Le Corbusier El 6 de Octubre de 1887 nace en Suiza Charles Édouard JeanneretGris, popularmente conocido como Le Corbusier, uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Le Corbusier fue, además de un gran arquitecto y pintor, un eminente teórico de la Arquitectura. La máquina de habitar, los 5 puntos de la arquitectura y el Modulor, son parte de su legado. Definió la arquitectura como “el juego correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”. Entre los edificios diseñados por él se destacan los elaborados entre 1925 y 1930, como el Pabellón del Esprit Nouveau en París, la villa de Monzie en Garches y la villa Savoye en Poissy, y proyectos no construidos, como el de la Sociedad de Naciones en Ginebra y el palacio de los Soviets en Moscú. En el área de la pintura, se asoció con Amédée Ozenfant, con quien fundó el movimiento Purista. Con él también fundó la revista L’Esprit Nouveau (El espíritu nuevo), en 1920, donde pudo publicar muchas de sus teorías arquitectónicas. Era un profesor vocacional que veía en la arquitectura un potencial para cambiar las relaciones personales, una herramienta para vivir. Junto a Walter Gropius, fue el principal protagonista del renacimiento arquitectónico internacional del siglo XX. A lo largo de su carrera ideó diferentes piezas de mobiliario cuyos diseños han trascendido hasta nuestros días. Su primer diseño fue la silla LC1, con un respaldo ajustable en altura que permitía al usuario elegir la postura más cómoda. Pero si hay un diseño conocido es el LC4, la Chaise Lounge, un diseño purista y radical que en su tiempo tuvo gran reconocimiento y hoy se ha convertido en un clásico del diseño. 2
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En 1900 Le Corbusier comenzó su aprendizaje como grabador y cincelador en la Escuela de Arte de La Chaux-de-Fonds, en Suiza. Uno de sus profesores, Charles L’Eplattenier, le orientó hacia la pintura y después hacia la arquitectura. “Tuve un profesor excelente que abrió mis ojos al espectáculo de la naturaleza ...En un momento determinado, abandoné el grabado. Dije “No voy a seguir haciéndolo. Probaré otra cosa.” Entonces mi profesor me contestó, “Harás arquitectura.” Y yo dije, “Pero si odio la arquitectura...¿Qué son los arquitectos?...Todo eso no me divierte...ni la arquitectura...¿Cómo puede esperar que yo haga arquitectura?” “Pues si, ya lo verás, la Arquitectura, dijo Carlos Quinto el Sabio (el gran maestro de las artes), dijo: la arquitectura es la primera de las Artes.” Jenneret, como la mayoría de arquitectos, a pesar de que nunca se tituló en ninguna escuela, comienza a trabajar en proyectos para casas unifamiliares en su ciudad natal, La Chaux-de-Fonds, en la región de Neuchatel, Suiza.
“No tengo diploma y por eso nunca tuve que olvidar lo que estudié. Esa es la pura verdad”
“No tengo diploma y por eso nunca tuve que olvidar lo que estudié. Esa es la pura verdad.” Rene Chapallaz (Nyon, 1881- La Chaux-de-Fonds, 1976), arquitecto que asistió a la escuela industrial de Nyon y Lausana, fue contratado como diseñador, arquitecto y luego como jefe de obras de Ed Piquet, arquitecto constructor en La Chaux-de-Fonds. En 1905 trabaja como arquitecto en Co Tavannes Wattch Co una de las compañías más grandes del reloj en el Jura bernés. A pesar crear su propio estudio de arquitectura en la ciudad, pronto abandonó Tavannes para extender sus actividades en La Chaux4
de-Fonds y Le Locle, donde construyó las casas de alquiler y la fábrica de relojes. En esa época conoció a Charles L’Eplattenier y Charles-Edouard Jeanneret, con quien colaboró. En 1905, a los 17 años, Charles Edouard Jenneret, junto a Rene Chapallaz, proyecta y construye su primera obra: La Villa Fallet. “Empecé construyendo mi primera casa, enseguida, con diecisiete años. Encontré una buena persona, un tipo decente, que era miembro de la junta directiva de la escuela en la que estaba matriculado, y que me dijo, “Voy a construirme una casa.” Yo le contesté, “¿Va a construirse usted mismo una casa?. ¡Se la construiré yo!” El me dijo “Está usted loco” y yo le contesté “Pues no, claro que se la construyo.” “El me dijo que yo no era arquitecto, a lo que yo le contesté: “No, pero puedo probar, es lo mismo hacer una casa que otras cosas”. Entonces le hice unos planos. Y quedó asombrado, lo convencí.” 5
“Le embauqué y le hice su casa: construida con toda clase de detalles encantadores, románticos y cuidados, impecablemente hechos... impecablemente ejecutados. Vigilaba como un perro guardián la obra. Los contratistas, ¡menudos eran! En cuanto podían, me presionaban, me herían. Pero pude con ello...siempre los pies sobre la obra... Registrada por Chapallaz en 1906, la licencia de obras describe un edificio compacto que ilustra el estereotipo del chalé con la que se identificaba el estilo nacional helvético desde varias décadas atrás.
Foto del arquitecto René Chapallaz
La villa está situada en una colina boscosa que domina La Chaux-de-Fonds. Construida en estilo vernacular, la casa destaca por su techo que sobresale de las galerías al este y al oeste, con la entrada desde la galería occidental a un vestíbulo central.
“Pude manejar piedras, ladrillos, y me interesé en los materiales, en su valor específico, en que construir es emplear materiales, respetar las leyes de la resistencia, inventar medios para vencer la resistencia. Y entonces me hice arquitecto, como se debe, para con Dios quizás, no oficialmente.” Esta primera obra realizada y aplaudida por sus conciudadanos les valdrá a Chapallaz y Jeanneret el encargo de dos casas en terrenos cercanos, una para Albert Stotzer, pulidor de cajas de relojes, y la otra para Ulysse6
Jules Jacquement, profesor en la escuela de relojería, ambas diseñadas en parte en Viena y acabadas en 1908. “Me encargó su casa, y tuve mis primeros problemas graves con la opinión pública, que nunca cesaron.” Desde la casa Fallet, que diseña en 1906-1907, hasta sus obras póstumas, resulta asombrosa la intensidad de producción que alcanzó durante seis décadas. Le Corbusier construyó 75 edificios en doce países y diseñó 42 proyectos urbanísticos Jeanneret trabajando en la Villa Fallet importantes. Dejó como legado 8.000 dibujos, más de 400 cuadros, 44 esculturas y 27 cartones para tapices. Escribió 34 libros, que suman unas 7.000 páginas, cientos de artículos y conferencias y una correspondencia privada de 6.500 cartas, que vienen a añadirse a las innumerables de su estudio. “Quizás sorprenda, pero diré que nunca pretendí ser más astuto que los demás. Sí pensé por mi cuenta siempre e intenté explicitarme a mí mismo y a mis ideas en la práctica. El principio es que tengo una mente organizada. Soy un autodidacta, pero soy muy curioso, todo me interesa.”
Extractos de la última entrevista a Le Corbusier recogidos en la revista El CIRCO (una iniciativa personal del estudio de arquitectura de Tuñón y Mansilla). Dicha entrevista fue grabada en 1965 por Hugues Desalle y publicada en 1979 con el título “Message dans une bouteille”.
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La aportación específica de la casa reside en el uso la decoración, que ya casi es parte integrante del edificio. L’Eplattenier familiarizó a sus discípulos con las reflexiones de John Ruskin acerca del paisaje y les animó a reproducir las láminas de «The Crammar of Ornament», de Owen Jones. Pero ante todo les incitó a que descubrieran el mundo que les rodea. Así pues, Jeanneret dibuja los paisajes del Jura y la vegetación local, y en concreto los abetos, y plasma sus líneas geométricas en sus relojes, a veces con el contraste de las figuras animales, como en el caso de la caja de la abeja de 1906. “Iba a...nos introducía en los bosques, en praderas, entre las flores, en el follaje, y nos ayudaba a dibujar del natural -no paisajes, sino fragmentos de plantas. Nos empujaría hacia un entendimiento de como las cosas van unidas. Esto fue muy importante para mí, y creo que respondí bien a sus intenciones. Era, sin saberlo, su alumno preferido.”
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Los temas naturales que aparecen en numerosos dibujos suyos se hacen omnipresentes en la casa Fallet. Las sólidas ménsulas de piedra del Jura, que soportan el piso principal, parecen formaciones cristalinas y evocan los motivos esculpidos en el reloj de 1906. Las superficies murales, especialmente los aguilones, están decoradas con ornamentos de esgraflados que reproducen los motivos en espigas de los abetos y piñones o de los árboles frondosos en su estado invernal para la parte baja de las ventanas. La forja también utiliza un ornamento geométrico triangular que evoca las coniferas, una temática que reaparece en los revestimientos de madera del interior. Una cálida policromía a base de rojos, amarillos y azules proporciona al conjunto un aire casi oriental. Todo parece indicar que se procedió primero a un estudio en maqueta de este sólido bloque revestido por una cubierta a cuatro aguas, enclavado en un terreno en cuesta con orientación sur. Su planta simétrica se centra en un recibidor de doble altura que comprende la escalera. La amplia sala se abre sobre el valle mediante una galería cerrada que sirve de soporte al balcón del dormitorio. La distribución vertical de las habitaciones no resulta especialmente innovadora con respecto a las casas de la burguesía suiza de la época. El zócalo acoge las habitaciones de servicio; el nivel principal, las habitaciones de recepción y el nivel superior los dormitorios.
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Fachada sur
nivel principal
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Secci贸n
Nivel superior
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Fachada este
Fachada oeste
Informaci贸n de www.fondationlecorbusier.fr www.arqpress.net y www.wikiarquitectura.com
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