeñamos en ver las cosas con los mismos cristales de antes, vamos a desenfocar análisis y juicios. Las comunidades van saliendo de su encierro asumiéndose gradualmente como parte de un pueblo que opta por buscar cambios profundos para sacudirse de una crisis ya agobiante, hija de quienes han estrujado irresponsablemente al país en estas últimas décadas y de quienes, conscientemente o "sin querer queriendo", han actuado como sus cómplices. Consecuentemente, como parte también de un mundo que parece llegar al límite de frenéticas convulsiones de todo tipo. Con este cambio de opción sin precedentes en Venezuela, el pueblo nos sitúa en un camino de nuevas señalizaciones y destinos. En el trabajo comunitario, hoy por hoy se hace inevitable abordar asuntos que acontecen en el país y en el mundo. No nos interesan eternas divagaciones de cafetín. Ni el oropel de artículos y programas de opinión con que los dueños de los medios periodísticos (sutil y auténtica censura) imponen al final sus interesadas ideas, recurriendo a una tramposa y manipulada "libertad de expresión". Una vez más, a partir de la práctica, propiciamos un debate para una mayor comprensión de la situación y aclararnos los modos de mejorarla. Dicho esto, vayamos a la presentación de este escrito. En estos últimos cinco años de trabajo comunitario, el constante análisis de la práctica, siempre fragmentario debido a las urgencias, las dificultades operativas o las propias limitaciones nuestras, se ha visto enriquecido por la actividad en las esferas socio-educativa y socioeconómica. Una exigencia de análisis, por demás persistente, se ha focalizado en lo concerniente al trabajo en equipo y el equipo de trabajo. Eso nos impulsa a detenernos en el tema, adentrándonos en una sistematización de nuestra experiencia al respecto. Así, además, complementamos nuestro trabajo anterior: El Cuaderno Nº 6 "Cómo hacer para saber qué hacer...", escrito con motivo del X Aniversario de Churuata y de la red de Coordinaciones Socio-Culturales Regionales.
-2Los contactos con el sistema educativo se dieron principalmente desde convenios para "Capacitación de Equipos de Comunidades Educativas" en diversos Estados del país y desde talleres de diagnóstico y capacitación realizados en Municipios del Estado Bolívar. Nos estimularon interesantes contribuciones en algunas escuelas donde el trabajo en equipo era ya una constante, llegando a concebir la escuela misma como un gran equipo de trabajo. No obstante, la mayoría de las experiencias evidenciaba vacíos serios. Incluso nos topamos, en ciertos casos, planteles con malsanas actitudes hacia cualquier labor de carácter colectivo en circunstancias que en su funcionamiento institucional navegaban bajo las oscuras aguas de un individualismo oportunista que enviciaba el papel de directivos, docentes y administrativos. Clara causa y efecto de la profunda crisis educativa, maltratante de niños y pervertidora de la sociedad, a pesar del esfuerzo, esmero y afecto con que muchos maestros asumían y asumen su misión. El contraste de lo ocurrido en los planteles con nuestra particular experiencia en procesos educativos no formales dentro de amplios sectores comunitarios, es uno de los alicientes para escoger el equipo como tema. En el campo socio-económico, el trabajo en equipo y la articulación de equipos de trabajo para la producción, la comercialización y el consumo ha movilizado gente de muy distintas procedencias, oficios o profesiones, credos o militancias. Son ricas experiencias, aunque limitadas por los sempiternos problemas de recursos y las incomprensiones o desentendimientos del mundillo burocrático. Estos aportes, recogidos en parte en la presente sistematización, han de servir para perfilar nuevos parámetros, nuevas ideas y conceptos, en el sano aprender que toma cuerpo al analizar los logros, las deficiencias y los errores. De este modo, nos proponemos ir entregando elementos para este debate que consideramos de primera prioridad para la vida comunitaria, para el desafío popular de construir lo nuevo. En un ineludible marco más general, durante estos años, hemos enfrentado una implacable embestida neoliberal. Con su aluviónica carga de individualismo, particularizado y globalizado, el neoliberalismo desde el manejo de la tecnología y las comunicaciones, amparándose en gobiernos serviles, se ha ido infiltrando por cuanto resquicio ha detectado en la vida organizacional de las comunidades y en cada hogar. Ha diseminado por el planeta sus ideas de consumismo, de absoluta subordinación al dinero y de una falsa "libre competencia". Se ha empeñado en embasurar nuestras mentes imponiéndonos una fría concepción de "planificación estratégica" con sus deshumanizadas ideas de rentabilidad, gerencia, motivación al logro, autoestima, productividad desconocedora de procesos; cosas todas tan lejanas a las costumbres, a la razón de ser y a los valores culturales comunitarios. Paralelamente, este modelo impone miseria y suelta migajas del cuantioso motín de su macro-piratería comercial y financiera para micro-programas sociales
destinados a hacer unos cientos de pequeños "triunfadores" en pugna con miles de "perdedores", todos hijos del pueblo y puestos, cada quien por su lado, a competir por las sobras. En este sórdido cuadro, campean distorsionadas concepciones de trabajo en equipo con una "solidaridad" prepotente y paternalista, con máscaras de redes que esconden la manipulación de cogollos servidores de complejos procesos de acumulación de riquezas y poder. Con el mismo descaro con que en Chile tuvo como punta de lanza a Pinochet, el paquete neoliberal en Venezuela se sirvió de una falsa y corrupta "democracia" llenando de halagos y presiones a sus inmorales representantes y aprovechándose descaradamente de esa situación. Podría decirse que estamos recurriendo a una adjetivación excesiva; tal vez, a un lenguaje soez. No es nuestra intención ni nuestra costumbre faltarle el respeto a nadie como lector. Sin embargo, tal ha sido el crimen que no disponemos de otras palabras que lo dejen al desnudo sin miramientos. Porque es imperativo entender esto en su esencia. Es vital para nuestro futuro, para lo que vayamos a hacer de aquí en adelante. El pueblo venezolano, a fuerza de ser víctima, viene percatándose de la trampa. Esperamos que lo mismo ocurra con muchas de las llamadas Organizaciones Nogubernamentales que cayeron tan acríticamente en el engaño. Para nosotros, éste fue un período difícil, se nos cerraron las puertas por no entrar en este juego de cartas marcadas. El trabajo en equipo, el respeto mutuo y el apoyo mutuo han resultado ser sólidos instrumentos para continuar vivos. Al mismo tiempo, como compensación se nos abrió en esta época acceso al conocimiento de nuevos descubrimientos y teorías desarrolladas por científicos, filósofos y políticos desde hacía ya algunos años. Vimos una película titulada en español "Lo Mejor de la Vida" de Bernt Capra, basada en "Turning Point", ensayo de su hermano Fritzjol Capra publicado en 1982 y editado en español como "Punto Crucial", libro ya agotado pero que gentiles amistades nos pusieron en las manos. “Lo mejor de la vida” presenta en la majestuosa abadía francesa del Mont de Saint Michel, a una sensible física de campos cuánticos (rayos laser), un candidato a la Presidencia de los Estados Unidos y a un ya famoso poeta y teatrista norteamericano, buscando encontrarse en un retiro parisino. Desde sus distintos universos intercambian sobre la vida, la materia y la energía para dejarnos al descubierto trascendentales problemas del mundo de hoy. Los nuevos descubrimientos de la ciencia aunados a los avances tecnológicos, revelan infinitas redes de interconexiones que representan la esencia misma de la vida, de la materia y de la energía. Se da un salto gigantesco sobre los que fueron grandes descubrimientos hace trescientos años y desencadenaron la revolución industrial y las bases políticas e ideológicas
-3del Estado y de la sociedad. Queda obsoleta por reduccionista la idea de considerar al ser humano y la sociedad como máquinas engranadas sin interconectarse. ¿Cómo incide esto en nuestro trabajo, en la manera de pensar? No solemos asumir la teoría por la teoría, sino que la reconocemos al encajar en la realidad donde nos desenvolvemos y en la propia práctica. Desde el nacimiento de nuestro proceso hemos aplicado en la labor socio-cultural comunitaria, metodologías instrumentadas en una democracia social y participativa. Su base radica en considerar al individuo como un ser social que diseña y transita su desarrollo en el permanente ejercicio de entender su realidad, hacerla evidente de diversas maneras y marchar por la senda de su transformación. Nada puede ser más importante y bello para nuestra especie, que la criatura humana como ser social. Los individuos enhebrándose en los infinitos lazos que van entretejiendo sus aspiraciones de una vida integral. Las principales herramientas-postulados que esgrimimos en una modestísima labor de hormiguitas como tributo a la edificación de este inconmensurable universo humano son el conocimiento mutuo, el respeto mutuo y el apoyo mutuo (los tres mutuo) y la investigación como un sistema (el sistema investigación) donde interactúan, conteniéndose recíprocamente, cuatro fases. A saber: investigación, diagnóstico, programación/acción y evaluación. En la acción directa, siempre preñada de complejidades y descubrimientos, los tres mutuo y el sistema investigación han venido forjándole un fructífero espacio de desarrollo a lo socio-cultural comunitario, creando instrumentos sencillos, fácilmente apropiados o elaborados por las mismas comunidades, constantemente asombradas de descubrir lo que saben y repotenciadas por saber que lo saben. Así construimos unidad y construimos vida...y permanecemos vivos, en un permanente reciclaje. Mucho de lo que hacemos tiene, consciente y razonadamente, su origen en un análisis de la práctica perfectamente entendible y cuantificable. Pero también surgen hechos, ambientes o formas de comunicación que escapan a la palabra escrita o audiovisual o gráfica, inatrapables en cifras, que gravitan con peso propio, pero se inscriben en el mundo de las sensaciones, de los sentimientos, escondidos en el aparente vacío de lo intangible. Entonces, hablamos de magia..."Por decir algo", como reza ese frecuente latiguillo popular. Según entendemos, el mensaje de los Capra, se sustenta principalmente en avances de la física de campos cuánticos (física sub-atómica), donde surgen determinantes elementos innovadores sobre lo que significa y cómo se manifiesta la vida, la materia y la energía. Según ellos y otras connotadas individualidades de la ciencia y la filosofía, vida es auto organización de relaciones, una asombrosa madeja de interconexiones e interdependencias que, muchas veces, son imposibles de detectar por los sentidos o el instrumental tecnológico. Es más, ellos mismos afirman que no existe aún la palabra ni el concepto para definir estos descubrimientos.
Estos sorprendentes hallazgos, los conducen a un drástico replanteamiento sobre todo lo que es vida. En su recorrido por el alcance de las nuevas revelaciones científicas desembocan en lo caduco de las actuales políticas y estrategias para la vida humana y con la naturaleza. Advierten con suma preocupación que la mayoría de los políticos y gobernantes actuales a nivel mundial, se encajonan tercamente en las ya superadas concepciones materialistas y mecanicistas. Ámparándose en un materialismo exacerbado, los responsables de gobernar establecen sus políticas considerando a los individuos y a la naturaleza como máquinas manejables a su antojo y ubican el dinero y las pertenencias materiales en la cima de las aspiraciones humanas, subordinando a ellos cuanto existe..."con la gracia de Dios". Tales políticos esgrimen un supuesto modelo de desarrollo para justificar la prepotencia, la discriminación, la dominación y la destrucción en gran escala del medio ambiente natural. Se escudan en el individualismo y la compartimentalización, siembran relaciones antagónicas hasta llegar a las guerras, mantienen secretos intelectuales, militares y políticos y desconocen los ecosistemas. Por su parte, científicos y ambientalistas, formulan la Teoría de Sistemas. Los seres humanos no son máquinas que se puedan manejar o reparar por partes como una bicicleta o un motor de turbina, sino que constituyen infinitas redes de interconexiones e interdependencias en un fluir permanente integral, holístico, en donde, además de lo tangible, intervienen también energías, sentimientos y sensaciones. Así, el universo entero y todas las especies de seres existentes organizan sus vidas en sistemas y sub-sistemas interdependientes. Lo que intentamos exponer, no pasa de ser un somero y tal vez algo distorsionado esbozo de una sólida batería de nuevos planteamientos filosóficos, científicos y políticos. Deseamos servir de motivación para que el lector se acerque a estas formulaciones, las conozca mejor y contribuya a divulgarlas. En nuestro hacer, en nuestra realidad específica, estos planteamientos innovadores refuerzan y enriquecen nuestro reconocimiento del individuo como un ser social cuya única posibilidad de bienestar y de sano desarrollo radica en alcanzar un equilibrio armónico en todos los aspectos de la vida, entre los seres humanos y entre éstos y la naturaleza. A nosotros nos está cayendo como anillo al dedo para fundamentar postulados, modos de hacer y resultados que hasta ahora sólo nos parecían lógicos, mágicos o bellos. También nos brinda visiones y conocimientos para superar inquietudes y temores, para consolidar una visión más integral de las políticas y estrategias. Hoy más que nunca antes, nos abriga la certeza de que no lograremos penetrar en profundo lo esencial del trabajo en equipo y el equipo de trabajo, sin atrevernos a abordar asuntos fundamentales que solemos dejar de lado.
-4Y en esta mayor comprensión de las nuevas teorías, ha sido útil el trabajo con comunidades indígenas. No es fácil de entenderlo de buenas a primera. Tal vez sería conveniente, desenredar un poco la madeja. Incluso tal vez sería oportuno, debido a la controversia generada por la presencia indígena en el proceso de reconstrucción de la República. ¿Cómo es que el acercamiento a las comunidades indígenas nos permite comprender mejor recientes descubrimientos que sobre la vida, la materia y la energía han hecho los más destacados físicos nucleares y otros eminentes pensadores del mundo contemporáneo? Antropólogos y científicos de reconocida trayectoria plantean que, hasta donde llegan las investigaciones actuales, los yanomami, indios que habitan en comunidades ubicadas al sur de Venezuela y al norte de Brasil, figuran como el grupo étnico viviente más antiguo del mundo. Al lado de los yanomami subsisten en el país otros pueblos indígenas con una dinámica de vida y una cultura mantenidas durante siglos. En el trabajo socio cultural, somos testigos de que los habitantes de comunidades indígenas ajenos al contacto con nuestra civilización llevan una vida comunitaria donde se entiende y se teje la interconexión entre todos ellos, así como la interdependencia de unos con otros. Del mismo modo, desde niños, aprenden a conocer su entorno natural, a desenvolverse en él para protegerlo y a interactuar con la naturaleza tomando lo necesario para comer, para cobijarse o curar sus enfermedades, pero sin dañarla. Cazan y pescan, cultivan, construyen viviendas y producen utensilios y herramientas colectivamente. De igual forma, reparten los productos de esas labores. Dedican una considerable cantidad de su tiempo a la narración, al esparcimiento colectivo, al cuidado y enseñanza de sus hijos. Los niños son preocupación de toda la comunidad, pero no por eso los padres dejan de atender a sus hijos con una dedicación difícil de encontrar en nuestra sociedad. Las conductas lesivas a la vida comunitaria, las divergencias serias se resuelven colectivamente. En contraposición a esto, resulta claro que a medida que la civilización se entromete sin respetar modos de ser y de hacer, los indios van siendo obligados a ceder. Al acercarse a la vida urbana o al caer sobre ellos lo urbano, tienen que absorber comportamientos y actitudes propios de esta sociedad individualista cuyo indicador de éxito por excelencia es la cuantía de la propiedad privada. El problema va más allá. Así como al hacer contacto, el indio no es inmune a enfermedades tan comunes en nuestro ambiente como la gripe y puede morir al contraerla, tampoco está a salvo de contagiarse con actitudes antisociales y asumirlas en una dimensión no frecuente para nosotros. Esto crea problemas de adaptación que se suman a la diferencia, a veces substancial, de valores culturales. Nosotros sostenemos también relaciones con indígenas que viven en centros urbanos, algunos temporalmente, otros ya radicados. Es un pie forzado para ellos cambiar la manera en que vivían en su comunidad étnica, aunque en
el proceso de adaptación intenten mantener al máximo sus costumbres y valores culturales. No pretendemos decir que los indios son buenos y los demás somos malos, ni que debamos vivir a la manera indígena. La especie humana, en cada uno de sus núcleos, está compuesta siempre por gente de diversos comportamientos, modos de vivir o de desenvolverse. Lo que sí nos importa es constatar que, en sus comunidades, las formas de relación entre los indígenas, su visión de la vida y del universo obedece a patrones integrales muy coincidentes con los descubrimientos más avanzados de la ciencia. Y aquí aparecen interrogantes de interés. A través de cinco siglos, a los indios se les ha reducido por la fuerza, se les ha ido despojando territorios, se les ha intentado imponer leyes, religiones, costumbres. Se les ha considerado inferiores porque no asumen la racionalidad fríamente materialista que ha ido imponiendo el desarrollo capitalista. Esa ha sido la inhumana y sangrienta tendencia fundamental. Pero resulta que al leer detenidamente esos nuevos planteamientos científicos generadores de la Teoría de Sistemas, se revelan proximidades y similitudes muy cercanas a la visión que en diversos aspectos vienen sosteniendo ancestralmente los pueblos indígenas. Nos preguntamos, entonces, cómo evaluar estos últimos siglos de civilización occidental. No es nuestra intención pasearnos por los cinco siglos precedentes. A los efectos de explicarnos en relación con lo que nos interesa aclarar, basta con sólo hurgar un poco el siglo XX. Veamos, en el Siglo XX:
Estallaron las dos primeras guerras mundiales. Saldo 50 millones de seres humanos muertos.
Estados Unidos culmina el siglo como la indiscutida primera potencia mundial, luego de una retorcida guerra fría y de sucesivas guerras regionales, corolarios de las guerras mundiales.
Para lograr tal hegemonía, al finalizar la segunda guerra mundial y cuando Japón ya estaba prácticamente derrotado, el Gobierno norteamericano ordenó arrasar las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, lanzando, para oprobio de la humanidad, las dos primeras bombas atómicas. Su verdadero objetivo fue mostrar su poderío ante adversarios y aliados. Esta macabra maniobra política costó la vida a más de 300.000 japoneses y otros cientos de miles quedaron afectados por la radioactividad de por vida.
Las grandes potencias, en su disputa por la hegemonía, obsesionadas por retener y aumentar su poderío, han creado arsenales con ojivas nucleares suficientes para acabar con todo vestigio de vida en el planeta.
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El hombre llegó a la luna, las comunicaciones satelitales transportan en segundos imágenes de un extremo a otro del planeta y hasta del espacio sideral. Hay notables avances científicos en medicina, física y otros campos. Al mismo tiempo y en el mismo planeta, cada segundo mueren de desnutrición o enfermedades curables 40.000 niños, en países del Tercer Mundo las hambrunas cobran millones de vidas humanas y se expande la pobreza crítica. La contaminación afecta diariamente la salud de millones de habitantes en los grandes centros urbanos. El deterioro de los ecosistemas con la destrucción de la capa de ozono, el envenenamiento de las aguas, los daños a ríos y bosques, etc. amenaza gravemente la suerte de las futuras generaciones de seres humanos y la existencia misma del planeta. La demagogia y la hipocresía han encontrado fórmulas cada vez más espectaculares o soterradas y cínicas para mantener la injusticia, los desequilibrios y las desigualdades.
Al concluir el milenio desembocan en lo que llamamos civilización occidental, siglos de distorsiones, de ocultamientos, de mentiras con que se vienen escondiendo los sórdidos mecanismos de dominación sobre países y pueblos. Esencialmente, una daga mortal para nuestra subsistencia social ha sido la imposición del individualismo. Con él brota el egoísmo, la apetencia de poder sobre otros seres, la sobrevaloración de la riqueza y el dinero por sobre la vida misma. El materialismo mecanicista extrapola del “yo” sobre los demás, a “mi partido” sobre los demás partidos, “mi proyecto” sobre los demás proyectos, “mi país” sobre los demás países. Esta desequilibrada relación engendra una pugna ascendente que, bajo el disfraz de "desarrollo", conduce a la destrucción y la muerte. En contraposición, el contacto con la gente, sus necesidades e intereses de vida, nos lleva a hablar del conocimiento mutuo, el respeto mutuo y el apoyo mutuo así como los científicos mencionados anteponen a los planteamientos socio-políticos dominantes la Teoría de Sistemas, buscando las interconexiones e interdependencias, en procura de la armonía.
de éste y otros continentes que dedicaron su vida a humanizar la humanidad. El trayecto para superar desigualdades, desajustes y desequilibrios representa un prolongado proceso de entendimientos y búsquedas, de desenmascaramientos. Paso a paso, al ritmo de la conciencia del pueblo iremos avanzando por el camino hacia un mundo mejor. Tenemos que pensar en nosotros como especie humana y como pueblo, procurando entender nuestra esencia y la esencia de las cosas. Estamos, quizás, en las etapas iniciales de un largo y luminoso camino. Por eso es que "moral y luces son nuestras primeras necesidades". La adecuada valoración del trabajo en equipo y el equipo de trabajo como instrumentos principales del individuo como ser social, constituye un elemento clave para edificar ladrillo a ladrillo la justicia, el equilibrio, la armonía y la paz. Asimismo representa una contundente respuesta para ir aplastando centímetro a centímetro, segundo a segundo, la concepción individualista, las mil máscaras que esconden la injusticia, la insaciable ambición de poder, la represión, el odio y el egoísmo en todas sus formas. La sistematización que presentamos a continuación, proviene básicamente de nuestra práctica directa en el trabajo comunitario. No intenta dar recetas, como en tantos talleres o folletos donde se enseñan muchas técnicas y estrategias, pero poco o nada se aprende. Entregamos aquí, con todo nuestro afecto, elementos para el análisis y el debate surgidos de nuestro contacto y aprendizaje con las comunidades, con otros procesos y con múltiples agrupaciones y promotores sociales.
HP Caracas, Enero de 2000
EL EQUIPO DE TRABAJO
La larga lucha por la igualdad, la justicia y la paz en esta centuria comprometió a todos los pueblos del mundo. Triunfos y derrotas, alegrías y sinsabores dejaron lecciones que enriquecen el arca de la sabiduría popular.
Hemos vivido una experiencia de trabajo comunitario que para muchos de nosotros ha pasado a ser y viene siendo histórica. A partir del año 1974, nos acercamos a algunos barrios y pueblos pequeños, en lo que en aquellos tiempos para el mundillo político eran “miserables escenarios marginales”. Atestiguamos y acompañamos una sórdida lucha contra el desamparo, la injusticia, la represión. Lucha popular y en consecuencia, alimentada por una tradición de múltiples procedencias y preñada de prefiguraciones hacia un mundo por hacer, por descubrir.
En el siglo XX, el médico y revolucionario latinoamericano Ernesto "Che" Guevara eternizó su vida esbozando en el horizonte del milenio por venir los trazos de un nuevo ser humano, inspiradora sistematización de la práctica y los postulados de incontables mujeres y hombres (él incluido)
Parece oportuno y necesario rememorar análisis y circunstancias que emergieron en diversas ocasiones, sazonados constantemente con reflexiones del hacer de otros actores en otras latitudes y diversos momentos. Todo ello, claro está, para retornar a la práctica.
Y entonces la presencia de lo indígena nos trae recuerdos del futuro.
-6En un recorrido de décadas desde equipos de servicio comunitario y de intercambios con organizaciones o articulaciones organizativas hemos ido sembrando y cultivando una variedad de elementos vitales para la convivencia; para un hacer colectivo en función de los intereses y las necesidades de nuestra gente viviendo en comunidad. Elementos penetrantes cuando aspiramos a sacudirnos de las injusticias, las desigualdades, de la opresión impuesta por quienes han manipulado poder a todos los niveles y en toda circunstancia, llegando a los extremos del criminal golpe de estado y el paro petrolero donde, a pesar del dominio mediático para esparcir la mentira y ocultar la verdad. fueron aplastados por la movilización popular y la fuerza armada leal. La siembra ha ido echando raíces germinando en un cultivo cotidiano, sorteando las inclemencias del tiempo social con sus tempestades y otros avatares represivos. Tanto en los equipos de servicio comunitario como en las propias organizaciones socioculturales y socioeconómicas, se han ido incrementando progresivamente los intercambios de experiencias, de ideas y de productos. Este entretejido, con el correr de los años, viene sedimentando una serie de principios básicos que no llevaron etiquetas visibles, ni nos preocupó ponerlas. Hoy tales principios se enmarcan dentro de lo que se llama socialismo: Elementos socialistas en la convivencia comunitaria. En el mundo entero y muy en particular en nuestra latinoamérica, la ofensiva neoliberal imperialista, además de sus contubernios, crímenes y corrupciones en el escenario político, se expande y penetra con toda su batería mediática y de ideologización sobre cuanto espacio social exista: dentro del hogar, del trabajo, de la comunidad. Prostituye conciencias en los sistemas educativos. El neoliberalismo como doctrina imperial se empeña en manejar la conducta humana. Acude al consumismo y la ostentación, en un ascendente reciclaje mediático. Va saturando mercados. Crea ídolos de la mediocridad y la frivolidad. Sataniza y descalifica a quienes luchan por la igualdad de derechos, por la justicia y por sus comunidades. El egoísmo, el individualismo y la competencia inhumana, la acumulación de riquezas y poder, se han convertido en metas y estrategias para la culminación de su propósito: dominación a escala planetaria. Históricamente en Venezuela, las clases sociales van cambiando perfiles y comportamientos. Para beneficio de transnacionales se exportó petróleo y otros minerales, y se importó alimentos para el consumo cotidiano. Los campos, propiedad de esa oligarquía que aun vive de los antiguos negociados petroleros, quedaron improductivos. La vida rural se hizo cada vez más difícil mientras la industria mediática mostraba “las delicias y comodidades de la vida urbana”. El hambre, la falta de trabajo y los sueños estimularon una masiva emigración campesina y rural. En las últimas décadas se padece de un creciente y cada vez más desquiciante hacinamiento barrial. Ciudades superpobladas de miseria, de histerismos, de
delincuencias y de nostalgias pueblerinas. Improvisadas cadenas de una llamada economía informal, dificulta y desbarata el ordenamiento urbano y en apoyo al consumismo logra estrujar hasta los últimos centavos de los más pobres. En la actualidad, dentro de buena parte de los sectores medios se vive el bombardeo implacable de la ofensiva mediática con su avalancha de multiofertas comerciales, de tentadores créditos para sus ansias consumistas, frecuentemente ligadas a una supuesta “posición social” coronada por el racismo. Igualmente ingieren el día a día el alarmismo televisivo, radial y periodístico con que los propietarios de los medios se incorporan, dirigen y embasuran la vida política. Se impone la mentira, la calumnia y la satanización sembrando desconcierto y miedos. Los campos y la vida rural reposan en el nostálgico recuerdo de padres y abuelos. La población citadina, colma masivamente los llamados “centros comerciales”. Adultos y niños cambian el disfrute y amor a la naturaleza por un encierro de múltiples pasillos y niveles, con vitrinas abarrotadas de inimaginable variedad de llamados al consumismo. En nuestro país existe incremento de dinero circulante. El dinero proviene de la riqueza petrolera, de las responsabilidades sociales que se le han asignado a PDVSA, de mejores condiciones laborales, de mucho mayor asistencia social. A esto se suma y multiplica la insaciable especulación a todos los niveles del los comerciantes en productos y servicios. Esta situación es caldo de cultivo para los anti valores: búsqueda de dinero fácil, crédito tramposo, complicidad para amparar múltiples chanchullos a la vez que la corrupción deja muestras inocultables. En el trabajo comunitario, en los equipos de trabajo y en el trabajo en equipo, se hace necesario no perder de vista que todas estas trampas tendidas en las grandes ciudades y las redes mediáticas para sumirnos en el consumismo y en engañosas aproximaciones sobre el desarrollo humano y la situación nacional, provienen de laboratorios de una fría y calculada dominación imperial. El envenenamiento mediático comercial y político basado en la mentira o la distorsión de la verdad, siempre apunta a contaminar a niños y adultos. Con las actuales innovaciones tecnológicas se busca multiplicar los ingredientes para un multitudinario y lucrativo mercado de esclavos sometidos a la especulación, la violencia criminal y la drogadicción. Los equipos de trabajo comunitario deben asumir el compromiso revolucionario de tenerlo en cuenta. Siglos de implacable explotación humana, etapa tras etapa de la historia, desembocan en estos últimos intentos del liberalismo. Los tentáculos del monstruo nos atrapan, querámoslo o no. Es una pandemia que infecta el alma, la humanidad humana. Hoy la amenaza se cierne sobre el planeta: puede morir toda vida, como nosotros la entendemos.
-7No obstante, donde hay opresión hay resistencia. Desde que golpeó la opresión, surgió la resistencia. La contienda se presenta desigual, sin lugar a dudas. Entonces se ha ido librando también una muy prolongada guerra ideológica y de valores morales y éticos. Los pueblos lograrán su emancipación en un progresivo, sistémico y globalizante ascenso masivo. El ser humano no puede vivir solo sino en manadas, como los demás mamíferos. Las manadas no precisan de un pastor. El pastor es para manejar rebaños. Y los rebaños tienen dueños…Nacimos mamíferos. El asunto estriba en no convertirnos en rebaño ni en mascota. Las relaciones de explotación han venido acorralando a los pueblos por milenios. Esencialmente nos tratan como rebaño. Con los medios de comunicación actuales, de alta tecnología deshumanizada, nos empujan de la dependencia a la esclavitud. A una esclavitud sofisticada y ya planetaria. Mugre, muerte envuelta en papel de regalo y deslumbrante propaganda comercial. Se vive colectivamente a cargo de cogollos que, a punta de trucos y fusiles, en engañoso disfraz, imponen, esparcen y aplican la injusticia y la desigualdad. Someter a la especie humana a través de la mentira, el individualismo y todos sus derivados es la esencia del capitalismo que, hasta el momento, no se detiene ni con los llamados a salvar la vida en el planeta. Y el socialismo busca la liberación, busca la vida. Relaciones humanas en pie de igualdad sin imposiciones arbitrarias. Reconocimiento del valor de lo colectivo que optimiza al ser humano mucho más allá de lo que podría lograr el individualismo. Tampoco podemos concebir el socialismo al margen de la salvación de la vida en el planeta. En el universo, la pachamama, madre tierra, nos cobija en equilibrio con la naturaleza, con la vida en sus múltiples formas de reproducción natural, sistémica. El capitalismo imperial, último bastión de la explotación humana por los humanos, se muestra incapaz de abandonar sus pretensiones y echa mano a lo que ha sido su eterna herramienta, una de sus principales estrategias: la mentira. La nuestra siempre ha de ser la hora de la verdad. Hora de buscar la verdad en los hechos, de analizar la práctica y la situación concreta; de revisar la historia. La nuestra ha de ser la hora de sepultar para siempre la mentira.
Con la varita mágica de la mística, enfrentar el trabajo con la gente y las más trasparentes relaciones internas, es decir, de la vida misma del equipo. Así la democracia participativa y protagónica en lo comunitario, al desarrollarse, contribuye a construir Poder Popular en este proceso en vía al socialismo.
PLAN SEBUCAN Y PROMOCIÓN SOCIOCULTURAL CHURUATA EN EL PROCESO SOCIOCULTURAL. Como decíamos al comenzar este escrito, en nuestra experiencia hemos protagonizado un proceso que data del año 1974 con un aporte metodológico inicial procedente de incipientes alternativas comunitarias en algunas zonas rurales, mineras, campesinas y poblacionales chilenas. En Caracas, desde búsquedas teatrales en diversas instancias de la Universidad Central de Venezuela se sale a contactar con barrios caraqueños, paralelamente a la lucha del estudiantado dentro de la Universidad por una mejor educación, más vinculada a la vida del país, de su gente. Durante dos o tres años nuestro hacer en teatro popular fue abriéndonos paso al conocimiento de la vida comunitaria, de sus valores culturales y de la abismal distancia entre la vida, el sentir popular y los estudios universitarios. Es decir, fuimos creándonos conciencia, apetito por conocer desde la gente, en contacto con ella y a su servicio, en la medida de nuestras posibilidades. Sin etiquetarnos fuimos enrumbándonos como equipo, colectivizando análisis de nuestras prácticas como elemento básico para avanzar. En ese entonces, por ley se elimina el Instituto Nacional de Bellas Artes (INCIBA) y se crea el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) como aparetaje gubernamental para un área cultural más amplia que las bellas artes. Con la puesta en marcha del CONAC, segunda mitad de la década de los 70, algunos de los participantes de la experiencia nuestra pudieron abrir modestos espacios institucionales para reconocimiento y apoyo a agrupaciones y trabajadores con iniciativas fructíferas en diversas áreas del hacer cultural popular, especialmente en el interior del país.
El reconocimiento del colectivo y de sus decisiones, la valoración de la especie humana, un mundo de equilibradas relaciones en armonía…Conocimiento mutuo, respeto mutuo y apoyo mutuo…
Luego esas dinámicas circunstanciales, nos condujeron a que el Ministro de Estado para la Cultura, primer ministro de esta materia en el país, ofreciera a uno de nosotros (en ese momento contratado por el CONAC) coordinar la creación de un Plan Piloto de Cultura Popular.
Todo equipo de trabajo sociocultural comunitario ha de apropiarse del momento actual. Desde cada uno de sus integrantes, siempre coordinados, aportar conciencia a través del ejemplo.
Lo discutimos en el seno de nuestro grupo de teatreros universitarios. Fuerte discusión por las justas reservas respecto del mundo burocrático gubernamental y de la práctica politiquera, por una parte y, por la otra, la
-8oportunidad de ampliar la cobertura de Caracas y llegar a grupos y expresiones culturales populares del interior.
cada lugar para ir desembocando en intercambios masivos o múltiples iniciativas de apoyo mutuo.
La decisión fue: Aceptar si se daban las siguientes condiciones:
Durante esos cinco años, el trabajo con niñas, niños y adolescentes, el reconocimiento pluricultural y multiétnico y lo ambiental como propulsores del autosostenimiento o desarrollo endógeno, constituyeron fuentes de variadas y múltiples expresiones socioculturales que aportan esenciales nutrientes ideológicas válidas en el momento actual. Desde un comienzo lo comunicacional adquiere importancia determinante tanto dentro del equipo como en todos los espacios del proceso en gestación.
1.
Que el Plan no existía sino que se iba elaborando con las propias agrupaciones, en especial del interior del país.
2.
Que se respetaba la autonomía de los grupos culturales comunitarios sin imposiciones organizativas de la institución.
El Ministro estuvo de acuerdo y aceptó las condiciones. Se pasó a articular un equipo que llevara adelante el Plan Piloto (luego, entre sus primeras discusiones, el equipo acordó llamarlo Plan Sebucán). Planteamos y se aceptaron los siguientes requisitos para la incorporación de postulantes:
Dedicación a tiempo completo: Trabajar la jornada laboral de oficina y además atender giras y reuniones en días y horas habituales para las comunidades (en la tarde tarde y en fines de semana). Movilidad para trasladarse a cualquier punto del país. Disposición a aplicar el instrumental metodológico como servicio comunitario, a la vez que asumir la metodología como el modo de funcionamiento del equipo.
Sueldo mínimo y financiamiento de los viajes según escala de viáticos. Se asomaron algunos postulantes con sendas tarjetas de recomendación de honorables diputados. Los recibimos atentamente pero ellos, al conocer los requisitos, jamás regresaron. El equipo en gestación contó con 3 funcionarios de la Dirección del Planificación del CONAC, en comisión de servicio, 7 estudiantes de la Escuela de Comunicación Social UCV (5 de los cuales dejaron los estudios universitarios para incorporarse al equipo) y otros 5 integrantes contratados. Los 15 concordaron con las reglas del juego y compartieron los objetivos planteados… Este equipo, con algunos cambios parciales y otras contrataciones, funcionó desde mediados de 1.979 a fines de 1.983. La experiencia nos fue marcando. Tocó en mayor o menor medida la vida de cada uno de los miembros del equipo y fue hermanando vibraciones de acercamientos culturales entre una ascendente cantidad de agrupaciones y promotores comunitarios en diversas regiones del país. Ante el objetivo de conocerse y reconocerse, la dinámica de este proceso multiplicó sistematizaciones generadas por infinidad de protagonistas desde una práctica compartida. La compartencia nace en el hacer cotidiano de
Fundamentándonos en la experiencia vivida, pretendemos entregar elementos válidos al debate y a la labor revolucionaria, porque el desafío del mundo por construir requiere echar mano a cuanto ingrediente de la vida comunitaria se disponda para llegar a cantar victoria, la victoria de lo nuevo. Más aun si lo asumimos desde nuestro propio mestizaje y nuestra propia historia. Más aun con la insoslayable responsabilidad de tener en cuenta los vacíos, desenfoques y reveces sufridos por los pueblos donde los intentos socialistas acabaron en las garras insaciables del capitalismo. En primer lugar, queda claro que las ideas y conclusiones expuestas se asumen a partir del análisis colectivo. Es decir, se impone la metodología aplicándola cotidianamente para analizar el trabajo y el comportamiento del equipo. Este equipo en gestación, habiendo concordado con los objetivos del Plan, analiza colectivamente las prácticas de cada quien. Prolongados debates e intercambios van aportando visiones y experiencias con vistas a transformarse en un servicio útil a las agrupaciones populares. En consecuencia, se entiende la importancia de compenetrarse de principios y criterios de orden político, esenciales en la perspectiva de mantener clara la naturaleza del servicio. Al respecto, esbozamos los siguientes desarrollos:
Hablamos sobre el pueblo y las comunidades, sin embargo, no conocemos bien al pueblo. Tampoco el pueblo se reconoce a si mismo como debiera. En consecuencia, entendemos por desarrollo sociocultural la capacidad que tiene el pueblo de reconocerse, conocer su realidad concreta y su historia, transmitir esos conocimientos y transformar su realidad.
Optamos por llevar adelante un programa de servicio cultural popular a los sectores más desasistidos del país: Comunidades indígenas, sectores rurales y barriadas urbanas, hasta donde nos arrope la cobija. Estamos conscientes de que nuestro servicio no se corresponde con los intereses de la política y los políticos dominantes. Tales políticos utilizan el “sistema educativo” con el criminal propósito de mantener al pueblo en la ignorancia. Por lo tanto, no van a permitir cambios y le van a caer encima a cualquier sospechoso que se asome a “alborotar el avispero” . Al irnos, ubicándonos en el ámbito de la
-9cultura popular, a los sectores más desasistidos y distantes, contribuimos a acumular fuerzas comunitarias, a la vez que pasamos institucionalmente desapercibidos para el oficialismo.
El poder se basa en el manejo de relaciones. Para el imperialismo y la burguesía el poder se expresa inevitablemente en relaciones de dominación. Para el pueblo, el poder fundamentalmente implica relaciones de armonía. Por lo tanto, es distinta la naturaleza de las contradicciones que tenemos con la burguesía y su gobierno, a las que se dan en el seno del pueblo. Tarea prioritaria en nuestro proyecto de servicio sociocultural es contribuir a superar al máximo la dispersión y discontinuidad de la organización comunitaria en lo social y lo cultural. Luchamos por lo que denominamos “los tres auto”: autonomía, autogestión y autosostenimiento. Por este sendero contribuimos a fortalecer la identidad cultural y nacional.
Junto a esto perfilamos los siguientes criterios y principios de orden ideológico:
Constituíamos un equipo de servicio comunitario que metodológicamente estimulaba a que las organizaciones comunitarias basándose en el análisis colectivo de sus propias prácticas, generando conocimientos, políticas y articulaciones organizativas destinadas a transformar la realidad. Éramos un programa de gobierno, pero no éramos gobierno. Eso se traducía en la posibilidad de que el Gobierno pudiera desaparecernos a su antojo y nosotros no estábamos en condiciones de desaparecerlo a él. La gente tenía claro que por su indiferencia, sus falsas promesas y su piratería politiquera no se podía confiar en el gobierno. Por lo tanto, nuestro equipo debía ser sometido permanentemente a la prueba de la práctica por parte de los grupos comunitarios. Respetar, apropiarse y difundir las conclusiones consensuadas de talleres y encuentros, responder eficientemente en las labores de servicio practicando lo que llamamos las tres democracias: Democracia en lo organizativo, democracia en lo político-programático y democracia en lo económico. Tener pleno convencimiento de encontrarnos en una experiencia de enseñanzaaprendizaje donde, sin creer en “cajas de machete”, todos íbamos nutriéndonos recíprocamente. Fuimos asumiendo el confiar en los grupos y promotores comunitarios: aprender de ellos, respetar sus valores, sus modos y expresiones culturales. Asimismo, debíamos contribuir a superar debilidades a través de la capacitación colectiva en talleres y en encuentros de diversas áreas y sectores. Y siempre fuimos y vamos sosteniendo firmemente como principio lo que llamamos “los tres mutuo”: Conocimiento mutuo, respeto mutuo y apoyo mutuo.
El trabajo de servicio fue intenso, exigente y de dedicación a tiempo completo. Aplicamos la metodología de análisis colectivo de la práctica con registro abierto para todo nuestro funcionamiento como servicio. Inclusive en lo administrativo adelantamos criterios metodológicos para entendimiento con las instancias burocráticas. Fueron cinco años en los que creamos equipo. Internamente nos sometimos a la prueba de la práctica metodológica y, en la labor de servicio, orientándonos por las evaluaciones de los grupos y promotores comunitarios con que trabajamos. Se vivió una cotidianidad de la mano con el registro abierto. Allí cada quien aportaba su información para analizarla y llegar a conclusiones colectivamente. Esto operaba así tanto en el interior del equipo como en el compartir con las agrupaciones y sus miembros en reuniones, talleres y encuentros. Desde el comienzo, cuidamos no transformarnos en una secta donde nos reuníamos entre nosotros mismos, sino que siempre al estar con la gente de las comunidades buscábamos el contacto y el intercambio con ellas. En esta dinámica de funcionamiento la indispensable, infaltable y enriquecedora evaluación fue coronándose como escuela de aprendizaje permanente. Sin miedos, aprender colectivamente de los aciertos y errores con el conocimiento mutuo, el respeto mutuo y el apoyo mutuo al mando. Las decisiones eran de consenso; si algo lo impedía, si no se lograba consenso, se dejaba el asunto para irlo viendo conforme a las necesidades. Nunca hubo votación. Colectivamente se determinaban responsabilidades individuales. Cuando se requería elegir a alguien, primero se buscaba el consenso respecto de los requisitos y criterios necesarios para la actividad y entonces, revisando el conjunto de las actividades, se sopesaban los posibles aspirantes para así llegar a la designación. El coordinador a cualquiera instancia no era quien coordinaba a su equipo, sino el responsable de que los miembros de ese equipo se coordinaran. Esta manera de proceder surgió de los debates provocados en torno a la democracia representativa, al espacio que la elección por voto le dejaba a la manipulación, a la posibilidad de entendimientos mezquinos por pactos bajo cuerda. De alguna manera, forjar equipo representó una preocupación permanente por superar todo rasgo de manipulación que ensombreciera la transparencia en lo metodológico. Protagonizamos una muy intensa vida en equipo, donde la vocación de un fiel servicio a las agrupaciones comunitarias fue amalgama cohesionadora. No obstante, así como en nuestra labor colectiva entregábamos buena
- 10 parte de nuestras vidas, siempre existió respeto por la vida privada de cada quien. Con el análisis de la práctica con registro abierto y la evaluación constante, nunca requerimos de reglamento para el equipo. Bueno es destacar que en los comienzos de la labor desplegada en el interior del país, poseíamos a nivel central muy escasa información. Sin embargo, desde nuestros primeros contactos se dio una enriquecedora dinámica de intercambios con valiosas experiencias regionales. Las Federaciones de Centros Culturales de Nueva Esparta y de Trujillo, Talleres de Arte y Expresión Libre en Bolívar, el Ateneo Fronterizo de Güiria, el Grupo Juan Baraja de Socopó, el Movimiento Cultural Campesino de Los Arangues, Fundartesanal de Maturín entre otras muchas agrupaciones, se fueron produciendo dinámicos intercambios de experiencias e inquietudes. Entre las agrupaciones y el equipo del Plan se fue hilvanando una la dinámica de proceso en gestación. Los Encuentros Nacionales y Regionales sentaron precedentes que perduran hasta hoy. El Plan Sebucán dependía directamente del Ministro de Estado para la Cultura. El Ministro era puntualmente informado de todas nuestras actividades con los grupos socioculturales, cumpliendo los procedimientos de rigor en el lenguaje pertinente para las exigencias institucionales. Paralelamente, las agrupaciones recibían información de nuestros compromisos institucionales, de los presupuestos para el proyecto y de cualquier asunto concerniente al Plan en una dinámica y un lenguaje propio de ellas. El nuevo gobierno eliminó el Plan Sebucán. Las actitudes básicas, métodos y estilos habían abierto un espacio fértil donde las agrupaciones y trabajadores socioculturales populares sembraron y cultivaron estimulantes productos de sus propios reconocimientos, atreviéndose a hurgar el porvenir. Ya en 1983, ante la proximidad de un cambio de gobierno, en un Encuentro Nacional de Promotores Socioculturales realizado en Maturín, Estado Monagas, con presencia de delegaciones populares de Colombia y México se tomó la decisión de aceptar una invitación del Ateneo Fronterizo de Güiria, Estado Sucre, para hacer un Encuentro Nacional autogestionado de una semana a fin de discutir la continuidad del proceso. A fines de año, el nuevo gobierno, elegido en los primeros días de diciembre, decide terminar con el Plan Sebucán: ordena dar de baja todos los informes y archivos procesados en el programa piloto y los manda a depósitos de cosas inservibles. Lo cierto es que las agrupaciones socioculturales habían ido anudando una cohesionada red de contactos e intercambios entre ellas. Con la metodología se habían despejado caminos antes intransitables en las relaciones grupales socioculturales, con un robustecimiento de la solidaridad y la identidad cultural, regional y nacional. El equipo, con una mística a toda prueba, coherencia política como servicio comunitario y una progresiva
construcción ideológica, fue un motor de arranque para todo el proceso generado con las agrupaciones en la ruta de lo sociocultural. La constatación de ello, siendo consecuentes, tiene trascendencia. En la raíz de todo proceso social, los factores ideológicos que direccionan el diseño político y cultural adquieren relevancia determinante. Se podría sopesar incluso la validez de estos planteamientos socioculturales cuando se han abordado iniciativas para producción de bienes y servicios materiales donde el enfoque, la política de desarrollo y la necesaria capacitación se ha limitado a aspectos financieros y técnicos. De hecho, dolorosas experiencias en diversos campos se han frustrado por la estrechez de sus enfoques y su inadecuada metodología de proyectos, aunque se haya dispuesto de abundancia en recursos económicos, adiestramiento técnico y presencia institucional. En 1984, acuden a Güiria promotores de agrupaciones y federaciones culturales que luego de una semana de debates deciden, en primer lugar, crear tres Coordinaciones Regionales, y luego: que los servicios de capacitación y contribución a la coordinación que prestaba el Plan Sebucán continuaran. Para ello se plantea crear un equipo de servicio orientado en su programación desde las agrupaciones articuladas en las tres Coordinaciones Regionales. El proceso constituyente de este equipo de servicio fue discutido por los grupos en sus respectivas regiones, inscribiéndose como asociación civil de servicio comunitario. Así nace Promoción Sociocultural Churuata con un equipo integrado con promotores avalados por sus respectivas organizaciones. Este equipo asume la herencia del Plan Sebucán en lo referente a su funcionamiento, aplicándose consecuentemente la metodología de análisis colectivo de la práctica con registro abierto y la metodología de trabajo con base en el sistema investigación. Asimismo hace suyos en el trabajo comunitario, planeamientos políticos e ideológicos formulados en el Plan. No obstante, la relación entre el servicio y el proceso sociocultural adquiere nuevas dimensiones. El equipo de servicio está integrado por promotores que provienen y responden a organizaciones comunitarias y no a la institucionalidad gubernamental. Esto altera y enriquece la convivencia, el sentido de pertenencia y manejo de los recursos. Ya no se cobran viáticos, ni se aloja en hoteles. Tampoco hay pasajes en avión. Esto se traduce en un acercamiento de puertas abiertas con las organizaciones comunitarias que en el Plan Sebucán se dio ocasionalmente, mientras en Churuata fue parte de la cotidianidad. Todo lo que fueron aportes para las programaciones definidas por las Coordinaciones Regionales y los Encuentros Nacionales adquirieron otra dimensión. Hubo una nueva aproximación a la calificación de los recursos. Se reconoció el apoyo desde las comunidades y las acciones voluntarias de promotores y beneficiarios en
- 11 programaciones gestadas por las mismas organizaciones comunitarias. Igualmente, en las propias agrupaciones socioculturales se fue intercambiando experiencias para un mejor manejo de las relaciones con el universo institucional, las formas de lograr apoyo y las sugerencias de intercambio de experiencias al detectar intereses comunes o complementarios. Otro elemento diferenciado entre los dos servicios, proviene de la autonomía. Aun cuando ello se reflejó en diversas y valiosas experiencias de la actividad nacional, se hace más evidente al abordar las relaciones internacionales. En Churuata participamos, en coordinación con la Dirección de Cultura de la Organización de Estados Americanos, para llevar adelante un proyecto de Centros Comunitarios de Comunicación. Ahí compartimos experiencias con otras iniciativas similares de otros ocho países latinoamericanos. Así mismo, suscribimos un convenio con Juventud Canadá Mundo para intercambios de seis meses entre jóvenes de ambos países. La relación con organizaciones indígenas de Guelatao en Oaxaca, Méjico, cubre de manera importante diversos aspectos de la vida comunitaria, a través de giras e intercambios imposibles de aplicar como dependencia gubernamental. En la ciudad de Cúcuta se formó una coordinación zonal del proceso. También en lo nacional Churuata abarcó espacios que no se vivieron en el Plan Sebucán. En primer lugar está el mencionado acuerdo de la plenaria final del Encuentro Nacional en Güiria (1984), donde se establecen 3 Coordinaciones Regionales. Poco tiempo después se crea una cuarta Coordinación Regional: la de Los Andes. Asimismo, ante la necesidad de cubrir más de cerca el servicio en programaciones consideradas prioritarias en el proceso, se establecen la Coordinación de Trabajo con Niños, la Coordinación de Artesanía y la Coordinación de Administración. Esta última, en la lucha contra el burocratismo, se plantea como el servicio del servicio. Vale decir que lo administrativo prestaba servicio y no condicionaba a la programación de Churuata, proveniente de Coordinaciones y Encuentros grupales. Cada una de estas iniciativas implicaron la creación de equipos. Y cada equipo se aplicaba las metodologías de análisis y de trabajo. La Coordinación General estaba integrada por todas las promotoras y todos los promotores. En sus reuniones se analizaban las coordinaciones sectoriales y programáticas además de lo pertinente a la marcha general. La lucha por superar la dispersión y discontinuidad de las agrupaciones populares encontró claves de suma importancia: El intercambio en todas las esferas del trabajo comunitario; la interconexión para fortalecimiento organizativo de cada una de las partes involucradas y la interdependencia, entendiendo que la lucha por la autonomía solo podría alcanzar sus objetivos en un respetuoso apoyo mutuo entre las organizaciones populares. El trabajo en equipo, en esta nueva etapa, buscó combatir a fondo indicadores impuestos por relaciones basadas en un ejercicio de poder dominante.
Según nuestra previa experiencia universitaria, las posibilidades de unir esfuerzos y visiones exigían organización y ello debía resolverse con una estructura adecuada. Por lo general, desde el comienzo o en las primeras etapas de los intentos unitarios, la lucha por una mejor ubicación en los casilleros del organigrama barría con los propósitos de unidad. Recurrentemente, aparecía el sectarismo político, el dogmatismo y los apetitos personales de liderazgo. La práctica y la situación concreta quedaba afuera de todo análisis. Entonces fracasamos en aquellos antiguos intentos de unidad. Así, en nuestros postulados como equipo de servicio, se combatieron drásticamente aquellos antipopulares vicios vanguardistas, piedra de tranca para alcanzar la unidad. De tal manera, en primer lugar se sostuvo que la programación determinaba la organización. Vale decir que para construir unidad debíamos ponernos de acuerdo primero en que queríamos hacer y por qué, para luego definir cómo nos organizábamos. Igualmente, se planteó suprimir los organigramas porque llevaban a los grupos a disputarse los casilleros según las posibles ventajas de ese espacio para el crecimiento de su agrupación. La propuesta fue establecer coordinaciones donde la programación, los recursos y la evaluación eran producto de un debate colectivo entre las diversas partes involucradas. El ejercicio de esta amplia democracia, participativa y protagónica, fue lo que determinó nuestra vida en equipo. La metodología de análisis colectivo de la práctica con registro abierto nos ha mantenido en un proceso constituyente para ir articulando organización dentro de los ámbitos sociocultural, socioeconómico y sociopolítico. El equipo de trabajo, el trabajo en equipo y la organización comunitaria, cuentan como protagonista al promotor. Porque todo equipo está conformado por personas concretas. La embestida neoliberal, a comienzos de la década de los 90, penetró a las comunidades mediante programas “sociales” de gobierno y tentadores aportes para los grupos a fin de aplicar su paquete ideológico: Motivación al logro, premio solo a los productos sin que importaran los procesos, desarrollo personal basado en una autoestima protegida por el individualismo, rentabilidad obligada en la acción y la organización, la gerencia y el éxito del individuo, por lo tanto las relaciones de competencia entre los miembros de un equipo, etc. La orquestación se daba entre los “programas sociales” del gobierno de turno, las llamadas agencias de servicio en Europa y Norteamérica (el primer mundo) y las ONG (organizaciones no gubernamentales-en la práctica organizaciones para gubernamentales) que recibían los recursos de los programas de gobierno y las “ayudas” de las agencias del primer mundo. Churuata desde su nacimiento, articulaba proyectos comunitarios con base en programaciones procedentes de las coordinaciones y los encuentros regionales y nacionales. Elaboraba uno o varios paquetes y buscaba fondos en las agencias de Europa y Norteamérica. Esto
- 12 permitió una programación de talleres locales y nacionales así como Encuentros Regionales y Nacionales de promotores, de niños, niñas y adolescentes y el funcionamiento de cuatro Coordinaciones Regionales y decenas de Coordinaciones Locales. Como salto cualitativo del desarrollo alcanzado, se diseñó una Red Nacional de Capacitación estableciendo sede en Nirgua, con el apoyo de la Alcaldía y de Libros Apolo que cedió para el proyecto un galpón donde se instaló la sede principal de Churuata. Sin embargo, con la embestida neoliberal, los fondos de todas la agencias europeas y norteamericanas así como los llamados “programas sociales” de gobierno debían responder a las líneas y procedimientos del neoliberalismo. Vino una fiebre de elaboración de proyectos contentivos de las líneas y procedimientos neoliberales. Rechazamos de plano todos los planeamientos neoliberales. Nos quedamos sin recursos y nos vimos en la necesidad de disolver el equipo luego de realizar un proyecto de capacitación de comunidades educativas diseñado en términos y metodologías coincidentes con nuestra visión del trabajo. De nuestra experiencia, la vida nos enseña que no hay equipo de trabajo ideológica y políticamente útil a las comunidades, al pueblo, si él mismo, en la vida del equipo o en el trabajo en equipo, no se aplica los principios ideológicos y políticos de una revolución enrumbada al socialismo. Nacimos en la época del capital y el liberalismo. Es más, estamos en los últimos estertores imperiales. Pero aún, los siglos de dominación marcan su huella en nosotros y la agonía encuentra espacios, recovecos y recursos para sus intentos, que según las perspectivas podrían llegar a aplastar a la especie humana. En las comunidades, en la vida comunitaria y su historia, está una importante fuente de ese mundo por hacer, del mundo por descubrir. El camino de la liberación no se cubre de la noche a la mañana. La dominación ha sido preponderante por milenios. Aún cuando mantenemos la seguridad de ganar la guerra luchando por la paz, se han perdido diversas batallas en la búsqueda del socialismo. Necesitamos a prender de ellas, porque también son nuestras pérdidas y debamos saber superarlas. Y la causa socialista de los pueblos, fuente de nuestra existencia como especie, sabrá llevarnos a la libertad y la armonía entre los humanos.
Necesitamos hacerlo porque sea como sea ese mundo por hacer, tiene que basarse en lo colectivo. Igualdad, justicia y unidad, armonía entre los seres humanos. Lo llamamos socialismo. Esfuerzo colectivo para subsistir e ir definiendo progresivamente nuestro destino como país, como continente, como especie humana. Una de las unidades básicas en esta gigantesca empresa para irle dando a la vida un sentido compartido por sus habitantes, se ubica en el equipo de trabajo y en el trabajo en equipo. Allí vienen convergiendo y de ahí han de partir las acciones comunitarias en procura de poner freno a esta falsa noción de desarrollo con que se ha ido malformando a la humanidad a través de los siglos para desembocar al borde del aplastamiento de la vida en el planeta. Interrogantes para atrevernos a pensar… La experiencia acumulada por los pueblos aun yace en tesoros de sabiduría ocultos eludiendo implacables represiones de una dominación milenaria. Los artificios y la distorsión de la verdad, la mentira propagada por quienes esclavizan mentes inventando historias a través de todos los medios disponibles se han impuesto como “verdades irrefutables”, castigando con represión y muerte a quienes osen sembrar dudas. Se ha empujado a la especie humana por senderos fatales que hoy nos ponen al borde del colapso. Convendría recurrir a un ejemplo latente actual, para entender que si aceptamos la mentira y no luchamos por imponer la verdad podemos deslizarnos a pasos agigantados hacia el final de la especie humana. Hay, desgraciadamente muchos otros ejemplos, pero se asume éste por tocar aspectos que conciernen muy de cerca a la existencia de todos los habitantes del mundo actual.
Estados Unidos, que posee miles con artefactos atómicos y es el único que ha usado bombas atómicas contra una población civil y un enemigo ya derrotado, insiste en convencernos del supuestamente tremendo peligro que proviene de Iran porque se está preparándo para fabricar armamento nuclear. Al igual que con Irak, recae en la mentira. Porque se ha comprobado desde diversas fuentes que Iran no posee bombas atómicas ni capacidad para producirlas. La energía nuclear para uso pacífico requerida por Iran es mucho menor que la necesaria para fabricar bombas. Sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos recorre el mundo mostrando cínica preocupación por un posible ataque de Iran contra Israel.
UN MUNDO POR HACER…UN MUNDO POR DESCUBRIR Al asumir al pueblo como foco protagónico y beneficiario del cambio, se requiere aprender a penetrar en la profunda intimidad de las comunidades.
Israel posee 200 bombas atómicas, no ha suscrito ninguno de los acuerdos internacionales para limitar la proliferación del armamento nuclear y está masacrando a la población civil palestina. Actúa con prepotencia inhumana cuando se le pide que cese de matar inocentes en Palestina y rechaza las propias orientaciones y recomendaciones de sus aliados de Estados Unidos y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Estados Unidos, descaradamente,
- 13 omite mencionar el armamento nuclear de Israel, cuando allí existe capacidad para barrer con el planeta, mientras trata de azuzar al mundo para reducir violentamente a Iran y acabar con su proceso revolucionario. La práctica, porfiada e irrebatible, nos muestra que los Estados Unidos inventó que Irak tenía armamento estratégico de destrucción masiva y en base a ello invadió a ese país. Nunca se encontró armamento estratégico, porque no existía. Pero la invasión continúa y ha dejado en ocho años de ocupación y guerra más de un millón de muertes y destrozos incalculables. Como señalamos al comienzo de este escrito, los gobernantes de Estados Unidos han sido los primeros y únicos en usar la bomba atómica. Masacraron en pocos minutos más de 300.000 víctimas civiles japonesas. Con Japón ya derrotado ese monstruoso acto criminal tuvo cómo único propósito implantar su poderío mundial.
Y seguramente, muchos de los africanos protagonistas de una miserable subsistencia, se sentirán orgullosos de ser “continente anfitrión” del mundial. ¿Quiénes definen lo que es o no desarrollo? ¿Quiénes lo imponen?
La verdad verdadera está en que el apetito criminal del Gobierno de EE.UU. y las multinacionales los lleva a apoderarse del petróleo y dominar el medio oriente.
No hay duda que pertenecen a la cúspide del acaparamiento de riquezas y de poder. A través de los tiempos, han ido imponiendo y afinando su visión de desarrollo: El disfrute de los más favorables espacios para incrementar sus riquezas y su poder dominando al mundo. Así van surgiendo énfasis, procedimientos, políticas, guerras y alianzas para quedar en la cima del mundo, a la vez que van imponiendo en bajada un mercado y una batería de mensajes, para adaptar el modelo a su servicio desde la cima hasta la misma base.
¿Qué dirán de esto las comunidades…? ¿A qué costo es el desarrollo que impone el imperialismo neoliberal? Seguramente esto nada tiene que con el Mundo por Hacer, el Mundo por Descubrir.
Esa batería interrelaciona aspectos ideológicos, políticos, producción de bienes materiales e intangibles y económicos, estrategias y tácticas, según el caso.
La suerte nuestra, como seres del planeta tierra, pende de un hilo en las genocidas manos del imperialismo, maquillado por su terrorífica maquinaria mediática.
responder las exigencias espectaculares de sanos, bien alimentados y adinerados que ocuparán pomposos hoteles; espléndidas butacas para sus asentaderas en diversos encuentros futbolísticos. Se presentará en el césped una millonada de dólares o euros en hábiles piernas futbolistas, manejadas por los dueños de equipo; uno de los lucrativos desarrollos comerciales de la actualidad. En síntesis, un derroche de dinero y adelantos que les brinda con muy “buen gusto” una intensa campaña publicitaria de mas de un año. Interesante expresión de “desarrollo”.
La lucha por la subsistencia cubre a millones de seres. La especie humana nos impulsa, genéticamente, a luchar por sobrevivir y por su propia reproducción. Es una ley de la vida, ley que determina la existencia de todas las especies vivientes, animales y vegetales. Sin embargo, algunos de nuestros antepasados hace miles de años descubrieron que, más allá de la subsistencia, podían alcanzar mayor bienestar poniendo a trabajar para su propio beneficio, a otros seres necesitados de subsistir. Y hasta el sol de hoy persisten los explotadores. Millares de niños mueren de hambre, víctimas de la pobreza. También matan el sida y otras enfermedades, truncando la subsistencia. Aun cuando el continente más afectado es el africano, esta miseria mortal abarca a otras zonas del hemisferio sur. No obstante, hoy en África el mundo “desarrollado” escenifica un negocio multimillonario en dólares o euros, el campeonato mundial de fútbol. Se montan muy sofisticados adelantos tecnológicos. Viajes aéreos en los más cómodos, contaminantes y caros aviones con “duty free”; construcciones esmeradas en
¿Y esto que tiene que ver con el trabajo comunitario, con el equipo de trabajo? La subsistencia y el desarrollo son base y continuidad. Pareciera que ambas son independientes una de la otra. Sin embargo no es así. Si la subsistencia no se resuelve viene la muerte. Sin embargo, si se logra pasar de la subsistencia al desarrollo, la especie humana asigna a cada ser un complejo cuadro de opciones para avanzar en la vida. Este cuadro comprende la senda para identificar y transitar aspectos culturales, ideológicos, políticos, de producción de bienes materiales e intangibles. Si la mentira, el ocultamiento y la distorsión de la verdad, se han impuesto y se vienen imponiendo hoy para justificar la explotación, se necesita hurgar hasta qué punto y en qué dimensión se opera en la práctica concreta. Veamos elementos comunes en la práctica actual. El televisor, los juegos electrónicos, los computadores y los teléfonos celulares ponen a los niños fuera del alcance educativo de los padres. Esto se agrava
- 14 cuando padre y madre tienen obligaciones laborales y más aún cuando muestran escaso interés por la formación de sus descendientes. La infancia transcurre en un proceso de aprendizaje que, por lo general, ocupa tres escenarios: El hogar, la escuela y la comunidad. En especial en las ciudades, estos tres espacios están invadidos por la penetración mediática: el consumismo, el egoísmo y la competencia violenta son el paquete para formar al adulto de mañana con la televisión, los juegos de computadora y los nintendo. Podemos relativizar, apreciar diferencias entre lo rural y lo urbano. Pero en esencia, aquí vemos que en el proceso de la lucha por la subsistencia, el capitalismo en su fase actual de neoliberalismo penetra en la mente de niños, jóvenes y adultos para imponerles su modelo de “desarrollo”. Para el trabajo comunitario éste es un asunto muy delicado, trascendente. Desde el infierno mediático se bombardea implacablemente a la verdad para imponer mentiras, distorsiones de la realidad. Son los instrumentos electrónicos, pero también las vallas, los blasones, los libros y periódicos. Así hacen del consumismo una forma de vida, impulsada por el establecimiento de espectaculares centros comerciales en las ciudades superpobladas. Imaginemos un lugar donde no exista la propaganda comercial para nada: sin avisos en la televisión, en la radio, en los periódicos, en las vallas, en el cine, etc. Sino que se editaran guías sobre la existencia y ubicación de lo que se necesite… Es pertinente pensar que al centrar preferentemente la preocupación en los debates e informaciones políticas que produce parte significativa de la telecomunicación, la concepción del engañoso desarrollo capitalista y la información falsa o distorsionada penetra en las mentes y las vidas de los usuarios, imponiendo el consumismo, las modas y los falsos valores otorgados por el ejemplo televisivo, junto con satanizar. Quienes trabajamos con y para las comunidades estamos obligados a crear conciencia de estos aspectos, principalmente presentes en la vida urbana. La lucha contra la contaminación en lo ideológico y social obliga a un tratamiento serio, esmerado y conciente en el seno del pueblo y en el ejercicio de la revolución. La ideología neoliberal y su economía de mercado ha amasado mentes o espacios mentales que inciden en la vida cotidiana apuntando a un falso desarrollo. ¡Qué de inmensos inconvenientes nos ha producido la economía de mercado neoliberal en nuestras ciudades! El exceso de vehículos, el cúmulo ascendente de los utensilios electrodomésticos, las modas cambiantes y
el exceso de dinero circulante, en buena medida producido por mejores remuneraciones y beneficios sociales pero también por la desatada especulación de comerciantes inescrupulosos, vienen haciendo insufrible la vida urbana. El cuadro de enfermedades alérgicas, de tensión, de inseguridad social, personal y doméstica es consecuencia de elementos que enunciábamos anteriormente. Las barriadas en las ciudades más superpobladas, aun cuando los elementos identificados para la vida urbana hacen mella en ciertos comportamientos, llevan una vida propia, más tranquila, ajena en muchos aspectos a la dinámica del casco central de la ciudad. Surgen agrupaciones sociales, culturales, deportivas y ambientalistas, aun dispersas. Los Comités de Tierrras Urbanas, una de las principales organizaciones populares, tienen afiliados en todo el territorio nacional y lazos de intercambio con varios países del continente. La vida barrial ha cambiado significativamente con la presencia de las misiones, propias del proceso revolucionario. Uno de los grandes logros de la revolución es el incremento de gente que está estudiando. Los Consejos Comunales, aún con debilidades, vienen asumiendo tareas de organización comunitaria. Las Mesas Técnicas de agua, de energía, de telecomunicaciones representan un tipo de organización cogestionaria que cuenta con la participación de gente de la comunidad y de técnicos institucionales. Lo mismo pasa con Comités de Salud. El trabajo con niñas, niños y adolescentes asumido en muchos casos por jóvenes está cobrando cada vez mayor importancia. Si antes se luchaba por la autonomía organizativa en los sectores populares, hoy la organización comunitaria predominante es la cogestionaria. En la fase actual, lo institucional muestra estilos impositivos y asistencialistas en el trato con las comunidades. Debido a que en su comienzo las instituciones fueron a las comunidades como nunca antes, surgió un vacío de capacitación para un mejor entendimiento entre lo institucional y lo comunitario. El asistencialismo y el burocratismo provocaron desaciertos. Esto se agravó con el regreso de aquellos antiguos dirigentes de las Juntas de Vecinos y otras organizaciones se instalaron con todas sus mañas caudillistas de antaño. Y todavía están en mesas técnicas, en los Consejos Comunales, preferenciando los espacios más lucrativos. La organización política, con el PSUV y su masiva militancia popular marca un modelo totalmente nuevo en la gestación y desarrollo organizativo. Un partido de masas que se plantea como vanguardia. También habla de democracia participativa y protagónica junto con plantear el centralismo democrático. La creación y desarrollo de Equipos de Trabajo y los trabajos en equipo con las comunidades son de vital importancia con miras a este mundo por hacer, por descubrir.
- 15 La capacitación así como la necesidad de adentrarse en la vida comunitaria para ir identificando junto con la gente esas características propias de nuestra identidad cultural, en el mismo proceso de ir resolviendo necesidades y plasmando intereses para la vida en común, deben asumirse como base fundamental para nuestra realidad. Si los obreros, la clase obrera, el proletariado fueron el elemento fundamental en las revoluciones proletarias de Europa; si el campesinado cumplió una misión semejante en las multitudinarias y prolongadas revoluciones de Oriente, en nuestro caso latinoamericano nos encontramos desde hace años, en casi todas nuestras realidades, con un pueblo que ha venido sobrepoblando ciudades y abandonando los campos. Además, se están dando procesos migratorios que separan familias para marchar a otros países, principalmente a los Estados Unidos, pero también a Venezuela. Se desarraigan en busca de un trabajo que les permita apoyar económicamente la sobrevivencia de su familia en el pueblo natal. Necesario es en nuestro cuadro latinoamericano, la presencia trascendental de los pueblos indígenas con la profundidad de las raíces ancestrales, así como también, el enriquecedor aporte cultural de los afrodescendientes. Existen aspectos ideológicos y políticos comunes para todos estos pueblos: La libertad y la independencia, la igualdad, la justicia, la solidaridad y el respeto. Sin embargo, la política, la estrategia y la táctica, el humanismo en la ideología requieren de una voz propia emanada de las realidades concretas de las respectivas regiones. La base del desarrollo no puede ser la economía solamente. La base del desarrollo es sistémica. Vale decir, es un urdido ideológico, político, económico.
La revolución cultural es construcción de lo nuevo.
indispensable
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No obstante, como anotábamos anteriormente, en el hacer y ser cotidiano, hay quienes institucionalmente otorgaron asistencia o asesoría técnica con un paquete de dinero para implementar un proyecto dado. No hubo ni análisis de la práctica con los beneficiarios, tampoco reflexión ideológica o apertura comunitaria sobre el significado y alcance del hecho. Resultado: fracaso, frustración y echarse culpas unos con otros. Otro aspecto es el dogmatismo. Hay quienes son “capacitados” políticamente en diversos lugares. Pasan un cursillo o se leen un folleto. Luego, tratan al pueblo como ignorante, disparan discursos muy encendidos, bajan línea y pasan sendos informes sobre el éxito de la jornada. Son los primeros en gritar las consignas y los primeros que levantan los brazos para saludar aparatosamente a la televisión mientras el comandante se refiere a duras agresiones que vienen del imperio. En el trabajo comunitario, como equipo de trabajo, hemos aprendido que, primero hay que escuchar a la gente, luego investigar con ella su realidad para decidir que y como transformarla. También transmitirle experiencias metodológicas. Pero, previamente, cada uno de los miembros del equipo debe hacer su propio análisis para detectar en que necesita cambiar él para contribuir mejor a la creación de lo nuevo, de las propuestas socialistas. Sin fanatismos, ni purismos. Eternos aprendices y modestos maestros. Sencillamente, vibrando de amor, como nos enseña Chávez.
Hernán Peralta Abril 2010 hernanperalta@cantv.net