Artesanía tradicional de Rapa Nui ISABEL PAKARATI MARCOS RAUCH PABLO ÁVILA
La artesanía Rapa Nui se ha caracterizado por la excelencia en la confección de piezas, objetos y adornos, que han provocado la curiosidad y admiración desde las primeras visitas de los navegantes europeos en el siglo XVIII hasta nuestros días. Durante la estadía de los buques, los isleños solían intercambiar sus tallados en madera por los extraños objetos que portaban los europeos. Este trueque, junto con los antiguos registros gráficos de la cultura Rapa Nui, permitió dar a conocer en occidente la existencia de esta isla perdida en el Pacífico Sur. Tal situación generó en los isleños de esa época una valoración desconocida hasta ese instante de sus artes manuales. El rol ancestral de los tallados ligados a ritos y antiguas prácticas ceremoniales adquirió en forma fortuita una connotación de intercambio cultural y “comercial”. El valor agregado a las piezas Rapa Nui tomaría nuevos bríos en el siglo XIX. En 1879, cuando aún la isla se consideraba bajo la influencia de Polinesia Francesa, el tahitiano Alexander Salmon se trasladó a la isla para administrar los negocios de la firma Brander, que iniciaba la explotación ganadera de ovejas en Rapa Nui. Salmon, llamado por los isleños Ari’i Paea Salmon, organizó un grupo de isleños para buscar en las cavernas y lugares ocultos, artículos de valor histórico y artísticos para comercializarlos en Papeete. Junto con esto, empleó a diestros isleños para reproducir objetos en madera y piedra copiados de piezas antiguas, las que vendía a los buques de paso por la islai. De esta manera, se inició la reproducción masiva, con fines comerciales, de las artes manuales de Rapa Nui, basadas fundamentalmente en el tallado en madera y piedra volcánica. En 1955, la llamada Expedición Noruega, encabezada por el famoso explorador noruego Thor Heyerdahl, revive nuevamente el interés local por la búsqueda de objetos y piezas antiguas. Heyerdahl se hace de una importante colección, pero los isleños, más hábiles aún, sabiendo el valor ancestral de las piezas originales, las reproducen e intercambian, dándoles un aspecto envejecido para simular su origen antiguo. A fines de 1960, con la apertura de la isla al mundo a través del arribo de los vuelos comerciales, la creación de artesanías adquirió un carácter más internacional, masificándose la confección de tallados y ampliándose el uso de materias primas de origen vegetal y marino. Cabe destacar la influencia tahitiana durante este período, la cual se produjo mediante el contacto mantenido por algunos Rapa Nui con Tahiti, quienes junto con llevar a Isla de Pascua objetos confeccionados en fibra como sombreros, carteras, bolsos, esteras y collares elaborados con caracoles marinos, importaron una nueva visión comercial de las manualidades y técnicas de elaboración. Actualmente, existe una variada gama de productos artesanales dispuestos para la venta a turistas y otros interesados. A continuación, reseñamos las
principales materias primas usadas en el presente y los nombres respectivos de los objetos y piezas elaboradas: Artesanías en piedra (maea) Comprenden tallados elaborados con rocas locales, con la misma maestría de antaño, de diversos coloridos y texturas. Muchos de los tallados consisten en réplicas a escala de moai y tocados de moai (pukao) en diferentes tamaños. Además se elaboran variadas piezas que representan animales marinos, petroglifos, anzuelos y figuras basadas en la mitología local. Es importante hacer notar que la artesanía en vidrio volcánico (obsidiana) ha renovado la oferta artesanal local. Inspirándose en una de las más importantes tradiciones del tallado antiguo, hoy se producen réplicas de puntas de lanza (mata’a) y distintos artefactos e instrumentos de gran atractivo para los turistas. Artesanías en materia prima de origen vegetal Partiremos primero con las artesanías de madera. Originalmente elaboradas en árboles nativos de la isla como el toromiro (Sophora toromiro), especie desaparecida en su estado natural, y el mako’i (Thespesia populnea), han dado paso a diversas especies introducidas recientemente en la isla como miro tahiti (Melia azederach) y miro pupu (Acacia macracantha), con las que hoy se talla la mayoría de los objetos en madera. Dependiendo de la excelencia del tallador, estas piezas pueden alcanzar interesantes valores comerciales. Destaca dentro de la artesanía en madera los siguientes tipos de moai: kava kava, pakeopâ (símil del Moai Hoa Hakanana’ia, actualmente en el Museo Británico), piro piro (símil del moai más grande de la cantera de Rano Raraku), pa'a pa'a; así como tablillas con escritura antigua (kohau rongorongo), pectorales (reimiro) y bastones de mando (ao), entre otros. Por su parte, las fibras vegetales en Rapa Nui se han utilizado desde tiempos ancestrales, principalmente para la elaboración de vestuario ritual y cotidiano, confecciones de uso doméstico y para las artes de pesca. En la actualidad, se usan solamente como fuente de materia prima las especies mahute (Broussonetia papyriphera), corteza de plátano (kakaka), totora (Scirpus californicus) y hojas de palmera (Cocos nucifera). Las piezas que se elaboran con estos y otros materiales más escasos son trajes, esteras, bolsos, sombreros, coronas y cuerdas. Además, en las últimas décadas, se ha desarrollado la pintura sobre fibra de mahute, rescatando una antigua práctica de pintado vinculada con el tatuaje corporal (takona). Finalmente, las semillas y flores provenientes de variados arbustos y árboles son muy utilizadas para la confección de collares, sirviendo tanto para recibir o despedir respectivamente a turistas en el Aeropuerto Internacional de Mataveri. Artesanías en materia prima de origen animal En la antigüedad, los Rapa Nui contaron con una escasa diversidad de piezas elaboradas a partir de huesos, siendo las más importantes anzuelos utilitarios y
rituales llamados mangai, así como pequeños arpones y agujas. Hoy día se vuelven a reproducir estos objetos para su venta, pero ampliándose los diseños, siendo posible encontrar, por ejemplo, una rica variedad de anzuelos de hueso que se combinan con otros elementos y materias primas para darle un mayor realce y valor a la pieza final. Mención especial merecen las plumas, con las que se confeccionan elaborados tocados, trajes y ornamentos en general. Estos presentan una gran demanda comercial, alcanzando altos valores, dependiendo de la calidad de manufactura, materiales y el prestigio de la artesana. Artesanías en materia prima de origen marino Del mar se obtiene principalmente conchitas y caracoles, tales como pure, tomató; y los pipi: uri uri, anakena, tea tea, recursos usados corrientemente en la confección de collares y como adornos en los trajes típicos. Estos se combinan con fibras, plumas, y madera. Debido a la escasez de algunas de estas especies, se ha empezado a combinarlas con otros caracoles traídos principalmente desde Polinesia, renovando los diseños. Los collares son ofrecidos en las despedidas de turistas, familiares o amigos como testimonio de afecto y recuerdo. Destacan los medallones de pure uri uri, los hakarava, y múltiples combinaciones de conchitas con plumas, vértebras de pescado, por citar algunas. Otras alternativas artesanales En la isla coexisten otras alternativas que pueden ser catalogadas como expresiones artesanales. El actual estampado sobre telas lleva en la Isla poco más de veinticinco años y representa una de las principales fuentes de ingreso para el comercio y artesanos locales. Sus diseños se inspiran y replican principalmente el patrimonio arqueológico isleño y se incorporan a poleras, pareos, bolsos, pañuelos. Igualmente, la presencia de orfebrería ha crecido en el último tiempo, pero es de manufactura continental. Conclusiones Existen artesanías que están ligadas a familias y género, existiendo un traspaso generacional de los conocimientos y habilidades manuales. Por ejemplo, el tallado es ejecutado principalmente por hombres, aunque también las mujeres han comenzado a hacerlo. En cambio, toda la producción en materias primas de origen vegetal y plumas es ejecutada por las mujeres. En ambos casos, resalta la maestría en la elaboración, con una gran calidad en cada una de las piezas obtenidas. Finalmente, en el último tiempo y como una manera de diversificar los productos ofrecidos, ha comenzado proliferar la artesanía de origen foráneo y no tradicional. Ésta compite con las artesanías isleñas, tanto en costos, calidad y tiempo de elaboración, distorsionando la imagen y expectativas que el turista espera encontrar y llevarse como souvenir. Asimismo, puede amenazar la continuidad de las prácticas manuales tradicionales de la cultura Rapa Nui.
Tanto artesanas y artesanos Rapa Nui estรกn conscientes de este fenรณmeno, y existe el convencimiento de mantener los cรกnones tradicionales de manufactura y el uso de materias primas originales. Igualmente, se debe respetar la adopciรณn de otros materiales forรกneos; pero siempre respetando el principio de autenticidad y apego a las tradiciones manuales, que son reconocidas como tales en todo el mundo. i
Routledge,1919.