Guadalupe 846

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Revista del Real Monasterio de Guadalupe fundada en 1916. Nº 846, Año 2015

La monja de Ágreda /10 Fray Diego Valadés /18 La Virgen de Guadalupe jerezana /23


«Siempre fue la tu costumbre responder a quien te llama, e catar a quien te ama, con ojos de mansedumbre: ¡Oh más clara que la lumbre, luz e puerta de perdón, santa sobre cuantas son, sed conmigo toda vía! Todo el mundo fue alumbrado con el fruto que nos diste, Virgen, al que tú pariste, digno e santo sin pecado: seno bien aventurado, lleno de tan noble don, por amor deste sermón, Virgen santa, tú me guías.»

Pedro Vélez de Guevara (+1420)


Nigra Sum*

Octubre - Diciembre

Núm. 846. 2015 --

Director:

Antonio Arévalo Sánchez, OFM Administrador:

Hipólito Ámez Prieto, OFM Secretaría y Suscripciones:

Antonio Ramiro Chico --

Redacción y Administración: Real Monasterio de Santa María 10140 GUADALUPE (Cáceres) Teléf.: 927 36 70 00 Fax: 927 36 71 77 Web: http/www.monasterioguadalupe.com Correos electrónicos: guadalupe.mcs1916@gmail.com biblioteca@monasterioguadalupe.com Edita: Ediciones Guadalupe Imprime: Gráficas San Antonio, S. Coop. Almansa, 7 41001 Sevilla Depósito legal: BA-12-1988. --

Tarifa suscripción 2015 Cinco números y almanaque de pared Anual ordinaria ........................... 17 E Anual extraordinaria ................... 20 E Anual bienhechor........................ 60 E Anual extranjero.......................... 25 E

Índice

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El Prado de Talavera

las afueras de la antigua Caesaróbriga (hoy Talavera de la Reina) se alzaba, en tiempos romanos, el templo de las deidades Pales y Ceres, protectoras del ganado y la agricultura, a cuyo honor se dedicaron unas fiestas muy populares, reminiscencia de las actuales Mondas de la octava de Pascua. Según costumbre extendida, el lugar fue cristianizado el año 602 por el rey visigodo Liuva II, hijo de Recaredo, levantando ermita a la Madre de Dios en el prado sacro. Dicen que de tan antigua, la talla de Santa María del Prado fue muy estimada de san Ildefonso. No se sabe si donada por el arzobispo mariano a la ciudad que le ayudó en la lucha contra los arrianos o regalo de Liuva II, el caso es que, tanto el arcipreste Juliano como el escribano Pedro de Villarroel, apuntan reverente antigüedad hacia esta otra Virgen Negra, camino de Guadalupe. Aunque la talla actual es del periodo tardío de la reconquista, cuando hicieron la ermita mudéjar, Santa María del Prado despierta rumor de los ancestros. La talla románica sedente, de madera de ébano forrada de plata y paño holandés, no mide más de 30 cm. Se cubre con velo y manto plegado, que la envuelve hasta los pies. Con su mano derecha perdida ofrecía quizás el fruto prohibido, la izquierda recoge el manto haciendo un respaldo al Hijo sentado sobre la rodilla izquierda de la Virgen. Por bula de Pío XII, la imagen fue Coronada el 30 de mayo de 1957. Hay testimonios de la reconstrucción de ermita en 1216, pero la magnificencia del edificio actual, renacentista y barroco, viene de los siglos XVI y XVII. Felipe II, admirando su fábrica, la llamó Reina de las ermitas españolas. Su capilla mayor y la cúpula con linterna, encamonada sobre tambor octogonal, datan de 1649. Abre la iglesia de tres naves un espacioso pórtico barroco, cuyos zócalos y los del interior están profusamente decorados con cerámica talaverana de los siglos XVI al XX. El papa Juan Pablo II le dio dignidad de basílica menor el 14 de febrero de 1989. El 8 de septiembre, Talavera y su tierra suben alborozadas al Prado y, con san Idelfonso de Toledo, cantan la maternidad divina de la Santa Virgen. Casi a la misma hora que en Guadalupe nuestra Dueña se asoma al claustro mudéjar, para secar los ojos arrasados en lágrimas. * «Nigra sum» [Soy morena…] es una expresión tomada del Cantar de los Cantares (1,5) que la Liturgia, desde la Edad Media, aplica a las Vírgenes Negras.

I. Nigra sum: El Prado de Talavera ..................................................... 1 II. Aires morenos [Noticias de la Virgen]............................................. 2 III. Aula capitular [Opinión] - Bitácora del Director................................................................. 5 - A las claras: María J. Flores, OSC................................................. 6 - De lo mundano a lo humano: Emmanuel Ramiro Fernández. 7 - Barrera del sol: Francisco de A. Oterino Villasante, OFM......... 8 - Pura y limpia: Sor Ines da Santíssima Trindade, OIC ............... 9 IV. Scriptorium guadalupense [Investigación y divulgación] - La monja de Ágreda Antonio Arévalo Sánchez, OFM ...................................................... 10

- Una pintura de la Virgen de Guadalupe en Córdoba P. Juan Dobado Fernández, OCD .................................................... 16 - Diego Valadés, Gloria de México Arturo Álvarez Álvarez..................................................................... 18 - Imagen de Guadalupe de los escuadrones de Alfonso XI.. 23 - Doce Caminos de peregrinación a Guadalupe IV Textos y mapa de APRODERVI ....................................................... 26 V. Plaza Mayor [Noticias del Monasterio y la Puebla] - Miscelánea de Guadalupe........................................................ 30 - Crónicas de la puebla: Antonio Ramiro Chico......................... 36 - Himno a la Virgen de Guadalupe........................................... 40 Portada: Torre y puertas del santuario, s. XIV-XV. Foto: P. Gauchet Contraportada: Ángel Sánchez Torrejón, Granja de Mirabel.

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Guadalupe recibe el XV Encuentro de Rectores de Santuarios españoles

Gabriel Sánchez Olmeda

[http://www.monasterioguadalupe.com]

Espadañas, torres y cúpulas del santuario de Guadalupe

El Departamento de Santuarios, Peregrinaciones y Piedad Popular de la Comisión de Pastoral del Episcopado Español efectuó, del 29 de septiembre al 1 de octubre, en esta casa de la Virgen Negra de Guadalupe el XV Encuentro de Santuarios de España. Bajo el lema «Muéstranos a Jesús», el mismo del Año Santo que está celebrando el santuario extremeño, la organización se propuso celebrar y pensar la figura de Jesús, rosto de la Misericordia, y el modo en que se muestra en la piedad popular y en la pastoral de nuestros santuarios. Cantado el Veni creator y saludados por el padre guardián, fray Antonio Arévalo Sánchez, rector de la basílica guadalupense, el encuentro fue inaugurado a las 11h. del martes 29 por D. Juan Antonio Menéndez Fernández, obispo auxiliar de Oviedo y responsable del citado Departamento, en compañía de D. Sebastià Taltavull Anglada, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral, D. Ángel Fernández Collado, obispo auxiliar de Toledo, y por D. Eugenio Abad Vega, que sucede en la dirección al P. Joan Enric Perellada, monje de Monserrat. La jornada académica se abrió con la conferencia del obispo Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona, quien habló del «El rostro de Jesús presente en Evangelii Gaudium y en Misericordiae Vultus». Tras ella siguió la primera parte del panel de experiencias titulado «El rosto de Dios visible en la pastoral de los santuarios», con la lección «Una pastoral con corazón», que impartió D. Francisco Cerro Chaves, obispo de Coria-Cáceres y antiguo rector del santuario nacional de la Gran Promesa, sito en Valladolid.

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Temas como «Jesús, el rostro misericordioso del Padre» y «La imagen de Cristo en la contemplación de santa Teresa de Jesús», fueron abordados, respectivamente, durante la tarde del primer día del encuentro por el vicerrector de la Universidad Pontificia de Salamanca, D. Jacinto Núñez Regodón; y el vicario episcopal para la Vida Consagrada de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, D. Ángel Moreno Sancho. La jornada del miércoles 30 continuó con el panel de experiencias con los temas «La misericordia como proyecto social», presentado por el fray Iñaki Beristaín Uzcudum, OFM, de Aránzazu (Guipúzcoa); «El pilar, lugar donde celebrar y experimentar la misericordia», testimo-

Canto de la Salve al término de la celebración eucarística, presidida por nuestro arzobispo Braulio en la clausura del XV Encuentro


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El Año Jubilar del Pilar [http://www.basilicadelpilar.es/inicio.htm]

El obispo Sebastià Taltavull, presidente de la Comisión de Pastoral, en la inauguración del XV Encuentro de rectores acompañado de Mons. Menéndez, a su derecha, de Mons. Fernández Collado, auxiliar de Toledo, y el director del Departamento D. Eugenio Abad

nio de D. Manuel Almor Moliner, vicario general de Zaragoza y deán del cabildo del Pilar; y «La Misericordia de Jesús ante la necesidad popular», traído por el fray José María Fonseca Urrutia, OFM Cap., guardián del Cristo de Medinaceli, de Madrid. Para la tarde, a las 16:30 h., se efectuaron sendas visitas a la villa, guiada por Elisa Rovira, licenciada en Historia, y a los espacios museísticos monásticos, para contemplar y meditar sobre «El rostro de Jesús en el patrimonio cultural y religioso de Guadalupe» de la mano del ya citado P. Arévalo, historiador y guardián del Real Monasterio. Los trabajos concluían el miércoles 1 de octubre con la conferencia «Guadalupe en América. El rostro materno de Dios» que ofreció el rector del santuario de Guadalupe. Tras las conclusiones del encuentro se tuvo una solemne celebración Eucarística presidida por D. Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y Primado de España. Diariamente se recitaron en la basílica las laudes matutinas y las vísperas junto a la eucaristía, presididas por el obispo Menéndez. Al XV Encuentro estaban convocados los delegados diocesanos, deanes y rectores de los santuarios de toda España. El Departamento tiene como misión la coordinación de la pastoral de los santuarios. Asimismo, orienta el campo de la evangelización y de la Religiosidad Popular, y promueve eventos académicos en torno a la pastoral de los santuarios, como lo es el pasado Encuentro, desarrollado en un clima de gozosa fraternidad en un marco religioso, artístico y natural de muchos quilates, como han reconocido sorprendidos nuestros huéspedes.

Aunque sólo sea un piadosa tradición, recogida por la monja concepcionista sor María de Ágreda en su Mística Ciudad de Dios, la Virgen María habría venido en carne moral (pues aún no había ascendido al cielo) hasta Caesaraugusta (nombre romano de Zaragoza) la madrugada del 2 de enero del año 40, tan sólo siete años después de la muerte de Cristo. El motivo era confortar a un desolado apóstol Santiago, caído en el desanimo por lo difícil que estaba resultando que el Evangelio calase entre los hispanos, y preguntándose si merecía seguir fatigado en estas tierras. Estando Jacobo con unos conversos a la orilla del río Ebro, se manifestó María con la intención de insuflar ánimo al apóstol, entregándole para ello una columna que representaba su protección y la fortaleza de la fe. Es esta columna/pilar la que da nombre a la advocación mariana que se venera en la Basílica del Pilar (Zaragoza) y en otros muchos templos de la cristiandad. Según esa misma tradición, la columna no ha cambiado de lugar desde entonces y las sucesivas edificaciones fueron elevadas alrededor de ese símbolo tan glorioso para los cristianos de España. Cumpliéndose 1975 años de esta venida de la Virgen María en carne mortal a Zaragoza y 250 años de la conclusión de la Santa Capilla —proyectada por Ventura Rodríguez en 1750 y alzada por los arquitectos José Ramírez de Arellano y Julián Yarza entre 1754 y 1765—, el papa Francisco concedió Año Jubilar con Indulgencia Plenaria del 11 de octubre de 2014 al 12 de octubre de 2015. El jubileo pilarista se ha clausurado con un solemne novenario, que por seguir los versos de José María Pemán en el himno del Congreso Mariano Nacional de 1954: Madre de todos los hombres/ Covadonga, Guadalupe, Macarena, Monserrat…/ para poderte cantar, / haré un pilar con tus nombres/ y te llamaré Pilar, han predicado los padres arzobispos y obispos bajo cuya jurisdicción se hallan los santuarios citados por el poeta gaditano, más los del Camino, Pueyo, Salud de Barbatona, Valvanera y Santiago. Nuestro padre arzobispo, D. Braulio Plaza Rodríguez, presidió y predicó el domingo 4 de octubre, festividad de san Francisco.

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Comunión y manto de la Virgen para los enfermos de Guadalupe

Historia de la Señora Antonio José Reinoso Peinado Permitid, Madre adorada, narrar aquí vuestra historia y sea así proclamada para vuestra mayor Gloria.

Un pastor que halló sin vida una res de su ganado os contempla, aparecida, donde os habían resguardado.

Madera en veta morena os sirvió de encarnadura; belleza oscura y serena como dicta la Escritura.

Ante vos, Virgen bendita, envuelta de luz brillante el animal resucita y cobra vida al instante.

Obras y milagros cunden y traspasan las fronteras; devociones verdaderas por el mundo se difunden.

Un ermita allí os levantan que luego será monasterio, donde vuestro trono enmarcan presidiendo el presbiterio.

Incluso a la antigua Roma va vuestra Imagen sacra. Gracia que la Urbe toma para rendir peste y lacra.

Vuestra Imagen redentora mil prodigios vino a obrar y la grey que ya os adora no se alcanza ni a contar.

Cuando el peligro aconseja abandonar casa y tierras, encontráis en estas sierras lugar que os guarde y proteja.

Como Reina se os corona de toda la Hispanidad, de Extremadura Patrona, Madre de la cristiandad.

Mas, como a la noche oscura sigue el bello amanecer, quiere vuestra Imagen pura dar su Gracia a conocer.

Sean las Villuercas almena de nuestra Virgen Morena, y todo Guadalupe, ermita de Vos, nuestra Morenita.

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Durante el tradicional Novenario de 2015, los enfermos e impedidos de la parroquia de Guadalupe que así lo solicitaron han recibiendo en sus domicilios la Sagrada Comunión, llevada por el nuevo párroco, fray Manuel Tahoces Fernández. Acompañándole, un grupo de Damas llevó a las casas el manto de Nuestra Señora que ellas mismas donaron a la Santísima Virgen el Año Mariano de 1988. De este modo se atiende al enfermo o impedido con el más preciado alimento que tiene la Iglesia, la Comunión en el Cuerpo de Cristo; a la par que se enciende el fervor a Nuestra Señora, perdido o adormecido en muchos hogares. Tan feliz y edificante iniciativa parte de la Ilustre Asociación de Damas de Santa María de Guadalupe, que vuelve con ello a ponerse en la vanguardia del que es principal objetivo de cualquier asociación o hermandad católica.


Bitácora del Director

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uando huele mando y se envara, el encaste neocomunista patrio —versión estrambótica gallega, bufa catalana, menina madrileña o de chirigota gaditana—, tras colocar a toda su jarca mora, se apresura a lo que le priva: escupir a la Iglesia y agujerear el sistema constitucional vigente para afincar el populismo miliciano. Como ya ocurriera el año 34 con su gloriosa II República, los que tuvieron por engendro burgués aquel régimen ahora murmuran lo mismo de la transición y la monarquía parlamentaria. Porque lo suyo, no se olvide, es la dictadura del proletariado, tal que Venesuela, Bolivia o Cuba (rediviva por el peronismo romano y el cerebro sonriente que iba a cerrar Guantánamo ¡tururú!). De modo que, al socaire de estos espadones amerindios de perfil decimonónico —a los que adoctrina el beatífico profesor Monedero mientras vetan a los estadistas de casta—, verdean en algunos ayuntamientos españoles —con la anuencia del socialismo equidistante— descarados golpistas. Golpistas o gorilones, que dicen por las latitudes a las que España transportó de la prehistoria al luminoso barroco, del brutal paganismo al Evangelio redentor y de la tiranía azteca a las Leyes de Burgos, aunque ahora, del obispo al monaguillo, anden pidiendo perdón por ello, y Güili Toledo se vaya de vareta o Trueba y Extremoduro se mueran de risa con las medallas de la Derecha boba, boba, boba. sta maldad de servirse de unas elecciones municipales (o regionales), ganarlas a medias y empezar a desmontar el Estado enarbolando la tricolor de la manifa (que decía Umbral) o la senyera estelada, es una golfería, amén de sedición; otro tanto cumple si la usurpación es alzar el parquecito en una nación soberana, aunque repique el obispo Novell (¡Liberad al bisbe Novell!). ¡Pero con quiénes cuentan estos despabilados para abolir el Setentaiocho por la imponente simpleza de llamarse Quichi, Colau, Noriega o Novell/Más/Junquera! El abuso es viejísimo, sufrido lector, tanto como la charlotada del cantón de Cartagena de aquel julio de 1873 contra la I República, o la dormida del 14 de abril de 1931 (cuando el rey ya no tenía el amor de mi pueblo… ¡Ay, don Alfonsito!), por no referirme a las escasas 9 horas que duró el Estat Català. La soberanía reside en el conjunto de la Nación, que es quien aprobó en referéndum la reforma política y se dio la Carta Magna. ¿Quieren cambiarla? Apelen al pueblo soberano español; digan, sin rubor, si república popular si economía comunista si libertad si partido único si disidentes a la cárcel si revolución o muerte…, y ganen unas elecciones generales a favor del cambio. Mientras tanto, de la Casa Consistorial no se toca un clavo ni un retrato ni una bandera de curso legal. Si se atreven a lo contrario e incluso hacen trizas la Constitución en la tribuna de las Cortes —¡lo único por lo que de allí salió ileso!—, es que el honor y la noble vergüenza han dejado de ser timbre del pueblo ibero y no sólo de sus políticos y embelecos. obre escupir al cielo y profanar capillas universitarias sin sujetador (tipo concejala Maestre): tribunales y paciencia. Me da igual que no quieran venir a misa ni leer ofrendas ni renovar el voto. Si llegan, se reciben; si no quieren estar, tal día hizo un año. Sabrán de una vez que no son ellos los únicos defensores de la separación de la Iglesia y el Estado. Lo que no evitarán es la reacción contraria: basta que hagan el feo, para que la procesión se llene como en la Mercè, La Paloma o El Pilar. De peor jaez es lo que trajinan sin disimulo: su aviesa y obcecada cristofobia; la manía persecutoria que tienen al nicho de la libertad y la civilización; el propósito cretino de recluirnos en la sacristía, aromada de incienso y alienación; el indisimulado deseo de que ardamos, como aquel mayo de 1931, cuando el decente y culto Azaña pontificó que «todos los conventos de España no valen la vida de un republicano.» Por eso blanden presuntos privilegios donde sólo existen derechos; julandrean los acuerdos con la Santa Sede por trasnochados concordatos y llaman escuela pública y de calidad a sus soflamas y adoctrinamiento de encaste. No van a poder. Aunque, como al poeta, sólo nos quede la palabra y mil novecientos ochenta y dos años de martirio y domingo de pascua.

La jiguera

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Golpistas locales

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Antonio Arévalo Sánchez


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A las claras

esa maldita calderilla

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María de Jesús Flores, osc Monasterio de Santa Clara. Llerena

Qué cosas! Desde que Europa nos impuso el cambio de moneda, pesetas por euros, he sido testigo, y a veces protagonista, de la queja de no poca gente por la incomodidad que supone ir llenando la cartera de monedas de cinco, dos y un céntimo. Las de diez parece que se toleran mejor... Es al cabo de unos días de compras cuando te das cuenta de que el monedero ha adquirido un volumen y un peso mortificante, más que nada porque el valor de lo acumulado es nimio. Los comerciantes, que por regla general suelen ser avispados (gajes del oficio), para incentivar aún más nuestro de por sí insaciable deseo, tasan el precio de los artículos de una manera artificiosa: 9,95 €, 19,90 €, 29’99 €..., un valor chocante por esos céntimos sobrantes con los que no se sabe bien qué hacer. Así que, unas monedas de aquí, otras de allá y otras de más allá y te encuentras con la maldita calderilla pesando lo que no vale. Cuando yo era pequeña (¡y de eso hace ya...!), llevar calderilla era lo habitual, y en muchos casos casi un privilegio. Por aquel entonces la gente era lo que tenía, cuando lo tenía... Incluso los “jornales” se pagaban en monedas, porque los pocos billetes que circulaban, parecían haberse fabricado para el bolsillo de los ricos, que por entonces no eran tantos ni tan ricos como ahora... ¡Cómo olvidar la perra chica, la perra gorda y los inconfundibles dos reales con su agujerito en medio! Aquel era un dinero que entonces tenía un valor casi sagrado. Era dinero que se sudaba a goterones. De aquella época recuerdo, también, que había hombres (todavía quedan por ahí algunos especímenes sueltos) que tenían muy a gala llevar un puñado de monedas en el bolsillo del pantalón para hacerlas sonar deliberadamente al caminar. Aquello era una manera, entre otras, de “marcar la diferencia” con respecto a tanta gente paupérrima que, por no tener, no tenía ni bolsillos... ¡Qué tiempos! Hoy hemos llegado a un punto en el que mucha gente, para evitar echarle peso al bolsillo o llenar la cartera de casi nada, prefiere decirle al comerciante, o al camarero, que se quede con el cambio; cosa que no es que los haga salar de alegría, dicho sea de paso. ¿Qué avío pueden dar unos céntimos? Todo esto viene a cuento porque hoy he leído en un pasaje del evangelio de Mateo que Jesús advierte a sus seguidores y seguidoras que, cuando se pongan a anunciar la buena noticia del Reino, no se les ocurra procurarse oro, plata o llevar calderilla en la faja (10,7-13). ¡Mira que es aguafiestas Jesús! ¿Cómo se le

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ocurre dictar normas como estas sabiendo de qué pata cojeamos? Evitar la calderilla, después de todo, es un alivio, pero lo del oro y la plata son cosas más serias; para pensárselas despacito... Leer el pasaje citado en esta cultura nuestra parece anacrónico e incluso surrealista cuando los evangelizadores y evangelizadoras ya no necesitan llevar la cartera con más o menos “pasta”. La tarjeta de crédito ha aliviado mucho peso, conferido libertad y también, ¿por qué no?, cierto anonimato (que, siendo lo que decimos ser, nos viene de perlas). ¿Qué encargos tendría hoy a mano Jesús para nosotros y nosotras cuando el dinero se ha erigido en un super-dios al que el 90,99% (¡otra vez los dichosos céntimos!) de la “feligresía” le rendimos un culto ininterrumpido y enfervorizado? No lo sé. O sí, pero prefiero reservarme lo que pienso. Lo cierto y verdad es que las palabras de Jesús siguen ahí, desafiándonos, confrontándonos, pendiente de una respuesta. Y, entonces, ¿qué hacemos con los céntimos? ¿Cómo deshacernos de ellos hasta que decidan jubilarlos los mismos que los pusieron a circular? Por de pronto, no perder la calma. Siempre tendremos la posibilidad de dejarlos caer en el cestillo del primer pobre que veamos sentado en el suelo de las principales calles de la ciudad o, si somos practicantes (sin que eso suponga necesariamente ser creyentes…) y solemos ir a la iglesia el domingo, depositarlos, eso sí, con cierta “diplomacia” en la bolsa de la colecta. Ésta puede ser una forma de recordarles caritativamente a los predicadores que las palabras la actualidad y vigencia de del mandato inapelable de Jesús. Siempre resultará consolador acordarse de que, si la calderilla pesa lo que no está escrito… ¡ni te cuento el oro y la plata!


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De lo mundano a lo humano

Mar de plástico Emmanuel Ramiro Fernández Periodista

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La esperanza es el sueño del hombre despierto. Aristóteles

uir para volver a empezar. Para olvidar. Para dejar atrás el recuerdo borroso de una guerra que ha asfixiado tus esperanzas, que ha roto tus lazos familiares, que ha dinamitado tu vida en mil pedazos. Y sin embargo, las ilusiones renacen. Florecen ante ese mar de plástico que te espera al otro lado del Mediterráneo. La tierra prometida. Un nuevo horizonte donde la hostilidad y el miedo no lo dominan todo. Pero alcanzado el sueño, el escenario se tiñe de gris y las oportunidades se derrumban ante tus ojos. Las fronteras se cierran y las zancadillas se multiplican. No hay bombas, eso es cierto, pero el camino está lleno zanjas que tienes que sortear. Volver a empezar es solo un nombre; nunca fue fácil es su apellido. En ese viaje se hallan ahora miles y miles de personas, salidas la mayoría de ellas de la pequeña península arábiga de Oriente Medio donde se sitúa Siria. Allí encontramos una de las cunas de la civilización, los territorios de Siria se extienden por la antigua Mesopotamia, donde durante siglos han convivido hombres y mujeres de las tres principales religiones monoteístas (judíos, cristianos y musulmanes) en paz y armonía. Pero quizá la mayor particularidad de esta región sea que cuenta con un tercio de las reservas de petróleo y gas natural del Planeta. Siria, con salida al mar es la llave para exportar ese preciado tesoro al Viejo Continente. La crisis se desató hace tiempo, aunque las conciencias de algunos solo se despertaran con niños ahogados a la orilla del mar. Una vez pasada la ola de sensibilidad y solidaridad que se desató en las redes sociales, el conflicto no ha virado de rumbo. La guerra en Siria continúa, el auge del Estado Islámico en Oriente Medio se alimenta a base de amenaza y muerte, y la pobreza extrema del Cuerno de África es caldo de cultivo para encontrar en el terrorismo islámico la única salida. Mientras, la respuesta de Europa es tibia y temerosa, por no hablar de la de algunos de sus miembros que rozan directamente lo deleznable. Ahí están Polonia, Hungría o los Balcanes padeciendo un preocupante alzhéimer. Por olvidar, han olvidado hasta su propio sufrimiento. Mientras tanto los muros de la vergüenza se reproducen. Las vallas metálicas coronadas por púas son ya un elemento más del paisaje, acotando fronteras, como telones de acero que espantan la desesperanza. ¡Por aquí no! parecen gritar a todos aquellos que decidieron jugarse la vida para salvarla en un laberinto del que desconocen la salida. Tampoco parece tenerlo claro ACNUR, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, que asegura que solo uno de cada diez refugiados sirios llega a Europa, al resto sus ahorros solo le dan para alcanzar algunos de los países vecinos. No obstante, en los nueve primeros meses de 2015 hasta 710.000 refugiados han encontrado cobijo en el viejo continente. Son solo una pequeña porción de los casi cinco millones de refugiados que salieron de Siria en busca de nuevos horizontes. Algo menos de la mitad creyeron encontrar el salvoconducto de sus vidas en Turquía. Allí se amontonan ya más de dos millones de refugiados, los más desafortunados quizá, los que no pueden permi-

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tirse pagar un peaje mayor o los más insensatos que esperan volver a casa cuando la guerra se detenga. Mientras, el gobierno turco no se pone de acuerdo con la Unión Europea. Unos reclaman más ayuda para mantener el flujo de acogidos y aumentar la vigilancia en las fronteras, otros echan números para saber cuánto les va a costar la solidaridad y como repartir esa ‘carga’. Perdidos sus derechos fundamentales como seres humanos, olvidados sus nombres y huérfanos de futuro, los refugiados se han convertido en números, en cifras que navegan a ninguna parte.

Ante ese rumbo a la deriva han proliferado las mafias que tienen en el Mediterráneo su base de operaciones. Allí han muerto este año más de 3000 personas y esa avalancha de refugiados les ha ayudado a aumentar su poder de influencia desde las islas griegas o el sur de Italia hasta el corazón de Europa. Ya no son únicamente pateras o embarcaciones pesqueras atestadas de inmigrantes, también son camiones o trenes de mercancías controlados por estas organizaciones. Es la encrucijada a la que se enfrenta Europa, la más delicada desde la posguerra mundial, donde las soluciones no parecen pasar (exclusivamente) por las inyecciones de dinero a los países vecinos para contener a los refugiados. De esa forma solo edulcoramos conciencias y ponemos paños calientes a un conflicto que hemos dejado crecer hasta que las fotos han llegado a nuestro buzón de entrada.


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Barrera del sol

Un sueño que acaricio

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Francisco de Asís Oterino Villasante, OFM

uadalupe es un ámbito perfecto para ensoñar. Cada rincón, cada espacio despiertan las mejores vibraciones y creatividad dormida. En los monasterios medievales scriptorium, librería o biblioteca, ocupaba primacía en su estructura y quehaceres, inmediatamente detrás del coro. Empeño inmediato, por eso, fue para los Jerónimos, al hacerse cargo de la fortaleza en 1389, el pabellón de librería. La estructura interior resultante: la de un santuario, que eso era, en el afán monástico, la biblioteca. Para empezar, ámbito del scriptorium, en el que amanuenses e iluminadores sacaran a flote cantorales litúrgicos o breviarios individuales, como el del prior, o la Reina Católica, en este caso. Más tarde, cuando en el horizonte de la cultura amanece la imprenta, lugar para ir acopiando el saber universal, que era conciencia y deber en la mentalidad monástica medieval. Por eso irrita, aun hoy, la memoria del cataclismo que, para el saber, supuso la llamada desamortización de Mendizábal. Una de las causas, en España, de haber llegado a la modernidad con el pie cambiado. Preciso es recordar que, lo que del desbarajusta queda en la Nacional, u otras bibliotecas de titularidad provincial, como en este caso, no es más que un residual de lo que fue un pillaje, en gran medida, dilapidado por caminos carreteros y combustible barato en carbonerías En resumen: pérdida irreparable para la cultura, incluso historia de un país. Cuando en 1908, aquellos aguerridos frailes franciscanos se hacen cargo de ruinas y despojos de un pasado brillante en el de las Villuercas, se encontraron el vacío y a penas restos del antiguo scriptorium, salvaguardados por el uso litúrgico en la parroquia. Nada imposible, empero, para aquel puñado de aragoneses, catalanes y serranos de Huelva, que arribaban con el ánimo investigador y el saber a flor de piel. Los Germán Rubio, Acemel, Villacampa; más tarde los extremeños Barrado, Bonilla y Escribano, empezaron desde el principio a poner en pie lo que hoy es orgullo y alma también del Monasterio recuperado. Un lote, donación de Alfonso XIII; el Legado Barrantes y aportaciones diversas de particulares y conventos varios, así como la compra permanente, de cuanto la frágil economía de los principios permitía, pusieron cimientos al empeño. En su momento, el acuerdo, bien orientado por Fray Antonio Corredor, de adquirir cuanto ofreciese el mercado, antiguo o actual, de temática extremeña. Me tocó formar parte de este empeño, así como la incorporación de las bibliotecas de algunos conventos que se iban cerrando. En algunos casos, como el de Fuente del Maestre, me tocó dirigir personalmente la operación. Sorprendente, en una casa dedicada desde el primer momento a Seminario Menor, el acerbo de una singularidad bibliográfica insospechada, en la casi totalidad del conjunto, proveniente de la recuperación de ejemplares de antiguas bibliotecas religiosas expoliadas. Además, la conservación, impecable gracias a la ubicación y climatología del lugar. Ni una señal de ataques de xilófagos. Recuerdo, entre otros, un

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ejemplar incunable del franciscano medieval, Alejandro de Alex. Estas incorporaciones motivaron la urgencia de remodelar la estructura y distribución de la nueva estancia, a la que mi antecesor —con poca fortuna, a mi juicio—, había trasladado la librería, sacándola de su emplazamiento original. Se trata de los amplios salones resultantes de la restauración en los altos de la fachada. Ni siquiera la utilización de doble altura y anaqueles intermedios resultó suficiente, ya desde el principio, para acoger el monto de incorporaciones: sumadas donaciones, legados y compras, que se han ido sucediente de modo acelerado. La arquitectura de Guadalupe es laberíntica, consecuencia de estilo y usos históricos. En torreones y semisótanos abundan espacios, pero el acceso es solo posible a través de pinas y estrechas escaleras, que las convierten en inviables para cualquier uso, sin la incorporación de la técnica moderna, salvada la originalidad del monumento. Dar respuesta a este problema y recuperar la antigua librería para su uso original, reconvirtiéndola en Bibioteca-Museo, fue siempre mi anhelo y sueño. Ni siquiera, después de casi tres décadas de aquella responsabilidad, ha dejado de circular por miente esta ilusión. La actual ubicación y alguna otra dependencia cercana, cubrirían la necesidad de depósito y hemeroteca. Con discreción, he procurado interesar a los distintos responsables, cuando ha existido complicidad. Estoy convencido que éste es un proyecto cultural de los más ambiciosos de cuantos están hoy en el telar del Monasterio. No me pasa desapercibido el momento económico que atravesamos: la importancia, empero, para la cultura, y el exponente de la misma, que representa el monumento que nos atañe, me permitirá interesar respuestas proactivas a entidades culturales, económicas, políticas y sociales, sumando apoyos, que hagan posible este sueño. Más que eso, se trata de abrir una ventana a la salud cultural de la sociedad actual y futura.


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didad, el Reino de Dios se va dilatando, en cada acción hecha Pura y Limpia con fidelidad creativa a las iniciativas del Altísimo… «Llamadas a un mismo camino de seguimiento, la comunidad concepcionista configura todas las dimensiones Sor Inês da Santíssima Trindade, OIC de la persona y se expresa, desde el misterio de María, en la entreMonasterio de Campo Maior (Portugal) ga de unas a otras en el trabajo, en las responsabilidades y en la vivenEn existencia humilde y en actitud permanente de fe, María responde al amor cia de la fe.» (CC.GG. Art. 99). La infinito de Dios con su Fiat, engendrando al Hijo de Dios y convirtiéndose en aparente tensión entre vida activa cauce de salvación para todo el género humano. (CC.GG. Art 10) y vida contemplativa encontraron en José una superación ideal, cosa oda la vida de María se puede mirar posible en quien posee la perfecdesde estas dos actitudes: humilción de la caridad. Podemos decir dad y fe. María y José nos indique José ha experimentado tanto can el sendero de la autentiamor a la verdad, esto es el pucidad para llegar a Dios. De José su ro amor de la verdad divina esposo podemos decir que, coque irradiaba de la humanimo hombre plenamente justo, vidad de Cristo, que tradujo vió todas las virtudes de manera ese mismo amor, en el traoculta. A los ojos del mundo y de bajo diario y en el esfuersus contemporáneos fue una vizo constante por el desada sencilla y desapercibida. San rrollo de la humanidad de José vivía en la autenticidad no Cristo. Para José el trabajo en la superficie, todo lo que haen la casa de Nazaret estacía era consistente y sólido porba envuelto en el clima de que era hombre de vida interior, silencio que acompañó tovivía centrado en lo esencial, vida su vida. Pero no un sivía de fe. lencio cualquiera, un silenEl padre Jonh Vaughn, al hacio fecundo que nace de la blarnos de santa Beatriz, afirescucha del Verbo. ma que: «La vida de vuestra maEs el mismo Verbo dre [Beatriz] es densa en ideales. quien, una y otra vez, llama Se puede decir que ella misma, a la puerta de nuestra fe, a vuestra madre, ha renunciado a la puerta de nuestra escuSan José con el Niño Jesús (c. 1612), de Juan Sánchez Cotán hacerse protagonista de su procha, a la puerta de nues(1560-1627), Museo Bowes, (Barnard Castle, Durham) pia historia, precisamente para tro corazón. El Señor quieque la atención de la Iglesia, del mundo y de vosotras, sus hijas, se concen- re encontrarse con nosotros en un trase en el ideal que ella proponía. El ideal de Beatriz es María; el ideal es proceso de continua conversión. la Inmaculada.» (Jonh Vaughn OFM, Carta con motivo del V Centenario «Toda la formación de las hermade la Bula Inter Universa, 30 de abril de 1989). Beatriz no hizo alarde de nas concepcionistas tenga un casu persona, fue lámpara que indicó luces más elevadas: Jesús y María. No- rácter cristiano, buscando en la fe sotras, al ejemplo de nuestra Madre y de san José, estamos llamadas a vivir un proceso de continua converde pura fe, en los altibajos de la vida, en lo cotidiano de nuestra existencia. sión, favoreciendo la unión con Este hombre de elocuente silencio nos habla de vida concepcionista, ya que Dios y el servicio a la Iglesia en la de nuestra madre Beatriz, como de san José, no se conserva ninguna pala- misma vida contemplativa» (CC. bra. De la fidelidad de sus vidas nacieron las obras que nosotros hoy ala- GG. Art. 126,1). Escuchemos la bamos con pobres palabras. «El justo dejará memoria eterna.» (Sal 111). voz que nos invita a salir, a buscar Contemplar a san José es, para nosotras concepcionistas, vivir en lo la voluntad de Dios, para que resuescondido con Cristo, sabiendo día tras día que, con misteriosa fecun- citemos con él.

El justo dejará memoria eterna

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La monja de 350 aniversario de la muerte de la Dama de Azul, autora de la Mística Ciudad de Dios Antonio Arévalo Sánchez, OFM

Director del Archivo y Biblioteca del Real Monasterio

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e cumplen este año tres centenas y media del tránsito o dies natalis de una célebre monja concepcionista española, representante insigne del barroco del siglo XVII; un siglo de oro y ceniza, exuberante y decadente casi a parte iguales en toda Europa. Sor María Jesús de Ágreda (1602-1665) es la autora de la Mística Ciudad de Dios, en la que narra inspirada la vida interior de la Virgen María; es su obra más famosa, aunque también legó otras de enjundia. Insisten sus biógrafos en que era niña tímida, desaliñada e imaginativa, obediente, aplicada y de escasos estudios, aunque se reveló gran escritora, mística exquisita, intrépida abadesa y consejera del rey Felipe IV1. Aparte de esta curiosa servidumbre al entonces rey de España, la enclaustrada monja de Ágreda (Soria) se vio envuelta en unos casos de bilocación, pues aseguraban que, sin salir jamás de su monasterio, la Dama de azul de los llanos adoctrinó a los indígenas de Nuevo Méjico, Arizona y Tejas, a los que inducía al bautismo en manos de los frailes de san Francisco. Con tales ingredientes y sangre judaica por línea paterna, raro sería que no atrajese la atención del Santo Oficio, que la investigó el año 1635 e inició un proceso (1649-1650) del que salió airosa e indemne. En la estela de las grandes mujeres escritoras místicas, visionarias y con dones de profecías —santa Hildegarda de Bingen (1098-1179); santa Brígida de Suecia (1303-1373), santa Catalina de Siena (1347-1380), la beata Anna Catalina Emmerich (1774-1824), nuestra terciaria Theresa Neumann (1898-1962)—, la Venerable de Ágreda espera el reconocimiento eclesiástico de cuanto le dio el cielo, mientras observó la Regla de la Orden de la Inmaculada Concepción.

Cuna de la Venerable Nacida en la villa de Ágreda (Soria) el 2 de abril de 1602, María era la tercera de los cuatro hijos sobrevivientes del matrimonio formado por Francisco Coronel y Catalina Arana, que llegó a engendrar once vástagos. Naturales los dos de Ágreda, aunque la madre era oriunda de Vizcaya, se mostraban extremadamente piadosos, de costumbres sobrias y ánimo adusto. Las afirmaciones de la monja en su Autobiografía sobre el trato que le daban sus padres en la primera infancia («Con verdad puedo decir que en mi vida les vi [a los padres] el rostro sereno hasta después de religiosa» RA 98. «¿Qué hemos de hacer de esta criatuHomenaje de la Diputación de Soria a su ilustre escritora (1972), bronce de Federico Collaut Valera de Mendiguti (1912-1982)

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scriptoriumguadalupense / 11 ra que no ha de ser para el mundo ni para la religión?» RA 99), hacen suponer que el hogar de los Coronel Arana era sombrío, temeroso y morigerado. Tampoco Ágreda, que contaba a principios de siglo con una población de millar y medio de vecinos desparramados por trece lugares y dos aldehuelas, amén de la villa, ofrecía fortuna y seguridad. La expulsión de los moriscos en 1609 y la decadencia económica generalizada con la subida de impuestos y precios, esquilmó la ganadería lanar y sus derivados artesanales, base de la riqueza provinciana. De modo que si cincuenta vecinos eran rentistas, la gran mayoría malvivía del campo, el pastoreo y la artesanía de subsistencia. Quizás fuera esta pesadumbre vital, esta tristeza larga Sepulcro de la madre María de Jesús, mística de Ágreda y honda la que tiñese las relaciones familiares, pese a la fortaleza de los espíritus. Porque, pese a todo, Ágreda, dividida en fue primer guardián el P. Torrecilla. seis parroquias, mantenía un cabildo eclesiástico de veintiséis beneficiaCon la segura anuencia del dos; un convento de padres agustinos, erigido en 1557, donde se estable- mentado confesor, Catalina Arana ció el colegio con cátedras de Teología y Filosofía; otro de frailes de san y sus hijas, María y Jerónima, deFrancisco, fundado en 1594, y otro de agustinas recoletas, que llegaron terminaron que el nuevo monasteen 1660. Ágreda, con tanta clerecía, sin rentas ni horizontes halagüeños, rio sería de la Orden de la Inmaera una parábola de la España barroca. culada Concepción, dado la geneEl de nuestros frailes era el convento de san Julián, retirado de la vi- ral predilección nacional por eslla, al que acudían los Coronel-Arana a dar cuenta de conciencia a fray te misterio de Santa María y la luJuan de Torrecilla. El año 1615, Catalina Arana tuvo una revelación des- cha encarnecida que mantenía los concertante: debía convertir su casa en monasterio y profesar en él con franciscanos por él. Proclives los sus dos hijas. Contaba nuestra mística 16 años de edad y fuertes viven- frailes de san Julián a la observancias religiosas que le habían decidido a ingresar en el Carmelo descalzo cia, Arana y su prole eligen la rade Tarazona a los 12 años, de no ser por las enfermedades padecidas, ma descalza de las Concepcionisal extremo de hacer «la cera para mi entierro.» (RA 99). Los achaques tas; pero al no existir en la Provinde la hija desaseada y de poco aliño y la revelación de la madre, ru- cia franciscana de Burgos tal obebricada por otra del P. Torrecilla, propició que, tras acalorada polémi- diencia, vinieron como fundadoras ca vecinal a favor del vínculo matrimonial —que tampoco quería rom- tres concepcionistas calzadas del per el padre, Francisco Coronel, ni un hermano de éste, Medel—, el 1 monasterio burgalés de san Luis. de marzo de 1618 se firma la escritura de cesión de propiedad para la Erigido el monasterio el 8 de difundación del monasterio. ciembre de 1618, vestido el hábito el 13 de enero de 1619 y conUn monasterio en casa cluido el periodo de formación de Hasta alzar en convento el solar familiar, en un perímetro tan cerra- las tres primeras monjas de Ágredo como el que barrunto, con determinaciones tan arriesgadas y auda- da, las calzadas volvieron a su conces, la futura monja motejó aquella espera como tiempo de disipación. vento cuatro años después, sienAcaloramientos por el proyecto, el carácter áspero de la madre vizcaína, do relevadas por otras tantas desla vanidad, los albañiles, las rentas… Resuelto el caso de los dos hijos va- calzas del famoso monasterio marones, Francisco y José, vestidos ya del hábito franciscano, el padre y tío de drileño del Caballero de Gracia. Al María entraron en nuestro convento san Antonio de Nalda (Soria), fundado cabo de otros cuatro años, Ágrepor Felipe Ramírez de Arellano, conde de Aguilar, en 1611-1617, de donde da tuvo monjas suficientes para se1.- Veintidós años duró está curiosa correspondencia de la que se conservan unas 618 cartas. Su padre, Felipe III, inauguró este tipo de consultas con Luisa Colmenares Cabezón (1565-1636) o sor Luisa de la Ascensión, clarisa del monasterio de Carrión de los Condes (Soria), fundadora de la hermandad de Defensores de la Purísima Concepción de la Virgen. El P. Patrocinio García Barriuso, OFM, las relacionó en «La monja de Carrión sor Luisa de la Ascensión y sor María de Jesús, la monja de Ágreda», en Verdad y Vida, 196 (1991) 547-552.

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guir la observancia recoleta. Sor María de Jesús, profesó junto a su madre y hermana el año 1620, y desde los orígenes ya se mostró penitente y austera, aficionada a la oración y a la observancia estricta. Hasta que hubo serenado su espíritu y hallado el tesoro de la libertad interior, padeció tentaciones, agitación, enfermedad y ciertos fenómenos o “exterioridades” místicos —raptos, éxtasis, arrobos, levitación— a los que el incauto Torrecilla y las monjas burgalesas dieron resonante publicidad. La intervención del padre provincial, fray Juan de Villalacre, y los ruegos de la agraciada ante el Señor, pusieron fin al espectáculo público a favor de un conocimiento interior sin desmayos, según ella misma certifica. A esos años pertenecen también las bilocaciones o traslados de la monja para evangelizar a los indios. El año 1627, cumplidos los 25 años de edad, los superiores eligieron abadesa del monasterio a la Venerable. Así ocurrió durante once años, hasta que, concedido a las monjas el derecho de elección, éstas la confirmaron en el oficio, trienio a trienio, hasta su muerte, excepto el trienio de 1652-1655 que recurrió al nuncio Julio Rospillosi para que no concediesen la dispensa. El primero de sus treinta y cinco años abaciales emprendió, con pocos recursos, la fábrica del nuevo monasterio, extramuros de la villa, cerca del convento de los frailes. Después de siete años de obras y providencia, el traslado al nuevo convento se hizo, con grandes festejos, el año 1633. Asegurada la fundación y sostenimiento de las monjas, Ágreda fundó los monasterios de Borja (Zaragoza) y Tafalla (Navarra).

Misionera en las Indias Hacia 1622, cuando una de las expediciones apostólicas de frailes

La venerable de Ágreda consolada por la Virgen, óleo anónimo de la Embajada de España ante la Santa Sede (s. XVII)

franciscanos, llegadas a las Indias descubiertas el 12 de octubre de 1492, se adentraba en tierras de Nuevo Méjico, Tejas y Arizona comprobaron sorprendidos que los indígenas, lejos de la ferocidad de otras veces, mostraban cruces de palo y daban señales de conocer el evangelio que ellos traían por vez primera. Todas las pesquisas apuntaron a una Dama de Azul de los llanos —en expresión de los indios—, que les predicaba e instruía en el cristianismo. Al regresar a España el año 1630 fray Alonso de Benavides, uno de los expedicionarios y custodio en aquellas tierras, y relatar los sucesos en un Memorial al entonces ministro general, fray Bernardino de Siena, éste lo envió a Ágreda para que conociera a sor María de Jesús. Hasta quinientas veces contaron las misteriosas predicaciones de la monja de manto azul en tierras de la actual Norteamérica. Fue entre 1622 y 1625 y la sor, ardiendo en deseo de salvar almas, andaba por la veintena de años, en aquel tiempo de las exterioridades. Este fenómeno, llamado bilocación o presencia en dos sitios a la par, no es extraño en el martirologio romano; aunque estuvo rodeado de sos-

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scriptoriumguadalupense / 13 pechas y procesos del Santo Oficio, como ocurrió con sor María. Ella, que siempre alegó no haber abandonado el claustro sino al trasladarse al nuevo monasterio, contaba, sin embargo, a las monjas ciertos sueños y visiones fácilmente identificados con su adoctrinamiento a los indios. Además de dejar escrito lo siguiente: «Paréceme que un día, después de haber recibido a nuestro Señor, me mostró Su Majestad todo el mundo, y conocí la variedad de cosas criadas; cuán admirable es el Señor en la universidad de la tierra; mostrábame con mucha claridad la multitud de criaturas y almas que había, y entre ellas cuán pocas que profesasen lo puro de la fe, y que entrasen por la puerta del bautismo a ser hijos de la santa Iglesia. Dividíase el corazón de ver que la copiosa redención no cayese sino sobre tan pocos. Conocía cumplido lo del Evangelio, que son muchos los llamados y pocos los escogidos […]. Entre tanta variedad de los que no profesaban y confesaban la fe, me declaró que la parte de criaturas que tenían mejor disposición para convertirse, y a que más su misericordia se inclinaba, eran los del Nuevo Méjico y otros reinos remotos de hacia aquella parte. El manifestarme el Altísimo su voluntad en esto, fue mover mi ánimo con nuevos afectos de amor de Dios y del prójimo, y a clamar de lo íntimo de mi alma por aquellas almas.» La Dama de Azul —objeto de una novena de Javier Sierra (2007) y varios documentales— continuó influyendo en destacados misioneros, como fray Junípero Serra (1713-1784), evangelizador y colonizador de California recientemente canonizado; el venerable fray José Velázquez Fresneda o de Carabantes (Soria) (1628-1694), discípulo capuchino de la de Ágreda, evangelizador de Cumaná (Venezuela), y el venerable fray Antonio Margil de Jesús (1657-1726), el fraile itinerante de los pies alados, apóstol valenciano de las actuales Méjico, Guatemala, Honduras y Nicaragua y Costa Rica. Ellos y otros más leyeron de continuo la Mística ciudad de Dios, bautizaron territorios visitados por la Venerable o trataron con ella.

sor María Jesús le incitaron a escribir sus confesores franciscanos. En los inicios, amén del crédulo Torrecillas, la madre Ágreda tuvo de confesores a fray J. Bautista de santa María y a fray Tomás Gonzalo. Desde 1623 a 1647 la dirigió el eminente fray Francisco Andrés de la Torre, bajo cuya tutela escribió dos manuscritos de la Mística, que acabó echando al fuego. Muerto el anciano confesor, la venerable sufrió las pesquisas inquisitoriales «tan sola y sin consejo»; pero ese mismo año de 1650 tuvo de confesor al P. Andrés de Fuenmayor, dos veces ministro provincial de Burgos y de exquisita reserva «sobre mis cosas». Hacia 1655 el avezado maestro le mandó emprender

Otra monja escritora Incluida en el primer Diccionario de autoridades de la RAE (1726), «La Venerable de Ágreda —en palabras de Emilia Pardo Bazán—merece figurar entre nuestros clásicos por la limpieza, fuerza y elegancia de la dicción; entre nuestros teólogos por la copia y alteza de la doctrina; entre nuestros escriturarios por la lucidez de la interpretación.» En la página electrónica de la monja concepcionista —http://mariadeagreda.org/—, que uso aquí abundantemente y recomiendo, se da cuenta de las obras auténticas, publicadas e inéditas, de esta exquisita mujer, aplicada desde niña aunque ayuna de estudios superiores. Como en el caso de Teresa de Jesús —con la que inevitablemente se suele comparar—, a

La madre Ágreda evangelizando a los indios, pintura sobre unos dibujos de Mariano Salvador Maella (1739-1819)

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la tercera y definitiva redacción de la Mística ciudad, doce años después de haber destruido el primer manuscrito por el consejo de otro confesor. El de Fuentemayor sobrevivió a la madre bendita y redactó una biografía suya y depuso como testigo en el proceso. De la escrupulosa investigación llevada a cabo por la Romana y Universal Inquisición en el frondoso vergel de atribuciones, el 7 de mayo de 1757 se reconoció obra auténtica de sor María Jesús la Mística ciudad de Dios, y el 20 de mar-

zo de 1762 estas otras: Exercicios Espirituales de Retiro, Leyes de la Esposa entre las hijas de Sión, Segundas Leyes de la Esposa, Suspiros del alma, Conciertos y capitulaciones de una pobrecilla alma con su Dios y Señor, Propósitos de perfección para mayor bien del alma y beneplácito del Señor, Avisos de perfección para la que ha de ser esposa… Relación hecha al Reverendísimo P. Manero respondiendo a varias preguntas que le hizo éste, Los sucesos que me han pasado este año de 1656, Relación de su propia vida. Existen otros escritos de nuestra monja aunque no lleven el certificado de los anteriores. Destacan un buen fajo de cartas y obras espirituales de gran aceptación: Jardín espiritual y Nivel del alma, Apuntamientos espirituales mejor conocido por Las Sabatinas, Escala para subir a la perfección, Algunos Sucesos de Doctrina y Enseñanza para el Alma, Ejercicio cotidiano y doctrina para hacer las obras con la mayor perfección, a que se añade un jardín de diversas flores espirituales de la doctrina cristiana, Letanía y nombres misteriosos de la Reina del Cielo, Segundo Ejercicio cotidiano en que el alma ocupa las horas del día variamente.

La Mística Ciudad de Dios

La Venerable contempla, con san Juan, la Mística Ciudad de Dios, óleo de Cristóbal de Villalpando (c. 1649-1714)

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Lectura de uso frecuente en conventos, casas rectorales y cátedras de mariología, la Mística ciudad de Dios2 es una historia de nuestra salvación y vida de la santísima Virgen María, «dictada y manifestada en estos últimos siglos por la misma Señora a su esclava sor María de Jesús, abadesa indigna de este convento de la Inmaculada Concepción de la villa de Ágreda, para nueva luz del mundo, alegría de la Iglesia Católica y confianza de los mortales», como reza el barroco y prolijo título de la obra. De entre los muchos hallazgos de este tesoro, no es el menor la actualidad del discurso teológico al engarzar el papel de María en el misterio de la obra redentora de Cristo. Junto a éste, la riqueza barroca de la escritura y la solvencia con la que se expone la doctrina, apoyada en la Escritura, la Liturgia y el Magisterio; guarnecida puntualmente con enseñanzas de otros autores eclesiásticos y de vidas de la Virgen. Lo que distingue esta gran obra de la mística barroca es que la de Ágreda no escribe una biografía de la Virgen, al modo de las vidas de María —imposible por falta de datos—, sino la descripción y noticia de los designios divinos, la disposición interior de la mujer predilecta, los misterios que en ella acontecieron —desde su limpia concepción y maternidad divina hasta su asunción gloriosa— en relación a la obra redentora de Cristo y su posterior misión a favor de los


scriptoriumguadalupense / 15 discípulos de Cristo. Es decir, lo que algunos llaman una doctrina precursora Tránsito por iluminación de la mariología del Vaticano II (Lumen gentium, Era la hora tercia del domincap. VI), desarrollada por el magisterio pontificio de Pablo VI y go de Pentecostés, 24 de mayo de Juan Pablo II. «La figura de sor María de Jesús de Ágreda, la 1665, cuando la madre Ágreda gran mística mariana del siglo XVII —escribió el P. Gaspar abandonó este mundo en que fue Calvo Moralejo, OFM, vicepostuhabitada por la Trinidad Santa. lador de la Causa de CanonizaTras breve enfermedad, la que ción—, ocupa un primer puestuvo quebrada salud, fue desto entre las grandes contemplativas pidiéndose una por una de de la Iglesia. Su profundo conocilas monjas con advertenmiento de la vida interior, espiritual, de cias y bendiciones. Junla Virgen, como la primera cristiana, su to al confesor antes particularísima y prolongada experiencitado, sor María cia de la presencia de María en el decurde Jesús tuvo la so de su vida, la hace testigo privilegiado asistencia del P. de la verdadera devoción mariana en la José Ximénez SaSanta Iglesia. No se manifiesta en ocamaniego, provinsionales o aisladas experiencias suyas cial de Burgos, y que la denoten, como en tantas almas del ministro gecontemplativas se conocen, sino en la neral P. Alonso intervención habitual de la Virgen a Salizanes, de palo largo de su vida, como verdadera so a un capítulo. Madre y Maestra que acompaña e A las exequias instruye a su hija y discípula en el de la Venerable fiel seguimiento de Cristo […]. asistió, sobrecoSi el Señor en sus designios amogida, una gran rosos quiso que fuera la concepmuchedumbre de cionista franciscana de Ágreda la toda condición. En la cronista de la historia o vida de la Virgen, iglesia monástica de Ágreda, le dio para ello un cúmulo de gracias sobrenasor María de Jesús aún espeturales, luces y conocimientos de las Sagradas ra, bella y fresca como una Escrituras, que la capacitaban para cumplir el azucena incorrupta, el reencargo que se le confía.» conocimiento oficial de la La Mística Ciudad de Dios, junto a las obras Iglesia romana, que algún mariológicas de los célebres santos Alfondía la tendrá por santa y Sor María de Jesús (1765), talla de Luis Salvador so María de Ligorio (1696-1787) (Las glo- Carmona (1708-1767) en el convento de La Latina doctora. rias de María, 1750) y Luis María Grignion de Montfort (1673-1716) (Tratado de la verdadera devoción a la Virgen, 1712), es la obra más editada del siglo XVIII3. Casi dos centenares de ediciones, traducción a más de cuarenta idiomas, hicieron de ella un texto influyente, pese a que la primera edición, la de 1670, fue embargada por el Bibliografía consultada tribunal inquisitorial meses antes de que el papa Clemente X aprobara el 1. http://mariadeagreda.org/ proceso de Tarazona y consintiera el inicio de la Causa en Roma. Aunque el 2.https://venerablemadredeagreda. wordpress.com/ [Ricardo Romero. dogma de la Concepción purísima no fue declarado hasta 1854 por el papa Mar de Plata (Argentina)]. beato Pío IX, la Mística Ciudad ya lo defendía abiertamente de la mano del 3. Manuel Peña García, Sor María de hoy beato Juan Duns Scoto (1266-1308). Obra y autora fueron, por tanto, Jesús de Ágreda, Ágreda 2007. 4. AA. VV. La madre Ágreda, una blanco predilecto de tomistas, jansenistas y profesores de la Sorbona; y pemujer del siglo XXI, Soria 2000. se a ver reconocida la obra favorita del pueblo español, todo se confabuló para que no ocurriera lo mismo con su autora ni su Causa. 2.- El lector puede consultar la obra (en línea o en pdf) en esta dirección: http://mariadeagreda.weebly.com/ 3.- Aunque se anuncia nueva edición, la más reciente es la que introdujo y anotó fray Celestino Solaguren, OFM, en colaboración con sus compañeros de actual Provincia franciscana de Aránzazu, fray Luis Villasante y fray Ángel Martínez Moñux, en 1970; reimpresa en 1982, 1992 y 2009.

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UNA PINTURA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

EN EL CONVENTO DE SAN CAYETANO, DE CÓRDOBA P. Juan Dobado Fernández, OCD

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l conjunto conventual de los Carmelitas Descalzos de Córdoba bajo la advocación de san José, pero conocido popularmente como san Cayetano, es uno de los conjuntos más bellos del barroco español, conservando su iglesia uno los interiores más completos que se conocen, ordenado en base a un complejo programa iconográfico de exaltación del Carmelo. Este templo ha sido recientemente vinculado al tracista de la Orden fray Alonso de san José, autor de la fabulosa sacristía de Guadalupe1. Pues bien, además de esta presencia de un mismo arquitecto carmelita descalzo en ambos edificios, Guadalupe y Córdoba, nos encontramos con una representación pictórica de

CÓRDOBA. Convento de san Cayetano

Doctor en Historia del Arte

la Virgen de Guadalupe en este convento descalzo cordobés. Se localiza en la sacristía conventual, espacio de sencillez carmelitana que atesora una pinacoteca afortunadamente bien conservada. Las fuentes históricas, el libro de protocolo conventual afirma que esta pintura fue un regalo del Canónigo de la Catedral, el Maestrescuela Francisco Antonio Bañuelos y Murillo, aspecto que confirma la inscripción parcialmente oculta por el marco en la zona inferior de la pintura, en el pide la peana de plata de la Virgen, donde puede leerse: ORATE PRO FRANCISCO ANTONIO BAÑUELOS. El protocolo aporta la noticia: «Juntamente dio a este convento este caballero el lienzo de la Encarnación que está en el oratorio de la Sacristía, pintura excelente y alabada de los maestros de la facultad. Dio también el lienzo de N[uestra] Señora de Guadalupe que está antes de la puerta del Paño a la entrada de la Yglesia y en dicho altar dotó una memoria»�. Es una pintura espléndida del seiscientos, que representa a la Virgen de Guadalupe de Cáceres tal como se la veía en el siglo XVII, obra de gran calidad en la ejecución de cada uno de los múltiples detalles de su indumentaria dentro del más puro estilo barroco. El manto intenta recrear el obsequiado por la Infanta Isabel Clara Eugenia, bordado en 1629. Es muy interesante la reproducción de algunas de las famosas joyas del tesoro de la Virgen. Dos ángeles descorren un cortinaje para dejar ver la hermosa efigie mariana que se ubica sobre una monumental peana de plata, ataviada siguiendo la moda barroca de los Austrias. Como se anota en el protocolo, la pintura ocupaba un altar junto a la puerta reglar o del Paño, hoy desaparecido, aunque se conservan algunas yeserías en la cubierta. Este canónigo era particularmente devoto de Guadalupe, ya que dejó una memoria perpetua de dos misas cantadas: «Fundó en este convento de nuestro Padre San Joseph una memoria perpetua, el año de 1679, de dos misas cantadas, una de la Natividad de N[uestra] Señora, en el altar de Guadalupe que está a la entrada de la Puerta del Paño. Y la otra de difuntos, que había de empezar a cumplir desde el día que muriese. Dotola en 880 reales de vellón y habiéndole cogido la baja de la moneda el año de 1680 quedó en la mitad, que son 440»3. Posiblemente tras la desamortización se desmontó esta capilla y la pintura pasó a la sacristía conventual hasta hoy. Damos a conocer esta bellísima pintura de la Virgen de Guadalupe, de gran calidad artística, a todos los devotos de esta advocación universal a través de la publicación oficial del santuario.

1.- Dobado Fernández, J., La Orden del Carmelo Descalzo en Córdoba: El Convento de San José (San Cayetano). Trayectoria artística y plenitud de las artes, Tesis Doctoral, Universidad de Sevilla, 2014, pp. 275 y ss. 2.- A(rchivo) C(onvento) S(an) J(osé), Protocolo segundo con relación de todas las escripturas corrientes que existen en el archivo de este convento este año de 1771, f. 66r. 3.- Ib.

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FRAY Diego Valadés, gloria de México Arturo Álvarez Álvarez

De la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras

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n el pueblo pacense de Villanueva de Barcarrota —lindero de Portugal, cuyo rey Alfonso IV lo arrebató a Castilla el año 1336 en la célebre batalla de su nombre; modesto, aunque prehistórico y guardián de muchos sepulcros ibéricos— nació el valeroso soldado Alonso Valadés, preludio de ese centenar de conquistadores, con nombres tan sonoros en la historia de las Indias como Rodrigo de la Bastida (c. 1480- ¿?) y su hijo Francisco (s. XVI), Gómez de Tordoya (c. 1500-1542) y Hernando de Soto (1496-1542). Al lado de los Reyes Católicos luchó contra los moros y se cubrió de gloria al ganar para ellos la batalla de Toro (1476), que hizo huir al rey lusitano Alfonso V y despejó el camino hacia el trono de Castilla.

famosa Noche Triste del 30 de junio —de 1.100 soldados de Cortés se salvaron 425— mientras algunos soldados se afanaban en salvar su oro, el espabilado Valadés logró salvarse huyendo en su caballo. Finalizada la dura conquista de Tenochtitlán —en que Valadés ganó un escudo heráldico que le concedería el Emperador en 1544, fue recompensado con solares, huerta, casas y en encomienda el poblado de Tenampulco, de nativos, que solía visitar aunque él moró, desde 1525 hasta su muerte, en la ciudad de México. Sin embargo, hasta 1535 no fue aceptado como vecino de la ciudad, en cuyo ayuntamiento desempeñó varios cargos de confianza, como procurador, mayordomo y alguacil. Tuvo seis hijos, dos de ellos legales, tenidos éstos en su matrimonio con la india Catalina Rodríguez, a la que debió Orígenes extremeños conocer en alguna de las veces que de Valadés pasaba por Tlaxcala camino de su enDiego Valadés, hijo del matrimocomienda. nio Alonso Valadés y Catalina de ReFray Diego Valadés, de una litografía tamosa, nació en torno al año 1495 y, Pero que Diego no fue tan buen necomo su padre, en la Extremadura a la que el his- gociante como valeroso soldado lo demuestra el estoriador Madariaga llamó «Tierra agreste, de paisaje crito que en 1544 envió a la Corte, en que explicaba austero, propicia para formar y templar hombres». En que tenía seis hijos, cuatro naturales y dos legítimos; fecha que ignoramos, pasó a las Indias, desembarcó que él mantenía a su hermano Bartolomé, residenen la isla Española y llegó a Cuba, donde estuvo a las te en España, a un cuñado, a dos hermanas y siete órdenes del gobernador Diego Velázquez de Cuéllar sobrinas y, que el pueblo que tiene en encomienda, (1465-1524) que, tras organizar dos expediciones sin sólo le renta ciento cincuenta pesos. A este propósito éxito, movilizó otra a las órdenes de Hernán Cortés es de interés recordar que el 7 de octubre de 1528 (1485- 1547) y, al saber su éxito, envió otra el 10 de se encontraba su esposa en Sevilla para recoger unos febrero de 1519, en la que se alistó Valadés a las ór- dineros, y que Diego aún vivía en 1571, con unos 80 denes de Pánfilo de Narváez (1496-1528), para obli- años de edad. garle a regresar al de Medellín. Pero ante el éxito de Cortés en la dura lucha nocturna librada en Cempoa- Fray Diego Valadés, sabio mestizo franciscano «Humanista y filósofo, historiador, lingüista, dila, el 29 de mayo de 1520, y ver preso a su jefe, tanto Diego Valadés como la mayor parte de sus compañe- bujante, grabador, misionero y evangelizador»: ocho ros se alistaron bajo las órdenes del gran Cortés. En la títulos del historiador mexicano Francisco de la Maza 1.- Aunque no está documentado si su hijo sacerdote, fray Diego Valadés, fue uno de los bastardos, de los cuatro naturales o hijo legítimo y de madre india tlaxcalteca, el prestigioso biógrafo Francisco de la Maza supone que el hecho de ser aceptado en la Orden Franciscana y los altos cargos que tuvo en ella hacen pensar que fue legítimo.

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scriptoriumguadalupense / 19 (1913-1972) que sintetizan todo lo que puede decirse cerdocio a «mestizos, indios y negros» (Concilio de en loa de este franciscano. Nacido el año 1533 en el 1555 y ley de la Orden de 1570) —en 1539 hubo alimportante pueblo de Tlaxcala —lo que sabemos por- guna excepción—, las condiciones personales de fray que en 1566 figura él como testigo en el espinoso juicio Diego Valadés superaron toda norma y fue admitido contra el hijo de Hernán Cortés, acusado de intentar a la profesión religiosa y posteriormente a las sagrasepararse de España, y declaró tener entonces 33 años das órdenes en el convento san Francisco el Grande, y ser predicador de la Orden Franciscana—; tras una de México, lo que facilitó continuar con sus estudios niñez misteriosa, entró muy joven en la escuela anexa superiores y dar clases en el prestigioso colegio Sana la capilla de san José de los Indios, ubicado en el tiago Tlatelolco, inaugurado el año 1536 por el virrey palacio de Netzahualpilli: primero y afamado colegio Antonio de Mendoza y el arzobispo franciscano Zumáde América, fundado y regido por el hermano lego fray rraga. Centro del que salieron numerosos profesores Pedro de Gante (1480-1572) —uno de los tres franciscanos llegados a México el año 1523, enviados por el Emperador—, que fue su maestro de pintura y dibujo que en 1564 él enseñaría y que llegó a tener mil alumnos. A la vista de las cualidades de Diego para los estudios y religiosidad, demostrados en los diez años que llevaba en el colegio dirigido por fray Pedro de Gante (1543-1553), el padre solicitó su ingreso en el convento, donde lo encontramos el año 1548 ayudando al de Gante como eficaz y fiel secretario. Fue precisamente él quien nos dio la noticia —el humilde lego la hubiera silenciado— de que éste recibió varias cartas de su pariente Carlos V pidiéndole que ocupara la sede arzobispal de México, vacante por fallecimiento de fray Juan de Zumárraga (1476-1548); petición que rechazó, dando motivo a que el Emperador, su pariente —¿hermano ilegítimo?— tardara cinco años en presentar al Papa al dominico granadino fray Alonso de Montúfar (1489-1572), que ocupó la sede mexicana el día 23 de junio del año 1554 y tendría un trato muy diferente, por lo duro, a los frailes, incluso a los de su Orden. Pese a la prohibición eclesiástica de admitir al saEscena de la evangelización, grabado de la Rethorica Christiana

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indígenas en los diez años que fue dirigido y administrado por los franciscanos y cuya decadencia conoció, con pena, fray Diego, al pasar a la dirección y administración de los nativos y poco después al clero secular.

cum, de fray Juan Focher, que publicará después en Sevilla el año 1574. Moró en su patria de Tlaxcala y también fue guardián en aquel convento, en cuya portería existió su retrato, sustituido hoy por una moLabor sacerdotal y desta litografía. En 1569 era misionera en México Valadés guardián del convenDe los 30 años que Valadés to de Tepexi del Río, en tierra trató a sus indios, 22 lo hizo de indios otomíes, y en octuconfesando y predicando; lo bre de ese año se celebró allí que pudo realizar con fruto una junta de frailes teólogos gracias a que dominaba los de las tres órdenes religiosas idiomas latín, náhuatl, español, —franciscanos, dominicos tarasco y otomí; especialmente y agustinos— con el virrey a los fieros chichimecas, como Martín Enríquez de Almansa él mismo nos narraría desde (1568-1580) para tratar el España en 1571: «Andando yo candente asunto de la justiocupado en la conversión de ficación de la guerra contra los chichimecas, en que todos los indios llamados chichimeellos respondieron y firmaron cas, si escapé de su furia, Los Doce plantan la santa Cruz en Nueva España, que no sólo era lícito sino con gran riesgo de mi vida lienzo de Tlaxcala (s. XVI) también era obligado hacerlo; y la de mis compañeros, fue a costa de perder todos los libros que había compila- y aunque las firmas se han desaparecido, es lógico que do desde mi mocedad, con la labor y vigilias que me también estuviera la de fray Diego, que terminaba sus costaron», salvando tan sólo el Itinerarium Catholi- hazañas misioneras y preparaba su traslado a Europa. Estancia en Europa Embarcado en Veracruz, llegó a Europa en 1571 y se dirigió primeramente a Francia para asistir al Capítulo General, aprovechando su estancia en París para entrevistarse con el general de la Orden, y bajando luego a España, donde estaba el año 1572. Al pasar por la ciudad de Vitoria aprovechó para visitar al hermano de hábito fray Jerónimo de Mendieta, que moraba en su viejo convento san Francisco, descansando de su labor educadora en Nueva España. Y a este benemérito entregó nuevas órdenes del ministro general de la Orden para que volviera a México; lo que aprovecharía Mendieta para escribir, a finales de siglo, la valiosa Historia Eclesiástica Indiana (México 1870).

Cortés recibe reverente a los Doce apóstoles de Méjico, mural de la portería del convento de Ozumba (México)

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El bautismo de Cuauhtémoc por fray Bartolomé Olmedo (fragmento) (c. 1752), óleo de José Vivar y Valderrama

Continuó camino rumbo a Sevilla para llevar recados a don Juan de Ovando y Godoy, presidente del Consejo de Indias (1571-1575), al que dio cuenta de su viaje a Francia y otros camino. A la bella ciudad hispalense llegó en abril de 1572 y en ella permaneció, al menos, hasta 1574, ocupando el tiempo en cumplir el mandato del padre general de perfeccionar, arreglar, corregir y pulir el manuscrito Itinerarium catholicum proficiscentium ad infideles convertendos, de su hermano de religión, Focher, quien no había podido terminar por fallecer en México el año 1572. El 4 de octubre de 1573 aprobó su impresión y publicación el guardián del convento sevillano de san Francisco, donde Valadés se alojaba, saliendo de la imprenta en 1574. Dada la proximidad con Sevilla, es muy posible que fray Diego Valadés también se alojara en el convento de Loreto, del cual salieron muchos franciscanos para misionar en la Nueva España y demás Indias. A principios del año 1575 estaba ya Valadés en Roma, presentando al papa Gregorio XIII los grabados que adornarían su libro Rethorica Christiana. En la urbe asistió al capítulo general de la Orden el 25 de mayo de 1575, al que asistió el Papa y Valadés obtuvo el importantísimo cargo de Procurador de la Orden. En Roma preparó la publicación de la antedicha obra, que mostró al Pontífice antes de llevarla a la imprenta en Perusa. Nuestro ameno literato pensó que, al estar fuera de España, podía imprimir su obra sin licencia del rey, dueño de México. Al saberlo el estricto Felipe II escribió a la Santa Sede para que no le permitiera publicar el manuscrito y ordenó al embajador de Es-

paña que sacaran de Roma a Valadés; lo que se cumplió el día 10 de mayo de 1577, después de que dejara su cargo. Parece que fue enviado a la casa de estudios del convento de Monte Ripido, cerca de Perusa, y allí —aprobada por el Papa y libre de censura de la Orden— en mayo de 1579 acabó la impresión de su tan costosa, querida e interesante obra, en edición digna pese a llevar un papel menos lujoso del que él quisiera. En abril de 1581 se hallaba en el convento de Monte Negro, cerca de Liorno, donde escribió la obra Assertiones Catholicae contra Praecipuos Aliquot Haereticorum Errores, que permanece inédita en la Biblioteca Vaticana. Escrita por mandato del cardenal Guillermo Sirleto y dedicada al papa Gregorio XIII, hizo posible que éste firmara la reforma del Calendario Juliano. Serenadas las aguas, fray Diego regresó a Roma el año 1582. Desde la Ciudad que tanto quiso y donde tan buenos amigos tuvo, el 8 de febrero de 1582 envió a México una colección muy valiosa de reliquias, con firma del Papa, en regalo a las monjas de santa Clara. Es la última vez que encontramos a fray Diego Valadés, que entonces tenía 44 años de vida. El humanista franciscano fray Valentín Fricio hizo una traducción parcial al alemán de la obra de fray Diego, editada en Ingolstadt, en 1588. Una de las glorias que adornan al sabio Valadés es el haber sido el primer mexicano —cinco compatriotas lograrían imprimir sus obras en el siglo XVI, en el Viejo Mundo, después que él— que imprimió un libro en Europa, dedicado al papa Gregorio XIII, el pontífice que reformó el calendario. El año 1579 apareció, en la

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scriptoriumguadalupense critor a su regreso a Nueva España, animado por Valadés, que tal vez le ayudó. Y aprovechando a cronistas como Gómara (1511-1566) y Motolinía (14621589), que nos dice curiosidades como que los españoles aprovecharon las piedras para construir casas suntuosísimas; se admira de los viejos ahuehuetes, bajo cuya sombra se podían acoger mil indígenas; que los dioses mexicanos eran dos mil. Defiende con energía la inteligencia de los indios; recuerda la piedad de Hernán Cortés pidiendo frailes al Emperador; cómo su compañero fray Jacobo de Testera (c. 1470-1543) introdujo en México el sistema de enseñar la religión cristiana por medio de pinturas; critica la colocación de la ciudad de México, siendo de la opinión de que se trasladase a lugar seco y abierto, tema que se discutió con todo ardor con motivo de la terrible inundación el año 1629. Según el teólogo y matemático español Pedro Chacón y Chacón (15261581) al servicio de Gregorio XIII, Diego Valadés escribió también un Cathecismus Viridarum Animae, algunos opúsculos en idioma mexicano y el libro Vergel del alma. Parece que vio sus manuscritos, pero se ignora dónde y nunca han sido publicados. Portada de la Rhetorica Christiana de fray Diego Valadés (Perugia 1579)

ciudad italiana Perusa, el grueso volumen de la Rhetorica Chistiana, donde descubre su extensa cultura renacentista, adquirida en el primer colegio del Nuevo Mundo, fundado y dirigido por fray Pedro de Gante. Al prologar el Itinerarium Chatolicum, lamenta la pérdida de todos sus libros al ser atacado por los chichimecas cuando trataba de evangelizarlos. Para comprender la cultura extraordinaria derramada por fray Diego en sus obras hay que saber que consultó una larga lista de clásicos latinos, griegos, Padres de la Iglesia… Cita al franciscano Alfonso de Castro, Melchor Cano, Benito Arias Montano, Miguel de Medina, Luis Vives, Luis de Granada, Luis Dolce, Alonso de la Veracruz. El primero y que mejor habló sobre la evangelización fue, sin duda, el franciscano fray Jerónimo de Mendieta (1525-1604), es-

Fuentes de consulta Francisco De la Maza, Fray Diego Valadés, escritor y grabador franciscano del siglo XVI. México, UNAM, 1946. Esteban Julio Palomera, SJ, Fray Diego Valadés: El hombre, su época y su obra. México, UIA, 1988. (Tesis doctoral UNAM, 1962; México, Jus, 1963). AA.VV. Acerca de fray Diego Valadés. Su Retórica Cristiana, México, UNAM, 1996. Isaac Vázquez Janeiro, «Fray Diego Valadés. Nueva aproximación a su biografía», en Actas del II Congreso Internacional sobre los franciscanos en el Nuevo Mundo (siglo XVI) [La Rábida, 21-26 de septiembre de 1987], Madrid 1988, pp. 843-871.

2.- El título, vertido al español por el jesuita Palomera, es: Estado religioso de los indios de todo el Nuevo Mundo de ambas Indias, de Oriente y Occidente. Recopilado y resumido de historias hechas concienzudamente: especialmente de la Crónica de la Orden Descalza, del R. P. Fray Francisco Gonzaga, y de la Rhetorica Christiana, de fray Diego Valadés, traducido del latín al alemán culto, por fray Valentín Fricio, de la Orden Descalza, confesor y comisario general de Austria, Alemania y Polonia… Impreso en Ingolstadt el año 1588. (Cfr. Esteban J. Palomera, p. 147, nota 28). 3.- Francisco López de Gómara, Historia General de las Indias, Zaragoza 1552. 4.- Fray Toribio de Benavente o Motolinía, OFM, Historia de los indios de Nueva España (1536-1541).

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La imagen de Guadalupe de los escuadrones del rey Alfonso XI

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residiendo el altar mayor de la hermosa iglesia de san Lucas de Jerez de la Frontera se venera una antigua imagen con la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, transformada y reformada en repetidas ocasiones, es difícil apreciar la primitiva imagen gótica que data del siglo XIV, pero es, sin embargo, organolépticamente perceptibles, en los principales rasgos faciales, especialmente en su disposición marcadamente frontal y su visión perdida en el horizonte. La adecuación de la imagen para ser vestida, la encarnadura y las manos son fruto de las transformaciones que se efectuaron desde el siglo XVII, coincidiendo con la renovación y auge de su devoción en la ciudad jerezana. La imagen que traía Alfonso XI Profundizando en la génesis de esta imagen de Nuestra Señora hay que retroceder a la primera mitad del siglo XIV. España está bajo el reinado de Alfonso XI [1311-1350] que estuvo personalmente interesado en la reconstrucción de la ermita de Guadalupe, encontraba es un estado ruinoso; gran devoto de imagen extremeña, tuvo ocasión de venerarla durante su viaje por tierras de Extremadura en 1335. Cinco años después ordenó construir otra iglesia mayor, creando en ésta un priorato secular que declaró de su real patronato. De este modo, la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe estaría notablemente presente en el final de su reinado y en especial durante la dura campaña militar contra los musulmanes, que había encomendado a la Virgen de la hoy Extremadura. De hecho, según la tradición, el rey habría dado esta misma advocación a la imagen que llevaba con sus escuadrones, que se ha venido identificando con ésta de Jerez que nos ocupa y que habría acompañado al monarca en su oratorio de campaña e incluso en el arzón de su caballería, de lo que habría de ser prueba la argolla que tiene colocada a la espalda, que se ha relacionado con el sistema de sujeción a la silla de montar. En efecto el rey Alfonso XI, tras la crucial victoria en la batalla del Salado en 1340, se habría dirigido a Jerez y tras el rezo

JEREZ DE LA FRONTERA. Virgen de Guadalupe

de un solemne TE DEUM de acción de gracias en la iglesia de san Lucas, dejó en la misma, a modo de exvoto, su imagen de la Virgen de Guadalupe para que recibiese culto y fuese venerada públicamente a partir de entonces, por su decisiva intercesión en el victorioso desenlace de la lid. Devoción de los jerezanos a la de Guadalupe En Jerez, la devoción a la Virgen de Guadalupe traspasó las fronteras cronológicas del periodo de reconquista, de modo que durante siglos la imagen continuó presidiendo el templo parroquial desde su altar mayor, al tiempo que era objeto de una consolidada devoción. Figura decisiva en la renovación de la devoción a la Virgen de Guadalupe en el siglo XVII fue el beneficiado de la propia parroquia D. Gonzalo de Padilla, quien revitalizó su cofradía, compuesta

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por miembros de la nobleza de la collación, que cada año le ofrecían un solemne octavario en Pascua de Pentecostés, cuyos sermones quedaban a cargo de los predicadores más notables, según relatan los historiadores del momento. Dan fe de la continuidad de la devoción durante el siglo XVIII, en la que fue clave el doctor Juan González de Silva, también beneficiado parroquial de san Lucas, además del propio retablo mayor, costeado por su cofradía, las ofrendas recibidas por parte de devotos en forma de coronas, mantos y otros elementos de su ajuar que queda anotadas en los antiguos inventarios, y de las que han llegado a nuestros días las destacadas piezas de orfebrería que la engalanan. El milagro del esclavo moro Cuando se estaba redactando la Historia Universal de la Virgen de Guadalupe, el cura beneficiado de san Lucas, D. Juan González de Silva, remitió a su autor, Fray Francisco de San José, una breve relación de los innumerables prodigios realizados por la imagen jerezana. Entre ellos se describe con detalle uno concerniente a un esclavo moro de la familia Grabado del milagro del esclavo moro, José de San Roman y Codina (1768)

Dávila que se convirtió al cristianismo por la acción milagrosa de la imagen jerezana de la Virgen de Guadalupe. «Una noche de los días del Octovario de la Santa Imagen se quedó oculto en la iglesia un moro de profesión, esclavo de cierto cavallero de la familia de los Dávilas de esta ciudad, con ánimo de robar las joyas que tenía puesta la imagen. Quando le pareció hora en que nadie podía impedirle, puso en execución sus deseos, y alargando la mano a la primera, le asió la Imagen un dedo de la suya, teniéndole assí preso toda la noche, aunque hizo el Moro quanto pudo por desasirse, hasta que por la mañana vinieron los cofrades, a cuya vista, entendido por ellos todo el caso, le dexó en su libertad. Pero convertido a nuestra Santa Fe; y así comenzó a pedir el agua del Bautismo, diciendo quería ser christiano, y servir toda su vida a Señora tan portentosa. Y, aunque pudo presumirse fuesse fingida su conversión

Lienzo anónimo que reproduce el milagro del esclavo moro

1.- Francisco de san José, OSH, Historia Universal de la primitiva imagen, Madrid (por Antonio Marín) 1743, cap. XX, pp. 131-134.

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scriptoriumguadalupense / 25 por temores del castigo que merecía tan horrendo sacrilegio, pedía el Bautismo con tales ansias, que se tuvo su conversión por verdadera, y assí se vio en el efecto, perseverando hasta el fin de su vida devoto y firme, como buen christiano, en el servicio de la Santa Imagen, para que le dio libertad su dueño»1 Esta escena milagrosa debió de ser conocida todavía más a raíz de la difusión del grabado abierto por el estampero sevillano José de San Román y Codina en 1768, que reproduce con notable fidelidad la embocadura del camarín y su interior, realizado, como todo el retablo, por el entallador Francisco Navarro en 1723. Es sin duda esta estampa la que también sirve de modelo a la pintura del anónimo pintor, que pese a su discreto pincel, supo actualizar estilísticamente el pasaje, suprimiendo el camarín a favor de una suerte de dosel con galería mixtilínea, de la que cuelgan cortinas recogidas a la altura de su tercio inferior. Dos inscripciones aparecen en la pintura. La primera de ellas es una suerte de boca-

dillo lineal, tomado literalmente del grabado de san Román, escapa de la boca del joven moro como expresión de sus palabras de angustia ante el extraordinario portento y reza «suelta AM (entrelazadas)». La otra inscripción presente en el cuadro, y que no deja de ser ciertamente desconcertante, está en la esquina inferior derecha que reza «13 de marzo de 1603 a las 5 de la tarde», probablemente haga referencia al momento preciso del intento de robo y milagrosa conversión, aunque esa hora vespertina parezca contradecirse con el relato de fray Francisco de San José. Bibliografía consultada Fray Francisco de San José, OSH, Historia Universal de la primitiva imagen… Madrid (por Antonio Marín 1743), pp. 131-134. Luis de Grandallana y Zapata, Noticia histórico-artística de los monumentos de Jerez (1885), (Jerez 1989), p 57. Fray Esteban Rallón, OSH [1608-1689], Historia de la ciudad de Xerez de la Frontera y de los reyes que la dominaron desde su primera fundación. Edición de Ángel Marín y Emilio Martín (Jerez, 1998, 2003), volumen II, p. 132.

JEREZ DE LA FRONTERA. Iglesia de san Lucas

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Doce caminos de peregrinación a Guadalupe IV

Camino de Cabañeros Textos y mapa de APRODERVI Revisados por nuestra Redacción

Bibliografía, Naturaleza, Aspectos Etnográficos y Equipamientos, en http://www.aprodervi.com/

Datos: Poblaciones: Alcoba de los Montes-Horcajo de los Montes-Bohonal-Anchuras-Minas de santa Quiteria-Puerto ReyAlía-Guadalupe: 124 Km. Comarcas que atraviesa el camino: Montes de Toledo: 3.052,33 km², 67.454 Hab; La Siberia: 3.0330,01 km², 27.701 Hab; La Jara: 1. 894 km², Hab 88.003; Villuercas-Ibores-Jara: 2.245 Km², 16.800 Hab. Una ruta segura Desde la Edad Media, la fe del hombre cristiano en recorrer grandes distancias con un fin estrictamente religioso, fue una de las características esenciales en la consoli-

dación de los centros de peregrinación españoles. Todo ello suponía un desafío a la capacidad humana, rasgo inconfundible del peregrino que se disponía a realizar el camino: distancia, parajes difíciles de recorrer, ausencia de senderos o condiciones precarias, dificultad de alojamiento, escasez de alimentos y riesgos físicos. Es por ello que uno de los principales problemas a que debía hacer frente la institución guadalupana para asentar los caminos de romería, era la enorme extensión despoblada de las comarcas lindantes al monasterio. Esto hace difícil el viaje a los peregrinos, que debían atravesar durante varias jornadas de dura marcha unos montes deshabitados, sin encontrar refugio y pudiendo ser más fácilmente víctimas de los salteadores. Sin dejar de prestar atención a la falta de alimentos que, por improvisación, desconocimiento o por circunstancias fortuitas, pudiera sobrevenirles. La realidad es que no eran pocos los peregrinos que habiendo emprendido el camino de Guadalupe, fallecieran por estas causas en el viaje. El problema que planteaba el tránsito por estas tierras era perfectamente conocido por el propio rey Pedro I hacia finales del siglo XIV, que pudo comprobar las dificultades que el viaje presentaba. No obstante, sabemos que el trasiego de romeros que procedían del Este, sobre todo en los siglos XV y XVI, utilizaban este camino por considerarlo más seguro que las otras dos vías de peregrinación guadalupanas, nos referimos al Camino de los Montes de Toledo, y al de Levante, desde Saceruela (Ciudad Real). Un gran protagonista de esta vía, que contribuyó a afianzarla como una ruta más segura, lo encontramos

Tabla del río Bullaque, junto al volcán del Cerro Santo (Porzuna, Ciudad Real)

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en la figura de Alfonso XI de Castilla (1312-1350), fundador y gran benefactor de Santa María de Guadalupe. Bajo su reinado mandó allanar el paraje, donde empieza a declinar la sierra de Altamira, a su paso por la población de Puerto Rey, para facilitar el paso de la comitiva real y de los peregrinos de Guadalupe. Los Estados del Duque El actual Camino de Cabañeros nace en el hoy Parque Nacional de Cabañeros, demarcación de los Montes de Toledo, provincia de Ciudad Real, ya que gran parte de su recorrido discurre por esta zona de sierras de mediana altura y rañas. El inicio del recorrido está en Alcoba, población perteneciente desde 1542 a los antiguos Estados del Duque. La historia de estos estados principia en 1548, cuando el término municipal de El Robledo, anejo en aquel tiempo a la villa de Porzuna y territorio de la Orden de Calatrava, fue vendido por Felipe II —quien gobernaba, a la sa-

zón, el reino al encontrarse su padre, Carlos I, en Alemania— al mariscal de Castilla, don Ares Pardo de Saavedra. Los vecinos, viéndose perjudicados por esta venta al entender que se conculcaban algunos derechos adquiridos, reaccionaron redactando a nuevo señor un protocolo de demandas. Éste reconoció los usos sobre el aprovechamiento de pastizales, leña, caza y pesca del río Bullaque, de los actuales términos municipales de Malagón, Los Cortijos, Porzuna, Fuente el Fresno y Robledo, en la llamada Escritura de Concordia, aprobada por el emperador Carlos I el 5 de mayo de 1552. Cuando los descendientes de Pardo de Saavedra emparentaron con los de Medinaceli, los términos antes señalados empezaron a conocerse bajo el título de Estados del Duque de Medinaceli. Los Montes de Toledo La mayor parte del recorrido la realizaremos a través de los Montes de Toledo, un conjunto de sierras y macizos montañosos de mediana altitud, modelados sobre un roquedo antiguo compuesto mayormente por capas de pizarra y cuarcita. Su vegetación y fauna conserva una continuidad y amplitud excepcionales, formando una mancha de monte de gran riqueza botánica y fáunica. La denominación de Montes de Toledo le viene dada desde 1246, pues hasta la desamortización de Pascual Madoz (1855) fueron propiedad de la ciudad de Toledo. En sus Ordenanzas de Uso, compiladas en el siglo XVI, se regulaba la agricultura, ganadería, apicultura, leñas, carboneo y extracción de maderas, a fin de asegurar los recursos naturales, constituyendo un compendio de selvicultura mediterránea. Se impuso también un rígido sistema fiscal sobre los pobladores con el portazgo y dozavo, lo que, unido a la adversa orografía, provocó una disminución de la población, así que, del siglo XIII al XX, desaparecieron de los Montes numerosos núcleos. En consecuencia, el monte ha llegado a nosotros escasamente modificado

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scriptoriumguadalupense y roturado sólo en el entorno de los pueblos. En ellos nos encontramos con el Parque Nacional de Cabañeros, que debe su nombre a las chozas utilizadas tradicionalmente por pastores y carboneros como refugio temporal de sus labores. Estas cabañas de forma cónica, se techan utilizando vegetación del entorno. La extracción de carbón vegetal y corcho, el pastoreo, la agricultura de subsistencia, la apicultura fueron las actividades que se desarrollaron en el entorno de Cabañeros. Este parque natural, aparte de dar nombre a nuestro camino, fue célebre por haber estado a punto de convertirse en campo de tiro del Ejército del Aire en 1988. Actualmente supone uno de los rincones protegidos más importantes de la península Ibérica y de Europa, refugio de grandes rapaces, como la escasa águila imperial ibérica, el buitre leonado y negro, el águila real y otras especies en peligro de extinción, como la tímida y rara cigüeña negra. Pero no es Cabañeros todo lo que reluce en este camino; desde el punto de vista medioambiental hallamos zonas de especial protección para las aves (ZEPA) en la cuenca media del Guadiana y sus laderas vertientes: valle del Guadarranque, sierra de las Villuercas; lugares de interés comunitario (LIC) en las lagunas de Horcajo y Alcoba, el río Guadalupe, protegido por leyes extremeñas de corredor ecológico y biodiversidad. Pocos itinerarios como el que nos ocupa pueden presumir de transitar, casi en su totalidad, por tan diversas y espectaculares espacios naturales.

La Chorrera, en Horcajo de los Montes (Ciudad Real)

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Parque Nacional de Cabañeros

El camino de Cabañeros El itinerario empieza en la localidad de Alcoba, cuya fundación estuvo relacionada con la cercana calzada romana que unía Toletum con Emérita, aunque su toponimia la vincule al paso de los musulmanes. Tras Alcoba encontramos el fiel reflejo de estos pueblos a la Virgen de Guadalupe en Horcajo de los Montes. Fruto de ese fervor y el aumento de peregrinos a tierras extremeñas está en la construcción de una pequeña ermita consagrada a la Virgen Negra. Cada último domingo de agosto se celebra la romería, en la que los horcajeños suben a la ermita y traen la imagen de la Virgen hasta la parroquia de san Antonio Abad. La sacan en procesión el día 8 y siguen de fiestas hasta el domingo siguiente en que devuelven la imagen a su ermita. En Horcajo de los Montes dejaremos atrás las tierras de Castilla-La Mancha para adentrarnos momentáneamente en las de Extremadura por Bohonal, pedanía de Helechosa de los Montes, provincia de Badajoz. Ubicada en un entorno natural privilegiado, Bohonal es la puerta de la reser-

Chozo de cabañeros

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va regional de caza de Cijara, aunque sea el pueblo más alejado de la capital de la provincia (a 244 km de Badajoz), estando más cerca de capitales como Ciudad Real (98 km), Toledo (128 km), Cáceres (186 km), Madrid (199 km), Córdoba (217 km) o incuso Ávila (225 km). Desde Bohonal el camino regresa a tierras castellanomanchegas por Huertas del Sauceral y Anchuras, famosa por la lucha que protagonizó a finales del siglo pasado para evitar que el Ejército del Aire instalase un campo de tiro en sus inmediaciones, el mismo que se quiso poner en Cabañeros. Cruzamos las Minas de Santa Quiteria, pedanía nacida de una explotación de plomo en las cercanías de la vieja Cordovilla. Continuaremos hasta Puerto Rey, ya de nuevo en tierras extremeñas, cuyo topónimo deriva del allanamiento de paso que mandó hacer Alfonso XI. Aquí se abren tres puertos, a saber: el Viejo, el del Rey y el de la Virgen. Los tres comunican el municipio de Sevilleja con Alía, en la provincia de Cáceres, la última localidad que visitaremos antes de llegar, por el camino viejo de peregrinos, al monasterio de Guadalupe.


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Entremos a su morada

Crónica del Novenario y Fiestas Mayores de Guadalupe

[El Menor de sus Capellanes] ¡Despertad, cítara y arpa! Despertaré a la aurora. Como lucero que trae el día, llegaron a sus umbrales los peregrinos de la villa de Guadalupe, convocados por cuarta vez consecutiva a iniciar el Novenario de septiembre con una caminata. Hacia las 7:30 del domingo 30 de agosto de este año de gracia de 2015, los habituales de esta marcha se agolpaban en las aceObispos, fieles y Seises en la apertura del Año Santo ras del antiguo matadero para iniciar el camino, que bajando por la variante tural de Malpartida de Cáceres y obispo de Coria-Cáenfila la carretera vieja hasta divisar los pináculos del ceres; D. Amadeo Rodríguez Magro, de la provincia alcázar de la Virgen. A la altura del viaducto, cuando el de Badajoz y obispo de Plasencia, y el arzobispo mesol ya doraba los picachos serranos, se inició el rezo tropolitano de Mérida-Badajoz, D. Celso Morga Irudel rosario. Sobre el alféizar del mirador del Ave Ma- zubieta. Cerró el ciclo novendial el guardián y comuría se hizo la estación correspondiente y, con el canto nidad del Real Monasterio. de las Letanías, ingresamos en la puebla, adormilada Apertura del Año Santo aún por los estertores sabatinos. Abridme las puertas Las Novenas de 2015 han sido tres: a las matutiy entraré para dar gracias al Señor. nas y vespertinas tradicionales, se añadieron las del Con una gran entrada de romeros y vecinos, el sámediodía con rosario y misa de peregrinos (por el Año Santo y de prueba). Concurridas y devotas, co- bado día 5 de septiembre se inauguró el Año Santo mo siempre, mañana y tarde, con largo sermón ar- Guadalupense con el peculiar rito de apertura de la ciprestal (y de ver cómo cantan la Loa, que, sin ne- Puerta Santa. Abarrotado el atrio de fieles —tantos y cesidad, parece sea el foco de atención y la comidi- tan adictos que hubo que desalojar la escalinata de lla del vecindario). Bajo el lema Muéstranos a Jesús. ingreso para proceder a los ritos—, salió la proceCristo en el misterio de Cristo y de la Iglesia, este sión del patio de los peregrinos, junto a la llamada año, los frailes invitaron a predicar a los arciprestes iglesia de la Santísima Trinidad, donde el guardián y de Plasencia (D. Felipe García Mateos), Talavera (D. media docena de presbíteros habían oído en confeLuis Mariano Gómez Alonso), Almendralejo (D. José sión a muchos penitentes. Detrás de la Cruz y los ciMaría Barrantes Gil) y Valencia de Alcántara (D. Da- riales, las insignias basilicales y los Seises de la SIC mián Amores Fuste), aunque no todos trajeron pere- Primada, llegaron al umbral de la basílica los fraigrinos, que es parte del proyecto iniciado hace cua- les franciscanos, numerosos sacerdotes celebrantro años. Los últimos cinco días del grave novena- tes, el obispo emérito de Segovia, D. Ángel Castro rio vespertino fueron presididos y predicados por Rubio, hijo predilecto de Guadalupe, y el metropoliD. Ciriaco Benavente Mateos, extremeño de nación tano y obispos sufragáneos de Mérida-Badajoz juny obispo de Albacete; D. Francisco Cerro Chaves, na- to a nuestro arzobispo D. Braulio Rodríguez Plaza,

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plazamayor / 31 el nuevo párroco de Guadalupe, fray Manuel Tahoces Fernández, acompañado de la junta directiva de las Damas, se dirigía al arco de las Eras para venir en procesión hacia el templo y realizar la tradicional Ofrenda Floral ataviados con trajes regionales. Formada la torre de flores bajo el crucero, D. Braulio presidió la eucaristía, que predicó el P. Antonio Arévalo, rector de la basílica, retransmitida a toda España por las cámaras de 13TV. Acompañó la celebración el coro folclórico de Orellana la Vieja.

Emotivo rito de apertura de la Puerta Santa

Patronazgo y ofrenda floral Eché raíces entre un pueblo glorioso. Al día siguiente, domingo 6 de septiembre, era la fiesta principal de este Título de Nuestra Señora, Patrona principal de Extremadura. Sobre las 11 de la mañana,

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quien presidió la celebración. Concluido el canto de las Letanías lauretanas, ante la Puerta Santa adornada con guirnaldas y flores, se hicieron las moniciones y se rezó el Invitatorio; luego, el Arzobispo Primado abrió pausadamente las hojas de las puertas de bronce en medio de un contenido silencio, roto por las campanas y el órgano de la basílica. Ya reunido el pueblo con sus pastores ante el altar de Santa María de Guadalupe, ataviada con ricas galas, se celebraron los sagrados misterios y se continuaron absolviendo pecados. El acto de inicio del Año Santo fue cerrado con una manifestación folclórica en honor de la Virgen ofrecida por los coros y danzas La Dehesilla, de Miajadas, por la provincia de Cáceres, y el grupo Caramancho, de Don Benito, por la de Badajoz.

Descendimiento de Nuestra Señora Desciende ya del monte Líbano, desciende, y cantaremos tu belleza. El traslado o descendimiento de la sagrada imagen de Nuestra Señora, desde el edículo el trono hasta el baldaquín regio que ocupará durante el Día Festivo, se hace la tarde del día 6, acabado el pontifical presidido por el Arzobispo emeritense. El ritual, no por repetido menos imponente, al que se suman cada año nuevos clérigos, empieza en la capilla de santa Catalina, donde se forma el cortejo y el guardián (al menos el actual) da los avisos a fin de que se guarde silencio y no se hagan fotografías. Cuando comprende que los sacristanes han concluido su trabajo en el camarín, el mismo guardián encabeza las filas y entona el Magníficat. Al llegar el cortejo al camarín, terminado el canto, el guardián inciensa la vetusta imagen, cubierta ya con un velo de encajes y flanqueada por dos cirios encendidos sobre un altar portátil. Uno de los frailes ayudantes del sacristán mayor, revestidos todos con

Vista panorámica de las naves el día 8 de 2015

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Arzobispos y obispos celebrantes el día 8 de septiembre

Diario HOY

roquete, entrega el azafate de cristal de roca con el Niño Jesús al prelado que nos acompañe ese día (arzobispo, obispo o ministro provincial); y a otras dignidades eclesiásticas, el bastón de mando, la corona rica (a la que se ha fabricado un soporte seguro y elegante para estos avatares), y alguna otra alhaja, ya que los vestidos y demás aditamentos, se tienen dispuestos junto al sepulcro del prior Juan Serrano. Enseguida, el padre guardián —en la noche más dulce de su oficio— toma la venusta imagen de Santa María y, con la ayuda del sacristán mayor, la desciende hasta depositarla en la Cama de la Mora, pabellón

Tribuna de Autoridades autonómicas, provinciales, locales, militares y culturales

de damasco rojo donde se adereza nerviosamente para presentarla cuanto antes al pueblo. Porque mientras los frailes y sus huéspedes proceden al traslado, la muchedumbre abarrota las naves, puertas y atrio de la basílica. Durante años, algunos frailes —siendo el más repetido el P. Sebastián García, que en Gloria esté— han venido jaleando esta espera hasta el límite de la exaltación popular vociferante y las lágrimas. Queriendo dar a la ceremonia un tono más recogido y fervoroso en los años venideros, por nuestra parte se han suprimido las arengas y los vítores, ofreciendo en su lugar el canto de la messo soprano Isabel Plaza Cordero. Llegado el momento anhelado, salen los frailes con el resto del cortejo al presbiterio por la credencia del Evangelio. Y el guardián, revestido de pluvial ante la Cama de la Mora —en la única noche memorable de su oficio—, hace una leve indicación al sacristán mayor para que alce la cortina y descubra la imagen (como aquel bendito día en que el vaquerillo afligido, con su muchacho resucitado de la mano y los clérigos de Cáceres, desvelaron la sierra con la figura de esta Niña Negra). Hay clamores y vítores y aplausos y corren ríos de lágrimas…, luego se canta la Salve y se nubla de incienso el trono hasta que, a otro leve gesto

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plazamayor / 33 del oficiante, caen lentamente las cortinas… No nos ocultes la belleza de tu rostro, oh toda hermosa, Virgen hija de Sión.

8 de septiembre, la fiesta popular ¿Quién es aquella que se alza cual aurora y resplandece tan brillante como el sol? Vestido de azul y oro, el martes se abre paso entre los matorrales y hoces de las Villuercas. ¡Bendito día del Nacimiento de la Niña Negra que agavilla tanta luz! A las claras del día se reza el rosario por las callejue-

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Venir a pie en romería Ya están pisando nuestros pies, tus umbrales, Jerusalén. A las 10 de la mañana de la víspera de la natividad de Nuestra Señora, se traslada la sagrada imagen de la Cama de la Mora al baldaquín. Los romeros de septiembre, que han llegado caminando, aclaman a la Virgen por haber encontrado en ella socorro y se disponen a participar en la Misa de peregrinos, que preside fray Antonio Arévalo, rector de la basílica. Como ya es tradición cada domingo, saluda a los romeros citando sus lugares de procedencia, gracias a que están a disposición del caminante las fichas de solicitud de credenciales o Guadalupeñas. Ofrecido el sacramento con brevedad de sermón, pues la mayoría debe estar de pie en las naves del templo, se ordenan las filas del besamanto, momento en el que los frailes distribuyen las estampas con la Oración del Año Santo. Para mayor devoción y recogimiento, el rector recita con el pueblo las letanías, entona cantos y predica la Indulgencia plenaria para conocimiento de todos. Mientras suben las hileras de ro-

meros las escaleras del presbiterio se vocean los nombres de santos peregrinos de esta Casa: el arzobispo Juan de Rivera, el predicador Vicente Ferrer, el maestro Juan de Ávila, los reformadores Pedro de Alcántara y Teresa de Jesús, los fundadores Juan de Dios y Beatriz de Silva, los penitentes Francisco de Borja y Cristóbal de santa Catalina, el misionero Antonio María Claret, el presbítero Josemaría Escrivá, el papa Juan Pablo II, los mártires de la persecución religiosa… El día fenece con la Vigilia mariana, que preside el párroco Tahoces, mientras lugareños y forasteros se solazan a las puertas basilicales con los fuegos de artificio y la verbena programada por el Ayuntamiento. El santuario, según costumbre muy antigua, permanece abierto toda la noche, aunque no son tantos los que velan como antaño, caldeados por el ímpetu de aquel vigía de Almendralejo, Cándido, que cruzó resulto los umbrales del cielos va ya para tres años.

La carroza de la Virgen en el claustro mudéjar

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plazamayor za pública (aunque teniendo a favor la benevolencia de todos), la procesión salió de la puerta del relicario (los jerónimos acostumbraban llevar reliquias a esta procesión, de ahí la inercia del punto de salida), seguida por los padres arzobispos y obispos y de numeroso clero. Por segundo año consecutivo, la carroza —escoltada de uniforme por la Guardia Civil— cruzó los medios de las tres naves, permitiendo una mayor visibilidad a los fieles, y recorrió el claustro con sus cuatro estaciones, entre el canto litánico y los himnos populares de Guadalupe, de suerte que no se echara en falta ni nada ni a nadie. De vuelta a la iglesia por el mismo camino, el paso hizo estación frente a las puertas de la basílica, donde el padre guardián, revestido de pluvial y rodeado de frailes delante de la Virgen como ahora suele, tuvo fervorín y rogativas por la puebla del monasterio de Guadalupe y de quienes otros años estuvieron con nosotros, haciendo mención del P. Sebastián García y del poeta José Miguel Santiago, recientemente fallecidos. El último tramo procesional hasta la nave de santa Paula y la posterior vuelta al trono, se hizo con el mismo orden, pese al gentío que abarrotaba el templo y las muestras de exaltación mariana que a cada paso surgían. Depositada la bendita imagen bajo el pabellón regio de la capilla mayor, siguieron los vítores y las colas del besamanto sin tasa ni horario.

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las de la villa, que sabe unas llamadas y sus misterios para cantarlos… cuando apetece. Se lleva el estandarte de la basílica con la imagen de la Virgen, muy compuesto de bordados antiguos y recientes. Casi toda la mañana se oyen confesiones, recibimos peregrinos y visitantes, se besa el manto de Nuestra Señora hasta el pontifical de las 11. Cuando llegaron las autoridades, ya revestidos los arzobispos, obispos y presbíteros, la Coral santa María de Guadalupe inicia el canto, que hoy secunda, como es habitual, el P. Arévalo con los fieles. La muchedumbre llenó fervorosa las naves de la iglesia como cada año, y eso que éste del Año Santo ha sido pródigo en concentraciones… Oficiada la misa, el traslado de la sagrada imagen estuvo a cargo de ocho jóvenes de Guadalupe — la mayoría Caballeros de la Virgen o aspirantes a serlo—, guiados por el sacristán mayor, fray Javier Córdoba de Julián, y D. Javier Poderoso, a los que la Comunidad viene confiando tan importante servicio de piedad popular. El orden y policía con que lo hicieron fue alabado por la jerarquía eclesiástica y por el buen criterio de la mayoría. No faltaron los penitentes ni el cortejo de las directivas de Caballeros y Damas y de la Orden del Sacer, quienes no necesitan los puestos de honor (aunque los tuvieran reservados) para acudir este día al único sitio donde debe hallarse un ferviente hijo de la Señora: en misa. Sin necesidad de fuer-

Imagen de devoción

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Breviario

u Jacinto Núñez Regodón,

vicerrector de Salamanca

Myriam Cortés, catedrática de la Facultad de Derecho Canónico y nueva rector de la Universidad Pontifica de Salamanca (UPSA) acaba de nombrar vicerrector de dicha universidad al canónigo lectoral de la diócesis de Plasencia y teólogo, D. Jacinto Núñez Regodón. Natural de Santa Ana (Cáceres) 1955, es profesor numerario de la UPSA, donde el año 2013 accede al decanato de la Facultad de Teología. Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid) y en Ciencias Bíblicas por el Instituto Bíblico de Roma, amplió estudios de judaísmo y arqueología bíblica en Jerusalén, coronando el doctorado en Teología Bíblica, con premio extraordinario, por la Universidad Pontificia de Salamanca. En su tierra extremeña fue rector del Seminario de Plasencia y director del Instituto Teológico, afiliado a la Facultad de Teología de la UPSA, amén de director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe, promovido por las diócesis de la provincia eclesiástica de Mérida-Badajoz y patrocinado por la misma facultad. Ha impartido cuantiosos cursos y conferencias en las facultades de

España, Portugal, Italia, Polonia, Chile, Colombia y Perú, entre otras. Experto en temas de san Pablo, a cuyo estudio e investigación ha dedicado buena parte de su carrera, tiene publicados numerosos artículos en revistas especializadas, ponencias, monografías y libros de gran interés, como El Evangelio en Antioquia: entre el incidente antioqueno y la crisis gálata (Salamanca 2002). También ha coordinado varias obras: San Juan de Ávila, maestro de santos (Salamanca 2005), Ministerio apostólico y misterio pascual. Para una lectura pastoral de la segunda carta a los corintios (Madrid 2007), Nueva Evangelización. Retos y posibilidades (Salamanca 2012). Miembro de la Comisión que asesora a la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española, hoy día, el profesor Núñez explica en Salamanca las asignaturas Orígenes del cristianismo y las Cartas Apostólicas. En el transcurso del XV Encuentro de Rectores de santuarios de España, celebrado en nuestro monasterio del 29 de septiembre al 1 de octubre, D. Jacinto, después de confesar su devoción filial a la Morenita desde la niñez, dictó una sólida ponencia sobre el fundamento bíblico de la misericordia divina.

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Crónica de la Puebla Antonio Ramiro Chico

El pasado 5 de septiembre, Guadalupe asistió a la apertura del Año Santo Guadalupense, el segundo (20092010) de los concedidos a perpetuidad por san Juan Pablo II, según el Rescripto de la Penitenciaría Apostólica de 2005. Esta suerte que tiene Guadalupe y Extremadura de poder celebrar Años Santos a perpetuidad, tendría que ser mejor aprovechada por sus instituciones locales y regionales, para sentar las bases de un proyecto en el que estén implicados todos los colectivos y entidades bajo una misma marca, como ocurre ya en Santiago de Compostela o en Murcia con la Cruz de Caravaca, con el fin de dejar esas huellas que consoliden los caminos de peregrinación más señeros y vetustos de la Península Ibérica, y esto, sólo se logrará si se aúnan voluntades. INGENIERÍA CIVIL Y OBRAS HIDRÁULICAS El día 11 de julio, La Posada del Rincón, acogió unas Jornadas sobre Ingeniería civil en Extremadura y obras hidráulicas en Guadalupe, organizadas por la Universidad Popular Gregorio López, en las que el profesor David Fernández-Ordóñez, de la Fundación Juanelo Turriano presentó la trayectoria de la Fundación y expuso el estudio que hicieron en su día sobre el Arca del Agua y la Presa del Estanque. En la ermita del Humilladero, José Carlos Salcedo Hernández, arquitecto y profesor de la UEx hizo una master klas para el selecto grupo de participantes sobre aspectos históricos-artísticos de Guadalupe. Des-

Los miembros de Geoparques con la presidenta de la Diputación y el alcalde de Guadalupe tras el saludo y la visita guiada que les ofreció el padre guardián

pués de visitar las obras hidráulicas del siglo XIV, los participantes asistieron en la Casa de Cultura a la inauguración de la Exposición “La Ingeniería Civil”, que corrió a cargo de Rafael Pagés Rodríguez, decano del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras e Ingeniería Civil de Extremadura, que permaneció abierta desde el día 13 al 24 de julio. EVALUACIÓN Y CARTA VERDE DEL GEOPARQUE Durante los días 23 al 26 de julio, el Geoparque Villuercas Ibores Jara recibió la visita de destacados miembros de la Red Mundial de Geoparques, Zang Yuanhai, de China, y Charalampions Fassoulas, de Grecia, para evaluar dicho territorio, ya que es necesario cada cuatro años revalidarlo. Tras las visitas al Geoparque, se presentaron los preceptivos informes técnicos que sirvieron para completar el dossier de evaluación, en los que Geo-

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villuercas informó de las infraestructuras de los servicios turísticos, empresas, geoturismo y evolución en estos cuatro años, exponiendo además los proyectos realizados y las nuevas actuaciones que se pretenden desarrollar, con el apoyo de los alcaldes implicados, así como la Diputación de Cáceres, representada por su Presidenta, Charo Cordero; la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, y Santos Jorna, consejero de Medio Ambiente y Rural, Política Agraria y Territorio. El día 24 de julio, Geovilluercas ofreció en la Hospedería del Real Monasterio una cena de apoyo a la revalidación del Geoparque, en la que hizo entrega de sus Geovilluerquinas de plata, correspondiente a los años 2012-2015. Estas recayeron en las siguientes personas: Clara Moreno López, 2012; Fray Sebastián Ruiz Muñoz, 2013; Víctor Manuel Pizarro Jiménez, 2014, y Jacob Petrus Torrano, 2015.


plazamayor / 37 Del buen trabajo llevado a cabo por los responsables del Goeparque daba testimonio la Carta Verde otorgada el día 3 de septiembre en la XIII Conferencia de Geoparques Europeos, celebrada en Rokua (Finlandia), por la que se revalida por cuatro años más nuestra pertenencia a la Red Europea y Mundial de Geoparques, lo que permitirá seguir avanzando en el desarrollo turístico de la zona, especialmente para los amantes de la geología y de la naturaleza. Enhorabuena a sus responsables, especialmente a José Antonio Montero García y su equipo de Gobierno. FESTEJOS TAURINOS Un año más, Guadalupe disfrutó de sus tradicionales festejos taurinos, que dieron comienzo el día 20 de agosto con el chupinazo, que por motivos de estar la Casa consistorial en obras se hizo en la Plaza. También este año hubo vacas del aguardiente el primer día, a las siete y media de la mañana. Por la tarde, la plaza volvió a llenarse cada día para seguir la suelta de un toro, dos vacas y una becerra, que dieron bastante juego, destacando la exhibición de Recortadores, el último día 22 de agosto, en la que participaron los guadalupenses: Manuel Fuentes Plaza y Manuel García Ramiro, demostrando habilidad y profesionalidad. Aunque, sin lugar a dudas, el festejo que mayor concurrencia de personal congrega es el toro y novillo de la madrugada del sábado, por la plaza, Candelera y calle Nueva. En total 16 reses de las ganaderías de José Luis Marca, Marqueses de Villalba y Herederos de Bernardino Piris, todas ellas de Olivenza, que animaron las tardes taurinas de agosto, amenizadas como siempre por la Banda de Música de Guadalupe, varias orquestas y discoteca móvil para los más jóvenes. REPRESENTACIÓN TEATRAL Los días 28 y 29 de agosto, por segunda vez, representaba la agrupa-

ción Amigos del Teatro la obra del poeta y dramaturgo, Federico García Lorca, “La Casa de Bernarda Alba”, drama de la España profunda de principio del siglo XX. Obra difícil de interpretar por la carga simbólica y la dureza que imponen los personajes, estupendamente interpretados por: Anabel Sánchez (Bernarda); Ana Caballero (Poncia); Remedios Rodríguez (Angustias); Rocío Sánchez (Magdalena); Pepe Rubio (Amelia); Marisé Prieto (Martirio); Rocío Rodríguez (Adela); Virginia Rosco (Prudencia); Chon Elías (Madre de Bernarda); Paqui Elías (Mendiga) e Isabel Plaza (Criada), quienes actuaron bajo la dirección de Pedro Sanromán y la colaboración de Enrique Cordero, Rocío Sánchez, Ismael Sanromán y Nicolás Ríos. AÑO SANTO EN CIUDAD REAL El alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez Barba, se desplazó el día 26 de agosto, acompañado por la presidenta de la Asociación de Damas, Guadalupe Gonzalo Leza, y por Manuel Torrejón Collado, vocal de culto de la R.A. de Caballeros de Santa María de Guadalupe, hasta Ciudad Real para presentar el Año Santo Guadalupense, como una de las provincias hermanas que más peregrinos traen hasta el Santuario de las Villuercas. El acto tuvo lugar en el Antiguo Casino y en él participaron además, de nuestro alcalde, el concejal de Promoción económica del Ayuntamiento de Ciudad Real, José Luis Herrera;

el diputado provincial, David Triguero; el caballero y peregrino, José Antonio Morales; el presidente de FECIR, Carlos Martín. Todos reconocieron que el Año Santo Guadalupense era una buena oportunidad para impulsar el camino del Este, que pasando por Ciudad Real llega hasta Guadalupe, como motor de desarrollo para todos estos pueblos, solicitando a la FECAM que promocione dicho camino con el fin de potenciar las comarcas más desfavorecidas. EXPOSICIÓN VIRGEN DE GUADALUPE Coincidiendo con las Fiestas Patronales de septiembre, nuestro paisano, Marcelino Escalona Juárez, ha expuesto en el vestíbulo del Centro Cultural Puebla y Villa de Guadalupe, una muestra de 200 talla de la Virgen de Guadalupe, realizadas en madera, tanto en relieve como en busto, sobre distintos soportes, la cual ha permanecido abierta del día 4 al 11 de septiembre. Autodidacta, Marcelino, nació en Madrid (1943), aunque vivió en Alía hasta los 18 años, ingresando en el Ejército, donde ha desarrollado su carrera militar. Realizó por libre el Bachillerato, además de realizar estudios de arte: delineación, dibujo y pintura, inclinándose posteriormente por la escultura, que es su gran pasión, como lo demuestra el estudio pormenorizado de sus tallas. ALCÁNTARA Y GUADALUPE Con motivo del Año Santo, el día 19 de septiembre, la Hermandad de

La delegación de Guadalupe en Ciudad Real

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Nuestra Señora de Guadalupe y San Pedro de Alcántara y el Excelentísimo Ayuntamiento de Alcántara han peregrinado a Guadalupe para ganar el Jubileo y hermanarse, al mismo tiempo, con las Asociaciones de Caballeros y Damas, con quienes comparten Patrona (1907) y Patrón (1962), actuando como firmantes de tal acuerdo sus respectivos consiliarios: fray Antonio Arévalo Sánchez, guardián del Real Monasterio, y D. Emilio Guillén Rubio, párroco de Santa María de Almocóvar (Alcántara). Ambos sacerdotes presidieron la celebración eucarística de la mañana, en la que fray Antonio Arévalo glosó de manera magistral la figura del alcantarino más universal, padre de la observancia franciscana y peregrino de Santa María de Guadalupe. A cuyo sermón encendido, respondieron los cofrades alcantarinos, en la ofrenda, regalando al Santuario un cuadro con la imagen de San Pedro de Alcántara, patrón de Extremadura. Por parte del Ayuntamiento de Guadalupe les obsequiaron con una visita guiada por la Puebla y Villa, que concluyó en la sede-museo de la Hispanidad, en la que los Caballeros de Guadalupe les obsequiaron con distintos recuerdos de Nuestra Señora, dejando además estampada su visita de dicho encuentro en el Libro de Firmas, quedando pendiente devolverles esta entrañable visita. III MERCADO ARTESANAL Durante los días 18, 19 y 20 de septiembre, Guadalupe acogió, en

Valiosa colección de esquilas mostrada en la Feria de san Jerónimo

Las delegaciones de Alcántara y Guadalupe ante la imagen de Nuestra Señora

el Patio de peregrinos (antiguo Corralón de las minas), el III Mercado Artesanal Extremeño, organizado por el Ayuntamiento de Guadalupe, con el patrocinio de la Junta y los Fondos Europeos de desarrollo regional, así como la estimable colaboración del Real Monasterio. En este III Mercado, además de exponer los productos artesanales hechos en cuero, madera, piedra, tela, semilla, estaño o cristal…, también se pudieron adquirir productos de cosmética natural y de alimentación, al mismo tiempo que se han ofrecido talleres para niños y ambientación por actores y pasacalles por parte del grupo Zarabanda de Guadalupe, así como degustación de licores de la tierra. FERIA DE SAN JERÓNIMO Tal como recoge la revista Altamira, 55 (1954), la Feria de San Jerónimo, patrón de esta Villa y Puebla de Guadalupe, se celebraba cada 30 de septiembre y era tenida por los guadalupenses como su “verdadera feria”, en la que se hacían transacciones, especialmente entre el ganado equino y de cerda, donde además no faltaban ni los helados, barquillos y tostones para los más jóvenes. Este año, el día 27 de septiembre, la Asociación de Jinetes del Cristo de Mirabel que abandera Jesús Jorge Gonzalo, ha querido recuperar este antiguo mercado en colaboración con el Ayuntamiento de Guadalupe y la Comunidad franciscana, donde no

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ha faltado una buena recua de ganado equino, una escogida punta de ovino, así como dos ejemplares de bovino, especie esta última casi extinguida desde que se impusieron los tetra brik. El lugar elegido para exhibir el ganado fue la calle Nueva de los Capellanes, en la que nuestro paisano Jorge Sánchez Velardo hizo una demostración de una profesión casi extinguida, como es la del herrador, antes de obligada creación en todos los pueblos. También como muestra curiosa, se pudo apreciar sobre los arcos de herradura de la citada calle, una hermosa colección de esquilas, campanillas y cencerros, propiedad de Jesús Mateo Fernández, amante de este peculiar instrumento, que tantas veces escuchó durante su infancia en las sierras de las Villuercas.

Cartel de la Feria del año 2015


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Mirando atrás

Confirmación de privilegios del rey Enrique III al monasterio de Guadalupe, año de 1393, subastado recientemente en Sevilla con un valor de salida de 2.500 € (Fotografía de la casa de subastas)

Un sonado matrimonio

Irene de Holanda (1939) y su prometido, el duque Carlos Hugo de Borbón-Parma (1930-2010), ante la Virgen de Guadalupe el 17 de abril de 1965. Esta intrépida princesa de los Países Bajos (hija segunda de la reina Juliana y hermana de la reina Beatriz) casó contraviento y marea por amor con el duque de Parma, de Guastalla y de Plasencia, pretendiente carlista al trono español. Para ello, Irene se convirtió al catolicismo y recibió su primera comunión en Madrid el año 1964, ante el asombro de la familia real y todo su país, pues la Constitución exige que los sucesores al trono pertenezcan a la Iglesia reformada, como Guillermo de Orange, fundador de la dinastía. El matrimonio se celebró el 29 de abril de 1964 en la capilla Borghese de Santa María la Mayor. Dieciséis años después, Irene abandona Madrid y se instala con sus cuatro hijos en el palacio Soestdijk de Ámsterdam, preludio de su sonado divorcio en 1981. El príncipe, abnegado trabajador y demócrata convencido, falleció en Barcelona el 18 de agosto de 2010, a los 80 años.

Imágenes de devoción

Estampa de Nuestra Señora de Guadalupe para fomentar la devoción entre los fieles, publicando la concesión de indulgencias y sus milagros en mar y tierra., Grabado del siglo XVIII. (Búsqueda y cortesía de Ignacio Riobóo Cantillana).

(Búsqueda y cortesía de Ignacio Riobóo Cantillana).

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Augusta Reina de Extremadura Letra: Honorio María Sánchez de Bustamante (1885-1965) Música: Adalberto Delgado Aguilar (1885-1936) Habiéndose declarado desierto en 1907 el premio del Concurso para elegir el Himno del Patronato, la Comunidad franciscana adoptó éste como himno oficial. Se había escrito en 1908, cuando los autores, hoy en proceso de beatificación, siendo aún seminaristas de Coria y Plasencia, respectivamente, proyectaban la peregrinación de los seminarios extremeños. En letra cursiva van algunas modificaciones que nos hemos permitido introducir por razones de mentalidad: Vasallo/ Heraldos; Luchar/Sembrar; Cruzadas/Razones; Cruzados/Hermanos

Au - gus - ta

Rei - na de Ex - tre - ma - du - ra

him - no fer - vien te de

su fe

So - mos los hi - jos

del gran

pu - ra

no el Nue-vo Mun-do, la

Piza - rro

tu ban - de - ra

tie - rra en - te - ra,

tus he - ral - dos o - ye el cla - mor,

que al cie-lo e - le - van en tu lo - or

y en nues-tro pe - cho no - ble y bi - za - rro

Ba - jo los plie - gues de mil;

de

los hi - jos so - mos

de Her-nán Cor - tés;

un al - ma la - te que fue - go

Ti

3ª.

Hermanos somos que la fe guía, de tu hermosura vamos en pos; mayor belleza que en ti, María, hallarse puede tan sólo en Dios.

De hoy más tu gloria nunca olvidada los extremeños pregonarán; de Guadalupe, Madre adorada, jamás tus hijos te olvidarán.

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es.

sem - brar que - re -mos ra - zo - nes

rin - da tri - bu - to de a- mor a

2ª.

tu lo - or.

Ti.



Granja de Mirabel

テ]gel Sテ。nchez Torrejテウn [Guadalupe, 1962]


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