historias de ida y vuelta

Page 1

14

vivirverano2007

DIARIO DE BURGOS LUNES 3 DE SEPTIEMBRE DE 2007

Los viajeros esperan con impaciencia la salida de sus autobuses.

Cuando la vida cambia su destino Un lugar por el que diariamente pasan cientos de personas con motivos y destinos dispares. La estación de autobuses, un albergue para las emociones.

Historias de ida y vuelta Cristina es una chica de Bilbao aunque actualmente vive en Madid y se dispone a pasar unos días en León. Viaja mucho en autobús aunque esta es la primera vez que pisa la estación burgalesa. Confiesa que los precios de los billetes cada vez son más caros, sobre todo para los destinos del norte

Mikel, Joseba y Eders son naturales de Bilbao. No acostumbran a utilizar mucho el autobús pero han decidido irse de vacaciones y, a falta de vehículo propio, no les queda otra alternativa que viajar en este medio de transporte. La casualidad les ha hecho pasar por la estación, pues es una de las paradas de su viaje. Su destino, Carrión.

La hermana Benigna es una monja que reside habitualmente en Barcelona. Aprovechando el verano llegó a Burgos para visitar a su familia. El viaje de regreso a casa es largo y según dice no entiende bien las películas, por esto, la mejor opción para ella, aprovechando la comodidad de los autobuses, es dormir la mayor parte de un recorrido que dura entre 7 y 8 horas.

MÍRIAM LÓPEZ / BURGOS

nos llegan, otros se van. Unos lloran mientras otros ríen. La cíclica realidad de un lugar donde empiezan y acaban sueños , donde según el día los besos saben diferentes, dónde los abrazos se sienten más fuertes y donde los sentimientos se agolpan en un esperado saludo o en una triste despedida. Un lugar sencillo, para algunos de paso, para otros, demasiado frecuente. La estación de autobuses, el principio y el fin de un destino por descubrir. Cada día cientos de personas pasan por allí. Historias que se cruzan o se encuentran en un ir y venir de viajeros. Jóvenes, adultos, ancianos, la estación no tiene edad. Cada uno con su motivos espera en los andenes. Están los más inquietos que no despegan la vista del reloj, los tranquilos que optan por hacer la espera más amena leyendo una revista o, incluso, los que aprovechan para comerse un bocadillo. La variedad es la tónica de este transitado lugar. Los que allí, detrás de un cristal, pasan sus horas vendiendo billetes saben bien de horarios y destinos. «¿ A qué hora hay a Madrid?», pregunta una viajera. «7:30, 8:15, 9:30...», contesta de carrerilla el taquillero de la Continental. Y es que, aunque se pueden tomar muchas direcciones, la más recurrida es la que va a la capital. Para acudir al trabajo, visitar al médico, ir de vacaciones, volver a casa, hacer unas compras, reencontrarse con la familia o la pareja...Motivos variados y dispares que mueven a las personas a recorrer kilómetros y kilómetros para lograr su objetivo. La mayor parte de las personas mayores que pasan por la estación burgalesa llegan de pequeños pueblos de la provincia. José es uno de ellos. Esta mañana co-

U

gió en Oña el autobús de las 7:30 de la mañana para hacer unas compras por la ciudad. Con su carrito como único equipaje espera con sobrada antelación al bus de regreso de la 1 del mediodía. Una visita fugaz. Al igual le ocurre a Domingo, que sólo se ha acercado hasta la capital burgalesa desde Mecerreyes para acudir al médico. Mientras esperan, muchos de ellos conversan y comparten anécdotas. Cuentan que antes, no utilizaban el autobús y el coche era un capricho que muy pocos se podían permitir. La gran alternativa, la bicicleta. Pedaleaban 20 o 30 kilómetros hasta algún pueblo más grande, pasaban la tarde y regresaban de nuevo. «Antes, quien tenía una bici tenía un tesoro», asegura Domingo. CAMBIO DE VIAJES. La evolución ha hecho mella en tantas cosas que el transporte no se podía escapar. La revolución del automóvil, el avance de la tecnología y otros muchos adelantos se funden para formar parte de los nuevos autobuses. Televisión con vídeo, hilo musical, aire acondicionado y un sinfín de pequeñas comodidades que poco a poco se van incorporando a los vehículos para proporcionar al usuario un viaje más entretenido, cómodo y seguro. Todas estas ventajas han calado en la gente, ya que la gran mayoría está conforme con los servicios que se ofrecen aunque no tanto con las tarifas pues, dependiendo de la zona, los precios varían mucho y cada vez son más elevados. En la cafetería y el quiosco no falta movimiento. Después de comprar el billete los viajeros aprovechan para tomar un último tentempié antes de partir. Por otro lado, los que se previenen para combatir el aburrimiento recu-


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.