R e p o r ta j e
Este baile ha evolucionado para vivir la tradición con una mirada fresca, pero respetuosa de sus raíces. Las milongas de la ciudad convocan a través de su misterio particular. Por Melisa Miranda Castro / Fotos: Shutterstock
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a clase acaba de terminar, algunos se cambian clases multitudinarias. Esta milonga es uno de los lulos zapatos para volver a casa. Otros, se instagares por los que pasan cientos de extranjeros. Los más lan para comenzar a disfrutar la milonga de sápuristas prefieren llamarla salón de baile, porque adebado en la noche, en el tradicional reducto tanmás de tango hay tandas de folclore, rock y salsa. La guero Villa Malcom. Esta noche hay orquesta, así que ambientación e iluminación es la más similar a las dislas reservas están completas. La gente empieza a llegar cotecas, pero mantiene la tradición de tener mesas alen grupo o en pareja, y se mezclan alumnos, profesorededor de la pista. El “dress code” es menos estricto res, bailarines profesionales y haque en otros reductos milonguebitués de la Milonga La Bruja. Las ros, y el horario más extenso, ya luces cambian, comienza la músique permanece abierto hasta las “Buenos Aires está ca y es señal de que la pista está 6 de la mañana. preparado para que haya lista. En pocos minutos se llena Los sábados por la tarde, en personas solas que vayan de parejas. una casona antigua del barrio de a bailar, entonces la Las miradas se cruzan, se haAlmagro, hay otro tipo de milonambientación es más oscura. cen cabeceos como señal de inga. La escuela DNI Tango abre En Europa, te encontrás en vitación a bailar. Algunas extranuno de sus salones para la “prácun castillo bailando con la jeras llegaron acompañadas de tica”, que comienza a las 16 y dura bailarines pagos para tener parehasta las 20. Abundan los jóvenes luz prendida”, explica Dana ja asegurada toda la noche. En el y los extranjeros, asisten alumnos Frigoli, profesora de tango. ambiente se los llama “taxi dany gente que no estudia ahí. El amcers” y es una práctica que cobiente es muy amigable y familiar, menzó en el exterior. Se los contanto las mujeres como los homtrata para asistir a clases o a las milongas. En Buenos bres toman la iniciativa para sacar a bailar a una pareja. Aires es relativamente reciente y no tan bien visto en el El mate circula entre los que descansan a los costados ambiente por quitar espontaneidad al encuentro, aunde la pista, y cada sábado hay una pareja invitada de baique es una fuente de trabajo para los bailarines. larines profesionales que hacen un mini show. A pocas cuadras de Villa Malcom –también en el baDNI es un estudio de danza que fundó Dana Frigorrio de Palermo–, en La Viruta están comenzando sus li en 2005 para poder enseñar la técnica que había de-
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sarrollado basada en las energías del cuerpo para enseñar de una manera más sana. DNI congrega gran parte de extranjeros y jóvenes que quieren dar sus primeros pasos. “Arrancamos hace mucho tiempo y nuestra idea era proponer un espacio diferente. Hoy en día, existen algunos lugares pequeñitos, pero que son más de disfrute y no sólo de maltrato hacia el estudiante”, comenta Dana desde París. Ahora tiene su lugar, pero confiesa que cuando empezó la escuela no sabía si iban a durar dos meses. “Hubo mucha resistencia al inicio, pero como las personas lograban encontrar respuestas concretas, hoy tenemos un espacio ganado”, afirma. Dana observa que los extranjeros que 26
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llegan a Buenos Aires en busca del tango –especialmente los que vienen de países no latinos–, quieren entender cuál es la propuesta del baile. Una vez que lo logran, pueden relajarse y dejar los temores y miedos para poder sentir. “La gente tiene mucho deseo de abrazar a otro y encontrarse en el abrazo y, para eso, se dan cuenta de que necesitan herramientas, porque la cuestión cultural los limita un montón”, explica. ese ¡qué sé yo!
Dana ha recorrido el mundo y visitado varias milongas, pero afirma que “una milonga de Buenos Aires es distinta a las de otros lugares. En Argentina, te sien-
tas, puedes comer o tomar algo y los Dj’s hacen la diferencia. Tienen el timing de la milonga. Afuera no es así, salvo que haya un argentino o un europeo con mucha experiencia”, afirma Dana y dice que las tandas de baile tienen un sentido y una coherencia. En este punto coincide también Constanza Vecslir, que como bailarina también ha recorrido milongas de Europa y Estados Unidos. “Los tangos que se escuchan afuera no son los mismos que se escuchan acá. Afuera caen más en lo rítmico, escuchan mucho (Francisco) Canaro, (Juan) D’Arienzo, (Ricardo) Tanturi. No escuchan tangos melódicos”, cuenta. Vecslir también es profesora de Villa Malcom y La Viruta.
Otro punto en el que difieren las milongas de Buenos Aires y del resto del mundo es la iluminación. “Buenos Aires está preparado para que haya personas solas que vayan a bailar, entonces la ambientación es más oscura. En Europa te encontrás en un castillo inmenso bailando con la luz prendida”, explica Dana Frigoli. Constanza también comenta que en algunas milongas de Buenos Aires todavía se preservan los códigos tradicionales: mujeres de un lado, hombres de otro y parejas en otro. También explica que se mantiene el cabeceo y el contacto visual para sacar a bailar a una dama, pero que afuera eso “quedó de modé”.
Otra observación de la bailarina es que desacralización de la milonga y recuerafuera es más común ver a una mujer hada que hace 20 años abundaban los vieciendo de líder (función que tradicionaljos milongueros, eran muy estrictas en mente lleva el hombre). sus códigos y no cualquiera salía a bailar. Vecslir resalta que cuando los extranje“Ahora, están más a la mano de más perros llegan a Buenos Aires no es para aprensonas, pero también –observa el organizader a bailar, sino para tener una experiencia dor de La Bruja– hay más precarización”. más auténtica. “Buenos Aires es la meca del “Es más accesible pero un poco menos tango, es donde nació todo. Me parece que mágica y ‘exclusiva’”, sentencia y agrega: los extranjeros vienen a buscar autentici“Ese modelo de milonga que funcionaba dad, frescura, una identidad, algo que tiehace 20 años, ya no tiene sentido. Los viene que ver con la culjos milongueros ya no estura, que sucede acá tán y las nuevas generacioQuienes viven el tango y no sucede en otros nes adaptan el fenómeno lados”, completa Pade la milonga a los hábitos resaltan que cuando blo Fidanza, bailarín de nuestra época”, conclulos extranjeros llegan a y docente de casi dos ye Fidanza. Buenos Aires no es para décadas de trayectoSegún Frigoli, hoy en día, aprender a bailar, sino ria en Argentina y el en el tango de Buenos Aires para tener una experiencia hay una vuelta a lo tradicioexterior. más auténtica. O tro punto del nal desde un lugar nuevo. tango hoy en Buenos “Es la vuelta a la raíz pero Aires lo señala Dana con una nueva mirada. No Frigoli, que dice que cada vez hay más mies una mirada desafiante, que fue la miralongas hechas por jóvenes, que son muda de hace 25 años, cuando el tango estaba cho más desacartonadas. Estos espacios tan acartonado y necesitaba un movimiensuelen ser más efímeros, duran uno o dos to de ruptura. Eso no está sucediendo ahoaños, “pero en su conjunto, todas estas ra. Toda la sociedad tanguera entendió que milongas nos presentan una movida nueel tango tiene una raíz tan inmensa que no va”, asegura la fundadora de DNI Tango hace falta sacársela para desacartonar, sino, y destaca que algunas milongas han emenriquecer eso que ya tiene. No hay que pezado a desarrollar más tradición todadestruir, sino construir sobre lo que ya es”, vía, como El Beso. Pablo coincide en la concluye Dana. estilo • julio 2019
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