TEORIAS DEL ORIGEN DE LA VIDA
CREACIONISTA AUTOR: Católicos y Cristianos
CONTRAPONEN: Ateos y Científicos En sentido estricto "crear" significa sacar algo de la nada, es decir, la cosa creada proviene de una realidad que no existe antes. Crear de la nada significa que Dios no parte de nada pre-existente, ni de nada que provenga de sí mismo (emanacionismo). Dios es el único Ser que puede crear de la nada. Por tanto, la creación sólo puede venir de Dios.
Según la Teoría Creacionista pura, Dios creó directamente el universo y todo lo que éste contiene, incluyendo los seres humanos. La Evolución, entonces, sigue quedando como una teoría. Pero, suponiendo que la Evolución llegara a comprobarse científicamente, o suponiendo que quisiéramos creer que es comprobable, los católicos debemos aceptar que Dios es Creador y que la evolución puede ser la manera de Dios realizar la creación. Esto significa que Dios pudo haber creado la materia y haberle dado la capacidad de evolucionar hasta llegar a las formas más complicadas y desarrolladas que existen en la naturaleza. Pero al llegar al alma humana, ésta no pudo haber evolucionado de la materia. ¡Imposible! Pues lo que nos hace imagen de Dios, nuestra alma, viene directamente de Dios, no puede venir de la materia. PRIMER DÍA: NOCHE Y DÍA Dios vio que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas.Cita4.png — Moisés discriminando a los góticos "En el principio Creó Dios los cielos y la tierra", así empieza el Génesis, explicando el primer día, en donde se creó el Día y la Noche. Para empezar, Dios quiso dividir un ciclo de rotación de la Tierra en Día y Noche, para ordenarla y rellenarla. Sin más esfuerzo, alejó a las tinieblas y las llamó Noche. Al rato después, hizo la luz a la
que llamó Día. Por supuesto el tipo es omnipotente pero en una muestra de flojera absoluta dijo lo que sería el mantra de sus futuros hijos “¿Por qué hacer hoy lo que puedes dejar para mañana?”. SEGUNDO DÍA: CIELO Y MAR Al ver el desastre que había en la Tierra, Dios se vio en la obligación de ordenarla un poco más. Por alguna extraña razón en la que es mejor no profundizar (¡si la biblia lo dice no preguntes, maldición!), ya había agua. Dios no tuvo que crearla, sólo se limitó a separarla en agua de abajo (mar) y agua de arriba, la cual sólo puede ser navegada en la actualidad gracias a los astronautas y sus submarinos espaciales. TERCER DÍA: PLANTAS Después de crear el Cielo y el Mar, Dios hizo a las plantas, ya que éstas eran esenciales para la vida en el ciclo del oxígeno separaban el agua de la tierra y además nutrían de distintos colores al planeta, se veía divino. En fin esto nos hace preguntarnos ¿Qué carajo le pasa a este tipo? ¿Crea las plantas y todavía no crea el Sol? Lo que hace la flojera.
CUARTO DÍA: SOL Y LUNA Al cuarto día Dios creó el Sol y la Luna por que vio que cuando se hacía el día era oscuro, y la noche también. Entonces creó el sol para el día y la luna para la noche ¿Eso sonó estúpido? Pues sí, Dios también se sintió estúpido cuando tuvo que crear todas la plantas otra vez después de que éstas murieran por falta de sol.
QUINTO DÍA: PECES Y AVES Una vez creado la Luna y el Sol, Dios se encontró con un problema: no había nadie en el mundo. Para combatir esto, sacó un moco de su nariz y lo tiró al mar, en ese momento se crearon los peces (generación espontánea o el infierno, tú escoges).
Pero al ver que el cielo estaba desierto, se vio en la necesidad de crear animales aéreos, por lo que se cortó un trozo de su barba y lo lanzó al aire, en ese momento nacen las aves. Obviamente debido a unas cuantas peleas, algunos se extinguieron como los pingüinos voladores, los dragones, Sir Teddy Bautista, los búhos y otros más. SEXTO DÍA: ANIMALES, HUMANOS Después de que Dios creó a los seres acuáticos y voladores, pensó en crear animales terrestres. Un de esos animales se llamaba "Ser humano", el cual era parecido a un mono y que sólo tenía sexo masculino. Al ver que se sentía muy solo, decidió sacarle, sin anestesia, una costilla para crear a la mujer. Para que el mundo sea perfecto, Él creó a los Pokémones que vivieron en el mismo ecosistema con los animales, pero fue trágico ya que los dinosaurios los extinguieron, luego los dinosaurios se extinguieron por culpa de los humanos, luego los humanos se extinguirán por culpa de Windows y así por el resto del tiempo.
SÉPTIMO DÍA: DESCANSO Tras haber dedicado una dura semana de trabajo (vamos, era omnipotente, pudo hacerlo en un segundo) Dios decidió abrir una lata de cerveza, quitarse los pantalones y sentarse a ver un partido de futbol; pero como aún no existía el futbol tuvo que levantarse a crearlo, razón por la cual no pudo descansar ni en su día libre.
ABIOGENISTA O GENERACIÓN ESPONTÁNEA AUTOR: Aristóteles
CONTRAPONE: Spallanzani
Se refiere al estudio del origen de la vida a partir de materia inorgánica. Es un tema que ha generado en la comunidad científica un campo de estudio especializado cuyo objetivo es dilucidar cómo y cuándo surgió la vida en la Tierra. La opinión más extendida en el ámbito científico establece la teoría de que la vida comenzó su existencia a partir de la materia inerte en algún momento del período comprendido entre 4400 millones de años — cuando se dieron las condiciones para que el vapor de agua pudiera condensarse por primera vez—2 y 2700 millones de años atrás —cuando aparecieron los primeros indicios de vida—.n. 1 Las ideas e hipótesis acerca de un posible origen extraterrestre de la vida (panspermia), que habría sucedido durante los últimos 13.700 millones de años de evolución del Universo tras el Big Bang, también se discuten dentro de este cuerpo de conocimiento.7
Con el objetivo de reconstruir el evento o los eventos que dieron origen a la vida se emplean diversos enfoques basados en estudios tanto de campo como de laboratorio. Por una parte el ensayo químico en el laboratorio o la observación de procesos geoquímicos o astroquímicos que produzcan los constituyentes de la vida en las condiciones en las que se piensa que pudieron suceder en su entorno natural. En la tarea de determinar estas condiciones se toman datos de la geología de la edad oscura de la tierra a partir de análisis radiométricos de rocas antiguas, meteoritos, asteroides y materiales considerados prístinos, así como la observación astronómica de procesos de formación estelar. Por otra parte, se intentan hallar las huellas presentes en los actuales seres vivos de aquellos procesos mediante la genómica comparativa y la búsqueda del genoma mínimo. Y, por último, se trata de verificar las huellas de la presencia de la vida en las rocas, comomicrofósiles, desviaciones en la proporción de isótopos de origen biogénico y el análisis de entornos, muchas veces extremófilos semejantes a los paleoecosistemas iniciales. Existe una serie de observaciones que intentan describir las condiciones fisicoquímicas en las cuales pudo emerger la vida, pero todavía no se tiene un cuadro razonablemente completo dentro del estudio de la complejidad biológica, acerca de cómo pudo ser este origen. Se han propuesto varias teorías, siendo la hipótesis del mundo de ARN y lateoría del mundo de hierrosulfuro8 las más aceptadas por la comunidad científica.
TEORIA BIOGENISTA AUTOR: Louis Pasteur, Charles Darwin La Teoría de la Abiogénesis es una dela principales teorías sobre el origen de la vida en nuestro planeta la cual se fundamenta en la creencia científica y analítica de un orgien de la vida desde la No - Vida lo que significa que la vida se creó a partir del origen de materia inanimada, La mayoría de los aminoácidos, a menudo llamados "los componentes básicos de la vida", se puede formar a través de reacciones químicas naturales vinculados a la vida. La Abiogénesis es una teoría que intenta explicar El Origen de la vida a través de procesos naturales aleatorios, y se enseña como un componente regular de la biología evolutiva. Las pruebas que apoyan un origen espontáneo de la vida no existe, pero al igual que la evolución misma se enseña como hecho absoluto en las clases de biología. En cualquier concepto teórico sobre la abiogénesis, dos aspectos de la vida hay que tener en cuenta: la replicación y metabolismo. La cuestión es cual de estos dos fue primero y dio lugar a diferentes tipos de teorías. Al principio, las teorías del metabolismo se propusieron, y sólo más tarde se empezó a pensar en enfoque moderno sobre el origen de la vida, lo que conocemos hoy en día como las teorías de la replicación.
Posteriormente basados en estas teorías se establece que la evolución de la vida artificial y natural es un intento de ofrecer una explicación naturalista de la existencia de nuestro ecosistema complejo, pero los evolucionistas afirman con mayor frecuencia que la abiogénesis no es una parte de la evolución. Aunque esta contradicción no es más que una táctica de debate que se utiliza simplemente para evitar el problema de esta teoría, porque nunca ha sido probada a pesar de los intentos repetidos en todas las formas concebibles y creibles. En las diferentes teorías modernas sobre el origen de la vida sigue siendo algo limitada comprensión, se cree claramente que el origen de la vida en la Tierra primero se dio a partir de organismos unicelulares procariotas (que carecen de un núcleo de la célula), de ahí tal vez evolucionaría a protobiontes (moléculas orgánicas rodeadas por una estructura conun tipo membrana). Fueron muchos los teóricos, pensadores, investigadores y científicos que trataron de probar de diferentes maneras y con diversos recursos la realidad de la teoría de la Abiogénesis como Louis Pasteur, Charles Darwin, Geoffrey W. Hoffmann, Manfred Eigen y Peter Schuster además de otros científicos que dedicaron su carrera y vida en explicarla el origen de la misma y los procesos evolutivos prensentes en ella.
TEORIA PANSPERMIA O TEORIA COSMOSOICA O EXOGÉNESIS AUTOR: Svante Arrhenius
CONTRAPONE: Frederick Hoyle ¿Pudo generarse la vida en el espacio exterior? La teoría de la panspermia plantea el origen cósmico de la vida. Es posible que la vida se originara en algún lugar del universo y llegase a la Tierra en restos de cometas y meteoritos. Recupera una vieja idea de Anaxágoras, enunciada en la antigua Grecia del s. VI a.C.
El máximo defensor de la panspermia, el sueco Svante Arrhenius, cree que una especie de esporas o bacterias viajan por el espacio y pueden "sembrar" vida si encuentran las condiciones adecuadas. Viajan en fragmentos rocosos y en el polvo estelar, impulsadas por la radiación de las estrellas. Hace 4.500 millones de años, la Tierra primitiva era bombardeada por restos planetarios del joven Sistema Solar, meteoritos, cometas y asteroides. La lluvia cósmica duró millones de años. Los cometas, meteoritos y el polvo estelar contienen materia orgánica. Las moléculas orgánicas son comunes en las zonas del Sistema Solar exterior, que es de donde provienen los cometas. También en las zonas interestelares. Se formaron al mismo tiempo que el Sistema Solar, y aún hoy viajan por el espacio. Pero, ¿resistirían unas bacterias las condiciones extremas de un viaje interplanetario? Condiciones extremas de temperatura, radiación cósmica, aceleración, y sobrevivir el tiempo
suficiente para llegar a otro planeta. Por no hablar de la entrada en la atmósfera. Los expertos creen que sí.
La vida bacteriana es la más resistente que se conoce. Se han reanimado bacterias que estuvieron bajo el hielo ártico durante decenas de miles de años. Bacterias llevadas a la Luna en 1967 por la Surveyor 3 se reanimaron al traerlas de vuelta tres años más tarde. Y si un meteorito fuera lo suficientemente grande, la elevada temperatura que alcanza al entrar en la atmósfera no afectaría a su núcleo. La teoría de la panspermia cobró fuerza hace unos años cuando, al analizar el meteorito marciano ALH 84001, aparecieron bacterias fosilizadas de hace millones de años. Aunque no podemos saber con certeza si ya estaban allí cuando impactó contra la Tierra. También en el meteorito Murchison se hallaron muestras de las moléculas precursoras del ADN.
La panspermia tiene dos versiones. Para la panspermia dirigida, la vida se propaga por el universo mediante bacterias muy resistentes que viajan a bordo de cometas. La panspermia molecular cree que lo que viaja por el espacio no son bacterias sino moléculas orgánicas complejas. Al aterrizar en la Tierra se combinaron con el caldo primordial de aminoácidos e iniciaron las reacciones químicas que dieron lugar a la vida. La hipótesis de la panspermia es posible, aunque no necesaria para explicar el origen de la vida sobre la Tierra. Si la panspermia es correcta, en estos momentos las semillas de la vida continuarían viajando por el espacio y la vida podría estar sembrándose en algún otro lugar del Cosmos.
TEORIA DE OPARIN Y HALDANE AUTOR: Oparin y Haldane Fue una de las teorías que se propusieron a mediados del siglo XX para intentar responder a la pregunta: ¿cómo surgió la vida?, después de haber sido rechazada la teoría de la generación espontánea. Gracias a sus estudios de astronomía, Oparin sabía que en la atmósfera del Sol, de Júpiter y de otros cuerpos celestes, existen gases como el metano, el hidrógeno y el amoníaco. Estos gases son sustratos que ofrecen carbono, hidrógeno y nitrógeno, los cuales, además del oxígeno presente en baja concentración en la atmósfera primitiva y más abundantemente en el agua, fueron los materiales de base para la evolución de la vida. Para explicar cómo podría haber agua en el ambiente ardiente de la Tierra primitiva, Oparin usó sus conocimientos de geología. Los 30 km de espesor medio de la corteza terrestre constituidos de roca magmática evidencian, sin duda, la intensa actividad volcánica que había en la Tierra. Se sabe que actualmente es expulsado cerca de un 10% de vapor de agua junto con el magma, y probablemente también ocurría de esta forma antiguamente. La persistencia de la actividad volcánica durante millones de años habría provocado la saturación en humedad de la atmósfera. En ese caso el agua ya no se mantendría como vapor. Oparin imaginó que la alta temperatura del planeta, la actuación de los rayos ultravioleta y las descargas eléctricas en la atmósfera (relámpagos y rayos) podrían haber provocado reacciones químicas entre los elementos anteriormente citados. Esas reacciones darían origen a aminoácidos, los principales constituyentes de las proteínas, y otras moléculas orgánicas. Las temperaturas de la Tierra, primitivamente muy elevadas, bajaron hasta permitir la condensación del vapor de agua. En este proceso también fueron arrastradas muchos tipos de moléculas, como varios ácidos orgánicos e inorgánicos. Sin embargo, las temperaturas existentes en esta época eran todavía lo suficientemente elevadas como para que el agua líquida continuase evaporándose y licuándose continuamente. Oparin concluyó que los aminoácidos que eran depositados por las lluvias no regresaban a la atmósfera con el vapor de agua, sino que permanecían sobre las rocas calientes. Supuso también que las moléculas de aminoácidos, con el estímulo del calor, se podrían combinar mediante enlaces peptídicos. Así surgirían moléculas mayores de sustancias albuminoides. Serían entonces las primeras proteínas en existir. La insistencia de las lluvias durante millones de años acabó llevando a la creación de los primeros océanos de la Tierra. Y hacia ellos fueron arrastradas, con las lluvias, las proteínas y aminoácidos que permanecían sobre las rocas. Durante un tiempo incalculable, las proteínas se acumularían en océanos primordiales de aguas templadas del planeta. Las moléculas se
combinaban y se rompían y nuevamente volvía a combinarse en una nueva disposición. De esa manera, las proteínas se multiplicaban cuantitativa y cualitativamente. Disueltas en agua, las proteínas formaron coloides. La interacción de los coloides llevó a la aparición de los coacervados. Un coacervado es un agregado de moléculas mantenidas unidas por fuerzas electrostáticas. Esas moléculas son sintetizadas abióticamente. Oparin llamó coacervados a los protobiontes. Un protobionte es un glóbulo estable que es propenso a la autosíntesis si se agita una suspensión de proteínas, polisacáridos y ácidos nucleicos. Muchas macromoléculas quedaron incluidas en coacervados. Es posible que en esa época ya existieran proteínas complejas con capacidad catalizadora, como enzimas o fermentos, que facilitan ciertas reacciones químicas, y eso aceleraba bastante el proceso de síntesis de nuevas sustancias. Cuando ya había moléculas de nucleoproteínas, cuya actividad en la manifestación de caracteres hereditarios es bastante conocida, los coacervados pasaron a envolverlas. Aparecían microscópicas gotas de coacervados envolviendo nucleoproteínas. En aquel momento faltaba sólo que las moléculas de proteínas y de lípidos se organizasen en la periferia de cada gotícula, formando una membrana lipoproteica. Estaban formadas entonces las formas de vida más rudimentarias. Así Oparin abrió un camino donde químicos orgánicos podrían formar sistemas microscópicos y localizados (posiblemente precursores de las células) a partir de los cuales esas primitivas formas de vida podrían desarrollarse. Y en esta línea ordenada de procesos biológicos, van avanzando con cada vez más importancia: la competencia y la velocidad de crecimiento, sobre los que actuaría la selección natural, determinando formas de organización material que es característica de la vida actual.
FIJISMO Autor: Carlos Linneo Teoría científica que sostiene que cada especie de seres vivos permanece poco más o menos invariable a lo largo de la historia en la forma en que fue creada. En una primera aproximación puede decirse que el f. es lo opuesto al evolucionismo o teoría de la evolución (v.). Si bien, análogamente a como existen diversas teorías o hipótesis evolucionistas, existen también diversas teorías fijistas, admitiendo unas y otras, según los autores, un mayor o menor grado de evolución o de fijeza en las especies vivientes; con lo cual la oposición entre teorías fijistas y evolucionistas se atenúa en muchos casos. Entre los biólogos modernos clásicos sostenedores de un f. en mayor o menor grado y con diversos matices se distinguen Linneo (v.), Cuvier (v.), Pasteur (v.), Quatrefages y otros. En el s. XIX es cuando fundamentalmente se produjeron las más fuertes polémicas entre fijistas y evolucionistas.
Linneo (1701-78), el clasificador de las especies vivientes, especialmente de las vegetales, escribió que «tantas especies podemos numerar como diversas formas fueron creadas al inicio» (Plhilosophia botanica, 1751); casi al mismo tiempo hacía notar que nacen nuevas especies por cruce; según una carta de su hijo, L. pensaba que «las especies y los géneros eran obra del tiempo, pero que los órdenes naturales eran obra del Creador». Cuvier (17691832), el creador de la Anatomía comparada y gran impulsor de la Paleontología, deducía de la armonía y equilibrio de la Naturaleza que cada especie es una realidad fija a partir de su creación. Cuvier observó las relaciones entre fósiles (v.) y especies vivientes, estableciendo la correlación de sus formas y fundando un método para estudiar las extinguidas. Considera al equilibrio en la Naturaleza algo fundamental y necesario desde su principio; no puede ser un simple resultado final de procesos evolutivos como decía Lamarck (v.); en la polémica triunfó Cuvier, cuya autoridad científica era muy superior. Pasteur (1822-95), el creador de la moderna Microbiología, con sus demostraciones experimentales de que todo ser vivo proviene de otro ser vivo, incluso los microorganismos más elementales, en contra de la antigua opinión tradicional que admitía la llamada «generación espontánea», proporcionó nuevos argumentos a los fijistas en contra de los evolucionistas. Juan Luis Armando de Quatrefages (181092) descubrió gran número de especies y realizó estudios de histología comparada pasando después a ser el iniciador de los estudios de Antropología biológica; se opuso a la teoría evolucionista de Darwin, si bien no defendió un f. rígido. Ideas evolucionistas habían sido sostenidas por algunos pensadores griegos presocráticos (v.) de diversas escuelas; p. ej., Anaximandro (v.) de la Escuela de Mileto (v.), lenófanes de la Escuela de Elea (v.), Heráclito (v.), y mecanicistas atomistas como Empédocles (v.) y Demócrito (v.). Entre los latinos, Lucrecio (v.). Eran en general ideas más o menos burdas, en relación con un craso materialismo o panteísmo. Los grandes filósofos griegos, como Aristóteles y Platón, aunque a veces tendían a un cierto panteísmo, reconocían mejor la real pluralidad de los seres v de sus formas con sus diferencias específicas y profundizaron también en el estudio de la naturaleza de sus cambios y en su finalidad. Y la generalidad de los autores puede decirse que tenía una visión espontánea más o menos fijista de los diversos seres. Es decir, ni las ideas evolucionistas ni las fijistas eran nuevas en los s. XVIII y XIX; y a partir del cristianisino, ambas eran relacionables y relacionadas de diversos modos con el hecho fundamental de la creación (v.). Los que tendían a interpretar literalmente el relato de la creación divina en el libro del Génesis solían dar una explicación más fijista de la historia de las diversas especies de seres vivos y no vivos. Pero el mismo Génesis sugiere por sus formas de decir que su descripción de la creación no ha de entenderse literalmente, y de hecho muchos Padres de la Iglesia y teólogos cristianos antiguos entendieron el relato de los «seis días» como algo expresivo de que la creación divina abarca a todo lo existente (de que no hay nada fuera del poder creador de Dios) y de que hay una especial creación del hombre que se diferencia del resto de los seres. La interpretación más general y tradicional ha sido considerar que no fue todo creado a la vez, o que no aparecieron todos los seres creados al mismo tiempo. Para algunos, a partir de la única creación material se habrían originado por generación espontánea los primeros seres vivos; según otros, también habrían sido directamente creados uno o varios ejemplares vivientes, a partir de los cuales se originarían las diversas especies; el hombre, al menos en su alma, necesariamente ha sido creado de modo directo por Dios (si bien, el «barro» con el que
Dios formó el cuerpo de Adán se interpreta de diversas formas). Se considera a S. Agustín como uno de los autores cristianos más antiguos que darían pie a interpretaciones favorables a teorías evolucionistas. Estas cuestiones se radicalizaron el s. XIX porque muchos biólogos evolucionistas de esa época extrapolaron las teorías de la evolución biológica, tratando de generalizarlas de forma absoluta y de emplearlas para justificar el materialismo y el ateísmo. Naturalmente ello provocó una inmediata y legítima oposición por parte de otros muchos biólogos y por la mayoría de los filósofos y teólogos, y se radicalizaron también las teorías fijistas. Como dice el padre Wagget, en Darwin and modern science (1909): «La creación especial en su forma rígida parece haber sido un elemento reciente, incluso en la ortodoxia bíblica inglesa (anglicana). La Edad Media no sospechó que la fe religiosa pudiese prohibir la investigación del origen material de las distintas formas de vida... Y todavía mucho después, en el s. xviii, como puede deducirse no sólo de los primeros «Proceedings of the Roya] Society», sino también de un autor tan sencillo y regularmente piadoso como Walton, la variación de las especies y la generación espontánea no tenían implicaciones teológicas... Fue en el s. XIX cuando tomó forma la enunciación en su modo más severo. Algo en la precisión de aquella época, en su exaltación de la ley, en su fría pasión por un universo estable y medido, debió ser la causa de esta rigidez del pensamiento religioso sobre el mundo vivo que Darwin desafió». Darwin (v.; 1809-82) no solamente aludió a que el cuerpo humano podía haber tenido un antecedente animal, sino que consideró al hombre todo como un animal muy evolucionado. Más extremosos fueron aún Haeckel (v.; 1834-1919) y Spencer (v.; 1820-1903), que incidieron en un monismo- generalizado (v. MATERIALISMO) y, por tanto, en la negación, en sí misma contradictoria, del espíritu humano y del pluralismo (v.) de la realidad, en una degradación de la ética, etc. Es decir, la extensión de las teorías evolucionistas a toda clase de ámbitos, incluido el espiritual, era un evidente a priori inadmisible, que radicalizó la polémica. En el s. XX, los biólogos responsables en general se limitan a considerar la evolución como una hipótesis explicativa de la historia puramente biológica, reconociendo las radicales y cualitativas diferencias que presenta el espíritu humano y sus fenómenos de conocimiento intelectual y amor en libertad, que no pueden derivarse de la pura materia. Se dan a la teoría de la evolución alcances limitados, que varían según los autores. Se reconoce la dirección finalista de los procesos biológicos, como algo superior a simples procesos materiales de tipo físico-químico; se reconocen las diferentes clases de vida específicamente distintas, que no siempre pueden derivarse unas de otras (V. VIDA I-II; EVOLUCIÓN; MATERIA II, 1; TELEOLOGÍA). Con todo ello la polémica se ha atenuado. Si bien las diferentes teorías de la evolución biológica, con limitados o restringidos alcances, se hallan muy difundidas, no faltan tampoco razones a las teorías fijistas. A favor de las teorías fijistas pueden aducirse diversos hechos y argumentos, como los siguientes: la imposibilidad de la generación espontánea; el no haberse logrado sintetizar en el laboratorio ningún microorganismo vivo a partir de sustancias químicas; la insuficiencia de los mecanismos de la herencia y de la influencia del medio ambiente para explicar transformaciones sustanciales en los animales que den origen a nuevas especies; la existencia de una finalidad inscrita en los diversos procesos biológicos; etc. Por otra parte los parentescos
morfológicos entre los seres vivos que ponen de manifiesto la Anatomía e Histología comparadas, los diversos estadios del desarrollo de un ser vivo desde su estado de embrión al de adulto, y las colecciones de fósiles con especies desaparecidas en las que se ordenan las diversas especies vivientes en una sucesiva gradación de formas y perfecciones, si bien pueden resultar coherentes con una teoría evolutiva, también lo son en una teoría fijista.
TEORIA EVOLUCIONISTA AUTOR: Charles Darwin
COTRAPONEN: Los católicos Desde la antigüedad, el modo de originarse la vida y la aparición de la gran variedad de organismos conocidos, constituyó un misterio que, en menor o mayor medida, despertó curiosidad de los científicos.
Sin embargo, las supersticiones, los prejuicios, los dogmas religiosos y las teorías que se aventuraban debido a la imposibilidad de probarlas con el nivel de conocimiento de aquellas épocas, hicieron que la cuestión quedara a menudo en el olvido o que, simplemente, se aceptara la imposibilidad de averiguar los orígenes. No fue hasta épocas relativamente recientes cuando el hombre pudo finalmente abordar esta cuestión con unos criterios fiables y unos conocimientos científicos suficientes para demostrar sus hipótesis. Es así como podemos afirmar, que antes del siglo XIX existieron diversas hipótesis que intentaban explicar justamente esta cuestión, “el origen de la vida sobre la Tierra”. Las teorías creacionistas que hacían referencia a un hecho puntual de la creación divina; y por otra parte, las teorías de la generación espontánea que defendían que la aparición de los vivos se producía de manera natural, a partir de la materia inerte. Una primera aportación científica sobre el tema es el trabajo de Oparin (1924), El origen de la vida sobre la Tierra, donde el bioquímico y biólogo ruso propone una explicación, vigente aún hoy, de la manera natural en que de la materia surgieron las primeras formas pre-biológicas y, posteriormente el resto de los seres vivos. En segundo aspecto de la generación espontánea de la vida tiene una respuesta convincente desde mediados del siglo XIX. Esto es así, gracias a Pasteur y fundamentalmente a Darwin quienes realizaron experimentos al respecto. Este último, naturalista británico realizó una obra de vital trascendencia (1859): El origen de las especies. La cual tiene por objetivo aportar una explicación científica sobre la evolución o denominada “descendencia con modificación”(término utilizado para explicar estos fenómenos).
Evolución de los pinzones de Darwin Sin lugar a dudas que existieron importantes antecedentes del tema, aunque siempre se manifiesta el honor de haber realizado esta teoría de manera científica e inexorable, a Charles Darwin. No muy lejos, fue su abuelo –Erasmo Darwin- quien aportó las primeras muestras de interés científico por estos temas. No obstante, quien fue precursor de una corriente de pensamiento sobre el estudio de la evolución de los seres vivos, es Jean Baptiste de Monet, caballero de Lamarck (1744-1829).
Su tesis fundamental es la transmisión de los caracteres adquiridos como origen de la evolución (es decir, que las características que un individuo adquiere en su interacción con el medio se transmiten después a su descendencia); denominada este principio como Lamarckismo. La causa de las modificaciones de dichos caracteres se encuentra en el uso o no de los diversos órganos, tesis que se resume en la siguiente frase: «La función crea el órgano». Lamarck resume sus ideas en Filosofía zoológica (1809), el primer trabajo científico donde se expone de manera clara y razonada una teoría sobre la evolución. Así, por ejemplo, los lamarckistas explicaban la aparición del cuello largo en las jirafas como un proceso paulatino de adaptación de un animal a ir comiendo hojas situadas cada vez más altas. Lo que supondría que sus hijos heredarían un cuello más largo aún. En lo que respecta al científico británico, Charles Darwin, viajando a bordo del Beagle, durante largos años (1831- 1836) recogió datos botánicos, zoológicos y geológicos que le permitieron establecer un conjunto de hipótesis que cuestionaban las ideas precedentes sobre la generación espontánea de la vida.
La diversidad observada durante esos veinte años siguientes se intentó explicar de manera coherente mediante la formulación de los datos obtenidos. Una de las etapas que más influyó en el fue su paso por las islas Galápagos, donde encontró 14 subespecies distintas de pinzones, que se diferencian únicamente en la forma del pico. Es decir, que cada una de ellas, estaba adaptada a un tipo de alimentación y vivía en un hábitat diferente en las diversas islas. Sin embargo, en 1858, Darwin se vio obligado a presentar sus trabajos, cuando recibió el manuscrito de un joven naturalista, Alfred Russel Wallace (1823/1913), que había llegado de manera independiente a las mismas conclusiones que él, es decir, a la idea de la evolución por medio de la selección natural. La obra de Malthus sobre el crecimiento de la población, fue la base que habría tomado para sus estudios, tanto Darwin como Wallace. La misma establece que este factor (crecimiento de la población) tiende a ser muy elevado, la cual al disponibilidad de alimento y espacio son limitados lo mantendrá constantes, de aquí surge esta proposición de la idea de competencia. Ambos científicos de acuerdo a esta base argumental sustentan sus teorías estableciendo dos aspectos relevantes, dando por sentado que los seres vivos pueden presentar clones. Justamente la noción de competencia establecida anteriormente por Malthus y finalmente esta última idea, es lo que los lleva a establecer que estas variaciones pueden ser ventajosas o no en el marco de dicha competencia. Entonces la conquista por los recursos necesarios para la vida, dará como resultado una lucha que determinará una selección natural la cual favorecerá a los individuos con variaciones ventajosas y eliminará a los menos eficaces. Pese a ello, no todo es compartido por ambos, ya que existe un punto discordante entre ellos. Y es que esta idea de Darwin de selección natural expresada en su obra El origen del hombre (1871), nunca fue compartida por Wallace. Al respeto, Darwin argumenta que algunos caracteres son preservados sólo porque permiten a los machos mayor eficacia en relación con las hembras. Pero cabe decir, que ciento cincuenta años después, hay quienes aún lo veneran y quienes lo deploran, peroEl Origen de las especies sigue aún ejerciendo una influencia extraordinaria. Cuando Darwin regresó de su viaje por América del Sur y el Pacífico, era capaz de empezar a responder una pregunta muy sencilla que no parecía tener una respuesta fácil: ¿por qué las plantas y los animales cambian? El problema se le presentó al advertir que en América del Sur encontraba muchas especies que conocía, pero con algunas diferencias. Asimismo, en las Galápagos pudo clasificar dieciséis especies de pinzones y se preguntó por qué un pájaro, que conocía de Europa, presentaba tal grado de variación. LA TEORÍA DE DARWIN Darwin parte de las ideas, del economista Thomas Malthus. Malthus postulaba que la población crece en forma geométrica y se preguntaba qué sucedería con el crecimiento de la población humana en un habitat cerrado, como por ejemplo una isla. La conclusión era que el crecimiento estaría limitado por la cantidad de alimento, que crece en proporción aritmética. Si la cantidad de alimento es restringida, debemos suponer que llegará un momento en que existirán más animales con necesidad de alimentarse que alimento disponible.
Entonces, se producirá una competencia entre los individuos por el alimento, y algunos individuos resultarán vencedores y los otros morirán de hambre. De esta idea, Darwin concluye que sobrevivirán aquellos individuos con características más favorables, idea conocida como la "supervivencia del más apto". Sin embargo, hay que tener en cuenta que, a menudo, se registran variaciones, hecho que Darwin había observado en las Galápagos. Conectando este hecho con la idea de la supervivencia del más apto, se deduce que aquellos individuos que poseen las características más favorables compiten en mejores condiciones y, al cabo del tiempo, se produce la selección natural; es decir, los más aptos ocupan todo el habitat y los menos "adaptados" desaparecen. Desarrollo de la teoría de la evolución A finales del siglo XIX, el llamado neodarvinismo primitivo, que se basa en el principio de la selección natural como base de la evolución, encuentra en el biólogo alemán A. Weismann uno de sus principales exponentes. Esta hipótesis admite que las variaciones sobre las que actúa la selección se transmiten según las teorías de la herencia enunciadas por Mendel, elemento que no pudo ser resuelto Darwin, pues en su época aún no se conocían las ideas del religioso austriaco. Durante el siglo XX, desde 1930 a 1950, se desarrolla la teoría neodarwinista moderna o teoría sintética,: denominada así porque surge a partir de la fusión de tres disciplinas diferentes: la genética, la sistemática y la paleontología. La creación de esta corriente viene marcada por la aparición de tres obra. La primera, relativa a los aspectos genéticos de la herencia, es Genetics and the origin of species (1937). Su autor, T. H. Dobzhansky, plantea que las variaciones genéticas implicadas en la evolución son esencialmente mínimas y heredables, de acuerdo con las teorías de Mendel. El cambio que se introduce, y que coincide posteriormente con las aportaciones de otras disciplinas científicas, es a consideración de los seres vivos no como formas aisladas, sino como partícipes de una población. Esto implica entender los cambios como frecuencia génica de los alelos que determinan un carácter concreto. Si esta frecuencia es muy alta en lo que se refiere a la población, esto puede suponer la creación de una nueva especie. Más adelante, E. Mayr desarrollará en sus obras Systematics and the origin of the species (1942) y Animal species evolution (1963) dos conceptos muy importantes: por un lado, el concepto biológico de especie; por otra parte, Mayr plantea que la variación geográfica y las condiciones ambientales pueden llevar a la formación de nuevas especies. De este modo, se pueden originar dos especies distintas como consecuencia del aislamiento geográfico, o lo que es lo mismo, dando lugar, cuando intentamos el cruzamiento de dos individuos de cada una de estas poblaciones, a un descendiente no fértil. Atendiendo a las condiciones ambientales, en consonancia con las ideas de Dobzhansky., la selección actuaría conservando los alelos mejor adaptados a estas condiciones y eliminando los menos adaptados. En 1944 el paleontólogo G. G. Simpson publica la tercera obra clave para poder comprender esta corriente de pensamiento: en Tempo and mode in evolution establece la unión entre la paleontología y la genética de poblaciones.
Durante la segunda mitad del siglo XX se han planteado dos tendencias fundamentales, la denominada innovadora y el darvinismo conservador. La primera de ellas, cuyo máximo exponente es M. Kimura, propone una teoría llamada neutralista, que resta importancia al papel de la selección natural en la evolución, dejando paso al azar. Por su parte, el neodarvinismo conservador, representado por E. O. Wilson, R. Dawkins y R. L Trivers, queda sustentada en el concepto de «gen egoísta»; según esta hipótesis, todo ocurre en la evolución como si cada gen tuviera por finalidad propagarse en la población. Por tanto, la competición no se produce entre individuos, sino entre los aletos rivales. Así, los animales y las plantas serían simplemente estrategias de supervivencia para los genes. Pruebas de la evolución Son pruebas basadas en criterios de morfología y anatomía comparada. Los conceptos de homología y analogía adquieren especial relevancia para la comprensión de las pruebas anatómicas. Se entiende por estructuras homólogas aquellas que tienen un origen común pero no cumplen necesariamente una misma función; por el contrario, las estructuras que pueden cumplir una misión similar pero poseen origen diferente, serían análogas. De esta manera, las alas de los insectos y las aves serían estructuras análogas, mientras que las extremidades anteriores de los mamíferos, que presentan un mismo origen pero que llevan a cabo funciones diversas —locomotora, natatoria, etc.—, constituirían estructuras homólogas. En relación a las pruebas embriológicas, hay que distinguir entre ontogenia —las distintas fases del desarrollo embrionario— y filogenia, concepto que hace referencia a las distintas formas evolutivas por las que han pasado los antecesores de un individuo, es decir, su desarrollo evolutivo. En los vertebrados, cuanto más cerca de la fase inicial se sitúan los embriones, más parecidos son; posteriormente, se van diferenciando progresivamente cuanto más cerca de la fase de adulto terminal se encuentran. Otra de las pruebas clásicas es el estudio de los fósiles. El análisis de los distintos estratos geológicos demuestra la presencia de fósiles de invertebrados en los más antiguos; gradualmente, van apareciendo en los más recientes peces primitivos, y, finalmente, los fósiles correspondientes a los mamíferos y las aves. EVIDENCIAS SOBRE ESTA TEORÍA: En El origen de las especies, Darwin decía: "No vemos ninguno de estos lentos cambios en el momento en que ocurren sino hasta que el transcurso del tiempo los ha marcado". Muchas personas, tal como lo pensaba Darwin, suponen que todo ocurrió en un pasado distante, Los biólogos actuales, por su parte, sostienen que la evolución no solo es un fenómeno del pasado, sino que continúa hoy en día. Así, pueden citarse ejemplos del proceso evolutivo llevado a cabo en tiempos coitos, como los originados por la fuerte intervención producida por el hombre sobre el ambiente durante los siglos XIX y XX. Uno de los ejemplos más conocidos es el de la polilla del abedul, cuyo nombre científico es Biston betularía. Los bosques británicos, cuyos árboles en general están cubiertos de líquenes de color claro, son el habitat natural de estas polillas de hábitos nocturnos. Antes de la Revolución Industrial (mitad del siglo XIX), la mayor parte de la población de polillas era de
color claro, con algunas motas oscuras. Debido a que las polillas descansaban durante el día sobre los troncos de los árboles, no eran vistas por las aves depredadoras. Sin embargo, entre la población de polillas, se podían encontrar algunos individuos mutantes de Color oscuro, que eran fácilmente detectados y devorados por las aves. Durante la Revolución Industrial, la floreciente industria británica comenzó a quemar grandes cantidades de carbón como combustible. Debido a la falta de control de la contaminación, el hollín se diseminó por los bosques, lo que provocó la muerte de los líquenes claros. De este modo, solo quedaron a la vista los troncos de los árboles, que se ennegrecieron por la contaminación. La polilla de color claro contrastaba con el color oscuro de los troncos y era fácilmente detectada por los depredadores, pero no así la oscura: estas últimas, que hasta ese momento habían sido escasas, sobrevivían y se reproducían, y pasaban esta característica a sus descendientes. Hacia el final del siglo XIX, el 98 % de las polillas en los alrededores de la ciudad de Manchester eran de color oscuro. Esta tendencia de las variedades de color oscuro de reemplazar a las de color claro es conocida como melanismo industrial. Pero es importante recordar que la coloración negra de las polillas no fue producida por la contaminación: la selección natural "trabaja" sobre variaciones que ya existen en las poblaciones. Las medidas adoptadas en la última mitad del siglo XX para el control de la contaminación han revertido esta situación, y en las poblaciones de Biston betularía de las islas británicas, los individuos de color claro han vuelto a ser mayoría. Existen otros ejemplos que ponen de manifiesto en tiempos cortos el proceso evolutivo, tales como la resistencia de algunos insectos a los insecticidas o la resistencia de las bacterias a algunos antibióticos.