BRUJAS
en tiempos muy postmodernos
SUMARIO El feminismo es (también) una historia de brujas 5 El verano del 68 6 De la caza de brujas a la reivindicación feminista
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Moon Church; brujas contemporáneas 11 Pussy Riot; La apoteosis del malentendido 12
W. I. T. C. H. en una de sus primeras acciones
EL FEMINISMO (TAMBIÉN) ES UNA HISTORIA DE BRUJAS Aquelarres, hechizos y maldiciones. Desde las W.I.T.C.H a las Moon Church, la brujería se transforma en un discurso empoderador de la mujer. BEATRIZ SERRANO | 15 OCT 2014
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El verano del 68 La Felguera, una pequeña editorial especialista en rescatar historias atípicas o que nunca antes fueron contadas, ha reeditado recientemente el libro W.I.T.C.H: La Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno (Women’s International Terrorist Conspiracy from Hell). Tras este satánico nombre se escondía un colectivo de mujeres que desde 1968 hasta 1970 hicieron feminismo de guerrilla en diferentes puntos de Estados Unidos. No tuvieron una organización centralizada, ya que cada grupo se formó de manera independiente inspirándose en las ideas y las acciones del grupo anterior. Su estética no pasaba desapercibida: largas capas negras y caras desfiguradas por un maquillaje diabólico, las W.I.T.C.H eran a fin de cuentas, brujas del siglo XX. Sus armas eran la acción directa, el boicot, las manifestaciones y, por supuesto, los hechizos y aquelarres. Las W.I.T.C.H nacieron durante la Segunda Ola de Feminismo por una división del colectivo New York Radical Women en dos grupos difer-
enciados. Las W.I.T.C.H estaban interesadas en un feminismo social y político, de acción directa, un feminismo de guerrilla: sus apariciones públicas estaban a medio camino entre la protesta y la performance artística. Fueron pioneras en la unión de texto e imagen con la intención de salir en la prensa y así viralizar su mensaje. ¿Cómo? Actuando como brujas, lanzando maldiciones delante de la bolsa de Wall Street o mediante aquelarres públicos. Creando una imagen potente y diferenciada, conseguían mayor atención de la prensa. Pero no debemos olvidar el contenido por potente y artístico que fuera el continente: “W.I.T.C.H. significa romper el concepto de mujer como criatura biológica y sexualmente definida. Implica la destrucción del fetichismo de la pasividad”, rezaba uno de sus manifiestos, presentados públicamente como ‘hechizos’. “Pretendían erosionar el sistema desde la palabra” – comentan desde Sangre Fucsia, un magazine radiofónico feminista que puedes escuchar a través de Ágora Sol Radio o de su página web
– “Además al hacerlo en forma de manifiestos y de terminar sus ‘hechizos’ con “¡Pasa la palabra, hermana!” nos recuerdan la necesidad de afiliación entre mujeres y de transmitir lo aprendido”. Pese a la corta duración del grupo, las W.I.T.C.H han sido precursoras de movimientos feministas como las Guerrilla Girls, las Femen o las Pussy Riot. “Las rusas Pussy Riot, de forma intencionada o no, tienen muchos puntos en común con las W.I.T.C.H”, prosiguen desde Sangre Fucsia. “El uso del ‘disfraz’, la puesta en escena de la performance o la importancia ritual de la palabra son centrales en ambos colectivos. Lo que promulgan las Riot igual que las brujas, es que la feminidad puede y debe ser fuerte. Ese movimiento, al igual que las W.I.T.C.H., celebra de forma lúdica que una cosa es ser femenina y otra feminista, pero que ambas no se excluyen. Además, recuperando la conexión entre música y poesía, nos hace volver de nuevo al poder de la palabra, ese es el tipo de ‘magia’ que nos interesa”. Activistas, guerrilleras, feministas y ¿brujas? La
Integrantes de W. I. T. C. H.
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De la caza de brujas a la reivindicación feminista
Integrantes de W. I. T. C. H. durante una acción.
elección de esta estética no es algo casual, a finales de los 60, grupos feministas como el Movimiento de Liberación de la Mujer comenzaban a identificarse con este arquetipo, antaño maldito, que podía llegar a explicar la posición de la mujer en la sociedad durante los siglos venideros. Rescatar la figura de la bruja y el genocidio cometido durante más de dos siglos contra las mujeres por resistirse al poder de la Iglesia y el Estado (la famosa caza de brujas) pasó a ser reivindicación feminista: “Somos condenadas por asesinato si se planea un aborto. Por vergüenza si no tenemos un hombre. Por conspiración si luchamos por nuestros derechos y quemadas en la hoguera si nos levantamos para luchar” era otro de los famosos manifiestos de las W.I.T.C.H. Silvia Federici, escritora, profesora y activista feminista, explica en su libro Calibán y la bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación primitiva (Traficantes, 2010) la importancia que la caza de brujas tuvo para entender el papel de la mujer en la sociedad actual. Las brujas fueron, según Federici, sujetos femeninos que se alejaban del modelo establecido y desafiaban la estructura de poder, desde la hereje, la partera o la curandera hasta la esposa desobediente, la prostituta, la libertina, la adúltera o la promiscua, es decir, bruja
era toda mujer que practicase la sexualidad fuera de los vínculos de matrimonio y procreación. “La caza de brujas fue una guerra contra las mujeres: un intento coordinado de degradarlas, demonizarlas y destruir su poder social”, afirma Federici. “Fue en las hogueras y las salas de tortura donde se construyeron los principios burgueses de feminidad y domesticidad que tan útiles le son, hoy por hoy, a nuestra sociedad” – dicen las Sangre Fucsia. Las muertes en la hoguera fueron lecciones para las supervivientes, como apunta Federici en su libro, mujeres que por temor a ser consideradas brujas adoptaron un nuevo rol sumiso, obediente, pasivo y doméstico en el que el deseo sexual era sinónimo de vergüenza y culpa. “La figura de la bruja funciona a la hora de construir el mundo como ar quetipo de la mala mujer, ya sea bru ja, puta, mala madre, rebelde o sabia”, continúan las Sangre Fucsia. “Pero esta mujer mala siempre será consciente de su sexualidad y con sciente de la importancia y necesi dad de la hermandad con las otras mujeres”, añaden. A lo largo de la historia y a través de las narraciones que construyen nuestro imaginario, la
bruja ha simbolizado una maldad primigenia, la de mujer pecadora, la que hace del mal camino una forma de vida y vive al margen de la ley patriarcal: “Es la outsider, por eso son tan admiradas en el feminismo” – apuntan las Sangre Fucsia – “Las brujas son conscientes de que para ser fuertes es necesario tejer redes con otras mujeres, en ese sentido desvelan el secreto para resistir a lo largo de la historia” Este concepto de unión entre mujeres para compartir experiencias y fortalecerse como
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Manifestante en una acciรณn de W. I. T. C. H.
Moon Church: ‘Brujas’ contemporáneas
grupo e individualmente es lo que inspiró a Moon Church, un colectivo fundado en Brooklyn en 2013 que bebe del legado de las W.I.T.C.H: “Antes de fundar Moon Church, muchas de nosotras participamos en una clase llamada Goddes Circle en un centro de Brooklyn, allí conocimos la importancia de la hermandad y del empoderamiento femenino, la vulnerabilidad y la sanación colectiva. En cada sesión, cada una de nosotras tenía un momento para hablar y compartir sus experiencias”, nos cuentan Moon Church vía email. Moon Church se creó originariamente como un espacio físico en el que las mujeres pudieran reunirse, sentirse libres y a la vez protegidas. Un lugar donde encontrar la conexión con mujeres afines, compartir sabiduría y practicar rituales: “Buscamos crear una existencia más creativa, compasiva, consciente y considerada con el mundo que nos rodea”. El grupo creció con rapidez y
hoy en día, además de en Brooklyn, se encuentra también en Los Ángeles: “Nos hemos inspirado en un largo número de voces feministas y de colectivos, W.I.T.C.H es claramente uno de ellos”, nos cuentan desde Moon Church. “Consideramos que somos parte de un largo linaje de activistas feministas y nos apasiona seguir este legado. Creemos en la importancia de la reunión de mujeres que se sienten identificadas entre sí y de esa magia que sucede cuando empiezan a compartirse experiencias dentro de ese contexto”. Las W.I.T.C.H creían en la importancia de la hermandad femenina, al igual que Moon Church, no eran excluyentes y cualquier mujer podía unirse al movimiento: “Si eres mujer y te atreves a mirar dentro de ti, eres bruja”, era otro de sus manifiestos. La filosofía de Moon Church es similar: “Consideramos que cuando un grupo de mujeres conecta entre sí de una manera tan íntima y libre, el mundo es
un lugar mucho más amable. Siempre nos hemos sentido identificadas con la figura de la bruja, especialmente con el aquelarre como representación de una unión de mujeres. La bruja siempre ha sido sinónimo de poder y fuerza, mujeres que vivían fuera de la norma, buscando la sabiduría dentro de ellas y compartiéndola con sus hermanas en lugar de permitir que el patriarcado decidiese su estilo de vida y sus creencias” Muchas de las reivindicaciones que hicieron en su día las W.I.T.C.H siguen vigentes hoy en día: “Una de las acciones de las W.I.T.C.H. fue rebelarse contra los concursos de belleza que objetualizan a las mujeres”, recuerdan las Sangre Fucsia. Mujeres Creando en Bolivia, por ejemplo, han hecho acciones similares denunciando el mensaje de estos certámenes”. Campañas como “I’m not bossy, I’m the boss” popularizada recientemente gracias a Beyoncé revelan que las mujeres que triunfan laboralmente siguen siendo miradas con recelo. 11
Pussy Riot: la apoteosis del malentendido ¿Hemos avanzado algo desde 1970? “En temas que tienen que ver el esfuerzo propio o las relaciones entre nosotras hemos avanzado”, opinan desde Sangre Fucsia. “Empoderamiento, hermandad, visibilidad, transmisión de conocimiento, libertad social, o incorporación al mundo laboral. En los que tienen que ver con la ideología o la voluntad del entramado social, mucho menos: el aborto, nuestro lugar en el ejercicio laboral, los derechos humanos o la igualdad en la práctica”. Todavía queda largo recorrido, grupos como Moon Church recuerdan que el legado de las W.I.T.C.H no ha caído en el olvido y que esa figura durante años maltratada que fue la bruja, sigue inspirando a mujeres que luchan por un verdadero cambio social: “¿Cómo no reivindicar a la bruja como aquella mujer que puede ir a todas partes, que busca justicia histórica?, se preguntan las Sangre Fucsia. “La indomable, aquella que no se rinde. Una feminista”.
Las Pussy Riot en un buque de ensayo
¿Quiénes son? Un colectivo anónimo de activistas políticas feministas, artistas conceptuales y músicas punk que se formó en Moscú en agosto de 2011. Parte de ellas procedían de grupos similares de carácter anarquista-situacionista como Voina. Inicialmente lo integraban once mujeres de entre 20 y 33 años, más otros 15 componentes de apoyo técnico (básicamente, dedicados a preparar y grabar sus performances y subirlas a internet). Pese a que el foco mediático ha recaído en los nombres y rostros de sus tres integrantes encarceladas (se suma Yekaterina Samutsevich a las dos antes citadas), lo cierto es que siempre se han presentado con seudónimos y con el rostro oculto tras pasamontañas de ganchillo de colores. ¿Qué buscan? Criticar el autoritarismo de Vladimir Putin y sus vinculaciones con los poderes religiosos y económicos. A nivel más general, cuestionar las estructuras heteropatriarcales y el sistema capitalista. ¿Cómo lo hacen? Con acciones o performances planificadas, de guerrilla, siempre en espacios públicos inusuales y con un carácter deliberadamente ilegal. Algunas de las más reseñables se produjeron en la Plaza Roja, en escaparates de tiendas de lujo, encima de un autobús y junto a una prisión en la que se encontraban varios opositores a Pu-
tin. La escenificación de sus protestas suele ir acompañada de la interpretación de una canción de estilo punk con mensaje crítico. Siempre son filmadas y subidas a internet como elemento fundamental para que tengan un impacto mediático instantáneo y de alcance global. Son un colectivo artístico-político y no estrictamente un grupo de música, aunque tienen varios videoclips y han grabado siete canciones, seis de ellas agrupadas para descarga libre en el EP pirata Kill The Sexist!. ¿En qué se inspiran? En movimientos artísticos sobradamente asimilados en Occidente pero que en su país aún se consideran altamente radicales, sobre todo si se tiene en cuenta el largo pasado comunista y la ausencia de un bagaje cultural underground. Musicalmente, beben del punk y hardcore clásicos y, sobre todo, de la escena riot grrrl (de ahí su nombre) de rock alternativo feminista nacido en EE UU a principios de los 90. Filosóficamente, en el feminismo y los movimientos por los derechos de los homosexuales, en el anarquismo, anticapitalismo y situacionismo. Artísticamente, en las performances de artistas como Karen Finley, acusadas a menudo de obscenas por su carácter de confrontación sexual. ¿Por qué las encarcelaron? El 21 de febrero de 2012 se produjo su acción más sonada, al sub-
irse al altar de la Catedral del Cristo Salvador, donde interpretaron la canción Punk Prayer: Mother Of God, Put Putin Away! para denunciar el apoyo de Cirilo I, patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, al actual presidente. Se detuvo a tres de las cinco componentes que intervinieron en la performance, se les llevó a juicio y se les condenó a dos años de prisión por vandalismo y odio religioso. Tras una apelación, Samutsevich fue puesta en libertad a los dos meses. Las dos componentes restantes finalizarían su condena en diciembre de 2013 por una amnistía decretada por Vladimir Putin para conmemorar los 20 años de la Constitución Rusa, y de la que se benefició un número considerable de presos políticos. ¿Por qué el caso ha tenido esa repercusión internacional? La imagen de Nadia Tolokonnikova -recientemente votada en alguna encuesta como una de las mujeres más atractivas de Rusia- con una camiseta con el eslogan de No pasarán y el puño en alto en el momento de su detención es ya uno de los iconos del presente siglo. A ese impacto mediático que sería el sueño húmedo de todo publicista hay que sumar la rápida movilización de Amnistía Internacional al condenar el hecho, y un apoyo explícito por parte de muchas estrellas del pop, además de gran cantidad de acciones 13
Miembro de Femen agredida en una manifestaciĂłn en RĂşsia contra las politicas de Vladimir Putin.
sector duro, o auténtico, de Pussy Riot, definen como “la apoteosis del malentendido”. Recordando la célebre parodia de Muchachada Nui a costa de Bono, el conflicto actual es... ¿activistas o estrellas del pop? Tras la liberación con trampa de diciembre (desde el colectivo se interpreta como un lavado de imagen de Putin de cara a ¿Quién las ha apoyado? Algunos de sus valela opinión pública internacional en vísperas de dores más activos han sido Madonna -quien los próximos Juegos Olímpicos, pero no hay pidió su liberación en una actuación en Moscú-, arrepentimiento ni considera la condena como Björk, Yoko Ono, las ex componentes de los gruilegítima), Nadia y Maria han sido acusadas de pos riot grrrl Bikini Kill y Le Tigre, Patti Smith, traicionar el espíritu fundacional de Pussy Riot. Paul McCartney, Red Hot Chili Peppers, Chloe En la carta abierta distribuida ayer por las comSevigny o Peaches, además de escritores como ponentes anónimas que quedan en el grupo (firSalman Rushdie o filósofos como Slavoj Zizek. man como Garadja, Fara, Shaiba, Cat, SeraphiEn julio de 2013, Amnistía Internacional volvió ma y Schumacher), afirman que las dos chicas a pedir su liberación con una carta abierta fircuyos rostros han dado la vuelta al mundo ya no mada por más de 70 músicos entre los que figuforman parte de Pussy Riot y que ahora se cenran, además de los señalados, U2, Bruce Springtrarán en la defensa de los derechos humanos en steen, Radiohead, R.E.M., Adele, Sting, The las cárceles rusas, donde parece que no han teniKnife, Animal Collective, Elton John, Pet Shop do una buena experiencia. La disputa interna ha Boys, Arcade Fire o PJ Harvey. Hay muchos estallado después de que Nadia y Maria aparemenos artistas que se han pronunciado en su ciesen el miércoles, presentadas por Madonna, contra, aunque los hay: destacan el actor Gerard en un concierto de Amnistía Internacional en Depardieu y el cineasta Nikita Mikhalkov. Nueva York en el que se vendieron entradas y ¿Qué sucede ahora? Lo que las componentes del en el que se usó el nombre de Pussy Riot con y conciertos solidarios con las presas organizados en todo el mundo con el lema Free Pussy Riot!. Contrariamente, en Rusia ha predominado el rechazo al colectivo, aunque siempre considerando lo condicionada que está la opinión pública por los medios gubernamentales.
fines publicitarios, anunciándose incluso como “su primera actuación legal”. Pecado capital, pues la integración en las estructuras más mercantiles del espectáculo se opone frontalmente al ideario del colectivo ruso. La campaña Free Pussy Riot! también se da por finalizada según se anuncia en la citada misiva, aunque ellas dejan claro que la lucha continúa.
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