Revista del Real Monasterio de Guadalupe fundada en 1916. Nº 844, Año 2015
Retablos cerámicos de Pedro Navia / 10 Teresa, la peregrina / 16 Doce caminos de peregrinación a Guadalupe / 24
Gabriel Sánchez Olmeda
«La dicha santa Casa de Nuestra Señora de Guadalupe es frecuentada de muchas gentes y de diversas naciones, porque este testigo lo ha visto muchas y diversas veces estar en la dicha iglesia mucho número de romeros y gente de devoción, señores grandes de estos reinos y de fuera, ansí destos reinos de Castilla como portugueses y vizcaínos, catalanes, flamencos y franceses y otros muchos.»
Bachiller Diego González, vecino de Cañamero, (1595)
Nigra Sum*
Mayo - Junio
Núm. 844. 2015 --
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Antonio Arévalo Sánchez, OFM Administrador:
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Índice
Peña mártir de Calatayud
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llí donde triscaba una de las cinco alcazabas del cerco moro de Calatayud (Bílbilis), a orillas del río Jalón, las huestes de Alfonso I el Batallador vieron titilar unas luces y oír el tintineo de un esquilón. Fue la señal para hallar bajo una campana la devota imagen de Nuestra Señora, que desde aquel lejano 1120 tomó el nombre de la Peña, donde yacía tiempo ha. La iglesia fue elevada al rango de colegiata en 1187, con prior y doce clérigos de la regla de san Agustín. Hacia 1343 se inician las obras de un nuevo templo de trazas mudéjares, que se acabó hacia 1350 y sufrió los desperfectos de la guerra de los dos Pedro (I de Castilla y IV de Aragón) por el año 1362. Reconstruido por Martín I fue creciendo el culto a la Virgen hasta que por bula de Urbano VIII desaparece el cabildo de la colegiata en 1632 y el concejo bilbilitano logra entregarles el santuario a los clérigos regulares de san Francisco Caraciolo. De aquel baluarte fueron desalojados el 12 de septiembre 1835, no sin antes soportar el acuartelamiento de los franceses (1808-1814), la posterior carlistada (1839-1840) y su venta en pública almoneda. Cuando el año 1844, la Esclavitud de Nuestra Señora de la Peña, establecida en 1649, logra comprar el santuario por 5.000 reales, se inicia la reconstrucción material y devuelven la imagen a su templo. Pero, la noche del 8 al 9 de diciembre de 1933, unas sacrílegas manos prenden fuego al santuario, siendo consumida por las llamas la talla de la Virgen. La que hoy veneramos es obra de los artistas aragoneses José y Joaquín Albareda Piazuelo. Coincidiendo con antiguas e importantes ferias de ganado y cultivo, Calatayud celebra a la Virgen el 8 de septiembre con toros y novenas, gigantes y cabezudos, pasacalles y el Rosario de cristal, que es un cortejo de faroles y luminarias heredado del siglo XIX. La original y martirizada talla era románica, quizás del siglo XII, sedente, negra y con el Niño sobre sus rodillas, escondida y aparecida tras el dominio de los moros. La ciudad la declaró Patrona tras la exclaustración y saqueo del templo y los ajuares. * «Nigra sum» [Soy morena…] es una expresión tomada del Cantar de los Cantares (1,5) que la Liturgia, desde la Edad Media, aplica a las Vírgenes Negras.
I. Nigra sum: Peña mártir de Calatayud ........................................... 1 II. Aires morenos [Noticias de la Virgen]............................................. 2 III. Aula capitular [Opinión] - Bitácora del Director................................................................. 5 - A las claras: María J. Flores, OSC................................................. 6 - De lo mundano a lo humano: Emmanuel Ramiro Fernández. 7 - Barrera del sol: Francisco de A. Oterino Villasante, OFM......... 8 - Pura y limpia: Sor María José Hidalgo López, OIC ................... 9 IV. Scriptorium guadalupense [Investigación y divulgación] - Retablos cerámicos de la Virgen de Guadalupe en Montijo Manuel García Cienfuegos ............................................................. 10
- Teresa, la peregrina Antonio Arévalo Sánchez, OFM ...................................................... 16 - Doce Caminos de peregrinación a Guadalupe II Textos y mapa de APRODERVI ....................................................... 24 - El sendero internacional de los Apalaches Ruth Hernández Paredes ................................................................ 29 V. Plaza Mayor [Noticias del Monasterio y la Puebla] - Miscelánea de Guadalupe........................................................ 31 - Crónicas de la puebla: Antonio Ramiro Chico......................... 36 - Sabatina en honor de la Virgen de Guadalupe.................. 39 Portada: Iglesia de la Santísima Trinidad o iglesia Nueva (S. XVIII) Contraportada: Alfonso Sánchez Baisón, Cristo de las Misericordias
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La devoción a la Virgen de Guadalupe en Fernán Núñez Diego Cardador González
[http://ibncalez.blogspot.com.es]
El X Señor de Fernán Núñez (Córdoba), D. Alonso Gutiérrez de los Ríos y Venegas, y su esposa, Beatriz Carrillo de Córdoba, pasaron muchos años unidos en matrimonio sin lograr descendencia. Ambos fueron en peregrinación al santuario cacereño de Nuestra Señora de Guadalupe a implorar la concesión de un heredero, que asegurase la continuidad sucesoria de esta casa de Fernán Núñez. Parece que las súplicas fueron escuchadas y, poco tiempo después, nació el heredero que llevó por nombre Fernando, en memoria de su abuelo paterno. La descendencia prosiguió hasta alcanzar la cifra de diez hijos. Las imágenes de la parroquia D. Alonso trajo una imagen del santuario extremeño y en una solemne procesión fue llevada hasta el altar Mayor, que él mismo mandó construir y donde fue sepultado, en la iglesia de santa Marina de Aguas Santas. Se acompañó de un sermón y la posterior celebración con los vecinos de la villa, ordenando que sus sucesores de la Casa de Fernán Núñez la tuviesen siempre como protectora. Este hecho queda reflejado en un cuadro que se conservó en el palacio ducal y que ahora, tras su restauración, podemos contemplar en el Ayuntamiento. Para que siempre se recordase el favor que, por intercesión de la Virgen de Guadalupe, habían recibido, destinaron una renta perpetua para que todos
los años, los señores de Fernán Núñez enviasen veinticinco cirios de cera blanca, dorados y plateados, que ardiesen en el monasterio de Guadalupe durante las vísperas y fiestas de la Natividad.
FERNÁN NÚÑEZ. Talla del siglo 1791 que se halla en la parroquia, profanada en 1936 ( A. Álvarez, 1956)
FERNÁN NÚÑEZ. Talla del siglo XVIII que se halla en la capilla del palacio ducal ( A. Álvarez, 1956)
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La Virgen de Guadalupe presidía el primitivo altar Mayor de santa Marina antes de su reconstrucción, en el siglo XVIII. Posteriormente, en la nueva parroquia, presidió el nuevo altar Mayor que crease Alonso Gómez de Sandoval, entre 1785 y 1790, con una nueva talla de la Virgen de Guadalupe hecha en 1791. Parece que la anterior imagen permaneció en santa Marina, probablemente en la sacristía u otras dependencias. Pero esta iglesia sufrió las consecuencias de la Guerra Civil y fueron destruidos muchas imágenes y altares, entre ellos la imagen de la Virgen de la que hablamos. Después de la guerra, no se volvió a colocar esta Virgen, sino que fue sustituida años más tarde por un imponente crucificado de Juan Polo, el Cristo de la Promesa. La imagen del palacio condal Igualmente los sucesores de D. Alonso siguieron profesando devoción a la Virgen de Guadalupe e incluso dispusieron de una nueva copia para el palacio, construido sobre el castillo en el siglo XVIII, que se colocó en la capilla de santa Escolástica, situada en una de las torres del palacio, en una hornacina del altar del Resucitado. Esta imagen figura en los inventarios de palacio como Virgen de las Batallas. Este nombre puede tener relación con el hecho de que los señores de Fernán Núñez, durante el siglo XVI, XVII y XVIII, destacaron siempre en el ámbito militar, tanto en tierra como en mar, y esta talla de la Virgen de Guadalupe, de pequeño tamaño, podía acompañar a los señores y posteriores condes en cualquier contienda. Culto a Nuestra Señora Hasta 1922 hay constancia de la celebración de una función a la Virgen cada 8 de septiembre, y en los archivos de la iglesia de santa Marina consta que, a partir del XVIII,
airesmorenos se relega de parte de los condes a la parroquia, el envío de los veinticinco cirios al monasterio, dando detalle de las cuentas y elaboración de los mismos. También era costumbre celebrar solemnes misas para dar gracias a la Virgen cuando a alguno de los señores o condes le sucedía algún hecho extraordinario. Por ejemplo, en julio de 1742 se recibe en la villa una carta del V Conde, D. José Diego Gutiérrez de los Ríos, que relata el nacimiento de su primogénito. El Concejo y Regimiento de la localidad, encabezado por el corregidor, D. Rodrigo de Fuentemayor acordó celebrarlo con una fiesta en acción de gracias, dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. En julio de 1775 llegó a Fernán Núñez la noticia de que, entre los heridos en una expedición española a Túnez contra los berberiscos, se encontraba D. Carlos José Gutiérrez de los Ríos, VI Conde de la villa. Al conocer el Concejo la nueva, se reunió el cabildo de urgencia, acordando rendir sus respetos al conde ofreciendo cultos solemnes a Nuestra Señora de Guadalupe, para implorar misericordia sobre su persona.
FERNÁN NÚÑEZ. Retablo Mayor con la Virgen de Guadalupe, destruido en 1936 ( cortesía de Juan L. Ramírez Zurita)
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FERNÁN NÚÑEZ. Procesión de entronización de Nuestra Señora de Guadalupe, (detalle), 1525
El cuadro de la procesión de la Virgen de Guadalupe La devoción de la Casa de Fernán Núñez a esta virgen extremeña está confirmada por un cuadro al óleo que pertenece a la colección del palacio ducal, y cuya ejecución fue mandada probablemente por el III Conde D. Francisco Gutiérrez de los Ríos, junto a otros que recordaban hazañas de sus antepasados, como el Socorro a Castro del Río o La Batalla del Campo de la Verdad. La escena que describe el cuadro es la solemne procesión que se hizo para trasladar la imagen de la Virgen de Guadalupe hasta la iglesia de santa Marina en 1525, tras la peregrinación, años antes, de los señores al monasterio cacereño en demanda de obtener un heredero, súplica que se atendió poco. En la imagen vemos una vista de villa desde la actual fachada del palacio, que antes de 1783 sería el castillo. Contemplamos la plaza Armas y los edificios que la componían destacando las Casas Capitulares en su lado derecho y las caballerizas y un palacio a la izquierda, así como pabellones militares. Al frente, una calle llevaba hasta la antigua iglesia de santa Marina. En la parte inferior del cuadro, escrito en castellano de la época,
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se lee la siguiente inscripción: «AVIENDO ESTADO SIN SUCESIÓN MUCHOS AÑOS LOS SEÑORES D. ALONSO DE LOS RÍOS Y Dª BEATRIZ CARRILLO DE CÓRDOVA, HIJA DE LOS SEÑORES DE ALCAUDETE DN MARTÍN Y DE Dª MARÍA CARRILLO, PRIMA SEGUNDA DEL SEÑOR REY DN FERNANDO EL CATÓLICO, FUERON EN ROMERÍA AL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, DONDE DEJARON FUNDADA UNA FIESTA PERPETUA EN SU SANTUARIO, TRAYENDO UNA COPIA DE AQUESTA SAGRADA YMAGEN A SU VILLA DE FERNÁN NÚÑEZ, DONDE LA COLOCARON EN EL ALTAR MAYOR DE SU YGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARINA, DEJÁNDOLE MUI YLUSTRE DOTACIÓN Y ENCARGANDO A SUS SUZESORES LA GRAN DEVOZIÓN A ESTA SANTA YMAGEN, POR CUIO MEDIO OBRA DIOS NUESTRO SEÑOR MUCHOS MILAGROS, Y LES CONCEDIÓ A LOS SOBREDICHOS SEÑORES MUI COLMADA SUCESIÓN, COMO CONSTA EN LOS AUTORES GENEALÓGICOS QUE TRATAN DE LAS CASAS DEL REYNO DE CÓRDOVA, Y EN ALONSO LÓPEZ DE HARO, EN LA CASA DE ALCAUDETE, LA FILIACIÓN DESTA SEÑORA.»
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La isla de Santo Tomé (África ecuatorial) Antonio Ramiro Chico
Mapa de la Isla de santo Tomé
Situada en el África ecuatorial, sobre el golfo de Guinea en pleno océano Atlántico, la isla de santo Tomé fue descubierta por los portugueses en 1470, convirtiéndola en el principal mercado de compraventa de esclavos. Conseguida su independencia en 1975, la isla hoy forma parte de la República Democrática de Santo Tomé y Príncipe, siendo uno de los estados más modernos de África, donde la caña de azúcar ha dado paso al cacao y el café, aunque su notable desarrollo económico lo ha experimentado con el turismo. La isla volcánica de Santo Tomé goza de una climatología tropical, con 25 grados de media, tiene abundante vegetación y gran belleza paisajística, con hermosas playas de arena blanca. Una vez más, la devoción de los portugueses a Nuestra Señora de Guadalupe quedó plasmada en la geografía del continente africano, en esta ocasión en la isla de Santo Tomé, distrito de Lobata, cuya capital es Guadalupe, situada en la parte septentrional de la isla. La referencia historiográfica nos la ofrece
el analista fray Agostinho da Cruz, seudónimo de Agostinho Pimenta, quien en 1712 nos dice: «Fuera de la ciudad de Santo Tomé, distante como tres leguas, hay un templo hecho de piedra y cal en que se venera una milagrosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, en una escultura de madera, labrada y pintada con gran perfección, de cuatro palmos de alto, con el Niño Dios en su brazo izquierdo y corona de plata sobre la cabeza de la Madre y del Hijo». Invocada en todas las necesidades, su fiesta se celebra en septiembre, domingo de la infraoctava de la Natividad de María. Actualmente, GuadaluGUADALUPE (Isla de santo Tomé). Azulejo de la citada pe de Santo Tomé tiene un iglesia dedicada a nuestra Señora templo dedicado a nuestra Virgen, de una sola nave y esbel- zan bajo este bendito nombre de ta fachada, en el que se conserva Guadalupe, como tantos otros miun mosaico de azulejos dedicado a llones de fieles en el Viejo Mundo la Madre de Dios con el Niño, a la gracias a los reinos de Castilla y que todos los días bendicen y re- Portugal.
GUADALUPE (Isla de santo Tomé). Iglesia dedicada a la Virgen de Guadalupe
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Bitácora del Director
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esde la primera vez que lo vi entre Errejoncito, la madre de la niña en brazos y demás encaste complutense, me pareció que el pretendiente Juan Carlos Monedero apuntaba maneras de clérigo renegado. Mas que la mala baba que destiló cuando los sabuesos plumillas le pillaron con los dineros, el ademán me lo daba su armario grisáceo (casi hábito monástico), el corte de pelo, las lentes… y esa tan familiar mirada torva de célibe avinagrado. El apunte resultaría irrelevante, y hasta grosero por mi parte, si no me diera pie a lo que voy a referir, que no soy yo de encasillar a nadie por el aliño indumentario, sea torpe o de pincel. No digo que el profesor Monedero huela a sacristía, sino que amaga con el dogma y elucubra con la hermenéutica sospechosamente. Y es que los ateos y agnósticos de España e Iberoamérica son todos muy religiosos, bastante más que los descreídos neoliberales, que les basta con adorar al becerro de oro. No hay más que oír cómo mitinean con el engolamiento de un sermón de campanillas. A mí esto del Círculo Podemos de Espiritualidad Progresista que lleva adosado sin rubor el profesor Monedero, me recuerda mucho a los Cristianos por el Socialismo de Reyes Mate y otras mociones por el estilo, aunque con mucha menos enjundia, musculatura intelectual y libros. Todas, sin embargo, acaban igualmente mancilladas y orilladas después de haber prestado lírica y utopía al vejestorio marxismo redivivo, que, ahíto de sangre inocente, corteja a estas corzas hasta engullirlas, como el lobo feroz a Caperucita. El filósofo Reyes Mate, hermano de hábito de Las Casas y alumno de Congar, Chenu, Metz…, abducido por el socialismo, no pasó de ayudante de Maragall, columnista de El País y experto en comisión, la última para el despedazamiento del Valle de los Caídos que trajinó la Ceja Pirada. Ángel Gabilondo, hijo de los Sagrados Corazones (aunque ya no va a misa), ha tenido mejor fortuna política llegando a ministro y candidato; al igual que el misionero del Verbo Divino, Víctor Manuel Arbeloa, senador y primer presidente del Parlamento de Navarra, aunque causó baja en el partido. La valía de los tres está fuera de duda, pese al grano de haber mudado de trinchera, escamándose de que al Reino de Dios podían darle un aire más terrenal. Ninguno, sin embargo, desbarró hasta el punto del suicida catalanista Lluís M. Xirinacs.
La jiguera
Un monje de Huerta
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e la mano de los teólogos Pikaza y Arregui —que ya conocen en esta bitácora—, de un monje tibetano, ciertos abalorios y del profesor Monedero, la ética del neocomunismo se vistió de largo en una parroquia de Vallecas hace unas semanas. Por lo que largan sus bisoños portavoces-catequistas a Religión Digital, lo de vestir de ética la política está muy bien; revolver laicismo con panteísmo y espiritualidad parece mucho maridar, y creer que Errejoncito, Iglesias o Monedero van a seguir las opiniones del Círculo de Espiritualidad Progresista cuando asalten el cielo, es de una ingenuidad frayjuniperina. La misma que le supongo a un tal Vázquez, que recientemente abandonó el redil del abad Anguita, en la trapa santa María de Huerta (Soria), para ingresar en este Círculo aledaño a otro Anguita, el Califa, del que he oído decir fue novicio carmelita mucho antes que alcalde de Córdoba. Vázquez abandonó el Capítulo para presentarse al Consejo ciudadano, pero no le han elegido, claro. ¿Qué tienen las patrias para engatusar a tanta clerecía? ¿Qué les ganancia ese barrunto del Poder que dan las encuestas cocinadas para encabestrarse de ese modo? ¡Como si no fuese bastante con las monjas inquietantes a las que ya me referí ayer, ahora esto! ¿Ahora? Parece que no conocieras al cura trabucaire, al carlistón de Navarra, al Ernesto Cardenal sandinista o al impresentable Arzalluz. Si no fuera porque está en las antípodas y les va a salpullir mucho, les citaría aquel apotegma del santo Escrivá de Balaguer: «¿Adocenarte? ¿¡Tú... del montón!? ¡Si has nacido para caudillo!». ¡Hala!, si está Vázquez de Huerta, ya puede el comandante Monedero bajar de Sierra Maestra, como Fidel y los suyos.
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Antonio Arévalo Sánchez
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A las claras
¿Una teología para la mujer? María de Jesús Flores, osc
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Monasterio de Santa Clara. Llerena
l Papa Francisco lleva amagando con abordar el tema de la mujer casi desde el inicio mismo de su ministerio. Amagos que, pensados y expresados con excesiva cautela (en la Iglesia los pasos suelen darse cortos y algo forzados) se han ido cristalizando en hechos concretos, sin demasiada relevancia. No tengo prisa. Sé que las cosas de palacio van despacio… De entrada, estoy convencida de que no es fácil para Francisco tomar decisiones de calado que, además, él debe consensuar, sí o sí, con el aparato de la Iglesia, que es, sin duda, la institución con más poder de influencia en el mundo. No, no lo es. Lo entiendo. De hecho sabemos que las grandes, pequeñas y secretas herejías (éstas últimas albergadas en la mente, en el corazón y solapadamente trasvasadas a la conducta) surgieron en la Iglesia por el simple hecho de disentir, pensar diferente, exigir libertad de expresión, participación en las decisiones y un discurso que integrara todas las sensibilidades y que tuviera en cuenta la realidad circundante, sin ignorarla. No todo el mundo en la Iglesia está de acuerdo con la manera de proceder del Obispo de Roma. Esto no es extraño. Es lo normal, lo de siempre. Pero son cada vez más los y las creyentes que demandan una Iglesia más plural, más abierta, que piense y actúe desde el evangelio, que dialogue y, sobre todo, que arriesgue. La pluralidad no puede ser nunca una amenaza a la que hay que combatir, sino una riqueza a la que hay que tender, despojados previamente del miedo paralizante al cambio. Pudiera parecer que lo que escribo diera pie a pensar que soy una mujer discorde, contestataria, etc. Lo soy, pero desvinculada del resentimiento y fuera de rango de una postura fundamentalista. De la Iglesia lo he recibido todo. No soy una ingrata. Al contrario. Las recientes declaraciones del Papa Francisco afirmando que «hay que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la mujer» me dejan con un sabor agridulce, además de con un interrogante grueso y molesto, porque no entiendo muy bien qué quiere decir con lo que dice, hacia dónde apunta, cómo quiere elaborar esa teología para mujeres y a dónde quiere llegar. Es como si, después de veinte siglos, la Iglesia se pusiera a buscar la feminidad
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perdida, teniéndola tan dentro y tan a la vista. Como sucede en la película de Steven Spielberg, donde aquel profesor de arqueología (Indiana Jones) a instancias del Gobierno estadounidense, acomete la aventura de encontrar el Arca de la Alianza, donde se conservan las Tablas de la Ley que Dios entregó a Moisés. Estamos aquí. No nos hemos ido, ni nos hemos perdido. Queremos seguir estando, aportando, participando, siendo… cuando nos dejan. Pregunto: ¿Quién trabajaría esa supuesta teología y sobre qué presupuestos? ¿Sería, según costumbre, un grupo de clérigos permitiendo el acceso de una, dos o a lo sumo, tres mujeres, tirando a dóciles en la delegación? Por de pronto, ya es algo que el Papa, en ésta y otras cuestiones tan relevantes, haya generado nervios en un número importante y relevante de personas que están por el «que todo sea como ha sido siempre». Este nerviosismo sube de grados cuando el Obispo de Roma, con sus típicas expresiones porteñas, se refiere al rol de la mujer en la Iglesia, así como al tema del dinero, la pasta, el money. Que nadie piense que estoy ni favor ni en contra del sacerdocio de la mujer. Eso no me preocupa nada. La cosa va para largo, sobre todo si se alarga veinte siglos más… Personalmente prefiero seguir soñando, deseando, apostando y trabajando por una Iglesia menos piramidal y más circular donde no haya primeros ni segundas, ni los de arriba ni las de abajo, ni derechas ni izquierdas; donde todas y todos podamos experimentarnos hermanos y hermanas aportando lo mejor que cada cual lleva dentro. Mientras tanto y hasta que esa Iglesia sea posible, las mujeres seguiremos ocupando nuestro lugar tradicional: los bancos. Y calladitas, como Dios manda. Aunque dicen que el que lo mandó fue san Pablo (cf 1Corintios 14, 34).
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De lo mundano a lo humano
Lucille guarda silencio Emmanuel Ramiro Fernández Periodista
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Sin música la vida sería un error. Friedrich Nietzsche
adie volverá a acariciar su cuerpo con tanta ternura. Ni con la pasión de quien encontraba en ella alivio y placer a partes iguales. Se ha quedado sola, arrinconada en el último recoveco de una casa que ella llenó de música, calor y amor. Esas seis cuerdas que hoy enmudecen de luto, alumbraron un día el universo del blues para llevarlo a otras latitudes, para acercarlo a los blancos, para hacerlo popular, para dar la vuelta al mundo, para sentirse el Rey. Todo eso lo consiguió Lucille de la mano de BB King. Lucille es la guitarra más famosa del mundo y su historia se remonta tiempo atrás. Riley Ben King tocaba en uno de esos antros de Arkansas que tanto le gustaban, cuando dos hombres comenzaron a discutir por una mujer. Ambos se disputaban sus favores hasta que la trifulca derivó en un incendio. Derribaron un bidón de gasolina y la chispa de un cigarro hizo el resto. Entre llamas, King arriesgó su pellejo para rescatar su guitarra. Pero el nombre de su instrumento cambiaría para siempre después de conocer el nombre de la dama. Lucille sería el recordatorio perpetuo de los peligros que esconden las actuaciones en directo... y ciertas mujeres. Esas actuaciones habían comenzado en los campos sureños de Mississippi de donde era natural King. Aunque su música siempre tuvo vocación urbana, dotada de ese aroma a sueño americano y ascensión social que tanta carrera hizo entre los afroamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Ahí arrancó su figura y su mito al mantener vivas las raíces que le conectaban con una comunidad negra que nunca abandonó. Y es que a diferencia de tantos otros artistas negros que se cobijaron en el rock and roll o en el jazz, él se quedó en los guetos reducidos del blues. Su descubrimiento por parte del gran público fue paulatino. A mediados de los sesenta se comenzaron a grabar sus conciertos en directo, donde jóvenes admiradores como Eric Clapton quedaron prendados de su figura para siempre. Aquellos conciertos fueron fundamentales en su carrera y le permitieron abrir de par en par su música a la comunidad blanca. Su popularidad ascendió en el pentagrama del éxito hasta que entró en el circuito comercial del rock sin cambiar su estilo. Eran los años en que se podía escuchar a BB King como telonero de los Rolling Stones o su repertorio cautivaba a los hippies en el Auditorio Fillmore. Pero en unos tiempos tan cambiantes, la evolución de la música negra terminó dejando atrás a un purista como King. Él intentó adaptarse virando hacia el soul o tocando puntualmente el funky, aunque, cuando agarraba una guitarra Gibson, todo el mundo sabía quién era el que rasgaba aquellas cuerdas. Así llegó su coronación a nivel internacional con el inolvidable The thrill is gone, una reflexión muy personal sobre el desgaste de la vida en pareja. Para mantenerse en la cima BB (Blues Boy, como era apodado) King no dudó en dar a su heterogéneo público lo que demandaba. Lo mismo triunfaba en los grandes festivales europeos que atendía a sus admiradores de toda la vida tocando en cualquier
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modesto club de la América profunda. Y es que King solo entendía la vida subido encima de un escenario. En su época de esplendor daba entre doscientos y trescientos conciertos al año. Desde 1949 a 2008 fue un habitual de los estudios de grabación y su longevidad creativa fue siempre admirada por compañeros y fans. Algunos, como Eric Clapton, Raimundo Amador, U2 o Zucchero, terminaron tocando con él en esa evangelización del blues que llevó hasta los últimos rincones del planeta. Ante una actividad laboral tan frenética, King reconocía que nunca fue un padre ejemplar para sus 15 hijos reconocidos, o que se dejaba encandilar por unas buenas curvas y en esta ocasión no hablamos de guitarras. Entre sus otros vicios confesables también estaba la atracción por el juego que le provocó problemas con el fisco.
Ahora, cuando la diabetes y la hipertensión iban poco a poco silenciando su talento, el ruido creció a su alrededor entre sus allegados para intentar controlar una fortuna muy golosa. Su legado, en cualquier caso, lo encontraremos en sus canciones porque BB era la guitarra expresiva por excelencia, los ritmos cargados de swings, los riffs electrizantes y la voz cálida que te guiaba hacia paisajes melódicos que él se encargó de descubrirnos. En su prolífica discografía, en sus películas y en sus varias biografías descubriremos permanece la esencia de este Bluesman que reinó (y tocó) con guante de seda durante más de cinco décadas a Lucille como nadie. Larga vida al Rey.
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Barrera del sol
¿Hijos de la noche o ruptura generacional? Francisco de Asís Oterino Villasante, OFM
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os éxitos deportivos recientes, sobre todo, el campeonato mundial de fútbol, no sólo han servido de bálsamo para suavizar las amargas consecuencias de la crisis que nos asfixia, sino que nos ha hecho volver la mirada al mejor de nuestros activos, por donde despunta una primavera de esperanza. En diversos flancos del deporte de élite, van copando primera línea nombres españoles. El entusiasmo colectivo generado en torno a este fenómeno, nos lleva a detener la reflexión y poner la mirada con esperanza, y casi entusiasmo, sobre un futuro que pudiera estar llamando a la puerta. Siempre tentados en primar lo negativo, dábamos casi por hecho, un abismo entre generaciones, casi un eslabón perdido. Acuñado estaba el axioma: «hijos de la noche», para explicar el divorcio entre ambas. A la reflexión general, sumábamos en nuestro caso, el nada airoso lugar que las estadísticas colocaban a los nuestros en logros académicos. El fracaso escolar pregonado, nos hundía más en el pesimismo. Quiero intuir, que detrás del entusiasmo de los últimos éxitos alcanzados, la mirada colectiva ha ido más allá de lo deportivo, intuyendo que lo mejor de la cosecha generacional nos llama a la puerta. Viajan por el mundo, intercambian universidades, hablan idiomas. No solo en los equipos deportivos, sino en cualquier campo de la investigación, la industria o las actividades empresariales, compiten con solvencia y se abren camino, sin que les importe demasiado las fronteras o les retraigan las culturas diversas. Internet les ha ayudado a descubrirse ciudadanos de todo el mundo y a dilatar sin límites su campo de realización. Se han desmarcado de tabúes de toda índole y avanzan por la vida rebosando seguridad en sí mismos. No les entusiasma demasiado nuestro mundo: quieren construir el propio. Lo cual tampoco resulta novedoso. Son conscientes que el futuro les pertenece y a él avanzan, sin importarles demasiado lo que queda atrás. Alivia pensar que no es del todo verdad, que estén perdidos en la noche,
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pero preocupa un posible futuro construido en el éter y sin raíces. Dar por sentado que el camino recorrido no fue en vano. El mañana no es posible, ignorando el ayer. Sin embargo, lo peor sería un abismo del vacío y muerte. La juventud que llega, viene enarbolando bandera de globalización. Poco les interesan las fronteras, mal que le pese a esos minúsculos grupos residuales violentos. Los eventos deportivos vienen a poner delante de nuestros ojos la estampa, aceptada ya con naturalidad, de una mezcla racial en los equipos representativos de cualquier país. No buscan ya puesto de trabajo y fijación de residencia a la puerta de casa. Cualquier rincón del planeta resulta adecuado para mantener puentes, a través de los medios actuales de relación. El espacio lo conjugan en presente. Siendo todo esto verdad, nos asalta la pregunta: ¿de qué juventud hablamos? De toda ciertamente, no. Los excluidos de la formación y la cultura seguirán la marcha con paso cambiado, aferrados a las migajas del pasado, como a tabla de salvación, o perdidos entre las excrecencias que genera la nueva cultura. La globalización, no será real parta todos. Como en la Maratón, muchos llegarán descolgados a meta. A la postre, en cambio, se nos viene un mundo más pequeño, transitable y mestizo, con aires de plaza pública y espacio de encuentro, que empieza a ser realidad para las vanguardias de las generaciones actuales.
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El fin justificaba religiosamente los medios, después de todo, las flores Pura y Limpia no eran para nosotras, sino para la Mujer que protagonizaba nuestras tardes primaverales al salir de la escuela. Tampoco faltaban nuestros ratitos de oración con un DiosteSor María José Hidalgo López, OIC salve y el chapurreo de los cantos marianos que escuchábamos a los Monasterio federal Mairena del Aljarafe (Sevilla) mayores por las fiestas de la Patrona. No sabíamos más y si algún día en la escuela, la l mes de mayo es maestra nos enseñapopularmente un ba otros, enseguida mes mariano. En íbamos a ensayarlos muchos de nuesy estrenarlos delante tros monasterios se tiede nuestra Señora. ne por costumbre, ir caMira por donde, da mañana en procemuchos años dessión a un rincón mariapués, también en no y saludar a la Virgen mayo, me sorprendo con una acción de grapensando en unos cias, un canto, una súversos, colocando plica, una sencilla oraflores a la Virgen y ción o incluso una comtarareando una anposición poética, según tigua canción. Otra se sienta inspirada cada situación, otro tiemhermana. Son expresiopo, otra perspectiva, nes de la relación que pero María sigue en la hermana Concepestando presente cionista se cuece cada en mi mes de mayo día, yo diría, por cariscon la misma intenma y devoción. sidad que entonces. Al asistir y contemCiertamente mi deplar por primera vez voción infantil se ha esta procesión matutitransformado y se na, recién ingresada en ha revestido de un el convento, me acordé conocimiento más de un pequeño ritual evangélico de Maque en la infancia, mis ría y, por vocación, amigas y yo solíamos más maternal; pero realizar durante el mes muchas veces me de mayo, ese tiempo en Virgen de la Presentación, P. Bernardo Bitti, SJ (1548-1610), he preguntado si la que la amapola se haen la iglesia de san Pedro (Lima) cercanía y la famice novia del trigal y los liaridad con ella no provienen de concursos de trinos resuenan en la dehesa. aquellos ratitos de antaño en que Nuestro “espacio celebrativo”, lo establecíamos en un rincón del patio mis amigas y yo, contemplábamos a de mi casa y lo componía un altar (dos cajas cubiertas con una sábana nuestra Virgen rodeada de pétalos y blanca), una figura de la Virgen de esas que se iluminan en la oscuridad, un rosas y nos gozábamos con aquella cabo de vela, pétalos y muchas flores. Estas últimas habían de ser renovadas liturgia incipiente. No podría asegucon frecuencia, así que una vez literalmente peladas las macetas y jardines rarlo pero sí es cierto que, desde propios, recurríamos a los ajenos. Saltábamos la tapia de un vecino (y algún entonces, en mi calendario persoque otro mandamiento) para “tomar” unas preciosas rosas de su jardín. nal, mayo es Mujer, mayo es María.
Mayo es mujer
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Retablos cerámicos de la Virgen de Guadalupe en Montijo del ceramista almendralejense Pedro Navia Campos Manuel García Cienfuegos
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
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eis retablos cerámicos realinovas Gallardo, José Recio del Rivezados en octubre de 1939 y ro, Diego Salmerón y José Ordóñez, producidos en los alfares de obteniendo dos premios y un diploTriana (Sevilla), de la fábrima en la disciplina de modelado y ca de Pedro Navia Campos (1897vaciado. 1960), se localizan en Montijo (BaLa fábrica trianera de Navia dajoz). Retablos cerámicos que paCon el prestigio personal del san desapercibidos en un Montijo joven Navia, avalado por el de la que a veces no vemos. Nace Pedro escuela y sus profesores, espeNavia Campos el 2 de octubre de cialmente Lafita y Ordóñez, se co1897 en Almendralejo (Badajoz). loca como maestro de taller en la Ildefonso Navia Hurtado, padre del empresa Ramos Rejano2, en donfuturo ceramista, fallece el 7 de ocde permanecerá de 1920 a 1924. tubre de 1902, teniendo el pequeCon la práctica, van creciéndole ño Pedro cinco años de edad. Isaa Navia los deseos de independibel Campos Madrid, la joven viuda, zarse hasta que se establece en madre de cinco hijos supervivientes la calle Castilla, aunque por poco tiene que afrontar la dura tarea de tiempo, ya que en 1924 adquiere criar y educar sola a su prole. Con un solar cercano a su vivienda, en ayuda de algunos familiares y amiPedro Navia Campos (1897-1960), ceramista la calle Ruiseñor núm. 14, dongos monta un pequeño negocio que escasamente cubre las necesidades co, hasta 1919, año en el que in- de construiría su casa-taller. El familiares y decide marchar a Sevi- gresa en la Sección de Bellas Artes recuerdo de su Almendralejo nalla, buscando un porvenir más ha- de la Escuela Industrial de Artes y tal y, sobre todo, la devoción que lagüeño para sus hijos. Tiene Pedro Oficios. Contaba entonces veintidós profesa a su Patrona, la Virgen unos catorce años cuando comien- años de edad. Tiene como maestros de la Piedad, no le hacen dudar za a vivir en la capital andaluza con a los insignes profesores Andrés Cá- sobre el nombre para su fábrica: «Nuestra Señora de la Piesu hermano José, al cuidadad. Talleres de ornamendo los dos de su madre1. Petación artística en barros dro, que ha dado muestras cocidos y vidriados». Tal es de gran habilidad para molla larga denominación que dear figuras en barro, entra figurará en los membretes como aprendiz en el estudio de sus tarjetones, facturas de la Sociedad de Arte Dey cartas. Tiene Navia, al corativo que había abierto el escultor José Lafita Blan- Membrete del ceramista extremeño en una carta al político Blas Infante instalarse por su cuenta, 1.- Hemos tomado varias anotaciones de los trabajos del sacerdote y escritor Tobías Medina Cledón, «Pedro Navia en el Museo Devocional de Almendralejo», en Actas de las II Jornadas de Almendralejo y Tierra de Barros (año 2010) pp. 361-384; de M.C. Palomo García, «El escultor y ceramista Pedro Navia Campos», en Boletín de las Cofradías de Sevilla, 530 (Sevilla 2003) 248-251. También a través de la página web http://www.retabloceramico.net creada por Antonio Entrena Aznarte. 2.- Fundada en 1895 por Manuel Ramos Rejano. Logró, entre otros, el premio Internacional de Lieja (1930) y el gran premio de la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1929), de la que se convirtió en uno de sus mayores proveedores. La fábrica estuvo en la calle San Jacinto hasta su cierre en 1965.
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MONTIJO (Badajoz). Ermita de Jesús Nazareno con su retablo cerámico
veintisiete años. En octubre de 1926 expone en Almendralejo cuarenta piezas de su autoría que causan admiración en la capital de Tierra de Barros. El número de empleados de la fábrica osciló de seis a doce según el volumen de trabajo. Su estado de soltería y la buena marcha de la fábrica le proporcionaban desahogo económico. Sin embargo, su carácter generoso y desprendido incluso en exceso le llevó a veces a situaciones de precariedad. Alternaba tanto con artistas e intelectuales como con gente sencilla. Fue gran aficionado a los toros, muy rociero y hermano de la Estrella, hecho frecuente entre los ceramistas trianeros por sus orígenes fundacionales. Viajó en diversas ocasiones al extranjero, especialmente a Italia y a Portugal. Su obra de la plaza de España de Sevilla La apertura de la nueva fábrica de Navia coincide con los trabajos frenéticos que preparan la Exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1929. La Plaza de España está en construcción. Los arquitectos Pedro Sánchez Núñez y José Granados, que se han hecho cargo de la dirección de las obras por haber dimitido el autor del proyecto, Aníbal González3, necesi-
tan ceramistas de prestigio para la decoración de la nueva plaza. Eligen, entre otros, a Navia, al que conocen por sus exposiciones. La ornamentación consiste en una profusa y rica azulejería polícroma, renacentista y barroca, que saldrá en gran parte de los hornos de la fábrica de Navia. Por citar algunos elementos, mencionaremos los escudos de Sevilla para las puertas de Aragón y Navarra, los cuarenta y ocho medallones de españoles ilustres, veinticuatro
águilas imperiales con el escudo de Carlos V y cuatro heraldos de gran tamaño. Tan amplia producción necesitó la colaboración de otros artistas que en esos años trataban de abrirse camino. La afluencia de visitantes a la Exposición de 1929 posibilitó que Pedro Navia y su obra de cerámica fueran conocidas, haciendo que, sin poder precisarlos, los contratos y pedidos le afluyan a su fábrica, especialmente desde la capital venezolana, Caracas.
MONTIJO (Badajoz). Azulejo de Nuestra Señora de Guadalupe en la ermita de Jesús Nazareno.
3.- Principal referente del regionalismo andaluz de comienzos del s. XX. Su obra magna fue la Plaza de España, donde combina con maestría distintas tipologías históricas aderezadas con un toque muy personal. Aníbal González (1876-1929) supo, muy acertadamente, convertir en ladrillería y azulejo el sueño de Sevilla.
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Retablos cerámicos La enumeración de obras de Navia en Sevilla no puede silenciar los enormes encargos que le hacían las cofradías de Penitencia y Gloria. Unas veces, les suministraba piezas modeladas para los retablos murales (ménsulas, columnas, áticos, molduras...), o figuras de Nazarenos que mandaban vidriar después; otras, realizaba retablos devocionales con las imágenes titulares o paneles conmemorativos de efemérides. Entre los retablos de cofradías de Penitencia, los más importantes son el del Cristo del Calvario en la iglesia de la Magdalena, bendecido en 1943; el de la Soledad de san Lorenzo, en la fachada parroquial de la calle Eslava (1944), y el de la Virgen del Subterráneo en la capilla de la Misericordia (1959), hoy en la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, vulgo Los Terceros. Con Navia colaboraron pintores como Alfonso Córdoba Romero, Manuel García Rodríguez y Pedro Salas López-Cepero. Otros encargos requerían la técnica del aguarrás —mucho más perfeccionista—, entonces la pintura corría a cargo de Antonio Morilla Galea, Francisco Morilla Serrano, Juan MONTIJO (Badajoz). Retablo en la Sede de la Comunidad de Labradores. ( Cortesía de SANFER)
MONTIJO (Badajoz). Sede de la Comunidad de Labradores con su retablo cerámico
Alcántara Oliver, escultor para los modelados, Ricardo Franco, José Varela e incluso su hermano, José Navia Campos, siempre bajo la supervisión del maestro. Los bordes eran recortados hábilmente por los albañiles Vallejo, verdaderos especialistas en la difícil tarea de colocar retablos. Blas Infante, considerado padre de la patria andaluza, encarga a Pedro Navia, en 1932, un escudo para colocarlo en la fachada de su casa de Coria del Río: La Casa de la Alegría4.
El escudo sobrevive, permaneciendo allí hasta 2001, año en el que pasó a la muestra permanente del Museo de la Autonomía andaluza, dejando en la fachada una réplica del original. Reconocimiento de su pueblo, Almendralejo A pesar de estar afincado en Sevilla, Navia no pierde ocasión de ir a su ciudad natal. Aprovecha para ello acontecimientos familiares, sociales y profesionales. El Ayuntamiento de Almendralejo le premia y
4.- Blas Infante diseñó y construyó en 1931 su propia casa a la que llamó Dar al Farah (Casa de la Alegría). Navia basó el diseño del escudo en el dibujo del primer escudo heráldico de Andalucía, realizado por el pintor Andrés Martínez de León.
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scriptoriumguadalupense / 13 bautiza la calle en la que su familia vivió, la antigua calle Nueva, con el nombre calle de Pedro Navia, escultor. En vida recibía el artista la alegría de ser reconocida su labor en Almendralejo. Son varias las piezas que conserva el Museo Devocional de Almendralejo5, entre ellas destacan: Cristo crucificado (Terracota pintada. 0’59 m. de altura); La Inmaculada (Terracota policromada. 0’75 m. de altura); Niño Jesús (Terracota pintada. 0’55 m. de altura); Virgen de Guadalupe (Terracota policromada y vidriada. 0’32 m. de altura); Virgen de la Piedad (Terracota pintada. 0’50 m. de altura); San José (cerámica policromada y MONTIJO (Badajoz). Ermita de Jesús Nazareno con su retablo vidriada. 0,49 m. de altura; cerámico. ( Cortesía de SANFER) Jarrón (Cerámica policromada y vidriada. 0’58 m. de altura.); Almendralejo cuenta con la decoVirgen de la Estrella (Azulejería. 0’45 ración de las casas núm. 51 y 53 de x 0’30 m.); Nazareno (Cerámica vila calle Pedro Navia; las casas núm. driada. Altura: 0’41 m.); Portal de Belén (Barro cocido y pintado); Re- 43 de la calle Mérida y núm. 16 de tablo mural de la Virgen de la Piedad la calle del Pilar. Ánforas, macetones, (Azulejería. 1 x 0’60 m.), y cuatro platos decorativos, tibores, retablos instantáneas procesionales (Relieves murales, pequeñas imágenes relividriados 22 x 39 cm.). giosas y otros objetos de cerámica hacen de estas viviendas unos museos vivos de las obras del artista. Los bustos de José Espronceda y Carolina Coronado, y un retablo mural en la fachada norte del Santuario de Ntra. Señora de la Piedad. El baptisterio de la iglesia parroquial de la Purificación es una de las grandes creaciones de Navia en Almendralejo, más de 33 m2 de extraordinaria azulejería polícroma. La parroquia de la Purísima Concepción de Valverde de Llerena (Badajoz) acoge la espléndida decoración del zócalo de su magnífico MONTIJO (Badajoz). Convento Santo Cristo del Pasmo (Clarisas), con el retablo cerámico de la portería baptisterio, encargados al ceramis-
ta en 1956. Una vajilla vidriada y decorada existente en la finca “La Portuguesa Rica”. Retablo mural con la imagen del Cristo de la Espina, en la fachada de la iglesia de las Descalzas, plaza de López de Ayala de la capital pacense, y busto de bandolero en el Museo Provincial de Bellas Artes. La ermita de Ntra. Señora de Bótoa conserva dos paneles murales colocados en su portal; representan a esta advocación mariana, uno, y a san Isidro, el otro. Los retablos cerámicos de Navia en Montijo El artista almendralejense deja su impronta en seis retablos cerámicos que tienen como motivo a Ntra. Señora de Guadalupe, Patrona de Extremadura y Reina de la His-
MONTIJO (Badajoz). Retablo cerámico de la familia Antolín
4.- Blas Infante diseñó y construyó en 1931 su propia casa a la que llamó Dar al Farah (Casa de la Alegría). Navia basó el diseño del escudo en el dibujo del primer escudo heráldico de Andalucía, realizado por el pintor Andrés Martínez de León.
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panidad. El obrador trianero de Navia los realiza una vez concluida la incivil guerra que enfrentó a las dos Españas, ya que todos ellos llevan la inscripción «Ntra. Sra. de Guadalupe, Madre de Extremadura, Reina de la Victoria (20-X-1939)». Los retablos se localizan en la fachada de la Comunidad de Labradores, en el zaguán del convento de las clarisas, en la casa de un familiar de Francisco Antolín, en la planta superior de la Joyería Vda. de Domingo Pérez6, antes escuelas de Morilla; en la fachada de la ermita de Jesús Nazareno, si bien tenemos que precisar que éste, anteriormente, estuvo colocado en el exterior del Palacio Municipal de Montijo; y otro localizado recientemente en la casa de Juan Luis Guerrero Palomares, restaurado por él tras haber resultado muy dañado del interior de la Casa del Navegante7, siendo tirado a la escombrera8. Navia emplea treinta y cinco azulejos para los retablos de la Comunidad de Labradores y ermita de Jesús, mientras que para los otros dispone de doce azulejos. La huella de Navia con sus retablos cerámicos de la Virgen de Guadalupe también está presente en otras poblaciones extremeñas, al parecer en Ribera del Fresno y Llerena. El ceramista sitúa a la Virgen de Guadalupe bajo un arco de
medio punto, sobre fondo color oro, adornado por medallones moldurados que sostienen cuatro angelotes. Arco sustentado por dos columnas corintias. La Patrona de Extremadura luce la corona rica de su coronación canónica, celebrada el 12 de octubre de 1928,
MONTIJO (Badajoz). Retablo cerámico de la fachada de la joyería Vda. de Domingo Pérez
labrada en los talleres del distinguido orfebre Félix Granda. Navia dispone en los seis retablos una peana que soportan dos ángeles arrodillados, sobre la que está Nuestra Señora, empleando el tono miel claro, muy similar a la imagen de terracota policromada y vidriada que se expone en el Museo De-
vocional de Almendralejo. El retablo que estuvo situado en la casa de la familia Antolín, plazuela de san Antonio, confirma la conexión que el autodidacta Francisco Antolín Rodríguez tuvo con Navia, pues es conocido que el castillo de Herodes, pieza del belén de San José de Morante, obra de Antolín, estuvo en la Exposición Iberoamericana de 1929, en la que ambos se conocieron. No obstante, en la sesión ordinaria celebrada el 20/XI/1939 por la Corporación Municipal de Montijo se acuerda: «Conceder el más amplio voto de confianza al Sr. Alcalde-Presidente, con el fin de que realice las necesarias gestiones, tendentes a la adquisición de una Imagen de Nuestra Excelsa Patrona en Extremadura, la Santísima Virgen de Guadalupe, Reina de la Victoria, abonando su importe con cargo al Capítulo 18º o de Imprevistos del corriente presupuesto ordinario de gastos, y colocándola en la fachada de entrada del Palacio Municipal, en sitio visible y preferente, que facilite al vecindario la veneración que todos los buenos cristianos debemos a Nuestra Madre y Señora de Guadalupe, Patrona de Extremadura»9. Estos retablos se insertan dentro del impulso que, a la devoción por Santa María de Guadalupe, profesó el obispo de Badajoz, don José Ma-
6.- Compuesto por doce azulejos, se aprecia en su exorno el estilo sevillano, acompañado por un tejadillo que lo protege con dos farolillos y una peana; bordeado por un marco esgrafiado con el objetivo de engrandecer el conjunto. 7.- Edificio adquirido por el Ayuntamiento de Montijo a la familia Bautista Thomas el 5 de febrero de 1988. Construido en el primer tercio del s. XIX por Vicente de la Torre Liaño y su mujer Petronila Vicenta Álvarez Araujo, hija de don Pedro Álvarez Vadillo, administrador del conde de Montijo. 8.- Hemos comprobado en el reverso de los azulejos de este retablo la inscripción «Ramos Rejano. Sevilla. España». 9.- Archivo Municipal de Montijo. Legajo 68, Carpeta 61. Libro de Actas 1936-1939. El acuerdo se toma para ratificar la adquisición que ya había realizado el presidente de la Comisión Gestora Municipal al afamado artista almendralejense.
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scriptoriumguadalupense / 15 ría Alcaraz y Alenda (1930-1971), promoviendo las peregrinaciones a Guadalupe, en las que se organizaban certámenes y veladas literario-musicales, procesiones eucarísticas, solemne triduos, que cerraba el obispo pacense. Los retablos cerámicos de Montijo dedicados a Santa María de Guadalupe, no son el único testimonio de la devoción a tan universal advocación, ya que el 22 agosto de 1953, el padre franciscano Claudio López Gómez (1905-1972), bendijo la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe del convento de san Antonio (1941-1967)10. Capilla hoy adscrita a la parroquia de San Gregorio Ostiense. El final Pedro Navia Campos, afectado por una trombosis cerebral, permanece quince días en coma profundo y fallece el día 1 de noviembre de 1960, a los 63 años de edad, en el mismo lecho en el que durmió desde 1924: un colchón “embutido” en un hueco (2 m de ancho, por 1 de alto y 1,10 cm de profundidad) bajo la escalera del piso, revestido de azulejos polícromos cocidos en su fábrica. Su cuerpo es trasladado por expreso deseo del artista a su querida ciudad natal, en cuyo cementerio reposa junto a sus padres. Una artística lápida sepulcral, cocida en los hornos de su fábrica de Triana, cobija sus restos mortales. A la muerte de Navia se constituye una Sociedad de la que fue gerente Amador Pérez Barranquero, y socios el dibujante Joaquín Pérez García y Alonso Rodríguez Navia, sobrino del artista, que llevaba trabajando con él varios años. En esta segunda etapa, ya sin Pedro, la Sociedad llegó a tener dieciocho trabajadores, entre ellos el gran pintor ceramista Fernando Orce Guerrero. La irrupción de la mecanización y la remodelación urbanística de Triana asfixiaron la fábrica. La construcción de viviendas en los aledaños y las quejas del vecindario por la emisión de humos, hicieron que la Sociedad —denominada ahora «Cerámica Navia-Amador Pérez Barranquero»— trasladara, a finales de los 60, la cocción de piezas a la Cartuja, en terrenos que le alquiló el industrial Alfonso Jaramillo González; terrenos que fueron expropiados por el Ayuntamiento en 1975. Así acabó definitivamente la fábrica del ceramista Pedro Navia Campos, quien desde joven se unió a Sevilla, moldeando su arte en el barrio alfarero de Triana. 10.- Conf. DIARIO HOY. 26/VIII/1953, en el que se da información sobre la presencia, en esta ceremonia, de los Hermanos Maristas de Badajoz. La comunidad franciscana la integraban los padres Claudio López y Valentín Pérez, junto con fray Francisco Delgado. La imagen de Ntra. Señora de Guadalupe fue adquirida con anterioridad por doña Trinidad Thomas y el maestro don José Calero.
MONTIJO (Badajoz). Retablo cerámico de la antigua Casa del Navegante
RIBERA DEL FRESNO (Badajoz). Retablo cerámico de Pedro Navia en la fachada del Ayuntamiento
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Teresa, la peregrina Antonio Arévalo Sánchez, OFM Licenciado en Historia Moderna
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n miércoles, veinte e ocho días del mes de marzo de quinientos e quince años, nació Teresa, mi hija, a las cinco horas de la mañana, media hora más o menos, que fue el dicho miércoles». Esta escueta y emotiva anotación perteneció al padre de Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, de nombre Alonso Sánchez de Cepeda (1471-1543), casado en segundas nupcias con Beatriz Dávila de Ahumada (c.1495-1528), de la que tuvo nueve hijos: Hernando (1510-c.1570), Rodrigo (1511-1543), Teresa (1515-1582), Lorenzo (15191578), Antonio (1520-1589), Pedro (1521-1589), Jerónimo (1522-1575), Agustín (1527-1591) y Juana (1528-c.1589). A los que habría que sumar a María (1505), el capitán Juan Vázquez de Cepeda (1507) y Pedro (¿?), habidos en primer matrimonio con Catalina del Peso y Henao (c.1485-1507). ¡Qué nueva —a pesar de los cinco siglos que nos separan— me parece la monja abulense que murió en Alba de Tormes (Salamanca) y vino a conocer, ya muy viejo, aquel francisco en extremo flaco «que no parecía sino hecho de raíces de árboles», fray Pedro de Alcántara! (Vida 27,18). Antes de tratarlo —áspero penitente, «muy afable» y sabroso en sus pocas palabras «porque tenía muy lindo entendimiento» (íb.)—, Teresa de Ahumada ya bebía en manantíos seráficos, pues se saciaba en el Tercer Abecedario (Toledo 1527) de fray Francisco de Osuna (c.14921540) y paladeó Subida al Monte Sión (Ed. 1538) de fray Bernardino de Laredo (1482-1540) (Vida 23,12). A la Iglesia española, tan crecida en el martirologio romano, no podían privarla de tanta reciedumbre, de espíritu más delicado, de temple muy bravo y vuelos tan limpios. Bajo las pezuñas inquisitoriales y pared con pared de alumbrados y quietos, en Teresa de Jesús había de brotar la mística sin atajos, uncida a la cruz y a la plegaria. Alcanzamos, pues, otro jubileo de la reformadora del Carmelo, doctora de la Iglesia, gloria de las Letras españolas y de la espiritualidad universal. El anterior que vivimos el año 1982, a cuatrocientos de su tránsito, trajo a Guadalupe la visita de un Pontífice santo, Juan Pablo II, el 4 de noviembre. Éste, la feliz coincidencia de un Año Santo para renovar los espíritus, que abriremos, D. m., el próximo 6 septiembre.
Santa Teresa de Jesús, óleo sobre lienzo de Diego Velázquez (1599-1660)
Monja del monasterio de la Encarnación Las nupcias y nacimientos con que hemos arrancado tuvieron lugar en Ávila (o quizás en la aldehuela de Gotarrendura), la almenada ciudad de Castilla a la que el año 1485 emigraron desde Toledo los abuelos: el rico mercader Juan Sánchez de Toledo (1440h.1507) e Inés de Cepeda (+1504), acuciados por un asunto de judaizantes con el Santo Tribunal. El bautizo en la parroquia de san Juan el miércoles Santo, a los ocho días del natalicio según costumbre española, nos brinda otra relación de interés, la del padrinazgo de Francisco Núñez Vela, hermano de Blasco que luego fue virrey del Perú, con el que guerrearon y medraron en Indias los hermanos de la monja; excepto su muy querido Rodrigo —al cual engatusó para que huyera con ella a tierra de moros en busca de martirio siendo unos críos—, muerto a manos de los Araucanos en 1543. Porque la España de Teresa es la Imperial de los Tercios de Flandes, la carrera de las Indias y los libros de caballería que granan nuestro Siglo de Oro. Lectora furtiva de esos bullicios junto a la frágil madre, la niña lo mismo busca el martirio que juega a ermitaña en
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scriptoriumguadalupense / 17 el huerto de casa, o es cortejada por un primo que dido, «y supliquela fuese mi madre, con muchísimas frecuenta, con sus atolondradas hermanas, el hogar lágrimas. Paréceme que, aunque se hizo con simpleza, de los Cepeda. Huérfana de madre entrada ya en los que me ha valido; porque conocidamente he hallado a 14 años y «enemiguísima de ser monja» (Vida 2,8), esta Virgen soberana en cuanto me he encomendado a el amante y recto padre la interna en las agustinas de ella y, en fin, me ha tornado a sí.» (Vida I, 7). Ávila el año 1531, donde algo la enderezó sor María No cita la advocación de Guadalupe entre sus prede Briceño y Contreras. ferencias, es verdad; pero en el siglo XVI no hay en la Vuelta al solar de los Cepeda y Ahumada, del que Península Ibérica otra casa de Santa María más famoya han partido a las Indias cuatro de sus hermanos, sa que ésta, habiendo alcanzado del papa Paulo III la Teresa se entrega al cuidado del padre y del resto de la gracia del Jubileo Plenísimo para la fiesta del 8 de sepprole. Entretanto, casó la hermana mayor y una de las tiembre, dado en Roma el 22 de febrero de 1535, dumejores amigas ha entrado monja en La Encarnación. rante el largo gobierno de fray Luis de Toledo (1512Con la natural oposición del padre, envejecido y en- 1515. 1527-1536). Para dar idea de la irradiación fermo, lo hará ella en 1535 a los 20 años de edad. De de nuestra casa, es lugar común la cita de Wenceslao Schaschek, secretario y allí sale muy enferma dos acompañante del barón años después y a él retorLeón de Rosmithal en su na, tullida y achacosa, en viaje de 1466: «…Siendo 1539. La Encarnación era muy ásperos los caminos entonces un monasterio que a él llevan, es fama poblado por dos centeque en ninguna región nares de monjas regalade la Cristiandad suele das, de corta clausura, haber tan gran concurso mucho locutorio y escasa de gente como aquí, por penitencia. Teresa, feliz devoción y piedad». A la durante diecinueve años que añado la del embapero insatisfecha, llora en jador y humanista venela Cuaresma de 1554 ante ciano Andrea Navajero la imagen de un Ecce ho(1483-1529) en su perimo sangrante traída a la plo de 1526: «Este sitio clausura. Frisaba la cuaestá cerca de la frontera rentena y suplica no ofende Portugal, y viene de esder más a Jesús doliente Santa Teresa ante la Virgen de Guadalupe, medallón de la carroza te reino y de toda España con la vida disipada, sin procesional, Talleres Villarreal (1960) gran número de gentes, recogimiento que lleva. Empieza ahí una andadura larga y fatigosa, atravesan- movidas por su devoción a esta Virgen»; y aún la del do tiempos yermos y melosas visiones, experiencias geógrafo portugués Gaspar Barreiros (c.1515-1574): místicas y obstáculos. Se deja guiar por confesores «…Y la presencia de los peregrinos, de los cuales sin teólogos y moralistas, jesuitas y dominicos, hasta dar faltar un solo día del año es visitada Nuestra Señora con el báculo y la lámpara de fray Pedro, ya viejo y por nacionales y extranjeros.»Tampoco fue óbice la probado, que le animó y procuró anidar en el conven- profesión religiosa de la peregrina, pues no era raro to de san José, donde prendió la reforma, la primera que las monjas salieran de la claustra para menesteres de piedad y devoción, ni sería una excepción del rede sus fundaciones. lajado monasterio de santa María de la Encarnación. Desde Ávila a Guadalupe La romería de la monja caminera a Santa María La devoción a la Virgen María se la debe Teresa de Guadalupe fue anotada por el historiador jerónimo a su madre y a los buenos libros de romance a los fray Francisco de san José o de Campanario1, aunque que su padre era aficionado. «Éstos, con el cuidado es de suponer que ni prior ni capellán ni sacristán que mi madre tenía de hacernos rezar y ponernos en distinguieran a Teresa entre la muchedumbre de peser devotos de Nuestra Señora y de algunos santos, regrinos, por más que pudiera acogerse a la hospitacomenzó a despertarme» (Vida I, 1). Así que, cuando lidad del monasterio durante los tres días al uso. Por doña Beatriz entregó su cuerpo a la tierra a la edad de otro lado, si la caminata se hizo el año 1548 o 1549, treinta y tres años, la hija acudió afligida a una imagen alrededor de la feria de septiembre —como supone de Nuestra Señora, a sabiendas de los que había per- el P. Efrén de la Madre de Dios, OCD2—, la «fémina
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scriptoriumguadalupense inquieta y andariega, desobediente y contumaz» que descalificó Felipe Sega, Nuncio ante la corte de Felipe II (1577-1581), no era sino una profesa de Ávila, de 33 años, agitada por la crisis que sólo amainaría en 1553. El de Campanario escribe, pues, a toro pasado, bajo el estereotipo de la reformadora ya canonizada el 12 de marzo de 1622: «Estuvieron en esta Santa Casa, de lo que hacemos mucho aprecio, el ilustríssimo apóstol de Valencia san Vicente Ferrer, y como donado suyo (de que diré en su lugar) el patriarca de la misericordia san Juan de Dios, y la insigne heroína, gloria grande de nuestra España, la santa madre Theresa de Jesús, quando andaba plantando su santíssima reforma», extremo que no es cierto. De mucho valor es el precioso dato que de la peregrinación nos dio sor María Bautista de Ocampo, la cual profesó en san José de Ávila el año 1562 y fue priora del Carmelo descalzo de Valladolid durante treinta y cinco años. Apurando sus días, Ocampo escribió una Relación o memorial donde dice que el año 1548, «siendo [yo] de edad de cinco o seis años, estando en Puebla de Montalbán, donde me criaba, en casa de un tío mío, acertó a pasar por allí nuestra santa Madre, que venía de una romería de Nuestra Señora de Guadalupe, y posó en casa, que era de su primo. No sé si por ser hija de mi padre, a quien ella quería mucho, o por los fines que el Señor sabía, se aficionó a mí y pidió si me quería ir con ella al monasterio de la Encarnación. Esto no hubo lugar por entonces…» Aquel Guadalupe que visitó sor Teresa de Ahumada ¿A qué vino Teresa a Guadalupe? Sin descartar otros motivos íntimos, todo apunta a que la causa de su estación era interceder por los hermanos tan queridos que medraban en las Indias al lado del imprudente virrey Blasco Núñez Vela. Enfrentado éste a Gonzalo Pizarro y los suyos en 1546 fue derrotado y cayó vencido en la batalla de Iñaquito, donde pereció Antonio, hermano de Teresa, eremita jerónimo por un tiempo. Si en junio de 1548 recibió nuevas de América, sor Teresa de Ahumada —quizás con su hermana Juana, a quien se llevó a la Encarnación tras la muerte del padre el año 1543, y otros parientes— llegó a Guadalupe, donde oiría misa, confesaría y comulgaría, rezaría el rosario al que tan aficionada era y, quizás, siguió el canto del Oficio de los monjes o cumplió otras devociones de peregrinos. Tenía a la sazón el gobierno temporal y espiritual de Guadalupe el prior fray Miguel de Gamarra (1547-1550), del que ninguna otra cosa destaca la historia. A Teresa se le adelantó en la romería el pobre y harapiento Juan Ciudad Duarte (14951550), quien recibió hábito de oblato jerónimo y sirvió en los hospitales de Guadalupe el año 1539, durante el priorato del P. Francisco de Benavides (1539-1541); además de fray Pedro de Alcántara, ministro provincial de los descalzos, que llegó Santa Teresa escritora, talla polícroma, Anónimo, s. XVII aquí en 1541, siendo prior fray Hernando de Sevi-
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scriptoriumguadalupense / 19 lla (1541-1547). Ninguno de ellos pudo ver la sacristía ni el camarín ni el retablo ni el presbiterio tal como están en la actualidad, pues nada de eso se había edificado aún; tampoco las reformas que Manuel Lara Churriguera introdujo siglos después en esta iglesia prioral. De la mano del P. Gabriel de Talavera, cuya Historia salió de la imprenta del toledano Tomás de Guzmán en 1597, trataré de seguir las vistas de Teresa desde el atrio al interior del templo. 1. El atrio y la capilla de santa Ana, ayuda de parroquia «Extiéndese delante del rico templo una muy espaciosa y grande plaza, ceñida en torno de cadenas fuertes que descansan, de trecho en trecho, en unas bien acabadas columnas de mármol. Sirve este lugar de cementerio, entre otros que ha diputado esta santa casa, para decente y piadosa sepultura de peregrinos […]. Entrando se ofrece a la vista una célebre y hermosa capilla dedicada a santa Ana […]. En esta gran capilla […] se ejercitan todos los oficios que en las parroquias ordinariamente suelen, así en administrar algunos sacramentos como en hacer las exequias funerales que por los vecinos del pueblo se acostumbran, acudiendo a su ejecución los clérigos que para semejante ministerio tiene señalados nuestra casa […]. Esta parroquia […] está dividida y apartada del templo con un grande y fortísimo arco, de donde se entra (subiendo con ciertas gradas) al santuario por un espacioso y ancho sitio. A la mano izquierda del arco hay una imagen hermosísima de nuestra Señora de la Anunciada y, debajo, el túmulo y memoria del esclarecido y singular varón Gregorio López […]. Al lado derecho de este arco hay una imagen de nuestra Señora de la Piedad; está en lo bajo una reja de hierro y dentro la piedra que se halló en la cueva […], reliquia en que tuvo nuestra Señora sus sagrados pies.»3 2. Partes de la iglesia santuario «De aquí se entra en la iglesia de nuestra Señora […]. Divídese este hermoso cuerpo en tres naves […]. La de en medio se levanta y encumbra sobre las otras, hermoseada de grandes ventanales y claraboyas con sus vidrieras […]. Ilústranla cuatro ricas
fábricas […]. El primero está a la parte del oriente, que es la capilla mayor de nuestra Señora […]. Tiene lo segundo un rico crucero […], rematando su alteza grande una hermosa linterna […]. De aquí se continúa la iglesia por un ancho y espacioso sitio, sustentada en sus pilares de mármol […]. Finalmente acompaña esta nave y su rica fábrica, el coro […]. Divide la capilla mayor y los altares que le tienen en medio, atravesando las tres naves de la iglesia, una reja en extremo bien acabada4 […]. Hay otra entre ésta y el altar mayor y, en medio, un sitio para los colegiales del seminario que sirven en el templo y para los gobernadores del pueblo y gente principal de él, donde los días de fiesta oyen los divinos oficios. Está al lado izquierdo un lugar conveniente, cercado de balaustres de hierro, donde se
Santa Teresa ante la Virgen de Guadalupe, esmalte del respaldo del trono, Talleres Granda (1953)
1.- Historia Universal…, Madrid 1743, cap. XIX, p. 129, nº 12). 2.- El recorrido que este ilustre historiador carmelitano propone es: La Paramera de Ávila por la dehesa de la Serna hasta la Peña Meseguera, Puerto de Mijares; pasado Navalmoral de la Sierra y cruzado el río Alberche, Cuevas del Valle y Mombeltrán, Navamorcuende, Cervera, Talavera de la Reina, Espinosa del Rey, Puerto de san Vicente, Alía y Guadalupe. El retorno supone el autor que lo hicieron por Alía hasta Espinosa del Rey y san Martín de Pusa con parada en Puebla de Montalbán (donde la santa visitó a unos primos), Torrijos (otro primo), Maqueda, Escalona, Cadalso de los Vidrios y san Martín de Valdeiglesias, en cuyo monasterio jerónimo de Guisando estaba retirado su tío Pedro de Cepeda. Por El Tiemblo seguirían a Burguillo para subir por Barraco el repecho de la Paramera de Ávila y entrar en casa. 3.- Libro III, cap. II, ff. 149-151. 4.- Fue labrada por los maestros rejeros fray Francisco de Salamanca y fray Juan de Ávila, frailes dominicos, entre 1510 y 1514.
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Santa Teresa escritora inspirada, respaldo de un sitial del coro, Alejandro Carnicero (1744)
recogen las mujeres principales que vienen a visitar el lugar santo. En medio de estos dos sitios, penden gran número de lámparas de plata y oro […]. Hay más adentro la capilla y santuario de la soberana Princesa, donde está su altar y sacratísima imagen, y aquí sólo se da licencia que lleguen los religiosos que celebran […]. Para entrar aquí desde la capilla mayor se pasa algunos escalones de mármol, bien labrados, y la segunda reja. En el costado de esta capilla está levantada, a la vista de la imagen santísima, una tribuna bien larga, antigua en su labor […] de donde los reyes y príncipes, que acuden al lugar sagrado, reverencian aquel soberano tesoro y señorean todo el cuerpo de la iglesia, sin que nadie alcance a ver sus personas […]. En lo último de la iglesia […], debajo del coro de los frailes legos, está la pila del bautismo, levantada en forma de una capilla redonda cercada de rejas. Tiene al lado izquierdo tres confesonarios y otros tantos al derecho, labrados […]. Aquí asisten siempre seis religiosos de los más graves y doctos, los cuales por la parte interior del monasterio acuden a las confesiones […]. Son las paredes de este nobilísimo templo, fuertes por extremo. Tienen, de la una a otra parte, muchos entierros, capillas y sepulcros de alguna gente princi5.- Libro III, cap. III, ff. 152-154. 6.- Libro III, cap. IV, ff. 154-154vto.
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pal del pueblo y forasteros ilustres. Salen de lo más alto de las paredes, en diferentes partes de la iglesia, unos balcones de grande y hermosa hechura, en que están siete diferencias de suavísimos órganos, que, según la calidad de la fiesta, sirven con su dulzura. Obra tan insigne y perfecta que es una de las más costosas de nuestra casa.»5 3. La capilla Mayor «Está en lo alto del crucero por donde se entra a la capilla mayor, una obra de madera que pasa de una a la otra parte […]. En medio tiene la imagen santísima de Cristo con los dos ladrones […]. Aquí está una hermosísima lámpara de plata, debajo de los pies del Crucificado, adornada de muchos navíos, que, en memoria de ilustrísimos triunfos […] ofreció don Bernardino de Mendoza, capitán general de las galeras. Acompañan a ésta otra cantidad innumerable de ellas […] dentro de la capilla de nuestra Señora […]. Todas estas ricas lámparas son de emperadores, reyes, monarcas, príncipes y potentados.»6 «Estaba antiguamente delante de esta parte de capilla, que consagraron a la imagen devotísima y a sus aras sacrosantas, una reja de plata y, por no haber nada seguro a la codicia de los hombres, acordaron se quitase
scriptoriumguadalupense / 21 y sustituyese otra de hierro estañado y fuerte, que detiene el concurso de los peregrinos no dejándolos pasar más a dentro, por el estorbo que harían a los que administran y celebran en el altar de nuestra Señora. De esta reja se llega a unos ricos y bien acabados escalones que suben al altar mayor […]. A los dos lados hay otros tantos balcones de ricas verjas de hierro, dorados, para cantar la epístola y el evangelio […]. [El] sagrario del Santísimo Sacramento […] [estaba] al lado derecho del altar […], ardiendo en su presencia doce riquísima lámparas de plata, pero ahora está con mucha mayor devoción […]7. Acompañan esta sagrada custodia8 gran número de figuras de santos, de una y otra parte, aunque ya, con la antigüedad, casi deshechas. Y así hemos ordenado que se haga otro nuevo retablo9 […]. Más arriba del tabernáculo y custodia está un nicho con cavidad necesaria para una gran imagen de nuestro padre san Jerónimo […] siendo de barro10. Estaba en este lugar antiguamente una imagen de nuestra Señora11 y, porque a veces ponía duda a los peregrinos cuál era la que había aparecido milagrosamente, sustituyeron en su lugar la de nuestro padre san Jerónimo.»12 4. El trono de Nuestra Señora «Al trono de esta sagrada imagen suben por una escalera […], sin que por fuera aparezca escalón ninguno. Aquí solo tiene licencia de llegar el sacristán mayor, a vestir y desnudar a la imagen santa. Desciéndenla por esta escalera, la víspera de su Natividad, al sagrario antiguo, de donde la llevan a su altar con gran pompa y aparato, haciéndose pedazos las campanas en señal de alegría, los ór-
ganos, las chirimías, cornetas, sacabuches y toda la capilla de cantores; asistiendo a este glorioso espectáculo gran concurso de gentes de todas partes, que con sus lágrimas, suspiros, voces y clamores hacen tan devota esta solemnidad […]. Están debajo de esta Señora muchos retratos de plata, que, en señal de reconocimiento, han dedicado reyes, príncipes y potentados.»13 «Y de una y otra parte de la capilla mayor, muy antiguos sepulcros y memorias de los reyes de Castilla. Está al lado derecho uno de los más célebres, levantole el cardenal y arzobispo de Toledo don Pedro González de Mendoza en honra del rey don Enrique el Cuarto, abriendo en el mármol estas letras […]; al lado izquierdo están los huesos de la reina doña María, mujer de don Juan el Segundo, guardados en un sepulcro de bronce.»14
Santiago y Santa Teresa de Jesús, fragmento de san Nicolás de Bari (1647), óleo de Zurbarán en el antecoro de Guadalupe
7.- El P. Talavera recuerda dónde estuvo el Sacramento hasta 1589, fecha en que Felipe II regaló a la Virgen el bargueño o escritorio que todavía sirve de sagrario. No incluyo aquí su descripción, porque santa Teresa, en 1548, sólo pudo ver el tabernáculo antiguo. 8.- Se refiere al sagrario de Felipe II en el centro del altar mayor. 9.- En su primera prelatura (1595-1597), Talavera levantó el relicario o capilla de san José, pero el retablo que aquí anuncia no se hizo hasta el priorato de fray Juan de la Serena (1615-1618). Por ser dato poco conocido, dejo aquí la cita completa del ilustre, devoto y activo historiador: «Y así hemos ordenado que se haga otro nuevo retablo, con toda su hermosura, majestad y grandeza que nos sea posible, así en la arquitectura, que es grande, cuanto en la pintura maravillosa, conformando todo con la traza aventajada que para este propósito está hecha. Concertámosle este año de noventa y siete, confiando en la clemencia y liberalidad de esta gran reina no verá ánimos y pechos de sus devotos para que acudan con sus limosnas a tan santa y costosa obra y en que tanta suma se ha de gastar. Y porque la brevedad de tan justo intento sea mayor, ofrecí (desde luego que traté se hiciese) lo que mi pobre caudal alcanzaba, dedicando para su ejecución todo el provecho y interés que resultase de este libro.» Libro III, cap. V, ff. 158-158vto. ¿Era este retablo —aprobado, proyectado y concertado en 1597— el que se supone iba a realizar El Greco? Poco después de la ruidosa inauguración del nuevo retablo en presencia de Felipe III y la Corte, el de Talavera, a la sazón rector del Colegio de Salamanca, volvió a salir prior (1618-1620). Murió el año 1620, antes de concluir su mandato, por lo que está enterrado en la crujía de los priores. 10.- Se refiere a la imagen del santo penitente, modelada en terracota por Pietro Torrigiano (1472-1528), que ahora se encuentra en la sacristía. 11.- Había, pues, dos imágenes de la Virgen de Guadalupe en la capilla mayor. La causa era que la imagen original, no grande, estaba alta, cubierta de cortinajes para mover a la admiración y en medio de un templo oscuro, pese a las humeantes lámparas. La segunda imagen de Santa María fue retirada, en razón de la confusión que generaban, el año 1524, durante el priorato del P. Miguel de Villahoz (1524-1527). (cf. Diego de Écija, Libro de la invención (Cáceres 1953) cap. 66, p. 341). De manera que sor Teresa de Ahumada no pudo ver esta segunda imagen. 12.- Libro III, cap. V, ff. 157-159. 13.- Cita al lado derecho, el retrato de plata de Fernando I de Habsburgo (1503-1564), hijo de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso y hermano del emperador Carlos I, infante de España y archiduque de Austria (1520-1564), rey de Hungría (1526-1538. 1540-1564), rey de Bohemia (1526-1564) y emperador de Alemania (1558-1564). Al lado izquierdo, el de su esposa Ana de Hungría y Bohemia (1503-1547), de rodillas. Debajo del trono, el de la emperatriz María de Austria y Portugal (1528-1603), esposa de Maximiliano II de Habsburgo (15271576), y los de sus doce hijos; retratos todos en plata, enviados desde Alemania (cf. Libro III, cap. VI, ff. 160vto-161).
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Santa Teresa escritora, bajorrelieve en bronce de la peana de la Virgen, Talleres Granda (1953)
5. Los exvotos «Es dignísimo de admiración tantas cadenas, grillos, ataúdes, tantas piernas, brazos, orejas, ojos, que casi cubren el espacio de las paredes de este edificio santo […]. Penden también los trofeos, banderas, estandartes y despojos que […] los príncipes han conseguido gloriosamente y colgado de este sagrado templo, en reconocimiento del autor de su victorias.»15 Memorias de Teresa en Guadalupe Con la cita del P. San José, el Real Monasterio de Guadalupe guarda la memoria de la santa española en varios objetos artísticos: 1.- Imagen del galón de la casulla de san Nicolás de Bari, (Zurbarán 1647).
Veinticinco años después de la canonización de Teresa de Jesús, Francisco de Zurbarán (1598-1664) pintó a san Nicolás de Bari para el altar derecho para el antecoro de Guadalupe. En él se representa al santo obispo vestido de pluvial, adornando la franja de éste con rica imaginaría. En el último de los cuadros del lado izquierdo, el de Fuente de Cantos pintó a nuestra santa castellana el año 1647. 2.- Talla policromada de la santa en el Museo de Bellas Artes, (Anónimo, s. XVII). De gran dulzura, belleza y mérito es la talla anónima de la santa escritora que conservamos en el museo de Bellas Artes (o de escultura y pintura antigua). Lleva un libro abierto en la mano izquierda mientras sostiene en alto la pluma (desaparecida) con la derecha. Su rostro, transido de luz estática, se vuelve al cielo, de donde recibe inspiración para escribir. De tamaño menor —mide unos 50 cm.—, es de estilo barroco, escuela castellana (quizás de la gubia o taller de Gregorio Fernández) y habría que fecharla en los comedios del siglo XVII. 3.- Tabla de la sillería del coro, (Alejandro Carnicero 1744) En uno de los primeros bancos de la sillería baja de nuestro coro, lado de la epístola, descubrimos una tabla apaisada que representa a la monja peregrina en bajo relieve. Aunque de medio cuerpo, la iconografía no difiere del modelo tradicional: escribe con pluma sobre un libro al dictado o bajo inspiración del Santo Espíritu que, en forma de paloma sobre nubes, aparece en el ángulo superior izquierdo de la tabla. Es obra barroca en madera de nogal del vallisoletano Alejandro Carnicero (1693-1756) y su taller salmantino, que trajo al monasterio el año 1744. 4.- Medalla y estampas en el Libro de las Alhajas (Anónimo 1777) Siendo todavía prior el P. Felipe de Montemolín (1776-1777), el 14 de febrero de su último año antes de ser promovido al generalato, logró el acuerdo del capítulo para que se registrasen y pintasen las alhajas más ricas de Santa María. Merced a esta espléndida obra sabemos que, entre esas joyas, hubo al menos una medalla dos estampas de santa Teresa en sendos relicarios. De la medalla dice: «Esta joya es una medalla de oro y la efigie parece Santa Theresa. Tiene algún esmalte y, por adorno, once piedras blancas» (f. 20vto.) Bajo las pinturas de los relicarios se lee: «Es un relicario quadrado de otro con esmalte blanco y negro, tiene pinturas mui ordinarias de san Joseph y santa Theresa» (f. 7vto. n.6). «Es un relicario quadrado, con pintas de
14.- Libro III, cap. VII, ff. 161-161vto. 15.- Ibídem, cap. VIII, f.163.
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scriptoriumguadalupense / 23 esmalte sobre oro, adornado con veintiocho diamantes, tiene pintura fina de san Juan Baptista por un lado, y por el otro de una santa carmelita descalza». 5 y 6.- Esmalte y bajo relieve del Trono de Nuestra Señora (Talleres Granda 1953) El respaldar del trono giratorio de Nuestra Señora, labrado por los Talleres Granda (Madrid) en 1953, recuerda con un esmalte la romería de santa Teresa de Jesús a Guadalupe. Aquí se eligió la imagen de la monja arrodillada ante el altar de la Virgen, ilustrando el relato del P. San José. Casi inadvertido pasa, empero, un bajo relieve de la santa en la peana de madera y bronce donde descansa la sagrada imagen de la Virgen; de pie junto a otros santos españoles, Teresa escribe en un libro pluma en ristre. 7.- Repujado de la carroza de Nuestra Señora (Manuel Villareal Fernández 1960) Motivo semejante al representado en el esmalte del trono es el que se repujó en uno de los medallones de la carroza (primero del costado derecho) procesional de Nuestra Señora, obra del orfebre sevillano Manuel Villarreal Fernández, estrenada el año 1960. Guadalupe, con toda la Iglesia Católica, se enorgullece de la presencia de la santa castellana entre sus muros, venerando el sagrado trasunto de María, Estrella de la Evangelización y Reina de la Hispanidad. Bibliografía básica 1. Efrén de la Madre de Dios, OCD, «Tiempo y vida de santa Teresa», en Obras Completas, t. 1, Introducción y biografía, Madrid (BAC) 1951, pp. 131-556. 2. Miguel Mir, Santa Teresa de Jesús, su vida, su espíritu, sus fundaciones (Madrid 1912) t. 1, p. 440. 3. Carlos Gracia Villacampa, OFM, «Santa Teresa de Jesús en Guadalupe», en El Monasterio de Guadalupe 123 (1922) 74-75. 4. Arturo Álvarez Álvarez, «Guadalupe en los caminos de Teresa de Cepeda», en Guadalupe 657 (1982) 6465. — Cien personajes en Guadalupe, 1995, pp. 5155. 5. Belén Yuste – Sonia R. Rivas Caballero, «Santa Teresa ante la Virgen de Guadalupe» en Guadalupe 777 (2002) 26-29. 6. Juan L. Rodríguez- Jesús Urrea Fernández, Santa Teresa en Valladolid y Medina del Campo: historia de sus fundaciones hasta nuestros días, Valladolid 1982, p. 475.
Santa Teresa, talla policromada de Cayetano de Acosta, Capuchinas, Sevilla
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Doce caminos de peregrinación a Guadalupe II
Camino de los Montes de Toledo Textos y mapa de APRODERVI Revisados por nuestra Redacción
Bibliografía, Naturaleza, Aspectos Etnográficos y Equipamientos, en http://www.aprodervi.com/
Datos: Toledo-Guadalupe (200 km.) Comarcas que atraviesa el camino: Comarca de Los Montes de Toledo (3.052,33 Km²; 67.454 Hab), Tierras de Talavera (1.894 Km²; 88.003 Hab) y Villuercas Ibores y Jara (2.245 km²; 16.800 Hab).
Orígenes e historia del camino Nuestra meta se encuentra en Guadalupe y parte de Toledo, la ciudad Imperial desde que Carlos I y a su hijo, Felipe II, deciden trasladar la Corte de su vasto imperio a la ciudad del Tajo (precisamente la complejidad del Imperio hispánico marca el declive de la ciudad, pues Toledo se queda pequeña ante las necesidades de la burocracia imperial). Una vía o camino que será directa heredera de la antigua calzada que unía Toletum (Toledo) con Emérita Augusta (Mérida), junto a otra vía secundaria, y no menos importante, que llegaba desde Caesaróbriga (Talavera de la Reina) hasta el Puerto de San Vicente. Una infraestructura ya creada que servirá de paso al trasiego de peregrinos desde finales del siglo XIV, y que se verá potenciada a partir de los siglos XV y XVI por la significación religiosa, cultural y artística adquiridos por el santuario de Guadalupe, como veremos. El inicio de este camino viene marcado por el trazado sinuoso y ondulado de la cordillera de los
Mapa del Camino de los Montes de Toledo
Montes de Toledo y el relieve suave y de monte bajo de la comarca de La Jara, tierras que históricamente fueron colonizadas por grupos de mozárabes, castellanos y leoneses. Un mundo rural que ha permanecido inalterable al paso del tiempo, escasamente poblado y dedicado básicamente a actividades ganaderas y apícolas. El Puerto de San Vicente, en el límite occidental de la comarca de La Jara, facilita el camino a la sierra de Guadalupe, ya en la provincia de Cáceres. El camino guadalupense, que históricamente ha sido el segundo camino de España por número de peregrinos, tiene dos recorridos que pasan por Toledo. Esta significación le viene de su sede episcopal, ya que tanto clérigos como obispos y monjes iban y venían hasta allí por esta vía. El camino trazado La ruta de los Montes de Toledo atrae al visitante por la riqueza de sus múltiples facetas. Ya se realice a pie, en bicicleta, a caballo o por cualquier otro medio, su vitalidad espiritual, artística, cultural, la acogida y hospitalidad de sus gentes, la belleza y variedad de los paisajes que atraviesa, garantizan una gama de sensaciones que perdurarán en la mente del caminante. Desde el punto de vista paisajístico, en este recorrido atravesaremos espacios con alto valor natural y ecológico, como los Montes de Toledo, la comarca de la Jara y el valle del Tajo. A través de ellos atravesaremos zonas de monte y de rañas, grandes espacios de jarales y laderas empinadas, escarpadas cumbres y valles fértiles. Es por ello que a lo lar-
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scriptoriumguadalupense / 25 go del camino veremos representaciones arbóreas como encinares, alcornoques, madroños y quejigos, y arbustivas como los inmensas manchas de jara pringosa y algunos brezales. En las laderas con exposición norte o en zonas más húmedas como los fondos de los valles, se instalan robles melojos, peonías y otras especies de apetencias más frescas que apreciaremos cuando el camino se desvíe hacia la comarca de las Villuercas. Iniciamos el camino espiritual y contemplativo desde la noble Toledo, enclavada en un promontorio rocoso rodeado por el río Tajo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986. Las tres religiones monoteístas (la hebrea, la cristiana y la morisca) dejaron su huella cultural por doquier, conservando un patrimonio arquitectónico y artístico inigualable: sinagogas, conventos e iglesias, murallas, puentes, torreo-
nes y un sinfín de mezclas culturales y artísticas hacen de Toledo un museo al aire libre. Aquí el viajero cargará energías para recorrer los casi doscientos kilómetros que separan Toledo de Guadalupe, y descubrir una de las líneas vertebrales de los movimientos de peregrinación que dieron fama a nuestro santuario; atravesando para ello tres grandes comarcas de una diversidad y orografía heterogénea, como son los Montes de Toledo, La Jara toledana y las Villuercas. Dejando atrás la ciudad de las tres culturas, abriremos camino adentrándonos en la comarca de los Montes de Toledo, a través de las poblaciones de Guadamur, Polán, Noez, Totanés, Gálvez, Menasalbas y Navahermosa. Allí descubriremos importantes testimonios de su pasado arquitectónico y artístico, como los imponentes castillos de Guadamur y Polán; iglesias y ermitas como la de la Natividad en Guadamur, san Julián en Noez, la Inmaculada Concepción en Totanés o la de Santa María Magdalena en Menasalbas; y equipamientos museísticos como el Centro de Interpretación del «Tesoro de Guarrazar» (Guadamur), el Museo de Costumbres y Artes Populares, el Aula de naturaleza «El Borril» o el Centro de Interpretación de los Montes de Toledo, estos dos últimos en Polán. Además de visitar edificios, iremos pisando un espacio natural singular, de extraordinaria riqueza florística y faunística. Un territorio amparado desde 1996 bajo las figuras de protección Zonas para la Especial Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC), conformando un conjunto de sierras y macizos de una amplitud y continuidad excepcionales, densamente accidentado por relieves montañosos de mediana altitud y modelados sobre un roquedo consolidado y antiguo. Por otro lado, la zona adquiere una gran importancia
El castillo de Guadamur (Toledo)
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faunística por albergar una de las dos principales poblaciones de lince ibérico (especie catalogada en peligro de extinción) e importantes nidificaciones de aves, como el águila imperial ibérica, el buitre negro o la cigüeña negra. Abandonando la comarca de los Montes de Toledo, nos adentraremos por Navahermosa en otra comarca de gran particularidad y belleza; estamos hablando de la Jara toledana: Navalmorales, Espinoso del Rey, Robledo del Mazo, Buenasbodas, Gargantilla, Campillo de la Jara y Puerto de San Vicente. Antes de cruzar a tierras cacereñas por los riscos del Estrecho de
la Peña, situado cerca de Puerto de San Vicente, veremos que La Jara destaca por ser una de las zonas cinegéticas más ricas de España, existiendo grandes cotos tanto de caza mayor como menor. Pero no solamente de la caza viven estos pequeños pueblos toledanos, su paisaje, que alterna los llanos con las sierras boscosas y las rañas esteparias, dan lugar a un territorio eminentemente ganadero y apícola, pasado remoto de lo que fue su principal riqueza. Dejando atrás La Jara toledana, nos internaremos en la geografía agreste de las Villuercas, última etapa de nuestro camino peregrino, a través de un relieve que alterna las afiladas crestas y desniveles abruptos, a valles y parajes de gran riqueza, donde predominan las zonas adehesadas de encinas con densidades boscosas de melojos, loros, mostajos, almeces, avellanos, nogales… Tras parar en Alía para visitar la iglesia mudéjar de santa Catalina, recobrando el ritmo a los últimos pasos, iremos acercándonos, entre bosques caducifolios y veredas angostas, al final del recorrido: el Real Monasterio de Guadalupe, punto de encuentro de un viaje sorprendente, convergencia de todos los caminos de nuestro culto mariano.
Paisaje de La Jara, en Puerto de san Vicente (Toledo)
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Guadalupe y la Casa de Austria Queda reflejado en los documentos y en donaciones que guarda el monasterio, que la Casa de Austria tuvo en gran estima a Guadalupe y lo impulsó como lugar de peregrinación dando pie a que muchos viajeros de diferentes países lo visitasen y escribiesen sobre él. Carlos I favoreció la implantación en el monasterio del arte tipográfico, y a los médicos, con estudios de medicina, transmitiendo además a toda su familia el cariño por el santuario. En 1547 visitó por primera vez Guadalupe el entonces príncipe Felipe, verdadero protagonista de nuestro camino. Antes de hablar de él, debemos destacar la figura de Carlos I de España y V de Alemania, que aunque no esté asociado a este camino, pues no hay referencia que nos lo confirme, sí que de manera indirecta influyó a consolidarlo. Sabemos que Carlos I pasó en Guadalupe la Semana Santa de 1525. Quizá sea a raíz de su visita cuando regaló su retrato escultórico al monasterio y decidió construir un nuevo retablo, encargando las trazas a Juan de Borgoña (finalmente esta obra no se llegaría a mate-
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Carlos V en Yuste (1878), lienzo de Miguel Jadraque (1840-1919)
rializar entonces). Sacamos a colación este hecho porque durante el siglo XVI, el rey Felipe II, deseando cumplir los deseos de su padre, volvió sobre el tema del retablo, encargando el proyecto a El Greco, el cual firma el contrato en 1597 (proyecto que tampoco vería la luz). Según el historiador Arturo Álvarez, el principal obstáculo se debió a la discrepancia entre los monjes, puesto que estos querían un retablo de piedra y no de madera, como requería el propio rey Felipe II. No obstante, la Orden de san Jerónimo fue distinguida por los diferentes monarcas de los reinos hispánicos con una especial deferencia, por encima de las relaciones mantenidas con cualquier otra familia religiosa; distinción que se manifestó reiteradamente en el trato que mantuvieron los re-
yes con la Orden, en la confianza con que se dirigieron a ella y en el aprecio con el que distinguieron a muchos de sus miembros, pues, tanto Carlos I como Felipe II los encontraban fieles a su política expansionista. Entre las piezas donadas por Felipe II que se conservan en Guadalupe, destaca un escritorio convertido en sagrario para el altar mayor, realizado por Juan Giamín en 1571, la mesa y un crucifijo de marfil clavado en cruz de ébano, así como lámparas y diversas piezas de plata de gran valor. Como prueba del tránsito de peregrinos se conoce el dato de que los jerónimos del monasterio de santa Catalina, en Talavera, tuvieron propiedades como el molino del Linchero y un mesón para los romeros. Además, puede que los peregrinos de La Mancha y las zonas más suroccidentales de los Montes de Toledo pasaran por aquí. Y es que los peligros que representaba realizar el camino se ve en la creación de la Santa Hermandad contra el bandolerismo. Hacemos mención de este hecho por la relación establecida con el itinerario, ya que los peregrinos de Guadalupe estaban expuestos al ataque de salteadores de caminos, también denominados golfines. La acción de las santas hermandades de Toledo y Talavera y el factor de reinserción social mediante perdones reales y concejiles o prestación de servicios de armas como mercenarios hizo retroceder notoriamente la actividad delictiva de los golfines en el siglo XVII y XVIII. Desde el punto de vista artístico, Toledo y Guadalupe guardan un paralelismo digno de mencionarse, no sólo en la arquitectura, sino también en la miniatura, el bordado y otras manifestaciones artísticas, pues Toledo
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era la capital del reino y el más importante centro eclesiástico de España, al que Guadalupe pertenece desde sus orígenes y al que trataba siempre de emular y seguir. Personajes ilustres Por aquí pasaron reyes, caballeros, soldados, monjes y clérigos; trovadores, juglares, burgueses y mendigos; sanos y enfermos, hombres y mujeres; caminando o en cabalgaduras, en solitario o en grupos que se iban transformando durante el camino, pues algunos abandonaban y otros se incorporaban; todos ellos devotos que dieron en mayor o menor medida forma y sentido a este itinerario sumergido por la fragosidad de su relieve y la belleza de sus valles. No faltaron personajes toledanos que venían expresamente a ad-
quirir los libros corales de Guadalupe, como Juan de León, mayordomo del cardenal Mendoza, deán de Toledo, o el propio arzobispo de Toledo, fray Francisco Jiménez de Cisneros, más tarde cardenal y regente. En 1548 vendrán por él Teresa y su hermana Juana junto a otras personas de Ávila en peregrinación a Guadalupe, para pedir por sus deudos a la Virgen. Poco se sabe de este viaje según las crónicas históricas, aunque si se puede afirmar que llegó hasta Espinoso del Rey, localidad por donde discurre nuestro trazado de los Montes de Toledo, para continuar desde allí su peregrinaje hasta la Virgen Negra de Guadalupe. Probablemente y según la tradición local de Espinoso del Rey, en una de las casas de esta población se hospedó la santa antes de continuar su viaje. Posteriormente a principios del siglo XX otro personaje ilustre de la literatura española viajará por este camino, y lo hará en coche, hablamos de Miguel de Unamuno. Una corriente espiritual le impulsó a la búsqueda de los grandes santuarios españoles, en este caso Guadalupe. Se sabe de la gran simpatía que Unamuno sentía por el padre Sigüenza, cuya obra Historia de la Orden de San Jerónimo refiere como obra fundamental de la literatura española. De su viaje a Guadalupe, nos relata la fastuosidad de sus reliquias y tesoros, los bellos cuadros de Zurbarán situados en la sacristía, de los cuales queda sobrecogido, y la belleza del entorno en el que está ubicado el santuario.
Presentación de Cisneros a Isabel la Católica (1871), lienzo de Miguel Jadraque (1840-1919)
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El Sendero Internacional de los Apalaches Ruth Hernández Paredes
Geóloga (Presidenta del SIA en España)
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l Sendero Internacional de los Apalaches (SIA) es un proyecto basado en recorrer la geología de los Apalaches ahí donde ésta se encuentre y representa la unión de pueblos y culturas entre Norte América, Europa y Norte de África; siendo nuestra misión la de crear, desarrollar y mantener un sendero de largo recorrido que se extienda más allá de las fronteras geográficas de las regiones que formaron parte de las montañas Apalaches, originadas hace más de 400 millones de años en el super-continente Pangea. Además de conectar gentes y lugares, nuestro fin es promover el patrimonio natural y cultural, la salud y el deporte, respetando el medio ambiente, el compañerismo y la cooperación transfronteriza, así como el desarrollo económico y rural a través de un hábito saludable y recreativo como es el senderismo. La primera idea de crear el Sendero Internacional de los Apalaches surge de Richard Anderson, biólogo marino, en 1991, no siendo hasta abril de 1994, cuando se hizo por primera vez pública en un acto, presentado por Joe Brennan (Candidato a Gobernador del Estado de Maine) en el día de la tierra. Desde 1991 hasta el día de hoy, el SIA cuenta con asociaciones en 20 países
Cartografía apalachense
o regiones de todo el mundo trabajando en completar el sendero. La primera fase del desarrollo del SIA en España ha sido localizar en la geografía española todos los terrenos representativos de la geología de los Apalaches. Posteriormente y siguiendo el sentido del plegamiento que dio origen a los Apalaches NW-SE, se han buscado caminos o senderos de
GUADALUPE. Las tres Villuercas ( Gabriel Sánchez Olmeda)
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SIA. La unión de los pueblos y las culturas
relevancia, que permitan al senderista, poder continuar de forma continúa su trazado. En España, tenemos representación de esta geología en varias regiones, teniendo que unir nuestro sendero con nuestro vecino Portugal, la zona Norte de León a Santiago de Compostela pasando por Gijón, la zona Central de Alcántara a las Villuercas-Ibores-Jara y la zona Sureste desde Puerto Rey a Córdoba. Creemos que la mejor forma de crear y difundir el sendero es aportando al mismo un carácter cultural e histórico además del puramente geológico. Los Caminos Naturales y el Sendero Internacional de los Apalaches en España Desde el año 1993 el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha construido, dentro del Programa Caminos Naturales, más de 8.544 kilómetros de caminos naturales a lo largo de toda la geografía española. En colaboración con otras administraciones territoriales que se encargan a posteriori de su mantenimiento, los caminos naturales construidos por el Ministerio sobre antiguas infraestructuras de transporte y dedicados a usos senderistas, ciclistas y de ecuestres, permiten el acercamiento de la población al medio natural, promoviendo el conocimiento de la naturaleza y los paisajes, y el desarrollo sostenible del medio rural. Antiguas vías de ferrocarril, canales, caminos de sirga, vías pecuarias, sendas, e incluso antiguos caminos públicos vuelven a ser utilizados por una población que demanda cada día más el contacto con la naturaleza y disponer de espacios tranquilos en los que pueda ejercer actividades recreativas y deportivas alejadas del tráfico motorizado. El Sendero Internacional de los Apalaches, tiene definido parte de su trazado a través de etapas de los Camino Naturales del Tajo, las Villuercas y Guadiana.
Zona Villuercas-Ibores-Jara en el Sendero Internacional de los Apalaches Es la zona central del Sendero Internacional de los Apalaches (SIA) en España, donde veremos al 100% lo que es el relieve Apalachense, único lugar en Europa donde se puede observar éste relieve al igual que si estuviéramos en la Cordillera de los Apalaches en el Este de Estados Unidos. Por este motivo, se ha diseñado un trazado, que denominados “La Z del SIA”, para abarcar gran parte del territorio y detener el sendero en esta zona sin igual; aunque quedan sitios excepcionales por los que el sendero no pasa, pero es imposible poner toda la belleza de la zona en el SIA. Aproximadamente, este trazado recorre unos 250 Km. pasando por las localidades de: Higuera de Albalat, Campillo de Deleitosa, Fresnedoso de Ibor, Robledollano, Cabañas del Castillo, Solana, Berzocana, Logrosán, Cañamero, Guadalupe, Navezuelas, Navalvillar de Ibor, Castañar de Ibor, Peraleda de San Román, Valdelacasa del Tajo, Villar de Pedroso, Navatrasierra, la Calera, Alía y Puerto de San Vicente. Caminaremos por caminos públicos y nos valdremos de algunas etapas de caminos como: Camino Natural de las Villuercas, Ruta Isabel la Católica, Ruta Alfonso Onceno, Camino Natural del Tajo y Camino Real de Guadalupe. La zona fue reconocida como Geoparque en el 2011, con la denominación de «Geoparque Villuercas-IboresJara». Uno de los aspectos que tuvo en cuenta la UNESCO para su declaración como tal, entre otros, fue precisamente su relieve apalachense. Más información:
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http://senderointernacionalapalaches.org/ https://apalachesvilluercas.wordpress.com/ https://www.youtube.com/watch?v=BY9xNqbneXs sendero.internacional.apalaches@gmail.com
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Bibliografía de Guadalupe [A_13]
1. Beatriz Carolina Peña, Imágenes contra el olvido. El Perú colonial en las ilustraciones de fray Diego de Ocaña, Lima, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) 2011, 415 pp. Beatriz Carolina Peña, especialista en estudios coloniales, profesora de Lengua y Literatura Españolas en Caracas, con estudios de postgrado en Filología Hispánica por el IC0I y la Universidad complutense, doctora en The Graduate Centre de la Universidad de Nueva York es la autora de este interesante estudio, premiado en EE.UU (2012) y Méjico (2013). Tanto en este libro como en el siguiente, sorprende la insistencia de la A. en el uso del término olvido, que no tiene otro trasfondo sino la nota del autor de la Relación del viaje por el Nuevo mundo (1599-1607) (BUO. Ms. 215) y sus 27 ilustraciones, fray Diego de Ocaña (h. 1570-1608), monje de Guadalupe, quien dejó escrito: «Porque, si no es de esta manera, luego se olvida to-
Portada del libro Imágenes contra el olvido, un estudio sobre las pinturas de fray Diego de Ocaña
do en estos reinos, y volviendo la espalda, todo se deja y se acaba.» Las ilustraciones del citado manuscrito, dado a conocer en 1942 por nuestro P. Carlos G. Villacampa en la primera edición de la Comedia de Nuestra Señora de Guadalupe y sus milagros, han recibido poca atención por parte de todos, así que «el propósito de este trabajo sea intentar una aproximación al significado de los dibujos del monje jerónimo; descubrir sus conexiones posibles con elementos de la cultura europea, hispánica y amerindia de su tiempo y determinar sus influencias artísticas e ideológicas y sus relaciones con otros cronistas contemporáneos.» Como ella misma reconoce, es una empresa « intrincada en el sentido de que habrá que someter las ilustraciones a varios modos de contemplación […], un enfoque interdisciplinario donde deben intervenir la iconografía, la historia, la antropología, la historia de las ideas y la literatura.» 2. Memoria viva de una tierra de olvido: Relación del viaje al Nuevo Mundo, de 1599 a 1607. Fray Diego de Ocaña, Barcelona, Cecal/Paso de barca 2013, 918 pp. Ed. Beatriz Carolina Peña. Se trata de la última edición del manuscrito que relata el citado viaje del P. Diego de Ocaña a las Indias occidentales entre los siglos XVI y XVII, a fin de recaudar limosnas y difundir por aquellas tierras el culto a la Virgen de su monasterio. El manuscrito autógrafo se conserva en la biblioteca de la Universidad de Oviedo. Preceden a esta edición las que debemos a nuestro colaborador Arturo Álvarez (Madrid 1969) y a Blanca López de Mariscal-Abrahan Madroñal (Madrid, Frankfurt y Méjico DF, 2010). Esta edición, introducción y notas vienen firmadas por Beatriz Carolina Peña, especialista en estudios coloniales, profesora de Lengua y Literatura Españolas en Caracas, con estudios de postgrado en Filología Hispánica por el IC0I y la Universidad complutense, doctora en The Graduate Centre de la Universidad de Nueva York y autora de Imágenes contra el olvido: el Perú colonial en las ilustraciones de fray Diego de Ocaña (Fondo editorial de la PUC del Perú 2011), premiado en EE.UU (2012) y Méjico (2013). La publicación de la Relación de fray Diego de Ocaña responde —dice su autora— al interés académico actual en los relatos de viaje, las relaciones interculturales y las crónicas coloniales. Como libro de viaje, la Relación constituye un texto fascinante por sus observaciones y comentarios de las diferencias étnicas, culturales y geográficas, por su tratamiento de lo exótico y por su exposición, interpretación y sus críticas de asuntos religiosos, sociales, económicos, laborales, estéticos y sexuales…, observado desde una perspectiva de constante extrañeza. 3. Rocío Sánchez Rubio e Isabel Testón Núñez, Lazos de tinta y sangre. Cartas privadas entre el Nuevo y el Viejo Mundo (siglo XVIVIII). Cáceres, UEx 2014, 283 pp. La Universidad de Extremadura dio a la luz, en el mes de mayo de 2014, el libro «Lazos de tinta y sangre. Cartas privadas entre el Nuevo y el Viejo Mundo (siglo XVI-XVIII)», un interesante estudio firmado por las doctoras Rocío Sánchez Rubio e Isabel Testón Núñez, profe-
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Portada de la Guía editada por peregrinos de Zafra (Badajoz)
soras titulares de Historia Moderna de la citada universidad, y miembros del Grupo para el Estudio de la Historia social en el Occidente Moderno peninsular (GEHSOMP). A través de dos colecciones de correspondencia privada, custodiadas en el Archivo de este Real Monasterio, fondo Barrantes (Ms. B/3 y B/9), el presente trabajo analiza la trayectoria vital de dos familias separadas por la emigración a Indias; ambas representan dos modelos sociales dentro de la élite cacereña. La primera colección, formada por 45 cartas, se generó a finales del siglo XVI y primeros años del siglo XVII en el entorno de los Espaderos Paredes, una familia perteneciente a la baja nobleza local pero con importantes conexiones en el Consejo de Indias. La segunda colección, de 60 misivas, surgió en la primera mitad del siglos XVIII dentro de la familia Blázquez de Cáceres Mayoralgo, cuyos miembros lucharon incansablemente durante mucho tiempo por borrar sus raíces burguesas y ser admitidos dentro de los círculos
nobiliarios. Completando las informaciones de los epistolarios, el análisis se sustenta un abultado repertorio de fuentes documentales inéditas, localizadas en diferentes archivos españoles y mejicanos, sobre las trayectorias vitales y profesionales de ambas familias. Este libro, entre otras aportaciones, desvela el papel que desempeña la correspondencia como vehículo de unión y de cohesión familiar; los mecanismos utilizados para el intercambio epistolar y las razones que impulsaban no sólo a escribir sino también a conservar la correspondencia, acto fundamental para que hayan podido llegar hasta nosotros. Las autoras vienen desarrollando conjuntamente desde hace años varias líneas de investigación centradas en el estudio de la correspondencia privada del periodo moderno, la cartografía histórica, el estudio de las minorías sociales y el impacto de social de la emigración a Indias. A la obra que presentemos le había precedido, entre otros, «El hilo que nos une. Las relaciones epistolares en el Viejo y el Nuevo Mundo. (Siglos XVI-XVIII)» (Badajoz 1999), que incorpora un voluminoso corpus documental de cartas de familia localizadas en el Archivo General de Méjico. Nos complace destacar, además, que ambas son autoras —junto a J. Pablo Blanco Carrasco— de otro estudio del fantástico pasado guadalupense, presentado en el homenaje que la Universidad de Valladolid brindó al catedrático Teófanes Egido López en 2004: «Mi padre y mi madre me abandonaron, pero el Señor me acogió. Expósitos y lactancia mercenaria en la puebla de Guadalupe» en Estudios en homenaje al profesor Teófanes Egido I, Valladolid 2004, pp. 382-401. 4. José Carlos Soto Toro, Guadalupe, lugar de encuentro. Camino del Sur. Zafra (Badajoz) 2010, 120 pp. Aunque llegase a nuestras manos en septiembre de 2014, la Guía de los peregrinos de Zafra fruto del interés de su autor, ilustrador y editor, el romero segedano José Carlos Soto Toro, es una delicia de leer y ojear. Por eso la presentamos y recomendamos. «El principal objetivo de esta Guía es fomentar la Peregrinación a Guadalupe, sobre todo entre la población extremeña del sur, donde existe una menor tradición peregrina, motivada principalmente por la lejanía y la falta de iniciativas. Pretende ser un instrumento útil, que ofrezca la posibilidad de realizar el Camino del Sur, convirtiéndose así en el inicio de un proyecto que incluya tanto la apertura de itinerarios como la señalización e información de los mismos desde diferentes puntos de nuestra Comunidad. […] A través del máximo número posible de caminos históricos y vías pecuarias se unen los diferentes municipios, creando una ruta de ocho etapas que transcurren por las comarcas de Zafra-Río Bodión, Sierra Grande-Tierra de Barros, Vegas Altas del Guadiana y Villuercas. Las etapas son las siguientes: 1º. Zafra-Ribera del Fresno; 2ª. Ribera del Fresno-Puebla de la Reina; 3ª. Puebla de la Reina-Guareña; 4ª. Guareña-Medellín; 5ª. Medellín-Valdivia; 6ª. Valdivia-Madrigalejo; 7ª. Madrigalejo-Logrosán y 8ª. Logrosán-Guadalupe». El caminante tiene en esta magnífica Guía una descripción clara y precisa de la Etapa, su denominación, las comarcas y localidades por donde transcurre con imágenes, reseña sobre el entorno, notas de interés y avisos; época recomendada para hacer la ruta, longitud, dificultad y tiempo aproximado; cota máxima y mínima, desnivel total, hojas de cartografía, mapa del itinerario y datos técnicos de GPS.
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El MECD quiere reparar las cubiertas del Real Monasterio
Demasiada agua, demasiadas azoteas…
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[www.monasterioguadalupe.com].
l pasado 14 de marzo se publicó en el BOE una Resolución de la Junta de Contratación del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, por la que se anunciaba abierto el procedimiento para licitación de obras de restauración de las cubiertas de este Real Monasterio por valor de 690.396,56 € (Exp. J.150006). Noticia que valoramos muy positivamente. Se trata básicamente —como ya quedó expedito en la visita que realizó el año 2012 D. Aurelio Miguel del Hoyo, arquitecto del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en compañía del P. Sebastián Ruiz, a la
sazón guardián de la casa— de la restauración general de la cubierta inclinada de pizarra del camarín, revisión y reparación parcial de la cubierta inclinada de teja y reparación general de la cubierta plana. De todo ello nos dio cuenta el citado arquitecto —como Jefe de Zona del MECD— el pasado 16 de septiembre, justamente cuando, por Ley de las Administraciones Públicas y en razón de la cuantía del presupuesto de inversión (superior a 600.000 €), se convocó por un Procedimiento Negociado el concurso de tres arquitectos a fin de que presentaran su propuesta de intervención según el Pliego Técnico facilitado por el IPCE. Habiendo nosotros facilitado en todo momento la elaboración de las tres memorias técnicas a los arquitectos, la Junta de Contratación del Ministerio seleccionó finalmente la del arquitecto D. Manuel Viola Nevado, que es quien dirigirá las obras proyectadas. Y el pasado 13 de abril, en compañía del guardián actual, recibió y guió a los responsables de las constructoras solicitantes. La lucha contra las humedades en las bóvedas de la basílica, camarín, relicario, capillas de san Gregorio y santa Catalina, lo mismo que el claustro mudéjar es vieja y endémica. Desde que los franciscanos vinieron a Guadalupe en 1908 han hecho frente a numerosas reparaciones. La situación empeoró por la decisión del arquitecto-restaurador D. Luis Menéndez Pidal al descubrir pasadizos y torres que los jerónimos había tejado; esto y la necesidad de derribar las numerosas celdas construidas en la fachada y na-
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Arte sacro en el Centro Cultural de Madrid
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[www.madrid.es].
Estado de las azoteas del presbiterio y ábside de la iglesia
ves laterales de la iglesia, dejó numerosas canales y terrazas sobre las que se embalsa el agua torrencial. Vertidas por gárgolas insuficientes, los chorros destrozan las tejas del claustro, mojan los artesonados y desmoronan las cales y estucos de bóvedas, paredes y fachadas, donde vemos crecer el verdín. No hace demasiado tiempo, durante la guardianía del P. Guillermo Cerrato Chamizo (20012010), se trató de paliar el problema dotando de canalones parte del claustro mudéjar y el lado de la nave de san Pedro, además de reponer la tela asfáltica de las azoteas; trabajos que prosiguieron durante el mandato del P. Sebastián J. Ruiz Muñoz (2010-2013). Con anterioridad, el P. Serafín Chamorro Rodríguez, durante su segunda guardianía (1989-1995), —aconsejado por los peritos del ramo— hizo frente al eterno problema colocando, encima del asfalto, unas baldosas porosas que no dejan embalsar el agua, pero mantienen largamente la humedad. Veamos si, a la de tres, el MECD acertó con el arquitecto (prendas y seriedad no le faltan) y la constructora, y quita la cruz de las cubiertas, así podremos hacer frente a la monumental chapuza de la llamada Plaza de los Peregrinos o corralón: un puro manantial de filtraciones desde la calle y una regadera en el pavimento, merced al destrozo causado en la tela asfáltica cuando colocaban los cantos rodados.
seguran que, hasta hoy, no se había reunido en Madrid un conjunto tan completo de tema sacro, de tanta calidad, de procedencia tan diversa —veintidós diócesis, museos nacionales, colecciones privadas— y con obras que abarcan tan amplio período de tiempo —del siglo X al XX—. Lo dicen de la exposición A Su imagen. Arte, cultura y religión, que del 24 de noviembre de 2014 al 12 de abril de 2015, estuvo abierta en el Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez, organizada por Madrid Vivo bajo los auspicios de la CEE y la Archidiócesis de Madrid en colaboración con su Ayuntamiento. Inaugurada por la reina Sofía y la alcaldesa Ana Botella — en compañía del presidente de las Cortes, la vicepresidenta del Gobierno y el cardenal Rouco—, A Su imagen recogió en cien obras hitos de la historia sagrada y la historia de la Iglesia que forman parte de la historia de Occidente y referentes de su cultura. A ella contribuyó este monasterio con el préstamo de Imposición de la casulla a san Ildefonso de Toledo, obra de Zurbarán. En palabras del comisario de la exposición, Isidro G. Bango Torviso, catedrático de la Autónoma de Madrid, autor de una veintena de libros y comisario de varias exposiciones más: «La importancia de la muestra queda subrayada no sólo por la calidad de las obras expuestas, sino por su variada procedencia. Entre los prestadores se encuentran grandes museos, como el Museo Nacional de Prado, Patrimonio Nacional, el Reina Sofía, el de Escultura de Valladolid, el Bellas Artes de Bilbao, el Histórico de Valencia, reina Sofía y la vicepresidente del Gobierno conel d’Art de Catalunya o el Episcopal Latemplan a san Ildefonso, cuadro de Guadalupe de Vic; catedrales (Madrid, Granada, Sevilla, Burgos, Valencia o Mallorca); numerosas iglesias, conventos y monasterios, así como importantes colecciones y coleccionistas particulares: BBVA, Banco Santander o el Fondo Cultural Villar Mir». Obras de grandes maestros —Velázquez, Zurbarán, El Greco, Murillo, Goya, Rubens, Tintoretto, Alonso Cano, Ribera, Gregorio Fernández o Pedro Berruguete, entre otros— y de piezas de orfebrería, tapices o códices que reflejan los estilos con que la Iglesia ha presentado la fe y la gran capacidad que tiene el Arte para humanizar y para narrar una historia que sigue siendo sugerente en la actualidad. A su imagen tuvo siete partes, distribuidas en catorce salas: Creación, Antiguo y Nuevo Testamento (el Génesis, profetas y sibilas, jóvenes y mujeres fuertes, reyes, testigos y mensajeros, la Virgen, infancia del Mesías, muerte y resurrección de Cristo), la Iglesia de Pedro y Pablo, Padres de la Iglesia y Juicio Final. Con el objetivo de tener una visión completa de lo expuesto, se recurrió a medios audiovisuales que permitían, en algunos casos, establecer un diálogo interactivo individualizado del espectador con la obra de arte. También se realizaron talleres para grupos escolares y programas didácticos en los que se acompañaron a niños y a adultos en un juego de exploración, que requeriría de las habilidades de las familias.
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Breviario junio como en enero,/ para el amigo sincero/ que me da su mano franca/. Y para el cruel que me arranca/ el corazón con que vivo,/ cardo ni ortiga cultivo;/ cultivo la rosa blanca».
u P. Miguel Márquez, OCD, un placentino provincial de España
u Jaime Velázquez García, Hijo Adoptivo de Cáceres El pasado 23 de marzo, la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, otorgó en nombre del Ayuntamiento el título de Hijo Adoptivo a don Jaime Velázquez García (Fresno el Viejo, Valladolid, 1939-Cáceres 2014), abogado de profesión y funcionario de la Administración General del Estado. Recibieron el título su esposa, Natividad Vioque y uno de sus hijos, Sergio Velázquez Vioque, que formó parte del equipo municipal de Cáceres y tuvo una dirección general del Gobierno de Extremadura. Jaime, militante de la UCD, fue el primer presidente de la Diputación cacereña (1979-1983), dando origen a numerosas e interesante iniciativas: «El secreto de su éxito político –dijo Sergio- fue inteligencia, visión de futuro, conocimiento de la naturaleza humana y su mujer, que le cuidó hasta el último día de su vida. Mi padre puso en marcha el Complejo Cultural san Francisco, la Institución Cultural El Brocense, acometió la reforma del Conservatorio, realizó las pistas deportivas El Cuartelillo y también la rehabilitación del palacio provincial en la plaza de Santa María», los premios de pintura, los Otoños Musicales… Apartado de la actividad política, pese a ser tentado por varios partidos para presentarlo en sus listas, se consagró de lleno al ejercicio de su profesión jurídica. Buen lector y gran amigo, se identificaba emocionado con estos versos del poeta, filósofo y político cubano José Martí, que recitó en el acto su hijo Sergio «Cultivo una rosa blanca/ en
Cinco de las seis provincias españolas del Carmelo descalzo —Andalucía, Aragón-Valencia, Burgos, Castilla y Cataluña-Baleares— acaban de unirse en el Capítulo fundacional que han celebrado el pasado mes de febrero en Ávila, que conmemora con toda el orbe católico el Quinto centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús. A la Provincia Ibérica, la segunda más grande de esta Orden con cerca de trescientos frailes, no han entrado, como ocurrió con los franciscanos, Navarra-País Vasco además de Portugal. La noticia que aquí importa es que el nuevo provincial, fray Miguel Márquez Calle, nació en Plasencia el año 1965. Licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia de Comillas, el P. Miguel hizo la primera profesión el 1 de octubre de 1985 y cuatro años después la profesión solemne, siendo ordenado presbítero el 23 de junio de 1990. Maestro de estudiantes de Teología durante diez años, fue miembro del Definitorio en varias ocasiones, prior de varios conventos y prior provincial de Castilla entre 2009-2015. Es autor de libros de gran éxito editorial: «¿Hacia dónde mirar? Espiritualidad en la vida cotidiana» (2002), «Amar no es acertar: Espiritualidad para náufragos» (2005) o «A la puerta de la cueva... Experiencias de Dios a la intemperie» (2010).
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Crónica de la Puebla Antonio Ramiro Chico
La nómina de hijos adoptivos de Guadalupe durante estos ochos siglos de existencia ha sido numerosísima y brillante: unos llegaron atraídos por la fe encontrando aquí el yunque de su santidad; otros vieron la belleza y el arte de sus edificios, dejando estampada la estela de su pincel, gubia o cincel; otros, atraídos por el desarrollo y empuje de la ciencia y de la cultura, marcaron en los anales hitos del saber; otros, simplemente, buscaron el trabajo o el desarrollo económico-social en esta Puebla y Villa como enclave excepcional; otros, más afortunados, encontraron el amor de su vida, que es tanto como alcanzar el cielo, clavando sus raíces en este suelo santo, donde vieron germinar sus propios sarmientos (Juan Manuel, Moisés y Jaime), a los que cuidaron y podaron para que siguieran dando fruto, como así les sucedió a nuestros paisanos Nieves Cano Ruiz y Manuel Ávila Mayoral, natural éste e Cañamero, quien hasta el último aliento de su vida, sacó fuerzas para subirse cada día a la cabina del tractor, donde parecía tomar oxígeno y contrarrestar las constantes y frecuentes sesiones de quimio y radio que en estos últimos años ha sufrido su cuerpo y, cansado de tanta lucha, entregó su alma el día 23 de abril de 2015, a la edad de 53 años, para dormir el merecido sueño de los justos. Su testimonio de lucha y trabajo bien merece esta medalla, que si no es la del Trabajo, es el homenaje de Guadalalupe, que le ha tenido y sentido durante más de treinta años como verdadero hijo suyo.
D. Ángel Rubio, Corporación y Autoridades
SEMANA SANTA La Pascua del Señor, que se inició en la Basílica de Guadalupe el día 26 de marzo con la celebración comunitaria de la penitencia, contó con un tiempo seco y agradable, lo que ha permitido que un gran número de personas eligieran este destino y enclave turístico-religioso para vivir las celebraciones, especialmente el Santísimo Triduo Pascual (2-4 de abril), prolongado en varias procesiones: N.P. Jesús Atado a la Columna y María Santísima de los Dolores (Miércoles); N.P. Jesús Nazareno y los Dolores, Santa Cruz de la Cofradía del Cristo Joven (Jueves); Vía crucis, con el Santísimo Cristo del Silencio y procesión del Santo Entierro y María Santísima en su Soledad, de la Cofradía del mismo nombre (Viernes). Concluyó esta semana grande con el Domingo de Resurrección, cuya alegría quiso manifestarse por parte de la parroquia y del ayuntamiento restaurando de nuevo la romería de Santa Catalina, a la que acudieron bastantes feligreses. El Santuario ofreció también, el día 28 de marzo, conciertos de mú-
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sica sacra, a cargo de la Coral Santa María de la Montaña de Cáceres y de la Coral de Guadalupe, interviniendo además, esta última, en los Oficios litúrgicos. Igualmente, la Banda de Música acompañó con sus acordes los desfiles procesionales del jueves y Viernes Santo. Toda la programación quedó recogida en un bello tríptico, dedicado en esta ocasión a Francisco de Zurbarán (1558-1664), con varias imágenes de los cuadros de la Sacristía, que contó con el patrocinio del Gobierno de Extremadura. DON ÁNGEL RUBIO, HIJO PREDILECTO El pasado día 17 de abril, Guadalupe gozó la distinción que la Corporación Municipal tuvo a bien conceder el título de Hijo Predilecto a D. Ángel Rubio Castro, obispo emérito de Segovia, a propuesta de la Real Asociación de Caballeros, de la Ilustre Asociación de Damas y de la Comunidad Franciscana que custodia el Monasterio. El acto se desarrolló en el Salón de Plenos de Excelentísimo Ayuntamiento de la Puebla y Villa,
plazamayor / 37 en sesión extraordinaria, al que asistieron además del alcalde, Francisco Rodríguez Muñiz, la Corporación en pleno, monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo, Felipe García, vicario episcopal de Talavera de la Reina, Juan Sánchez, deán de la Catedral Primada, fray Antonio Arévalo, guardián del Monasterio, fray Jesús Mª Tena, párroco de Guadalupe, Juntas de Gobierno de Caballeros y Damas, familiares y amigos. La biografía de este guadalupense desde su nacimiento el 18 de abril de 1939 hasta nuestros días es extensa y brillante, como él mismo reconoció en su discurso de aceptación: «Haber nacido en este pueblo de Guadalupe ya lo considero como una suerte y una gracia particular. Haber sido bautizado a los pocos días de nacer en la pila bautismal del Santuario de nuestro pueblo, es algo que celebro gozosamente todos los años. Haber recibido el sacramento de la Confirmación y Primera Comunión en el Altar Mayor de la Basílica, son raíces sólidas y cargadas de sabia nunca agotadas, porque son raíces cristianas, hondas, vividas y cultivadas en lo humano y en lo divino. Esto está también para muchos de los presentes por encima de otras cosas o de otras consideraciones. Esto es también un homenaje a todo el Ayuntamiento y pueblo de Guadalupe…». Nacido en una familia humilde de esta localidad, cursó sus estudios eclesiásticos en los seminarios de Toledo, donde fue ordenado sacerdote el 26 de julio de 1964, diócesis en la que ha desarrollado su ministerio sacerdotal y episcopal, bien como coadjutor de la Parroquia de Santiago el Mayor; beneficiado de la Santa Iglesia Catedral primada, vicario episcopal de Enseñanza y Catequesis; profesor en el Instituto Teológico de Toledo; delegado episcopal para la Vida Consagrada y canónico de la Catedral, cargos que desempeñó hasta su consagración episcopal el 12 de diciembre de 2004 co-
mo obispo titular de Vergi y auxiliar de Toledo. Benedicto XVI le nombró, el 3 de noviembre de 2007, obispo de Segovia, donde ha llevado hasta el 20 de diciembre de 2014 una actividad pastoral importante. Además, es Consiliario Nacional para Cursillos de Cristiandad y en la Conferencia Episcopal Española es miembro de las comisiones episcopales de Enseñanza y de Apostolado Seglar.
RUTA ALFONSO XI Por V año consecutivo, el Club de Senderismo Maragatos de las Villuercas ha organizado, en colaboración de otras entidades locales y regionales, la Ruta de Alfonso XI (Navezuelas-Guadalupe, 17 Km.), el pasado 19 de abril, con un éxito total, completando el cupo, mas de 200, que tenía previsto la organización. Volver a transitar los caminos de herradura por los que el rey Alfonso XI cazó en estos valles y peregrinó es siempre gratificante, máxime, cuando la orografía es tan especta-
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cular como desarrolla aquí la geología de los Montes de Toledo, con ese plegamiento apalachense peculiar. Con una dificultad media-alta, la ruta comienza en la plaza de España de Navezuelas para ascender hasta el collado de la Pariera (1.240 m), prosiguiendo hasta el collado de los Ajos (1.220 m), desde donde se pueden contemplar las Villuercas, punto desde el que empieza el descenso hasta el valle del Vieja, cruzando el río se inicia de nuevo el ascenso hasta el collado de la Arena, divisando por primera vez Guadalupe, para proseguir la bajada hasta la ermita del Humilladero, siguiendo la ruta de la antigua cañería, para entrar por la antigua calle Real (hoy Cantera y Corredera), donde el rey Alfonso XI encabeza la marcha hasta el Santuario, en cuyas gradas los participantes son recibidos y canta a Santa María de Guadalupe. ROMERÍA DE LA CRUZ Desde hace más de un siglo, Guadalupe y los pueblos comarcanos de las Villuercas vienen celebrando el día 3 de mayo la fiesta y romería de la Santa Cruz con solemne Eucaristía, instituida en 1863 por la Corporación Municipal de esta villa, siendo alcalde José de la Peña, con la anuencia de su párroco, fray Benito Díaz Calero, en honor del Santísimo Cristo de Mirabel y de María Magdalena, titulares de la capilla mudéjar que se conserva en dicha granja. Antes de iniciar
Patio interior de la granja de Mirabel
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la Eucaristía, fray Jesús Tena bendijo a los jinetes que siguiendo la tradición se habían desplazado en sus caballerías hasta la granja, con el fin de que culminaran la romería con éxito. Acto que repitió después de la Misa y Procesión en la Cruz del Mentidero, bendiciendo igualmente a las personas y los campos en un hermoso y templado día de domingo. Lugar de recreo de la Orden Jerónima (1389-1835), descanso de los Reyes Católicos tras la conquista de Granada (1492), donde falleció el último maestre de la Orden de Alcántara, Juan de Zúñiga, fue adquirido en 1836 por el marqués de la Romana y declarado, posteriormente, Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, siendo en la actualidad de propiedad privada, pasa por una situación de desmantelamiento y de subasta pública, situación que entristece y preocupa a los guadalupense por su significado histórico-artístico.
Terrenos de la estación de ferrocarril de Guadalupe
COMPRA DE LA ESTACIÓN DEL FERROCARRIL Si en su día perdimos la ocasión de ver pasar el tren por Guadalupe, lo que hubiera supuesto un factor más de desarrollo económico para esta comarca y para este Santuario Nacional, hoy su Ayuntamiento no ha querido dejar pasar la oportunidad de adquirir los terrenos pertenecientes a la antigua estación de tren y tras varias reuniones mantenidas con la Dirección de Patrimonio y Urbanismo de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se está a la espera de poder firmar
la escritura pública de compraventa de dicho terrenos, en los que se pretende construir un complejo deportivo juvenil, aparcamientos de autobuses y turismo, un complejo de formación profesional (ET/CO/TE) y un albergue de peregrinos, con motivo del Año Santo Guadalupense. Por parte del Gobierno de Extremadura, según ha manifestado responsables de la Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo, está comprometida la asignación presupuestaria correspondiente para llevar a cabo dichas infraestructuras. GEOPARQUE VILLUERCAS-IBORES-JARA La Comisión Territorial del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, que se ha reunido con frecuencia en estos últimos meses, ha obtenido interesantes resultados, con proyectos que ya están en fase de tramitación y cuyos resultados esperamos sean pronto realidad, como la adecuación de la carretera al Risco de la Villuerca, en la que se instalarán varios miradores y aparcamientos, con fondos a cargo de la Diputación de Cáceres. Igualmente, se ha solicitado al Ministerio de Defensa, a través de Convenio a Diputación de Cáceres, las antiguas instalaciones de la base militar para uso del Geoparque, en las que se pretende llevar a cabo la contemplación de los cielos estrellados y otras actividades turísticas basadas en este recurso natural, por lo que se ha contactado con la Fudación Starlight a fin de lograr dicha certificación, lo que supondría un tercer reconocimiento auspiciado por la UNESCO. También está ya en vía de ejecución la señalización del Geoparque, tanto en carreteras nacionales y autovías habiendo dado permiso el Ministerio de Fomento, así como en los términos municipales y poblaciones del mismo, donde se señalizarán el patrimonio cultural, natural e histórico, los accesos a los geositios visitables y del Monasterio con fondos
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de Aprodervi a través de la Consejería de Desarrollo Rural. Los días 30 y 31 de mayo se llevará a cabo la primera arbolada del Geoparque, organizada por Aprodervi bajo el lema «Por las primeras ramas del Geoparque» en las localidades de Berzocana, Cañamero y Guadalupe.
Felipe Sánchez Barba conversa con Guillermo Fernández Vara, candidatos electos
ELECCIONES MUNICIPALES El pasado 24 de mayo, Guadalupe, al igual que el resto de municipios de España, celebró elecciones municipales, a las que presentaron candidaturas únicamente el PP y el PSOE, con el siguiente escrutinio: Votos contabilizados: 1.341; Abstenciones: 377; Votos nulos: 48; Votos en blanco: 28. Obteniendo el siguiente reparto: PSOE: 795; PP: 470, lo que le da la mayoría absoluta al PSOE, con siete concejales: Felipe Sánchez Barba, José Miguel Martín Ramiro, Nelia Pulido Cerezo, Clara I. Rodríguez Arévalo, Gabriel Sánchez Olmeda, Francisco M. Blanco Regadera y Jacinto Porras Alonso; mientras que el PP, que gobernó en la anterior legislatura, obtiene 4 concejales: Araceli Fernández Expósito, Francisco Moreno Moreno, Pablo Barba Ríos y José Ignacio Villalba Sierra. A todo ellos, les felicitamos y animamos a trabajar, desde la responsabilidad que a cada uno les han otorgado las urnas, por y para Guadalupe con visión de futuro, para que este enclave natural, religioso y cultural tenga cada vez mayor proyección regional y universal, como corresponde a su nombre e historia.
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Sabatina en Honor a la Virgen de Guadalupe Letra y Música: Fray Bernardo Mora González-Haba, ofm
Saludo Lento y devoto
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Despedida Alegre y devoto
1. Vir - gen ben - di -------- ta 2. A ti_a - cu - di -------- mos,
de Gua - da - lu -------- pe ------ ; Rei - na_y Se - ño -------- ra -------- ;
Pa - tro - na_ex - cel -------- sa a - co - ge_a - ma -------- ble
de_Ex - tre - ma - du --------- ra --------; nues - tras ple - ga --------- rias -------;
te a - cla - ma sal - va_a tus hi -
con nues - tros can -------- tos que_en ti con - fi ---------- an
lle - na fa - ro
mos jos
de gra - cia_en se - gu - ro
tu de
Con - cep - ción --------------- ; pro - tec - ción --------------- ;
San - ta
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Dios --------------- ;
San - ta
Ma
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Santísimo Cristo de las Misericordias
Alfonso Sánchez Baisón [La Fuente, 1956]