Valencia Misionera Julio 2017

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Número 135 Julio 2017

VALENCIA

MISIONERA

La virtud de ser misionero A veces no basta con los valores, apostemos por las virtudes.

Jóvenes y misión Alrededor de 40 jóvenes valencianos viajan a misiones durante el verano

Cuba, es tu momento Entrevistamos a la misionera en Cuba Esperanza Calabuig


Edita: Secretariado Diocesano de Misiones. misiones-valencia@omp.es C/ Avellanas 22-4 46003 Valencia 96 392 24 12 Dep. Legal: V-229-1984 Coeditores: Arzobispado de Valencia Director: Arturo Javier García Juan Sanchís Revista Misioneros Juan López Miguel Hernández Fernando González Esperanza Calabuig Aciprensa Portada: Paula Salvador Voluntaria Verbum Dei en Filipinas Delegación de Misiones Valencia @valenciamision misionesvalencia.blogspot.com.es

VALENCIA

Colaboran en este número:

MISIONERA

Secretariado Diocesano de Valencia


En esta misión encontrarás... Desde el origen: La virtud de ser misionero ¿Basta con tener valores? El Delegado de Misiones de Valencia nos enseña a diferenciarlos de las virtudes

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La firma invitada: Misioneros mayores, memoria viviente muestra el tesoro que son los misioneros mayores

6 Anastasio Gil, director de Obras Misionales Pontificias, nos

Oremos por misioneros: Oblatas de Cristo Sacerdote Esta congregación nos cuenta cómo se puede ser misionero y de clausura

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Fundación Ad Gentes

10 Repasamos el trabajo que realiza la congregación de Pureza

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de María en la República Democrática del Congo

Francisco Misionero, mensajero de paz en Egipto Repasamos los aspectos clave del viaje del pontífice al país del Nilo Cosas de casa: Jornada de Valencia Misionera Los colaboradores de las misiones en Valencia celebran una jornada para conocer la evangelización en Asia

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Cartas desde la misión El misionero valenciano Miguel Hernández nos remite una carta desde Chile

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Un ratito con...Hna Esperanza Calabuig Nos entrevistamos con la misionera en Cuba Esperanza 18 Calabuig, Hermana del Sagrado Corazón

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Jóvenes&Misión Conocemos más noticias sobre los jóvenes valencianos que via- jan durante el verano a colaborar con misioneros. La Voz de la experiencia Don Juan Sanchis nos escribe acerca de la invitación a las periferias que contiene la vocación misionera

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DESDE EL ORIGEN

La virtud de ser misionero Ojalá nuestra sociedad tuviese muchos valores, pero hay temas en los que sólo el valor es insuficiente, a veces es casi una ofensa. El valor de la paz, o del respeto a la familia, a su integridad, a su vida no basta, pues un hombre que maltrata a su mujer podría ser que tuviese el valor del respeto, porque valorar algo puede quedar muy bien, pero no incluye lo que haces. Los fariseos estaban llenos de valores, pero eran hipócritas (Haced lo que dicen no lo que hacen, recomendaba Jesús (Mt, 23, 3). En cambio la virtud contiene el valor y exige la acción en consecuencia y además continuada y permanente. La virtud está vinculada a la realización, a los hechos en cambio el valor solo al deseo. Si educamos en valores está muy bien que hagamos desear el bien, pero educar en virtudes es asumir el valor y además ponerlo en práctica. Lo que supone un entrenamiento en la realización de una vida virtuosa que produce los frutos de bondad. Un cristiano no puede quedarse con el valor de la misión, que quizá muchos ni siquiera lo tienen, sino que ha de ejercitarse en la virtud de la Misión Ad Gentes. Es un mandato de Nuestro Señor Jesucristo, es muy importante, no podemos relegarlo a cuando no tengamos a nadie que evangelizar aquí, para cuando se pueda, es una orden urgente, que exige dejarlo todo para ser pescador de hombres. En Cuba, donde tenemos algunos misioneros, hay también misioneros franceses, que no están en Cuba porque sepan Español, o porque en Francia estén todos evangelizados, sino porque la Iglesia suscita y pide el don de las vocaciones misioneras para los sacerdotes, las religiosas y religiosos, laicos, de institutos de vida consagrada, o de familias… y no pueden menos que responder.

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En Cuba hay muy pocos sacerdotes, la parroquia donde está Javier Trejo, sacerdote diocesano que ha ido por el IEME, en Cumanayagua, de la diócesis de Cienfuegos, donde está destinado; tiene más de 50 000 habitantes y solo cuenta con la ayuda, para una parte menor, de dos religiosos de los Misioneros Siervos de los pobres de Dios, uno alemán y otro suizo. Felix Ferré también está en Cuba, en la diócesis vecina de Santa Clara, como párroco de Calabazar de Sagua, atendiendo dos capillas más. El domingo de la Ascensión fue Felix a explicar su estado de salud, a agradecer y a despedirse para un corto viaje a España; pues durante algún mes estuvo residiendo en el obispado, para recuperarse mejor. La Iglesia se llenó de feligreses que manifestaron un gran aprecio por Felix y mucha alegría por su recuperación y porque no les abandona. En Guau, capilla que atiende Javier Trejo, fuimos el sábado a cuatro bautizos, y estaba la capilla llena, hay más libertad religiosa y por eso un bautizo vuelve a ser un acontecimiento familiar. Cuba está en un momento importante pastoralmente hablando pues hay un acercamiento del pueblo a la Iglesia. No dejemos de pedir el carisma de la vocaciones misioneras para nuestra Iglesia diocesana y respondamos así a la misión que Jesús nos mandó: “Id al mundo entero…”(Mc 16, 15) Arturo Javier García Delegado Diocesano de Misiones

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LA FIRMA INVITADA Por D. Anastasio Gil, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias en España.

MISIONEROS MAYORES, MEMORIA VIVIENTE “Son muy mayores”. Expresión repetida al comprobar el año de nacimiento de muchos misioneros, o al saludar a uno de estos testigos de la Fe a su regreso temporal para pasar unos días con los suyos o para una revisión médica. En ocasiones puede escaparse una pregunta un tanto inquisitoria: “Pero, ¿te vas a volver, a tus años?. Pregunta justificada por el dato sociológico: “Todos los de tu edad ya están jubilados y cobran su pensión”. Viene luego la preocupación eclesial. La mayoría de los misioneros y misioneras son muy mayores y no parece que haya relevo, lo que se traduce en un pensamiento pesimista sobre el futuro de la misión, dando la razón a quien musita con una cierta ironía: “Siempre tiempos pasados fueron mejores”. Ante esta situación del descenso de misioneros que salen y de la ancianidad de una buena parte de los que están allá, cabe una serena reflexión.

Los misioneros y misioneras mayores son expresión de una Iglesia peregrina, que sale al encuentro del otro para entregarle el testigo de la Fe. Todos y cada uno de los misioneros y misioneras mayores son memoria viviente de la actividad misionera de la Iglesia. Ellos son la expresión de una Iglesia peregrina, que sale al encuentro del otro para entregarle el testigo de la fe. Quien desee saber qué es eso de “una Iglesia en salida”, qué es la misión Ad Gentes, no encontrará la respuesta en un tratado de Misionología, sino en la contemplación de estos rostros, donde se vislumbra el ocaso de una vida entregada, llena de paz y alegría esperanzada. El Papa Francisco les decía a los jóvenes en Cracovia que, si querían ser hombres del mañana, debían mirar y escuchar a los mayores, cuyas palabras están cuajadas de sabiduría. “Preguntad y escuchad a vuestros mayores, a vuestros

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abuelos”, les indicaba. Sería un grave error dejarse llevar por la primera impresión al contemplar a uno de nuestros misioneros ancianos. Es cierto que no podemos modificar su fecha de nacimiento, por mucho que lo deseemos, como también lo es que una significativa representación de los misioneros españoles Alexandre Alapont; más de 50 años misionero tiene una edad superior a la fijada para la jubilación en la actual legislación laboral. Pero la diferencia no hay que buscarla en el ocaso de su existencia, sino en el origen de su vocación. Los misioneros no están en la misión por voluntad propia. Dios les tomó la delantera y les pidió salir al encuentro de sus hermanos que viven en las periferias geográficas y existenciales. Respondieron con generosidad y sin condiciones, entregándose para toda la vida. Su llegada a la misión no fue un simple aterrizaje, como quien llega a un lugar para hacer una obra buena. Se identifican con el pueblo al que han sido enviados. A partir de ese momento, esa pasa a ser su tierra; es su gente. Su presencia, sobre todo cuando son mayores, es un testimonio de fidelidad para los más jóvenes, que han sido llamados a la fe en las pequeñas y grandes comunidades cristianas. Pudiera parecer que su estancia en la misión ya no es “rentable” porque les faltan las fuerzas físicas o el empuje de los primeros años. Pero tal vez, una de las imágenes de reconocimiento más elocuentes es comprobar cómo una comunidad despide y acompaña a su misionero cuando este ha sido llamado a la casa del Padre. Él ha querido morir entre los suyos; estos han sabido corresponder con la cercanía, la oración y la veneración. Anastasio Gil Revista Misioneros Mayo 2017

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OREMOS POR MISIONEROS

Oblatas de Cristo Sacerdote Desde hace tres años, la Delegación de Misiones organiza una oración en un convento de clausura cada mes para rezar por los misioneros. En este número de Valencia Misionera estrenamos esta sección en la que nos escriben estas consagradas que rezan por todos los misioneros y misioneras Aunque la mayoría de vosotros nos conocéis, alguno se puede preguntar: Y ¿cómo surge esta vocación de las Oblatas de Cristo Sacerdote?

Las Oblatas “nacimos” en el Cenáculo; el núcleo, la raíz de nuestro carisma está en aquel primer Jueves Santo, en aquella noche de amor hasta el extremo en la que Cristo que acaba de instituir la Eucaristía y el sacerdocio, El entreabre su corazón y expresa su intimidad con unas palabras que no le habíamos escuchado hasta entonces. Es Juan, el discípulo amado quien las recoge en el capítulo 17 de su evangelio : “Padre Santo, guárdalos en tu Nombre, … mientras he estado con ellos yo los he guardado, pero ahora, voy a Ti…No te pido que los saques del mundo sino que los preserves del mal. Yo por ellos ruego, y por ellos yo me ofrezco en oblación…Y no solo por ellos sino por todos los que crean por la palabra de ellos. La Oblata sorprende ese latido del corazón de Cristo, como ese “flash”, esa instantánea de la vida de Cristo y se reconoce AHÍ: Siente que El la llama, es la vocación a entregarle toda su persona, su ser y vida para que Cristo pueda seguir prolongado en el tiempo, en ella, en su humanidad, ESO que El dejó escapar en esa Noche Santa: su oración y oblación por la santidad de los sacerdotes y de toda la Iglesia. Este carisma que surge del Jueves Santo tuvo su comienzo en el tiempo el 25 de abril de 1938, por el encuentro providencial en Madrid, en plena guerra civil española, de Nuestros Padres Fundadores: el Venerable José Mª García Lahiguera y M. Mª del Carmen Hidalgo de Caviedes, que se comprometieron en ese día a llevar a cabo lo que el Señor había puesto en su corazón a costa de lo que fuera Y eso ¿Cómo lo vivimos? Pues como lo hizo Cristo y lo hizo su madre, en una vida sencilla, enteramente entregada a la Voluntad del Padre, que es el altar de la oblación. Una vida en que Cristo es todo, y lo demás es relativo; y esto en todos los campos, y así: vida pobre y austera, como en lo afectivo, amando con un corazón virgen a cada persona como la ama El. Una vida en obediencia, en una clausura que en su limitación de espacio, de rela-

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ciones y de tareas externas proporciona un ámbito de interioridad para vivir profundamente la vocación a la que hemos sido llamadas: ser la oración y oblación de Cristo en el corazón de la Iglesia. Una vida escondida con Cristo en Dios, pero con una gran dimensión apostólica y misionera. En este sentido, hay una gran vinculación entre la vida contemplativa y la vocación misionera, ya sabemos que la patrona de las misiones es Sta.Teresa del Niño Jesús, una monja de clausura que nunca salió de su convento y esto es algo que llevamos muy en el corazón tanto los misioneros como las contemplativas. De hecho muchas de nosotras pensamos en un principio que Dios nos llamaba a una vida misionera hasta que el Señor nos hizo comprender a cada una por diversos caminos que esos grandes deseos de que todos conocieran la alegría de la salvación sino que El nos reclamaba ser grano de trigo que se entierra y rompe en el silencio y soledad del surco y así da mucho fruto, que nos llamaba a dar la vida para que otros tengan Vida en abundancia. Por eso es muy significativo que la Delegación de Misiones organice estas oraciones en los monasterios de clausura, porque expresa este vínculo estrecho entre la misión y la oración o la dimensión apostólica de toda vida contemplativa, y que a primera vista puede no entenderse porque son vidas muy distintas aparentemente. Muy importante también el papel de la parroquia La parroquia es como el semillero o el jardín en que se cuida a cada persona para que crezca y se desarrolle según el Plan de Dios y allí se gestan todas las vocaciones, los matrimonios, las misioneras, las sacerdotales, las contemplativas y sobre todo se enseña a amarlas a todas sabiendo que todas son necesarias, y que nos necesitamos unos a otros. Que nunca estamos solos aunque podamos sentirnos solos. Ojalá cada seminarista y cada sacerdote pueda experimentar esta verdad: Que aunque pueda experimentar la soledad, nunca está solo porque muchas personas que a lo mejor no llega a conocer en esta vida le sostienen con su oración, ofreciendo sus enfermedades… y porque Cristo mismo quiso regalarle esta Congregación donde estas Hermanas oran día y noche y consumen su vida para que ellos siempre la tengan en abundancia para repartir a tantas personas sedientas de Dios, a tantas personas que caminan en tinieblas. Termino con la frase que dirigió un sacerdote misionero a una de nuestras Hermanas: “yo permaneceré de pie, mientras tu permanezcas de rodillas”

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FUNDACIÓN AD GENTES

Salones parroquiales para Juigalpa

No es infrecuente, en las conversaciones que uno va teniendo por ahí, encontrarse con la idea de que la parroquia se resume en el templo, en la iglesia física. Muchas parroquias cuentan además con otras instalaciones donde tener las sesiones de catequesis o las reuniones del consejo parroquial. A todo ese complejo le llamamos parroquia, y para muchos ese grupo de edificios agota el significado de parroquia. Conviene tener en cuenta que, sin embargo, la parroquia es principalmente una comunidad de bautizados que recorren el camino del seguimiento de Jesús. Esa comunidad parroquial se identifica con los fieles de una determinada zona, ya que la parroquia es una parcelación de la Diócesis y, en este sentido, el párroco actúa en nombre del Obispo, con su autoridad y haciendo sus veces, ya que ha sido puesto por el Pastor diocesano para que colabore con él en el pastoreo de la iglesia particular. Como comunidad de fieles, acoge las angustias y esperanzas de los hombres, anima y orienta la comunión, participación y misión. Si la parroquia es la iglesia que se encuentra entre las casas de los hombres, ella vive y obra entonces profundamente insertada en la sociedad humana e íntimamente solidaria con sus aspiraciones y dificultades. Un bonito ejemplo lo tenemos en la Parroquia Divino Niño de Juigalpa, en Nicaragua, donde está de párroco el misionero valenciano D. Enrique Molina. Es una parroquia de nueva creación (desde septiembre de 2007), nacida alrededor de la capilla-santuario del Divino Niño, que cuenta con unos nueve mil feligreses, habitantes de ocho barrios populares de Juigalpa. La prioridad de toda comunidad de fe es la celebración, teniendo como centro de la vida comunitaria la eucaristía. Por ello, fue necesario remozar el templo. A esta labor se entregó el P. Molina al llegar al santuario, emprendiendo unas obras de acondicionamiento que concluyeron en 2006. Pero no sólo se cambió la apariencia externa, sino también la forma de enseñar el amor a Dios y al pró-

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jimo en un ambiente en el que se hacía prioritario fortalecer el núcleo familiar y atender a niños y jóvenes. Esta prioridad, necesaria por la realidad social de los barrios periféricos de la ciudad donde se vive en un entorno de violencia, implicaba que la parroquia necesitaba nuevos espacios. Por ello, y recibida la solicitud del P. Molina, desde la Fundación Ad Gentes estamos ayudando a construir los salones parroquiales, una infraestructura donde poder atender a la formación de la comunidad, donde instalar una escuela de líderes, donde tener experiencias de retiro y llevar a cabo la catequesis… Atender a la comunidad parroquial en sus preocupaciones y necesidades es parte importante de la labor del pastor. La vida comunitaria gira en torno a la eucaristía, pero no se agota en el momento de la comunión. Había una canción de misa, hace tiempo, que decía que “la misa no termina en la iglesia: ahora la empezamos a vivir”. Esa vida que transcurre fuera de la iglesia física, del templo, debe continuar siendo vida en Cristo, siendo vida dentro de la Iglesia. En este sentido, las infraestructuras de las parroquias, vivificadas por la labor pastoral de los párrocos y los diferentes equipos con que cuenten, suponen una importante ayuda. Si quieres colaborar con este proyecto no dudes en ponerte en contacto con la Fundación Ad Gentes. Juan López Fundación Ad Gentes

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FRANCISCO MISIONERO

PAPA FRANCISCO: MENSAJERO DE PAZ EN EGIPTO

El pasado 28 y 29 de Arbil, el papa Francisco visitó Egipto. Posteriormente ha dedicado una catequesis en la que narra el objetivo de aquel viaje y detalla lo que vivió.

Para toda la humanidad Egipto es sinónimo de antigua civilización, de tesoros de arte y de conocimiento; y esto nos recuerda que la paz se construye mediante la educación, la formación de la sabiduría, de un humanismo que comprende como parte integrante la dimensión religiosa, la relación con Dios La paz se construye también partiendo de la alianza entre Dios y el hombre, fundamento de la alianza entre todos los hombres, basado en el Decálogo escrito en las tablas de piedra del Sinaí, pero más profundamente en el corazón de todo hombre de todo tiempo y lugar, ley que se resume en los dos mandamientos del amor a Dios y al prójimo. Este mismo fundamento esta también a la base de la construcción del orden social y civil, al cual están llamados a colaborar todos los ciudadanos, de todo origen, cultura y religión. Esta visión

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de sana laicidad ha aparecido en el intercambio de discursos con el Presidente de la República de Egipto, con la presencia de las Autoridades del país y del Cuerpo Diplomático. El gran patrimonio histórico y religioso de Egipto y su rol en la región medio oriental le confiere una tarea peculiar en el camino hacia una paz estable y duradera, que se basa no en el derecho de la fuerza, sino en la fuerza del derecho. Los cristianos, en Egipto como en toda nación de la tierra, están llamados a ser levadura de fraternidad. Y esto es posible si viven en sí mismos la comunión con Cristo. Un fuerte signo de comunión, gracias a Dios, hemos podido darlo junto con mi querido hermano el Papa Tawadros II, Patriarca de los Coptos ortodoxos. Hemos renovado el compromiso, también firmando una Declaración Conjunta, de caminar juntos y de comprometernos para no repetir el Bautismo administrado en las respectivas Iglesias. Juntos hemos orado por los mártires de los recientes atentados que han golpeado trágicamente aquella venerable Iglesia; y su sangre ha fecundado este encuentro ecuménico, en el cual ha participado también el Patriarca de Constantinopla Bartolomé. El Patriarca ecuménico, mi querido hermano. Egipto, para nosotros, ha sido un signo de esperanza, de refugio, de ayuda. Cuando aquella parte del mundo estaba hambrienta, Jacob, con sus hijos, se fue allá; luego cuando Jesús fue perseguido, se fue allá. Por esto, narrarles este viaje, entra en el camino de hablar de la esperanza: para nosotros Egipto tiene este signo de esperanza sea para la historia, sea para hoy, para esta fraternidad que acabo de contarles Agradezco nuevamente a quienes han hecho posible este Viaje y a cuantos de diversos modos han dado su aporte, especialmente a tantas personas que han ofrecido sus oraciones y sus sufrimientos. La Santa Familia de Nazaret, que emigró a las orillas del Nilo para huir de la violencia de Herodes, bendiga y proteja siempre al pueblo egipcio y lo guie en la vía de la prosperidad, de la fraternidad y de la paz. Gracias. Tomado de aciprensa.com

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COSAS DE CASA

Jornada de Valencia Misionera El pasado sábado 17 de junio, se celebró en Moncada la Jornada Valencia Misionera. Misioneros, delegados parroquiales de misiones, voluntarios y mucha gente interesada en la misión se reunieron en el Seminario Mayor de Moncada para celebrar la jornada de Valencia Misionera bajo el lema “La misión del primer anuncio en Asia”. Durante la jornada intervino la Hermana Chelo García, misionera del Sagrado Corazón de Jesús y María. Chelo descubrió en su exposición las principales claves de su trabajo en Tailandia durante 16 años.llena de paz y alegría esperanzada. El Papa Francisco les decía a los jóvenes en Cracovia que, si querían ser hombres del mañana, debían mirar y escuchar a los mayores, cuyas palabras están cuajadas de sabiduría. “Preguntad y escuchad a vuestros mayores, a vuestros Los asistentes también pudieron disfrutar de una interesante mesa redonda en la que participaron diferentes puntos de vista de la evangelización en Asia. Pudimos escuchar al sacerdote D. Javier Francés, quien nos contó su experiencia acompañando a un grupo de voluntarios en India. Además, escuchamos con interés la visión de la Hermana Dominica Marina Lin, quien nació en China y actualmente trabaja en Valencia acompañando en la Fe a chinos que se han convertido al catolicismo. Por su parte, la comunidad misionera del Verbum Dei estuvo representada por la Hna Rachel Lumain y por la voluntaria Paula Salvador. Ambas centraron su intervención en su experiencia misionera en Filipinas. En definitiva, una jornada muy fructífera para celebrar la dimensión misionera en la diócesis de Valencia. La jornada concluyó con una Eucaristía y una comida que compartieron todos los participantes.

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Fundación Padre Juan Schenk La biblioteca solidaria para ayuda a hispanoamérica vive sus mejores días desde que fuera fundada con el objetivo de hacer servir libros en desuso enviándolos a quienes los necesitan. Reciben libros que todos tenemos en nuestras estanterías, los clasifican y los envían a países en los que puedan servir de ayuda. Colombia, Ecuador, Perú, República Dominicana...han sido muchos los países que ya se han visto beneficiados por esta acción. -”Tenemos literatura infantil, juvenil, material escolar, literatura clásica y de grandes autores. También tenemos un amplio catálogo de literatura eclesial y religiosa.” - Nos comenta Paco Tébar, director de la fundación.

Cultura contra la pobreza

Esta biblioteca solidaria tiene sus sedes en Valencia y Alaquás. Siguen recibiendo libros de donantes, y lo más importante: están a disposición de todos los misioneros y misioneras para hacerles llegar este preciado material sin coste alguno para el demandante. Si eres misionero y quieres solicitar un envío puedes contactar con ellos a través del email fundacionpadrejuan@gmail.com o en el teléfono (+34) 610 299 730. Porqué como su lema indica, la cultura es la base para combatir la pobreza, no dudes en donar tus libros o en solicitar un envío. Cientos de letras llenas de riqueza te están esperando.

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CARTA DESDE LA MISIÓN

Desde Chile: Miguel Hernández Estimados amigos de Valencia Misionera: Escribo unas letras parar saludarte a ti y a todos los lectores de Valencia Misionera que me consta son bastantes. A varios meses de inserción en esta querida diócesis de Copiapó y después de veintiún años de ausencia me encuentro de nuevo en la misión. Increíblemente la memoria de todos los sacerdotes que por aquí han pasado está muy viva, uno se sorprende. Escribo ya pasado los temporales de las lluvias que han hecho mucho daño a la gente. A mí me pilló en Vallenar porque tenía el encargo de ir al valle sur, -allí se encuentra Enrique Sarneguet- para hacer una jornada con los catequistas sobre la Catequesis Familiar -me pilló el temporal nada más llegar y no alcancé a realizarlo. El encuentro se suspendió y regresé de inmediato como pude a Copiapó. No funcionaban los autobuses y una buena persona, el cuñado de un sacerdote, me llevó en su camioneta (dos horas de ida y dos devuelta), regresé a Copiapó y celebré dos misas muy sentidas porque había gente que lo había perdido todo… en mi casa entró poca agua…. erte. Como sabes en este desierto, el más árido del planeta, suele llover -cada seis-siete años una lluvia pequeña y por eso florece el desierto…pero parece que ha cambiado la climatología y como no se está preparado nada, ni siquiera las casas, cuando llueve queda un desastre general, ya conoces el lugar. Poco a poco voy teniendo una mirada más serena de la realidad que ahora me toca vivir… Te describo un poco el lugar donde vivo: El sector es muy amplio, son varios sectores muy grandes. Ahí vivo y en esos sectores están situadas las cinco capillas y la sede parroquial. Nombres preciosos: Jesús de Nazaret, Cristo liberador, María Madre de los mineros, Cristo Resucitado y María Magdalena. Solo los nombres me ayudan y me emocionan. Son parroquias muy pobres pero con gente

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súper buena. En la circunscripción de la parroquia Jesús de Nazaret, se encuentra, una escuela católica con unos 800 alumnos. Es atendida, en su dirección y mantenimiento, por las Religiosas de San Vicente de Paúl y la comunidad está formada por cuatro religiosas - tres chilenas y una argentina-. Como no pueden acudir a las capillas en días lectivos les celebramos la Eucaristía a las siete de la mañana porque los alumnos llegan a las ocho… Antonio Vargas, que lo tengo de vecino, y yo, les celebraremos dos días cada uno, No tengo todavía camioneta para desplazarme por la extensa población que me corresponde. De momento viajo en locomoción colectiva o alguna alma caritativa me desplaza… las Eucaristías son poco concurridas generalmente – en eso noto mucha diferencia a los años anteriorespero se respira un ambiente de profunda espiritualidad y compromiso social. Mis sectores son pobres. Todavía es pronto pero sí puedo decirte que estoy contento y feliz. Nos encontramos en Copiapó Juan Pedro Cegara, Antonio Vargas y yo. Procuramos encontrarnos de vez en cuando y compartir un rato. Sigo abriendo los ojos como platos y me siguen sorprendiendo muchas cosas para bien. Envío un saludo a cada uno, ojalá que los misioneros se animen a escribir para la revista Valencia Misionera y así poder compartir la Gracia con la que nos está colmando el Señor. Pido que recemos unos por otros.

Miguel Hernández Rueda Misionero Valenciano

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UN RATITO CON...

Hna. Esperanza Calabuig: “Es el momento de Cuba” En su última visita a la Diócesis de Valencia, nos entrevistamos con la Hna Esperanza Calabuig, religiosa del Sagrado Corazón sirviendo en Cuba. ¿Cuánto tiempo lleva en Cuba? Hace 7 años que llegué a Cuba, en la Diócesis de Santa Clara, al sur de la isla. Trabajo en la Parroquia de la Caridad, pero atendemos sitios rurales y de campos que están bastante alejados. ¿Y qué hacía antes de ser misionera? Casi todo el tiempo he sido misionera. Antes de Cuba estuve 24 años en Chile, fui cuando todavía estaba Allende. Viví allí el golpe de estado, muchos años de dictadura… En el 85 volví a Valencia y estuve 13 años en Nazaret. Fue una experiencia muy gratificante en esta diócesis. Después me volví a Chile, a la Diócesis de Copiapó donde tantos valencianos han servido. El año 2009 lo pasé en Haití, y después ya fui destinada a Cuba.

La Hermana Esperanza celebró en 2016 sus bodas de oro como religiosa del Sagrado Corazón. Hasta Cuba se desplazaron sus familiares más íntimos para celebrar esta importante cita llenos de alegría y amor.

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¿Cómo se vive desde dentro la situación político-social cubana? A mi me encantaría que Cuba fuera la alternativa al capitalismo, pero tendrían que mejorar muchas cosas. Falta libertad de expresión, falta comida y sobretodo los sueldos son irrisorios, no hay poder adquisitivo. La gente tiene varios empleos, generalmente ilegales. Sin embargo la salud y la educación están al acceso de todo el mundo. Yo no digo que sean de calidad, pero te atienden estés donde estés. ¿Cómo desarrolla su actividad pastoral en una realidad como esa? En Cuba no podemos tener educación sistemática, trabajamos la pastoral en lugares alejados, hacemos ejercicios espirituales, enseñamos a orar, hacemos equipos con sacerdotes, religiosas, laicos... también tenemos grupos de apoyo escolar. Llevamos la pastoral en la prisión de Sancti Espirito, tenemos un equipo muy bonito de personas que van a ver a presos a quienes nadie va a ver. Servimos en lo que podemos pero lo principal que hacemos es acompañar al pueblo en su proceso. Quisiéramos que las cosas se normalizaran habiendo más libertad de la que hay, el problema es que el consumismo se mete hasta la médula y la gente desea ser como Europa o Estados Unidos. Cuba vive ahora mismo en el momento exacto para desarrollarse como pueblo y no adquirir las costumbres capitalistas que hacen a una sociedad consumista, pero para ello debería multiplicar los sueldos al menos por diez.

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JÓVENES Y MISIÓN

#VeranoMisión2017 Con la llegada del verano normalmente desaparecen las actividades escolares, los cursos se terminan y comienzan unas ansiadas vacaciones. Sin embargo, desde hace unos años, el verano también indica el inicio de una experiencia misionera. Cada vez son más los jóvenes que dedican sus vacaciones a colaborar con misioneros. Es algo que está ocurriendo en toda España, pero que en la diócesis de Valencia ha crecido de forma exponencial. Este año son alrededor de 40 los jóvenes que van a participar en una experiencia misionera en algún país de América o África. Estos jóvenes completan un periodo de formación de un año en el que conocen a algunos misioneros que llevan años entregados a la gente más pobre. También se les imparten contenidos de voluntariado, actitudes, dimensión misionera de la Fe... se les intenta preparar para que disfruten de la experiencia, descubran la misión y encuentren a Dios allá donde sirvan. -“Mis veranos ya no son lo mismo, ahora necesito colaborar en mis meses de vacaciones porque es una respuesta a la llamada del Señor” - Comenta Javier, quien ha viajado por segunda vez a Perú. También hay muchos de ellos que viajan por primera vez, y que descubren que es una experiencia que les cambia la forma de ver el mundo que les rodea. Son jóvenes muy preparados, hay ingenieros, maestros, médicos, periodistas... pero además, y lo más importante, son testimonio en sus círculos cuando regresan. Muchos comparten su

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testimonio en colegios o parroquias durante el Domund, y todos evangelizan un poco su lugar de trabajo, de estudio... -“Es una forma de acercarse al Señor y a la Misión, tienen que saber que Dios cuenta con ellos y tenemos que propiciar ese encuentro.”- Argumenta el director diocesano de Misiones, Arturo García. Además, este año la Delegación de Misiones ha adquirido el compromiso para facilitar que todos los seminaristas viajen durante al menos un verano a una misión valenciana. Estamos seguros que esto suscitará muchas vocaciones misioneras y que en el futuro podremos ver los frutos. Cabe destacar que estos jóvenes, estudiantes o recién titulados, hacen el esfuerzo económico para viajar en verano, ya que cada uno costea su billete de avión y los gastos de manutención durante su estancia. Si eres misionero y te gustaría recibir durante los meses de verano algunos jóvenes, solamente necesitas un lugar donde puedan descansar, del resto nos encargamos nosotros. No dudes en contactar con la Delegación de Misiones para poder prepararlo bien de cara al próximo verano. De momento deseamos que las experiencias de este 2017 estén llenas de frutos y el Señor les acompañe en este camino.

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LA VOZ DE LA EXPERIENCIA

La vocación misionera: Invitación a las periferias “Obras son amores, no buenas razones” dice el refrán. Ahora con la insistencia del Papa Francisco a salir a las periferias somos muchos los que nos atrevemos a hablar de las periferias, pero ¿nos las planteamos como llamada personal? ¿Nos sentimos invitados a abandonar nuestras comodidades y ponernos a disposición para ser enviados a últimos lugares? Son recientes las palabras del Papa a los obispos latinoamericanos reunidos en su 36 asamblea ordinaria y en conmemoración del tricentenario del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora Aparecida, diciéndoles que no tengan miedo de ensuciarse, de aventurarse, por su gente pues la Virgen apareció entre el fango del río y que así podremos mirar sin filtros clericales el rostro de Cristo dejándose engendrar en la esperanza.

Leemos en la carta de san Pablo a los filipenses: ”Tened los sentimientos (podemos traducirlos por actitudes, comportamientos, estilos

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de vida) de Cristo Jesús, el cual teniendo la forma (el estado) de Dios no consideró codiciable tesoro el ser igual a Dios sino que se vació a sí mismo para tomar la forma de siervo y participar de la condición humana, llegando al extremo de la muerte de cruz, asumiendo nuestro pecado” (Fpl 2-6). Esa forma de presentarse que tiene Jesús no encajaba con la idea de un Mesías glorioso, acomodado, triunfante; más bien fue un escándalo que le llevó a la muerte ignominiosa del madero. El misionero/a es alguien que se aventura a la incertidumbre, a encontrarse con caras y costumbres nuevas, con inseguridades y estrecheces económicas . Sabe que va a aprender, a escuchar, que su misión no es proselitismo sino de servicio, de testimonio, de diálogo y acompañamiento. El misionero no parte con esquemas preconcebidos apegados a su mentalidad, para defender sus criterios y formas de tratar los problemas; debe estar dispuesto a ocupar últimos lugares, a ser y vivir pobremente y compartir la mesa humilde de los pobres. Al misionero le cuadra bien lo del vaciarse a sí mismo para una plena comunión con aquellos a los que es enviado: asemejarse a Jesús es el bagaje del misionero. Llama la atención el escuchar a los misioneros de haber recibido más de lo que hayan podido entregar, de las lecciones evangélicas de los pobres. Los 4 sacerdotes misioneros valencianos que tenemos ahora en Copiapó – Chile son reincidentes; no se sentirían cómodos en sus parroquias de la capital y respondieron a la llamada de nuestro arzobispo para ser enviados de nuevo y allí están trabajando en sectores poblacionales, humildes. Lo mismo podemos decir de otros compañeros que han partido a diversos puestos de misión y que son un ejemplo para quienes podemos estar tentados de acomodarnos en estructuras que se nos han dado hechas o nos hemos creado. Salir es exponerse a comenzar de nuevo, escuchando las palabras de Jesús: “Id al mundo entero a llevar el Evangelio”.

Juan Sanchis Misionero Valenciano

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2.000 

Los seis años de formación de un seminarista

1.000 

Tres años de preparación de un futuro sacerdote

350 

Un curso académico de un seminarista o novicio/a

Secretariado Diocesano de Valencia

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