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Cartas desde la misión
El tiempo pascual es un tiempo de especial alegría y gozo. Eso mismo sentimos cuando recibimos noticias de los misioneros desde tierras lejanas. Compartimos algunos de los mensajes que recibimos con motivo de la Pascua de Resurrección.
Desde Arequipa un abrazo de Pascua de Resurrección. Que Cristo, nuestro Señor, haya entrado con potencia en nuestros corazones en esta Santa Noche y haya dado fin a todas nuestras muertes. Deseo que acompañemos a este cirio pascual durante estos 50 días y podamos ser luz para este mundo tan desorientado y que tanto desea saber de Dios sin que lo sepa. Reciban un cordial saludo junto con mis oraciones.
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Madre Gema
Agradezco mucho su felicitación y su interés y oración por los misioneros. Le deseo una feliz Pascua llena del amor y alegría de Cristo Resucitado. Aunque este año no hemos tenido bautismos, nuestra capilla se ha llenado “a tope„ y todos han participado con mucha devoción. Se ve que la pandemia está ayudando a insistir en los valores esenciales y deseamos que siga así.
Hoy después de la Eucaristía de Pascua los asistentes han traído comida para compartir en un ambiente festivo y familiar.
Un abrazo fraternal en el Señor.
Clementina María A.C.I. Tokio (Japón)
Con más de 6 millones de venezolanos que han salido del país en busca de mejores condiciones de vida, los que se quedan afrontan el desafío de construir sus vidas en condiciones difíciles, insólitas para uno de los países con mayores recursos naturales del planeta y que durante muchos años pilotaba el progreso en América Latina.
(...) En este contexto, los misioneros escolapios queremos ser testigos de la esperanza haciendo todo lo posible para que nuestras escuelas funcionen bien a pesar de los enormes desafíos que afrontamos. Estamos convencidos que si preparamos con esmero en “piedad y letras„ a los niños, los sacamos de los prejuicios y la ignorancia y les ofrecemos un propósito noble, podrían ser los artífices de una nueva Venezuela donde se pueda vivir en dignidad.
Hacer posible que los niños y jóvenes tengan un encuentro con Jesús es el propósito más noble que podemos llevar los misioneros. Soy testigo de la fuerza transformadora que tiene en los jóvenes la seducción por Jesús y el proyecto del Reino si se les presenta con claridad. No debemos tener miedo a anunciarles el Evangelio con la palabra y con el propio testimonio de vida. El resto del trabajo lo hace el Espíritu Santo y, en verdad, ocurren cambios sorprendentes en ellos.
En estos días acogemos en nuestra parroquia San José de Calasanz de Carora a 140 adolescentes y jóvenes para misionar en los diferentes barrios de la extensa parroquia que tenemos. Ayudan a los niños a comprender mejor el Triduo Pascual y visitan los hogares para llevar la Palabra y orar junto con la gente. Es sorprendente verlos entregados a la misión y, seguramente, les dejará una huella profunda en sus vidas. Ellos son la tierra buena, la esperanza de un mundo nuevo si les sembramos en su corazón la semilla de la Palabra.
Feliz Pascua a todos los que, en la retaguardia de la misión, oráis por nosotros y nos cuidáis con tanto cariño. P. Francisco Javier Alonso Arroyo Religioso escolapio. Carora (Venezuela)
Feliz Semana Santa para todos. Sumergidos en el ambiente cristiano de estos santos días, les agradezco de corazón su mensaje alentador y solidario. No dejemos de orar por la situación de nuestra querida y hermana Nicaragua. Estamos en Costa Rica perplejos de cuanto allí está sucediendo. Tal vez es la Hora del testimonio cristiano y del perdón a cuantos se ponen en contra de la Iglesia. Tiempos difíciles pero estamos seguros que fecundos. La fe y compromiso con Cristo se pone a prueba en los momentos más difíciles. Costa Rica acoge de corazón cuantos son expulsados por el gobierno de Nicaragua. Este país cree profundamente en el diálogo.
“En dos personas inteligentes, los problemas se solucionan hablando; dialogando es como se entiende la gente„ . Qué hermoso sería si así fuera para no tener que llegar a imponer ni a llenarnos de armas. Les ruego, pues una oración por nuestro hermano país y por nosotros. Ayer tuvimos un temblor de 6.5 grados. Gracias a Dios no pasó a más ni causó destrozos materiales ni humanos. Un abrazo y vivamos con gozo es triunfo de Jesús, dador de la Vida y en quien no tiene poder la muerte. Hno. Jesús Pérez Tortajada.
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Apreciados hermanos, qué bonito es saber que no estamos solos, en cualquier rincón del mundo, sino trabajando junto a este Cristo vivo hoy, tan destrozado por la realidad y ambición de unos pocos… y vuelve a ser más fuerte la fidelidad de Dios, al hacernos partícipes de su pasión por la Vida y su misión compasiva, por confiar de nuevo su Vida en nuestra fragilidad y pedirnos en sus más pequeños “cuida de él hasta que vuelva”. Ante tantas realidades que pretenden arrancarnos la Esperanza, de nuevo la Vida brota y por esa belleza apostamos, sintiendo con más urgencia hoy, a un Dios necesitado de nosotros. Unidos en la oración y misión. Pilar Jordá. México
Caritas en Sancti Spiritus
El último número de la Hoja Misionera compartimos la experiencia de dos jóvenes en Cuba. Valencia tiene una larga tradición misionera en el país caribeño. Hoy os compartimos el relato de la experiencia de Jorge, profesor de dibujo jubilado, que compartió allí unas semanas con las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús.
Sancti Spiritus es una población cubana asentada en la mitad de la isla. Posee tres bellas plazas, paseos, hospital, servicios administrativos, dos parroquias, barrios populares muy modestos… Una pequeña ciudad de regular tamaño que se mueve en bicicleta, en viejos automóviles almendrones, en motonetas (motos con caja trasera para pasajeros), y los coches de caballos que aparcan en la plaza de la Iglesia de la Caridad. Junto a ésta, Cáritas tiene una casa donde se ayuda a los necesitados. Cada mañana se preparan desayunos para quien lo necesite, especialmente personas mayores con pocos recursos, aunque esta situación de pobreza alcanza a muchas personas de todas las edades. Mi labor al llegar allí para colaborar con las Hermanas del Sagrado Corazón, fue ayudar en los desayunos, pero sobre todo impartir un curso de dibujo, después de retirar platos y tazas, creando un ambiente agradable por medio de diferentes actividades. Poco a poco se formó un grupo de personas, que han sido para mí inolvidables: Marcos, llamado por él mismo “el Ciego”; Luis, el anciano profesor que nos ofrecía cada día sus acertijos; Anita, una muchacha a la que gusta mucho dibujar; Naty, afectuosa y próxima; Carlitos, al que le gusta más improvisar poesías que dibujar…. y tantos otros. En ocasiones se sumaban los voluntariosos de Cáritas y formamos un aula bastante numerosa. Son fechas próximas a Navidad. Durante el cursillo de monitores para campamentos juveniles, realizamos una pintura mural que adorne nuestro local; el tema, un nacimiento en el que todos participan. Preparamos una exposición con los trabajos de todos.
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El local de Cáritas cumple otras funciones. Las de aseo, con unas sencillas duchas para las personas que duermen en la calle y necesitan asearse; o un botiquín de farmacia, en el que se reparten gratuitamente medicinas a quien las necesita, dada la escasez general de ellas, previa presentación de la receta del médico de la sanidad cubana.
Es mucha la labor que desarrollan las Hermanas: clases a niños, apoyo a enfermos mentales…. Un sacrificado esfuerzo que no se podría realizar si no hay una fe que lo sustente, Aún pude acompañar a catequesis en zonas rurales y acudir a impartir clases de dibujo al asilo municipal en varias ocasiones. Los ancianos, personas agradecidas, disfrutaron de lo lindo con lápices y colores; dimos premios en forma de material artístico a los más destacados. Había un segundo asilo al que ya no pude acudir debido a unas fiebres por infección de dengue, de la que, gracias a Dios, me fui recuperando.
Una experiencia maravillosa que duró mes y medio, que llena el espíritu, en la que sientes que aún podrías hacer más, que llena el corazón por lo que aprendes y recibes de las personas a las que has conocido. Jorge Vera de Leyto Aparici.