VALENCIA
MISIONERA
Número 145 Enero 2020
Coeditores: Arzobispado de Valencia Director: Arturo Javier García Colaboran en este número: Vatican News Juan Sanchís Juan López Vicente Planells María Carmona Sergio Cánovas Nohales Imprime: Imprenta Nácher s.l.
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VALENCIA
Edita: Secretariado Diocesano de Misiones. misiones-valencia@omp.es C/ Avellanas 22-4 46003 Valencia 96 392 24 12 - 644 757 662 Dep. Legal: V-229-1984
MISIONERA
Sec retariado Diocesano de Valencia
En esta misión encontrarás... En portada: Nacimiento desde Chile (por José Miguel Celma)
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Desde el origen: El director diocesano de misiones, con la llegada de la Navidad, recuerda la importancia de anunciar y vivir el nacimiento de Jesús. Francisco Misionero El Papa Francisco visitó a finales de noviembre Japón y Tailan- dia, donde dejó grandes muestras de su fervor misionero. Misionews Nos hacemos eco de las noticias más destacadas de los últimos meses en el amplio campo de las misiones. Fundación Ad Gentes Recogemos el agradecimiento de la Fundación por la cola- boración con los proyectos dolidarios diocesanos de 2019. Jóvenes & Misión María cumplió el pasado verano su sueño de ir a la misión, concre- tamente a Honduras, para ser Buena Nueva y dejarse transformar. A fondo El cardenal en la Carta Pastorsal de inicio del curso nos habla sobre la importancia de la misión en la Iglesia de Valencia Desde el Seminario de Valencia… El seminarista del Real Colegio del Corpus Christi nos cuenta su se- gunda experiencia misionera durante el pasado verano. Para pensar y rezar A veces nos enredamos entre tantas palabras. Miremos al mundo desde la Palabra Un ratito con... La labor de los Servidores del Evangelio por todo el mundo es asombrosa. Conoce a dos de sus misioneras valencianas. La Voz de la experiencia Nuestro colaborador, D. Juan Sanchís, felicita la Navidad a la familia misionera de Valencia.
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DESDE EL ORIGEN
Navidad: Dios hecho hombre para todos los pueblos “Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho” Lc 2,20 ¡Qué alegría debían llevar los pastores dentro de sí, testigos de Dios hecho hombre! Y ellos no eran nadie, ni habían pagado, ni hecho oposiciones, ni ricos, ni nobles, ni licenciados… todo gratis, y lo reciben con tanta fe. ¡Cuántos más querrían sentir esa alegría en todo el mundo! Somos nosotros los cristianos los que tenemos que llevar esa buena noticia y son muchos los que están esperándola. No sirven pretextos de que somos pocos y cuando seamos más, o de que no estamos preparados, o que se conformen con alguna semilla del Verbo… Los pastores no podían callarse iban dando gloria a Dios. La vida no es igual solos en el mundo que con Dios entre nosotros, la esperanza y la fe son fuerza para la vida y la caridad que cambia a mejor toda vida humana. Arturo en la Semana de Espiritualidad Diocesana
Por eso felicito a todos los misioneros, los que están en la Misión en estos días entrañables y familiares para muchos, que ellos pasan con sus feligreses amados por Dios, lejos de sus hogares. Unos con frío y otros con el calor del pleno verano. Quizá aun así puedan comer un poco de turrón. Dios quiera y pasen unos días entregados a la tarea de evangelizar entre el cariño de sus feligreses y compañeros misioneros. En algunos lugares del mundo habrá cristianos nuevos, catecúmenos, simpatizantes que por vez primera celebren la Navidad o se les
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anuncia esta novedad, que tiene casi 2000 años, pero es inagotable, no se hace viejo anuncio. ¿Cómo será la cara de los niños pensando, sabiendo, imaginando, creyendo que Dios se hace hombre y nace en un portal? ¿No será como la de aquellos pastores de Belén en el evangelio de san Mateo? Al niño Jesús le hacen regalos los pastores y por supuesto los Reyes de Oriente, que llenos de alegría se llevaron la Buena Noticia a sus lejanos países. Yo más bien pido al niño Dios por los misioneros, por las vocaciones misioneras, por los que están oyendo a estos misioneBelén de Zimbabue ros, por los que son misionados, y muy en especial por los pueblos que no tienen misioneros, que nadie les anuncia a Cristo nacido en un portal, para que pronto puedan recibir la noticia y la luz que nos brilló y sigue iluminando nuestras vidas, también los ilumine a ellos más pronto que tarde. Que aumente nuestra fe de los que ya somos cristianos desde hace siglos para que seamos generosos y nos queme el deseo de compartir esa gran noticia. Y Feliz Navidad a todos los que trabajáis en la diócesis para que sea más misionera, párrocos, religiosos, delegados… que Dios os pague vuestro interés por el Máximo Mandato de ir al mundo entero y anunciar el Evangelio aumentando nuestra fe.
Arturo Javier García Delegado Diocesano de Misiones
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FRANCISCO MISIONERO
“Discípulos misioneros por la vida” En el cuarto viaje a Asia del Papa Francisco, que supuso su 32° Viaje Apostólico Internacional como Pontífice, el Papa visitó Tailandia y Japón, del 19 al 26 de noviembre de 2019, bajo los lemas “Discípulos de Cristo, discípulos misioneros” para Tailandia y “Proteger toda vida” para Japón. Este se planteó bajo un triple objetivo: por un lado, mostrar cercanía a las minorías cristianas de la zona; por otro, fomentar el diálogo entre religiones; y por último, hablar de paz mundial. Recogemos algunos fragmentos de los discursos que pronunció y que evidenciaron su enorme espíritu misionero y el impulso que de este pretende para la Iglesia. Decía el santo padre durante la misa que presidió en el estadio nacional de Bangkok “el discípulo misionero no es un mercenaEl santo padre a su llegada a Tailandia rio de la fe ni un generador de prosélitos. Más bien es un mendicante que reconoce que le faltan sus hermanos, hermanas y madres, con quienes celebrar y festejar el don irrevocable de la reconciliación que Jesús nos regala a todos”. Y continuó “el misionero sabe que la evangelización no es sumar membresías ni aparecer poderosos, sino abrir puertas para vivir y compartir el abrazo misericordioso y sanador de Dios Padre que nos hace familia”. Además, durante esta homilia ante más de 50.000 fieles, el Papa se detuvo a comentar el dinamismo propio de la misión cristiana, que nada tiene que ver con formas de propaganda cultural o religiosa, partiendo de la experiencia de los primeros misioneros que viajaron a las tierras del Siam: escuchando la palabra del Señor, “pudieron ver que pertenecían a una familia mucho más grande que aquella que se genera por los lazos de sangre, de cultura, de región o de pertenencia a un determinado grupo”. Y por ello, “impulsados por la fuerza del Espíritu, y cargados sus bolsos con la esperanza que nace de la buena noticia del Evangelio, se pusieron en camino para encontrar a los miembros de esa familia suya que todavía no conocían”. Salieron a buscar los rostros de “tantas madres y hermanos thai que faltaban en su mesa dominical”.
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Por otro lado, remarcó el encuentro entre el anuncio cristiano y las riquezas humanas de los pueblos, “el Espíritu Santo embellece a la Iglesia con nuevas expresiones de las personas que acogen el don gratuito del Evangelio. En tierra tailandesa, los primeros misioneros viajaron no sólo para llevar todo lo que podían ofrecer sino también para recibir todo lo que necesitaban de ellos para crecer en la fe y en la comprensión de las Escrituras”. Y añadió, además, como en el contexto actual de numerosos sufrientes, que ellos “son parte de nuestra familia, son nuestras madres y nuestros hermanos, no le privemos a nuestras comunidades de sus rostros, de sus llagas, de sus sonrisas y de sus vidas; y no les privemos a sus llagas y a sus heridas de la unción misericordiosa del amor de Dios”. A los obispos les pidió que estuvieran cerca de la gente y dijo “la misión, antes que las actividades para realizar o proyectos para implementar, requiere una mirada y un olfato a cultivar, requiere una preocupación maternal y paternal porque la oveha se pierde cuando el pastor la da por perdida”. Y recordó que “sin la oración, toda nuestra vida La alegría del pueblo nipón con el Papa y misión pierde sentido, pierde fuerza y fervor. La oración es el centro de todo (...) y el fervor para el religioso, para la religiosa, para el sacerdote, para el catequista, se alimenta en ese doble encuentro: en el rostro del Señor y en el de sus hermanos. También nosotros tenemos necesidad de ese espacio donde volver a la fuente para beber del agua que da vida. Inmersos en miles de ocupaciones, busquemos siempre el espacio para recordar, en la oración, que el Señor ya ha salvado al mundo y que estamos invitados con él a hacer tangible esta salvación”. Durante la Santa Misa en el Estadio de Béisbol de Nagasaki recordaba que “si nuestra misión como discípulos misioneros es la de ser testigos y heraldos de lo que vendrá, no podemos resignarnos ante el mal y los males, sino que nos impulsa a ser levadura de su Reino dondequiera que estemos: familia, trabajo, sociedad; nos impulsa a ser una pequeña abertura en la que el Espíritu siga soplando esperanza entre los pueblos. El Reino de los cielos es nuestra meta común, una meta que no puede ser sólo para el mañana, sino que la imploramos y la comenzamos a vivir hoy”. Concluimos con sus palabras de ánimo: “Nuevamente, gracias por vuestra vida, gracias por vuestro testimonio y entrega generosa. Les pido, por favor, que no cedan a la tentación de pensar que son pocos, más bien piensen que son pequeños, pequeños instrumentos en las manos creadoras del Señor. Y Él irá escribiendo con sus vidas las mejores páginas de la historia de salvación en estas tierras”.
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MISIONEWS
Novedades de Infancia Misionera en 2020
El mejor hospital de Mozambique dirigido por una alcoyana
La Campaña de Infancia Misionera viene cargada de novedades este 2020. Por un lado, desde la Dirección Nacional de OMP siguen elaborando los estupendos materiales y recursos del cuatrienio “Con Jesús niño a la Misión”, este año “Con Jesús a Egipto ¡En Marcha!”.
El hospital El Carmelo de Chokwe, en la provincia de Gaza en Mozambique, es un centro dedicado a la atención sanitaria de enfermos de Tuberculosis y Sida y que atiende a más de 10.000 enfermos. Actualmente está dirigido por la misionera valenciana Elisa Verdú, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl. El pasado mes de noviembre recibió el premio del gobierno de Mozambique al mejor hospital del país, en los MOZEFO AWARDS 2019.
Además, el Concurso “Dales Voz. Crea tu podcast” sigue activo hasta el 26 de enero. Puedes encontrar las bases en nuestra web. Por otro lado, tenemos dos campamentos para niños en el horizonte, con los que se pretende que los participantes despierten su espíritu misionero y reconozcan la importancia de su responsabilidad como cristianos en el mundo, mientras lo pasan en grande. Del 29 de febrero al 1 de marzo, el campamento diocesano de Infancia Misionera (sobre El Rey León) y del 27 de junio al 4 de julio, se celebrará en Javier el 1º Campamento Nacional de I.M. Asimismo, el presente curso estamos realizando una colaboración con Juniors MD para la incorporación parcial de la Infancia Misionera en su Campaña. Por ello, y durante estas fiestas de Navidad se está trabajando para que centros, parroquias, grupos... se solidaricen con uno de los 353 proyectos que I.M. en España lleva a cabo en el mundo, de manera que muchos niños más puedan celebrar el nacimiento de Jesús Salvador y puedan tener algo con qué celebrarlo.
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Imagen de la misionera Elisa Verdú
Conciertos por Mozambique
Entre el 19 de diciembre y el 22 se celebraron en Valencia dos conciertos solidarios por Mozambique. Por un lado, el jueves 19 en la Sala Matisse, en favor de la Asociación de amigos del padre Vicente Berenguer, para el montaje de un pozo de agua y una bomba manual. Por otro lado, el domingo 22 en la Escolanía para la misión que los padres mercedarios tienen en Xai Xai, donde se encuentra el misionero Juan Carlos Cabrera .
La huella de un verano misionero Durante los últimos años han sido muchos los jóvenes que desde nuestra diócesis han partido para vivir una experiencia misionera en verano. De estas han salido diversas asociaciones y movimientos para ayudar a los territorios de misión que habían visitado como, entre otros, el Proyecto Ontupaia. Este verano, varios jóvenes valencianos viajaron con la delegación de misiones a colaborar en la misión que las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y María desarrollan en Nuevo San Juan, localidad hondureña cercana a San Pedro Sula. De esta experiencia, la cuarta para varias de ellas, han regresado con la firme convicción de que su compromiso con sus hermanos hondureños no puede ceñirse al valioso mes que ya destinan en verano, por lo que han decidido crear una asociación para ayudar y acompañar a las personas de Nuevo San Juan. Conócelos en: www.lumasociacion.com
Nuevo prefecto de Propaganda Fide El Cardenal Arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, es el nuevo Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. El nombramiento del Papa Francisco ha sido anunciado hoy, domingo 8 de diciembre. El actual Prefecto, Fernando Filoni, asume el cargo de Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro en sustitución del Cardenal Edwin Frederick O’Brien, quien renunció en abril de 2019 al cumplir 80 años. El cardenal Fernando Filoni permanecerá en el cargo hasta mediados de enero, cuando el nuevo Prefecto electo llegará al Vaticano. En palabras del cardenal Filoni “la Congregación de Propaganda Fide se encarga del trabajo de evangelización en el mundo para apoyar a las iglesias jóvenes para que el anuncio de Cristo tenga prioridad en cada actividad pastoral”. Él mismo comentó que “en los últimos años he tenido la oportunidad de conocer el bello rostro de las iglesias locales (...). He podido ver el compromiso para traducir el Evangelio a las necesidades y exigencias de la multitud de fieles de cada cultura e idioma, confiados al cuidado de la Congregación”. Y concluía agradeciendo “a todos aquellos que han colaborado y continúan colaborando en este precioso servicio. Me gustaría citar con gratitud la gran generosidad de los benefactores, de aquellos que aman las misiones y las apoyan, tanto a través de la oración como a través de la contribución económica. Creo que cada uno de ellos, como todo cristiano, debe sentirse parte de esta obra misionera y sentir una gratitud íntima porque, a través de la pequeña herramienta que es cada uno de nosotros, Dios lleva a cabo su misión y construye su Reino”.
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FUNDACIÓN AD GENTES
¡Gracias! En esta página de la revista Valencia Misionera solemos presentar alguno de los proyectos que llevamos a cabo en los lugares a los que han acudido las misioneras y misioneros valencianos en respuesta a la llamada del Señor que nos invita a ser testigos de Cristo en el mundo y en la historia. Una llamada continua, que se renueva constantemente y que constantemente nos pide perseverancia en la respuesta. Cuando la vocación de servicio lleva al misionero a otro pueblo, a otro lugar, a otra realidad, frecuentemente descubre que el hermano con el que se encuentra no tiene únicamente necesidad de la Buena Nueva para crecer como cristiano, sino que también carece de medios o posibilidades de desarrollarse como persona. Nuestra Fundación Ad Gentes trata de dar respuesta a las necesidades de ayuda para el desarrollo integral que nos remiten nuestros misioneros, pero no solo ellos: también las diócesis hermanas con más dificultades buscan nuestro apoyo para cambiar ciertos aspectos de su realidad. En este sentido, durante el año 2019, se recibieron veintiocho proyectos en la Fundación Ad Gentes que solicitaban nuestra colaboración para solucionar variados problemas: construcción de infraestructuras, dotación de espacios, actuaciones pastorales, ayudas alimentarias y médicas… Las necesidades en nuestro mundo son tantas y tan variadas que a una entidad pequeña como la nuestra nos llegan muchas más solicitudes de las que podemos atender. En 2019 nos han solicitado, en total, 181.398,99€. Es una cantidad que excede con mucho (pero mucho, mucho) las posibilidades reales de la Fundación. A muchos de esos problemas tendremos que decirles que lo sentimos, pero que no puede
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ser. A otros, les podremos ayudar en parte, parcheando su situación. A unos pocos, que siempre son demasiados pocos, les podremos decir que acogemos plenamente su proyecto. Esas decisiones las toma el Patronato de la Fundación y suponen no solo uno de los momentos más importantes del año, sino también uno de los más complicados. Pero lo complicado de ese momento es aliviado en parte importante por vosotros, las personas preocupadas por la misión que colaboráis, de mil maneras diferentes y desde mil lugares distintos, con las iniciativas que nuestros misioneros llevan a cabo. Vuestra ayuda nos permite llevar a cabo siete de los veintiocho proyectos solicitados y continuar con nueve de los proyectos que ya teníamos en marcha. Es por esto por lo que esta página de nuestra revista Valencia Misionera debería contener únicamente un inmenso “GRACIAS”, en mayúsculas y negrita y letras lo más grandes posibles. Gracias en nombre de la Fundación Ad Gentes, por permitirnos hacer mejor nuestro servicio en esta realidad eclesial que son las misiones, a veces poco reconocidas y desolvidadas solo durante lo que dura una charla al año, a pesar de su centralidad en la vida del cristiano. Gracias en nombre de los misioneros que consiguen ver parte de sus necesidades cubiertas con vuestras ayudas. Ellos son los destinatarios de las ayudas que nos entregáis, rindiendo cuentas de cómo vuestra generosidad siembra futuro y da fruto. Gracias en nombre de todos los beneficiarios de esos dieciséis proyectos que este año se han visto directamente impulsados por las generosas contribuciones de grupos misioneros parroquiales, parroquias, particulares, arciprestazgos… Gracias por ayudar a que ellos, mujeres y hombres, jóvenes y mayores, sean el verdadero centro de la propuesta de la Iglesia de volver los ojos a Cristo muerto y resucitado para poner en él toda nuestra esperanza. Que disfrutéis todos de una muy santa y feliz Navidad (o que la hayáis disfrutado ya) y un fantástico año 2020. Y si a fecha de leer estas líneas resulta que os ha tocado la lotería, pues ya sabéis dónde estamos…
Juan López Fundación Ad Gentes
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A FONDO
ยกLevantaos, vamos!
El arzobispo en una celebraciรณn en Manta, Ecuador
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apremia. Se trata de la nueva evangelización en un mundo pagano, que se ha alejado de Dios o ni siquiera se lo plantea. Pero es también la misión, en su sentido más estricto, ad gentes, las misiones. (...) Nos apremia evangelizar. Este es nuestro futuro. Esta es la gran llamada de Dios a la Iglesia que está en Valencia. (...) ´Valencia evangelizada, Valencia evangelizadora`, ese podría ser el lema del próximo Sínodo diocesano”. Insta pues a dar “una orientación misionera a la pastoral sacramental”; a “renovar las parroquias en perspectiva misionera y dar vida a comunidades evangelizadoras”; a formar a los laicos “sobre todo, los jóvenes, se preparen para su acción apostólica y misionera en el mundo”; también a “impulsar grupos y movimientos que son netamente evangeliEn el Vicariato de Requena junto a Mons. Oliver zadores (...) misioneros“; “propiciar las misiones parroquiales, o la misión en la universidad o en otros aspectos”; “desarrollar la conciencia misionera“; a “estar muy cercanos a nuestros misioneros y ayudarles”; a “propiciar como ya viene haciéndose, el que jóvenes de nuestra diócesis pasen temporadas en aquellos lugares de misión ad gentes como verdaderos misioneros” y un largo etcétera de “tareas misioneras” para nuestra diócesis. “Consideramos todo ello tan importante e imprescindible que, en la organización diocesana, el de la Delegación o Secretariado de Misiones se ha ampliado a “Misiones y Evangelización”, con el objeto de potenciar y coordinar en la diócesis iniciativas evangelizadoras y fortalecer en toda la comunidad diocesana la urgencia de la evangelización”. Y remarca “Sería muy deseable y recomendable que se crease en cada parroquia, en conexión con el Secretariado de Misiones y Evangelización, un grupo misionero responsable de la acción misionera de la comunidad, de promoción de vocaciones misioneras, de oración, de cercanía, ayuda, apoyo y atención a las misiones y a los misioneros, particularmente aunque no de manera exclusiva de los que tienen que ver con Valencia, también para recoger fondos y ayudas económicas para este fin”. Y concluímos con una frase suya que reza: “Pidamos que Dios prepare nuestros corazones para esta misión”.
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JÓVENES & MISIÓN
#VERANOMISIÓN
María haciendo actividades con los niños
Ya son muchos años los que llevaba soñando este momento, muchas horas buscando destinos y la manera de poder realizarlo. Y es que, desde Jaén, no encontraba los medios para poder hacerlo. Asique, el año pasado decidí ir sí o sí con un amigo de misión a África. Pero, el sacerdote de mi parroquia D. Germán García Aguilera al enterarse me recomendó hablar con la Hermana Izaskun, misionera del Sagrado Corazón de Jesús y María y con los miembros de la Delegación de Misiones de Valencia. Y, a partir de ahí, empecé a comunicarme con ellos durante varios meses hasta que por fin se hizo realidad. Me ilusionaba bastante poder realizar este servicio misionero hacia los demás y el salir de España para conocer otra cultura, otras cos-
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tumbres y poder servir en algo que me hacía y me hace doblemente feliz, es una parte de mi felicidad que necesito cubrir. Creo que el Señor me ha encomendado muchas tareas en esta vida y una de ellas es ser misionera/ voluntaria, así lo siento y así lo creo, porque ayudar a los demás desde mi propio entorno es algo que tengo muy presente en mi día a día. Creo que la misión que el Señor quiere que cada uno de nosotros abordemos empieza en nuestra casa con nuestra familia, continúa en nuestro entorno con nuestros amigos y nuestra comunidad parroquial y así, va subiendo eslabones hasta llegar al mundo entero. Me doy cuenta de que antes de irme a Honduras la palabra “honduras”, valga la redundancia, era una más en mi vocabulario pero ahora no. Después de este intenso mes allí trabajado y vivido me doy cuenta de que al sentir HONDURAS florecen en mi interior muchos sentimientos que no sabría cómo definir con palabras. La situación de este país no puede seguir así, es una pena ver la falta de humani-
dad entre la mayoría de las personas. En ningún lugar del mundo debería de existir tanta violencia, miedo a la vida, falta de recursos básicos, de cariño entre la propia familia, de educación por parte del gobierno y un largo etcétera. Tengo totalmente claro que todo eso es fruto de no conocer a Jesús, de no conocer su palabra y mucho menos de no seguirla. Honduras es un país precioso con muchas riquezas naturales pero la más grande de todas es su gente y, por ello, tienen que vivir felices y en condiciones normales.
El grupo de jóvenes con la misionera
Desde mi punto de vista, NOSOTROS LOS JÓVENES tenemos el deber de intentar cambiar el mundo, los pensamientos malos y negativos, hacernos fuertes, escuchar la palabra de Dios, evangelizar a todo el mundo, ser conscientes de la realidad e intentar ir cambiando poco a poco tanta injusticia porque todos somos iguales y nos tenemos que ayudar y amar sinceramente los unos a los otros.
En la vida, todos buscamos la felicidad, a veces es difícil encontrarla o la encontramos en cosas que realmente no nos hacen felices, por ello, nuestra misión como cristianos católicos es dar a conocer el mensaje del Señor y seguirlo. Así, desaparecerían muchas injusticas, maldades y sufrimientos de los que las personas somos los únicos responsables. Siento que mi FE se ha fortalecido mucho más como fruto de las vivencias de esta misión y sé que me está ayudando a ver las cosas de otra manera y a afrontar los malos momentos de injusticia y de impotencia con más entereza, confiando en el Señor y sacando el lado positivo de las cosas. Un mes en Honduras te puede hacer cambiar muchas cosas en tu vida, tú vas a servir y ayudar a los demás y puede que sin darte cuenta también te estés ayudando a ti mismo, mejorando como persona principalmente entre otras cosas. Hoy, sigo dándole gracias a Dios, por haberme dado esta gran oportunidad no solo de hacer misión con los más necesitados, sino por poner en mi camino a las hermanas de esta congregación y a los voluntarios, que son personas maravillosas de las que, desde mi silencio, también he aprendido mucho. A veces me parece mentira todo lo que he vivido, pero no, es real y me siento muy afortunada por todo ello. En conclusión, para mí personalmente, un cristiano siempre tiene que sumar y aportar en positivo y nunca restar. Siempre en búsqueda de la felicidad y el bien común como forma de vida. Una nueva misión acaba de nacer en mi... María Carmona Delgado Jóven Misionera
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DESDE EL SEMINARIO VALENCIA...
vocación misionera
«Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos». (Mt 28,19s)
¿Vives pasión por Jesucristo? Con estas palabras del Evangelio y esta radical pregunta quisiera comenzar mi testimonio. Mi nombre es Vicente, soy seminarista de Valencia y me encuentro ahora en el 6º Curso. D. m. el próximo septiembre recibiré la ordenación diaconal. El pasado verano un grupo de seis seminaristas y un voluntario, con el P. Arturo a la cabeza, viajamos hasta Manta (Ecuador), enviados por nuestro Arzobispo Antonio, para llevar a cabo una misión de evangelización por aquellas tierras. En mi caso, es el segundo año que participo en una misión de este estilo, y en el mismo lugar. Ya en 2018 viajé con otros 5 seminaristas a esta bendecida tierra y, presentándose de nuevo la oportunidad y discerniéndolo en la oración, emprendí de nuevo esta misión. El punto neurálgico fue la parroquia de san Patricio, que consta de un total de 6 templos de culto. El párroco de entonces, el Padre Ramón Peris, se encargó de nuestra acogida y de la programación mensual. Los agentes de pastoral realizaron una inestimable labor de ayuda en la ejecución de las actividades y colaboración en todo el itinerario de la formación. La experiencia, de formar parte de la misma Iglesia, Cuerpo de Cristo, más allá de las fronteras (¡y del Atlántico!) supuso para nosotros una profunda vivencia de comunión, de ser Familia de Dios. Nuestra misión fue de evangelización. Todo nuestro tiempo y dedicación estuvo centrado en la predicación del Evangelio y la llamada a la conversión. Desde esta centralidad en Jesucristo desplegamos nuestra labor a través de diversas labores. En primer lugar, la formación. Dada nuestra preparación teológica específica y experiencia espiritual, el Padre Ramón nos pidió que nos encargásemos de preparar diversas formaciones a los más variados grupos. Así, desde monaguillos hasta matrimonios, pasando por jóvenes, catequistas, Legión de María… el Señor se sirvió de nosotros para llevar su palabra a todas estas personas desde el depósito de la fe de la Iglesia.
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En segundo lugar, la acción. La presencia de Cristo en todos los hombres es sacramental de su amor e incluso del silencio se sirve Dios para llevar su Buena Nueva. Así fue en nuestro caso. Dedicamos gran parte de nuestro tiempo a la missio ad gentes, especialmente en un barrio llamado
“Ceibo Renacer”. Este barrio nuevo está conformado por casas financiadas por el gobierno para paliar el daño que sufrieron las familias más afectadas por el terremoto de 2016. Otra gran ocupación fue la visita de los enfermos, obra de misericordia tan apreciada por Cristo (Mt 25,36). Recibían los sacramentos de la confesión y unción de enfermos los que así lo solicitaban y su situación de vida les permitía. Y otras muchas actividades, encuentros de jóvenes, testimonios, partidos de fútbol, convivencias… Finalmente, y el que considero el más importante, la celebración. Nuestra misión comenzó, se sostuvo y sigue dando sus frutos, allí y aquí, por la Eucaristía. Y esta vislumbrada desde todos los niveles: por ser el momento culmen de intimidad con el Maestro, por fortalecer nuestros corazones ante el cansancio y las caídas, porque sólo por Cristo la misión puede tener eficacia, porque en ella toda la Iglesia se congrega alrededor de su Jesucristo y da así gloria al Padre por el Espíritu (fin de toda la misión)… Y junto con la eucaristía, las oraciones, momentos de acompañar. Acompañamiento de adultos y jóvenes, los Sacramentos del Bautismo, Reconciliación y Matrimonio, además de la Eucaristía y Unción de enfermos, que administró el Padre Arturo... En mi caso, puedo decir que también fue una “celebración” la experiencia de fraternidad que viví con el Padre Arturo, mis hermanos seminaristas y Víctor, el voluntario. La misión es vida, la vida es misión. La misión es apasionante (en los dos sentidos del término). La Iglesia si no es misionera no es Iglesia. Por eso lamento tanto quienes, sacerdotes o familias, se cierran desde el primer momento a ser enviados a una experiencia tal. ¡Hay que salir a las periferias! Después de esta experiencia de fuerte encuentro con el Señor, rezo con gran esperanza y alegría para que su Espíritu ablande nuestro corazón, a fin de que todos los cristianos se lancen a la misión y así, que todos los hombres sean discípulos de Cristo confesando al único Dios que es Padre e Hijo y Espíritu Santo. Vicente Planells
Seminarista
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PARA PENSAR Y REZAR
“He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” Lc 1, 38
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UN RATITO CON...
Rosario y Pilar Conocemos el testimonio de dos misioneras Servidoras del Evangelio de la Misericordia de Dios. Ambas con trayectorias diferentes, pero muy unidas, principalmente, por el Evangelio que anuncian. Por un lado, Rosario Garrido que a sus 64 años -con apariencia de mucho menos-, se encuentra ahora mismo en Valencia por necesidades familiares para lo que se turna con su hermana Mª Dolores Garrido, también misionera en Argentina. Nació en el Barrio del Carmen, y pasó toda su vida en la Calle Fos. Nos cuenta: Mi vocación fue una “vocación de encuentro con Dios” a través de unos ejercicios a los que me invitaron, donde en realidad solo iba a conocer el País Vasco. No es que no tuviera fe, pero estaba un poco quemada de la situación de los cristianos y su comportamiento en sociedad. Además, estudiaba arte y en ese mundo bohemio ni me planteaba otra cosa. Pero unas misioneras que conocí me invitaron a esos ejercicios. Aún me pregunto como en mi situación me invitaron. Y Dios utilizó esa experiencia, me hizo ver que mi fe era una fe teórica. Me había quedado con el vestido de la comunión y que en realidad no conocía ni a Jesús, ni a Rosario (izda) y Pilar (dcha) con la colaboradora de la delegación Izaskun, Misionera del Sgdo. Cor. de Jesús y María, durante su visita a nuestra delegación
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Dios, ni al Evangelio, pese a que mi nota en religión era siempre de 10. Así, en esa experiencia de oración –aprendí a orar-, descubrí un Jesús, con una personalidad muy atractiva y actual. Descubrí un Dios vivo que me había estado buscando a través de todos los lazos y experiencias humanas que había vivido, y experimenté su amor. Surgió el encuentro y con ello la vocación misionera. Fue un giro de 180 grados a mi vida. Nada más salir dejé mi casa porque me encontré con algo por lo que valía la pena hacerlo. Desde el principio de que siempre me había encantado los idiomas, viajar... Dios me envió. Y he dado la vuelta al mundo tres veces –bromea-. Ha sido una experiencia preciosa de todo lo que he aprendido de la gente y de cómo en el fondo todos buscamos a Dios, aunque no sabemos darle el nombre y lo disfrazamos con la experiencia de compañía, de cariño, de sentirse realizado, pero en realidad nuestro deseo es encontrar a Dios.
Rosario junto a un grupo de jóvenes
Donde más he estado ha sido en Japón, veintisiete años ya, y el pueblo japonés me ha enseñado muchísimo, pese a que no es una cultura fácil, pues son muy exigentes. Allí tenemos dos comunidades, una en Tokyo y otra en Yamato, donde trabajamos con los universitarios, también un centro juvenil en Tokyo donde se invita a todo el mundo, pero sobretodo universitarios. Ahora la Iglesia en Japón necesita de mucha ayuda para invertir en los jóvenes. Organizamos peregrinaciones, pues descubrimos que funcionan mejor que los viajes culturales que organizábamos, pues la unión de jóvenes católicos y no católicos crea una combinación preciosa, los no católicos, aprenden de los que sí son, y los católicos, aparte de coordinar, compartir su experiencia de fe, se han dado cuenta de la gran sed que tienen los no cristianos. Hemos viajado a Fátima -una misionera es de allí- y visitando estos lugares la fe “les entra por los poros”. Fátima les ha tocado el corazón a todos. Ha sido un motivo de conversión impresionante. Una vez regresan a Japón llevamos un seguimiento. Ahí aprovechamos una clase de una misionera que trabaja en la universidad, sobrecultura, la fe y Japón. Luego, las actividades con jóvenes las tenemos en casa que pertenece a los jesuitas y nos la dejan para evangelizar.
En Yamato es muy similar pero distinto, más sencillo, más pueblo. Estamos con jóvenes, pero aún no hay universidad. Dos se esos jóvenes se han bautizado. Yo soy madrina de 5 jóvenes universitarios que en el trabajo con nosotros han descubierto la fe. Es muy bonito el trabajo allí. Ahora es un trabajo muy exigente pues eres misionera las 24 horas, y te miran siempre, representas a Jesús en todo. El primer trabajo misionero en Japón es el de la sonrisa. Y ellos tienen una experesión que dicen que tenemos caras luminosas. Y es eso, la sonrisa, pues la cultura japonesa ha sido de no expresar prácticamente nada. Ahora todo esto va cambiando, pero cuando nos conocen a nosotros, nuestra sonrisa, espontaniedad, alegría... descubren un mundo, y es precioso como, dice Isaías, a través de lazos humanos me llevas a lazos divinos. Es un trabajo muy bonito de amistad con ellos, preocupacion, cariño, valoración, y así van entendiendo los valores cristianos, es una preciosidad. Es un trabajo increíble. Siempre digo, Señor, gracias por llevarme a Japón. Le agradezco mucho la vocación misionera. Aquí en Valencia tenemos una reunión, “El club de la buena estrella”, donde se acuden personas “de todo tipo” a compartir. Hemos descubierto verdaderas transformaciones.
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Hemos compartido muchísimo. Aquí acude la hermana gemela de Pilar (Casadó), Rosario, casada pero misionera aquí. Pilar Casadó, natural de Cheste, estudió magisterio y psicología e intentó por todos los medios no ser misionera. Ha estado en España, luego un tiempo en Argentina y ahora lleva 15 años en Polonia, el lugar donde “ha crecido como misionera”. Descubrí a los 28, mi identidad más profunda de relación con los demás, de un horizonte abierto, de tener a Jesús como amigo, de no dejar al dinero como criterio para la vida, de una vida parecida al Evangelio… descubrí que la única forma de vivirlo fue a través de la vocación misionera. Esa vocación misionera respondía a ser persona de verdad, en relación con los demás y con Dios. A través, de un discernimiento en la comunidad misionera del Verbum Dei. Dios se ha manifestado a través de todo y al final ha sido su voluntad. La gente nos pregunta muchas veces ¿qué hacen unas misioneras en Polonia, donde hay mucha fe, tanta gente que va a la Iglesia? Como que no hacemos falta... pero nuestra misión la comprendemos como unir la fe y
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la vida. Pues la fe allí se vive por tradición y convencimiento, no es un sombrero -ríe- pero cuando las personas se encuentran ante algunas dificultades, ante algún discernimiento, la fe que tienen no les da “soluciones”. A esa fe no se le encuentra una aplicación práctica, no ven la diferencia entre ser creyente o no serlo. Ahí es donde hay una gran misión de evangelización. Hay que dar elementos de discernimiento y crecimiento para la vida cotidiana. Por ejemplo, se trabaja mucho en la orientación para una formación integral de las familias desde el Evangelio. La realidad es que hay una falta de formación práctica Con ello, nosotras tenemos una opción clara en la formación de los jóvenes, que nos lo piden. Por ejemplo, realizamos al menos dos veces al año ejercicios espirituales. En estos los jóvenes se cuestionan en torno a para qué les quiere Dios. Ahora tenemos un proyecto llamado “Discovery” con jóvenes, para descubrir su misión en el mundo. Se trata de hacer un discernimiento más amplio para conocerse desde la mirada de Dios. Todo ello se pretende desde un descubrimiento de la amplitud de la Palabra y, en el fondo, la vocación esencial de las personas es a vivir el Evangelio. Estamos llamados a ser luz en el mundo y a descubrir que lo que cada uno es, es completamente necesario.
Ambas imágenes son de momentos de planificación anual de Pilar con los jóvenes
LA VOZ DE LA EXPERIENCIA
Cercanos a la Navidad Hagamos nuestra la oración de la Iglesia: VEN SEÑOR JESUS Sana nuestros corazones de todo egoísmo, rencor, violencia. Siembra tu Paz en nuestras relaciones familiares, sociales, políticas. “Ven pronto, Mesías, ven pronto, Señor, los hombres hermanos esperan tu voz, tu luz, tu mirada, tu vida, tu amor. Ven pronto Mesías, sé Dios Salvador”. (De un cántico del Adviento) En medio de tanta confusión social, política, podemos hacernos hoy la pregunta del Padre Alberto Hurtado: “¿Qué haría Jesús en mi lugar?” Contemplando a Jesús desde las pajas de Belén al árbol de la Cruz entendemos las Bienaventuranzas del evangelista Mateo capítulo 5 versos del 1 al 12 norma de la vida de Jesús y todo cristiano. El poeta R. Tagore en sus letrillas escribe: “Soñé y pensé que la vida era alegría. Desperté y ví que la vida era servicio. Al servir, entendí que el servicio era la alegría”. Nuestra Teresa de Ávila nos dejaba su experiencia: “Nada te turbe, nada te espante. Dios no se muda. Quien a Dios tiene nada nada le falta. Sólo Dios basta” Felicitación navideña escrita el dia de la Inmaculada, 8 de diciembre 2019 La envío a los amigos de Chile y amigos lectores de Valencia Misionera.
Juan Sanchis
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Sec retariado Diocesano de
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Valencia