VIVIR BURGOS31
DOMINGO 16 DE SEPTIEMBRE DE 2007 DIARIO DE BURGOS
Las paredes rocosas atraen a muchos grupos de escaladores
noría los que aguantan por allí. Además del clásico turismo rural, que goza en este municipio de tres casas rurales, son asiduas las visitas de jóvenes los fines de semana ya que, muy cerca del pueblo, en el Monte Hijedo, existen paredes rocosas aptas para la escalada. Por sus calles, como por las de muchos otros pueblos, podemos oír los pitidos insistentes del butanero reclamando clientes o ver persecuciones de gallinas. Al hablar con los vecinos sobre la belleza y el encanto de la zona no se les olvida comentar detalles como que esta localidad fue uno de los enclaves escogidos por el director de cine Mario Camus para grabar su largometraje «La vuelta del Coyote», protagonizado por José Coronado. LA ESPESURA DEL HIJEDO. Rumbo al Monte Hijedo las carreteras se estrechan y serpentean mientras nos llevan hasta el comienzo del bosque. Las verdes lla-
La variedad arbórea embellece el entorno de los municipios.
Los milenarios tejos son uno de los tesoros que se esconden en el corazón del Hijedo nuras quedan atrás y las estructuras rocosas aparecen con formas sinuosas debido a la erosión. Las vacas y los caballos pastan en libertad por las laderas y se convierten así en los animales más vistosos de la zona, a pesar de la gran variedad que engloba la fauna del lugar. El Monte Hijedo está declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) y constituye una de las superficies cadufolias mejor conservadas del norte de la península. A
pesar de su extensión y frondosidad, existe una pista de gravilla por la que está planificada una ruta de aproximadamente 12 kilómetros. Desde aquí llegamos a la Cabaña de Hijedo, un lugar enclavado en medio del bosque construido a principios del siglo XX fruto de un capricho de un indiano enriquecido y que reúne vivienda, granja y capilla alrededor de un patio presidido por un tejo centenario. Robles albar y común, hayas, alisos y abedules y un centenar de milenarios tejos son los verdes tesoros que guardan estas montañas colindantes a Cantabria y que suponen uno de los pulmones más importantes de Castilla y León. Los puntos más altos son un perfecto mirador desde el que se aprecia la magnitud y la frondosidad de la vegetación. Aquí el aire fresco y húmedo empuja fuerte y aprovecha cualquier abertura para colarse y hacerse notar. Es una brisa constante y limpia, es un regalo del bosque.
Las rocas adoptan formas de lo más diversas. / FOTOS: LUIS LÓPEZ ARAICO