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vivirverano2007
DIARIO DE BURGOS DOMINGO 5 DE AGOSTO DE 2007
Curiosidades El río Pedroso siempre ha tenido mucha fama truchera y cangrejera. En el siglo XI sus truchas estaban monopolizadas por el Ayuntamiento de Burgos y se reservaban para los reyes y altas personalidades que arribaban a orillas del Arlanzón. En el año 1044 un documento del Monasterio de Arlanza hace referencia a Barbadillo de Herreros como centro de la actividad metalúrgica. Las aguas del Pedroso han sido durante años ricas en truchas y cangrejos, aunque en los últimos tiempos han mermado de forma alarmante.
Vista de Valdepez desde la carretera que comunica con Quintanilla de Urrilla.
Descanso a la sombra de un castaño en Barbadillo del Pez.
Plaza Mayor e iglesia de Barbadillo del Mercado.
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recientemente, y que alberga en su interior un brillante retablo barroco. ÚLTIMO BARBADILLO. A poco más de seis kilómetros está nuestra última parada, Barbadillo de Herreros. Una carretera cada vez más estrecha y que, poco a poco, te integra, aún más, entre las montañas. Un relieve rocoso impresionante, la vista de algunas cimas y la pérdida de cobertura son claros indicativos de que estamos en plena naturaleza, cada vez más altos, más dentro de la Sierra de la Demanda. Tras este intenso tramo paisajístico, llegamos al pueblo. Coches y bicicletas abundan, lo que es señal de que muchos han llegado para disfrutar aquí de sus vacaciones. Este lugar, donde nació el famoso periodista y escritor Francisco Grandmontagne, esconde preciosos rincones natura-
les a la orilla del río y, entre sus estrechas calles, casas de piedra coloridas por las flores, fuentes o escalinatas llenan las aceras de luces y sombras. Famoso por sus minas de hierro, que durante finales del XIX fortalecieron la localidad, hoy en día apenas quedan restos de lo que fue una gran industria mineral, que incluso propició la construcción del ferrocarril minero. El horno de la ferrería utilizado para la reducción del hierro se conserva en buen estado, aunque este sea uno de los pocos restos en pie. Una vía verde recorre el camino que, en su día, hizo el ferrocarril. 52 kilómetros entre Arlanzón y Monterrubio de la Demanda, que tiene en Barbadillo de Herreros uno de los puntos más atractivos. El recorrido de la senda a su paso por la sierra y el viejo túnel, ahora iluminado, son algunas de las partes más interesantes. Durante años fue uno de las zo-
Un ejemplo de los floridos jardines de la zona.
nas principales del pastoreo trashumante y por ello aún quedan grandes casonas a las que acuden sus descendientes a veranear. En cuanto al alojamiento, dispone de una casa rural y un gran albergue que aseguran , durante el verano, un lugar lleno de ambiente. En invierno son los cazadores los que se encargan de ello, ya que la caza del ciervo, corzo y jabalí es una de las actividades económicas más importantes. ENTRE MONTAÑAS. Sin duda, el mayor atractivo del Valle del Pedroso es el paisaje creado por el paso de las aguas del río. Cumbres y laderas se llenan de bosques, piedras y cascadas entre las que se elevan unos coloridos pueblos, cuidados al detalle y que sobre todo ahora en verano, lucen todo su encanto. Agua, montaña y brisa aseguran un viaje de lo más agradable para los sentidos.
Otras propuestas -. Si se desea ampliar la visita y se cuenta con tiempo, Santo Domingo de Silos, Covarrubias, el Monasterio de San Pedro de Arlanza o Fuente Azul son algunos lugares cercanos que merecen volver a ser disfrutados. -. La milenaria Salas de los Infantes es uno de los enclaves históricos más importantes de la zona. Las huellas de dinosaurios y su Museo son uno de los principales reclamos que atraen a los visitantes. -. Al este de nuestra ruta está la Sierra de la Demanda (las lagunas de Neila, Quintanar de la Sierra, Pineda...) y al oeste los Sabinares del Arlanza, dos Espacios Naturales Protegidos.