VITRINA URBANA Y CHILLAN ANTIGUO 18

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N° 18 - OCTUBRE 2014 valor $2000 - Chillán



Número 18. OCTUBRE 2014. Representante Legal: Sociedad Castellano y Bustos SRL. actuando bajo el nombre de Ediciones Las Borgias Ltda. Domicilio Legal en Chillán. Email: rvurbana@gmail.com. 1000 ejemplares impresos en La Discusión, que solo actúa como impresor. Todos los derechos reservados.

Cuánto vale el clic Para cada causa justa siempre habrá un Quijote. Sin importar de qué se trate, hoy en día las redes sociales permiten apoyar sin necesidad de moverse del cómodo asiento: son las masas del dedo empoderado. Si hay que salir en defensa de los perros del Paseo Arauco, ahí aparecen los dedos empoderados con sus infinitos “me gusta”; si hay que repudiar a Monsanto, ahí aparecen otro dos mil deditos hacia arriba. Es que es tan fácil y tentador.

Directores Marcia Castellano – Máximo Beltrán Editora Marcia Castellano Periodistas Úrsula Villavicencio – Marcia Castellano Diseño gráfico Milton Vargas Ventas Laura Daza – Úrsula Villavicencio En este número colaboran: Fabiola Salazar Renato Figueroa Rodrigo González ​ Agradecimientos a Rodrigo Palavecino Gonzalo Luengo Archivo Diario La Discusión

No hay que desmerecer los logros de los click activistas. Grandes cambios positivos, como el reciente quiebre entre Shell y Lego gracias a un video viralizado por Green Peace, demuestran que el poder del dedo es enorme. Sin embargo, los manifestantes de escritorio deben comprender que la vida no transcurre en las redes sociales sino que es en la cancha donde se ven los gallos, dicho en buen criollo. Menos cacareo y más acción. Y si se trata de hacer tangible la buena voluntad, hace dos semanas un grupo de personas organizó una actividad denominada “Acción para la resiliencia local”, mediante la cual se buscaba ofrecer un espacio de conversación y educación sobre temas que a muchos pareciera interesarles en las redes sociales: embalse La Punilla, las semillas libres, las AFP, el medio ambiente en general, etc. El día del evento los organizadores esperaban que llegara más de un centenar de personas que habían comprometido su participación, directamente o enviando su dedo a decir “Me gusta” o “Asistiré a este evento”, ambas opciones que ofrece Facebook. Con suerte hubo cuarenta personas, sin embargo el ánimo no decayó. Los organizadores lo reconocieron: “siempre somos los mismos”. Mientras en un lado de la ciudad algunos se involucran, otros siguen compulsivamente haciendo clic en cuanta obra de caridad y causa de moda aparezca en las redes sociales. En tiempos de Facebook el lema es: Si tu palabra vale un clic, tu palabra vale muy poco.


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Cines de antaño Hubo vida antes del control remoto

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Columna de Cine Tres personajes marginados en el cine chileno

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Carlos René Ibacache Profesor en profundidad

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Violeta Parra Bailarina de pájaros cantores

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Una historia que no se escribió con pluma de oro Inmigrantes españoles en Chillán

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“Veo a Dios en la naturaleza” Entrevista al músico y trabajador radial, Andrés Sepúlveda

Fotografía Contenido “San Rosendo” Rodrigo Palavecino

Facebook: Apertura focal


UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE CHILE INSTITUTO PROFESIONAL CENTRO DE FORMACION TECNICA


PORTADA “Paisaje con tragaluz”, título de la obra de portada, obtuvo el Premio de Honor Municipalidad de Chillán en el último Salón Tanagra 2014. Su autor es Hernán Soto León, (41), reconocido pintor de Valparaíso que suma a este premio una veintena de otros reconocimientos en certámenes nacionales, como el ya posicionado concurso “Valdivia y su río” donde ha resultado cuatro veces ganador. “Los concursos sirven para financiar al artista. Hay muchos que son de gran nivel, pero se repiten los competidores”, reconoce.

demás en óleo porque es más noble”. Explica que el trabajo presentado en Chillán tiene una base de acrílico cubierta por óleo, además de volúmenes que otorgan movimiento a este trabajo que pasará a formar parte de la colección Tanagra. Para la creación de “Paisaje con tragaluz”, el artista se inspiró en una vista aérea de Chillán e incorporó elementos distintivos de la ciudad, como la Catedral y una imagen de Bernardo O`Higgins, así como el trazado en damero. “Busqué en Internet el mapa de Chillán y le fui poniendo algunas cosas más como las casas de La Gran Capital”, comenta. Este afán por ironizar a través de los elementos, es una característica de su obra y de su personalidad. “De vez en cuando pego telas y cosas que encuentro en los cachureos o en las quebradas. Todo lo grave intento suavizarlo…. lo que hago es autobiográfico”, esto también se expresa cuando habla de su estación del año favorita para crear, dejando entrever que para él la belleza está donde uno la quiera ver. “Trabajo todos los días, pero me gusta más el invierno. El techo de mi taller es de zinc y me encanta que suene cuando cae fuerte la lluvia”.

Soto León, nacido y criado en el Cerro Los Placeres, lleva recorrida dos décadas de innumerables muestras individuales y colectivas en Chile y en el extranjero. Estudió Licenciatura en Artes en la Universidad de Playa Ancha y perfeccionó su técnica en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar. Acerca de la evolución de su trabajo, considera que cada vez se siente más a gusto con la técnica mixta. “Antes pintaba un cuadro y no hacía nada más, pero ahora puedo pintar en serie, de tres a cuatro a la vez, siempre con la base en acrílico y lo

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ras el estruendo de la detonación solo hubo silencio. Entre el polvo, a penas se distinguía la mirada resignada de un pueblo que vio convertida en escombros una buena parte de su historia. Son las últimas escenas de Cinema Paradiso, una película que si bien retrata al italiano pueblo de Giancaldo, pareciera ser un presagio de lo que sucederá en Chillán cuando el Teatro O`Higgins se despida de la ciudad. Los dueños del recinto ya lo adelantaron: el cine será demolido. La señora María no disimula su consternación cuando se entera del destino que podría correr el Teatro O`Higgins. Como cajera en la boletería desde 1956 hasta 1994, año en que se produjo el cierre definitivo, María Salas (78) es una de las pocas personas vinculadas al recinto que aún sobrevive desde aquella época gloriosa. “Las filas eran tremendas, incluso quedaba gente afuera esperando para la próxima película… quinientas personas en platea y otras más en balcón y galería. A veces daban tres funciones, por lo general de 12 del día a 12 de la noche – recuerda − y, como era rotativo, podías estar todo el día adentro pagando una entrada. También venían grupos musicales y se llenaba, por ejemplo cuando vino Luis Dimas o Los Ángeles Negros había filas y filas de gente”. Sin embargo, todavía queda una esperanza para este edificio que tantas historias alberga. Según explica el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, el ex teatro fue incluido dentro de un listado de veintiún Inmuebles de Conservación Histórica en el Plan Regulador y se está a la espera de la aprobación del Ministerio de Vivienda para determinar cuál será su futuro. Hasta entonces, los propietarios del recinto están impedidos legalmente de venderlo o demolerlo. “Los dueños estaban analizando venderlo porque piensan que no tiene posibilidad de ser rescatado, pero les dije que no podrán hacerlo mientras esté en evaluación. Ellos cumplieron con pintar la fachada, pero tuve la oportunidad de entrar y parece que le hubiera caído una bomba; rescatarlo es una altísima inversión para los propietarios, porque son ellos los responsables de su mantención“, aclara el jefe comunal.

“El cine era la única entretención, ¡si antes no había televisión y con suerte teníamos radio!” Sergio Zarzar, alcalde de Chillán

consigna la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán en la ficha correspondiente a este inmueble, donde precisan que la obra fue encargada por los hermanos Menéndez al arquitecto Juan Rau y la planimetría del proyecto ingresó a la Municipalidad de Chillán en 1952.

María Salas, cajera del cine O`Higgins entre 1956 y 1994.

Zarzar, de 62 años, conoció la época próspera del cine. En un tono más distendido, el edil accede a confesarnos algunas de sus andanzas juveniles. “El cine era la única entretención, ¡si antes no había televisión y con suerte teníamos radio! El día de semana estudiábamos y el fin de semana nos daban una mesada para ir al cine. Si uno se sentaba al medio de la platea, aprovechábamos para pololear. Nunca supe de qué se trataba … uno era el actor de su propia película”, recuerda sin poder contener una sospechosa sonrisa.

Tras casi medio siglo de funcionar como sala de espectáculos y cine, en 1994 el O`Higgins cerró sus puertas. La Lista de Schindler fue la película proyectada en la función de despedida. Posteriormente arrendó el espacio una discoteca y también un templo religioso, pero el último terremoto lo dejó en un estado de deterioro tal, que las únicas que se animan a entrar son las palomas. Atrás quedaron los buenos tiempos que recuerda la señora Georgina Uribe,

Aquellos días prósperos Entre los atributos patrimoniales del Teatro O`Higgins, destaca su arquitectura de influencia moderna con elementos ornamentales en su fachada principal, propios del Art Deco. Así lo

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Georgina Uribe, ex actriz de Instituto de Extensión Cultural de Chillán, asidua al cine en sus tiempos de gloria.



actualmente de 80 años bien llevados. Ella era actriz y su esposo era el director de teatro, Edgardo Ramírez; por azar o quizá guiados por las emociones decidieron estar tan cerca del cine como pudieran y se instalaron a vivir frente al O`Higgins. Comenta que ahí se presentó el Ballet Coppelia, se estrenó “El chacal de Nahueltoro”, de 1969, y la película “Ayúdeme usted compadre”, de 1968, donde ella aparece en algunas escenas. “En una parte tengo una guagua en los brazos, hija del ingeniero de ferrocarriles, y me canta Arturo Gatica”, rememora como si fuera ayer. De pasatiempo a negocio El cine O`Higgins fue contemporáneo al Mafor, aunque este último tenía capacidad para trescientas personas su público era fiel. De propiedad de Mario Foster Santibáñez, funcionaba en dependencias del Cuerpo de Bomberos, por El Roble, donde arrendaba ese espacio desde principios de los años 50. Oriundo de Villa Alegre, Foster era un veinteañero cuando comenzó el negocio, motivado por un pasatiempo de infancia que empezó a cultivar al recibir su primera proyectora, dice Mario, uno de sus tres hijos. En 1994, a los 66 años, murió dejando una huella imperecedera de admiración y cariño entre quienes lo conocieron. Uno de sus grandes amigos fue don José Ramiro Aravena Hernández, el Chelo, administrador del Mafor. “El cine era el sueño de don Mario. Eran muy inteli-

gente y buen patrón, de buen corazón, que veía a todos por igual y compartía con sus empleados. Siempre le regalaba matinales a los colegios para que juntaran dinero. Don Mario me enseñó muchas cosas bonitas”, dice con profundo respeto al referirse a quien consideró como su segundo padre. A sus 80 años, don José Ramiro todavía tiene frescos los recuerdos de aquella época: “Yo estaba caminando frente al cine, mirando, pero no tenía plata para entrar. Me dijeron que podía entrar gratis y me ofrecieron que me quedara de acomodador. Como a mí me gustaban las películas, acepté. Estuve ahí desde 1960 hasta 1974. Pasé por boletería, portería y confitería, después me pasaron a administrador”. Por aquel entonces Mario Foster se encargaba de la mantención de las máquinas de su cine y de los otros dos que administraba, el O`Higgins y el de San Carlos. Ese era el negocio, pues arrendaba una película a la compañía distribuidora de filmes en Santiago, que por lo general traía pocas copias al país, y luego la proyectaba en las distintas salas de su administración. “Había funciones todos los días, muchas películas de pistoleros y también familiares. Las de Elvis Presley, Rafael, Sandro eran pura plata. El domingo había tremendas colas todo el día, igual que en Semana Santa. Pero después ya no era lo mismo – lamenta el Chelo – porque antes el cine no tenía competencia hasta que llegó la tele, ahí el cine se fue pa`abajo”.

“El domingo había tremendas colas todo el día, igual que en Semana Santa. Pero después ya no era lo mismo.. porque antes el cine no tenía competencia hasta que llegó la tele, ahí el cine se fue pa`abajo”. José Ramiro Aravena, ex administrador del Mafor

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Mario Foster Santibañez, dueño del cine Mafor.

Entre los múltiples roles que desempeñó don José, también estuvo el de operador de la proyectora, aunque solo por poco tiempo. El oficio de “cojo”, como se le apodaba al proyeccionista, era un trabajo extenuante porque en la sala de máquinas el calor era insoportable, describe. En realidad, más que lesionado de un pie el “cojo” terminaba enfermo de los nervios, ya que cualquier descuido en la maniobra podía ocasionar un incidente, tan grave como una inflamación (cuando la luz quemaba la cinta) o tan leve como que toda la pantalla se tornara amarilla (cuando los carbones se apartaban mucho). El “cojo” también debía lidiar con los abucheos del público cuando se saltaban las escenas, algo habitual, ya que un trozo quemado se solucionaba con un tijeretazo. “Totó, aquí eres como un esclavo... siempre trabajas como un burro, incluso en las fiestas, la Pascua, la Navidad... solo estás libre el Viernes Santo.Y te aseguro que si a Jesucristo no lo hubieran crucificado, también se trabajaría en Viernes Santo”, regaña Alfredo el proyeccionista en Cinema Paradiso, describiendo fielmente lo que sucedía en los cines de la época. El coleccionista sin museo Cuando cerró el Mafor en la década del 80, hubo un interesado en guardar un recuerdo tangible de su historia. Con la perspectiva de tener su propio mini cine, Víctor Palavecino compró veinte butacas, pero cuando lo desmantela-


Víctor Palavecino tiene una colección de doscientas máquinas entre cámaras fotográficas, proyectoras y filmadoras. La joya es Grace, su Simplex modelo E-7 de 1939.

ron solo recibió unas pocas porque las demás se perdieron. Las butacas que hoy adornan su oficina de arquitectura comparten protagonismo con decenas de cámaras fotográficas, filmadoras y proyectoras, pequeñas y grandes, dispuestas en un orden que solo su dueño conoce. Sin embargo, este espacio detenido en el reloj no sería lo mismo sin Grace. Alta y robusta, con su porte elegante, la Simplex modelo E-7 de 1939,

bautizada así por Palavecino es la joya de la colección. “Traerla fue una odisea porque pesa como trescientos kilos, así que tuve que desmontarla para subirla hasta mi oficina. Era mi sueño tenerla”, expresa. Conocedor de estas máquinas, explica que las más antiguas funcionaban con dos carbones de arco voltaico que suministraban una potente luz, haciendo


compartir con la ciudad debido a la falta de un espacio adecuado donde exponer la valiosa colección. Un soñador itinerante Proyectora, transformador, toca discos, telón, parlantes, afiches… increíblemente todo cabía en el Chevrolet 1941. Quizá la magia estaba en el chofer, Miguel Grau González.

Desde los años 40, Miguel Grau González itineró con su cine por pueblos y comunas sedientas de aventuras y romances. Hizo el curso de piloto de aviones menores en 1942 y fue socio fundador del Club Aéreo de Chillán.

posible la proyección de los filmes. “Como era difícil trabajar con los carbones, se empezó a usar la ampolleta”, detalla mientras intenta echar a andar a Grace, comprada a través de Internet al igual que tantas otras de su colección compuesta por doscientas máquinas. La más antigua que posee data de 1880.

Afiche de la película Noche en el alma (Diario La Discusión, 1945)

El pasatiempos de Palavecino no se limita a la compra de estos artefactos, sino que la experiencia recién está completa cuando comienza a descubrir sus partes y piezas. Con esmero limpia y lubrica las máquinas y las prueba con las cintas que ha comprado también en remates, como una donde aparece Richard Nixon celebrando su cumpleaños, otra de 1953 filmada en una expedición camino al Everest, videos de monitos animados del antiguo Pato Donald, entre tantos otros tesoros que no ha podido

Hijo de un español llegado a Valparaíso a fines de 1800, Miguel nació en 1920 siendo el mayor de cuatro hermanos que por razones laborales del padre, mecánico de Nash Motors, llegaron a instalarse a Chillán. Todo comenzó cuando tenía 15 años, primero como un interés en la fotografía que derivó hacia una pasión por el cine. “Inventaba máquinas y transformaba los negativos de las fotos en diapositivas que pasaba como si fueran películas”, dice su hijo mayor Miguel, recordando lo que su padre les contaba. “Cuando éramos niños oscurecía la pieza y todos nos metíamos debajo de la cama para ver las película. Mi viejo era a toda tela, era papá y amigo”, añade Norka, la única mujer de los tres hijos que tuvo junto a su esposa. Miguel Grau sabía que en Chillán el público estaba cautivo en los cines ya instalados, por lo tanto se lanzó a explorar un nuevo mercado sediento de aventuras de vaqueros y romances azucarados. En las comunas aledañas a Chillán, incluso en otras más distantes, su idea fue un gran éxito porque más allá de sentarse en la plaza a mirar transcurrir las somnolientas horas, en los pueblos había poco o nada que hacer

El escenario de la mayoría de los recuerdos de Juan Carlos Olmedo transcurren en la “galiche”, como se conocía a la popular galería de bancas de madera (había que llevar cojín) ubicada en el segundo o tercer piso de los

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en materia de entretención. A bordo de su Chevrolet llegó a Retiro, Dichato, Quillón, Florida, Portezuelo, Coihueco, entre tantas otras localidades, donde su público lo esperaba ansioso para ver a los ídolos mexicanos y a los héroes de las películas de “comboy”, como les llamaban a las de cowboys. El creativo Miguel se las arreglaba bien con lo poco que tenía a su disposición para levantar su negocio. Sin serlo fue diseñador: como no contaba con afiches, los hacía él mismo escritos a mano, adornados con recortes de diario y revistas. Sin serlo fue publicista: para atraer al espectador, al final de la función proyectaba una sinopsis de los próximos estrenos y pegaba su afiche artesanal en el tablero del cine de modo que todos se armaran de ganas para la semana siguiente. “Los contratos los hacía con los municipios. El sábado y domingo los teatros eran exclusivamente para él y se daba una sola función a las 8 de la noche así no había que estar oscureciendo la sala. Había gente de campo que llegaba en carretelas y en Semana Santa se daban varias funciones porque llegaban micros llenas de gente, muchos quedaban de pie”, relata Norka, quien reconoce que si bien “fue rentable en su momento, había veces que perdía plata. El mayor cambio fue en los 70 cuando llegó la tele, ahí el cine empezó a decaer”. Miguel Grau, precursor, aventurero, protagonista de una época, murió en 1987 a causa de la leucemia. “La vida no es como la has visto en el cine; la vida es más difícil”, dice Alfredo mientras Totó pareciera no comprender el peso de sus palabras.

teatros. Era la preferida por quienes no podían pagar la entrada en platea alta o baja en los cines Central y O`Higgins, pero también era la opción para hacer el quite a los galicheros. “No solo se escupía, se tiraban cáscaras de fruta, al


final todo iba a parar a la platea”, relata Juan Carlos. No había restricciones para entrar con alimentos al cine, por lo tanto se podía ir con un canasto de picnic completo que incluía sopaipillas con ají, sandías y melones, los clásicos huevos duros y el pollo frío, “de todo, según el bolsillo”, recuerda. El más popular era el cine O’Higgins, lugar de encuentro de los jóvenes que se divertían intercambiando revistas, novelas y láminas de los álbumes. El Mafor, por su parte, era considerado más “elegantito”: solo tenía platea y con butacas acolchadas, además de confitería en el primer piso. Sin embargo, tampoco estaba a salvo de las legendarias pulgas, como recuerda el profesor Alejandro Venegas, quien relata que cuando iba al Mafor llevaba mantas para taparse, pues no había calefacción en invierno, y además debían mantener los pies en alto sobre los asientos delanteros por si pasaba algún ratón cinéfilo. Otra asidua al cine, Elcira Singer, recuerda que el Mafor era el lugar de encuentro de casados infieles... “después se iban a una casa en Cocharcas, pasadito de O`Higgins”, afirma.Y si de romances se trataba, el lugar ideal era la última fila de los cines o “fila de los cocheros”. Según Juan Carlos, él mismo se dio en el cine sus primeras tocaditas de rodilla

con su futura señora cuando ambos eran estudiantes de liceo: “el cine era una invitación obligada para llevar a polola”. En el corazón de Elcira quedaron para siempre películas como El doctor Zhivago, Lo que el viento se llevó y Casa Blanca. También recuerda las de pistoleros y las matinés con películas del Pato Donald. Anclada en la memoria de Carlos está El monstruo del lago Ness, primera película que vio en su infancia. “Yo alcancé a conocer películas mudas de Chaplin, luego llegaron las de cowboy, pero las que llevaban más gente eran los espaguetis italianos, como El dólar marcado y El bueno el malo y el feo. En el cine también uno se enteraba de las noticias porque en los intermedios daban noticias de Europa, de la guerra, de la reina de Inglaterra y del golf. También nos enterábamos de la carrera espacial, de los rusos, de la perra Laika y de Yury Gagarin. No existían las películas para mayores de 18 y para todo público... bueno, estaba la Marilyn, la Bardot y la Sofía Loren, que mostraban las presas pero nada más… La película terminaba cuando la niña y el joven se daban un beso...” Rememorando los tiempos en que aún no llegaba la televisión a Chile, el ex profesor de la UDEC, Mario Ibáñez,

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narra que cuando el hombre llegó a la Luna, en 1969, la transmisión del evento fue vista desde la plaza frente a la Gobernación, donde habían colocado en una ventana uno de los pocos televisores que había en el país. Hasta la década del 70, el cine era “la diversión” que existía en Chillán, indica Ibáñez: “El cine era la única entretención familiar; yo iba dos, tres y hasta cuatro veces por semana… era una parte importante de nuestra vida”.

Afiche de la película Nitchevo (Diario La Discusión, 1937)


COLUMNA DE CINE

cómplice y los acompaña en varios asaltos, articulándose una dualidad moral: todo lo que no era ético empieza a ser el diario vivir de este taxista hasta el clímax del metraje en donde Ulises debe decidir si seguir con su vida delictual o terminar con ella, configurándose como un personaje profundo, que se debate entre lo moral e inmoral. Es inevitable pensar en esta película sin visualizar las caras de Chavelo y Coto iluminadas por el vehículo de Ulises al final de la película, con esa sonrisa confianzuda. Promedio Rojo (2004), de Nicolás López, narra la historia de Roberto, un friki de tomo y lomo que escapa de su dura realidad a través de los cómics, quien se enamora de Cristina, la española alumna nueva.Todo se complica cuando ella se fija en Fele, el más popular del colegio y eterno rival de Roberto, que junto a sus amigos, Condoro y Papitas, se enfrasca en una travesía para revelarnos su verdadero yo.

POR

Renato Figueroa.

Veo el tráiler de Matar a un hombre (2014) de Alejandro Fernández y me pongo a pensar en el protagonista, un trabajador cuya familia se ve amenazada por Kalule. Así, este esforzado trabajador busca hacer justicia por mano propia. Este personaje marginado es reflejo de tantos otros, pues nuestro cine comparte en gran parte una línea que configura y marca a sus protagonistas. Quisiera escribir sobre tres películas chilenas cuyos protagonistas comparten la misma característica: la marginalidad. Taxi para tres (2001), de Orlando Lübbert, narra la historia de Ulises, un taxista que es asaltado por Chavelo y Coto, quienes le hacen elegir: ¿volante o maleta? Ulises se convierte en

Roberto es también un personaje marginado, configurándose como un eterno perdedor que se escuda en el protagonista de su cómic, La extraña obesidad del ser. A diferencia de Ulises, Roberto no presenta una discusión moral, sino que comienza a adquirir la forma de su alterego y utiliza la fuerza de su personaje para poder afrontar la dura realidad. La escena del baño en donde Roberto enfrenta a Fele mientras se transforma en La extraña obesidad del ser, es simplemente una de las mejores logradas de nuestro cine. Kiltro (2006) de Ernesto Díaz, narra la historia de búsqueda y venganza de Zamir, un cabeza de músculo que es capaz de vencer a veinte karatekas al mismo tiempo, que está enamorado de Kim, hija de un maestro marcial de Patronato. Este insípido amor es interrumpido por Max Kalba, quien busca venganza y se cruzará en el camino de Zamir. Esta película tiene mérito por ser la primera película chilena de artes marciales, impulsando el género en producciones como Mirageman o Mandrill. Presenta a un personaje marginado que evoluciona en el arte de la lucha, pues en su viaje al norte le encuentra un sentido a sus puñetazos y patadas: defender al amor de su vida. La invitación es a seguir disfrutando y reflexionando el cine, pues hay de todo en la celulosa nacional; mientras, buscaré el horario que mejor calce para disfrutar de Matar a un hombre.


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G U I A P RO F E S I O N A L


Derecho para todos

Itinerancia gráfico poética en Chillán POR Guillermo Valdés,

abogado

Este mes entró en vigencia la reforma tributaria. La primera medida que se aplicará será el aumento del impuesto a las empresas, mientras que las medidas para evitar que se usen artilugios en el pago de impuestos, el de la construcción o compra de autos, se aplicarán gradualmente en 2015 y 2016. Sin embargo, y a pesar de que ya se sabía que el impuesto a los vicios (impuesto correctivo) subiría con la aprobación de la Reforma Tributaria, los fumadores están algo inquietos, ya que a partir de esta ley los cigarrillos sufrirán un alza de hasta $600 por cajetilla. Esto significa que los cigarrillos subirán en ocho veces su impuesto específico, lo que no es tan descabellado para un producto que provoca enfermedades y es una de las principales causas de muerte en nuestro país. Veamos ejemplos de lo que pasará con otros productos: - Vinos y cervezas suben de un 15% a un 21,5%: por una botella de $3000 usted pagará $165 más. - Destilados pasan de un 27% a 31,5%: de $5000 por una botella de pisco chileno el precio subirá $225. - Bebidas azucaradas suben de 13% a 18%: si tu bebida favorita cuesta $1500 ahora pagarás $1575. - Bebidas no azucaradas bajan su tributo de 13% a 10%: si esta tiene un precio de $1500 ahora costará $1455. La discusión gira en torno a si el alza de los impuestos será traspasada por los comerciantes a los consumidores. De ser efectivo, no debiera superar el 10% del valor actual de los productos, ya que las alzas por impuestos no superarán ese porcentaje. En otras palabras, ese 10% que permitirá pagar la educación y otras inversiones sociales no nos hará más pobres, por el contrario, hará crecer al país y permitirá el desarrollo de sus familias.

Nuestra revista quiso aportar a las celebraciones del cumpleaños número cien de Nicanor Parra, presentando una muestra denominada “Poesía Visual”.

Paseo Arauco

Escuela Tomás Lago

Escuela Artistica Claudio Arrau

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La itinerancia estuvo compuesta por ocho obras realizadas por los destacados artistas visuales: Christian Rodríguez, Marco Rosales, Mauricio Uribe (M.U.M), Sergio Cisterna (Mokas), José Luis Gacitúa, Jacob Cortez, Francisco Nova y Máximo Beltrán. Todos estos artistas ofrecieron su trabajo en forma gratuita para hacerse parte de esta muestra, dejando testimonio de su compromiso cultural con esta ciudad.

Teatro Municipal

Colegio Concepción Escuela Los Coligües

Entre los espacios que han recibido esta itinerancia, están las escuelas Los Coligües, Tomás Lago y Politécnico Darío Salas, todos de Chillán Viejo; mientras que en la comuna de Chillán circuló por la Escuela Artística Claudio Arrau León, Colegio Concepción, Teatro Municipal de Chillán, Gobernación de Ñuble, Paseo Arauco (Grupo Literario Ñuble), Colegio Hispanoamericano y Liceo Martín Ruiz de Gamboa. Próximamente la muestra estará en la Escuela Ramón Vinay, Hospital Herminada Martín y Universidad de Concepción.

Hace un año se constituyó legalmente la Corporación Cultural Municipal de Chillán, entidad de derecho privado presidida por el alcalde Sergio Zarzar. Con un directorio compuesto por representantes de organizaciones con larga data vinculadas al el quehacer cultural de

la comuna, el futuro de la entidad se vislumbra próspero. Uno de los primeros pasos para posicionarse colectivamente fue el llamado a concurso para diseñar una imagen corporativa, que de manera inequívoca exprese el propósito de la Corporación Cultural Municipal, cuyos objetivos generales son: - Administrar el Teatro Municipal y el Centro Cultural - Atraer recursos para financiar las actividades de la Corporación - Planificar la acción cultural comunal - Apoyar la promoción de actividades culturales y eventos - Brindar apoyo económico, asesoría o infraestructura a artistas destacados de la comuna

Tenemos un gran trabajo por hacer en materia de cultura en nuestra comuna, pero con la constitución de la Corporación Cultural Municipal hemos avanzado en la dirección correcta”. Sergio Zarzar, alcalde de Chillán


SÉ el cambio que quieres ver

POR

Fabiola Salazar, permacultora

Países, industrias, ciudades y hogares generan residuos o basura. Este último es un concepto creado por el hombre para referirse a todo aquello que no puede utilizar, de lo que no desea hacerse cargo y que por lo tanto debe buscar un lugar en donde acumular o esconderla: basurales o vertederos. .

insectos ni de malos olores, es de bajo costo, adaptable a cualquier hogar, además es limpio y seguro. El producto final es tierra fértil para devolver al suelo, el que la transformará posteriormente en alimentos. ¿Cómo funciona? Si tradicionalmente usted lanza 13 litros de agua al finalizar el uso del baño, usando un baño seco deposita una o dos trazas de aserrín.

Los residuos humanos producto de la digestión de alimentos (heces y orina), día a día son arrojados por el sistema de alcantarillados o fosas sépticas. El hombre no desea hacerse cargo de ellos así es que opta por pagar el servicio de tratamiento de estos residuos, contaminando litros y litros de agua diariamente… agua que dice valorar y considera necesario proteger. En este sentido (y en muchos otros) el hombre esta actuando en contradicción.

Hay distintos modelos, algunos separan líquidos de sólidos, otros no separan; el objetivo es compostar, descomponer o transformar la materia orgánica en tierra fértil por medio de bacterias, favorecido por la adición de material secante que absorbe humedad (aserrín), ventilación (aire) y calor (producto del metabolismo y multiplicación de bacterias). Todo esto acelera la descomposición o compostaje lo cual permite que el proceso no generes malos olores ni presencia de insectos molestos (moscas).

La comodidad y el no querer hacerse cargo se ha impuesto por sobre el sentido común y la responsabilidad de lo que cada uno produce día a día; el no querer ver el problema y pagar por ello no es la solución, al contrario, nos hemos convertido en cómplices de un atentado diario hacia nuestra madre tierra que nos sostiene hasta ya no sabemos cuándo.

Con un correcto manejo del baño seco podemos disponer de tierra fértil en menos de un año de iniciado su uso. La invitación es a reflexionar e investigar. Esto no es una novedad, existe en el mundo hace decenas de años, en nuestra ciudad y región ya se utilizan incorporados dentro de la casa o fuera de ellas; todo está permitido, salvo la incoherencia de declararse protector del agua y del medio ambiente, pero utilizar 13 litros de agua por cada vez que deseo evacuar mis naturales residuos humanos.

Apropiado es recordar que la Permacultura es una buena herramienta, simplemente porque a través de sus éticas y principios nos invita a ver el problema y la solución en su conjunto, esto nos permite ser parte de la solución y no del problema. Para hacernos cargo de nuestros residuos nos ofrece la solución llamada BAÑO SECO.

Para mayor información, visitar: www.aguayuda.org www.tierramor.org llamadoalaconciencia.wordpress.com

¿Qué es un baño seco? Es un sistema que no utiliza agua (13 litros de ahorro por cada vez que tiramos la cadena), no contamina el medio ambiente, no propicia la aparición de

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CARLOS RENÉ IBACACHE

PROFESOR EN PROFUNDIDAD Su figura es un emblema y así lo reconoció la Municipalidad de Chillán, al otorgar a don Carlos René Ibacache el galardón “Vecino destacado” durante las actividades de aniversario de la ciudad. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua desde 2002, autor de varias publicaciones como ensayos, críticas y crónicas, escritor de columnas y cartas para la prensa local, además de presidente ad eternum del Grupo Literario Ñuble y editor de la revista “Cauce cultural”, don Carlos pareciera gozar de varias vidas en una. POR Úrsula Villavicencio

- FOTO Máximo Beltrán

Con sus pasos cortos y su caballerosidad a la antigua, nos conduce a lo que parece ser el corazón de su mundo: su abigarrada y nutrida biblioteca. Con dificultad despeja el sillón repleto de libros y papeles. No recuerda todo lo que tiene en su biblioteca, pero sabe con precisión dónde tiene lo que sí recuerda. Las paredes están repletas de reconocimientos de las más diversas instituciones y algunas fotos de familia y de sí mismo en otras épocas. Su memoria y lucidez son impresionantes: tiene muy bien archivadas sus investigaciones y sus recuerdos.

chillanejos, como tradicionalmente se les ha llamado, batalla lingüística de larga data. Emigró desde el puerto al campo cuando contaba apenas con tres años de vida, cuando su familia vino a instalarse en unos campos en la zona de El Rosal, cerca de Pinto. Tuvo solo tres hermanos en un tiempo en que las familias acostumbraban a tener no menos de siete hijos. Cuando llegó la hora de enviar a la escuela a los hijos, la familia se instaló en Chillán y a los siete años ingresó a la Escuela El Tejar, construida en los tiempos del presidente Balmaceda.

Chillanense por crianza, pues nació el 24 de septiembre de 1924 en Valparaíso. Prefiere el gentilicio chillanense, pues asegura que este sería el correcto los habitantes de esta ciudad, y no

Terremotos vitales Su relato da cuenta de una vida marcada por dos terremotos: el de 1939 y la muerte de su padre en 1944. Quizá

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por eso el mejor tiempo que recuerda es anterior a esas fechas, cuando vivía en la calle Barros Arana y asistía a la Escuela Nº 6, entre 1933 y 1938, donde arrendaba su bicicleta por 10 pesos en los recreos… “Cuando uno era niño, miraba las cosas de una forma distinta”. Cuando ocurrió el terremoto tenía 12 años. Solo una persona murió en su familia, aunque también él estuvo a punto de perder la vida: se salvó milagrosamente por haber despertado justo antes de que se derribara una


pared sobre su cama. Nos responde, con toda seguridad, que el peor momento de la historia de esta ciudad fue ese: “Yo viví la etapa en que esta ciudad estaba en el suelo. Es algo que nunca se me borró de la memoria”. Con la ciudad y su escuela en el suelo, debió continuar sus estudios en el único colegio que quedó en pie, el Seminario Padre Hurtado, donde terminó su sexto año de Humanidades. Ese mismo falleció su padre y la realidad económica de su familia lo hizo optar por una profesión en la que pudiera trabajar prontamente. Así decidió entrar a la Escuela Normal de Victoria. En todo caso, aclara, fue profesor por vocación más que por necesidad, puesto que recuerda muy bien que en 1948 su sueldo era de 2000 pesos, que entonces ya era poco. “Los sueldos de los maestros siempre fueron pequeñitos”, y agrega: “A la Normal entraban aquellos que tenían las mejores notas, no como ahora, que entran a estudiar para profesores los que no les dio la nota para otra carrera. Además allí te formaban la vocación”. Luego pasó a trabajar como profesor en la Escuela Anexa, la preparatoria de la Escuela Normal de Valdivia, ya que no quiso irse al

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nombre de esta agrupación. Muchos literatos de Chillán recuerdan que durante los años de toque de queda su casa fue un refugio para las reuniones intelectuales y literarias. Cinco años de amores por escrito Nunca imaginó el joven profesor Ibacache, que aquel día en que tomó el tren a Chillán para visitar a su familia conocería en él a la mujer de su vida, y menos aún, que estaría 61 años unido a ella. Su viudez es reciente y refleja aún el dolor de su duelo al señalarnos que lleva los dos anillos. Su señora, Albina Gleisner, falleció el 14 de mayo de este año. Relata que en el trayecto entre Valdivia y Chillán, conversó amenamente con una bella colega, profesora normalista, que seguía su camino hacia Petorca. Fue lo suficientemente precavido como para preguntarle su nombre y su dirección.

Durante 61 años Albina y Carlos René estuvieron unidos en una historia de amor q​ ue aún p​ erdura, ​ aunque ella partió para siempre este año. En su memoria​,​él lleva en su mano las dos argollas de matrimonio.

campo, pues entonces, el trabajo de los profesores normalistas solía ser mayoritariamente en las escuelas rurales. Posteriormente, estudió para profesor de Castellano en la Universidad Austral. Egresó en 1966 y recuerda que presentó el examen de título en el Pedagógico de Santiago. Nicanor Parra era quien tomaba esos exámenes y él ya lo conocía porque solía tomar algunos exámenes en Valdivia, donde aprovechaba para dar clases de cueca. En Valdivia ejerció la docencia durante 26 años, sobrevivió al terremoto de 1960, el más grande que se haya registrado. También vivió allí el mayor cataclismo político, el del 11 de septiembre de 1973. Y de golpe, de vuelta en Chillán Para tiempos del golpe de Estado, se encontraba a cargo de las actividades de extensión de la Universidad Técnica de Valdivia y tenía una buena relación con los militares que ocupaban un espacio vecino a su lugar de trabajo. Sin embargo, un día poco acertado, escribió una carta al general Héctor

Bravo Muñoz, a quien consideraba su amigo, denunciando los allanamientos que los funcionarios habían sufrido en su espacio de trabajo: justo en los días previos al golpe, en el Centro de Extensión había instalada una exposición sobre la Unión Soviética, y los militares entraron a romper todas las obras. El hecho quedó registrado en Añoranzas de medio siglo (1996). El caso es que el general Bravo no consideró a don Carlos como su amigo, por lo cual terminó durante tres meses recluido por ofensas públicas a las Fuerzas Armadas. Tras el incidente, estaba claro que en Valdivia no volvería a encontrar trabajo, de modo que regresó a Chillán. Primero llegó a la sede Ñuble de la Universidad de Chile, y luego, cuando cerró, su amigo Enrique Salinas lo invitó a trabajar en el recién abierto Colegio Concepción, donde trabajó desde 1980 y jubiló allí, pero siguió realizando talleres con los jóvenes hasta 2008. Don Carlos también trabajó incansablemente durante muchos años a la cabeza del Grupo Literario Ñuble, tiempos en que logró posicionar el

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Así comenzó un romance por carta, que duró cinco años, en formato de esquela perfumada. Ella tenía un padre un tanto difícil, así que al final contrajeron matrimonio después de la muerte de su padre, el 18 de julio de 1953, cuando ambos tenían 30 años. Conservó cada una de las cartas de Albina y fueron tantas, que gracias a la idea de un encuadernador amigo, empastó cinco libros con sus cartas y con el retrato de ella en la primera página para entregarlo como obsequio a la joven del tren, como prueba de su gran amor. Entonces ella le pidió que hiciera lo mismo con las cartas de él, que ella tenía guardadas una a una como un tesoro. Así es como también salieron otros cinco libros, con el retrato de él en la primera página. Vivieron en Valdivia hasta que la historia los trajo a Chillán. “A ella le gustaba trabajar como profesora”, recuerda. La vida pasó. Tuvieron tres niñas y un niño, y luego, siete nietos. ¿Qué cómo se puede durar 61 años casado? Según él la respuesta es sencilla: “Tolerancia. Saber comprenderse, aceptarse y perdonarse”.



Nutrikioscos: combatiendo

la obesidad infantil POR

Consuelo Cortés, Paz Gajardo, Sebastián Larrere y Darling Oyarce, estudiantes de 2° medio Colegio Enrique Salinas Buscovic (*)

En uno de cada tres países de América Latina la prevalencia de niños con sobrepeso y obesidad supera el 20 por ciento. Chile no se encuentra ajeno a esta realidad, tal como lo indican los datos entregados por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), donde un 70 por ciento de los niños de primero básico tiene más de un 20 por ciento de obesidad, según cifras de 2008. Una alimentación desequilibrada y la baja actividad física son las principales causas del aumento de peso en niños y adolescentes. Respecto a las características de los alimentos consumidos por los niños chilenos, estudios revelan que existe una baja presencia de productos lácteos, verduras, frutas y pescado, y un alto consumo de productos elaborados, ricos en grasas, azúcar y sal, en escolares de tercero o séptimo básico. El 91,5 por ciento de los escolares utiliza su dinero para comprar bocadillos dulces y salados. Dentro de las políticas gubernamentales para mejorar la alimentación en los

estudiantes chilenos, surge la idea de los kioscos saludables. Se trata de un modelo al interior de los establecimientos educacionales, donde se ofrece una variedad de alimentos de bajo aporte calórico y alto aporte nutritivo, junto a un espacio habilitado para que los escolares disfruten de la alimentación sana o realicen actividad física a través de juegos. Además, las instalaciones complementarias lo convierten en un lugar agradable donde disfrutar sanamente y compartir. En la búsqueda constante del desarrollo integral de sus estudiantes, el Colegio Enrique Salinas Buscovic cuenta con su propio Nutrikiosco, además de lugares de esparcimiento durante los momentos de recreo y colación. Adicionalmente, estudiantes de segundo medio apoyados por la Universidad de Concepción están desarrollando “Quelito” un quesillo con extracto de licopeno, que ayudaría a prevenir enfermedades crónicas no trasmisibles como cáncer a la próstata, infarto al miocardio, osteoporosis entre otras.

(*) Con la colaboración del profesor guía, Miguel Asís, y la edición de Marco Alvial.

Algunos ejemplos de alimentos saludables son los siguientes: - El tomate, ya que contiene antioxidante (licopeno) reduce el riesgo de cáncer a la próstata e infarto al miocardio. - El brócoli contiene sulforatano, el cual reduce el riesgo de cáncer. - La zanahoria contiene carotinoides que previene el riesgo de cáncer. - La betarraga contiene carbohidratos (azúcares). - La coliflor es recomendada por su alto contenido en fibra, bajo aporte calórico.

Se habla de obesidad infantil cuando el peso de este supera el 20 % de su peso ideal. Desde hace 20 años se viene observando una prevalencia creciente de obesidad en el mundo.



BAILARINA DE PÁJAROS CANTORES Un 4 de octubre de 1917, en San Carlos nació Violeta Parra. Si no hubiese decido poner término a su vida el 5 de febrero de 1967, este año habría cumplido 97 años, solo tres menos que su centenario hermano Nicanor. POR Úrsula Villavicencio

Violeta fue hija de un profesor que solo le heredó “una guitarra llena de cantos de pajaritos”, como lo dijo ella misma, y una “modista de trastienda”, como Nicanor define a su madre en su poema “Autorretrato”. El buen pasar económico nunca acompañó a su familia, de modo que supo ganarse la vida desde pequeña con la guitarra que heredó de su padre: “recuerdo que mucho estrago / de niña vio el alma mía”. (“La exiliada del sur”). Fue compositora, intérprete, investigadora, cantante, bordadora, ceramista, arpillerista, escultora y pintora. Su trabajo de investigación de la raíz folclórica la llevó a recorrer el país para encontrarse con la auténtica tradición musical del pueblo. Así es como llegó a ser la más importante folclorista chilena, que tuvo la osadía de exponer sus arpilleras el Louvre cuando en Europa existía una vaga idea de un remoto país llamado Chile. Con motivo de la conmemoración de los ochenta años que Violeta no alcanzó a cumplir, sus arpilleras volvieron al Louvre, luego fueron a España, Italia y Suecia. Es una chilena universal. Tal fue el tamaño de su legado que hoy, 47 años después de su muerte, la obra de Violeta sigue siendo analizada y recopilada en centros de estudio y museos de todo el mundo. Violeta, mujer autodidacta, es reconocida como pionera de la música popular y vanguardista a la vez. Su influencia estuvo presente en el nacimiento del movimiento más importante en la canción popular, la Nueva Canción Chilena, pero también sigue presente en los jóvenes rockeros que reconocen la profundidad de la crítica social contenida en sus composiciones.

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Los incondicionales admiradores de su obra siguen esperando que Chile le confiera un carácter patrimonial a la figura de Violeta. Paula Miranda, doctora en Literatura y autora del libro La poesía de Violeta Parra (2013), asevera que “deberíamos sentirnos orgullosos de pertenecer a un país donde se ha hecho poesía identitaria; es decir, la que conecta con otros, con la gente, con la dimensión y la identidad territorial. Todos esos poetas que son voces de su época, son aquellas personalidades individuales que nos ofrecen respuestas ante la pregunta qué somos, qué hemos sido, qué proyecto de país tenemos. Yo no creo que hayamos sido siempre iguales ni que haya una única manera de construir la identidad, pero una dimensión que le da mucha fuerza a las identidades es la cultura popular, porque es la que está arraigada; tiene mucho más años y va sedimentando distintas capas de historia, de memoria, de relato, de canto, de cuento. Ahí, en esa cultura popular, uno encuentra riquezas de lo que somos como personas y el lugar en que habitamos”. Elicura Chiuailaf, reconocido a nivel nacional e internacional por su obra poética escrita en español y en mapudungun, es un manifiesto admirador de Violeta. Él nos da su visión acerca de lo que debemos aprender hoy de ella: “Espíritus como Violeta existieron constantemente y lo siguen haciendo. Debemos poner el ojo, saber observar, escuchar el lugar y las personas que lo rodearon y que lo rodean a uno, y que están entregando aquello tan importante para procurar un vivir mejor; ese elemento profundo, que habla del pasado del futuro y del presente, es la identidad. La identidad, que es una tarea pendiente”, sostiene. Violeta murió pobre, como varios próceres y algunos brillantes artistas, viviendo en una carpa de circo plena de goteras, donde el agua se le terminó de colar hasta el alma. Como puede inferirse de las palabras del propio Nicanor, a Violeta la terminó matando la desilusión sobre su propio país y no el desengaño amoroso, como siempre se creyó. Como explica Paula Miranda, Nicanor estaba tan unido a ella que “una parte de él se murió con ella” y, de alguna manera, sigue viviendo por todo lo que ella no alcanzó a vivir. Quizás sea el único que tenga el privilegio de “Volver a los diecisiete/después de vivir un siglo”... Quizás no exista mejor descripción de lo que fue la vida de Violeta, que la hecha por Nicanor en su poema “Defensa de Violeta Parra”: “Jardinera/locera/costurera/ Bailarina de pájaros cantores/Violeta Parra”.


QUÉ

LEES

QUÉ

VES

Pariremos con placer. Apuntes sobre la recupera-

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ción del útero espástico y la energía sexual femenina.

Comenta:Valentina Díaz

Comenta: Marco Cortés

Autor: Casilda Rodrigañez Bustos Año: 2009

Director:Yann Arthus-Bertrand País: Francia Año: 2009

Home, casa, nuestro hogar. Suspendido hace millones de años en un pequeño lugar del universo, la tierra alberga su propia creación, la vida. Este documental recorre a través de la sensibilidad de la imagen y el relato, la creación de la vida hasta nuestros tiempos. Una mirada que sobrecoge y a la vez nos invita a mirar en nuestro interior una y otra vez, como imagen-reflejo de nuestras relaciones.

Este libro ha causado unas de las mayores transformaciones culturales respecto al parto y la visión social que se mantiene sobre la experiencia de dar a luz. A través de esta lectura, Casilda nos lleva a la recuperación de una condición olvidada y necesaria: el útero espástico. Retomando teorías del psicólogo Wilhelm Reich, quien recalca que el mundo no cambiará hasta que el bienestar del recién nacido no prevalezca sobre cualquier otra consideración, la autora nos explica que el parto no es “el dolor más grande que puede sentir un ser humano”, idea que ha sido enseñada desde siempre a las mujeres occidentales. Frente a una de las experiencias más significativas de la vida, Casilda nos presenta experiencias de mujeres de diversas culturas que paren sin sentirlo como una enfermedad, sino más bien como un placer: el placer de sentirlo como un orgasmo universal.

Como un espectador-protagonista, el documental va tejiendo la trama de la vida en la formación de todas nuestras relaciones. Toda la naturaleza por sí misma tiende a la formación de equilibrios dinámicos que permiten su continuo avance, sin embargo, cada minuto del documental muestra los pasos de un desequilibrio angustiante. Cuando el ser humano pierde la conexión fundamental, esta conexión de ser parte de todo, nuestra mirada fragmentada permite solo observar una pequeña porción de la vida, lo que provoca aprovecharse de la vida hasta saturarla y agotarla.

Ya que no hay procesos fisiológicos que produzcan dolor en condiciones normales de salud, reconoce el obstetra inglés Grantley Dick, y considerando que el miedo y el estrés no permiten la distención necesaria de los músculos circulares del útero, serían estos dos factores los que en realidad provocarían el dolor. El libro nos permite cuestionar el sobreconsumo de cesáreas planificadas, el miedo al dolor y la relación parto-enfermedad.

Yann Arthus-Bertrand, con sus imágenes inéditas de más de cincuenta países vistos desde el cielo, comparte su propia mirada con el espectador para que cada uno salga de su asombro sobre el desequilibrio al que nos enfrentamos como habitantes del planeta. Nos muestra la preocupación por restaurar un equilibrio perdido en la naturaleza externa, siendo un reflejo de nuestro propio desequilibrio.

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La biblioteca pública es una puerta al desarrollo POR Humberto Torres, director

Este 2014 la Biblioteca Municipal de Chillán “Volodia Teitelboim V.” celebró 95 años. Oficialmente inaugurada el 29 de marzo de 1919, nació con el nombre de Biblioteca Popular por iniciativa del alcalde de la época, José María Sepúlveda Bustos, quien previó que el acceso de la comunidad a la lectura contribuye al desarrollo intelectual y social. Su primer director fue Germán Muñoz. Desde ese tiempo, la Biblioteca Pública Municipal ha formado parte importante de la comuna y, al igual que la historia de Chillán, ha debido reescribirse por las vicisitudes de la naturaleza, sucesos telúricos que la derribaron y obligaron a cerrar sus puertas durante once años (1939-1950). Sin embargo, la Biblioteca ha sabido reinventarse y adaptarse, incluso a los cambios tecnológicos de los últimos tiempos. Así es como de manera interrumpida desde el año 2002, el Programa BiblioRedes ha estado presente en la Biblioteca “Volodia Teitelboim V.” brindado el servicio de capacitación gratuita y libre acceso a Internet. Gracias al financiamiento del Fondo del Libro y la Lectura y de la Municipalidad de Chillán, en 2010 se inicia un proceso de modernización y posicionamiento de sus servicios, el cual se materializa en un Plan de Fomento Lector que ha permitido desarrollar talleres de narrativa gráfica e ilustración, de poesía y narrativa. Además, en la Biblioteca hemos realizado la presentación de libros, siendo lo más importante de esta actividad el poner en contacto a los lectores con los escritores y, a su vez, a ambos con la magia de los libros. Nuestra Biblioteca Municipal es un centro de reunión, esparcimiento y cultura abierto a todas las edades; un espacio para el diálogo y la información, la entretención, el aprendizaje y el pensamiento crítico. Los ciclos de música, exposiciones y charlas se entremezclan en sus dependencias.

de la Biblioteca n° 293 de Chillán.

La relación con otras instituciones ha permitido crear espacios de colaboración y de crecimiento. En este sentido, se han implementado actividades con “kamishibai” (teatrillo japonés de papel), al que acceden alumnos y alumnas de kinder y de primer ciclo básico. Además, en forma paralela se trabaja con los encargados CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje) de las escuelas municipales en la difusión y aplicación de esta estrategia de fomento lector. La biblioteca pública es una puerta al desarrollo, una aventura a la imaginación; es acercar los libros y la lectura, el conocimiento y el patrimonio en su quehacer diario. Nuestro desafío es prepararnos para celebrar el centenario con nuevos espacios, con más y mejores servicios, beneficiando a la comunidad de Chillán y Ñuble.

El préstamo de libros a domicilio y/o su consulta en sala, también son parte importante los servicios que ofrece. Te invitamos a conocerla, a hacerte socio de ella y a participar de sus actividades. Estamos en Arauco N°974, Chillán. Teléfono 42 2433367, mail: b293bc1@abretumundo.cl Horario de atención: lunes a viernes de 08.15 a 13.00 hrs. y de 15.00 a 18.50 hrs. Además, puedes encontrar a la Biblioteca Pública “Volodia Teitelboim” en Facebook y Twitter.


Inmigrantes españoles en Chillán

En Chillán de principios del 1900, los inmigrantes provenientes de una España empobrecida encontraron tierra fértil donde establecer sus sueños de prosperidad. A cien años de la fundación del Centro Español, algunos de sus miembros relatan cómo se configuró una comunidad pujante que, si bien pudo ser herida de muerte durante la Guerra Civil Española, supo sobrevivir en fraternidad hasta el día de hoy. POR Marcia

Castellano

Muchas veces tentado por la tecnología de la computación y los emails, pero nunca seducido, a sus 81 años don Gerardo Martínez prefiere escribir con su puño y letra las veinte cartas que cada mes envía a sus amistades y familiares, principalmente dirigidas a España, con quienes mantiene una estrecha relación a pesar de la oceánica barrera que hace más de sesenta años los distancia. “Antes las cartas demoraban quince días, ahora llegan en un mes”, reprocha, mientras despliega una hoja de papel meticulosamente doblada, donde están escritos a mano los nombres y

direcciones de los destinatarios y un registro de cada correspondencia enviada. Escribir cartas a mano es una forma para evitar cruzar el umbral hacia el presente, porque el Chillán que don Gerardo conoció era más humano y menos agitado que el de hoy. “Es aberrante que la gente ya no hable ni con el vecino. No es que antes tuviéramos menos cosas que hacer, pero después del trabajo se salía a compartir y no a encerrarse para estar frente a la tele, al computador o con

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el teléfono, como ahora”, comenta con cierta nostalgia. Con un andar más pausado, pero lleno de la misma energía que prodigaba a fines de 1950 cuando llegó desde el pueblo Quintanilla Escalada, don Gerardo recorre su casa buscando recuerdos que compartir. Un armario con cajas de fotografías y quince álbumes de los grandes ubicados en una repisa del living, son parte de su más preciado patrimonio. “Esta señora en Julia Escobar de Hojas, española, al lado está Eloy Serrano, que instaló la fábrica de chorizos Serrano en Avenida Collín, y este es mi abuelo Florentino Martínez, que viajó conmigo en el barco de España a Chile”, señala, mientras sigue hojeando lentamente el álbum de páginas color café y separadores de papel mantequilla, hoy amarillentos. “Tengo un álbum que me hizo Darío Brunet y fotos desarrolladas por Angelino Gebauer. En esos tiempos las fotos en blanco y negro las desarrollaban en la misma semana, pero las que eran en colores demoraban dos meses porque las mandaban a desarrollar a Panamá”, recuerda. Sin titubear en fechas y nombres, don Gerardo continúa describiendo sus bien conservadas fotografías. Entre ellas hay una muy singular, también en blanco y negro, donde aparecen seis sonrientes jóvenes de terno y corbata, peinados a la gomina, prácticamente sumergidos entre decenas de vestidos de niña. “Este soy yo, ahí está Emilio Muriente, Juan Vallejo, Fidel Maceda, Samuel y Félix Hojas. Esta foto fue tomada el 3 de octubre de 1953 para la inauguración de La Casa del Niño, donde hoy está la zapatería Pasos”, precisa. Cómo no recordarlo si allí obtuvo su primer empleo y así comenzó la nueva vida de este extranjero que nunca sintió el desarraigo en Chillán. “Mis tíos, dueños de la Casa Hojas, me trajeron con contrato laboral para trabajar en La Casa del Niño. Me embarqué en Santander el 8 de octubre de 1950, nunca se me olvida porque ese día cumplí los 17 años”. Comenzar desde cero La llegada de don Gerardo Martínez es muy anterior a la ola migratoria. Según explica el estudioso de la Genealogía, Gonzalo Luengo, terminando el siglo XIX España se vio envuelta en una crisis económica a la cual se suma la plaga filoxera que afectó las viñas del sur del territorio; pero principalmente el escenario de fines del 1800 marcó el ocaso de la España grande al perder sus últimas colonias (como Cuba y Filipinas). De esa España venida a menos, muchos salieron a buscar lejos una mejor vida, mientras que otros huyeron de servir en la milicia ad portas de un escenario bélico en el viejo continente.


“El típico inmigrante llegado a Chile, por aquel entonces, es gente de localidades rurales de escasa población, empobrecidas o de regiones norteñas como Castilla y Asturias”, explica Luengo. Sin embargo, el país que los recibió no ofrecía demasiado: “Estos inmigrantes llegan a un Chile analfabeto, con mayoría de población rural”. En ese escenario, el 6 de junio de 1897 surgió la Sociedad Española de Beneficencia, primera entidad que los agrupó y que hoy se ocupa más que nada del panteón en el Cementerio Municipal. Posteriormente la Sociedad de Beneficencia y el Hogar Español fueron albergados por el Centro Español de Chillán, fundado el 24 de mayo de 1914. Estrechados por el mismo abrazo de la madre patria lejana, los inmigrantes españoles establecidos en Chillán se sintieron parte de una comunidad y lentamente se fue consolidando una identidad común. “Tal como es el caso de los palestinos y sirio, los españoles buscan apoyo mutuo, se socorren porque se identifican entre ellos y crean instancias de reunión y convivencia para fortalecer sus lazos”, sostiene Gonzalo Luengo. Dispuestos a salir adelante con trabajo y buen olfato comercial, los ibéricos conformaron en Chillán una comunidad pujante. “Los españoles que llegaron lo hicieron con gran sacrificio, incluso mucho vivían en sus negocios.Vinieron a hacerse la América,

pero trabajando y ahorrando”, recalca el presidente del Centro Español, Tomás Sanhueza. Ejemplos de esta prosperidad hay muchos: Jorge Olalde Goitía, llegado en 1906, dueño de la Sombrerería Chillán; la Casa Hojas, de la familia homónima; Eloy Serrano y sus cecinas; José Tohá con su producción de cervezas y hielo; Fabián Blásquez y los Grandes Almacenes Mundiales; las ferreterías de los Madrid y los Cordero, entre tantas otras familias que dinamizaron la actividad comercial de Chillán a principios del 1900. “En general el comercio operado por ciudadanos españoles tuvo proyección regional por sus dimensiones”, asevera el decano de la Facultad de Humanidades de la UBB, Marco Aurelio Reyes Coca, al tiempo que agrega que el establecimiento del Banco Español de Chile (1905-1926) “fue el soporte que permitió a las familias de comerciantes proyectar sus empresas”. Las penurias vividas por los primeros inmigrantes fueron enterradas con hormigón y sobre ellas se levantó una sólida estructura, donde todos los que estuvieran dispuestos a trabajar cabían dentro y si eran parientes mucho mejor. El relato de don Gerardo Martínez confirma que la bonanza ibérica fue posible gracias a los vínculos de confianza que se establecieron: “Como en España había muchas familias numerosas y la agricultura no era moderna, costaba producir y vivir de la agricultura, faltaba trabajo. Los españoles viajaban desde Chile a reclutar españoles porque preferían traer a sus parientes y a los más dotados les abrían sucursales para así ampliar sus negocios”. Dos bandos divididos Francisco Albarracín Clemente figura en el número veinticinco de los dos mil refugiados que Pablo Neruda consignó en la nómina de pasajeros del Winnipeg, publicada por Jaime Ferrer Mir en su libro Los españoles del Winnipeg. El barco de la esperanza (Ediciones Cal Soga, 1989). Originario de Murcia, arribó a Chile el 3 de septiembre de 1939 huyendo de la dictadura de Francisco Franco, líder del bando sublevado o bando nacional vencedor de la Guerra Civil Española (1936 -1939). “Mi padre estuvo herido en la retirada en un sanatorio de Barcelona y ahí conoció a mi mamá que trabajaba como voluntaria. Tengo dos tíos fusilados después de la guerra y otro tío vivió mucho tiempo escondido. Cuando yo crecí me lo contó mi papá, que también pasó por los campos de concentración”, relata su hijo Francisco Albarracín, médico del IRUS de Chillán, miembro de la Agrupación Winnipeg de Santiago. El drama de la guerra también dejó cicatrices en la comunidad de inmigrantes residentes en Chillán. Aunque distantes geográficamente del conflicto, era imposible no tomar partido. La escisión al interior del Centro Español fue la consecuencia lógica: por un lado estaban los adherentes al bando sublevado compuesto por la Falange Española, los monárquicos, entre otros de tendencia anticomunista, conservadora y católica;



Vista actual del Centro Español.

por el lado opuesto, los republicanos que defendían la Segunda República instaurada democráticamente, idea apoyada por un abanico de facciones (socialistas, comunistas, etc.) aunque cada uno con aspiraciones propias. El psicólogo Félix Martínez, profesor de la Escuela de Psicología de la UBB, es hijo de Félix Martínez Hojas, uno de los pocos españoles residentes en Chillán que se unió a la segunda cofradía ibérica, el Centro Republicano Español, formado en 1936 y vigente hasta 1939. “La Guerra Civil produjo muchas tensiones entre los españoles, acá también en Chillán. Había dos bandos: los franquistas y hay fotos en que aparecen saludando a la usanza, pero también hubo uno republicano donde José Tohá Soldavilla era su representante. Ahí también participaban Julián Alcalde y Félix Martínez Hojas”, detalla. Terminada la guerra ambas facciones

buscaron reconciliarse, no sin antes dar por aprendida una lección que hasta hoy se respeta: ni política ni religión. “Nos hemos cuidado de no vincular al Centro Español a actividades de campaña ni se habla de religión acá”, aclara su presidente Tomás Sanhueza. A juicio del decano Reyes Coca, “es una buena tradición que demuestra la cualidad de los españoles de ser fraternos entre hermanos”. Cien años de historia En una reunión que congregó a más de trescientas personas, el pasado 24 de mayo se conmemoró el centenario del Centro Español. Sentidos discursos y fotografías de antaño transportaron a los asistentes hacia un glorioso pasado construido con tesón. Bien documentado, Gonzalo Luengo detalla que el primer directorio estuvo formado por Victoriano Hoyos (presidente), Mariano Velilla (vice presidente), Tomás

1937: El Centro Español reunido, con un cuadro de Francisco Franco presidiendo el encuentro (Fotografía rescatada por Marta Ordenes de Viñuela)

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López (secretario), Juan Uriarte (pro secretario), Ángel Araneta (tesorero), Apolinar Sánchez (pro tesorero), Ángel Gómez (bibliotecario) y, como vocales, Carlos Villamil, Enrique Tohá, Arsenio Cordero y Fermín Vázquez. “Las juntas se realizan en el Club Comercial, hasta que en julio de 1914 arriendan la casa de Minervina Donoso, viuda de Polidoro Ojeda, pariente de los Arrau, ubicada en calle Arauco, tal vez una cuadra al sur de la plaza, donde estarían hasta 1921, año en que bajo la presidencia de don José Madrid Eraña adquieren la propiedad de Libertad 579, de la familia Lantaño-Solar, frente a la plaza, con el aporte de Tomás López y la garantía del directorio para pagar”, precisa Luengo. Pese a la alta convocatoria del evento, en otros tiempos el número de asistentes a un acto de tanta relevancia habría sido muy superior, pero cada vez son menos los miembros del Centro Español. “Todavía la gente cree que es de puros españoles, pero está abierto a todos”, aclara Tomás Sanhueza. De aquellos años prósperos, don Gerardo Martínez recuerda que se contaba en los registros a unos 120 socios, pero actualmente solo hay 30 miembros. “Esta era como la segunda casa: uno venía acá a tomar cerveza, jugar cacho, era como una obligación diaria. Era un lugar de reunión donde se hacían fiestas, despedidas y bienvenidas todo el tiempo, cuando en Chillán solo existía el salón Olimpia, el Club Ñuble y Centro Español, pero ahora hay montones de lugares más y la gente no tiene tanto la necesidad de venir aquí. Hoy nos une únicamente la tradición de mantener vivo esto”, comenta con añoranza.


Libertad 579, primera casa propia del Centro Espa単ol en 1921.

Centro Espa単ol 1920


Andrés Sepúlveda, músico y trabajador radial

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Con un amplio bagaje musical ganado en veinte años de experiencia en radio, Andrés Sepúlveda ha visto nacer y desaparecer del dial a múltiples bandas, por eso sabe bien lo que espera de su propia carrera como músico. Actualmente está trabajando como solista en nuevas composiciones fiel a su estilo rock y folk, con una temática ecologista que habla del amor a la tierra, la contaminación del aire, el repudio a los circos con animales y al rodeo, pero también de la paz social y de la esperanza… POR Rodrigo

González - FOTO Máximo Beltrán

¿Cuándo te vinculas a la música?

¿Cuáles son tus principales influencias musicales?

Desde niño tuve gran interés por la música.Vivía en casa de mis abuelos y mis tíos eran músicos de una banda llamada Metrópolis. Desde ese entonces me llamaba mucho la atención, es más, tenía una batería de tarros con platillos de latas como a los seis o siete años.

Es muy apresurado saber cuáles son mis influencias, pero con el tiempo sentiré el efecto. Generalmente me inclino por las obras más que por las bandas.The Beatles es mi banda favorita, de ellos Revolver, Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band, Abbey Road, también Aftermatch de The Rolling Stones, Lado Oscuro de la Luna de Pink Floyd, Breakfast in América de Supertramp, Space Oddity de David Bowie, Bridge Over Troubled Water de Simon and Garfunkel, por nombrar algunos.

¿Crees que Chillán es una plaza interesante para desarrollar una carrera musical?

¿Qué consejos le darías a un músico que está empezando?

En cualquier parte puedes desarrollar una carrera musical. Chillán tiene una ventaja patrimonial en su historia con personajes ilustres, eso le da un plus distinto como Valparaíso… y acá hay mucho talento.

Lo primero es la perseverancia y dejar fluir las ideas…el arte es algo auténtico y natural. No son piezas de reloj.

¿Están dadas las condiciones para que ese talento se muestre al público local?

¿Cómo te autodefines?

Faltan espacios. No solamente en Chillán, este es un tema país. Las autoridades juegan un rol fundamental en esto, pero la cultura siempre queda postergada. Hay que llevar la cultura a los barrios, de ahí parte todo; hay que educar a los niños y mostrarles el arte. Tengo fe en ellos porque he visto que muchos ya no consumen farándula y eso es una buena señal.

Como una persona auténtica y simple, en momentos me gusta estar solo para buscar mi interior, veo a Dios en la naturaleza. Respeto las ideologías, son necesarias para la diversidad y el equilibrio, pero no creo en ellas. Al igual que las religiones, las respetos pero no creo en sus teorías. ¿Desde tu mirada comprometida, a tu juicio cómo podríamos todos construir un mejor país?

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar durante veinte años en radio?

Muchas cosas deben cambiar, porque no basta estar preocupado del PIB y de los índices macros si en la interna hay mucho por hacer. Como primer paso hay que educar a la ciudadanía, mejorar la tv, regular el libre mercado que juega un rol fundamental en la desigualdad, un llamado a los políticos que den el ejemplo con más política y no politiquería… lo mas utópico que puedo pedir es que tengan un sueldo como cualquier político del mundo, eso les ayudará a disminuir su mala aceptación por el pueblo, el que a pesar de todo busca una esperanza en sus determinaciones.

Comencé en radio Diva, después Stellar, Constelación de Yungay, Alborada, Isadora, Macarena y hoy en día en radio La Discusión como radiocontrolador. También he colaborado en radios de la provincia y de otras regiones. Ha sido una experiencia bonita y enriquecedora, se aprenden muchas cosas y a la vez conoces más de música. También me ayuda en la composición ya que tengo bien grabada la estructura de una canción y eso te lo da el oír mucha música.

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“Leer no es un tema de gusto, es necesidad e instinto a esta altura de la vida. Evito leer acostado (ya ni lo hago) porque me canso, lo hago mejor sentado o de pie: mi escritorio, la biblioteca o el camino son las instancias de lectura. Las bibliotecas son donde todo empieza: a mí me tocó que mi pasión por la genealogía la fortalecí descubriendo libros en la biblioteca del campus La Castilla de la Universidad del Bío-Bío, donde estudié. Tengo un plan de lectura y en estos días estoy con Filatelia y región, de Carlos Fredes Aliaga”. Gonzalo Alexis Luengo Orellana. Profesor de Inglés, incansable estudioso de la genealogía desde hace una década.

FE DE ERRATA Edición Nº17, página 8, segundo párrafo, se le atribuyen al veterinario Reinaldo Ortiz, declaraciones pertenecientes a otra fuente. Allí donde se lee: “Sin embargo, advierte Ortiz,…”, debe decir: “Sin embargo, el experto en ganadería consultado, advierte que…”

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A g é n da lo , vive la cultura

Concierto Retrato Iluminado La gira nacional de Manuel García llega a Chillán de la mano de la productora local EME Producciones. 8 de noviembre a las 21:00 horas en la Casa del Deporte. Venta de entradas en www.tickethoy.com y en boleterías de la Casa del Deporte (desde el 24 de octubre)

Festival Canto a la Chillaneja 25 de octubre desde las 11:00 horas en la plaza Santo Domingo. Música, teatro, circo, artes visuales y más.

Encuentra

Exposición “Taxon Lazarus” Abierta hasta fines de octubre. En el Museo Internacional de la Gráfica - Av. O’Higgins esquina Vega de Saldías

Temporada de Música de Cámara. Jueves 23 de octubre: Piano y violín. Viernes 24 de octubre: Flauta traversa y guitarra acústica. Sábado 25 de octubre: Piano y clarinete En el Museo Interactivo Claudio Arrau a las 19:30 horas. Organizan: Museo Arrau y Conservatorio de Arte Chillán

estos y otros eventos en facebook . com / vitrinaurbana

Manuel Quezada Ciclo de Cine Audrey Hepburn. En la Sala Schäfer a las 19:00 horas. Entrada liberada. 13 de octubre: Roman Holyday. 20 de octubre: Sabrina. 27 de octubre: Funny Face. 3 de noviembre: Breakfast at Tiffany`s Organizan: UBB y TheOz

Exposición de Andrés Baldwin. 2 al 30 de octubre en la Sala Diario La Discusión Entrada liberada. Organizan: Diario La Discusión y Municipalidad de Chillán

Concierto de Manuel Quezada. 23 de octubre a las 19:00 horas en la Biblioteca Municipal Volodia Teitelboim - Arauco 974. Entrada Liberada

Estreno de la película Matar a un hombre. Jueves 16 de octubre en la Sala Schäffer. Funciones: 16:00, 18:00 y 20:00 hrs Precios: $2.500 (gral.), $1000 (estudiantes), $1000 (tercera edad)



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