e t a g r á c e R Dando continuidad a nuestro plan de formarnos en red como Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) presentamos los RECÁRGATE 2015, nuestra preparación en este camino cuaresmal. En este trabajo de equipo deseamos enviar un elemento de apoyo, de nutrición, es éste el espíritu de los RECÁRGATE: subsidios formativos que buscan fortalecer el camino común que emprendemos rumbo a nuestra Jornada Misionera de Semana Santa. Nuestro MJS es extraordinariamente colorido en sus formas y contenidos, hemos hecho de nuestra diversidad nuestra mayor riqueza, así nos sentimos más cerca del oratorio del cielo al cual nos invita Don Bosco. Así construimos el Reino de los cielos. Así camina nuestra Iglesia sumando sus diversas iniciativas, transformando el humilde aporte que da cada cristiano; sus escasos peces y panes; en el milagro de Jesús. Sabemos que cada presencia del MJS de nuestro país ha ido diseñando y se encuentra ejecutando su camino de preparación cuaresmal insertos en sus experiencias eclesiales locales, al ritmo de las comunidades en las que viven con sus particularidades. Este apoyo formativo viene a ser eso: un aporte para nutrir lo que ya desde cada presencia se va ofrendando.
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La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es
honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26). Para ello, desde la comisión de animación misionera, te proponemos 4 subsidios, que cuentan con toda la flexibilidad necesaria para adaptarlos a los encuentros formativos que deberás organizar en tu grupo para dar respuestas a temas como: liturgia, animación, organización logística, entre otros. Proponemos meditar este año la experiencia del Testimonio a través de la cita bíblica “No podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hch 4,20) la cual iremos profundizando en cada encuentro y en nuestro Folleto Misionero. Los días de la historia que vamos transitando van demandando de nosotros como creyentes dar testimonio del camino que vamos recorriendo junto a Jesús, que este testimonio sea nutrido y dado allí entre los más pobres y necesitados, en las periferias que nos recuerda el Papa y han sido misión, desde siempre, de nuestro carisma. “La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.” Estos materiales que proponemos buscan hacer de tus encuentros cuaresmales espacios profundos, ser un complemento que te brinde un hilo conductor en los que, bajo el método de ORA-ACCIÓN, puedas orar, reflexionar y poner en práctica a través de los siguientes planteamientos: Recárgate Recárgate Recárgate Recárgate
1: Fortalezcan sus corazones 2: Todos somos discípulos misioneros. 3: Testigos en acción 4: ¡Señor, Envíame!
Recárgate 1
corazones Fortalezcan sus
MOTIVACIÓN: Vivir la Cuaresma en repetidas ocasiones nos invita a recorrer un camino. Hermosamente el Papa Francisco nos motiva este año 2015 a que iniciemos el recorrido con nuestro corazón como primera parada; el corazón de nuestra Iglesia y el corazón de nuestra propia persona. En este primer encuentro nos daremos el espacio para degustar el Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015. Nuestro mundo, nuestro país, cambian de forma vertiginosa y pareciera no haber tiempo para “degustar” sin embargo, nuestro camino hacia el cielo lleno de paradojas nos invita a meditar en medio de la tormenta, a respirar en la asfixia. En esta Venezuela de convulsiones estas son las palabras de su Santidad para emprender nuestra marcha cuaresmal: “Queridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque Él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede.”
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Dios está atento a lo que nos sucede, y una de nuestras primeras indiferencias a resolver es nuestra indiferencia hacia Dios, para ello nuestra primera experiencia será colocarnos en sintonía con Dios, testimoniar la presencia de Dios.
Reunidos en nuestro grupo iniciaremos el encuentro poniéndonos en presencia del Señor diciendo: En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo Hacer la señal de la cruz implica ponernos en la presencia de la cruz, de la cruz que contemplamos, meditamos, vivimos y anunciamos. Te proponemos tomar esta cruz de papel y responder en el brazo izquierdo: ¿Cómo te visualizas para la vivencia de tu camino cuaresmal? (tus metas, retos, temores, experiencias a sanar, dificultades, esperanzas) Y en el brazo derecho: ¿Qué deseas oír al culminar la cuaresma? (oír de tu corazón, de tu acción misionera, de tu comunidad, de tu familia).
EN GRUPO Leer en voz alta “Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia. La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.” Tomaremos un papel bond o una hoja para la siguiente actividad:
Ante esta realidad Dios nos da una respuesta en las palabras del Papa que vienen a ser un bálsamo cuaresmal: “Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida. El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.”
Haciendo silencio, de forma personal pensaremos: ¿Cuáles son los gritos de nuestro pueblo? ¿Cuáles son sus necesidades? Trataremos de colocarles nombres puntuales y los compartiremos en voz alta. Luego, escogeremos el que más se repita o llegaremos al consenso del más destacado entre todos y lo colocaremos en el formato que tenemos a continuación:
EN LA IGLESIA: Continuaremos la lectura del Mensaje del Papa haciendo una profunda oración con el texto: LECTOR 1: La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres.
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TODOS: Si un miembro sufre, todos sufren con él. LECTOR 2: La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre estos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. TODOS: Si un miembro sufre, todos sufren con él LECTOR 1: Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación. TODOS: Si un miembro sufre, todos sufren con él LECTOR 2: Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31).
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TODOS: Si un miembro sufre, todos sufren con él
LECTOR 1: Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones. En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres. TODOS: Señor, “que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.” Permanecemos en silencio y de forma espontanea compartimos en voz alta la frase o palabra que nos ha quedado resonando en nuestra mente y corazón. EN EL MUNDO: Meditar este mensaje cuaresmal de forma personal y con nuestro grupo nos aúpa a salir al encuentro con nuestro prójimo. Eres tú el que hará vida cada palabra que hemos meditado para lo que te proponemos retomes tu cruz y puedas completarla a la luz de la invitación que nos hace el Papa Francisco: También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia? En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas.
1 En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia.
Elabora una frase que será tu oración diaria de esta cuaresma.
2 Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.
Plantéate un gesto de caridad que harás durante estos 40 días.
3 Señala qué fragilidad personal debes de superar durante esta cuaresma.
CONCLUSIÓN Sugerimos colocar el último fragmento del Mensaje en una hojita a modo de carta para ser entregada a cada participante del encuentro, proyectarla o colocarla en un papel bond para ser leída por todos. Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita
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un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.
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Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: “Fac cor nostrum secundum Cor tuum”: “Haz nuestro corazón semejante al tuyo” (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.
Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: “Fac cor nostrum secundum Cor tuum”: “Haz nuestro corazón semejante al tuyo” (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.
Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.
Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.
Papa Francisco
Papa Francisco
Rezamos todos juntos: “Dios te salve María”
Rezamos todos juntos: “Dios te salve María”
Recárgate 2 cípulos Todos somos dis
nero12s9) misio 127, 128, (EG 120,
MOTIVACIÓN: El Santo Padre Francisco escribe la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium para ayudarnos en nuestra Evangelización, nos anima a renovar nuestro encuentro con Jesús, a comprometernos y a arriesgarnos por Él y su Reino en nuestro trabajo pastoral. Creemos que la profundización de algunos numerales de la Exhortación nos puede servir para prepararnos a nuestro trabajo pastoral como misioneros que testifican la Palabra de Dios en esta Semana Santa 2015. El Papa nos invita a vivir este tiempo de Cuaresma con alegría, porque el recorrer este camino encuentra su sentido en la vivencia de la venidera Pascua. Somos jóvenes salesianos, la alegría es nuestra cédula de identidad. Palabras de nuestro Santo Padre Francisco, EG 120:
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En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19). Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados donde el resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones. La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada
cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización, pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones. Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y «misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros». Si no nos convencemos, miremos a los primeros discípulos, quienes inmediatamente después de conocer la mirada de Jesús, salían a proclamarlo gozosos: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). La samaritana, apenas salió de su diálogo con Jesús, se convirtió en misionera, y muchos samaritanos creyeron en Jesús «por la palabra de la mujer» (Jn 4,39). También san Pablo, a partir de su encuentro con Jesucristo, «enseguida se puso a predicar que Jesús era el Hijo de Dios» (Hch 9,20). ¿A qué esperamos nosotros? Motivación reflexiva: El encuentro con Jesús me lleva a contarles a todos lo que he visto y he oído para que también ellos se encuentren con Él. Tengamos en cuenta dos cosas muy importantes: el encuentro personal y sanador con Jesús me lleva a salir de mi mismo y a compartir con los otros mi experiencia. Más allá de mis limitaciones, o de cómo yo sea y cual sea mi historia, como bautizado estoy llamado a ser discípulo misionero. Soy protagonista y responsable de llevar la Palabra a mi cultura, a mi realidad. Es el Espíritu Santo el que me asiste en esta tarea. La gente de mi barrio, de mi entorno, del lugar donde hago misión tiene sed de Dios, le buscan, yo puedo llevarles el mensaje, yo soy hoy los ojos, las manos, los pies y el corazón de Jesús para los demás.
Cada misionero va a escribir:
1.
Su experiencia de encuentro con Jesús: ¿Qué persona o personas te ayudaron? ¿Qué actividades, acciones, palabras, experiencias te ayudaron? _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________
2.
¿Cómo te sientes desde ese momento? ¿En qué ha cambiado tu vida? ¿Qué quisieras comunicarle a otros jóvenes en la calle, en la parroquia, en las visitas a las familias? ______________________________________ ______________________________________ ______________________________________ ______________________________________ ______________________________________ ______________________________________ ______________________________________ ______________________________________ ______________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ___________________________________ Acción Durante esta Cuaresma y Semana Santa, saldremos a la calle a compartir nuestras historias de encuentro con Jesús para contagiar a otros nuestra alegría de haber sido encontrados y enviados por Jesús a una misión: que todos le conozcan y sepan que Él les ama.
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Recárgate 3 de comer Denles ustedes 9, 188) (Mc 6, 37; EG 4
Palabras de nuestro Santo Padre Francisco, EG 49: “Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la Iglesia lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y laicos de Buenos Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos. Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: «¡Denles ustedes de comer!» (Mc 6,37). Motivación reflexiva En un mundo donde mueren de hambre cada año millones de personas, los cristianos sólo podemos vivir avergonzados, no podemos decir que tenemos alma cristiana. No hemos de olvidar algo muy importante: si vivimos de espaldas a los necesitados del mundo y de nuestra Venezuela, perdemos nuestra identidad cristiana, no somos fieles seguidores de Jesús.
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¿Cómo podemos ser más fieles a su seguimiento? _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ _________________________________________ Lo primero, dejarnos afectar más y más por el sufrimiento de quienes no saben lo que es vivir con pan y dignidad. Lo segundo, comprometernos en pequeñas iniciativas, concretas, modestas, que nos enseñan a compartir y nos identifican más con el estilo de Jesús.
¿Qué podemos hacer ante el hambre, las tristezas, las preocupaciones, los dolores de las personas que nos rodean? ¿puedo yo, hacer algo? __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ____________________________________________ _________________________ • Divididos en grupos leer este pasaje del Evangelio.
Y saliendo Jesús vió una grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas. Mc. 6, 35-43 “Se había hecho tarde. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: «Estamos en un lugar despoblado y ya se ha hecho tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas y a los pueblos más cercanos y se compren algo de comer.» Jesús les contestó: «Denles ustedes de comer.» Ellos dijeron: « ¿Y quieres que vayamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para dárselo?» Jesús les dijo: « ¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver.» Volvieron y le dijeron: «Hay cinco, y además hay dos pescados.» Entonces les dijo que hicieran sentar a la gente en grupos sobre el pasto verde. Se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomó Jesús los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Asimismo repartió los dos pescados entre todos. Comieron todos hasta saciarse; incluso se llenaron doce canastos con los pedazos de pan, sin contar lo que sobró de los pescados.” Reflexionar esta pregunta: ¿Qué necesidades, preocupaciones, tienen nuestros vecinos, la gente que nos rodea, nuestras familias. Salimos a la calle, observamos, leemos el periódico, noticias digitales? Hacemos una lista de necesidades, preocupaciones, dolores. __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ___________________________________________ ____________________________________________ ____________________________________________ ____________________________________________
El pasaje del Evangelio me señala, que soy yo el que tiene que “darles de comer”, el que algo puede hacer para aliviar el dolor y las preocupaciones… Soy yo el que algo puede hacer siendo solidario, siendo fraterno, ayudando a niños y ancianos, cuidando la naturaleza, compartiendo… ¿Qué puedo hacer yo? Hacer una lista con aquellas cosas que haría Jesús, en esta realidad que vivimos y que yo también puedo hacer porque soy cristiano. _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ _____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ ____________________________________ Acción: Durante esta Cuaresma y Semana Santa, antes de sentarnos a la mesa nos propondremos hacer de este momento un momento de compartir, de encuentro, de descanso. Vamos a compartir el pan, nos vamos a nutrir con el alimento, pero también nos vamos a nutrir con el diálogo, la amistad y la fraternidad de aquellos con quienes compartimos mesa y pan. Al terminar la comida daremos gracias a Dios por lo recibido, pediremos perdón por las veces en que no somos solidarios y tomamos conciencia de nuestra responsabilidad ante los hambrientos de la tierra.
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Recárgate 4 ! ¡Señor, Envíame
Motivación: El Padre Václav Klement sdb, Consejero para las Misiones, a propósito de la Jornada Misionera Salesiana ( JMS ) 2015, cuyo lema es: “¡Señor , envíame!” Nos anima a redescubrir el espíritu misionero de nuestro Padre a través del conocimiento de muchas historias de vocaciones de misioneros salesianos. ¿Qué metas queremos lograr este año? En primer lugar queremos afirmar que nosotros somos los primeros destinatarios de la Jornada Misionera Salesiana. En este momento reflexionaremos sobre la espiritualidad misionera salesiana.
Para comprender esas historias de amor compartiremos algunas vidas de Santos Misioneros que pueden ser para nosotros, ejemplo de fe y amor. Se sugiere dos metodologías: a) Trabajo en grupos: cada grupo con una biografía; y se explica brevemente a los demás; b) Galería: exponer la vida de los santos en afiches o dramatizados y dar tiempo a que puedan leerlas. Juzgar: Luego del compartir, se puede pedir a los presentes que escriban y/o digan con cuál se identifican, o cuál les llamó más la atención y por qué.
Palabras del Rector Mayor: «Yo concluyo dando a los misioneros estas consignas. La primera, los quiero con una gran familiaridad con la Palabra de Dios. Porque si tienen en las manos la Palabra de Dios pueden tener la mente en Dios y la mirada de Dios para contemplar el mundo como Dios lo contempla. La segunda, un gran amor a la Eucaristía... Y la tercera, un servicio generoso a los más pobres». Ver: La vocación misionera es una larga historia de amor entre Dios que llama y el apóstol que responde. Es siempre Dios el que elige. Y el hombre nunca es tan grande como cuando dice sí al Dios que pasa y llama. Eso lo podemos apreciar en la vida de los santos, cada uno fue llamado por Dios y generosamente fue cumpliendo su voluntad.
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La actividad misionera no se basa directamente en capacidades humanas. El sujeto protagonista de toda la misión de la Iglesia es el Espíritu Santo: Él llama, ilumina, guía, da fuerzas y eficacia. El misionero es enviado a entrar en especial sintonía con el Espíritu del Señor.
Actuar: Después de ver testimonios de vida tan ricos en la fe, es necesario preguntarse: ¿cómo estamos viviendo nuestro ser misioneros? ¿Cuál es esa espiritualidad que los motivó a ser misioneros?
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A continuación, algunos rasgos de nuestra espiritualidad misionera, hagamos el esfuerzo de revisar nuestra vida a la luz de ellos leyéndolos en nuestro encuentro:
Como misioneros nos sentimos fuertemente «radicados en la potencia del Espíritu Santo». Estamos convencidos de que Él es el que ha hecho misionera a toda la Familia Salesiana. Desde nuestro fundador, hasta los salesianos y salesianas que hoy somos y conocemos.
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Nos caracteriza la centralidad de Cristo-Buen Pastor que exige de nosotros una peculiar actitud pedagógica-pastoral, y que nos ayuda a privilegiar las relaciones con los destinatarios mediante la bondad dialogante, como hacía Jesús.
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El compromiso educativo como misión: realzamos los aspectos educativos con la estrategia de Don Bosco, el canto, el juego, lo que interesa a los jóvenes. Esto nos invita a tomar en serio tantos elementos de maduración humana, que ayudan con realismo en los caminos de la evangelización. Esto requiere además la facilidad de convivencia con la gente, la austeridad de vida, el sentido formativo, el clima de simpatía en la sencillez. “Educamos Evangelizando y Evangelizamos educando.”
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La concreción eclesial sitúa a cada uno de nosotros en el corazón de la Iglesia, por eso el misionero vive la obra en la Iglesia y por la Iglesia, sobre todo en la delicada etapa de su edificación. La convencida adhesión al magisterio del Papa y de los Pastores es para nosotros una fuerte herencia espiritual que se debe hacer crecer en toda Iglesia local.
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Oración La alegría de la laboriosidad nos recuerda a Dios Padre, te damos gracias que hemos nacido en la “Colina de las Bienaventu- porque has confiado a tu Iglesia el Evangelio ranzas juveniles” y que la alegría es una nota caracde Cristo, terística de nuestra espiritualidad. porque has suscitado en el corazón de Don Bosco la pasión misionera, «La característica de toda vida misionera auténtica es porque has llamado a miles de Salesianos a la alegría interior que viene de la fe.» llevar el Evangelio a todo el mundo, porque ayudas también hoy a los hijos de Don Bosco a acoger la llamada misionera. Señor Jesús, ayúdanos La dimensión mariana: toda la misión salesiaa salir cada día de nosotros mismos, de la na se considera como participación de la misión de la cerrazón de nuestros ambientes, maternidad eclesial de María, invocada como Auxiliaa despertar el ardor misionero en el corazón dora. de todos los miembros de la Familia Salesiana, Con María imploramos al Espíritu Santo para obtener a responder con entusiasmo a la llamada fuerza y ánimo para cumplir el mandato misionero. misionera, a formar grupos misioneros juveniles en las María es el modelo de ese amor materno del cual deobras salesianas. bemos estar animados todos los Espíritu Santo, asiste misioneros. a todos los discípulos de Jesús en el testimonio y en la evangelización, (Don Egidio Viganó, ACG 336 – 1991). a los misioneros salesianos en sus dificultades y crisis, Escribe a continuación en modo de oración, tres de los a todos nosotros, para que con el corazón rasgos en los que debes crecer y compártelo con el gruapostólico de Don Bosco, po, para que te ayuden a caminar en la trama de Dios. podamos extender el reino de Dios hasta los Para finalizar, hacemos juntos la oración de la Jornada últimos confines del mundo. Misionera Salesiana 2015. Amén
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ra Animación misione Movimiento Juvenil Salesiano Venezuela
2015 ncias envíanos tus sugere y comentarios a ail.com mjsvenezuela@gm
Bibliografía Francisco. dium, Santo Padre au G lii ge an Ev a lic tard SDB. Exhortación Apostó Gaudium, Fabio At lii ge an Ev la de z lu o Pagola. Pastoral juvenil a la r Jesús, José Antoni po rto ie ab o in m ca El