SOCIEDAD
en la actualidad
POR MELISA MIRANDA CASTRO - ILUSTRACIÓN: FERNANDO MARTÍNEZ RUPPEL
TODO (NO) PASA
P
ara ellos, la realidad supera la ficción. Ni el más creativo de los guionistas podría recrear lo que los funcionarios que trabajan en la Aduana ven, a diario, en los intentos cada vez más ingeniosos por pasar todo tipo de cosas a través de nuestras fronteras. Los estupefacientes encabezan la lista de los traficantes, aunque también tratan de esconder billetes falsos, insumos médicos vencidos, calaveras y momias, dientes de tiburón, pesuñas de cabra podridas y hasta cadáveres. Sí, cadáveres. Durante la década del ’80, hubo varios intentos de pasar cadáveres en la frontera con Brasil, cuando mucha gente de pocos recursos llevaba a sus familiares enfermos para ser tratados por curanderos. Pero algunos de ellos no resistían el viaje y morían del otro lado de la frontera. Traer de regreso el cadáver al país era costoso y engorroso, por eso, trataban de pasarlos en el auto, sentados al lado del resto de la familia, hasta con un cigarrillo prendido para que los agentes no sospecharan. Incluso hubo un caso de un hombre que, para llevar de regreso a la suegra muerta, la envolvió en una alfombra y la puso en el baúl del coche. A la noche, antes de cruzar para la Argentina, paró a descansar en un motel y le robaron la alfombra con la
LOS TRAFICANTES AGUDIZAN CADA VEZ MÁS SU INGENIO PARA INTENTAR TRANSPORTAR DROGA POR NUESTRAS FRONTERAS. HISTORIAS INSÓLITAS Y CURIOSAS DONDE VIAJAN LAS SUSTANCIAS PROHIBIDAS.
suegra envuelta. Desesperado, denunció el hecho ante los funcionarios aduaneros y confesó. AGENTES. Aunque llamen la atención los objetos que intentan ingresar o sacar del país, lo más curioso son los métodos de tráfico que utilizan los narcos. La tecnología ha hecho que la droga se pueda ocultar, incluso, en artefactos blindados, y hasta lograr que esos objetos pesen exactamente lo mismo que si no hubieran sido cargados. Los traficantes tienen el tiempo de su lado, contra los oficiales de Aduana que sólo cuentan con 30 segundos para sospechar de un pasajero, apartarlo y requisarlo. En Ezeiza cuentan con un scanner que les permite ver si el equipaje con-
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tiene elementos orgánicos y también realiza una radiografía de las personas para saber si está “ingestada”. “No hay un lugar del cuerpo donde no se haya encontrado droga”, declaran desde la Aduana. Uno de los casos más impactantes, es el de una brasileña que transportaba 750 gramos de cocaína (tamaño y forma similar a una lata de gaseosa con puntas redondeadas), en sus órganos genitales. En los primeros seis meses de este año, en toda la Argentina se han realizado 302 procedimientos en las fronteras y 184 procedimientos por correo, por los que hubo 139 detenidos. De estas acciones se incautaron 650,21 kilos de cocaína; 3.769,83 de marihuana y 16.500 unidades de éxtasis. En general, lo que llega al país es éxtasis y el resto de las drogas son de tránsito. Los aduaneros reciben un curso especial y se manejan con perfiles de riesgo, en los que se tienen en cuenta frecuencia de pasajeros, nacionalidades, la ruta del vuelo, entre otras cosas. Pero después está el ojo del agente que tiene que detectar situaciones o personajes sospechosos. Y con eso sólo se nace. Otro de los casos llamativos fue el de una mujer que llevaba la droga en su peluca. Los agentes notaron algo raro y le revisaron el equipaje aunque no encontraron nada. Sin embargo, se veía que tenía una protuberancia a la altura de la nuca y que usaba peluca; para ese entonces, la mujer ya estaba muy nerviosa. Los oficiales pidieron la autorización del juez para requisarla y cuando le pidieron que se levante el pelo artificial encontraron la cocaína. “A la persona que viaja ingestada, en general, las organizaciones la van preparando con anticipación. La hacen tragar las cápsulas y evacuar. Pero una cosa es hacerlo ahí y otra es pasar por la Aduana. Es como el que va a practicar tiro al blanco, una cosa es en el po-
LA METODOLOGÍA MÁS NOVEDOSA ES LA DE IMPREGNAR ROPA O TELA DE LAS VALIJAS CON COCAÍNA LÍQUIDA. ASÍ, DE 16 KILOS DE PRENDAS SE PUEDEN SACAR HASTA DOS KILOS DE COCAÍNA.
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lígono y otra cosa es tirarle a una persona. Cuando están cara a cara, ven los perros, los policías, y piensan que todos los están mirando a ellos”, cuentan desde la Aduana. Una modalidad que repiten las “mulas” es quedarse cerca del baño, porque saben que en cualquier momento van a tener que evacuar; además, corren contrarreloj y saben que si se les pasa el momento indicado para expulsar la droga, pueden morir. Muchos se entregan y piden que los lleven con urgencia al médico.
CARRERA DE INGENIO. El tráfico de droga a través de “mulas” no es el único método utilizado. Nada se salva si se trata de esconder cocaína (la droga más traficada). Libros de cuentos infantiles, cuadros con la virgen de Guadalupe, plaquetas de LCD, discos de embrague, muebles de una mudanza o accesorios para baño, sirven para ocultar la droga. Pero también se ha hallado cocaína dentro de potes de crema, en el interior de las manijas de las valijas, en golosinas, varillas de cortinas, tarros de dulce de leche, lámparas, cepillos de pelo, artesanías, dobles fondos del equipaje,
Juguetes, recuerdos, dulce de leche, pelucas. Todo vale para los narcotraficantes a la hora de ocultar la droga para traspasar las fronteras.
dentro de sacos o escondida en zapatillas. Todo es posible y la imaginación no tiene límites para traficar. Hasta los enchufes de un CPU o cartuchos de tóner de impresoras, por dar sólo algunos ejemplos de insumos tecnológicos, están en la lista. La metodología más novedosa en la actualidad es la de impregnar con cocaína líquida ropa o la tela de las valijas; así, de 16 kilos de ropa, por ejemplo, se pueden sacar hasta dos kilos de cocaína. También los objetos deportivos son elegidos para camuflar los estupefacientes. Se incautaron desde pelotas de fútbol, hasta canilleras, trofeos, carreteles de tanza de pesca y manillares de sogas para saltar y collares con droga en su interior. Hasta banderines de la AFA fueron utilizados para el tráfico. SOBRE RUEDAS. En las aduanas del interior del país, una metodología habitual es la de intentar pasar la droga en autos. En el motor o en el techo, donde han llegado a encontrar hasta 150 kilos de cocaína. Incluso en el tapizado o en las puertas. Muchas veces se utiliza a los niños para que no haya sospechas, y se transportan los estupefacientes dentro de los peluches que ellos cargan, o en los espaldares de los cochecitos. Otro de los medios de tráfico es el correo, a través de encomiendas. En este
caso, la Aduana tiene que actuar con mucha cautela cuando encuentra un paquete sospechoso, para que nadie se entere de que esa encomienda está siendo monitoreada y para que el destinatario se presente a recibirlo. Tampoco el correo se debe enterar del procedimiento, por si hay cómplices adentro o por si la persona se da cuenta de que su envío ha sido retenido. “El ingenio se agudizó mucho este último tiempo, además, ellos juegan con el tiempo, con el barco que tiene que zarpar o el pasajero que pierde el avión, y el aduanero tiene sólo segundos para darse cuenta de lo que le está pasando”, cuentan en la Aduana, donde cada vez tienen que afinar mejor la vista para descubrir con qué nueva ocurrencia llegarán los narcotraficantes.
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