¿Cuáles son las ventajas de tener una tipografía original en la Universidad de Montemorelos?

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Universidad de Montemorelos Escuela de Artes, Arquitectura, Diseño y Comunicación ¿Cuáles son las ventajas de tener una tipografía original en la Universidad de Montemorelos? Artículo de investigación presentado como requisito parcial para obtener el grado de Licenciatura en Diseño de Comunicación Visual.

Por Olguin Daviher Loredo González Asesor Moisés Varela Delgado Julio de 2018


Resumen Este artículo de investigación revisa los fundamentos de la tipografía y la identidad visual para demostrar cómo la tipografía afecta a los usuarios actuales y potenciales de las marcas e instituciones. Se analiza cómo ha influido y cómo influye la tipografía al momento de tomar decisiones críticas en relación con las entidades. Tener una tipografía original no está dentro de los planes de todas las empresas, resulta difícil entender cómo el tipo de letra afectaría benéficamente a sus ingresos. Contar con una tipografía hecha a la medida no es algo económicamente accesible para todas las organizaciones; este es uno de los factores por los cuales no ha sido tan recurrido en el mundo empresarial. Se podría decir que es un beneficio de baja visibilidad, sin embargo, subconscientemente hace que el usuario reconozca y valore a la empresa. No hay duda alguna que al tomarse la oportunidad de encomendar a algún tipógrafo experto hacer una tipografía original, la empresa suma un añadido de alto nivel a su identidad visual.

Palabras clave: tipografía, marca, identidad visual, fuente, institución, corporativa, tipografía corporativa.


Introducción En los últimos años, empresas como Calvin Klein, Audi, Coca-Cola, Formula1, Banco Santander, entre otras, se han dado cuenta de la importancia que juega la tipografía en la manera que transmiten mensajes oficiales; se han dado cuenta de que contar con una tipografía es contar con una voz visual propia. Han ahorrado tiempo y dinero al encargar a manos expertas hacer un sistema tipográfico funcional para su identidad. Esto demuestra que hoy en día en la edad digital, las empresas e instituciones se han estado adecuando a la tecnología moderna y en este momento de la era digital, unos de los puntos cruciales de su enfoque es en la tipografía y en cómo esta afecta a la manera en que su público reacciona a la entidad. En este artículo de investigación, analizaremos algunos puntos importantes que apoyan la idea de que contar con una tipografía corporativa original en una institución, ya sea empresa, negocio o institución educativa como la Universidad de Montemorelos, es de sumo beneficio en cómo se transmiten los mensajes y cómo deja una huella significativa en el usuario y la marca al convivir entre sí. Escribir sobre tipografía corporativa es complicado y a la vez, poco frecuente. Pocos son los artículos sobre diseño de tipografías corporativas, quizá porque son demasiado técnicos y solo son escritos por profesionales altamente capacitados. Es un campo del diseño reducido, tal vez por la incertidumbre. Cuando hablas sobre diseño de fuentes es fácil equivocarte, y pocos autores se adentran a este mundo. Aún así, es sorprendente cómo New York Times publicó seis artículos sobre tipografía en el 2017, lo que confirma el aumento del interés del público en general hacia la tipografía. La tipografía es uno de los elementos del diseño gráfico y la comunicación más importantes. Desde los principios del siglo XX ha jugado un papel muy importante en el diseño gráfico, ya que es el elemento visual por excelencia para comunicar de una manera rápida y


precisa. La manera en la que se usa la tipografía puede influir mucho en un mensaje. Las empresas están llenas de mensajes que quieren transmitir a su público objetivo. ¿Cómo puede una empresa darle valor a su marca? Si bien existen muchas formas de hacer esto, con el tiempo han ido evolucionando y exigiendo más a dichas empresas/corporaciones de parte de su público. Mientras más avanzamos, más exigimos información nueva y fresca. La identidad corporativa nace aproximadamente entre 1880 y 1900 con la llegada de la publicidad, cuando las empresas empezaron a notar que la marca era igual o más importante que los productos. Esto dio lugar a que las empresas empezaran a comprender que necesitaban enfocarse en las personas. Para esto, necesitaban ser como “personas”, contando de cara, voz, personalidad y valores éticos que pudieran apelar a los sentimientos de su público y así que la marca y el público se sintieran conectados. La búsqueda de atención y credibilidad, en un campo en el que las marcas están por doquiera que vamos, ha hecho que la imagen e identidad de una marca tomen un papel fundamental en las organizaciones. Con este artículo de investigación se pretende demostrar los beneficios de contar con una tipografía hecha a medida para una institución.

¿Qué es la identidad corporativa visual? Antes de hablar de tipografía aplicada en instituciones/empresas, es necesario saber qué es la identidad visual y cuál es el papel fundamental que afecta en las empresas; cómo es que esto puede alterar tanto benéficamente como negativamente al crecimiento de estas. Tal como afirma Duran (2006) “La imagen/identidad corporativa es un factor de fundamental importancia para el posicionamiento de la empresa. Si la imagen corporativa atrae la atención, es fácil de comprender y expresa credibilidad y confianza, entonces será fácil de recordar y en consecuencia el posicionamiento de la empresa será solido y duradero, tal y como


lo hace una marca con el producto que ampara”. Claro que “identidad corporativa” e “imagen corporativa” son dos diferentes conceptos que se deben entender por sí mismos. La identidad corporativa es aquella percepción que una empresa tiene sobre sí misma. Generalmente esto es una suma de experiencias propias, historias, actitudes de sus integrantes, lugares, etc. Hay muchos factores que pueden intensificar o modificar la percepción que una empresa tiene sobre sí misma. Así como un individuo tiene una percepción sobre sí mismo por el conjunto de actitudes, pensamientos y metas, dando como resultado la personalidad, se podría decir entonces que una empresa se puede tomar como una persona. La imagen corporativa es la percepción que el público tiene sobre ella. La empresa se dedica a vender y, como habíamos mencionado anteriormente, las empresas se empezaron a dar cuenta que debían ser como “personas” para su público objetivo. De esa manera empezaron a tomar más una actitud de agradar y apelar los sentimientos de la gente antes de vender el producto. Para eso, usan estrategias de venta para poder modificar el pensamiento que las personas que tienen sobre la empresa. Esto puede afectar positivamente o negativamente dependiendo de la estrategia. Hoy en día, las empresas están tratando de unir los dos conceptos, para así poder llegar a ser aún más auténticos. Una buena identidad corporativa ayuda que la percepción del público hacia una empresa sea la correcta. Actualmente, los consumidores siguen marcas con valores similares a los suyos. Ser empáticos, empresarialmente hablando, es una de las estrategias de marca más efectivas hoy en día. La función mas importante de la imagen corporativa es que haya una coherencia entre la identidad y la imagen, de manera que el público reconozca qué es el producto, quién y por qué le están ofreciendo dicho bien o servicio.


El principal propósito de una correcta imagen corporativa consiste en que ésta se configure en la mente del público, de forma que no experimente desviaciones con la identidad a la que la institución que la proyecte pretenda asociarse. Esto se obtendrá, fundamentalmente, logrando que lo que la empresa dice que hace, lo que en realidad hace y la influencia entre los diferentes públicos sobre lo que hace y dice que hace, reflejen la mayor unicidad posible. Por ello, la expresión de una entidad es tan importante para la fuente de la que emana la imagen, como para quien la recibe, puesto que para la organización, la transmisión de un mensaje integral positivo se convertirá en el primer paso del establecimiento de una relación comercial con los individuos y para éstos, concentrará la complejidad de su entorno y facilitará el conocimiento de la realidad empresarial en la que se mueven (Gutiérrez, 2011).

¿Qué es la tipografía? Como la mayoría de conceptos en diseño, la tipografía tiene diferentes definiciones según el autor de la composición, pero no cabe duda que la mayoría está de acuerdo con una misma idea, la tipografía es la habilidad de tomar las letras y signos para formar algo más profundo. Según Childers y Jass (2002) “La tipografía es el arte o habilidad del diseño de comunicaciones por medio de palabras impresas”. La anterior declaración rezaga a la letra digital como tipografía, pero resulta que el término se ha ido adecuando a las herramientas. Resulta interesante lo que dice Martin Solomon, que definió la tipografía muchos años atrás cuando la tecnología era casi nula en 1986. “Tipografía es el arte de producción mecánica de letras, números, símbolos y formas mediante el entendimiento de los elementos básicos, principios y atributos del diseño” (Solomon, 1986).


Por su parte, Ellen Lupton, famosa diseñadora y tipógrafa, definió la tipografía en 1996 como un concepto aún más amplio. “Tipografía es el diseño de las formas de las letras fuentes y de su organización en el espacio” (Lupton, 1996). La tipografía es un significante que lleva consigo un contenido semántico, es por eso que; Puede ser la voz de una marca/institución sin ningún problema. La tipografía es voz hecha gráfico que contribuirá a la manera en la que la marca quiere dirigirse a su público. La tipografía expresa y comunica de diferentes maneras. “En tipografía son varios los factores que inciden, determinan y condicionan su aplicación y tratamiento dentro de la composición. Al mismo tiempo, estos factores son afectados según el uso y elección tipográfica, ya que toda letra es también una forma en el plano, además de su entidad como convención de signo alfabético” (Reissis, 2005). A lo largo del tiempo, la tipografía ha expresado y comunicado de manera diferente los mensajes que las empresas han transmitido tratando de llegar al mayor número de gente o llegar a un público objetivo. La tipografía se adecúa al tiempo, a las personas y al tono. Podemos moldear la tipografía para que el mensaje sea explícito o confuso, efectivo o perjudicial. Por épocas, los tipógrafos han entendido esto y han aplicado estas estrategias para comunicar. Fueron épocas destacadas para la tipografía, el Futurismo, el Dadaísmo, el Bauhaus, etc. En estas épocas, la tipografía ha formado parte fundamental del mensaje gráfico. Los movimientos gráficos han sido efectivos y contundentes en la mente de las personas. Claramente, la mayoría de los lectores y espectadores no son conscientes de estos mensajes. Solo la minoría entiende y sabe identificar cuáles son los mensajes “ocultos” en una pieza gráfica. De esta manera, la gran mayoría solo sabe que lo sabe, pero no sabe por qué lo sabe. En otras palabras, el receptor del mensaje no solo estudia y analiza el mensaje de una forma común (como lo sería el leer y el ver


de una manera rápida y poco profunda) sino que en el subconsciente, la estructura en que los elementos están conformados, tamaños, formas, colores y otros conceptos de diseño básico hacen que los receptores entiendan y sientan el mensaje a un nivel subconsciente, demostrando de esta forma que la manera en que usamos los elementos gráficos y conceptos de diseño básico en los mensajes, tiene una fuerte consecuencia en el mismo. Muchos expertos en la comunicación gráfica afirman que la tipografía es el concepto fundamental para un mensaje contundente y efectivo. Ciertamente, no siempre es necesario usar la letra para un mensaje. En una mente maestra, la tipografía es capaz de comunicar cien veces más que una imagen. La tipografía no son solo signos con una representación fonética, pueden también ser usados como pictogramas y símbolos para lograr una intensificación o modificación de la realidad, llegando casi al punto del arte. Escribir sobre fuentes es tan difícil –y poco frecuente– como hablar sobre ellas. Pocas veces se publican artículos sobre diseño de tipografías fuera de las revistas especializadas, quizá porque son demasiado técnicos. (El desarrollo de la tipografía siempre ha estado estrechamente vinculado al de la tecnología de la reproducción.) Escribir sobre fuentes y tipografía en los medios masivos es poco frecuente, inclusive en los Países Bajos, un país reconocido por el gran desarrollo de su cultura tipográfica; lo es menos todavía en otros países en los que el diseño de fuentes aún aguarda reconocimiento (Biľak, 2005). El tipo de letra que se elige para el logotipo de una institución, no debería ser el mismo para sus aplicaciones de apoyo como comunicados, impresos, digitales etc., ya que la tipografía en un logotipo se usa como la “cara” de la persona, mientras que la tipografía corporativa, antes mencionada, como la “voz” de la marca. No se usa el mismo tipo de letra en un rótulo para un puesto de tacos y para las señales viales. Los humanos estamos definidos por una larga historia y


nuestra mente ya está actualmente adecuada para distintas formas, colores y posiciones para los mensajes. Las personas tendemos a simplificar los mensajes, y tratamos de hacer esto relacionando un elemento con otro para así entender el mensaje de una manera más rápida y eficaz. Un ejemplo son las figuras grandes, gruesas y geométricas de las señales de tráfico. Estos símbolos sintetizados para una mejor recepción resultan la mayoría de las veces los más adecuados para ese tipo de aplicaciones. La mente humana en la actualidad ya está casi adecuada al cien por ciento, pero no siempre fue así. Todos estas formas de aplicaciones han sido elaboradas, estudiadas y analizadas al pasar el tiempo. Los diseñadores encontraron en la psicología una forma para llegar a los receptores de una manera más efectiva.

Tipografía e identidad visual La tipografía es un elemento clave para una buena comunicación. La tipografía es una voz, y las empresas están constantemente tratando de comunicar, convencer y persuadir al público para que haga algo o piense algo. ¿Cómo transmiten mensajes las empresas? Hay mensajes apelativos, mensajes no visibles que vendrían siendo el carácter/personalidad de la marca, pero las marcas necesitan comunicar visualmente. Estas se comunican por medio de impresos y digitales. La tipografía corporativa es un elemento de la identidad visual de una marca que cumple un papel decisivo a la hora de comunicar efectivamente. Tener la tipografía adecuada no solo hace más fácil la comunicación. También ayuda a expresar la filosofía, carácter y personalidad de la empresa. Esta muchas veces hasta puede atraer a un público objetivo. Para tener una mejor visualización de esta idea, podríamos afirmar que no causa la misma impresión una tipografía clásica a una moderna o una con serif a una sans-serif. Depende de si la empresa quiere mostrar seriedad, frescura, respeto o quiere acercarse más a la gente usando una tipografía más cálida con aires de amabilidad. Esto debería tomarse en cuenta al momento de elegir la tipografía oficial de


una empresa. Muchas empresas eligen tipografías pre-hechas, pero mejor sería tener una voz propia, una voz única e irrepetible; es por eso que las empresas más prestigiosas actualmente cuentan con una tipografía hecha a la medida de sus necesidades, filosofía y expresividad. Los tipógrafos o diseñadores de tipografías son los encargados de llevar a cabo esta labor. No hay duda alguna que la selección de una tipografía para un proyecto de identidad visual sería algo de gran valor añadido para la imagen de la marca. Una placa en la pared de un edificio grabada con las palabras ‘José Antunes Barreto, Médico Dentista’ nos ofrece una información de un modo que no perturba nuestras expectativas. Aún así, esas mismas palabras pintadas a mano en una rudimentaria tabla de madera pegada en la puerta seguro nos llamaría la atención, levantando dudas sobre el profesionalismo practicado en ese lugar. Si las mismas palabras estuvieran fijadas en un neón intermitente arriba de la puerta, nuestras expectativas serían de nuevo desafiadas, aunque de modo diferente (Howard, 2017). Intuitivamente, los diseñadores saben que la letra tiene un valor que va más allá de su función como signo alfabético; más allá de solo ser eso por lo cual fue creado inicialmente: un signo con una representación fonética para comunicar lingüísticos. La letra ha evolucionado hasta ser parte de un concepto expresivo que se expresa a sí misma, mientras que para el ciudadano común, no es más que un signo alfabético. Son de notar las diferencias existentes entre empresas que optan por una tipografía personalizada y otras que no lo hacen. El nivel de importancia atribuido a la tipografía no es siempre igual; hay organizaciones que destacan los símbolos y la imagen mientras otras evidencían el rol de la letra en sus impresos, como en un logotipo. Es ese distanciamiento que


separa por el posicionamiento visual a marcas como Nike, Gillette y IBM. Por ejemplo, Nike, que usaba caracteres no personalizados, ha disminuido el grado de uso de la tipografía en su marca gráfica, probablemente porque ya es reconocida solo por su símbolo. Por contraste a la experiencia de Nike, Per Mollerup (1987) considera que la tipografía es un elemento básico de la identidad corporativa, que tiene por función transmitir una información y crear diferenciación. La letra asume formas en función del sentido del mensaje ajustadas a la identidad visual e integrándose en un sistema global. “El estado de ánimo o la atmósfera debe armonizar tanto con la naturaleza general de la empresa, como con el carácter del texto que se desea imprimir” (Mollerup, 1987). Tipografía corporativa La tipografía corporativa es clave en la identidad visual de una marca. Toda receta requiere los ingredientes perfectos para realizar un producto de calidad; en el caso de la identidad visual, es el nombre, el logo, el color y la tipografía. Estos ingredientes son claves; se podría decir que es aceptable añadir “especias”, pero los componentes anteriormente mencionados son los esenciales. Nosotros nos centramos en tipografía. La tipografía corporativa es un elemento más del universo visual de una marca, pero elegir entre una u otra no es una decisión menor. Definir la tipografía adecuada facilita la comunicación, ayuda a expresar la filosofía y la personalidad de la marca, y atrae al público oportuno. Para ilustrar esta afirmación, podemos decir que no es igual la impresión que causa una tipografía clásica y con serifa, que otra moderna, o una egipcia u otra de base geométrica. Mientras unas expresan seriedad y respeto, otras muestran cercanía y amabilidad, otras innovación o transgresión (Aranda Studio, 2016). La tipografía es la parte visual del lenguaje. Sin ella, no existirá el paso de conocimiento en los


libros, por lo cual, es una parte esencial en la comunicación humana. Una buena tipografía aumenta la eficacia de las palabras y aumenta la calidad de una pieza de diseño. Uno de los beneficios que tiene la tipografía corporativa son el refuerzo de la imagen de marca; tiene que transmitir la personalidad de la empresa. Con esto, la empresa puede transmitir los valores y creencias que desea a su público. Como ya hemos mencionado, es la voz de la marca. La apariencia es el factor principal para escoger o realizar la tipografía correcta. Gabriel Espinosa, reconocido diseñador de tipografías mexicano, me ha dado su opinión sobre la importancia que él cree que tiene el contar con una tipografía corporativa para una empresa o institución. Es una herramienta fantástica, pues es el broche de oro en una visión global de marca. Si bien, en la mayoría de los casos no es imprescindible, cuando existe, se convierte en una extensión de la identidad, por lo tanto debe reflejar los valores y estética que se propone en la demás comunicación. Grandes ejemplos son las realizadas para la presidencia de la república o Gandhi (Espinosa, 2018). La tipografía consolida la imagen pública, ya que juega un papel diferenciador en la competencia. Cada vez son más las marcas que apuestan por una tipografía a medida; esto indica la creciente tendencia e importancia que está teniendo este tema en las empresas. Tuve la oportunidad de mantener una conversación con Daniel Hosoya, reconocido diseñador gráfico y tipógrafo, quien afirma: Debería de ser un requisito indispensable para las empresas, ya que con ellas pueden manifestar toda su filosofía. Aunque hoy en día contamos con muchas tipografías, es muy fácil caer en los clichés, y si una marca la posiciona más, puede perder originalidad o saciedad visual. Es por eso que, por lo menos la marca, debería de contar con una familia tipográfica que le permita posicionar sus productos o servicios con el simple hecho de la


composición y figura tipográfica (Hosoya, 2018). Uno de los beneficios más comunes es la manera en cómo la comunicación interna en una empresa mejora. Los empleados ahorran tiempo y esfuerzo al no tener que pensar en qué tipografía usar, ya que la tipografía ya estaría predefinida. Los diseñadores tienden a pasar mucho tiempo buscando la tipografía correcta para sus trabajos. En una inmensidad de opciones, contar con una opción definida ayuda a aumentar la eficacia dentro de la comunicación empresarial, haciendo que los empleados se centren solo en el contenido. Un beneficio derivado del mismo, es el control de los costes. Al tener una tipografía predefinida ya no se tendría que gastar en futuras licencias tipográficas, además de que no se perdería la esencia de la marca. La tipógrafa Laura Ascencio afirma: Invertir en una tipografía original es rentable, puesto que presenta una parte porcentual muy pequeña de lo que es un proyecto completo de imagen corporativa. La decisión de utilizar una tipografía de sistema para las aplicaciones internas en vez de una tipografía a medida por ahorrar cotes es contraproducente para una marca, ya que estamos estableciendo varios tonos de voz y la marca no se vería reforzada (Ascencio, 2018). Dentro de una identidad visual hay tres bloques claves: la comunicación interna, que son presupuestos, facturas, cartas y demás; las presentaciones, ya sean diseñadas por un diseñador gráfico profesional, o una plantilla de PowerPoint diseñada por un empleado de comunicación de la empresa: y el tercer bloque, y más importante, es la publicidad. Ahí incluimos folletos, memorias, publicidad en revistas, web, etc. La tipografía corporativa debe establecer los valores de la marca, establecer el tono es crucial. Debemos identificar a nuestro público para tratar de hablar con él y comunicarnos de la mejor manera posible. Debemos tener muy en claro que si nuestra marca quiere comunicar valores de seriedad y de confianza, elegiremos una tipografía


concreta; si quiere un enfoque más confiado y relajado, se debería usar alguna con esta personalidad. Este proceso requiere de la habilidad de un diseñador gráfico cualificado, ya que la sensibilidad y el gusto para elegir la tipografía adecuada se gana con la experiencia y el tiempo. La tipografía corporativa es un factor clave en la comunicación de una marca y repercutiría notablemente. Tipografía y la Universidad de Montemorelos Claramente, en la Universidad de Montemorelos se generan muchos productos de comunicación, ya sean internos o externos, siendo la mayoría de carácter informativo para grandes cantidades de personas, a veces dirigidos a un público específico o ya sea de manera general. Gran parte de estos productos son realizados en UMedia Diseño. Como ya hemos mencionado, la elección tipográfica es una decisión crucial para muchos ámbitos. En UMedia se cuenta con diseñadores cualificados para realizar esta labor, pero ¿qué pasa con los productos informativos realizados fuera de UMedia? Debido a la inexperiencia sobre la tipografía y su importancia en otros campos que se desarrollan dentro de la UM, el porcentaje de una elección tipográfica poco acertada aumenta. Teniendo una tipografía original, este porcentaje se vería reducido, ya que se tendría una tipografía predefinida. La comunicación interna y externa se verían beneficiadas al tener una voz única y concisa al momento de emitir mensajes formales o informales en una universidad tan rica en valores como lo es la UM. Por esto mismo, es de suma importancia resaltar esos valores en todos los ámbitos de la comunicación, y actualmente lo es en contenido. Tener reflejados esos mismos valores en la tipografía ayudaría a consolidar gráficamente los valores. Un claro ejemplo de esta implementación es la recientemente acuñada Adventist Sans, basada en Noto Sans. Esta tipografía está hecha específicamente para funcionar de manera global; los valores y características visuales están representados en cada uno de los caracteres. Más de 800 lenguajes


han sido cubiertos por esta tipografía, en un panorama donde la Iglesia Adventista está presente en más de 200 países. Con más de 20 millones de habitantes, resulta favorable el tener una tipografía donde las comunicaciones sean coherentes una de las otras, sin importar el lenguaje con el que sean escritas. Actualmente la UM tiene un panorama parecido, aunque reducido, pero con una variedad notable a nivel universitario. Actualmente con 45 países representados y el idioma español como lengua principal siendo seguida por el inglés. La forma en la que nos comunicamos es efectiva, pero al contar con una tipografía original, la universidad subiría un peldaño más en la escalera de la solidez gráfica. Como hemos mencionado, la administración del tiempo se vería afectada benéficamente al reducir el tiempo que los diseñadores oficiales de la UM usan para elegir la tipografía adecuada. Psicológicamente hablando, tener una tipografía personalizada hace que la identidad de la marca afecte a los empleados y sus integrantes, otorgándoles subconscientemente un sentimiento de autenticidad y exclusividad. La mente humana, por naturaleza, busca sentirse parte de un grupo. En este ejemplo, la UM es un grupo que está conformado por estudiantes y empleados; mientras más ingredientes especiales y únicos tenga la identidad de una organización, más “especial” se posicionará en la mente.

Conclusiones Empezamos viendo cómo las empresas han sido más conscientes en cómo la tipografía afecta benéficamente a sus mensajes, y cómo la identidad visual ayuda a tener un mejor y más claro entendimiento acerca de lo que una marca hace. Tomamos el concepto de ver a las marcas como una persona y cómo podemos visualizar metafóricamente cuál es el papel que toma la identidad visual, así como su equivalente a una tipografía. Hablamos acerca de la tipografía: qué es, cuál es


la función que tiene en la mente humana y cómo pueden usarlas las empresas para transmitir mensajes más efectivos y acertados. Llegamos a la conclusión de que el hacer uso de una tipografía original hace que una marca sea reconocible y consolidada, con una voz única que influye de manera positiva en la percepción que el público tiene de ella. El peso, personalidad y tono de la voz de una marca hacen que los usuarios se vean reflejados en ella, y se sientan atraídos y cautivados por la forma en la que las empresas le hablan. Llegamos a entender cómo la personalidad de las mismas, ya sea una personalidad agradable o no, afecta profundamente al usuario. Es un todo; logotipo, colores, tipografía, actitud de los trabajadores con el cliente, instalaciones, etc. Son elementos que harán a una marca sólida y duradera. En esta ocasión, nos enfocamos en la tipografía corporativa y en cómo afecta positivamente el que una empresa cuente con una tipografía corporativa original. “Una marca evoca una experiencia. La experiencia se evoca por medio de la tipografía, el uso de color, el lenguaje y las imágenes que la acompañan. Todo esto también tiene el poder de evocar” (Sterman, 2013). Aunque no hay muchos artículos sobre este tema, no hay duda que varios veteranos y especialistas del diseño de tipografías están de acuerdo en que tener un tipografía original es un añadido muy importante a la marca para consolidarse como una empresa sólida y completa. Tal como lo dice Espinosa (2018) “Tener una tipografía corporativa tiene múltiples beneficios de carácter diseñístico (sic), entre los que encontramos congruencia editorial, un mejor reconocimiento por parte de los usuarios a la vez que dota de seriedad a los materiales realizados con dicha tipografía.”


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