Guadalupe 835

Page 1

Revista del Real Monasterio de Guadalupe fundada en 1916. NÂş 835, AĂąo 2013

Enigmas guadalupanos/ 10 Visiones viajeras de Guadalupe/ 17 La Virgen de la Soledad, coronada/ 23


«Veían venir unos de rodillas, otros descalzos, otros azotándose, otros cargados de niños enfermos, otros pobres con otros en hombros; otros cojos gimiendo. Otros, dándose en los pechos, entraban en aquella quietud de aquella iglesia donde los frailes cantaban, los pobres gritaban, los afligidos lloraban, los tristes suspiraban, los músicos y mujeres decían canciones y todo hacía concordancia, que parecía un concierto del cielo.»

BARTOLOMÉ DE VILLALBA Y ESTAÑA (1577)


Nigra Sum*

Julio-Septiembre

Núm. 835. 2013 --

Director:

Antonio Arévalo Sánchez, OFM Subdirector:

Jesús Mª Tena González, OFM Administrador:

Hipólito Améz Prieto, OFM Secretaría y Suscripciones:

Antonio Ramiro Chico --

Redacción y Administración: Real Monasterio de Santa María 10140 GUADALUPE (Cáceres) Teléf.: 927 36 70 00 Fax: 927 36 71 77 Web: http/www.monasterioguadalupe.com Correos electrónicos: guadalupe.mcs1916@gmail.com biblioteca@monasterioguadalupe.com Edita: Ediciones Guadalupe Imprime: Gráficas San Antonio, S. Coop. Almansa, 7 41001 Sevilla Depósito legal: BA-12-1988. --

Tarifa suscripción 2013 Cinco números y almanaque de pared Anual ordinaria ........................... 15 E Anual extraordinaria ................... 20 E Anual bienhechor........................ 60 E Anual extranjero.......................... 25 E

Finibusterre

H

ispania era el fin de la tierra. Finis terrae, que dirían con acento bético el gran Séneca, Adriano, Trajano y Félix de Lusitania. Fenicios, griegos, romanos y judíos lo hicieron saber así mientras mercadeaban plata con nuestro ancestro Argantonio, régulo de Tartessos, y paladeaban el preciado garum embelesados con bailarinas gaditanas mientras urdían liquidar a Viriato y a los rebeldes vascones. Cuando los confines de la tierra estaban en la Galaecia de Hispania y estas tierras eran el ignoto Occidente, la Piel de toro, la Iberia… los confines de la tierra contemplaron la victoria de nuestro Dios, Lux oriens, mediante la predicación de Pablo y los varones apostólicos, y un reguero interminable de sangre y martirio bautizó nuestro solar. Después de los Godos, fines terrae se llamó Al-Andalus, sin que cesara el fluir de la sangre y la persecución nos pusiera en el camino del Norte, sembrando de reliquias e imágenes la serranía. Ese es el nicho secular sobre el que reclinar la leyenda de vírgenes aparecidas. Almendral, villa de Badajoz con dos parroquias, el castillo de los Arcos (obra de Lorenzo Suárez de Figueroa) y el cercano convento de Rocamador, de frailes franciscos, con los de Clarisas y Agustinas, intramuros, es el solar de una Virgen negra con este arcano título de Finibusterre. Restaurada en demasía hace poco, la talla puede remontarse al siglo XIV, con todas las singularidades del románico: morena, mínima, tunicela roja y manto jacinto, hierática, sede sapientiae, con el Niño sobre la rodilla izquierda. Al vestirla al gusto barroco, sigue el modelo de Guadalupe, incluso con bastón de mando. La imagen que se venera en Almendral, del señorío de Feria, tiene la misma advocación que las de Cabezarados (Ciudad Real) y Los Yébenes (Toledo), procedente de un eremitorio de Urda (Toledo) y del castillo calatravo de las Guadalerzas (s. XII), donde anteriormente recibía culto. Si éstas de los Montes de Toledo, repoblados por mozárabes o leoneses del Finisterre galaico, guardan razonable identidad con aquellos reinos ¿qué obliga a fraguar origen corso a la de Almendral? ¿Por qué iban a traerla marinos de Córcega si ya estaban aquí templarios incluso calatravos para instaurarla? Afirman que la Virgen tuvo un barco en la mano derecha y que así figura en un grabado de 1700; de ser cierto, es un elemento espurio, quizás para emparentar con la leyenda de los navegantes de Córcega, donde también hay otra Madonna con el mismo nombre. * «Nigra sum» [Soy morena…] es una expresión tomada del Cantar de los Cantares (1,5) que la Liturgia, desde la Edad Media, aplica a las Vírgenes Negras.

Índice

I. Nigra sum: Finibusterre .................................................................... 1 II. Aires morenos [Noticias de la Virgen]............................................. 2 III. Aula capitular [Opinión] - Bitácora del Director................................................................. 5 - A las claras: María J. Flores, OSC................................................. 6 - De lo mundano a lo humano: Emmanuel Ramiro Fernández. 7 - Barrera del sol: Francisco de A. Oterino Villasante, OFM......... 8 - Pura y limpia: Ángel Rubio Castro............................................. 9 IV. Scriptorium guadalupense [Investigación y divulgación] - Enigmas guadalupanos Arturo Álvarez Álvarez .................................................................... 10 - Hieronymus Münzer y Gaspar Barreiros Elisa Rovira López .......................................................................... 17

- La Virgen de Soledad, coronada Teodoro A. López López ................................................................. 23 - El letrado Fray Pedro de Alcántara José García Santos, OFM ................................................................. 26 V. Plaza Mayor [Noticias del Monasterio y la Puebla] - Música y tradiciones de Guadalupe: Enrique Cordero........ 28 - Padre Serafín, in memoriam: Cesáreo Plaza Álvarez............ 30 - Miscelánea de Guadalupe........................................................ 31 - Breviario........................................................................................ 35 - Crónicas de la puebla: Antonio Ramiro Chico......................... 36 - Mirando atrás.............................................................................. 39 - Normas para la presentación de originales.................................... 40 Portada: Arco de Chorro Gordo (Archivo. AAS) Contraportada: Alberto Navalón Mateos, (Cáceres). [www.albertonavalon.com]

1


2/

airesmorenos

Guadalupe ya estaba en Brasil El primer Papa hispanoamericano de la historia del catolicismo emprendió, del 22 al 28 de julio, su primer viaje internacional. Lo hacía a Iberoamérica para presidir la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra en Río de Janeiro (Brasil), como ya tenía previsto Benedicto XVI. La República federal de Brasil, con una extensión de 8,5 millones de km2, veintidós estados, 5. 565 municipios y más de 192 millones de habitantes, es el país con el mayor número de católicos del mundo. Colonizado en 1500 por la expedición lusa que dirigía Pedro Álvares Cabral —aunque un año antes era bordeada por los onubenses Vicente Yáñez Pinzón y Diego de Lepe— el Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494) lo ligó al reino de Portugal, del que se independizaría el 7 de septiembre de 1822. Tuvo su primera capital en Salvador de Bahía (1549), luego Río de Janeiro (1763) y hoy Brasilia (1960). La Iglesia que reza en español y portugués tiene en Brasil y en todo el continente de la esperanza, en expresión de Juan Pablo II, dos grandes desafíos: el crecimiento del pentecostalismo, que frecuentemente degenera en sectas, así como la secularización que lleva a la pérdida de la fe. La mayor devoción del brasileiro es Nuestra Señora de la Concepción Aparecida (1717), cuyo santuario nacional, encomendado a los Redentoristas, se alza en el estado de São Paolo, al suroeste de Brasil. Su menuda y popular imagen de terracota, objeto el año 1978 de un sacrílego atentado, fue coronada en 1904 y declarada patrona de Brasil por el papa Pío XI el año 1930. La construcción de la actual basílica de Aparecida, consagrada por el papa Juan Pablo II en 1980, se inició el año 1946. No obstante, no faltarán en aquellas latitudes, de la mano de los reinos de Castilla y Portugal, reminiscencias del culto a Santa María de Guadalupe, el título más célebre de la Virgen durante los siglos del descubrimiento y evangelización de América y Filipinas. Además de dos poblaciones que BAHÍA. Virgen de Guadalupe, s. XVI

2

SãO PAOLO. Virgen de Guadalupe, óleo escuela cuzqueña, s. XVIII

llevan el nombre de Guadalupe en los estado de Piauí y Río de Janeiro, en São Salvador da Bahia de Todos os Santos, primera capital colonial y hoy cabeza del estado de Bahía, encontramos una talla de nuestra Virgen Morena (64 cm.) de estilo colonial, policromada y dorada, obra del siglo XVI, recubierta de plata en la centuria siguiente. Su morfología recuerda mejor el estilo de las tallas gallegas que las frecuentadas en el Portugal metropolitano. Es de admirar que lleva un ángel alado en la peana, evocación del gótico tardío. La escultura se halla en el museo de arte sacro de Bahía. Según el destacado investigador Arturo Álvarez (La Virgen de Guadalupe en el mundo, Madrid 2000, pp. 61-65) la primera noticia de esta imagen data de 1560, cuando el gobernador Mendo da Sé, librado de una letal mordedura de cobra después de acudir a la Virgen de Guadalupe, fundó en Bahía un monasterio, que pobló con monjas de santa Clara del convento de Évora, a las que acompañó la citada imagen. Venerada en la igle-


airesmorenos sia que hubo en la plazuela de los Zapateros hasta su demolición en 1628, pasó a recibir culto en la catedral vieja, donde consta que fue muy popular en 1722, pues el Cabildo permitió a la gran colonia de mestizos y esclavos que hicieran cofradía y celebraran su fiesta el tercer domingo de agosto. Fue trasladada a la catedral nueva el año 1933, donde estuvo hasta que el arzobispo Brandao Vilela, coincidiendo con la entronización de la Guadalupana en 1945, la cedió al museo. A esta imagen se une el templo e imagen de la Morenita en la Ilha dos Frades (Isla de los Frailes), en el centro de la bahía de Todos los Santos (Salvador), de la que informa el agustino descalzo fray Agustín de Santa María (Santuario mariano e historia…, t. IX) en 1722. La talla, ricamente estofada y dorada, es copia de la nuestra y se eleva sobre una peana de querubes con luna de plata bajo sus pies. Hay otra imagen de Guadalupe en Olinda, población cercana a Pernambuco, muy preciada por negros y mulatos. La imagen es de barro cocido, estafado y dorado. En la cabecera del río Coligipe, existe otro santuario y milagrosa imagen de Guadalupe, fundado por el capitán Manuel Dias Filgueira; talla de madera estofada en oro que, pese a ser copia de la española, sostiene al Niño con los dos brazos, festejando su día con gran romería en la octava de Navidad. Formando parte del rico patrimonio artístico de los Palácios do Governo do Estado de São Paulo (1915-1964), encontramos, además, una pintura al óleo sobre tela de Nossa Senhora de Guadalupe, obra del siglo XVIII, de la escuela cuzqueña.

/3

Piedraescrita, flor perfumada de La Serena Entre barrancos de afiladas lajas milenarias, lugar de paso mesteño, a más de cinco kilómetros de Campanario (Badajoz), flamea el santuario cual baluarte sobre una loma de ese paisaje lunar y desértico en que se abre La Serena, más allá de la presa de Orellana y el Zújar. Piedraescrita es el título de la Virgen allí venerada, hallada por un pastor en una oquedad de pizarras cubierta con lápida romana con inscripción grabada, de ahí el nombre. La antigua talla negra de estilo tardorrománico, sedente y polícroma, venía retocándose desde el siglo XVIII y acabó sacrificada en la contienda del año 36, por lo que la imagen actual es una devota copia que hicieron el año 40 a partir de un retrato de finales del siglo XIX. El visitador Juan Rodríguez Villafuerte describió en 1595 la ermita, de planta rectangular y pesados muros sostenidos por contrafuertes de sillar, con su pórtico con columnas de granito en el hastial de los pies y en el lado de la epístola, al que añadieron camarín barroco en 1753. «La imagen — escribe Villafuerte— tiene su Hijo en los brazos y en la mano derecha una manzana dorada, y una corona al­menada en la cabeVirgen y ermita de Piedraescrita, por J. Manrique za». Años más tarde, el P. Francisco de san José, natural de Campanario, historiador y prior que fue de este Real Monasterio (1736-1739) —acostumbrado como estaba a visitarla de niño y a oficiarle misas ya presbítero— dice en su Breve tratado de la antigua y milagrosa imagen… (Salamanca 1751) «…que es de bulto, y apareció con el color moreno, fusco o pardo; después la dieron el barniz que hoy tiene rosado, pareciendo a aquellos buenos hombres estaría así más hermosa.

3


4/

airesmorenos

[…] Es su altura como de tres cuartas, vestida al uso de la primitiva iglesia, y en la simetría del rostro dice con las imágenes antiguas de Nuestra Señora. Tiene su Niño Jesús en ambas manos, y en la diestra una esfera pequeñita» (p. 12-13). Nuestro P. Carlos G. Villacampa (18891948) retrató y estudió la talla en esta revista el año 1925 (ElMG, 161 (1925) 162166), subrayando los datos legendarios que coincidían con la de Guadalupe: «Sobre la actitud de la escultura, ya hemos dicho Imagen de la Virgen en procesión que es sedente y lleva ambas manos extendidas: con la derecha presenta a su divino Niño una manzana, símbolo del pecado original, y con la izquierda atiende con su maternal solicitud al divino Infante, que sostiene en su mano izquierda el globo del mundo y levanta su derecha en actitud de bendecir. Quizá antiguamente el Niño llevó, en vez del globo, un libro en su mano izquierda. […] Al restaurarse modernamente la imagen, el Niño, que todavía conserva el taladro por donde se sujetaba para ir sentado en las rodillas de la Madre, fue trasladado al brazo izquierdo de la misma». Sostiene, también, Villacampa que el P. San José aún la contempló sin el vestido postizo que él supone se añadió con la construcción del camarín el año 1753, aunque, en el grabado que ilustra el Breve tratado, la imagen aparece ya vestida. Y concluye: «Viste la imagen túnica, mano y velo… El plegado de los paños es ondulado en el manto y enteramente vertical en la túnica. Sospechamos que este plegado se modificó algún tanto y, aún quizá, se multiplicó algo al retocar la imagen. El calzado es de forma puntiaguda». Piedraescrita, de gran atracción popular en toda la comarca, fue coronada el 25 de septiembre de 1955 como patrona de la Serena; gracia que se obtuvo de Pío XII por empeño del párroco Jesús Aponte Ponce, enterrado debajo del camarín de Nuestra Señora. La albura de la cal reverbera a lo lejos y atrae todas las miradas. Los de Campanario, que en otro tiempo fueron indianos y, muchos de ellos, tratantes de chambra gris en la venta de bestias, tripas, serones de esparto y pimienta, disfrutan de las regañías, las morcillas de hígado, los hornazos y el cremoso queso de la Serena. Arman curiosas carrozas de romería que datan de 1915 y enjaezan carretas y bestias para subir a la ermita lunes de la pascua florida.

4

La imagen de la Virgen se trae otro día al pueblo, antes de la novena que predican en la parroquia a primeros de mayo, y suelen retornarla a la ermita de Los Barrancos el primer domingo de junio. Recibida por las autoridades en la Cruz de Piedraescrita, es saludada por un lugareño desde el balcón del Ayuntamiento y luego se queman fuegos de artificio. Llegando junio, la Virgen bendita se despide por barriadas con cultos extraordinarios, y hay grandes jolgorios en toda La Serena. [Visita: www.piedraescrita.net]

Himno a la Santísima Virgen de Piedra Escrita Patrona de Campanario Letra: Fray Teófilo Antolín Fernández, ofm Música: Fray Sebastián Simonet Campany, ofm

Coro: ¡Virgen sagrada de Piedra Escrita, Patrona excelsa, Madre de amor!, Oye a tus hijos, Virgen bendita, que glorias cantan en tu loor. Estrofas: Eres, oh Madre, de gracia llena, dulce abogada del alma fiel, flor perfumada de La Serena, limpia azucena de su vergel. Somos tus hijos de Campanario, de nuestro pecho —trono y altar—, formar queremos un relicario donde grabada siempre has de estar. ¡Madre amorosa!, nos acogemos bajo tu manto de protección, y, en él prendidos, volar queremos hacia la eterna dulce mansión.


Bitácora del Director

A

bierto, contra todo pronóstico, y sin precinto el Bar de Mou, que regenta J. Ruiz Quintano en los lunes abecedarios, y aplicado el irreverente David Gistau en marcar el terreno de Lluvia ácida en el mismo periódico, paso este julio erizado entre El camino mozárabe, con el que regresó el mejor Adalid, y Esta luz sin contorno, que tuvo a bien anticipar aquí el siempre admirable Santiago Castelo. Aguardan, zalameros, su turno: Chufo Lloréns (Mar de fuego, 2011), Sánchez Piñol (Victus, 2013) y J. Molist (Tiempo de cenizas, 2013), entre esa barahúnda de papeles, lecturas de urgencias, lectio divina y materiales de oficio. Quiero decir que los días tienen cada vez menos horas para el solaz literario, toda vez que no oreo La vida en las ventanas de Internet (Andrés Neuman, 2002), aquella deliciosa parábola de soledad, desarraigo y hastío. Y en esto, nadando a contrapelo, se cruzan los dimes y diretes de la séptima ley educativa, la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), despertando el maestro que llevo dentro y mis quince años en el Colegio San Antonio de calle Margallo. stá visto que la Educación en España es un arma arrojadiza entre el Gobierno y la oposición de turno, con alboroto en el corral periférico y sus presuntos hechos diferenciales. Llevamos por eso varias generaciones colegiales lastradas de analfabetismo funcional e ideología bastarda, desoyendo el tercer aviso europeo y la bronca de padres y maestros, que claman por un Pacto de Estado sobre Educación inédito. La LOMCE del ministro Wert no ha provocado más que un fuego cruzado y el linchamiento del ministro (que, por carácter bravío, se brinda entregado y gustoso). Lo más embustero del caso es que parece que el mal de la ley sea la Lengua Española —cuya sola mención ya provoca urticaria en las afueras que rezan a Santiago, patrón del país, por no decir España— y la clase de Religión, obligatoria para el centro escolar y evaluable para el alumno que opte por ella o su alternativa. Semejante osadía es lo que se gasta en nuestro entorno europeo y, además, cumple, después de veinte años de reclamaciones, con lo firmado en los Acuerdos (que no Concordato) con la Santa Sede el año 1979 (Art. II y IV). Mienten quienes envenenan la calle diciendo que volvemos al franquismo —por aquella maría obligatoria y confesional—, pues la asignatura es optativa, sus contenidos son científicos no doctrinales, y su propuesta reconoce a la religión del alumno y no sólo al cristianismo. Que sea evaluable es legal y razonable, de lo contrario aquello es un sainete, háganme caso. efenderé siempre la clase de religión en la escuela, porque ignorar el hecho religioso y sus expresiones, que en España son legión, es dar una educación incompleta y deshuesada. Los que buscan la formación integral de niños y jóvenes, que es el fin de la escuela, no pueden orillar ni cercenar los valores humanísticos, éticos, culturales y espirituales del currículo. En la Europa de raíces cristianas, la religión forma parte de la cultura y la vida de los ciudadanos, de su identidad social más profunda. Rafael Artacho, profesor de la facultad de Educación de la Complutense, señala para Vida Nueva cinco criterios que deberían presidir el debate: «Religiosos, culturales, éticos, pedagógicos y humanistas. De todos estos, sólo el primero es exhibido por los creyentes; los otros cuatro son argumentos o criterios completamente laicos. Y con ellos se identifican muchas familias que eligen libremente que sus hijos reciban enseñanza religiosa. Y, según las estadísticas, son mayoría.» Porque son, además, mayoría las familias que eligen la clase de religión ¿por qué se arrogan los políticos un derecho que no es del Estado sino de los padres? e todas las simplezas y bobadas que he leído al respecto, se lleva la palma lo escrito en el periódico global en español por el magnífico novelista Juan José Millás, cuyo argumentario de salón dejó hecho trizas el pasado 24 de mayo el jesuita Pedro Miguel Lamet, en su blog El alegre cansancio. Ahí dejo la cita, porque no tengo espacio para más jigos, que ya estoy deseando probar los de Cotorrillo.

/5

La jiguera

E

D

Unas lecciones de Dios

D

http://blogs.21rs.es/lamet/2013/05/la-asignatura-religion-entre-las-dos-espanas/].

5

Antonio Arévalo Sánchez


aulacapitular

6/

A las claras

Devolver a María lo que es suyo María de Jesús Flores, osc Monasterio de Santa Clara. Llerena

O

iga, le dije respetuosamente después de haber estado escuchándolo un rato demasiado largo, ¿le importaría prescindir del artículo la para referirse a María de Magdala? Creo percibir —supongo que sin mala intención— un tono algo displicente, desatento, impropio de una persona de su dignísima dignidad. Quizá lo ignore y esa es la razón por la cual me gustaría informarle de que la Magdalena a la que usted nos ha dejado de nombrar en esos términos, tiene nombre propio: se llama María. Precioso, ¿verdad?; y es, además, una de las pocas mujeres con nombre propio en los evangelios. Magdala es, sencillamente, un gentilicio. Y esto que a usted puede resultarle de cajón tiene su importancia y su trascendencia, pues el hecho de que al nombre propio el evangelista añada su lugar de origen obedece a que es de las pocas mujeres que en los relatos evangélicos no aparece ligada a ningún varón, ni definida por su rol subordinado a él, lo cual quiere decir que estamos ante una mujer cien por cien independiente y libre que supo coger la vida entre sus manos y tomar decisiones propias. Otro tanto sucede con María, de Nazaret ¿lo ve? Hay también una Susana (Lucas 8,3) y una Salomé (Marcos 15,40) que aparecen a la sombra de sí mismas. Posiblemente no había caído en la cuenta, pero no se preocupe, que para eso estamos, para ayudarnos unas a otros. Insisto, las otras mujeres ¡con nombre! —que esa es otra cuestión que podemos dejar para otro día—, nos son conocidas por su vinculación-sometimiento primero a sus padres, después a sus maridos y, por último a sus hijos… Por refrescare la memoria le nombraré a algunas: Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes (Lucas 8, 3-5); María, la madre de Santiago y de José; Ana, profetisa de profesión, y perdone la redundancia, hija de Fanuel (Lucas 2,36); María, mujer de Cleofás (Juan 19,25); Herodías, mujer de Filipo; Isabel, esposa de Zacarías, el sacerdote viejo e incrédulo (Marcos 6,17ss), etc. ¿Ha visto qué interesante y cómo cambian las cosas cuando se ubican convenientemente? Pues así pasa con todo. De ahí mi malestar, porque al utilizar el artículo determinado la referido a María de Magdala, se refuerza el infundio de que era una prostituta a sueldo (nota al margen: aunque arrepentida), de lo cual, y perdona la insistencia, no hay constancia alguna. Estoy convencida de que no hay personaje al que la historia, pero más que nada el cristianismo, le deba tanto como a esta ancestro de nuestra fe con la que no supieron qué hacer los líderes de las primeras comunidades cristianas; precisamente por su capacidad de liderazgo —¡como lo oye!—, lo que

6

parece que originó no pocas tensiones y desbandadas. Como si de un triple salto mortal se tratara, de ese más difícil todavía, por alguna oscura decisión, María de Magdala pasó, de la noche a mañana, de prostituta a santa y anunciadora de la resurrección de Jesús, con todos los avales de discípula y enviada: «Ve a mis hermanos y diles» (Juan 20,17) a «Apóstol de los apóstoles». Perdida la carrera, por trampas del adversario, quisieron conformarla con un premio de consolación. Y todo para no incluirla, ni a ella ni a otras muchas, en la tradición apostólica. ¡Ahí es nada! Es claro que a María de Magdala le han secuestrado su verdadera identidad y hay que restituírsela, la han lesionado y hay que rehabilitarla, la han hundido en el barro del descrédito dejándola, siglo tras siglo, bajo la luz de un farol rojo, más bien ligerita de ropa, con los cabellos alborotados y posturas nada respetables… A María hay que ponerla nuevamente de pie y en camino, y darle palabra, porque ello conviene a la verdad. La cuestión de que Jesús la liberara de «siete demonios»(Marcos 16,9) —lo que parece ser la base del infundio—, indicaría un proceso de transformación interior; como usted bien sabe, siete es un número simbólico que expresa totalidad, perfección, plenitud; lo cual quiere decir que María fue una mujer íntegra e integradora. ¡María fue ella! Imagínese el bien que nos haría, a usted y a mí, darnos cuenta de cuántos y cuáles son los demonios que diariamente desaloja el Maestro de nuestra vida. En lo que a mí respecta, puedo confesarle, sin rubor, que hace muchos años perdí la cuenta.


aulacapitular

De lo mundano a lo humano

LÍDERES Emmanuel Ramiro Fernández Periodista

«Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo». Nelson Mandela

A

hora que el factor humano agoniza, la nostalgia se apodera de nosotros. Asfixiados por unos políticos que olvidaron la grandeza de servir al pueblo para servirse de él cada cuatro años, roemos nuestra miseria en busca de unos brotes verdes que no aparecen en una tierra cada vez más árida. En un país donde los oasis se pagan en sobres teñidos de negro y el silencio es cómplice de una mal entendida picardía resulta estremecedor encontrar líderes. Líderes como él, capaces de unir una nación, de lanzar un mensaje, de tener una idea, de trabajar para los demás. Ahora que Nelson Mandela agoniza, la esperanza también se resiente. Lleva tiempo ‘Madiba’ —abuelo venerable, como le conocen en Sudáfrica— anunciando el final de su historia, como si este epílogo sirviera para hacer resumen de sus logros y recordar así su legado. Ese ideal de libertad y democracia en el que Mandela convirtió a Sudáfrica, previo paso por la cárcel, donde permaneció 27 años, pero donde nunca abandonó sus sueños. Así pasó de terrorista a mito al derrotar al Apartheid y convertir a todos, de un plumazo, en iguales ante la ley. Algo que suena tan lejano, casi tanto como los 8.500 kilómetros que nos separan. El camino nunca fue sencillo. Nacido en la tribu de los Tembu, fue formado para convertirse en dirigente de su clan, pero desde muy joven se rebeló contra su destino, estudió Derecho y se metió en política para luchar contra la xenofobia imperante en su país. Era un negro en un territorio dominado por blancos que practicaban la exclusión racial y no estaba dispuesto a aceptarlo. Entonces Mandela se convirtió en un número, el 46.664 de Robben Island, la prisión en la que fue encarcelado acusado de alta traición. El suplicio acabó el 11 de febrero de 1990, estaba a punto de nacer una nación multicolor. Sin rencor y fiel a sus ideales de reconciliación, alzó la bandera de la transición. Auspiciado por la mayoría negra fue aupado como presidente en las primeras elecciones democráticas que se celebraban en Sudáfrica. Era abril de 1994. Apenas un año después se había metido a toda la nación en el bolsillo. Fue en el Mundial de Rugby de 1995. Sudáfrica logró aquel torneo en casa y la imagen de Mandela entregando la copa al capitán de los Springboks, François Pienaar, forma parte ya de la historia de la humanidad. Sí, deporte y política pueden ir de la mano sin el oportunismo y la superficialidad reinante. En el poder, por extraño que nos suene, ‘Madiba’ mantuvo su coherencia, no se aferró al sillón y supo marcharse a tiempo, para que otros continuaran su camino. Desde una segunda línea siguió luchando por las causas nobles que defendía como la erradicación del SIDA o de la pobreza en África. Casi dos décadas después de su llegada al poder todavía queda mucho por ha-

7

/7

cer en Sudáfrica. El panorama social y político ha virado hacia una superioridad del Comité Nacional Africano (CNA) mientras que la mayoría del voto blanco y mestizo lleva demasiado tiempo viviendo en oposición. Y aunque se han reinventado nuevas clases sociales, la unión social parece lejana. Hay siempre una calma tensa y las distintas razas viven juntas pero sin mezclarse. La riqueza, por su parte, sigue en manos de los blancos y de una minoría negra, que en la mayoría de los casos está conectada con el poder. El Apartheid dejó también un país en quiebra, por lo que el CNA aprobó una ley por la que las empresas tienen la obligación de contratar a los empleados en proporción al número de habitantes de cada raza. Y para muchos esta ley se ha convertido en un Apartheid a la inversa ante la numerosa emigración blanca que se ha producido en los últimos años.

Mientras el mito se difumina, los deberes, aun por realizar, se perfilan con mayor crudeza. Poco podrá hacer ya Mandela por esa Sudáfrica que soñó y pergeñó entre barrotes; pero su recuerdo, su figura y sus líneas maestras deberían ser pilares suficientes para reconducir el camino, para volver a creer en el ser humano, para sentirnos representados por nuestros dirigentes. La imagen nos sitúa en el sur de África, pero aquí, en el sur de Europa los trazos de este cuadro deberían resultarnos familiares.


8/

aulacapitular

Barrera del sol

TRESCIENTOS EUROS… Francisco de Asís Oterino Villasante, OFM «La trata de personas es una vergüenza para las sociedades civilizadas» Papa Francisco

A

cudió rápida a mí la otra noticia, que, de pasada, había escuchado momentos antes. Trescientos euros cuesta el rescate de un niño esclavo en las entrañas de África. Lo pagan con amor nuestros misioneros, y luchan para conseguirlo. Eso, justamente eso, es lo que costó en el Camp Nou y en el Bernabeu una entrada para presenciar el partido de semifinal de Champions. Las colas para conseguir una, cubrieron jornadas enteras. Sí, señor, en medio de la que está cayendo con la crisis. La actualidad, bien surtida, se acumula en la tableta y nos permite poner en paralelo de valores: hora y media de espectáculo, y la libertad de un indefenso ser humano en las entrañas de algún país de tercer mundo. La información le resbalaba de los labios al misionero, sin casi medir la magnitud de la noticia, que estremece. Trescientos euros: eso es precisamente lo que cuesta a Trinitarios y Mercedarios españoles, rescatar un niño catalogado como mercancía. Hace ya más de cinco siglos que en el palacio real contiguo al Monasterio de Guadalupe, el rey de Aragón firmaba el primer paso en la abolición de la esclavitud. A lo largo de quinientos años transcurridos, la lucha por ésta ha costado sangre y guerras cruentas. Era demasiada tentación, sin embargo, creer que esta lacra y baldón de la humanidad era batalla ganada y recuerdo amargo para la conciencia social. Noticias así, nos despiertan a una realidad bien distinta y sangrante, y nos devuelve la cruda imagen del mundo que habitamos. El mejor tesoro de un pueblo, y su primer activo, son sus niños: porque constituyen el futuro. El niño es el porvenir de cualquier sociedad; por eso, descubrirlos en el catálogo de mercancías, estremece y humilla. Inocentes rostros azabache utilizados, ni se sabe siquiera para qué, en hogares blancos o cobrizos de países ricos (nada más que de dinero) arrancan preguntas a las que ni quisiéramos contestar. Mercancía sexual de usar y tirar, mano de obra barata en canteras y alfares. Niños de la calle a los que se les sustituyó el balón por el fusil, haciendo de carne de cañón, en primera línea de fuego en las guerrillas… o adiestrados para sicarios por unos centavos o unos gramos de droga… Regresamos con precipitado optimismo al apellidado primer mundo, y nos preguntamos por el destino de tantos niños desaparecidos... Apagamos el presentimiento, porque nos horrorizan las respuestas. Pero no podemos menos de interrogarnos inocentemente ¿qué se oculta detrás de tantas cirugías multimillonarias, en exclusivos hospitales de determinados países…? Quiero sustraerme al hedor de esta sentina inhumana y, redimirme, refugiándome en lo mejor que aún queda en corazón de los humanos. Los misioneros son los héroes

8

anónimos que mantienen despierta la esperanza y nos afirman que, aún queda espacio al optimismo, y seres verdaderamente humanos que, en los más intricados espacios, apuestan por el hombre exponiendo incluso su vida por los más débiles. Y no sería justo, si no trajera a primer plano la intendencia que se mueve detrás de esto héroes, que brota de corazones creyentes, consecuentes con su fe, apuntalando, a golpe muchas veces de la pequeña moneda de sus posibilidades, la tesorería de la lucha en primera fila.

En los muros de la iglesia de Guadalupe y en la mayor parte de los santuarios españoles colgaban, como exvotos, cadenas y grilletes de los esclavos rescatados. Hasta el de las Villuercas, rastrándolas, peregrinaban éstos —Cervantes entre ellos—, para agradecer a la Señora su liberación y, a los monjes, la gratitud por los dineros del rescate. Así, testimoniaron desde sus paredes la fuerza y coherencia de la fe, alimentada en los santuarios cristianos, hasta que la penuria de materias primas, los convirtieron en cantera para fraguas. Resulta evidente que sumarse a la algarada callejera, aporrear cacerolas, agitar banderolas gremiales… es más barato; pero, sin más efecto para dar respuesta a los problemas concretos. Implicarse de verdad en los mismos, no necesita decibelios, sino generosidad y ésta, brota y se alimenta en la fe cristiana.


aulacapitular

Pura y Limpia

MARÍA, CATECISMO VIVIENTE Ángel Rubio Castro

L

Obispo de Segovia

a Virgen es una parte integrante de la catequesis de la Iglesia. Ambos misterios se implican mutuamente y no se comprenderían el uno sin el otro. Ella es un «Catecismo Viviente», porque en su seno se hizo carne el Verbo de Dios «aún más, guardó mejor la mente la verdad, que el seno la carne» dirá S. Agustín. Quedarse en la maternidad biológica de María es dejarse escapar la grandeza íntima de la Virgen. María no es grande porque haya amasado a Jesús en la artesa de su seno. ¿Qué importancia ante Dios tendría este hecho, si no hubiera acogida antes la Palabra en la fe dócil y pobre, el día de la Anunciación? Sí, María es Madre de Jesús porque le dio el pan de su carne y la flor de su sangre pero, sobre todo, es Madre de la Palabra escuchada, acogida, engendrada en ella misma. Lo mismo que Jesús está siempre a la escucha del Padre, María está siempre abierta al Verbo. Es la primera contemplativa que, encerrada en Nazaret durante treinta años, profundiza en silencio la Palabra. La presencia de la Virgen en las páginas del Catecismo de la Iglesia Católica es constante. En cada afirmación esencial, se siente el deseo de añadir «como la Virgen María». La figura de María la encontramos en el Credo «nació de Santa María la Virgen». La enseñanza sobre María ilumina la fe en Jesús, porque nuestra fe en la Madre se fundamenta en lo que la Iglesia hace respecto del Señor. Los Sacramentos, expresión celebrativa de la fe y signos eficaces de la gracia, nos recuerdan a María, la «Virgen fiel» y «llena de gracia» en la celebración del misterio cristiano que ilumina, conduce y alimenta el deseo de cada cristiano a la santidad y unión con Dios. Las Bienaventuranzas que María inaugura con su vida, nos muestran el camino para realizar la vocación del hombre con la práctica de lo que Él nos dice (cf. Juan 2,1-12). El Catecismo señala que el camino de la oración se da en comunión con la Madre de Dios, porque Jesús la hizo Madre nuestra (CEC, nº 2.673-2.682). Por eso invocamos a la Virgen como «un Catecismo Viviente», «Madre y modelo de los catequistas», «Estrella de la nueva evangelización» y «Omnipotencia suplicante». El papa Juan Pablo II en las solemnes celebraciones de acción de gracias por el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica lo puso en manos de María Inmaculada. En el templo de mayor tradición mariana de toda la cristiandad, rodeado por los redactores del Catecismo y por los presidentes de las Comisiones Episcopales para la catequesis, el Papa dedicó a María este texto que consideró una de las labores más importantes de su pontificado. En su homilía, quiso subrayar que el Catecismo es el resultado del Vaticano II: «Bendito sea Dios Padre del Señor Nuestro Jesucristo, junto con la Madre de Dios, la Iglesia agradece hoy el don del

9

/9

Concilio, que fue inaugurado el 11 de octubre de hace treinta años, precisamente en la fiesta de la maternidad de María. La comunidad de los creyentes —prosiguió Juan Pablo II— da gracias hoy por el Catecismo postconciliar, que constituye un compendio de las verdades anunciadas por la Iglesia en todo el mundo. Este compendio de la fe católica, deseada por los obispos reunidos en la asamblea extraordinaria del Sínodo de 1985, constituye el fruto más maduro y completo de la enseñanza conciliar, que viene presentada en el rico marco de toda la tradición eclesial». Precisamente el día de la Inmaculada Concepción de 1965, Pablo VI clausuraba solemnemente la asamblea conciliar. «En el mismo día y en la misma solemnidad, la Iglesia se presenta a los hombres de nuestro tiempo con el catecismo postconciliar, compendio de la única y perenne fe apostólica, custodiada y enseñada por la Iglesia a lo largo de los siglos y los milenios». Posteriormente, el Papa Juan Pablo II confió el Catecismo a la Virgen con esta súplica: «Oh María, tú que, en el designio eterno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, fuiste predestinada a ser la Madre del Verbo; tú que, el día de Pentecostés, te hallabas presente como Madre de la Iglesia (cf. Hechos 1,14), acoge este fruto del trabajo de la Iglesia entera. Los que han llevado a cabo esta obra meritoria, bajo la diligente e incansable presencia del Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, están aquí, a tus pies». Todos juntos ponemos el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica —que es, al mismo tiempo, don del Verbo revelado a la humanidad y fruto del trabajo de los obispos y los teólogos— en las manos de Aquella que, como Madre del Verbo, acogió en sus brazos al primogénito de todas las criaturas. En el año de la fe caminamos de la mano de María para hacer vida las páginas escritas para la historia de la salvación.


10 /

scriptoriumguadalupense

ENIGMAS GUADALUPANOS Arturo Álvarez Álvarez

De la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras

TEPEYAC. «La Ofrenda» (1986), grupo escultórico de diecisiete figuras diseñado por Aurelio G. D. Mendoza y realizado en bronce por Alberto Pérez Soria y Gerardo Quiroz.

E

n las cercanías de la Tenochtitlán azteca se eleva, riscoso, uno de los cerros en que el capitán Gonzalo de Sandoval y Alvarado (1497-1527) tuvo su fuerte mientras Hernán Cortés (1485-1547) conquistaba la gran capital azteca, y a su llegada a México, en 1523-1524, los primeros evangelizadores admiraron la honda religiosidad idolátrica expresada por el ferviente culto a los infinitos ídolos entronizados en sus teocallis, con especial fama Toci (nuestra abuela), en la sierra de Tlaxcala; Telpulchi (varón joven), en la puebla Tianguismanalco; y Tonantzin (nuestra madre), en el cerro Tepeyac; ído-

lo del que dice fray Bernardino de Sahagún (1499-1590) que «Allí hazían muchos sacrificios a honra de esta diosa y venían a rezarle de más de veinte leguas de todas estas comarcas de México y traían muchas ofrendas. Venían hombres y mujeres y moços y moças a estas fiestas. Era grande concurso de gente en estos días y todos dezían vamos a la fiesta de Tonantzin, y agora (1576) que está allí edificada la iglesia de nuestra Señora de Guadalupe también la llaman Tonantzin», lo que criticó, temeroso de que el recuerdo del ídolo azteca les hiciera volver a su culto pagano1. Tepeyac: Aquí empezó todo Sabemos que los hijos de san Francisco de Asís sustituyeron el ídolo Tonantzin por una imagen de la Virgen María, Madre de Dios, construyéndole una humilde ermita, aunque ignoramos si esa imagen era en escultura —como la talla gótica de la Virgen de los Remedios llevada por un soldado de Cortés— o pintada sobre lienzo; y aunque el historiador De la Maza supone que «a los principios se colocó en el ermita una imagen de la Virgen de Guadalupe de Extremadura»2, es más probable la opinión que supone que tal imagen fue una pintura gótico-flamenca. Tal vez copia de la bella estampa que fray Pedro de Gante (1486-1572) colocó en

1.- Sahagún, Bernardino de, OFM, Historia general de las cosas de Nueva España, Vol. B, pp. 938-939. 2.- De la Maza, Francisco, El Guadalupismo mexicano, México 1953, pp. 14-15

10


scriptoriumguadalupense / 11 el interior de su catecismo Doctrina Christiana en lengua mexicana, impreso, por vez primera, en Amberes, el año 1553: Virgen en pie, rodeada, un ángel a sus plantas y su Hijo en brazos. El 23 de julio de 1554, llegado a tomar posesión de su sede mexicana el dominico fray Alonso de Montúfar (1489-1572) —buen jurista, pero con ideas muy diferentes a las de los frailes en cuanto a los métodos a emplear en la evangelización de los indígenas y en lo organización de los iglesia mexicana—, se enfrentó muy pronto a los franciscanos, los dominicos y los agustinos, poniéndolos bajo su jurisdicción y despojándolos de buen número de iglesias administradas por ellos. Decisión que él mismo comunicó haber tomado en la carta al Consejo de Indias fechada el 15 de mayo de 1555. Sobre todo la emprendió contra los franciscanos —¿acaso porque Cortés, el virrey Mendoza y su antecesor, el arzobispo franciscano fray Juan de Zumárraga (14681548), los habían protegido en demasía?—, tanto que fray Juan de Torquemada afirmó haber sido «un tigre feroz para los franciscanos»3. De hecho, sabemos que, nada más tomar posesión de la sede, ya les quitó la sexta parte de numerosas doctrinas fundadas con mucho trabajo en la Nueva España y con ellas la ermitilla del cerro Tepeyac, atendida hasta entonces por los frailes del convento de Santiago Tlatalolco. Dueño de la ermita, Montúfar la siguió utilizando para la misma

imagen en tanto que él construía, a su lado, otra nueva y no mucho mejor, pues según testimonio del canónigo de la catedral mexicana Francisco Rodríguez Santos manifestó el 8 de abril de 1562 que «sabe que en dicha hermita de Guadalupe no se ha fecho edificio ninguno costoso», y el clérigo portugués Antonio Freire —nombrado por Montúfar su primer capellán fijo—: «En no es sino una capilla de adobes y una sacristía con un posento (sic) ençima». En su Descripción del Arzobispado (1570) dice que «puede haber catorce años que fundó y edificó el ilustrísimo señor arzobispo con las limosnas que dieron los fieles cristianos»4. Ermita estrenada a mediados de mayo del año 1556 y en la que el prelado de Loja (Granada) colocó, o mandó colocar —en secreto y subrepticiamente, en opinión de O´Gorman— una nueva imagen de la Virgen Inmaculada, acabada de pintar por el afamado indio Marcos Cípac, la cual bien pudo dar pie a la creencia de que «apareció milagrosamente». Es la misma iglesia que, en 1568, visitaría, remozada y enriquecida, el famoso pirata inglés Miles Philips; derribada cuando, en 1609, se inició la iglesia bendecida en 1622, por el arzobispo Juan Pérez de la Serna (1573-1631). A esta Iglesia e imagen a la que se refería el virrey Martín Enríquez de Almansa (h.1510-1583), en carta al rey Felipe II, datada en México el día 23 de septiembre de 1575: «Y el principio que tuvo la fundaçión de la iglesia que aora está hecha, lo que comúnmente se entiende es quel año de 55 o 56 estava allí una ermitilla, en la qual estava la imagen que ahora está en la iglesia; y que un ganadero, que por allí andava publicó aver cobrado salud yendo aquella hermita y empeçó a crecer la deuoçión de la gente; y pusieron nombre a la imagen Nuestra Señora de Guadalupe, por decir que pareçía a la Guadalupe d´España. Y de allí se fundó una confradía en la qual dizen avrá quatroçientos cofrades»5.

Portada de la revista Proceso, de diciembre de 2003

«Aparecióse» Con independencia de que esta fundamental palabra fuera pronunciada por devotos al ser abierta por primera vez la ermita construida por Montúfar, con la nueva imagen de la Virgen pintada por el indio Marcos, el primer documento en que vemos esa palabra en la historia de la imagen del Tepeyac la hallamos en la obra Noticias de Nueva España, escrita por el crio-

3.- Cf. Carta de fray Jerónimo Mendieta al comisario general fray francisco de Bustamante, datada en Toluca el 1 de enero de 1562, en Juan de Torquemada, Monarquía indiana, México 1975, Vol. II, p. 211. 4.- Cf. O´Gorman, Edmundo, Destierro de sombras, México 1986, p. 148. 5.- Cartas de Indias, (Ministerio de Fomento) Madrid 1877, p. 310. En contestación a una carta del rey Felipe II, fechada en San Lorenzo el Real el 15 de mayo de 1575, Martín Enríquez desaconseja que los Jerónimos fundaran en México y trasladaran a él la imagen de Guadalupe del Tepeyac «porque no paresçe neçesario, y hay tantos en la comarca…» No obstante, este virrey fue muy devoto de los franciscanos descalzos de san Gabriel, quizás porque su hermano Diego, con el que convivió algunos años, era obispo de Coria. Siendo virrey de Nueva España (1568-1580) enviaba de limosna, cada año, cien ducados a los frailes de Coria y a los de Monteceli del Hoyo, y 25 ducados para sayal y otras necesidades (cf. Moles, Juan B. OFM, Memorial de la provincia de la Gabriel, ed. Hermenegildo Zamora, Madrid 1984, f. 271)

11


12 /

scriptoriumguadalupense llo novohispano Juan Suárez de Peralta6 y editada en Madrid, el año 1878. Narrando la entrada en México del virrey Martín Enríquez y su llegada a la villa de Guadalupe, el año 1568, dice: «…Y así llegó a Nuestra Señora de Guadalupe, que es una imagen devotísima que está de México como dos legüechelas, la cual ha hecho muchos milagros. Aparecióse entre unos riscos y a esta devoción acude toda la tierra». Pero ¿qué valor histórico tiene tal aparición que incluso la ignoraba el propio virrey, silenciando el dato en la carta arriba citada, contándole Felipe II el origen de la ermita del Tepeyac y su imagen de la Virgen en ella venerada? No deja de ser extraño que en la referencia de Peralta a la imagen de Guadalupe no cite para nada el indio de las apariciones ni el supuesto origen milagroso de la imagen estampada en la tilma del afortunado Juan Diego, lo que prueba que en el s. XVI aún no había nacido la leyenda. De forma más o menos espontánea, a principios del siglo XVII, c. 1615, sí surgieron los primeros balbuceos por el capitán Luis Ángel de Betancourt —llegado a México en 1608— en un canto triunfante a la conquista del imperio azteca; poema dedicado a la Virgen de los Remedios y con claras alusiones a la Guadalupana del Tepeyac en estos versos:

«V. P. F. Pedro Gante, lego de la provincia de Flandes, uno de los primeros operarios evangélicos, enviado por el señor don Carlos V (su muy cercano parie[n]te) a esta Nueva España, donde enseñó a millares de niñas la Doctrina Christiana, y a los mancebos la música, a tocar instrumentos y los oficios de pintores, escultores, herreros y carpinteros. Edificó más de cien iglesias y la capilla de S.S. José, primer parroquia de yndios, donde está sepultado».

MUSEO BASÍLICA. Portada interior del célebre Nican mopohua (México 1649) con la imagen coronada

«Mira la sangre de los sacrificios que en aqueste idolismo está caliente, vendrá a purificarla de sus vicios la cristiandad de mi rosado oriente; y para que tengas de su gloria indicios a Tepeaquilla baja diligente y entre tajadas peñas y redondas verás mi imagen cerca de las ondas. No como aquí, de bulto; de pinceles que en blanca manta el gran Apeles tupe, porque Dios, verdadero Praxíteles, allí me advocará de Guadalupe. Harásme un templo allí cuando los fieles la cruz levanten y este hemisferio ocupe después de la conquista de esta tierra, porque no hay cosa buena con la guerra. Dijo y fuese la Garza imperiosa y el cacique devoto bajó al valle; halló el precioso lienzo de la Rosa y hubo con la primera de guardalle hasta que la ciudad majestuosa se vistió por España a nuestro talle y a la Guadalupana, flor bendita, don Juan labró de pinos una ermita.» Diez años más tarde encontramos otra precisa referencia a la «aparición» de la Virgen del Tepeyac en el grabado que, c. l616, encargó Juan Pérez de la Serna, arzobispo de México (1613-1627) al famoso grabador de Amberes Samuel Stradano, utilizado para imprimir estampas cuya venta ayudase a

6 .- Hijo del abulense Juan Suárez de Peralta, cuya familia estaba vinculada a la primera esposa de Hernán Cortés, nació en México hacia 1536, permaneciendo allí hasta 1579 en que se trasladó a España, falleciendo en Trujillo (Cáceres) después de 1590. Según O´Gorman fue investigado por la Inquisición.

12


scriptoriumguadalupense / 13 terminar la nueva iglesia, bendecida e inaugurada el día 8 de septiembre de l622, trasladando a ella la imagen original de la Guadalupana. En ella vemos a la Virgen ornada por varios querubes y en su derredor nueve pequeñas estampas en que se representan otros tantos milagros, narrados a españoles al pie, en sendas cartelas explicativas en la segunda de las cuales leemos: «México-Tenochtitlan. A Catalina de Monta (letras ilegibles), hidrópica de 11 años, sin esperanza de salud, vino a novenas y bevió el agua de la fuente aonde aparessió N[uestra] S[eñora] de Guadalupe y luego sanó». Preludio o balbuceos que crecerían con las dramáticas inundaciones que anegaron la ciudad de México de 1629 a 1634. A causa de su climatología y, en buena parte, a que los españoles cegaron los canales de Tenochtitlán, la ciudad de México ha sido víctima de grandes inundaciones pero fueron terribles las que dieron comienzo en septiembre de 1629 y duraron hasta 1634, pereciendo en ellas, según carta del arzobispo Francisco de Manso Zúñiga y Sola (1587-1656) al rey Felipe IV, 30.000 indios, y de 20.000 familias españolas sólo 400 quedaron en México. Con tal motivo, el prelado decidió bajar a la catedral la imagen del Tepeyac, lo que se hizo en canoas y con asistencia de las autoridades, el día 24 de septiembre; procesión festiva que recogió en 1656 un gran lienzo en cuyo texto se narra —en náhuatl y en un español muy repuesto—, la curación milagrosa de un indio; al que clavaron una flecha en los juegos de cañas. Inundaciones cuyo cese atribuyó el prelado a la Virgen de Guadalupe. En los cinco años y medio que permaneció en la catedral la ima-

gen Guadalupana, se reavivó la devoción y el fervor popular y se acrecerían con los versos recogidos en el folleto anónimo Partida de nuestra Señora de Guadalupe: «De vuestra sagrada imagen hay vocaciones diversas que consolar aseguran tan amarga y triste ausencia. Confieso que toda es una y en una toda se encierra y que derivan todas de la original primera. Pero son acá pintadas de humanas manos diversas, con matizados colores que humanos hombres inventan; Vos, Virgen, sois dibujada del que hizo cielos y tierra cuyo portento no es mucho…»7

MÉXICO. Retrato de Martín Enríquez de Almansa, virrey de Nueva España (1568-1580)

Eran éstas las tímidas bases que darían solidez a una tradición en que, a falta de pruebas escritas —él mismo confiesa no haberlas encontrado— sirvió a Miguel Sánchez para hilvanar la primera “historia” de las Apariciones del Tepeyac. ¿Conocía Miguel Sánchez la historia de la Guadalupe española? Desde que, en 1556, Marcos Cípac pintó la bella Inmaculada bautizada muy pronto por los novohispanos —sobre todo extremeños— con el título de Guadalupe, transcurrieron noventa y tres años, a lo lar- Imagen de la Purísima en la Doctrina Christiana go de los cuales creció la devoción en Lengua Mexicana, obra de fray Pedro de Gande indios y criollos a la Guadalupe te, publicada en México ca. 1547; Amberes 1553; México 1553 y 1555 del Tepeyac. Pero es obligado recordar —varios historiadores objetivos ya lo hacen— que mucho antes de esta devoción ya había llegado a la Nueva España la devoción a la Guadalupe extremeña, como lo atestiguan tres reales cédulas del emperador Carlos I (1531, 1537 y 1550) y otras dos firmadas por su madre la reina doña Juana (1551), ordenando a los virreyes y prelados que no pongan impedimento alguno a los devotos que deseen inscribirse como cofrades de la Virgen de Guadalupe castellana y que los arzobispos no dediquen las limosnas y

7.- Coplas a la partida que la soberana Virgen de Guadalupe hizo de esta ciudad de México para su hermita. Folleto anónimo editado por Francisco Rodríguez Lupercio en 1634. 8.- Miranda Godínez, Francisco, Dos cultos fundantes: Los Remedios y Guadalupe (1521-1629) México 2001.

13


14 /

scriptoriumguadalupense

donativos hechos para el santuario de España a otros destinos, como lo hacía el de México, para construir o arreglar sus iglesias; privilegios que confirmaría el rey Felipe II con otras dos cartas datadas el año 15758. Y sabemos que, tanto las limosnas como las mandas testamentarias para el santuario español, no sólo estuvo en vigor hasta finales del siglo XVI —entre otras, la manda testamentaria de Bartolomé López (1537) y la carta de pago de María Gómez (1539)—; pese a la interesada confusión sobre ambas advocaciones marianas, en México y Puebla se mantuvo la extremeña hasta finales del siglo XVIII, casi en vísperas de la independencia de México9. Opinión defendida por Xavier Noguez, quien afirma que «Hasta el presente no se ha encontrado un documento contemporáneo al tiempo “oficial” de las Apariciones que resista la crítica historiográfica y que pueda ser considerado como una prueba de historicidad»10.

MÉXICO. Portada interior del libro de Miguel Sánchez (México 1648)

Mexicano, sacerdote jesuita y buen teólogo salido del colegio de la Compañía de Jesús, Miguel Sánchez fue uno de tantos criollos muy preparados cuya juventud, sin otra perspectiva de trabajos subalterno y negativa de cargos públicos, reservados para los españoles gachupines, soñó con una patria nueva bajo el patrocinio de la Virgen del Tepeyac, que él decía «ser originaria de este país y primera mujer criolla», lo que explica que hiciera lo imposible para desligar totalmente la Guadalupe española y la mexicana, aunque sabía, sin duda, que ésta era un brote del icono extremeño. Y la prueba de que Miguel Sánchez conocía la gloriosa historia del santuario/monasterio cacereño es una copia que, sin citar la fuente, aunque sospechamos que la bebió en la Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, escrita por el monje jerónimo fray Gabriel de Talavera (Toledo 1597), primera historia del Guadalupe extremeño impresa y que, sin duda, fue llevada a México el año 1602 por el quinto arzobispo, fray García de Santa María de Mendoza, y parte de los 300 ejemplares llevados a Perú por el monje guadalupense fray Diego de Ocaña, que, después de recorrer toda la América, regresó a Lima y en 1605 embarcó para México, donde fallecería tres años más tarde. ¿Coincidencia o copia? GUADALUPE DE ESPAÑA Tallada por el evangelista san Lucas. Hallazgo, por un humilde vaquero (s. XIII). Guadalupe: del árabe Vadi-lubben. En un pequeño río, entre peñascos. Incredulidad de los clérigos. Resurrección del hijo del vaquero. La Virgen pide construir una ermita. Adhesión masiva del pueblo. Desconcierto tras la invasión musulmana. Primer documento escrito: año 1327 Fundación del priorato: 1340. Visitado por todos los reyes, desde 1340. En 1464: la Imagen más famosa del Orbe. 12 octubre 1928: Patrona-Reina de la Hispanidad Hacer novenas: Cortés la hizo en 1528. Festividad: 8 septiembre desde el siglo XIV GUADALUPE DE MÉXICO No pintada por mano humana. Aparición a un indito neófito. Guadalupe: por su parecido con la de España. En un cerro, junto a una fuente. Incredulidad del obispo. Resurrección de un tío del vidente. Deseo de que allí se le haga un santuario.

9.- AGI. Clero, Indiferente 426, Leg. 25 111, 380, f. 286-287. Altolaguirre y Duval, Ángel, Colección de documentos inéditos de Ultramar, Vol. XX, nº 66 y 610. Álvarez Álvarez, Arturo, «Guadalupe de España en el México del siglo XVI», en REEx, tomo LXII (2006) 389-401. Noguez, Xavier, Documentos guadalupanos, México 1995, p. 179. 10.- Noguez, Xavier, Documentos guadalupanos, México 1995, p. 179.

14


scriptoriumguadalupense / 15 Adhesión masiva, sobre todo de los indios. Desconcierto entre los indígenas por la conquista. Primera fecha documentada de la imagen: 1556 Dos primeras ermitillas: c.1531 y 1556. Visitada por todos los virreyes de España. Hoy: el santuario más famoso de la Cristiandad. Patrona de México y de los Américas. Hacer novenas: copiado de Extremadura. Festividad: 8 de septiembre hasta el año 1662 ¿Tuvo Niño la Guadalupana de México? Tratándose de un tema tan interesante en la historia del guadalupanismo, es extraño que en la abundantísima bibliografía sobre la imagen del Tepeyac, ni en los aparicionistas —lo cual se explica— ni en prestigiosos historiadores que defienden el origen extremeño del título y devoción de la Guadalupana de México —tales como O. Gorman, de la Maza, Névez y Noguez— se haya abordado este importante tema. Sin embargo, yo creo que tenemos suficientes pruebas para afirmar que en la tilma pintada en 1556 por el indio Marcos Cípac y venerada, con gran fervor, en su templo del Tepeyac, la Virgen sostenía a su Hijo en brazos, apoyando esta afirmación en una carta enviada al rey Felipe II por el virrey de la Nueva España, Martín Enríquez, el 26 de septiembre de en 1575, explicándole que el origen de una imagen y su ermita con nombre Virgen de Guadalupe que sus devotos «le pusieron este nombre por decir que se parece a la Guadalupe d´España». Como ya dejamos explicado en otro lugar de este artículo, ese parecido no podía referirse a la talla del siglo XII, sedente y policromada —hallada milagrosamente por un vaquero a orillas del río de nombre árabe Wadiluben (río escondido) y sus primeros devotos llamaron Guadalupe— sino a otra hermosa talla de la Virgen Inmaculada: en pie, rodeada de rayos, con MÉXICO. Grabado de Samuel Stradanus publicando la consu Hijo en brazos, de escesión de cuarenta días de Indulgencia promovida por Juan tilo gótico-flamenco y proPérez de la Serna, arzobispo de México (1613-1627) a quien bablemente labrada por el contribuya con sus limosnas a la obra de la nueva ermita de la Virgen de Guadalupe famoso escultor Egas Cue-

MÉXICO. El ídolo azteca Tonantzin

man, en la década 1467-147711 y colocada el testero del coro el año 1499 (Sicut mulier amicta sole et luna su pedibus ejus, como reza un acta capitular del monasterio extremeño). Colocación coincidente con el estreno de la nueva sillería, labrada por el entallador guadalupense Montenegro, y la decoración de la bóveda del coro por el pintor de cámara Juan de Flandes, enviado para ello por la Reina Católica. Ahora bien: si la imagen del Tepeyac no tenía Niño, ¿cómo iban sus devotos a llamarle Guadalupe por un parecido que no tenía con la de España, al carecer de Niño la del Tepeyac y sí tenerlo la extremeña, probable modelo en que se inspiró el pintor Marcos Cípac? En apoyo de nuestra tesis es obligado traer aquí el hallazgo

11.- Además de la imagen de la Inmaculada colocada en coro, Egas Cueman talló otras esculturas en Guadalupe, entre ellas los sepulcros, en alabastro, del rey Enrique IV (desaparecido), del prior padre Illescas y los esposos Velasco, y en madera un Calvario, un Cristo yacente y otras imágenes de la Pasión.

15


16 /

scriptoriumguadalupense

sensacional, del mexicano Leoncio Garza-Valdés, que, por encargo del Aceptando como verdaderos cardenal-arzobispo de México, Norberto Rivera, y en presencia de los —Nemo malus nisi probetur; y, testigos Antonio Macedo, abad de la basílica del Tepeyac; el canónigo que sepamos, no se han demosJosé Luis Guerrero; Gilberto Aguirre, catedrático de universidad y Les- trado falsos los hallazgos de Garter Rosebrok, fotógrafo de la universidad de san Antonio de Texas (USA), za-Valdés—, es obligada esta preanalizó el lienzo de la Guadalupana en dos sesiones de febrero de 1999, gunta: Si la Guadalupana del Teutilizando película y filtros ultramodernos, descubriendo estos datos de- peyac tuvo Niño desde 1556 y el cisivos en favor de nuestra tesis, aunque confiesa que lo que buscaba era año 1632 la encontró Arrúe Calver si la tela de la imagen tenía bacterias: A). La tela sobre la que está zonci sin él, ¿cuándo, quién y por pintada la imagen de la Virgen no es de ixtle o maguey, como se creía, si- qué, fue borrado? Las dos primeno de cáñamo. B). Bajo la pintura de la imagen ahora venerada hay otras ras preguntas las ignoramos; pedos imágenes ocultas: la primera representa a la Virgen de pie, rodeada ro la tercera es muy probable que de rayos, un ángel a sus plantas, el Niño Jesús en sus brazos, firmada fuera decisión de las autoridades con las letras M. A., datada en 1556 y que Garza-Valdés no duda se tra- eclesiásticas, a las que, sin duda, ta del indio Marcos de Aquino Cípac (lo que avalan las palabras del pro- molestaba el parecido de la Guavincial franciscano fray Bustamante, cuando en un polémico sermón, el dalupana y la extremeña. En todo 8 de septiembre de 1556, afirmó —ante el virrey Luis de Velasco, del caso, al borrar el Niño colocado en los brazos de su Madre presidente de la Real Auobligó a una reforma radidiencia y todas las autorical de la imagen primitiva, dades— que aquella imaresolviendo el problema cogen de Guadalupe era obra locando, en su lugar, las dos del indio Marcos, pintada bellas y devotas manos que ayer). C). Sobre una impriahora la identifican13. mación blanca que oculDespués de visitar perta la imagen primera hay sonalmente el monasterio otra igual, pero sin Niño; de Guadalupe y contemplar fechada en 1625 y firmada detenidamente la imagen por J. A. C., que Garza-Valdel coro, Garza Valdés esdés identifica con el presticribiría que «la imagen del gioso pintor Juan de Arrúe Tepeyac es una copia exacCalzonci: un mestizo nacita de la imagen de la Inmado en Colima el año 1565, culada Concepción que se que fue a vivir a Puebla en encuentra en el coro de la 1598 y que el año 1607 se basílica del monasterio de trasladó a Oaxaca, donExtremadura, España» de trabajó para los franLa conclusión es que ciscanos y dominicos. D). —a la luz de la historia Sobrepuesta a estas dos documentada— el Guadaimágenes hay una tercera lupe español fue el primey en ella, borrosa, el año ro y más frondoso esque1632; fecha en que la imaje trasplantado en la Nuegen de la Guadalupana fue va España y se siente orgudevuelta, desde la catedral lloso al ver que la imagen de México, a su iglesia del de Guadalupe venerada en Tepeyac. Estancia de varios el Tepeyac es hoy, sin duda, años que se aprovechó paNuestra Señora de Guadalupe, Reina de Méjico y Emperatriz de las ra retocarla, posiblemente Américas; obra de pincel o milagro celeste será para siempre el Título la más conocida y venerada más glorioso con el que España y América invoca a la Madre de Dios del Orbe católico. por el mismo Calzonci12. 12.- Garza-Valdés, Leoncio, Tepeyac, cinco siglos de engaño, México 2000.- Revista Proceso, 1.414, (7 diciembre, 2003), 1545; 1.334 (26 mayo 2002), 51-53. 13.- En las fotos tomadas por Garza-Valdés a la imagen original pintada por Cípac en 1556 se ve que la Virgen tiene las manos juntas, por lo que no es posible que sujetara con ellas a su Hijo el Niño Jesús.

16


scriptoriumguadalupense / 17

Visiones Viajeras de Guadalupe (I)

Hieronymus Münzer y Gaspar Barreiros Elisa Rovira López

Licenciada en Geografía e Historia. Investigadora

«Apenas hubieron puesto los pies los devotos peregrinos en una de las dos entradas que guían al valle que forman y cierran las altísimas sierras de Guadalupe cuando, con cada paso que daban, nacían en sus corazones nuevas ocasiones de admirarse. Pero allí, llegó la admiración a su punto cuando vieron el grande y suntuoso monasterio cuyas murallas encierran la santísima imagen de la Emperadora de los Cielos; la santísima imagen, otra vez, que es libertad de los cautivos, lima de sus hierros y alivio de sus pasiones; la santísima imagen que es salud de las enfermedades, consuelo de los afligidos, madre de los huérfanos y reparo de las desgracias. Entraron en su templo y, donde pensaron hallar por sus paredes, pendientes por adorno, las púrpuras de Tiro, los damascos de Siria, los brocados de Milán, hallaron en lugar suyo muletas que dejaron los cojos, ojos de cera que dejaron los ciegos, brazos que colgaron los mancos, mortajas de que se desnudaron los muertos; todos, después de haber caído en el suelo de las miserias, ya vivos, ya sanos, ya libres y ya contentos, merced a la larga misericordia de la Madre de las Misericordias...»

(Miguel de Cervantes, Los trabajos de Persiles y Sigismunda)

D

evoción y asombro son los sentimientos más jeras nacidas de plumas tan significativas, entre otras, cocomunes entre quienes, como Cervantes, han mo Münzer, Laborde y Unamuno. visitado Guadalupe a lo largo de su historia: La extensión, la calidad literaria y el rigor informativo dignatarios y gente humilde, piadosos peregri- de estas narraciones varían en función de las ideas y gusnos y críticos intelectuales…viajeros, en fin, de diversa tos del momento en que fueron redactadas y de las circondición y con intereses distintos continúan acercándo- cunstancias e intereses personales de sus autores. Obserse a la Virgen de las Villuercas para orar ante ella y admi- vamos, por ejemplo, cómo Münzer anota la presencia de rar las bellezas de su casa. Muchos de ellos han refleja- compatriotas alemanes entre los monjes y servidores del do sus impresiones en relatos que constituyen una fuente santuario, mientras que el luso Barreiros detalla las relaimprescindible para seguir el desarrollo del santuario y ciones del monasterio con Portugal. Resulta lógico, por valorar su proyección dentro y fuera del ámbito nacional. tanto, el diferente sesgo que toman los comentarios y estiPodemos afirmar, no sin reservas, que la inclusión de Guadalupe en la literatura viajera internacional comienza en 1466, con la estancia del noble bohemio León de Rosmithal, cuya andadura a través de Europa cuenta con dos crónicas escritas, respectivamente, por Shaschek y por el patricio Gabriel Tetzel, ambos integrantes del séquito del barón. Desde entonces, Guadalupe ocupa un lugar destacado en nuBN. Vista panorámica de Guadalupe, dibujo de A. Wyngaerde, 1567 merosas narraciones via-

17


18 /

scriptoriumguadalupense

maciones vertidos en ellas. Así, entre los siglos XV y XVIII, las opiniones encomiásticas y de hondo calado religioso son norma generalizada en los pasajes relativos a Guadalupe, aunque procedan de cronistas tan dispares como el grave y prolijo Gaspar Barreiros y el jovial Bartolomé de Villalba y Estaña. A partir del siglo XVIII, sin olvidar el aspecto espiritual, ganan espacio las reflexiones basadas en criterios socioeconómicos y estéticos, sobre todo a raíz del proceso desamortizador del XIX, cuyas nefastas consecuencias son criticadas, con mayor o menor acritud, por españoles y extranjeros. Entre las características que comparten los textos, sobresale una nota: la sorpresa que provoca la primera visión del conjunto monástico, comparado, en ocasiones, con un gigante. Casi todos los autores comentan también las incomodidades sufridas durante el trayecto, a causa de los tortuosos accesos, abiertos entre sierras. Dificultad ésta de la que aún se quejan, ya con menor razón, algunos viajeros del siglo XXI, pero de la que se confiesan largamente compensados por las riquezas naturales y artísticas de Guadalupe. Por lo demás, el contenido de estos escritos sigue, a grandes rasgos, un esquema bastante común en la literatura de viajes, género a caballo entre la crónica, las memorias y la guía: - Descripción del itinerario, con referencias al entorno y a las distancias recorridas. - Llegada a Guadalupe: ubicación y medio natural. - Orígenes del santuario y del pueblo: leyenda e historia. - Recorrido por el monasterio: sus dependencias y cosas notables. - Población y recursos. EL MÉDICO ALEMÁN MÜNZER (1437-1508) El auge experimentado por Guadalupe durante los siglos XV y XVI produce un notable incremento del número de forasteros, algunos de los cuales se quedan a trabajar en las múltiples obras puestas en marcha por el monasterio. Otros toman el camino de vuelta y, ya sea por encargo o por propia iniciativa, cuentan su escala en el santuario: lo hacen, verbigracia, Shaschek y Gabriel Tetzel, el obispo armenio Mártir, el embajador Andrea Navagiero y Pedro de Medina. También Hieronymus Münzer y Gaspar Barreiros, dos relevantes y clásicos referentes. El humanista Hieronymus Münzer pasó por España entre los años 1494 y 1495, huyendo de la peste que asolaba gran parte de Europa y, según parece, comisionado por el emperador Maximiliano para tratar con el rey de

Portugal ciertos proyectos marítimos. Vertió las experiencias de su viaje en una célebre obra, redactada e inicialmente publicada en latín bajo el título Itinerarium sive peregrinatio excellentissimi viri artium ac vtriusque Medicine doctoris Hieronimi Monetarii de Feltkirchen ciuis Nurembergensis. Permaneció en Guadalupe entre los días 7 y 11 de enero de 1495, siendo prior fray Nuño de Arévalo a quien describe como venerable varón de sesenta y cinco años. El mismo prelado y otros monjes fueron sus guías durante esas jornadas, de las cuales guardó un espléndido recuerdo. Tras pasar por Puente del Arzobispo, procedente de Salamanca, nos dice que: «Andadas otras seis leguas por elevados montes, en donde no se descubre senda ni camino, llegamos al famosísimo y celebrado monasterio de Guadalupe. Según vamos de Salamanca a Sevilla, hacia el Mediodía, cierra de pronto el paso una altísima sierra de siete o de ocho leguas de longitud. Una multitud de fieras tiene en ella su guarida, y abunda en barrancos y precipicios. En medio de esta sierra y como si fuera el centro de aquel círculo de montañas, levántase el monasterio de Guadalupe, nombre que toma del pequeño río que pasa junto a sus muros y que quiere decir río de los lobos, pues guada en árabe significa río y el lobo dícese lupus en latín; denominación que recibió por los muchos lobos que antiguamente infestaban estos parajes».1 Resume luego, algo erróneamente, los orígenes legendarios de la imagen y del santuario, y nos describe así la situación del monasterio: «Levántase el monasterio al pie de la vertiente meridional de un alto monte, del que fluyen cuatro manantiales cuyas aguas se esparcen por todos sitios. Está rodeado de montañas, excepto al Mediodía, y caminando en tal dirección, después de salvar unos pequeños cerros, descúbrense enseguida los campos de la Bética; por eso es lugar muy abrigado, en el que crecen los viñedos, los olivares, los naranjos y demás frutos de estos climas, siendo el de Guadalupe tan templado y suave que el 8 de enero los mirlos y otras aves cantaban en los olivos como por mayo en Alemania».2 Después de orar ante la Virgen, refiere la magnificencia de la iglesia y la gran cantidad de exvotos que contiene: ricas lámparas, cirios, cadenas de cautivos liberados… Su formación y experiencia como médico, geógrafo y astrónomo le hacen fijar la mirada en unas ofrendas muy específicas: «Vimos la piel de un corpulento cocodrilo cazado en Guinea por unos portugueses que, encomendándose a la

1.- Münzer, H. Relación del viaje. En Viajes de extranjeros por España y Portugal: desde los tiempos más remotos hasta fines del siglo XVI. Ed. de J. García Mercadal. Madrid (Aguilar), 1952; p. 393. 2.- Ibídem, p. 394.

18


scriptoriumguadalupense / 19 Virgen, escaparon de ser devorados Münzer se detiene en la fábrica del monasterio y en las oficinas por aquel monstruo; un desmesuque de él dependen, como el hospirado espaldar de tortuga, en el que tal y el arca del agua. Siente tal adpudiera bañarse una persona comiración por el tesoro depositado mo en una pila; un largo colmillo en la sacristía que detalla el conde elefante y dos barbas de ballena tenido de doce arcas y, a continuaque medían cuatro codos de lonción, advierte: gitud por dos palmos de anchura en su base; el animal, que era de En otros varios arcones guárdescomunal tamaño, fue cogido en danse los ornamentos para el uso las costas de Portugal y tenía mil de diario, pero renuncio a hablar doscientas barbas».3 de ellos porque la relación se haría interminable. Es tanto el valor de En la hospedería real, llaman su este tesoro que les bastaría a los saatención varios papagayos, probarracenos para volver a adquirir toblemente regalados por Colón: da la tierra que perdieron y, segura«Los monarcas castellanos tiemente, no será menor que el de los nen en el monasterio un verdadereyes de Castilla».6 ro palacio, con estancias, patios, Sin embargo, su interés va más etc., todo construido y decorado allá del valor crematístico de escon primor. A la sazón, estaban en tas propiedades, pues entiende que él varios servidores de la reina cusPortada de una edición moderna del Viaje por España cumplen una función social y relitodiando muchas cajas que contey Portugal de H. Münzer giosa, ya que con ellas se sostiene el nían el regio equipaje, pues especulto divino y se socorre a los necesitados. También grarábase la visita de los reyes. Vimos en estas habitaciones cias a ellas, se mantiene una pujante población, en la que numerosos papagayos, uno de ellos de cinco colores porque era gris su cabeza, el cuello verde, la pechuga ne- abundan moradores extranjeros y profesionales de casi gra, la cola encarnada y las alas de un azul que iba con- todos los oficios. Así, el monasterio aparece como eje virtiéndose en verde hacia el extremo de las plumas. La de una pequeña ciudad, centro de un microcosmos regireina gusta sobremanera de este monasterio al que lla- do por las ordenanzas que emanan del prior, ministro de ma su paraíso, y, cuando reside en él, reza todas las ho- Dios y señor temporal a la vez: «Hay en el templo más de treinta altares en capillas ras canónicas en su magnífico oratorio, construido soadmirablemente decoradas, y atienden al culto frailes bre el coro».4 Con estos exóticos objetos, el recinto monástico, lu- y legos en número de ciento cuarenta, de ellos setenta gar de trabajo y oración, se configura asimismo como cá- presbíteros. Incontables son, además, los oficiales, artífimara de rarezas, espacio ideal para mostrar las maravi- ces, pastores y labradores que están al servicio de aquellas naturales que, complementando a las obras del arte y lla casa, pues, entre el monasterio y fuera de él, comen la sabiduría humanos, pregonan las glorias de Santa Ma- diariamente de sus rentas unas novecientas personas. Sin ría de Guadalupe, mueven a devoción e incrementan el contar las limosnas, que hacen en gran copia, a toda neprestigio de su casa. La costumbre, bastante generalizada cesidad acuden con largueza. Hay también muchos que, en catedrales y grandes santuarios europeos, persistía en por consecuencia de un voto, han entrado como fámulos, 1815, según lo manifiesta Felipe León Guerra Cumbreño y éstos tienen a la Virgen singular devoción... […]En los talleres de zapatería vimos muchos obreal rememorar, ya anciano, los años de su infancia guadaros que allí tienen ocupación constante y una asombrosa lupense: «Paralela a la capilla de santa Paula está la sacantidad de zapatos. Había asimismo remendones y adocristía, que es más moderna y la mejor pieza del convento. En el techo de la portería vi, colgado con una cadena badores de cuero, entre los que encontré un alemán de de hierro, un hueso enorme que decían había salido al Danzig, en Prusia. La panadería estaba atestada de sacos de harina, de la que se gastan veinte cargas a la semana abrirse los cimientos de esta oficina».5 3.- Ibídem, p. 394. 4.- Ibídem, p. 396. 5.- Guerra, F.L., Guadalupe en 1815; p. 10. En Virgen y mártir, Nuestra Señora de Guadalupe: recuerdos y añoranzas. Badajoz, 1895. 6.- Münzer, H., p. 398.

19


20 /

scriptoriumguadalupense

en hacer el pan para el monasterio y para el socorro de los pobres. Guárdase en la sastrería gran copia de camisas de lana, así como de otras prendas de ropa para uso de los frailes, marcada cada una con el nombre de aquel a quien se destina. El encargado de este taller es un presbítero alemán, de Stettin, porque es de notar que son muchos los presbíteros y artesanos alemanes que hay en la casa. La herrería es inmensa y tal el ruido de los martillazos, limas y demás instrumentos que parece un antro de cíclopes. Enormes son también los graneros. En otros muchos talleres se trabaja para el monasterio, hasta el punto de que aquello parece una ciudad. Pero, si me propusiera hablar de todo, no acabaría nunca».7 En consonancia con tales ideas, el ilustre alemán remata sus evocaciones guadalupenses con esta reflexión: «Además de las riquezas que quedan mencionadas, el monasterio de Guadalupe goza de pingües rentas, singularmente de las que producen los ganados, que tiene en prodigiosa cantidad. Cuando estuvimos allí, poseía cuatro mil vacas, muchos miles de ovejas y caballerías, aceite, vino, granos, etc. Calcúlase su renta anual en más de veinte mil ducados. Los monjes guardan estrecha observancia y son ordenadísimos hasta en los más mínimos detalles, gracias a lo cual viven en paz y conservan sus rentas y peculio. Hay entre ellos peritísimos pintores, pendolistas, iluminadores, orfebres y exornadores, como lo demuestran varios misales que nos enseñaron, maravillosamente iluminados. Todo en el monasterio está dispuesto para la mayor comodidad, al par que con la más eximia pulcritud, pudiéndose aplicar aquí la sentencia de Salustio: Con la concordia, prosperan las cosas más pequeñas; con la discordia, se consumen las más grandes. Así es la verdad: con la concordia nada se aparta de la virtud y, adondequiera que se acuda, prevalecerá el sano entendimiento; pero, si la liviandad triunfa, el alma sucumbe. Las regias majestades saben muy bien lo que vale aquel tesoro y, por eso, han prohibido que se enajene. Mucho más pudiera escribir acerca de este famoso monasterio, pero no quiero hacerlo para no parecer prolijo»8. Y EL CLÉRIGO PORTUGUÉS BARREIROS (1515-1574) Medio siglo después que Münzer, en 1546, atravesó España, camino de la corte papal, el sacerdote portugués Gaspar Barreiros. Considerado uno de los geógrafos más importantes de su tiempo, fue hombre de extensa cultura, adquirida bajo la tutela de su tío materno, el historiador João de Barros, por cuyo encargo escribió Chorogra-

phia de alguns lugares que stam em hum caminho, que fez Gaspar Barreiros ó anno de MDXXXXVI, relatando el largo viaje que le llevó desde Lisboa hasta Milán. Dio forma a las notas de su estancia en Guadalupe dos años después, en 1548, según colegimos de la alusión a la victoria de Carlos V sobre la liga protestante encabezada por el duque de Sajonia, Juan Federico, y Felipe I, landgrave de Hesse. En las páginas que dedica al monasterio y al pueblo, se observa la doble influencia de su condición clerical y de su nacionalidad portuguesa, factores que le obligan a insistir en aspectos morales y religiosos y a fijar su atención en las donaciones que vinculan al santuario con Portugal. Barreiros es, además, uno de los viajeros que proporcionan mejor información sobre el lugar. Su extensa introducción acerca de los orígenes legendarios e históricos de Guadalupe incluye la etapa del priorato secular y la fundación de la Orden Jerónima. Salvando algún pequeño error, es tan precisa que induce a pensar que se limitó a modificar y traducir un escrito proporcionado por los jerónimos guadalupenses pues, aquí, la pluma del portugués se muestra, hasta en el estilo, clara deudora de los libros de milagros, que cita en alguna ocasión, y de las crónicas de fray Alonso de la Rambla y fray Diego de Écija. Prosigue el discurso hablando de la iglesia, donde suscitan su curiosidad algunas prácticas de la piedad popular y, sobre todo, la morena imagen de la Virgen: «La iglesia ni de día ni de noche se cierra, por la continuidad de peregrinos que siempre hay y duermen en ella. La imagen de Nuestra Señora tiene el color moreno, mas mucha majestad en la fisonomía del rostro, tanto que me certificaron el padre prior y el sacristán, que más veces la ve de cerca cuando le muda los vestidos, no poder mirarla con perspectiva directa sino oblicua, por el acatamiento y temor reverencial que la vista le tiene, aunque a los que vienen de fuera, que la ven de lejos, no les parezca así. La materia de que está compuesta es madera, que denota aún más la gracia especial de Nuestro Señor en su conservación, pues, siendo de materia más corruptible de lo que son los metales y mármoles, duró seiscientos años debajo de tierra sin corromperse. Está colocada en un lugar alto, en medio del panel del altar de la capilla mayor a la cual la bajan en la fiesta de su nacimiento, que es la propia y principal de la casa, a la parte del evangelio del altar mayor, y luego la colocan en un altar pequeño que para eso hacen junto a la segunda grada de la dicha capilla, para que los peregrinos y el pueblo de la villa gocen de su vista más familiarmente.

7.- Ibídem, pp. 395 - 396. 8.- Ibídem, p. 398.

20


scriptoriumguadalupense / 21 Su asiento es una rueda, en la que la giran cada vez pelota de bombarda que Alfonso de Alburquerque, goque la visten, detrás de la cual hay unos cajones donde bernador de la India, mandó a esta casa en reconocitienen todo su guardarropa, con muchos vestidos de bro- miento de un milagro que Nuestra Señora de Guadacado, de tela de oro y seda, y joyas en collares y coronas lupe hizo por él estando en el cerco de Goa. Porque, de oro. Entre los cuales, tiene un vestido con su manto de yendo por el río en bateles, acertó un tiro a uno de los canutillo de oro, aljófar y pedrería; aunque entren en él que iban junto a él, de modo que los sesos de la caalgunos dobletes, con todo, es rico y hermoso, y vístenla beza en que dio saltaron al rostro al dicho Alfonso de con él en el día de su nacimiento de septiembre. Alburquerque; el cual, viéndose en tan peligrosos paArden continuamente delante de ella treinta y nueve sos, se encomendó muy devotamente a Nuestra Señolámparas de plata, tres de las cuales son muy grandes y ra de Guadalupe, y apenas acababa de encomendarse a aventajadas de las otras. Una y la mayor de todas dieron ella, cuando una pieza de artillería disparó una pelota los pastores del reino, que son cofrades de la casa; llá- de hierro colado cubierto de plomo, que le acertó en el mase la lámpara de la Mesta. La segunda la dio el conde pecho sin hacerle más daño que caer a sus pies, sienPedro Navarro. La tercera, don Bernardino de Mendoza, do tan pequeña la distancia de donde se disparó que capitán de las galeras de Castilla. Entre las otras, hay una no había más de cuarenta pasos. La cual pelota mandó a Nuestra Señora metida en una caja redonda de plata, que dio el rey del Congo. La iglesia es de mucha majestad y devoción aunque por un criado llamado Frutos de Ceuta, con quinientos pequeña, especialmente en el silencio de la noche, a cau- cruzados en dinero y un collar de oro que pesa otros sa de las muchas lámparas y de los peregrinos que en ella quinientos cruzados, aparte de la mucha pedrería de duermen echados en las desnudas piedras del enlosado; rubíes y diamantes que tiene, y también una lámpara en ella hay mucha disparidad de sentimientos así de lá- de doce marcos de plata. Este collar lleva Nuestra Segrimas como de oraciones y, en todos, ocasión de espiri- ñora al cuello en los días de fiesta, que aun esta honra parece mereció a Dios Alfonso de Alburquerque por tuales consideraciones. cuantos servicios le hizo en la India. El coro es uno de los mejores que puede haber en Muestran también un cáliz de oro que Nuño de Acucualquier otra parte, muy grande, labrado en mazoneña, gobernador de la India, mandó ría, con todos los respaldos de los a Nuestra Señora; pieza muy rica y asientos pintados al óleo con imáde muy buena hechura, el cual tiene genes de los apóstoles, de los márdoce marcos de oro»10. tires y de los confesores, y de muy Repara el viajero en los colegios buena pintura. y el hospital, las fundaciones más Hay en distintos lugares de la afamadas del cenobio, diciendo de iglesia seis instrumentos de órgaellas: nos. Los grandes sirven en las fies«Tiene dos colegios, uno de Gratas principales y los otros, en otro 9 mática y otro de Cirugía. Los coletiempo del año» . giales de Gramática son cuarenta y Según va recorriendo el monasdos, los cuales tienen su aposento terio, comenta minuciosamente toen el hospital y van a comer al modo cuanto le remite a la tierra nanasterio, donde son recibidos quetal que deja atrás: el cirio ofrendado riendo ser religiosos y teniendo hapor Lisboa en 1490, el portapaz dobilidad para eso. Están obligados a nado por Alfonso V y el sepulcro de oficiar cada sábado la misa de alba los infantes don Dionís y doña Juacantada que se dice a Nuestra Sena. Haciéndose eco de ciertos milañora, para lo que aprenden tamgros, resalta la protección ejercida bién el arte del canto. Los colegiapor la Virgen de Guadalupe sobre la les de Cirugía son cuatro. Allí se haoligarquía lusa: cen buenos letrados en esta facul«Muestran en esta sacristía, entad porque, aparte de sus lecciones Primer folio de la Chorographía de G. Barreiros, tre otras piezas de Portugal, una y conferencias de letras, tienen muedición de Coimbra 1561 9.- Barreiros, G., Chorographia de alguns lugares que stam en un caminho, que fez Gaspar Barreiros ó anno de MDXXXXVI, começando na cidade de Badajoz, em Castella, te á Milam em Italia...Coimbra: por Joan Alvarez, 1561; ff. 34vto. - 35vto. La traducción del portugués es nuestra. 10.- Ibídem, ff. 36rto. - vto.

21


22 /

scriptoriumguadalupense

cha práctica en las curas del hospital, donde siempre hay heridos y enfermos de diversas enfermedades. El hospital está frente al monasterio. Tiene una claustra a la entrada, con una fuente debajo de un edificio cubierto, y buenas oficinas por dentro; pero no es casa muy grande en comparación con otras que hay en España, aunque esté bien servido de todas las cosas necesarias para los enfermos, cuyo proveedor es un religioso del monasterio»�. No es extraña la escasa atención que presta a los pobladores, aunque parece haber tratado con ellos, puesto que la formación del clérigo y las estrechas relaciones que mantiene con la realeza de Portugal im- Palacio Real de Guadalupe, ilustración de Miguel Sobrino en 15 rutas de una reina viajera. Itinerarios pregnan su obra de una mentalidad de Isabel la Católica (2004) netamente aristocrática. Afirma que la villa sobrepasa los seiscientos vecinos y que se halla la misma Orden quieren reformar a algún religioso dessupeditada al monasterio, causa última de su existencia: cuidado, lo mandan para éste, por causa del mucho encerramiento y clausura y buenas ocasiones que en él «Y últimamente, hablaremos de la villa, la cual no hay para servir a Dios. Y ciertamente que, considerancreo que en tiempo alguno fuera poblada si a eso no die- do bien la majestad de esta casa, la virtud de los relira ocasión el monasterio, para cuyo servicio son nece- giosos, la buena providencia acerca de los gastos y dissarios los moradores de ella; todos los cuales o la ma- pendios, las muchas limosnas que hacen y la devoción yor parte son sus oficiales o criados, que obtienen de él de los que las dan; con la perfección que tienen acerca los salarios de sus oficios, las raciones o las limosnas del culto divino y la asiduidad de los peregrinos por los de que viven; excepto algunos mercaderes y oficiales me- cuales, sin faltar un solo día en el año, es visitada Nuescánicos que, por causa del concurso de peregrinos, se tra Señora, así por naturales como por extranjeros, con asentaron aquí para hacer su vida»12. lo demás de que hice mención, parece cosa ordenaPor otra parte, no debe olvidarse que Barreiros escri- da por muy particular providencia de Dios, por medio be en un momento de convulsión políticorreligiosa, du- de aquellos milagros que en el principio y después se rante el cual Europa sufre las consecuencias de una en- hicieran, de que los religiosos tienen dos o tres libros carnizada guerra que enfrenta a protestantes y católicos. donde están escritos muchos y de diversos casos. Asaz Influido por este ambiente, exalta la vida de las comuni- confusión para los herejes de este tiempo, que tanto tradades religiosas —él mismo profesaría en la Orden fran- bajan con torpes entendimientos y diabólica intención ciscana—, poniendo como ejemplo de virtudes y buen para destruir las casas en que Nuestro Señor quiso pargobierno a los monjes de Guadalupe, que le sirven como ticularmente ser servido y venerado, así para aumento ariete retórico para finalizar su relato lanzando una en- de su santa fe como para acrecentamiento del númecendida proclama contra los partidarios de Lutero: ro de los elegidos […].Con que claramente se prueba «En esta casa hay ciento veinte religiosos, más los el perverso juicio de estos herejes que Nuestro Señor novicios. Hacen los oficios divinos con tanta majestad y ya comenzó a castigar este año de 48 en que el Empecon tanta perfección que se puede afirmar con verdad rador Carlos V prendió al Duque de Sajonia y a Felipe no haber iglesia en toda Europa donde el culto divino Landgrave, cabezas de la liga que los luteranos en Alese celebre con más orden, devoción y pulcritud […]. mania contra él hicieran. Lo cual quiera que sea para Viven los religiosos en tanto recogimiento que, me ase- mejor conocimiento de la verdad, salvación de sus alguraron en la villa, cuando en los otros monasterios de mas y exaltación de nuestra santa fe católica»13. 12.- Ibídem, f. 28vto. 13.- Ibídem ff. 39vto - 40vto.

22


scriptoriumguadalupense / 23

LA VIRGEN DE SOLEDAD, CORONADA Teodoro A. López López

Director de los Archivos eclesiásticos de Mérida-Badajoz

U

n acontecimiento de piedad popular badajocense a la Patrona de la Ciudad se ha hecho realidad el pasado 8 de junio como confirmación de una devoción, cuatro veces centenarias. Origen de la advocación No hemos de buscar tradiciones o leyendas en torno a la Imagen sagrada. Datos históricos prueban que arranca de unos hombres, fervorosos católicos, que se hallaban en Badajoz, cuyo protagonista fue D. Francisco Tuttavilla y del Tufo (16041679), quien propuso el culto a la Señora. Napolitano, caballero santiaguista, capitán general de la plaza militar y duque de San Germán por su abuela paterna. Llega a Badajoz 1649 como gobernador general de las armas del ejército y provincia de Extremadura durante las guerras fronterizas con Portugal hasta el 26 de abril de 1664 que el rey Felipe IV le nombra virrey y capitán general de Navarra (1664-1667). Concretamente en 1660, reunió en su palacio algunos caballeros, militares y políticos, quienes deciden encargar la imagen de la Soledad a Barcelona. Pero al no encontrar al imaginero deseado, recurren a Nápoles. En seguida, «se consiguió muy pronto la construcción de casa y Hermita dentro de sus muros de que se dio la más verdadera afectuosa y cordial posesión a su Dueña legítima, la Santísima Virgen de la Soledad que no devió llamarse tal desde aquel momento por la asistencia y continúa Corte que hacen

sus tiernos devotos». Se forma la Hermandad, cuando el 1 de abril de 1664 los promotores hacen la petición canónica al obispo diocesano D. Jerónimo Rodríguez de Valderas, según certifica el notario D. Luis Sánchez de los Reyes, y redactan las Constituciones fundacionales, aprobándose el día 3 del mismo mes y año. La devota Imagen fue colocada en el convento de san Onofre de las monjas jerónimas —en la confluencia actual de las calles del general Menacho y Juan Carlos I, Rey— hasta la construcción de su IgleFrancisco de Tuttavilla, duque de san Germán sia propia el año 1670. Sobre la primitiva construcción ya publiqué en el librito de la novena de 1998 los Apuntes Históricos. Nuestra Señora de la Soledad. Ayer y hoy, a los que he de añadir nuevos datos definitivos hallados en el Archivo Capitular de Badajoz, que custodio. El miércoles 9 de julio de 1664, la Cofradía de la esclavitud hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad pretende comprar unas casas a la fábrica de la Catedral y presenta la petición al cabildo de los canónigos, reunido bajo la presidencia del deán y canónigo el Dr. D. Juan Ramos de Lorenzana «leyose petición de Antonio López, mercader, mayordomo y tesorero de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad diciendo que para colocar la Imagen en la iglesia propia tienen tratado con María Sánchez Dantes, viuda de Manuel Rodríguez y Suárez, de comprarle unas casas en la plazuela de D. Pedro de Fonseca que hacen esquina a la calle de Gonzalo de Hoces, sobre las cuales tiene la fábrica treinta y tres reales y la mesa capitular, doscientos maravedíes de censo perpetuo, y por dichas casas le dan quinientos ducados y demás de ellos treinta y cinco ducados por la mitad del valor de dichos censos, y por ser obra piadosa pide licencia para que se le otorgue escritura de venta con obligación de que la cofradía haga reconocimiento de los dichos censos y más de ello hipotecara para la seguridad unas casas que tienen en las Ollerías y fueron de Manuel Hernández, zapatero, que le pagan veintidós ducados y tienen de pensión

23


24 /

scriptoriumguadalupense

catorce». Se encomienda la gestión al canónigo doctoral el Lic. Francisco Cruzado con el fin de que vea las escrituras de censos y acordar lo que convenga1. Pronto se hizo la gestión, ya que el 29 de agosto del mismo año el Cabildo Catedral da «licencia para la venta de una casa a la Cofradía de la Soledad»2. Comienzan las obras pero los recursos pronto se terminaron. Los cofrades recurren al Cabildo Catedral el 12 de marzo de 1665: «Leyose petición de los esclavos de Nuestra Señora de la Soledad diciendo que la fábrica de la ermita ha cesado por falta de medios, y para ayudar a ella piden limosna»3. Cuatro días después, el Cabildo acordó la licencia de ayuda con 20 ducados. «Se volvió a ver la petición de los esclavos de Nuestra Señora de la Soledad en que piden limosna para ayuda de la fábrica de su hermita, que ha cesado por falta de medios; tratado y conferido el llamamiento, Acordó SSª el Cabildo que se le den veinte ducados. Votose por las letras AA y RR y salió hecha la gracia»4. De nuevo se recurre al Cabildo el miércoles 17 de febrero de 1666 a través del mayordomo Antonio López: «Pidiendo para ella de limosna parte del túmulo que se hizo para las honras de su majestad, para hacer altar para la Madre de Dios y para esta cuaresma, y su Señoría acordó se llame para primero día de Cabildo para tomar resolución y que el decreto que el secretario dé parte de su Ilustrísima de dicha petición para que venga al Cabildo o mande lo que fuere servido»5. Dos días después, el 19 del mismo mes y año, responden los capitulares a asunto, «y justamente habiendo visto lo

Los obispos de Plasencia y Coria-Cáceres coronan a la Patrona de Badajoz

que Su Ilma. Sr. Obispo acordó en orden a que se le dé lo que fuere necesario para formar un retablo para poner a Nuestra Señora, Acordó SS., que se le dé todo lo que fuera menester para formar dicho retablo y altar y que el Dr. D. Juan Solano se sirva de asistir al entrego de lo que fuere menester para dicho altar»6. En el año 1850 fue colocada la puerta principal del frontispicio marmóreo de la antigua ermita, hecha en el s. XVIII, al parque infantil de Cautelar, frente al auditorio municipal «Ricardo Carapeto». En la Guerra contra los franceses, el último Sitio de la Ciudad el 1812, cayó una bomba en la ermita. A pesar de las horas realizadas, se resentía y se construye el 1930 la actual ermita, obra de Marín Corral Aguirre, inaugurándose el 7 de julio de 1935. La Capilla Mayor es de gran belleza, decorada en estilo neobizantino y réplica del salón del trono de Luis el Loco de Baviera. La devoción popular a la Soledad fue desde sus orígenes ganando devotos a las advocaciones de Nuestra Señora de Botoa y a Nuestra Señora de las Virtudes y Buen Suceso (virgen negra venerada en el monasterio de Santa Ana), declinando en Ella el patronazgo popular sobre la ciudad, así como en los pueblos circunvecinos de Portugal, llegando a ser insigne por la veneración pública. Desde los humildes inicios, siempre a expensas de sus devotos, hasta la ostentosidad actual sin que hiera la sensibilidad de los pobres, existe una constante devoción popular, ya cuatro veces centenaria, tanto de vecinos como de foráneos, que ha llevado al señor arzobispo D. Santiago García Aracil a conceder la Coronación canónica. El Rito de la Coronación El Ordo coronandi imaginem Beatae Mariae Virginis, promulgado el 25 de marzo de 1981 nos sitúa en los pronotanda en las dimensiones eclesiales del evento religioso.

1.- Archivo Capitular de Badajoz [=ACB], Libro de Actas Capitulares (1660-1664), caja 12, f. 308. 2.- Ibídem, f. 319. 3.- ACB. Libro de Actas Capitulares (1665-1669), caja 12, f. 11. 4.- Ibídem, f. 11vto. 5.- Ibídem, caja 12, f. s/n. 6.- Ibídem.

24


scriptoriumguadalupense / 25 Naturaleza y significado del rito. La Iglesia no ha dudado en afirmar repetidamente la legitimidad del culto tributado a las imágenes de Cristo, de su Madre y de los santos y, con frecuencia, ha adoctrinado a los fieles sobre el significado de este culto. La veneración a las imágenes de Santa María Virgen frecuentemente se manifiesta adornando su cabeza con una corona real. Y, cuando en la imagen la santa Madre de Dios lleva en los brazos a su divino Hijo, se coronan ambas imágenes. Hecho que data ya de los tiempos del Concilio de Éfeso (año 431), lo mismo en Oriente que en Occidente. Los artistas cristianos la reflejan en las artes plásticas. La costumbre de coronar las imágenes de Santa María Virgen fue propagada en Occidente por los fieles, sobre todo desde finales del siglo XVI, hasta que en el s. XIX fue incorporada a la liturgia romana. Los Romanos Pontífices no sólo secundaron esta forma de piedad popular, personalmente o por obispos por ellos delegados. Con este rito reafirma la Iglesia que Santa María Virgen con razón es tenida e invocada como Reina, ya que es: Hija de Dios Padre, Madre del Hijo de Dios y Rey mesiánico y Esposa del Espíritu Santo. La diadema o corona que se pon-

ga a una imagen ha de estar confeccionada de materia apta para manifestar la singular dignidad de la Santísima Virgen; sin embargo, debe evitarse la exagerada magnificencia y fastuosidad, así como el deslumbramiento y derroche de piedras preciosas que desdigan de la sobriedad del culto cristiano o puedan ser algo ofensivo a los fieles, por su bajo nivel de vida. Ministro del rito. Es conveniente que el rito sea oficiado por el obispo diocesano; si él no pudiera personalmente, lo encomendará a otro obispo, o a un presbítero, con preferencia a alguno que haya sido activo colaborador suyo en la cura pastoral de los fieles en cuya iglesia se venera la imagen que va a ser coronada. Si se va a coronar la imagen en nombre del Romano Pontífice, obsérvense las normas que se indiquen en el Breve Apostólico. Dos formas de coronación podían darse: una pontificia, concedida por el Papa, y otra diocesana, que concedía el obispo residencial en cuanto a la iniciativa, declarando la coronación el Capítulo de san Pedro en Roma. Juan Pablo II agilizó el trámite otorgando la competencia al Ordinario de Lugar. Según las circunstancias, la coronación de la imagen de la Santísima Virgen María puede hacerse dentro de la Misa, en las Vísperas de la Liturgia de las Horas, o en una adecuada celebración de la palabra de Dios. La celebración será con Misa Pontifical. En el caso que nos ocupa, previa la multitudinaria procesión, la imagen de la Soledad fue recibida por el Ilmo. Cabildo Catedral con traje coral junto a las gradas de la puerta del Perdón, en donde se levantó una plataforma donde estaba el altar. Al no poder asistir el señor Arzobispo por motivo de salud, la celebración litúrgica fue presidida por el obispo de Plasencia, D. Amadeo Rodríguez Magro, y la coronaron el celebrante principal y el obispo de CoriaCáceres, D. Francisco Cerro Chávez, acompañados por un centenar de sacerdotes, diáconos asistentes y numerosos fieles. Actuaron como padrinos el ex alcalde D. Miguel Cerdán y Dª María Teresa Marculeta. Elección del día y de la acción litúrgica. El rito de la coronación ha de realizarse en alguna solemnidad o fiesta de Santa María Virgen, o en algún otro día festivo. Pero no conviene hacerla ni en las grandes solemnidades del Señor ni tampoco en días de carácter penitencial. El día 8 de junio de año 2013 es la festividad del Inmaculado Corazón de María, sábado siguiente al viernes inmediato anterior, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.

ADVOCACIONES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN CORONADAS CANONICAMENTE EN LA DIÓCESIS PACENSE Pueblos/ciudades

Día

Mes

Año

Obispos delegados

Zona

27

Abril

1906

Félix Soto Mancera, O.T.

Campiña fronteriza Sur

10

septiembre

1950

José Mª. Alcaraz Alenda, O.T.

Provincia de Cáceres

7

Octubre

1951

José Mª. Alcaraz Alenda, O.T.

Tierra de Barros

Campanario

Advocación Ntra. Sra. de los Remedios Ntra. Sra. de la Consolación Ntra. Sra. de la Coronada Ntra. Sra. de Piedraescrita

25

septiembre

1955

Cabeza del Buey

Ntra. Sra. de Belén

27

Septiembre

1965

Comarca de la Serena extremeña Comarca de la Serena cordobesa

Llerena

Ntra. Sra. de la Granada Ntra. Sra. de las Nieves Ntra. Sra. de la Estrella Ntra. Sra. de la Piedad Ntra. Sra. de la Soledad

15

agosto

1966

8

Septiembre

1966

Ildelbrando Antoniutti, Nuncio Apostólico Doroteo Fernández Fernández, O.C. Doroteo Fernández Fernández, A.A. Doroteo Fernández Fernández, A.A.

30

Julio

1994

Antonio Montero Moreno, O.T.

Tierra de Barros

11

Mayo

2007

Santiago García Aracil, Arz.T.

Tierra de Barros

8

Junio

2013

Santiago García Aracil, Arz.T.

Capital

Fregenal de la Sierra Montánchez Villafranca de los Barros

La Zarza Los Santos de Maimona Almendralejo Badajoz

25

Campiña Sur Comarca de Mérida


26 /

scriptoriumguadalupense

San Pedro de Alcántara y Santa Teresa de Jesús

IV. EL LETRADO FRAY PEDRO DE ALCÁNTARA Fray José García Santos, ofm

C

Convento de El Palancar

uánta admiración sentía Teresa por los sacerdotes letrados!, aunque los quería también con experiencia. San Pedro era las dos cosas. No hay constancia de que el alcantarino frecuentara universidad alguna, salvo la de Salamanca, muy joven, todavía seglar, donde se graduaría en artes. La formación teológica propiamente dicha la adquirió en los libros (era hombre de muchas lecturas) y sobre todo, en la oración, donde el Espíritu Santo lo graduó. Así lo reconoció el papa Gregorio XV, que lo llamó Doctor y Maestro iluminado de la mística teología, ordenando que lo representaran con el Espíritu Santo en forma de paloma sobre el hombro. Sirva como ejemplo la siguiente carta escrita a el 14 de abril de 1562, contestación a otra de la carmelita. «Una suya vi que me enseñó el señor Gonzalo de Aranda; y cierto que me espanté que vuestra merced ponía en parecer de letrados lo que no es de su facultad; porque, si fuera cosa de pleitos o caso de conciencia, bien era tomar parecer de juristas y teólogos; mas en la perfección de la vida no se ha de tratar sino con los que la viven». Para encontrar solución a los problemas hay que plantearlos correctamente, cosa que no ha hecho Teresa, encomendando a juristas y teólogos lo que no es de su incumbencia; de ahí la pequeña decepción de fray Pedro, para a continuación centrar bien el tema: en materia de perfección «no se ha de tratar sino con los que la viven». Está claro: nadie podrá decir que tal cosa es imposible si se está realizando. Por otra parte, esta observación profunda: «Porque no tiene ordinariamente uno más conciencia ni buen sentimiento de cuanto bien obra». Ante los hechos deben guardar silencio todas las teorías. Entonces, ¿qué postura tomar ante los consejos evangélicos? La respuesta de fray Pedro no admite duda; los consejos evangélicos, como palabra de Dios que son, sólo pueden entenderse desde la fe: «Y en los consejos evangélicos no hay que tomar parecer si será bien seguirlos o no seguirlos, o si son observables o no, porque es ramo de fidelidad»; es decir, está en juego la fe; y lo justifica así: «Porque el consejo de Dios no puede dejar de ser bueno; ni es dificultoso de guardar, si no es a los incrédulos y a los que fían poco de Dios y a los que se gobiernan por pruden-

MUSEO L. GALIANO. La comunión de santa Teresa, de Juan Martín Cabezalero (1634-1673)

cia humana; porque el que dio el consejo dará el remedio, pues que lo puede dar». ¡Qué clarividencia! ¿Es que podemos pensar que Dios ponga ante los ojos un horizonte inasequible por nuestros medios, como riéndose de nosotros? No; lo que Dios nos propone es la consecución de esos fines contando con su gracia, que es el remedio a nuestra deficiencia; y dará el remedio, «pues que lo puede dar». Esta figura se llama fe. ¿Pero debemos desconfiar de Dios? Así razona Pedro: «No hay ningún hombre bueno que dé consejo que no quiera que salga bueno, aunque de nuestra naturaleza seamos malos; ¡cuánto más el soberanamente bueno y poderoso quiere y puede que sus consejos valgan a quien los siguiere!». El argumento del santo parte de que nosotros, aun siendo malos, podemos dar consejos buenos, si bien en más de una ocasión nos falte fuerza para ayudar a realizarlos. No es ese el caso de Dios, que además de ser bueno es también todopoderoso. ¡Como para desconfiar de él!

26


scriptoriumguadalupense / 27 Parece que Teresa le presentaba la objeción (proceden- como en esta vida la viven los que aman, confían y esperan te seguramente del ámbito eclesiástico) por la que un esta- en Dios». do de pobreza tan exigente cabe que valga para hombres, Cuando Pedro escribe estos renglones lleva a sus esno así para mujeres. La contestación del santo no puede paldas cuarenta años de fraile, y fraile de los buenos; por ser más contundente; el Evangelio no hace distinción entre hombres y mujeres: «Si vuestra merced quisiere seguir el eso puede afirmar que lo que dice el Señor es verdad y no consejo de Jesucristo, de mayor perfección en materia de miente; además, lo tiene bien comprobado. La nota más pobreza, sígalo; porque no se dio más a hombres que a llamativa y que nos pone de nuevo en la órbita de la fe es mujeres, y él hará que le vaya muy bien, como ha ido a to- que toda su experiencia la estima en nada frente a la pados los que le han seguido». La vena humorista del alcanta- labra de Dios: «Creo más a Dios que a mi experiencia». rino aparece muy clara en la siguiente frase: «Y si quisiere Auténtico cristiano. tomar consejo de letrados sin espíritu, busque harta renta, La carta prosigue, poniendo en guardia a Teresa frente a a ver si le valen ellos y ella más que el carecer de ella por los que otra cosa le digan, cuyo juicio equivocado obedece seguir el consejo de Cristo». —según él— a falta de luz, incredulidad o por no haber La siguiente objeción tiene en cuenta el estado lamentable de monasterios de monjas que dicen vivir en pobreza; tenido experiencia: «Su Majestad dé a vuestra merced las a lo que el santo responde que la pobreza evangélica es la luces para que entienda estas verdades y las obre. No crea abrazada por amor a Cristo pobre, no la impuesta por la a los que le dijeren lo contrario por falta de luz, o por innecesidad: «Que si vemos falta en monasterios de mujeres credulidad o por no haber gustado cuán suave es el Señor pobres, es porque son pobres contra su voluntad y no po- a los que le temen y aman y renuncian por su amor todas der más, y no por seguir el consejo de Cristo; que no alabo las cosas del mundo no necesarias, para su mayor gloria; simplemente la pobreza, sino la sufrida con paciencia y por porque son enemigos de llevar la cruz de Cristo y no creen amor de Cristo nuestro Señor, y mucho más la deseada y la gloria que después de ella se sigue». abrazada por amor». Los últimos consejos van dirigidos a que actúe con plena ¿Queda claro? Ahora un aviso a navegantes; entender la pobreza de otra forma es un atentado a la fe: «Porque si yo certeza y no se deje llevar por el criterio de los que no viven otra cosa sintiere o tuviere con determinación, no me ten- esta experiencia; pues la suya, la del cristiano en general, dría por seguro en la fe». Precisamente es esa fe la que lo no le capacita para opinar sobre este estado, ya que «Colleva a las siguientes afirmaciones: «Yo creo en esto y en to- múnmente no tienen luz más de lo que obran». De nuevo el criterio ya sabido; las obras son el do a Cristo Señor nuestro, creo firmemente que sus consejos son buenos, mejor testimonio de la verdad: «Y asicomo consejos de Dios; y creo que, mismo dé luz a vuestra merced que en aunque no obliguen a pecado, que verdades tan manifiestas no vacile ni obligan a un hombre a ser más perfectome pareceres sino de los seguidores to siguiéndolos que no los siguiendo. de los consejos de Cristo, que aunque Digo que le obligan, que le hacen más los demás se salven (si guardan lo que perfecto a lo menos en esto, y más sanson obligados), comúnmente no tieto y más agradable a Dios». nen luz más de lo que obran; y aunque De eso exactamente tratan los su consejo sea bueno, mejor es el de consejos evangélicos, de conseguir la Cristo Señor nuestro, que sabe lo que perfección. ¡Y qué finamente hila el aconseja y da favor para cumplirlo, y de Alcántara al decirnos que los que profesan esos consejos son más perda al fin el pago a los que confían en él fectos, «a lo menos en eso»!; porque y no en las cosas de la tierra». la perfección no está toda en los conEl comentario que acabo de hacer sejos evangélicos. Prosigue diciendo: nos revela a un teólogo de muchos «Tengo por bienaventurados, como Su quilates, que con palabra convincente Majestad lo dice, a los pobres de espíSan Pedro de Alcántara, escritor inspirado, ritu, que son los pobres de voluntad; y lienzo de Antonio Arias Fernández (1614-1684) y mano experta lleva a la carmelita a experimentar las exquisiteces de la poténgolo visto, aunque creo más a Dios que a mi experiencia; y que los que son de todo corazón breza evangélica. Digo yo si en el doctorado de santa Teresa pobres, con la gracia de Dios viven vida bienaventurada, no tendrá una partecica san Pedro de Alcántara.

27


28 /

plazamayor

MÚSICA Y TRADICIONES DE GUADALUPE

Por san Juan Bautista y san Pedro Enrique Cordero Cordero Profesor y músico

L

San Zacarías era mudo y al instante ha echado a hablar; la primera palabra fue: “Mi niño se llama Juan”.

a fiesta de san Juan Bautista (24 de junio), del Bautista o, simplemente, de san Juan, es una de las más celebradas en Europa, y con ella comienza el solsticio de verano: los días se van acortando y es por esto que en muchos lugares de nuestra geografía se hacen hogueras para «dar más fuerza al sol» y como rito purificador (quemar lo viejo, lo inservible) en la famosa Noche de san Juan. En Guadalupe, la tarde de la víspera de la fiesta era costumbre hacer un altar en el realejo de san Juan y otras veces en la plazuela de los Tres Chorros y colgar alrededor de la estatua del Bautista que se conserva en la casa de la extinta cofradía (esperemos que algún día esté expuesta como san Pedro al público para su contemplación y veneración), muñecas y juguetes de los niños, los llamados sanjuanitos. Los niños cantaban la siguiente canción: «Verbena, verbena, perejil y hierbabuena; ¿Por dónde? ¿Por dónde? Por la casa el señor conde, ¿Por cuál? ¿Por cuál? Por la casa el señor Juan». También era costumbre hacer un rito que consistía en lo siguiente, según nos cuentan Gregoria Moreno Reinoso y Dolores Torrejón Baltasar: «Cuando un niño nacía quebrado o herniado, le llevaban a un guindo garrafal (cuyas guindas eran mayores y menos tiernas). Cogían dos ramas pegadas y la partían en dos trozos sin romperlas del todo (lo “estallaban”) y en el momento de dar las doce campanadas el reloj, dos personas que se tenían que llamar Juan y María pasaban al niño, entre las dos ramas, de las manos de una a otro, diciendo lo siguiente: “Aquí te entriego este niño malo; entrégamelo bueno y sano.” Después ataban las dos ramas con una correa de cáscara de mimbre y si las ramas se pegaban e injertaban, el niño estaba curado. Se sabe de personas del pueblo que sanaron de quebradura gracias al GUADALUPE. Casa del Santo, en el realejo de san Juan Guindo de san Juan».

28

Nuestro paisano Rafael Moreno Tello, fallecido hace un año, recordó en su bitácora que «Publio Hurtado, en el año 1902, se refería a un curioso ceremonial conocido con la denominación de pase por la mimbre y que se practicaba en las localidades de Cheles, Malcocinado, Valverde del Fresno y Tornavacas: “Un Juan y una María llevan al niño herniado al sitio en que vegeta un mimbrero que se ha elegido para la ceremonia, y en tanto que ella lo desnuda, él hiende de arriba abajo uno de los tallos más grandes de la amantecea. Con los dos ramales en que ha quedado dividido, atados por sus extremidades superiores, forma un arco o círculo, y mientras dan las doce, pasando tres veces de un lado al otro por el arco, repitiendo este mítico diálogo: -Toma allá, María./ -¿Qué me entregas, Juan?/ -Un niño quebrado./ -¿Quién lo sanará?/ -La Virgen María y el señor san Juan”. Hecho esto, y mientras vuelve a vestir al rorro, su camarada Juan torna a unir los dos ramales del tallo hendido, y los liga fuertemente con una ligadura o hilo de algodón. Si las dos partes del mimbre unidas de esta suerte se consolidan en una sola, es señal de que el niño curará de la hernia. La ritualización se lleva a cabo en la noche de San Juan. En Valverde la novedad consiste en que durante el tiempo que dura el ritual ha de permanecer encendida al lado del mimbrero una lámpara de aceite, dicen que para que


plazamayor / 29 san Juan se oriente y acuda a aquel lugar para remediar al herniado. La camisa sucia que luego se le quita al niño es convertida en jirones para unir las partes de la rama hendida. En Tornavacas, los oficiantes son tres hombres llamados Juan y una mujer llamada María. Un Juan parte el arbusto en dos ramales, sujetando las puntas los otros Juanes, con el fin de lograr una horca de aproximadamente noventa grados de ángulo. María se pone a un lado y el primer Juan al otro, pasándose tres veces al niño herniado por la abertura, completamente desnudo, e intercambiándose estas frases: -Tómalo, María./ -Dámelo, Juan./ -Malo me lo diste y sano ya está. Acto seguido atan fuertemente los dos ramales con una liga de María. Se regresa al pueblo sin volver la vista y, lo mismo que en la ida, completamente en silencio. Al llegar a la casa del herniado, la María se lo entrega a la madre, que permanece por dentro de la puerta, entablándose un breve diálogo: “Dame el niño, que bueno está./ -Porque Dios lo quiso y el señor san Juan. La madre del niño pone fin al ritual regalándole a la María un par de ligas nuevas y una redecilla o cinta para el pelo, estando obligada la mujer a llevarla puesta hasta que el pequeño muestre síntomas de curación. La prueba más clara de que el niño sanará la constituye el que al cabo de treinta días las partes de la horca hayan soldado. El lugar donde se encuentra el mimbrero es mantenido en secreto para evitar la posible manipulación por personas de malos quereres, ya que romper la ligadura condenaría al niño a sufrir la hernia de por vida». En la fiesta de san Pedro (el 29 de junio), al santo se le vestía con mejores ornamentos, y el arco que custodia su hornacina, se engalanaba con una guirnalda de hiedra, dalias y rosas, y se hacía otra pe-

GUADALUPE. Arco de san Pedro [Foto: Lala García]

queña guirnalda en la hornacina. Los niños, según nos cuentan Pauli Rubio e Isabel Ramiro, cogían unas piedras redondas, de las que había sueltas por la calle, y chocaban una piedra con otra como si estuvieras aplaudiendo, mientras cantaban: «San Pedro como era calvo/ le picaban los mosquitos, y su padre le decía:/ “Ponte el gorro, Periquito”. Con el triqui, triquitero, / con la hija del portero Con el triqui, triquitrá, /con la hija del portal. «De las barbas de un enano/ me voy a hacer una escoba para barrer los soldados/ de las tropas españolas. Con el triqui… La noche anterior a san Pedro había una verbena, tocaba la banda de música (concierto y baile) y se hacían churros. Para finalizar quiero añadir con otra copla que hace referencia a estas fiestas; la cantaba el grupo Adarve, de Badajoz, y decía: «De san Juan a san Pedro, rubita, van cinco días,/ como de san Lorenzo a santa María».

29


30 /

plazamayor

Padre Serafín, in memoriam Cesáreo Plaza Álvarez

Director de la Banda de Música

Q

uiero aprovechar la oportunidad que me brinda esta página para expresar mi sentido pésame y reconocimiento hacia la persona del padre Serafín Chamorro Rodríguez, con quien tuve la satisfacción de colaborar durante nueve años (dividido en dos etapas: 1971-1974 y 1989-1895) en pro de la cultura en general y de la música en particular. Le conocí nada más llegar a Guadalupe en 1971, tras ser nombrado guardián del Real Monasterio para el trienio 1971-1974, al incorporarse al cuadro de profesores del Aula “Gregorio López”, regentada por los Franciscanos en las dependencia monacales y en las que recibíamos clases gratuitas de Bachillerato.. Nos daba Lengua española y Latín, y la mayoría de los alumnos veíamos en él un gran profesor, de gran personalidad, cuyas clases nos resultaban amenas, nos motivaban e ilusionaban, dando como fruto unos exámenes finales con notas medias altas. Al poco tiempo vio que la coral fundada por el P. Íñigo Gallego Tabernero prácticamente no existía, a excepción de alguna actuación puntual bajo al dirección provisional de Manuel Torrejón Collado (padre). El P. Serafín traía en mente la idea de formar una coral semejante a la que había dirigido en Cáceres, siendo rector del Colegio san Antonio. Manuel Torrejón y yo le brindamos nuestro apoyo y adhesión al proyecto contactando con los miembros de la antigua coral y con gente nueva, ya que muchos jóvenes de la época de Íñigo se habían marchado del pueblo, unos por estudio y otros por trabajo. Con el coro reformado y nuevos miembros comienza su nueva andadura esta agrupación a la que el P. Chamorro, con gran personalidad y buen hacer, llevaría a un notable nivel de afinación y conjunción, dentro de las limitaciones de un coro de aficionados. Es justo recordar aquí, de manera especial, a Carlos Cordero Barroso, que se incorporó a los bajos y mostró, desde el primer momento, su interés e ilusión en el proyecto del P. Serafín (y a todo lo que sonata a Cultura), con quien mantuvo una estrecha colaboración, tanto al frente del coro del Colegio Reyes Católicos como al frente de la Asociación de Caballeros y las Jornadas de la Hispanidad creadas por él, sin olvidar su importante papel en el resurgir de la banda de música el año 1973. A Isabel Jiménez, nuestra presidenta y solista tantos años… y al resto de los componentes.

La Coral Santa María de Guadalupe dirigida por el P. Serafín, en el Triduo Pascual retransmitido por TVE el año 1974

El P. Serafín no poseía amplios conocimientos musicales, pero sí un gran oído. Memorizaba siempre las cuatro voces y, en los cantos polifónicos —donde es normal la entrada y salida de voces— siempre reiteraba con la mano la entrada a la voz correspondiente, lo que daba más seguridad a los componentes, que en su mayoría no sabían solfear. Se asignaba a cada voz un responsable: a Manuel Torrejón, los bajos; a Felipe Trenado, los contraltos; al P. Serafín, los tiple (ayudado por el P. Bernardo Mora, responsable de los arreglos y composición); a mí, los tenores y, en la segunda etapa, la dirección de la coral en las ausencias del titular; al P. José Perea, el órgano. Bajo la dirección del P. Chamorro se cambia el nombre de la agrupación, pasando a denominarse Coral Santa María de Guadalupe, y se empiezan a interpretar obras de Palestrina, Victoria, Bach… Empiezan las excursiones periódicas, a partir de certámenes, el más importante en Cáceres, diciembre de 1972, donde se obtuvo el primer premio de agrupaciones corales con los cantos Los segadores y La paloma. También se participa en las Jornadas de Hispanidad, las Llamadas al Rosario del 8 de septiembre, en colaboración con la rondalla «Río escondido», y varios conciertos con participación conjunta de la coral, la banda de música y la escolanía y coro del colegio, como lo fue la Ofrenda musical del 2 de junio de 1990 en la basílica. De las dos etapas de la dirección del P. Serafín creo que la primera (1971-1974) fue la mejor, quizás porque fue la etapa de la ilusión, de la restauración y de los cambios más importantes. Nueve años, en fin, en los que, de la mano del P. Serafín, la cultura y la música brillaron a gran altura en Guadalupe, siendo para mí una gran satisfacción haber colaborado con él.

30


plazamayor / 31

Una vista de la popular calle de las flores, que sigue a la plazuela de los Tres Chorros

Ofrenda de mayo florido Los días de mayo florido (y aterido, al menos éste de 2013) suelen reunir en la basílica de Guadalupe a numerosos fieles, que vienen a rezar y a ofrecer a Santa María la Virgen, gozosa por la resurrección del Hijo, las flores de sus jardines y parterres. Cantos, alabanzas e incienso que cada día, después de celebrada la Eucaristía, se alzan por las escalinatas y columnas del retablo para llegar a los pies a la bella Reina de piel tostada. Gustan los lugareños de sembrar y cuidar rosales, calas y azucenas en sus huertos, por lo que unos pocos niños de Guadalupe siguen viniendo cada día con su ramito de flores olorosas, que depositan ante el altar de Nuestra Señora. Es de admirar la perseverancia con que algunas madres y abuelas los traen cada tarde. El presente año se reforzaron estas ofrendas (incentivadas con el reparto de golosinas a los niños) los sábados del mes, con la presencia, cada vez, de un grupo de catequesis Inicial. Asimismo se convocaron a varias asociaciones de fieles para sumarse a estas devociones y coronar debidamente el mes de las flores ante la dulce Morenita. Por ello, el día 29 fueron invitados a presentar la ofrenda los miembros de la Cofradía de la Soledad; el día 30, festividad de san Fernando, rey y terciario fran-

ciscano, lo hizo la Venerable Orden Tercera, y el día 31, festividad de la Visitación de Nuestra Señora, todos los niños y niñas en edad escolar acompañados de la Real Asociación de Caballeros y de la Ilustre Asociación de Damas de Guadalupe.

31


32 /

plazamayor

Tesoros de Japón en Guadalupe narca de España, en el convento de la Descalzas Reales, con el nombre de Felipe Francisco. Es obvio que el interés que mueve a los dos países es el comercial y económico, pues desde el año 1980 se han cruzado significativos intercambios diplomáticos, comerciales y culturales de la mano de sus respectivos mandatarios. Sorprende, no obstante, que se ignoren algunos detalles de aquella embajada; entre otros que fue promovida por el fraile sevillano Luis Sotelo (1574-1624) OFM, hijo de la ilustre Provincia Descalza de San José, autor de un catecismo y de varios tratados para la instrucción de los catecúmenos. Enviado a las tierras niponas, regadas ya con la sangre de nuestros mártires san Pedro Bautista y compañeros, las cualidades humanas del fraile sevillano le granjearon prestigio y confianza en la corte japonesa. Con ocasión de la embajada Keichô, fray Luis fue elegido obispo de Japón oriental, aunque no llegó a ser consagrado. A su regreso, desatada una violenta persecución contra la Iglesia, Sotelo fue encarcelado y condenado a muerte por confesar la fe en Cristo, siendo entregado a las llamas el 25 de agosto de 1624. El papa Pío IX lo beatificó el 17 de mayo de 1867 junto a otros cuarenta y cuatro mártires franciscanos. El Real Monasterio de Guadalupe, que por entonces estaba serenamente poblado por monjes jerónimos bajo el prior fray Juan de Guadalcanal (1612-1615), no tuvo relación (que se sepa) con la expedición ni fue objeto de su largo recorrido; pero conserva en su rico patrimonio cuatro arcas GUADALUPE. El arca decida a la exposición «Lacas Namban» Namban de laca japonesa

El pasado 10 de junio, Naruhito, príncipe heredero de Japón, y su esposa Masako iniciaron en Madrid una visita oficial de seis días al reino de España. Recibidos por los Príncipes de Asturias, su Alteza Imperial hacía esta visita a nuestro país, con escalas en Sevilla y Compostela, para abrir el llamado Año Dual hispano-japonés, que culminará en Tokio el mes de julio de 2014. El Año Dual conmemora el inicio de relaciones diplomáticas entre los dos reinos hace cuatrocientos años, cuando el señor feudal Date Masamune envió al Occidente católico la llamada Embajada Keichô en octubre de 1613. Desde la actual ciudad de Sendai, la embajada cruzó dos océanos, atravesó un continente, hizo escala en Acapulco, Veracruz y La Habana para llegar a Sevilla doce meses después, antes de ser recibidos en Roma por el papa Paulo V (16051621) . Aunque la actividad diplomática con la península Ibérica se inició, promovida por los Jesuitas, siguiendo la ruta portuguesa con la Misión Tenshô (1582), durante el reinado luso de Felipe II, fue la embajada Keichô la primera en la que un rey español, Felipe III (1598-1621), recibió a un representante del Gran Khan, el samurai Hasekura RokuemonTsunenaga (1571-1621). Bautizado ante el mo-

32

ROMA. Hasekura y Sotelo en uno de los frescos del Quirinal

urushi (nombre japonés del árbol cuya savia se utiliza en el arte de la laca nipona; por extensión, el término indica la savia, el arte de esta laca y los objetos decorados con ella. Las piezas hechas con urushi son muy brillantes, predominando el color negro y rojo). Estas arcas se hallan en el relicario y ya fueron estudiadas en 2006 por Yayoi Kawamura («Laca japonesa urushi en la capilla del Relicario del Monasterio de Guadalupe» en Norba Arte 26 (2006) 79-87). Una de estas arcas ha sido cedida por la Casa para la exposición «Lacas Namban: Huellas de Japón en España», que la Fundación Japón, Madrid, tiene abierta en la embajada japonesa, del 12 de junio al 29 de septiembre, para celebrar el referido IV Centenario de la embajada Keichô.


plazamayor / 33

Obras de un trienio (2011-2013) Aunque parezca corto el plazo transcurrido (lastrado por la crisis económica y la consiguiente disminución de subvenciones), el trienio que va de 2011 a 2013 ha sido un periodo inquieto para la paleta y la plomada en este Real Monasterio. Bajo la probada inspiración y maestría del que ha sido guardián de esta casa, fray Sebastián J. Ruiz Muñoz (Campanario 1960), los maestros alarifes del convento han efectuado obras de mérito. A fuer de olvidar algún detalle de bulto, destacamos algunas de mayor calado: 1. Restauración de las pinturas murales de tres bóvedas de las naves laterales de la basílica. 2. Rehabilitación y puesta en uso del Baptisterio. 3. Consolidación del pavimento y mejora de la azotea de la nave de san Pedro.

NAZARET. Fray Sebastián J. Ruiz con el autor del mosaico instaurado

Las puertas del camarín restauradas

4. Restauración de las puertas del camarín de Nuestra Señora y construcción de otras de hierro forjado. 5. Restauración de la pintura y fuente de agua bendita del claustro mudéjar. 6. Reposición de dos nuevas campanas y nuevos yugos de madera para las antiguas. 7. Remodelación del pabellón del coristado, que es el piso alto del ala poniente del claustro mudéjar: 12 habitaciones con dotación de cuatro de baño, calefacción y aire acondicionado; una sala de reuniones y capilla. Todas las estancias tienen curiosa decoración de artesanía popular. 8. Remodelación del salón de estudio del noviciado, que está en el ángulo suroeste del piso medio del claustro mudéjar: nuevo artesonado de vivos colores (bermellón y añil), mobiliario de inspiración

33

monacal y frisos de almagre, a imitación de los antiguos. 9. Restauración del estucado en la fachada oeste del mudéjar y de algunas crujías del piso bajo. 10. Remodelación de las habitaciones de la Comunidad que están en el ala oriental del claustro mudéjar. 11. Limpieza y reparación de los tejados de la basílica, claustro mudéjar y auditorium Magno. 12. Mejora de algunas habitaciones y recepción de la hospedería e instalación de una terraza en el patio Gótico. 13. Terminación de la casa del corral de las gallinas y remodelación del merendero de los monjes, en la huerta. 14. Consolidación de pretiles y muros de la cilla o casa del trigo y limpieza general de la misma. Con todo, este periodo de febriles iniciativas alcanzó su punto culminante con la bendición y entronización del mosaico de la Santísima Virgen de Guadalupe en los atrios de la basílica de la Anunciación, en Nazaret, promovida y verificada por el citado padre Sebastián, junto a los numerosos peregrinos que le acompañamos, aquella memorable tarde del 29 de abril de 2012.

Reparación de los estucos del claustro


34 /

plazamayor

Farmacéuticos de la Ruta de la Plata

Presidentes de los colegios farmacéuticos de la asociación Ruta de la Plata delante de la Virgen

El pasado 15 de mayo, los presidentes de los colegios farmacéuticos de Sevilla, Huelva, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, León y Asturias, reunidos en el Aula capitular de este Real Monasterio de Guadalupe, constituyeron la Asociación de Colegios Farmacéuticos de la Ruta de la Plata, con el propósito de unir criterios, sumar esfuerzos e intercambiar experiencias, en defensa de la profesión y mejora del servicio que han de prestar. En sesión solemne, los vocales constituyentes revisaron las enmiendas y aprobaron los Estatutos de la Asociación. Seguidamente, el profesor cacere-

ño Fernando Claros Vicario dictó una amena conferencia acerca del significado e importancia de la llamada Ruta o Vía de la Plata, que une el costado oeste de la península Ibérica desde tiempo inmemorial. Ya al término del acto, la Junta de Gobierno acordó declarar Socio Protector de la nueva Asociación al Real Monasterio de Guadalupe. De todo lo verificado se guardará memoria en nuestro Archivo. Cerrada la Sesión constitutiva, el P. Antonio Arévalo Sánchez, archivero y bibliotecario, que asistía al acto en representación de la Comunidad franciscana, ofreció una visita guiada a los cole-

34

giados asistentes, entre los que se hallaba Mariano Giménez Zuriaga, vicepresidente del Colegio farmacéutico de Teruel. La jornada, emotiva y cargada de significación histórica (dada la importancia de la farmacopea y práctica de la medicina en el pasado de este monasterio), terminó en el comedor de la hospedería, que es el lugar donde estuvo alojada la botica jerónima. Entrada ya la tarde, los ilustres miembros de citada Asociación subieron a visitar a Nuestra Señora, invocada por tantos peregrinos como «medicina de sus males y remedios de los dolores».


plazamayor / 35

Breviario

u D. Antonio Ventura Díaz Díaz (Campanario 1948), director de la Fundación Academia Europea de Yuste, miembro del Honorable Senado Europeo y persona admirable por tantas causas, pronunció el jueves 25 de abril pasado una conferencia titulada Las Raíces Cristinas de Europa. «Una temática de profunda actualidad —según empezó reconociendo el ponente— en este ambiente de pesimismo y de crisis económica y financiera que sufrimos y que propicia una deriva hacia el euroescepticismo de muchos ciudadanos». El acto, organizado por la Delegación diocesana cauriense de Fe y Cultura que dirigen Pilar Muñoz Burcio y Ricardo Palancar Hermosilla, tuvo lugar en el Aula de Cultura de cacereña calle Clavellina. Don Antonio espigó las raíces de Europa anteriores a la coronación de Carlomagno el año 800 (san Benito de Nursia, las universidades, las catedrales, las ferias y el comercio…) hasta nuestros días, destacando el impulso de tres grandes hombres del siglo XX: R. Schumann, K. Adenauer y A. De Gasperi (junto a J. Monnet o Salvador de Madariaga), los tres católicos y protagonistas de un proyecto de paz fraterna entre países antes enfrentados. También citó la obra de otros humanistas cristianos (Dante, Bartolomé de las Casas, Francisco de Vitoria, Chesterton y los extremeños Pedro de Alcántara, Pedro de Valencia, El Brocense y Benito Arias Montano), resaltando la obra de

los teólogos y papas del concilio Vaticano II, de Juan Pablo II y Benedicto XVI. La última parte de la disertación se dedicó a «Extremadura y la primavera del papa Francisco», con mención especial a Santa María de Guadalupe «que fue, es y será faro y guía para una gran mayoría de extremeños. Al mismo tiempo, el Real Monasterio de Guadalupe seguirá siendo un referente principalísimo de riqueza patrimonial, histórica, de identidad y cultura para todos los ciudadanos de esta región». El Cristianismo —concluyó nuestro amigo— apoya y reconoce el diálogo fe y cultura, fe y ciencia, tolerancia y humanismo, recta autonomía de las realidades temporales y separación IglesiaEstado y, en todo momento, la dignidad de la persona, dignidad que le confiere el rango de sagrada por ser creación e imagen de Dios, redimida por Cristo. Finalmente, el conferenciante recordó que la Iglesia propone y expresa la fe, pero no la impone a nadie, gracias al concepto de libertad religiosa y búsqueda de la verdad, valores esencialmente cristianos. [Más información: http://feculturacaceres.blogspot.com.es/2013/ y Vida Nueva, 2.850 (2013) 23-30].

u J.M. Santiago Castelo (Granja de Torrehermosa 1948), director de la Real Academia de Extremadura y presidente del Consejo Asesor Editorial de ABC, ha sacado a la luz su poemario Esta luz sin ocaso (Col. Luna de poniente, de la editorial emeritense de

35

la luna de los libros), con el vuelve a sentirse al abrigo de la poesía ante la fugacidad del tiempo y la soledad de la muerte. Dicen que es un poemario agridulce de un escritor vitalista, que concita en cada presentación oleadas de letraheridos que aguardaban su retorno. El día 14 de junio lo hizo en el Instituto Cervantes de Madrid, en compañía de Luis Prado Covarrubias, Jefe de Gabinete de dicho Instituto; Mariano González Montero, editor y codirector de la colección, y el eximio escritor Luis Landero (Alburquerque, 1948). «Esta luz sin contorno —escribió Juan Manuel de Prada en su columna de ABC del pasado 8 de junio— es un libro de esperanza, no en el sentido ilusorio y espiritualista que postula nuestra época, sino en un sentido carnal, desvelado, con sal de lágrimas y aceptación de la cruz específicamente católico. No es un libro de poesía religiosa, sino el libro de un poeta religioso que mientras “se van marchando todos” y la agenda se convierte en “un huerto de cruces”, hace de sus días una inmolación serena y agradecida; y, en medio de esa inmolación, cuando ya parece que se ha quemado el camino de la vida, el poeta descubre que en esa vida calcinada aún se esconden amaneceres, aún se cobija el alborozo de la amistad, aún sigue alentando el consuelo de la memoria. […] Esta luz sin ocaso se inicia en la noche, bajo las estrellas calientes de agosto, que miran las lágrimas del poeta y hacen más leve su duelo; y se corona con una hermosísima oración en alejandrinos, ante los pies de la Virgen negra de Guadalupe. El poeta se confiesa fatigado, habitado de ausencias, con las manos vacías y el corazón cansado; pero en su voz compungida, anhelante del sueño que ya duermen sus seres queridos, resuenan secretamente las palabras del pasaje del Cantar de los Cantares invocado en el título (Nigra sum): “Levántate, amiga mía, y ven”». Nunca podremos pagar a nuestro vital poeta y amigo el que dejase su poema Nigra sum, dedicado, en las páginas de este humilde vocero de Guadalupe.


36 /

plazamayor

Crónica de la Puebla Antonio Ramiro Chico

Hace varios meses contemplé una estampa que como guadalupense me conmovió y me llenó de sano orgullo. Llegaban a la plaza de Santa María de Guadalupe dos bellas y esbeltas mujeres. La madre llevaba en silla de ruedas a su hija parapléjica. Ambas clavaron sus ojos ante la fachada monumental del santuario y, como aquel que hunde la cara en el cristal riente de las aguas, quisieron ver el rostro maternal de María tras las escalinatas y arcadas góticas de la fachada. A su encuentro salió Antonio Moyano Turuñuelo, agente municipal de Guadalupe quien dirigía en ese momento el tráfico en la plaza. Sabedor del suelo santo que pisaba y el puesto que desempeñaba guardó su silbato y cogió los mandos del vehículo que transportaba a la joven parapléjica y salvando las barreras físicas de acceso al santuario, introdujo a las mencionadas peregrinas en la basílica. Entonces escuché aquellas palabras de Gil Cordero, cuando se dirigió a los primeros pobladores que se asentaron en la puebla: «Obedeced y estimad el mandato de vuestra Reina, sed puntuales ejecutores

de la voluntad de la Señora, que pudo favorecer otra villa y gente y poner la invención de su nueva imagen en manos de los que sin duda han de envidiar vuestra venturosa suerte». Hermanamiento El pasado mes de abril, los Caballeros de Guadalupe viajaron hasta Madrigal de las Altas Torres (Ávila), lugar de nacimiento de la reina Isabel La Católica, para hermanarse con el Capítulo de Nobles Caballeros y Damas de la Reina Isabel La Católica, y de esta forma, desandar el camino que ella misma inició en 1464, cuando por primera vez visitó el Santuario de Guadalupe, al que ella gustaba llamar su “paraíso”. Dando así también cumplimiento a los deseos del Capítulo, que con anterioridad había visitado el Monasterio de Guadalupe instalando en él un busto de la reina Isabel, quedando de manifiesto los lazos que unen a estas dos instituciones que tienen a Santa María de Guadalupe como fiel protectora, a Isabel la Católica, como modelo de santidad y servicio y a la hispanidad como referente universal del encuentro entre pueblos hermanos, que comparten la misma cultura, lengua y religión. Día de la orquídea La Asociación para la Defensa de la naturaleza y los recursos de Extremadura organizó durante los días 18 y 19 de mayo, el Día de la orquídea, dedicado este año a las Villuercas, con la colaboración de la Universidad Popular y el Ayuntamiento de Guadalupe. Los actos celebrados para conmemorar esta XII edición comenzaron el sábado con una excursión botánica por el valle del Hospital del Obispo, se visitó la finca la Ventosilla, con comida campera. Por la tarde, en la Casa de Cultura de Guadalupe, el escritor y prestigioso naturalista, premio Guadalupe-Hispanidad 2011, Joaquín Araujo impartió una interesante charla coloquio sobre las orquidáceas, que se distinguen por la complejidad de sus flores y sus interacciones ecológicas con los agentes poliniza-

36


plazamayor / 37 dores y con los hongos con los que forman micorrizas. El domingo, los participantes de esta XII edición realizaron otra excursión botánica por la ruta de los castaños de calabaza de Castañar de Ibor, donde pudieron admirar la belleza y originalidad de sus formas de estas singulares plantas. Plan de empleo El Ayuntamiento de Guadalupe, después de haber llevado a cabo el saneamiento de sus cuentas públicas, ha aprobado su primer plan de empleo, con el fin de reducir la tasa de desempleados de la localidad, destinados a parados que tenga la condición de vecinos de la puebla y villa. La asignación económica inicial del plan es de 75. 000 euros, con la que se pretende llevar a cabo varias contrataciones a tiempo parcial, por 6 meses y unas retribuciones equivalentes al salario mínimo interprofesional, de conformidad con las bases aprobadas por la alcaldía, valorándose principalmente las circunstancias socio-económicas de los desempleados. De las distintas áreas que forman el servicio municipal (Turismo, deporte y cultura; Ayuda a domicilio; Asesoramiento legal y económico; Guardería; Nuevas tecnologías; Infraestructuras municipales; Limpieza y servicios administrativos), ya se han contratado a más diez personas desde el día 1 de mayo. Igualmente, el Ayuntamiento ha aprobado también el primer plan de ayudas a emprendedores de Guadalupe, con una consignación presupuestaria inicial de 50. 000 euros, cuyas condiciones y cuantías están debidamente publicadas y reguladas por el Consistorio municipal y por la Comunidad Autónoma de Extremadura, pudiendo percibir cada beneficiario una ayuda de 5. 000 euros como máximo.

La Ruta Quetzal La vigésima octava edición de la Ruta Quetzal BBVA 2013 vuelve a Extremadura con motivo del V Centenario del descubrimiento del Océano Pacífico, realizado por el extremeño Vasco Núñez de Balboa en 1513. La expedición partió el 18 de junio hacia Panamá donde desarrollarán su primera etapa los 225 expedicionarios de53 países atravesando la selva del Darién hasta llegar al mar del Sur, siguiendo los pasos de Núñez de Balboa. La segunda etapa de la expedición (7-23 de julio), se desarrollará por Bélgica y España, siguiendo los pasos del emperador Carlos V en Europa. De regreso a España, la Ruta viajará hasta Jerez de los Caballeros (Badajoz), ciudad natal de Vasco Núñez de Balboa, Fregenal de la Sierra y Madrigalejo (Cáceres), donde el día 20 visitarán la casa donde murió Fernando el Católico y donde éste que suscribe tendrá el honor de impartir una conferencia a los expedicionarios sobre «La última visita del rey a Guadalupe». Su recorrido por tierras extremeñas acabará en Yuste, lugar de retiro y muerte de Carlos V, donde Antonio Ventura Díaz disertará sobre el monasterio de Yuste como enclave monumental e histórico de España y Europa. Asociación de Mujeres Este año ha correspondido a la Asociación de Mujeres de Guadalupe organizar la XXII Convivencia comarcal de las Villuercas, el día 9 de junio, a la que asistieron más de 300 personas. A su llegada a la plaza de Santa María, fueron recibidas con perrunillas por parte de las mujeres de Guadalupe, para acceder seguidamente a la basílica, donde todas juntas celebraron la Eucaristía en honor a la Patrona de Extremadura, que presidió fray Jesús Tena, vicario parroquial, con la intervención musical de Enrique Cordero y su coro correspondiente. Con tal motivo, la organización había montado en la Casa de Cultura una exposición de punto de cruz, con obras de Ángela Tello y Purificación Carpente, que fue muy del agrado de todas las participantes. Después de visitar las calles típicas del barrio de Arriba y el Belén de María y Santiago, compartieron comida de hermandad en la Hospedería del Monasterio llenando por completo el aforo. Por la tarde, en el Auditorium, la velada festiva acabó con actuaciones de los grupos de cada uno de los pueblos de la Comarca de las Villuercas, donde no faltaron la charanga y los bailes, aderezados entre pieza y pieza, con una copita de café compuesto. Patrimonio de la Humanidad El Ayuntamiento de Guadalupe está celebrando el XX Aniversario de la declaración del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe como Patrimonio de la Humanidad, inscrito en la UNESCO el día 11 de diciembre de 1993, como un valor excepcional y universal que debe ser protegido para beneficio de la humanidad.

37


38 /

plazamayor

Para ello, ha montado una exposición permanente durante el año 2013 para escolares en el Centro Cultural Puebla y Villa de Guadalupe, donde se puede hacer un recorrido ameno por todas las partes que componen dicho patrimonio. También con este motivo, los días 8 y 9 de junio, organizó el Ayuntamiento con la colaboración de la Comunidad Franciscana un mercado artesanal extremeño, en el que estuvieron representados más de 30 artesanos de la región, exponiendo sus productos en el corralón de los Peregrinos, donde además, se realizaron otras actividades como talleres para niños Geo-eco-histórico, impartido por Natrural, otro sobre corte del jamón a cargo de Manuel Cárdenas Carpente, y el domingo, el grupo local Zarabanda amenizó con música folk a los artesanos y visitantes, que a pesar del tiempo algo re-

vuelto, el mercado contó con una buena afluencia de público. Igualmente se está trabajando para que en el mes de diciembre se puedan desarrollar algunos actos culturales con los que los guadalupenses recordemos esta fecha importante para nuestra historia. Ruta de la Tapa La Universidad Popular “Gregorio López” de Guadalupe, organizó un año más, su IV Ruta de la Tapa, del 26 de julio al 11 de agosto, en la que participaron más de una veintena de restaurantes, bajo el patrocinio del Ayuntamiento de Guadalupe, Bodegas Ruiz Torres y Hostelería Taruta, con la colaboración de la Diputación de Cáceres. La aceptación y la calidad de las mismas se superan año tras año, suponiendo un aliciente para el sector turístico de la puebla que durante estas fechas baja su ocupación hotelera así como las visitas. En las ediciones anteriores se hicieron con el galardón a la mejor tapa el Parador de Turismo Zurbarán, Restaurante Lujuán, Pastelería-Café Atrium y Restaurante Paredes. Por el precio de 2 euros podrás disfrutar de estas pequeñas delicatessen de la gastronomía guadalupense.

Templete. Acuarela de Paula Terual Soria, 2013

38


plazamayor / 39

Mirando atrás

Estas mocitas de la villa, ataviadas con mandil y medalla de san Antonio junto a la fuente de las ranas (torpemente destruida en la restauración de la Iglesia Nueva), no son otras que voluntarias de la Juventud Antoniana dispuestas a cocinar un 13 de junio la popular comida de los niños menesterosos de la puebla. Paula Cordero González, a sus 105 años, recordará sus nombres y sus ilusiones de entonces. De izquierda a derecha, empezando por la fila superior, son: 1 Rosa Rodríguez Ruiz; 2. Paula Rivas Villa; 3 Isabel Vázquez Villa, (Sentadas) 4. Visitación Baltasar de la Varga; 5. Paula Cordero González y 6. Carmen Villa Rodríguez (madre de FMV). [Foto: Cortesía de Francisco Muñiz Villa]

Aquellas fiestas de San Antonio, 1952 y 1953 «El día 13 festividad de san Antonio de Padua, a las ocho de la mañana se celebró la misa de comunión general a la que asistió toda la juventud. A las diez hubo solemne misa cantada y seguidamente procesión con el santo por la plaza del pueblo. Posteriormente se hizo el Ofertorio o subasta de las ofrendas, que este año resultó muy concurrida y animada. La Juventud Antoniana, como todos los años viene haciendo, repartió más de 200 comidas entre los pobres de la localidad. Felicitamos a la Directiva por la buena organización de los actos y esperamos que esta fiesta, siempre tan lucida y tan guadalupense, vuelva a tomar la importancia y solemnidad que tuvo en tiempos pretéritos». [Quincenal de vida local Altamira 4 (1952) 3]. «Con el esplendor de costumbre se ha celebrado el día de san Antonio, empezando los actos con una misa solemne oficiada por el párroco P. Benigno Lerchundi, seguidamente se organizó la procesión por la plaza acompañando a la imagen del santo la Comunidad franciscana, los jóvenes y niños de ambos sexos y un gran número de devotos. Inmediatamente dio comienzo la tradicional subasta que revistió gran animación alcanzando los artículos altos precios. Al mediodía los niños pobres de la localidad fueron obsequiados con un espléndido banquete ofrecido por la Juventud Antoniana y servido por simpáticas señoritas de la misma congregación». [Quincenal de vida local Altamira 27 (30 junio 1953) 5].

39


40 /

plazamayor

Normas para la presentación de originales a esta Revista 1.- Los artículos que se envíen a esta Revista deben ser 5.- Las referencias o citas bibliográficas de Libros se ajusoriginales e inéditos. La revista Guadalupe admitirá tarán a este criterio: Nombre del autor (entero o iniciales) la publicación de cualquier tipo de trabajo, siempre que seguido de los apellidos, que irán en letras Versales, Título alcance el nivel de calidad suficiente y trate sobre temas y del Libro (en cursiva), Ciudad, año, páginas (p. o pp.). [Ejemplo: Germán Rubio, ofm, Historia de Ntra. Sra. de ámbitos propios. Guadalupe, Barcelona 1926, pp.13-22. Si la siguiente cita 2.- Los textos serán enviados en formato Word, tipo de va inmediata, basta poner Ibídem, y la página. Si la cita no letra Times New Roman, cuerpo 12. El original se remitirá, va seguida: G. Rubio, Historia…, p. o pp.] para su valoración, a: Redacción Revista Guadalupe, Real 6.- Las referencias o citas bibliográficas de Revistas o Monasterio, 10140 GUADALUPE (Cáceres), aunque no será Actas de Congresos se ajustarán a este criterio: Nombre del necesariamente objeto de correspondencia ni devolución. autor (entero o iniciales) seguido de los apellidos, que irán 3.- Los artículos de carácter científico no excederán en letras Versales, “Título del Artículo” (entre “comillas”), de cinco páginas, se presentarán en soporte informático en Título o cabecera de la Revista o Actas (en cursiva), (preferentemente por correo electrónico) y procesador número, (Año), (entre paréntesis), y número de página de textos Microsoft Word o, si no es posible, impresos (sólo números, sin p. o pp.). en papel a una cara, y precedidos de los datos del Autor [Ejemplo: Arcángel Barrado, ofm, “Las capellanías de En(nombre y apellidos, dirección, teléfono y correo elec- rique IV”, en Guadalupe 586 (1970) 88-90. Si la siguiente trónico si lo tuviere), con un breve currículum vitae cita va inmediata, basta poner Ibídem, y la página. Si la cita del autor o autores nuevos. Asimismo se podrán adjuntar no va seguida: A. Barrado, “Las capellanías…”, 90.] ilustraciones, cuadros y similares, originales de calidad 7.- Cada trabajo puede ir precedido de llamadas o frases suficiente, en blanco y negro o color. De no ser posible destacadas del contenido. los originales, también se admiten las fotografías digitaLa Dirección podrá requerir, si es imprescindible, la lizadas en formato jpg o Microsoft Excel si son gráficos. introducción de modificaciones en el texto original de un 4.- Las notas bibliográficas, siempre a pie de página artículo. (letra del cuerpo 10), se numerarán de forma correlativa La no aceptación de cualquiera de estas normas conlleva en caracteres árabes e irán voladas sobre el texto. que un trabajo no sea admitido. La Redacción

40


Santuario de Guadalupe Peregrinaci贸n y Fiestas Mayores

Septiembre 2013

Mar铆a, Estrella de la nueva Evangelizaci贸n


El Cerezal, alquería hurdana (Cáceres)

Alberto Navalón Mateos [Cáceres, 1969]


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.