su vida
Día a día reconstruyen
Es el mejor estudiante de la unidad educativa que funciona en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Archidona. Le resulta difícil creerlo porque cuando era niño no le gustaba estudiar. Apenas llegó al octavo año de básica. Pensó que su vida seguiría así, pero hace un poco más de seis años fue detenido y sentenciado. Cuando ingresó al CRS Archidona no sabía qué hacer con su tiempo libre y una maestra le dio un consejo: estudia. El consejo fue extraño, pero Edilbeto C. lo tomó. Se inscribió en la unidad educativa del CRS Archidona y terminó la educación básica y luego el bachillerato.
Se graduó como bachiller
y tiene grandes planes para su vida
En julio se graduó como bachiller y tiene grandes planes para su vida. Cuando recupere la libertad, quiere estudiar una carrera universitaria, graduarse como ingeniero mecánico y ocuparse de su madre, la única que ha permanecido junto a él en estos años.
Francisco U. cuenta su historia con vergüenza. Han pasado ocho años y medio desde que ingresó al CRS Archidona. Es hombre de pocas palabras y práctico.
En el taller hay camas a medio elaborar, perezosas, botiquines, caballos para niños, sillas y hasta una mesa que empieza a tomar forma.
Era maestro de la construcción, aunque él prefiere llamarse especialista. Su vida se la pasó entre cementos, ladrillos y varillas de hierro. Pensó que esa sería siempre su profesión.
Cuando recupere su libertad se reunirá con su familia y montará un negocio propio. Esa será la forma de reiniciar su vida, diferente y alejada de aquello que le llevo a estar privado de libertad.
Cuando perdió su libertad tuvo que olvidarse de la construcción y con el tiempo disponible que tenía en el centro de rehabilitación social buscó opciones para ocupar su tiempo. Así que decidió incorporarse al taller de carpintería. Allí entre máquinas, madera y aserrín se pasa ocho horas diarias elaborando muebles y artesanías, que los comercializan sus familiares. Han pasado ocho años desde que lo hizo y ahora es un carpintero experimentado. Está al frente del taller y enseña a 27 de sus compañeros a moldear la madera. Las máquinas se encienden de lunes a jueves, a las 08:00 y el grupo permanece allí hasta las 16:30. Unos cortan, otros cepillan, algunos arman y barnizan los muebles.
Cuando recupere su libertad
se reunirá con su familia y montará un negocio propio
Gloria M. siente que ha pasado la mitad de su vida en el Centro de Rehabilitación Social Archidona, pero al hacer cuentas se corrige: ‘solo’ tres años. En esos años aprendió a manejar situaciones difíciles para ella y su familia, a más de estar detenida, enfrenta una batalla contra el cáncer y está segura que la ganará. Durante los años de encierro ha conocido a decenas de mujeres, que llegan sin saber qué hacer con tanto tiempo libre. Afuera quedan los hijos, la familia, la pareja, todos aquellos que demandaban atención. En un intento por sentirse útiles y aprender iniciaron un taller de artesanías. Entre papeles, goma, pinturas, yeso y con la guía de Gloria le dan forma a cofres, motocicletas, adornos para la mesa… Todo lo que se puedan imaginar. Las 14 mujeres cuentan con el apoyo del taller de artesanías de los hombres. Las privadas de libertad entregan el producto final a sus familiares para que comercialicen y así se ayuden con un ingreso adicional. Gloria espera recuperar pronto su libertad. Sus compañeras esperan que ella pronto se pueda reunir con su familia, pero sienten que se irá su maestra de manualidades, la mujer que hizo la diferencia en su vida
Gloria espera
recuperar pronto su libertad y reunirse con su familia.
La rehabilitación social en
Archidona
Las personas que cumplen con privación de libertad en el Centro de Rehabilitación Social Archidona se incorporan al sistema de rehabilitación social que impulsa el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos. En el centro se implementaron talleres de carpintería, artesanías, psicultura y agronomía para los varones, mientras que para las mujeres existen talleres de artesanías y belleza. Además, en el interior del CRS funciona una unidad educativa, en la que reciben clases en los módulos de alfabetización, postalfabetización y bachillerato. Los internos también tienen la oportunidad de participar en otras actividades, se encargan de la biblioteca, apoyan en labores de la oficina, de limpieza y en la cocina. Los talleres laborales son parte de las actividades que se desarrollan como parte de la política cero ocio que se promueve para las personas privadas de libertad. Los procesos de rehabilitación incluyen actividades educativas, culturales, deportivas, de salud y vínculo familiar.
Población penitenciaria en Archidona
Hombres
411
Mujeres
18 0
100
200
300
400
500
Población penitenciaria de Archidona, según su causa
Sentenciados
337
Procesados
75
Conraventores 15 Mire aquí las actividades de rehabilitación del CRS Archidona
Apremio 2 0
50
100 150 200 250 300 350