Revista del Real Monasterio de Guadalupe fundada en 1916. Nº 831, Año 2012
Réquiem por el Padre Yáñez /10 La Rábida, seis veces centenaria /17 Crónica de las fiestas /24
«El ilustre santuario de Guadalupe es una de las más célebres estaciones que la Virgen tiene en la tierra. Muchas tiene en España y fuera de ella […], más no sé si se adelanta a todas en alguna manera éste de Nuestra Señora de Guadalupe y, aunque postreros de otros en el tiempo, el primero a mi juicio en multitud de maravillas, milagros, prodigios, grande concurso de naciones y de gente.»
Fray José de Sigüenza, OSH (1544-1606)
Nigra Sum*
Octubre - Diciembre
Núm. 831. 2012 --
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Sobre un cabezo de Jaén
llí el pastor, natural de Colomera (Granada), se llama Juan Alonso Rivas y lleva lisiado el brazo izquierdo. Apacentando el ganado en las cumbres de Sierra Morena, oía tañidos en la espesura y atisbaba luminarias por el Cabezo, un cerro al norte de Andújar (Jaén). La noche del 11 al 12 de agosto de 1227, preso de miedo y asombro, se arrimó al Cabezo y, en la oquedad granítica, halló la imagen chiquita de una Virgen negra. De hinojos, el rabadán oyó que Nuestra Señora le pedía levantase una ermita en el lugar. Juan Alonso llevó la nueva a la ciudad de Andújar, distante unos 32 Km., avalando el hecho con la sanación del brazo enteco. Del cuidado de la iglesia, construida entre 1283 y 1304 y reformada en el siglo XVI por Andrés de Vandelvira, estuvo el clero secular hasta el 1 de abril de 1930, en que fue dada a la Orden Trinitaria. Durante la Guerra del 36 se hicieron fuertes allí doscientos Civiles sublevados, que aguantaron un asedio de nueve meses. El 1 de mayo de 1937, herido de muerte el capitán Cortés, el santuario fue tomado y reducido a escombros por el ejército republicano, causando tres mártires trinitarios, más de un centenar de muertos y la pérdida de la imagen de la Morenita. (El hecho inspiró al película El Santuario no se rinde [1949]). Reconstruido el edificio entre 1941-1943 por la Dirección General de Regiones Devastadas bajo la guía del arquitecto Francisco Prieto Moreno, el año 1944 se encargó al escultor-imaginero José Navas Parejo (1883-1953) la nueva imagen de la Virgen, el retablo y las andas. La Virgen de la Cabeza, patrona de Andújar por breve de Pío X de 18 de marzo de 1909, y de la diócesis jiennense por otro de Juan XXIII de 27 de noviembre de 1959, fue coronada en desagravio el año 1960. En torno al Año Jubilar de 2009-2010, el obispo Ramón del Hoyo López ha logrado para La Cabeza: Indulgencia Plenaria perpetua (25. 10. 2008), Rosa de oro de la Cristiandad (22. 11. 2009), título de basílica menor (21. 04. 2010) y consagración del altar de la basílica (3. 07. 2011). La romería de la Morenita de Andújar se hace el último domingo de abril. Repiten, sin aval, que es la más antigua de España; se dice también, aunque tampoco se acredite, que la Real Cofradía Matriz es la más vieja de Andalucía. Aseguramos, no obstante, que el Santuario de la Virgen de la Cabeza (Morenita, y pequeñita/ lo mismo que una aceituna/, una aceituna bendita) es el nudo de un fervor muy arraigado en España y tiene la romería más devota y colorista de Andalucía, a la que suben miles de fieles y cincuenta y nueve hermandades de las ochenta que tiene establecidas. ¿Y aún preguntará el poeta miliciano de quién son estos olivos? * «Nigra sum» [Soy morena…] es una expresión tomada del Cantar de los Cantares (1,5) que la Liturgia, desde la Edad Media, aplica a las Vírgenes Negras.
Índice I. Nigra sum: Sobre un cabezo de Jaén . .............................................. II. Aires morenos [Noticias de la Virgen]............................................. III. Aula capitular [Opinión] - Bitácora del Director................................................................. - A las claras: María J. Flores, OSC................................................. - De lo mundano a lo humano: Emmanuel Ramiro Fernández. - Barrera del sol: Francisco de A. Oterino Villasante, OFM......... - Pura y limpia: Juan José Asenjo Pelegrina.................................
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IV. Scriptorium guadalupense [Investigación y divulgación] - Réquiem por el padre Yáñez Antonio Arévalo Sánchez, OFM....................................................... 10 - La Rábida, seis veces centenaria Antonio López Mayo, OFM ............................................................. 17 V. Plaza Mayor [Noticias del Monasterio y la Puebla] - Crónica de la peregrinación y fiestas mayores................ 24 - Crónicas de la puebla................................................................ 37 - Estampa y Mirando atrás......................................................... 39 - Normas para la presentación de originales.................................... 40 Portada: Antigua Pila Bautismal, hoy en la plaza Mayor, Archivo del Real Monasterio. AAS. Contraportada: Jaime Cerezo Cortijo, Cueva de Altamira (Cáceres)
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Salve, Judit victoriosa Poco antes de que los trujillanos suban a Guadalupe a festejar una de sus devociones más hondas —a cuya puebla dieron término con tierras que fueron suyas y de Talavera—, la ciudad salta de júbilo con la Virgen de la Victoria, la del castillo agareno (s. IX-XII), la pétrea imagen por la que se echan a la calle muriendo agosto y llenan la plaza Mayor. Trujillo, uno de los pueblos más bonitos de España (aunque tardan en declararlo Patrimonio de la Humanidad), fue reconquistado a los islamitas por el Fernando III el Santo (1199-1252) un gélido 25 de enero de 1232. Culminaba una hazaña que ya probó Alfonso VIII en 1186 y que no se lograría sin la intervención del cielo, pues se dice que, antes de vencer la Cruz, se vio a la Señora con el Niño en sus brazos como señal de victoria, sobre las murallas de la ciudad. Fue allí cuando nuestras huestes invocaron a la Virgen María con el título de la Victoria, abogada de la Reconquista. El hecho quedó grabado en el escudo de Trujillo, que tiene a la Virgen entre dos torres sobre muro almenado; y mucho más en la devoción a la imagen de la nuestra Señora, esculpida por el maestro Diego Durán, durante el primer tercio del siglo XVI, en granito del recio berrocal donde antaño nacían los dioses.
TRUJILLO (Cáceres)
Esta imagen sustituyó a otra que en la iglesia de santa María la Mayor —bello templo alzado en el siglo XIII sobre la mezquita que ocupó la iglesia visigótica anterior— invocaban por patrona cada 15 de agosto, la fiesta más antigua de Trujillo. A raíz de un acuerdo del Concejo, fechado el 21 de abril de 1531, por el que se fabrica la ermita del castillo para venerar la nueva imagen, la fiesta se trasladó al primer domingo de septiembre. Crecida su devoción, fue coronada canónicamente el 18 de octubre de 1953 —con otra joya de Félix Granda Buylla (18681954)—, por Mons. Gaetano Cicognani, entonces Nuncio Apostólico en España (1938-1953). La devoción a la Virgen de la Victoria es tan grande en Trujillo y sus aldeas, que los sábados de mayo, a las 7. 30 de la mañana, se reza el rosario de la aurora desde san Martín hasta el castillo. El 31 del mes hacen una gran ofrenda floral en el castillo. Los trujillanos, al tener que vivir fuera de ciudad, han creado hermandades de la Virgen patrona en Madrid, Sevilla, Cáceres y Badajoz. Festejos populares Las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Victoria, Patrona de Trujillo, se celebran a finales de agosto y principios de septiembre. La blanca imagen —la policromía dorada de Juan Notario y Antón Torino le fue quitada hace un siglo— desciende del castillo para hacer la novena en la iglesia de san Martín (s. XV), donde de continuo es visitada por los fieles. El sábado, víspera de la fiesta, a la salida de la novena, se saca la imagen al atrio de la iglesia mirando a la plaza; sólo un cono de luz alumbra a la Virgen cuando, en la inmensidad de la noche, el pueblo entero, acompañado por la banda municipal, can-
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Nuestra Señora de la Victoria, Patrona de Trujillo (Cáceres)
ta y llora sobrecogido: «Salve, salve, ¡oh Judit victoriosa!,/ honra y prez del blasón de Trujillo,/ que en los muros del viejo castillo/ resplandeces cual iris de paz». Al día siguiente, domingo, sobre las 11 de la mañana, salen en procesión cívica desde el ayuntamiento: la Corporación municipal, la reina y damas de honor, ataviadas con la mantilla española, y un heraldo a caballo que abre paso y pregona la fiesta. Detrás de la banda de música, la comitiva, entre maceros y soldados ataviados a la usanza del siglo XVI, se dirige a la iglesia de san Martín, donde el obispo de Plasencia oficia la misa solemne. Después se sube a la imagen de la Virgen al castillo. Con este motivo tienen lugar los Festivales de Música, Danza y Teatro en el patio de armas de la alcazaba, con proclamación de reina, damas de honor y pregón (los ha tenido tan ilustres como el de Camilo J. Cela). Las típicas capeas que primero se tenían en la plaza Mayor, cerrada con palos y tablones, hoy se hacen en la plaza de Toros de la Piedad, construida el año 1848. [Visite: www.virgendelavictoria.org y www.cronistadetrujillo.com]
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Dice el Papa
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Panamá erigirá un monumento a su Patrona
«“La puerta de la fe” (Cf. Hechos 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Este empieza con el bautismo (Cf. Romanos 6, 4), con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús que, con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma gloria a cuantos creen en él (Cf. Juan 17, 22). Profesar la fe en la Trinidad —Padre, Hijo y Espíritu Santo— equivale a creer en un solo Dios que es Amor (Cf. 1 Juan 4, 8): el Padre, que en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para nuestra salvación; Jesucristo, que en el misterio de su muerte y resurrección redimió al mundo; el Espíritu Santo, que guía a la Iglesia a través de los siglos en la espera del retorno glorioso del Señor […]. Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (Cf. Lucas 1, 38). En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (Cf. Lucas 1, 46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su virginidad (Cf. Lucas 2, 6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes (Cf. Mateo 2, 13-15). Con la misma fe siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario (Cf. Juan 19, 2527). Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón (Cf. Lucas 2, 19.51), los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo (Cf. Hechos 1, 14; 2, 1-4).» [Porta Fidei, núm. 1 y 13].
El presidente de Panamá, Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, Jefe del Estado y del Gobierno, aseguró el pasado mes de agosto que ese país hermano contará con la efigie de Santa María la Antigua, Patrona de Panamá, más grande del mundo, y señaló que dicha imagen será «más alta que la Estatua de la Libertad» de Nueva York (Estados UniSanta María la Antigua, patrona de Panamá dos). En un acto público el 14 de agosto, el presidente Martinelli señaló que la imagen de la Patrona de Panamá se erigirá en las costas de la capital del país, en un paseo marítimo. La medida ofrecida es de 100 metros, 7 más que el monumento estadounidense. La obra se realizará en 2013 en el marco de la celebración de los 500 años del descubrimiento del Mar del Sur, como denominaron originalmente los descubridores españoles al Océano Pacífico, y la creación de la primera diócesis en suelo americano. «Será un icono de esta ciudad en los 500 años descubrimiento del Mar del Sur y de la primera iglesia católica en tierra firme», afirmó el señor Martinelli. Si bien no precisó la fecha en la que se iniciarán las obras, el mandatario indicó que en la financiación de la construcción del monumento de la Virgen María participarán tanto el Estado panameño como la empresa privada. El 9 de septiembre de 1513, el Papa León X (1513-1521) creó la primera diócesis en tierra firme americana, con sede en la hoy desaparecida ciudad de Santa María la Antigua de Darién, fundada apenas tres años antes por Vasco Núñez de Balboa (Jerez de los Caballeros, 1475-1519) y el sevillano Martín Fernández de Enciso (14701528), en territorio que actualmente pertenece a Colombia. El cuadro de la Virgen se trasladó a la catedral de Panamá, fundada el 15 de agosto de 1519.
Benedictus XVI
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Saceruela, siempre por Guadalupe Saceruela, villa fundada por Rodrigo Téllez Girón, caballero de la Orden de Calatrava, es una bella localidad situada en el extremo suroccidental de la provincia de Ciudad Real. Camino de arrieros y peregrinos, ruta de las majadas y paraíso de los monteros. En el Libro de la Montería del rey Alfonso XI aparecen descritas estas tierras como muy montuosas y llenas de osos y lobos. Cervantes en El Quijote eligió también Saceruela para situar el pasaje de la pastora Marcela. En el siglo XVI, Alonso Rodríguez de Camargo, uniendo las cofradías de santa Ana y la de La Veracruz, fundó aquí la archicofradía de la Orden del Sacer (1570) para servir hospitales en el Camino Real a Guadalupe, y asistir a peregrinos, moribundos y necesitados. La Orden prosigue, con el mismo nombre y la misma filosofía, dedicada a cooperar al desarrollo de los pueblos del Tercer Mundo. Hoy día financia proyectos en Bolivia y República Dominicana, mediante la construcción de escuelas, refugios y centros de salud, así como apoyo a la infancia con la donación de material escolar, ropa, juguetes y material sanitario. Los Caballeros de la Orden lucen sus mejores galas el día del Corpus Christi, festividad de la tradicional ceremonia de admisión de nuevos caballeros y de la entrega de los Premios Solidaridad.
COLQUIRI. Ermita de la Virgen de Guadalupe
La Orden del Sacer, Premio Guadalupe/Hispanidad 2011, a la que debemos tanto reconocimiento en esta Casa (como a los muchos peregrinos de Ciudad Real), construyó hace cuatro años en San Carlos y Colquiri (Bolivia) una ermita en honor de Santa María de Guadalupe; de sus frutos nos da cuenta el buen amigo D. Germán Díaz Pérez en estos términos: «La devoción a Nuestra Señora ha crecido tanto que ya son doce municipios los que han designado como Patrona de sus pueblos a Nuestra Señora de Guadalupe, la devoción sigue creciendo y desde todos esos pueblos aislados hacen caminatas
de 4 o 5 días para poder rezar y ofrecer sus penas y alegrías ante la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe. El 8 de septiembre ya es fiesta local en toda esa comarca y ese día es ya considerado como uno de los más sagrados y festejados de sus habitantes. Mando con verdadera emoción esta carta y pido a Nuestra Señora que sigua iluminando y protegiendo a esa Comunidad franciscana». La Virgen de Guadalupe es Patrona de la ciudad de Sucre, capital de Bolivia, cuyo arzobispo es el franciscano bético Mons. Jesús Pérez Rodríguez, actual vicepresidente de la Conferencia episcopal boliviana. En los suburbios de la misma ciudad, nuestro hermano Leonardo Ibáñez Ruiz (1901-1983 fundó las Escuelas de san Juanillo (hoy san Antonio) para niños de familias campesinas, con los que mensualmente colabora la Parroquia de Guadalupe. Sucre. Panorámica desde la zona sur
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Bitácora del Director
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acido y crecido en un pueblo (con título de ciudad, puntualizo), hace años que tengo el alma en las ciudades. Gusta el campo, se disfruta zanquear el encinar, sorber las hoces y serranías, oír los manaderos y el rumor de las abejas…; pero la vida rural, por muy salubre que nos la prometan, no trae más que estrecheces e inconvenientes. Eso me dice que debía andar muy estragado el listo de fray Antonio de Guevara (1480-1554) para aseverar arrebatado aquel Menosprecio de corte y alabanza de aldea (1539). Causa estupor que quien siempre buscó notoriedad y anduvo en mil empeños del emperador Carlos I fuese sincero en su aserto (espeso y desordenado, por demás). En cualquier caso, Mondoñedo, cuya mitra terminó ciñendo el cronista y moralista franciscano, no es todo lo aldea que cabría esperar.
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La jiguera
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esultando mejor amueblada, aunque sin mitra, la testa de fray Luis de León (1527-1591), del mundanal ruido se puede huir con tesón, sin necesidad de menospreciar la vida urbana. Roma fue civilización de urbes y sólo cuando decayó su genio y triunfó la barbarie, despuntó el auge de los castros y las villas. El cristianismo, el gótico, el renacimiento, el barroco, la ilustración, la democracia… son hijos de la polis, el brillo del urbanismo. Ningún hálito de progreso se alarga más allá de los suburbios, y si hoy día alcanza a villorrios y aldeas (gracias a la televisión y a Internet), lo hace colonizando, subyugando, en nombre de la ciudad.
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dmito que a los pocos lectores de esta bitácora les resulte un estrambote lo que llevo escrito. No se excedan. Dice el papel que las muchachas extremeñas de la generación NiNi (Ni estudian Ni trabajan) dejan el terruño y ocupan las ciudades causando mucho soltero y descocado cibernauta (Esto último es cosecha propia). El futuro de estos castúos nuevos vuelve a estar en Alemania (¡Quién lo iba a decir, padre!), en la USA denostada por los Bardem (¡Qué Cruz, Pe!), en Tokio o en Canadá. Ya se vio con las expropiaciones mediáticas de las fincas Cabra Alta y la Cabra Baja a la Casa de Alba que aquello de la reforma agraria fue un tren ido de la II República, y que hay guiños enmarañados de buena intención y demagogia. Porque, pese al asqueo que causan las grandes y deshumanizadas ciudades, con sus ruidos y sus aglomeraciones, sus prisas, contaminaciones y agobios, sus ediles, canes maniáticos y graffiteros…, la calidad de vida que ellas brindan sobrepasa ampliamente cualquier engorro.
ELOGIO DE CIUDAD
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ientras escalo las empinadas callejuelas del pueblo que me puebla, hambreo las librerías, el teatro, la estación del AVE, las avenidas con escaparates, los veladores del bulevar, los cines, los hospitales, la farmacia de guardia y la catedral. La graciosa ocurrencia de La ciudad no es para mí (1966) se filmó para espíritus montaraces o tardobucólicos, y no deja de ser una licencia de don Antonio Reyes Huertas su tengo mi corazón lleno de aldea. ¡Cuánto mejor suena, en la serenísima plazuela de la villa, el mohín travieso de Carolina Coronado: ¡Tengo mi alma en las ciudades! Sí, en las ciudades limpias y lozanas, aromadas de jazmín y azahar, grávidas de bohemia y letraheridos, aljamía y zoco; las adelfas del Gévora florido, mi tierna y perdida Carolina, pueden esperar un finde o todo un estío. ¿A que sí?
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Antonio Arévalo Sánchez
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A las claras
Bethesda, un lugar para empezar la vida María de Jesús Flores, osc Monasterio de Santa Clara. Llerena
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l tiempo en el que escribo es tiempo de piscinas abarrotadas por gente de todas las edades que busca plantarle cara —¡y cuerpo!— a un calor sofocante, implacable. El evangelio de Juan da cuenta de un personaje anónimo que, junto a muchos otros, buscaba el beneficio del agua de una piscina en Jerusalén. Claro que la motivación de este hombre no era precisamente refrescarse. Lo suyo era más una cuestión de salud. Este tal era un paralítico. Así, pues, la piscina de la que habla el evangelio sería una especie de balneario que poco o nada tendría que ver con esos lugares de lujo y bienestar que la sociedad de consumo nos anuncia sin tregua, por si picamos… Aquella pobre gente se apostaba en ese lugar porque, según se creía, un ángel bajaba del cielo, tocaba con su mano el agua y la agitaba. El movimiento del agua tenía poder curativo. Pero, a lo que parece, o el ángel no era todo lo eficaz que tendría que ser, o allí escaseaban los milagros, dado que la gente quedaba tan maltrecha como estaba. Sin ir más lejos, nuestro amigo el paralítico llevaba ya la friolera de treinta y ocho años intentado meterse en el manantial apenas el agua empezaba a perder su estado de reposo. Además, parece ser que el tal balneario también era utilizado para abrevar el ganado que después se destinaba al sacrificio, en el templo, lugar sagrado, situado a pocos metros de la piscina que, por cierto, se llamaba Bethesda y que, traducido a nuestro entender, significa algo tan atrayente y evocador como “Casa de la misericordia”. (Sugerente título para bautizar cualquier balneario de los nuestros. Posiblemente ningún empresario haya caído en la cuenta de cuánto beneficio podría reportarle un lugar con un nombre como ese). Jesús pasó por allí. Y no precisamente a bañarse, sino más bien como “socorrista”. Como era tan rarito y su manera de comportarse rayaba en lo extravagante, lo excéntrico, en vez de irse derecho al lugar santo, fue a meterse en medio de aquella chusma. Y allí empezó, no a ofertar tratamientos de hidroterapia, sino a darle conversación a aquel hombre con tan mala pata, y nunca mejor dicho. ¡Ya era hora de que alguien lo tomara en cuenta después de tantos años tirado en el suelo, cosido a la camilla! Sabía Jesús que en el Templo poco podía hacer. Las estructuras mentales de la gen-
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te de “adentro” estaban tan rígidas como las piernas del pobre paralítico. Vamos que eran paralíticos pero de mente y de corazón; que son parálisis más graves y de compleja solución. En el templo estaban los de siempre, los custodios del orden, de la ortodoxia. ¿Para qué perder el tiempo, y encima llevarse otro sofocón? No deja de ser significativo que en el cuarto evangelio los enfermos están siempre fuera del lugar sagrado. Dentro no podían estar (y seguramente ni ellos mismos querían). Dentro no había nada que esperar. En la piscina, al menos, había otros “malditos pecadores” con los que compartir la desgracia y, ¿porqué no?, las esperanzas de sanación. Tal vez el evangelista esté invitando a quienes se asoman a su relato a tratar a la gente marginada que normalmente no tiene un sitio en nuestros “lugares sagrados”, a esos hombres y mujeres que nosotros (que ni estamos paralíticos y tenemos más que asegurado un asiento en los primeros bancos de la iglesia), recurriendo a un eufemismo calificamos de alejados. ¡Por Dios! Lo que en tiempos de Jesús eran, entre otros, lugares de exclusión, para mucha gente se han convertido en espacios de inclusión, de amistad, de compartir y departir. En cambio, los templos, cada vez con menor afluencia de gente, son lugares donde se palpa el vacío, la oscuridad y un olor a cerrado que es bastante molesto. Las “piscinas”, como el atrio de los gentiles (paganos) siguen abarrotadas de gente que espera el milagro de encontrar a alguien que de verdad se sienta afectado o afectada por su vida, por su situación; gente que haga el gesto de detenerse y preguntarle sin prepotencia ni asimetrías:«¿Quieres desvincularte de tu camilla? ¿Quieres ser tú, sentirte bien en ti?» ¡SE PUEDE!
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De lo mundano a lo humano
Fotografía de realidad Emmanuel Ramiro Fernández
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«Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante» Ryszard Kapuscinski
Periodista
hora que todos tenemos motivos para protestar, para escapar de esta realidad canalla y para temer cada vez que nos sentamos en el sofá a que el Telediario escupa sus noticias interesadas y sus medias verdades, resulta gratificante rescatar figuras que un día enfocaron los verdaderos valores de esta profesión. Puede ser una contradicción hablar de nombres y hombres que nunca buscaron el protagonismo chabacano que hoy inunda la profesión. Ellos, hombres como Steve McCurry, dispararon siempre su cámara de fotos en busca de retratos de realidad. Nadie como él ha fotografiado la guerra en Afganistán, el Golfo Pérsico o los conflictos internacionales entre Iraq e Irán. Este fotoperiodista estadounidense salió de las sombras propias de los estudios de revelación cuando la revista National Geographic publicó en 1985 la foto «Niña afgana» realizada por él. Antes, en la primera guerra de Afganistán, McCurry se hizo pasar por afgano y convivió durante semanas con los muyahidines que luchaban contra los invasores soviéticos en el país asiático. Fueron imágenes que dieron la vuelta al mundo por ser las primeras que mostraban la realidad del conflicto. Aquello le valió la Medalla de Oro de Robert Capa, pero no hay fotos de ese día. Él nunca quiso ser noticia. Hoy lo es. Gracias a su trabajo y a la asociación de defensa de la libertad de prensa Reporteros sin Fronteras que recoge en un álbum las 100 mejores fotografías que McCurry ha tomado en Afganistán en los últimos 30 años. Al don de la oportunidad se une la causa benéfica. Las ganancias se destinarán íntegramente a la financiación de las actividades de Reporteros sin Fronteras para defender la libertad de prensa en Afganistán, cada vez más en peligro. La selección de 100 fotos parece incluso escasa para este miembro de la Agencia Magnum, la más prestigiosa entre los fotoperiodistas. Porque McCurry ha colocado su foco en los principales conflictos internacionales y ha repartido sus fotografías por las principales revistas del mundo. En algunos casos jugándose la vida para que la realidad viera la luz. Como en Afganistán, donde además de disfrazarse de muyahidin tuvo que sacar los carretes cosidos a sus vestimentas para que no se los interceptaran. Sin su ingenio y su defensa respetuosa de la profesión nunca hubiéramos conocido una realidad que hoy se nos muestra distorsionada por los intereses de quien coloca el tiro de cámara en un ángulo o el opuesto. Sin el respeto de hombres como McCurry la humanidad no sabría quién es esa refugiada afgana que el auge de la comunicación y la imagen han convertido ya en icono de una época. Considerada como la imagen más reconocida de la revista National Geographic, la identidad de la niña afgana fue desconocida durante casi 15 años hasta que el fotógrafo estadounidense y un equipo de National Geographic localizaron a la mujer, Sharbat Gula, en 2002. Han pasado diez años de aquello pero la situación tampoco ha mejorado demasiado en Afganistán. Es cierto que tras la caída del régimen talibán los medios de comunicación experimentaron un gran crecimiento. Se pasó de la nada
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al todo, de los canales oficiales controlados por los talibanes: una radio, un canal de televisión y un periódico; a un número casi excesivo para el alto nivel de alfabetismo y las dificultades en el país. Ahora existen más de 100 emisoras de radio, 25 canales de televisión y centenares de publicaciones impresas. La mayoría son medios locales controlados por señores de la guerra, que los utilizan como plataforma de promoción propia. Ahora pretenden modificar la Ley de prensa aprobada en 2009. Su objetivo es hacerla más restrictiva y conservadora. Buscan desandar lo andado, creando tribunales específicos y un Alto Consejo de los Medios de Comunicación controlado por el Gobierno para evitar así informaciones delicadas o contenidos considerados impúdicos. Igual todo esto les suena muy lejano, Afganistán no deja de estar a más de 6000 kilómetros y nuestro país no ha estado ocupado por fuerzas internacionales hasta hace dos días. Pero el valor y la calidad de los medios de comunicación se resquebrajan aquí casi a la misma velocidad que el desierto avanza por las áridas tierras afganas. Se prescinde del periodismo comprometido mientras se enarbola la bandera del morbo, de la anécdota o de una realidad diluida en cloroformo. Hace tiempo que la realidad del periodismo llevó a la primera plana los mensajes del poder, abrazando lo que antes denunciaba y así resulta muy complicado que en portada siga apareciendo fotos de Steve McCurry que abran los ojos al mundo.
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Barrera del sol
EL GRECO SE APOSENTA EN GUADALUPE
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Francisco de Asís Oterino Villasante, OFM
e asalta una pregunta previa: ¿qué razón tuvieron los monjes Jerónimos para que, en este caso, resistieran la tentación de requerir los servicios del Maestro que, a la sazón, llenaba con sus lienzos la Dives Toledana, incluso la Ciudad Imperial, ellos siempre atentos a solicitar a cuanto artista se noviera por la Seo Primada? La reclamación de los Grecos de Talavera la Vieja salta a la opinión pública desde las páginas del extinguido diario YA, un 26 de enero de 1986. Leí con interés el artículo, ya que en él se apuntaba el deseo de un grupo de ciudadanos provenientes de la población sumergida bajo las aguas del pantano de Valdecañas, que al reclamar las obras, emblema y orgullo de sus ancestros, exigían el retorno a Extremadura, y señalaban el Monasterio de las Villuercas como el lugar adecuado para su depósito. Debo confesar que aquello me pareció un sueño imposible, aunque me halagaba. No parece conservara su antiguo esplendor Talavera la Vieja, cuando en 1591, la Cofradía de la Virgen del Rosario, encarga a Doménico Theotocópoulos el retabillo de la epístola para su parroquia. En este caso, el componedor fue Lorenzo Marqués, hermano del cura párroco y afamado platero, que trabajando, tal vez para el Cabildo, tendría buena relación con el pintor. Que tampoco la cosa fue gratis. La Cofradía pagó al artista 300 ducados por el encargo, que no era pequeña cantidad. El retablo, dentro del esquema clásico utilizado por el artista, lo componía: Cuadro central y dos laterales. Coronación de la Virgen, san Andrés y san Pedro. El pequeño núcleo rural en que había devenido la antigua Augustóbriga, conservó siempre clara conciencia de la importancia de su patrimonio. Lo que no podía era remediar el inevitable deterioro, consecuencia del tiempo y otros factores. La solución vino con la visita de Alfonso XIII en 1926, con ocasión de una cacería, en compañía del duque de Alba. Éste le llevo a visitar los cuadros y, al observar el estado de deterioro, ordena trasladarlos a los talleres del Prado, de donde regresarían remozados un año más tarde. El tsunami de la Contienda Civil lo pasaron a buen recaudo, camuflados en un armario del Ayuntamiento, con complicidad de sacristán y el alcalde. La última y definitiva salida, llegaría a principios de los sesenta, antes de la inundación, con su último traslado a los talleres del Prado, de donde regresarían ya a la autoridad superior del Arzobispado y su depósito en el museo de Santa Cruz Llega ahora mi modesta participación en el desenlace, jugando papel de componedor. La visita de don Marcelo al Monasterio, al final de primavera, para congregar a los sacerdotes de los tres arciprestazgos extremeños de su jurisdicción, era sagrada para el pastor. Siempre quedaban horas para el descanso, en que el cardenal disfrutaba congregando a su alrededor interesantes tertulias, que él sabía conducir con maestría admirable. Pocas cosas quedaban sustraídas al sabroso comentario, cuando el círculo se circunscribía a los de su confianza. Aproveché para tirar del hilo de los Grecos, afectando distancia. Informé del ambiente creado en los medios regionales. De pasada, dejé caer el comentario sobre el intercambio de cromos. Don Marcelo calzaba un castellano trasparente y franco y acudió al trapo que le tendía. Tras estudiado silencio y aquella a penas dibujada sonrisa, que él solía guardar para cuando le apetecía revelar algo interesante, se
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sinceró abiertamente. «Esas pinturas son patrimonio de la Iglesia, aunque en su momento fueran depositadas en Santa Cruz. Para que cuelguen en una institución del Estado, prefiero estén en una de la iglesia. Si se trata de este monasterio, dentro del Arzobispado, mejor». Ahora demudó el semblante, mostrando el hombre firme y claro que era. «Yo tengo templos en parroquias de la zona de Extremadura, algunos monumentales y necesitados de atención y a los que se le niega toda ayuda económica». Me atreví a sugerir que éste podría ser un asunto fácilmente solucionable. Acentuando aún más su gesto de firmeza, añadió: «Pero nadie espere que mueva ficha, sin que antes se dé repuesta a las reivindicaciones para el patrimonio de mi jurisdicción en la Región». Confieso que a mí se me encendieron todas las luces. Cumplía el sexenio de mi guardianía y el cese del cargo. Antes de abandonar Guadalupe y Extremadura, me pareció obligado acudir a Mérida para despedirme de Rodríguez Ibarra, con quien había mantenido cabal relación, incluso hasta algún feeling. En un clima francamente distendido, me anunció iba a proponerme a la Junta de Gobierno para la Medalla de Extremadura. Por mi parte, aproveché la oportunidad para sacar a colación el tema de los cuadros del Greco y las manifestaciones del cardenal, sin ocular el pesar que manifestaba por la falta de colaboración con sus templos monumentales de la zona extremeña y que cualquier planteamiento sobre los cuadros, solo vendría tras la solución del problema. La reacción del Presidente fue tan contundente y diáfana, como correspondía a su estilo: «Y tiene razón, esos pueblos son tan extremeños como los primeros y sus monumentos como cualquier otro de la Región». Me expresó con calor el agradecimiento por la información y deduje que el diálogo estaba servido. Éste, me consta, tuvo lugar en las fiestas de la Virgen de aquel año, en que las conversaciones entre ambos protagonistas dejaron
aulacapitular marcadas las cartas de cada cual. El desenlace, con retorno de los tres cuadros a Extremadura y su colocación el recién abierto museo de Pintura y Escultura del Monasterio, tendría lugar el 21 de mayo de 1994. Constituyó una fecha memorable a la que se quiso rodear del mayor relieve, con la presencia de la Infanta Cristina, autoridades regionales y nacionales, así como del cardenal de Toledo. En el Monasterio quedaba cerrado un hueco con la incorporación de pincel tan relevante y un manierismo que tal vez, en su día, no fuera del agrado de los monjes. Personalmente, siento lo conseguido como un hito importante. No me satisfizo, en cambio, la decisión de ubicarlos, rompiendo el esquema museístico y pedagógico planteado por Antonio Álvarez Rojas, hoy director del Museo de Sevilla, y al que su buen hacer en el de Cáceres le valió el ascenso al de Cádiz. Reconozco que la incorporación de estos lienzos merecía un protagonismo en el museo, pero no al precio de romper la línea didáctica, época y estilo, con el diseñado por el profesional. Tendría que estar claro, que un museo nunca puede ser un escaparate de obras de arte, y menos un almacén. Cuando se planteó éste, ya hubo que superar muy serias diferencias con el arquitecto, porque entendíamos que el criterio determinante debía ser de un museólogo. Por descontado, nunca de aficionados y rotundamente jamás a cualquier otro criterio práctico de funcionamiento. Me anima la esperanza que la solución al revoltillo actual, tras la última actuación en el museo, vendrá otra vez, de manos de un buen especialista.
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Pura y Limpia
A la zaga de su HUELLA Juan José Asenjo Pelegrina Arzobispo de Sevilla
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onvocados a recorrer el Año de la Fe al encuentro de Cristo, que nos invita a renovar nuestra fe en él, también nosotros pedimos al Señor una señal: Señor, ¿con quién iremos, en quién apoyaremos nuestra flaqueza, cómo tendremos la seguridad de que caminamos en tu nombre? En verdad que no necesitamos de ninguna teofanía maravillosa que responda a esta pregunta. En realidad ya tenemos la respuesta. La solemnidad de la Virgen de de los Reyes nos la brinda cumplidamente: ¿Con quién hemos de ir sino con María, qué mejor seguridad que «a la zaga de su huella»? Ella es la nube que nos conduce de día y la luz que alumbra nuestras oscuridades interiores. Ella es pilar de firmeza indestructible. María es la señal. Ella es la prenda de Dios. Nos lo dice la Escritura Santa. Nos lo dice también la tradición cristiana, la enseñanza perenne de la Iglesia y el sentido de la fe de nuestro pueblo. María es la mujer que hiere la cabeza de la serpiente en los umbrales de la historia y se nos muestra como garantía segura de victoria (Cf. Génesis 3,15). María es la señal que da Dios al rey Acaz por medio de Isaías: una virgen dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Dios-con-nosotros (Cf. Isaías 7, 13-15). María es la señal que sube del desierto, a la que saluda el Cantar de los Cantares como columna de humo sahumado de mirra y de incienso y de toda suerte de aromas exóticos (Cf. Cantar 3, 6). María es la señal magnífica y deslumbrante, la mujer vestida de sol, la luna por pedestal y coronada de doce estrellas, que cierra las alentadoras visiones del Apocalipsis (12, 1-2). Señor, ¿con quién iremos? Ninguna compañía mejor que la de aquella que es la puerta por la que Dios se hace presente en nuestra historia, el lugar de encuentro de la humanidad con Dios y, por ello, el camino más enderezado para llegar a él. La liturgia secular de la Iglesia la llama «puerta dichosa del cielo». La llama también «estrella del mar», porque nos guía hacia Cristo, puerto de salvación. Ella es la reina enjoyada con oro (Salmo 44, 11), entronizada en el cielo a la derecha de Cristo, rey del universo. Ella, unida íntimamente al misterio de Cristo desde la Anunciación hasta el Calvario, es asociada a su triunfo y, junto con él, gloriosa en el cielo, es la primicia de la nueva creación (Cf. 1 Corintios 15, 20). Por ello, la liturgia nos alienta a acogernos bajo el amparo de aquella que es abogada nuestra, auxilio de los cristianos, socorro y medianera entre Dios y los hombres. Sí, queridos hermanos y hermanas, vayamos con María, «a la zaga de su huella», llevándola al frente de nuestro camino en el Año de la Fe. ¡Qué mejor compañía que la de María! Ojalá que en esta etapa de gracia que Dios nos ofrece, María sea el centro de nuestros pensamientos, el norte de nuestros anhelos, el apoyo de nuestras luchas, el bálsamo de nuestros sufrimientos y la causa redoblada de nuestras alegrías. «María en el corazón» podría ser un buen lema para el Año de la Fe. […] Con «María en el corazón» el Año de la Fe se convertirá en un camino de conversión y en un manantial de gracia, de santidad y de fidelidad a nuestra vocación cristiana, que propiciará nuestro encuentro con el Señor, meta final de este gran acontecimiento eclesial. Así se lo pedimos a la Virgen de los Reyes en esta Eucaristía en la que honramos su Asunción en cuerpo y alma a los cielos. [Homilía, 15. 08. 2012].
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Réquiem por el padre Yáñez En el VI Centenario de la muerte del cofundador de la Orden jerónima y primer prior regular de Guadalupe (1412-2012) Antonio Arévalo Sánchez, OFM
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Director del Archivo y de la Biblioteca del Real Monasterio
l 25 de septiembre de los corrientes se cumplieTras un escarceo eremítico, junto a otros piadosos varon seis centurias de la muerte del padre Fernan- rones italianos, en El Castañar (Toledo)5, Yáñez de Figuedo Yáñez de Figueroa, cofundador de los Ermita- roa pasó a Orusco (Madrid), en los alrededores de la erños de san Jerónimo y proto-prior de uno de sus mita de Bellaescusa o Villaescusa, al sur de la comarca de más célebres cenobios, el de santa María de Guadalupe, Alcalá que riega el Tajuña6. Hacia 1366 se unieron al gruen las Extremaduras de Castilla, que entonces era domi- po el recién enviudado caballero Pedro Fernández Pecha nio del reino de Toledo. Como, en siglo tan desmemoria- (326-1402), camarero de Enrique II de Castilla (1369do, hay efemérides que no cuentan si no es para la his- 1379) —cargo por el conocía y trató con el P. Yáñez— toria y la imprenta, abocetaré aquí a modo de memento y su hermano Alonso7, quien renunciaba a la silla de Jaén literario1, insuficiente a todas luces, la figura del insigne (1360-1368) para abrazar la vida eremítica. Sólo un año cacereño releyendo las obras de los monjes Alonso de la después marcharon todos a la ermita de san Bartolomé de Rambla, Diego de Écija, Gabriel de Talavera, José de Si- Lupiana (Guadalajara), edificada por un tío de estos últigüenza y Francisco de Campanario o san José2. mos8. Allí se establecieron y allí nacieron los Ermitaños de san Jerónimo por bula de Gregorio XI De la Corte al yermo (1370-1378), dada el 15 de octubre Fernando Yáñez de Figueroa (Cáde 1373, con hábito y constituciones ceres, c. 1332-Guadalupe, 1412) propias, aunque bajo la regla de san fue hijo de Juan Fernández de SoAgustín de Hipona y capacidad de eritomayor, camarero mayor de Alfongir otros cuatro monasterios9. Uno de so XI de Castilla (1311-1350), y de los enviados de Lupiana a la corte roMaría Yáñez de Figueroa3. A petición mana fue el citado Pedro Fernández del monarca, el niño fue criado en la Pecha o fray Pedro de Guadalajara, el Corte castellana, siendo compañero cual recibió la bula, vistió el hábito y de libros y juegos del heredero, Peprofesó en manos del Papa, recibiendro I el Cruel (1350-1369). Inclinado de él la investidura prioral10. Cuando a la vida eclesiástica más que a do al año siguiente Pecha renunció al las armas, el rey don Pedro hubo de cargo «por reverencia de fray Fernanprocurarle prebendas y una canondo Yáñez», recalca Sigüenza11, el capíjía del cabildo de Toledo con oficio tulo de Lupiana pudo nombrar prior a GUADALUPE. Enrique III impone la birreta al de capellán mayor de la capilla de P. Yáñez, lienzo de Francisco de Zurbarán nuestro padre Yáñez12. 4 los Reyes Viejos . (1598-1664) 1.- Fue leído en la iglesia prioral del monasterio jerónimo de El Parral (Segovia), al presentarse las LXXXIII Jornadas de Hispanidad que organiza la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe. 2.- Las fuentes literarias a las que nos referimos son éstas: 1.- AMG. [Alonso de la Rambla, osh], Crónica del Monasterio de Guadalupe, trascripción inédita de A. Barrado Manzano, ofm. 2.- Diego de Écija, osh, Libro de la invención de esta santa imagen de Guadalupe, y de la erección y fundación de este monasterio, y de algunas cosas particulares y vidas de algunos religiosos de él, ed. A. Barrado Manzano, ofm, Cáceres 1953. 3.- Gabriel de Talavera, osh, Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, Toledo 1597. 4.- José de Sigüenza, osh, Historia de la Orden de san Jerónimo (1595-1605), NBAE, 8. Madrid 1907. 5.- Francisco de san José, osh, Historia Universal de la primitiva y milagrosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, fundación y grandezas de su santa casa, y algunos de los milagros que ha hecho en este presente siglo, Madrid, por Antonio Marín, 1743. 3.- Cf. José Sánchez Herrero, Historia de la Iglesia en España e Hispanoamérica, (Madrid 2008), pp.141-144. 4.- Sigüenza (Lib. II, cap. II, pp.167); Rambla (cap. VI, f. 14, p. 13); Écija (Lib. III, cap. XIII, p. 100) y San José (cap. V, p. 29) se interesan por el linaje del P. Yáñez, su vida en la Corte y prebenda en Toledo, aunque discrepen en la capellanía: los tres primeros dicen “la de los Reyes Viejos”, el último “la de los Reyes Nuevos”. Si esta última fue construida entre 1531-1534 para enterramiento de la casa Trastámara, yerra San José. 5.- Cf. Rambla, cap. VI, f. 14vto.; Écija, Lib. III, cap. XIII, p. 100-101; Sigüenza, Lib. I, cap. III, p. 14. 6.- Ibídem, Lib. I, cap. III, p. 16; C. Rivera Eusebio, «Breve descripción del que fue Real Monasterio de religiosos jerónimos de esta villa de Lupiana (Años 1373 al 1835)», en José Ramón López de los Mozos, Datos curiosos para la historia de Lupiana, 49-55. http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/CECLM/ARTREVISTAS/Wad/wad01LopezMozos.pdf. 7.- Pedro y Alfonso o Alonso Fernández Pecha eran nietos de un caballero de Siena, Alonso Pacheco, que el infante Enrique, hijo de Fernando III el Santo, trajo de Italia para hacerlo su secretario. Cf. Sigüenza, Lib. I, cap. III, pp. 11-13; cap. IV, 16-17.
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scriptoriumguadalupense / 11 Este brote eremítico prendido en los reinos hispánicos fue el resultado de las crisis sociales y económicas del siglo XIV, sostenido por un corriente espiritual alumbraba en Italia gracias al terciario franciscano Tomás Succio de Siena, y abrevado del eremitismo de san Jerónimo (c. 370420), quien, retirado a una gruta de Belén (386-420), fue el padre de los monasterios fundados por santa Paula Romana. Corriendo el tiempo y ganado el apoyo de los reyes de Castilla —el bastardo EnGUADALUPE. Humilladero, término del Camino Real. [foto: Ángel Sánchez] rique II (1367-1379), Juan I (1379-1390) y Enrique III (1390-1406)—, estas lau- miento de la clerecía prioral15compañeras de la avaricia das de anacoretas surgidas en Castilla, Portugal y Ara- y usura del vecindario judío . «Diole quenta [el obispo de Segovia al rey] —escribe el P. gón, se constituían en una auténtica Orden monástiSan José— de su modo de vida: la continua asistencia al coro, ca, con sus privilegios, cargas y exenciones, capítulos y la gravedad, pausa y policía de los divinos oficios, el aseo y limpriores generales, por la bula Licet exigente de Benepieza de sus templos, el grande adorno y cuidado de los altares; cómo eran varones penitentes, solitarios, abstraídos del comerdicto XIII, dada en Avignon el 18 de octubre de 141413. cio de criaturas, muy dados al trato interior con Dios, sin salir Fue en Guadalupe, muerto ya el P. Yáñez, donde el año de sus monasterios, como no lo precisasse la obediencia»16. 1415 se celebró el primer capítulo general de la Orden, La figura estelar de este golpe de mano fue don Juan al que concurrieron priores y procuradores de los vein17 Serrano , prior de Guadalupe promovido al obispado de ticinco monasterios existentes, saliendo elegido prior general fray Diego de Alarcón, el cual estableció su resi- Segovia (1388-1389) y enseguida al de Sigüenza (1389dencia en Lupiana14. Sólo en España, la Orden jerónima 1402) y por poco, reinando ya Enrique el Doliente, al artuvo cuarenta y ocho monasterios de frailes. Algunos de zobispado de Sevilla —aunque sin lograrlo por caer anellos de mucho fuste, todos cercenados por las exclaus- tes, dicen, envenenado—. Serrano era canciller, confesor y hombre de confianza de Juan I (1379-1390) —a quien traciones del siglo XIX. guiaba en la reforma eclesiástica, pues era un rey ciertaLos Jerónimos en Guadalupe mente piadoso—, y luego de su hijo Enrique III (1390Es conocido el afán que ponen los cronistas jeróni- 1406), siendo diputado en la entrega de Guadalupe a los mos en ligar su venida a Guadalupe con la enmienda del Jerónimos y de El Paular a los Cartujos18. Sostienen que tenor de vida que enlodaba al célebre santuario caste- en Guadalupe lo intentó primero, aunque sin éxito, con la llano y su puebla, a causa de la disipación y amanceba- Orden de la Merced, redentora de cautivos, en lo que el 8.- Sobre un cerro que domina el valle donde se asienta la población, fue construida por Diego Martínez de la Cámara, tío de los dos anacoretas. Cf. Sigüenza, Lib. I, cap. V, pp. 19-20. 9.- Rambla, cap. III, f. 9vto., p. 8; Sigüenza, Lib. I, cap. V, p. 26 – cap VI, 17. 10.- Ibídem, Lib. I, cap. VIII, p. 31. Cf. Rambla, cap. III, ff. 9vto.-10vto. p. 9, donde dice cómo fue supuestamente revelada a santa Brígida de Suecia el establecimiento en España de la nueva orden, incluso su regla e indumentaria. Este cronista cita el nombre de los más principales entre los primeros de Lupiana: Fernando Yáñez de Cáceres, «clérigo de misa», Pedro Fernández [Pecha] de Guadalajara, Fernando de Fuensalida, Juan de san Felices, Alfonso [Fernández Pecha] de Jaén y Fernando de Fontova, «legos, e otros varones, c[lér]igos e legos, nobles e labradores, de los reynos de Castilla e de León, de Portugal e de otra p[art]es». Cf. Écija, Lib. III, cap. XIV, pp. 103-104. Fray Pedro Fernández Pecha o de Guadalajara, después de fundar el monasterio de santa María de la Sisla, junto a Toledo, el año 1374 (Cf. Sigüenza, Lib. I, cap. XIII, p. 53-58) y dar poder para la fundación de los monasterios de las Cuevas de Guisando (San Martín de Valdeiglesias 1375), Corral Rubio (1384) y el de la Mejorada, obispado de Ávila (1396) (Ibídem, p. 63. 65 y 113-114; Lib. II, cap. I, p. 159), el año 1397 renunció al priorato de la Sisla y vino a vivir a Guadalupe con su hermana doña Mayor, viuda, donde falleció el año 1402 (Ibídem, p. 166). 11.- Cf. Sigüenza, Lib. II, cap. I, p. 159. 12.- Cf. Rambla, cap. III, f. 10vto, p. 10; Sigüenza, Lib. I, cap. XI, p. 43-44. 13.- Cf. Rambla, cap. III, f. 11; Écija, Lib. III, cap. XV, pp. 107-109. 14.- Cf. Écija, Lib. III, cap. XIV, pp. 105-106. 15.- Rambla, cap. IV, ff. 10vto.-11. Cf. A. Arévalo Sánchez, ofm, «Aquellos días de 1389», en Guadalupe, 702 (1989) 265-270. 16.- San José, cap. V, pp. 28, nº 8.
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Guadalupe antiguo era adalid19; pero fue en san Bartolomé de Lupiana donde halló lo que buscaba y muñó cuanto pudo, pese a las reticencias de algunos monjes20, hasta dar el señorío a la floreciente Orden, donde no faltaban nobles cortesanos y disciplina, aunque allí abandonó el eremitismo primero y en Guadalupe cargará con tareas más propias de clérigos y frailes que de monjes21. Si acaso por el interés que mostró el rey Juan I en la empresa de entregar este priorato a los Jerónimos —reiterado en la entrevista que tuvo con el P. Yáñez en Segovia22—, o por reverencia a Santa María o por no sé sabe qué otra razón23, lo cierto es que no parece casual que un varón tan principal en la Orden como fray Fernando Yáñez de Cáceres24, prior de Lupiana, deje la casa —a la prelatura renunció después— para venir a fundar en Guadalupe25. Lo hizo ya maduro y a lomos de un jumentillo que, antes de traerlo a estas breñas, lo llevó a Toledo, iglesia de la que Yáñez fue canónigo y donde pudo buscar instrucción y consejo26. Desde Talavera de la Reina, a donde había enviado al resto de la expedición compuesta por treinta y un monjes27, reanudaron el camino hacia Guadalupe, llegando aquí el viernes, día 22 de octubre de 1389, antes del tañido de completas. «Todos los años — añade el P. San José— se canta este día y a la misma hora la Salve solemnemente, en memoria de este caso»28. Al día siguiente, presente el último prior secular Juan Serrano —ante quien Yáñez renunció al priorato de Lupiana, que había tenido durante quince años (13741389), y los demás monjes, a la estabilidad que prometieron en san Bartolomé—, la comunidad entró en Capítulo, eligiendo prior de Guadalupe al venerable Yáñez de Figueroa29. Yáñez, primer prior jerónimo de Guadalupe
cibió la autoridad y atribuciones que antes habían tenido allí el rey, el prior secular y la mitra de Toledo31. Por lo que, sin dilación, el obispo de Segovia quiso presentarlo al pueblo, haciendo pública la elección y los despachos del rey y el arzobispo, para que el vecindario reconociese y juramentase al prior Yáñez como su señor natural, revestido del mero y mixto imperio32, y verificando éste, para mayor solidez del acto, la elección de alcalde mayor, justicias y alguaciles que gobernasen y administrasen la puebla en su nombre33. Bajo de estatura, frágil y anciano, las prendas espirituales del prior interesaron más a los cronistas, ya que nos dejaron trazos elocuentes. Talavera, habitualmente sobrio, dijo de él:
Confirmado en el cargo prioral por don Juan Serrano —que para todo trajo poderes suficientes30—, Yáñez re-
«Las virtudes de este ilustre padre: en santidad, grande; en humildad, raro; en milagros, maravilloso; en la charidad, fuego; en el zelo, llamas; en la oración, continuo; en la contemplación, perpetuo; en las necesidades de sus próximos, muy cuidado; en sus enfermedades, caritativo; finalmente, en toda su vida, admirable, y así en su muerte, sumamente respetado»34.
17.- Rambla, cap. IV, ff. 11-12; Cf. Écija, Lib. III, cap. XVI, pp. 110-111; Talavera, Lib. II, cap. I, f. 26-27vto; San José, cap. V, pp. 28-29. El número 12.- del citado capítulo, dice el P. San José que el obispo Serrano asistió incluso al Capítulo conventual. 18.- Cf. A. Álvarez, «Juan Serrano, el último prior secular», en Guadalupe, 829 (2012) 10-14. 19.- Cf. Rambla, cap. IV, f. 11-11vto., nota; Écija, Lib. III, cap. XVII, pp. 112; Talavera, Lib. II, cap I, f. 27; San José, cap. V, p. 28 [«Traxo luego ciertos religiosos de quella Orden que le pareció más al caso para el fin de sus intentos»]. El ilustre mercedario fray Gabriel Téllez (conocido como Tirso de Molina) refirió en su Historia General de la Orden de la Merced (1639) la efímera estancia de estos frailes en Guadalupe, aunque sin probarla ¿cabría maliciar que fue un invento jerónimo para darse pábulo? 20.- A pesar del interés y presión que recibieron del obispo Serrano y de su rey, aceptar Guadalupe fue discutido en capítulo conventual. Fray Alonso de la Rambla dejó escrito que «ovo entre ellos pro e contra; ca unos dezían que non devían tomar tal casa, porque era de grand bulliçio e de mucha conversaçión de seglares, por causa de la gran romería; otros dezían que la devían tomar por reverençia e amor de la Virgen María, la qual, veyendo que por su amor a esto se disponían, les ganaría graçia del su Fijo p[ar]a que fuesen aquellos que devían ser. P[er]o a la fin acordaron de la tomar e ansí lo dio el p[ri]or por respuesta a don Juan Serrano»: cap. IV, f. 11vto.; Cf. Écija, Lib. III, cap. XIII, pp. 105-106. 113-117; Talavera, Lib. II, cap. I, f. 28; San José, cap. V, p. 29.11; 21.- Cf. Sigüenza, Lib. I, cap. XVIII, p. 86. 22.- Cf. Rambla, cap. IV, f. 11vto. 23.- Ibídem, cap. IV, f. 11vto.; San José, cap. V, p. 30, nº 13. 24.- «Este sobrenombre tiene en el letrero que está en el claustrito pequeño de san Bartolomé, como lo vimos en su propio lugar», Sigüenza, Libro II, cap. II, p.167. 25.- Lo justifica Rambla en su Crónica inédita, cap. IV, ff. 12-12vto: «Pues considerando el p[ri]or fray Fernandiañes e todos los más de los frayles tan grand fundaçión, como era la casa de Guadaluppe, mayormente por estar en acatamiento del rey e del todo el reyno e aún de los estrangeros, por la grand devoçión que en ella todos los fieles avían, acordaron que el p[ri]or, por su persona, viniesse, con los frayles que a él pluguiesse, para tomar la dicha casa e ponerla en orden de religión». Cf. Écija, Lib. III, cap. XVIII, p.115; San José, cap. V, p. 29, nº 12.
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GUADALUPE. Claustro y templete (s. XIV-XV), obras del priorato de Yáñez [Foto: Álvaro Corral]
A lo que Sigüenza, citando a fray Pedro de la Vega, añade: «Dizen era pequeño de cuerpo y de rostro venerable»35. Y en otro lugar: «Tuvo don singular, a juyzio de los hombres, que quieren siempre en los goviernos se incline la balança más a la parte de la misericordia que a la severidad […]. Era de gran piedad y caridad con los pobres, y con los súbditos avíale dado Dios unas entrañas de madre […]. Mostrávales, como dizen los santos, más presto el pecho de madre que el açote del Señor […]. De aquí le nacía ser muy suffrido con los religiosos y con seglares descompuestos. […] Visitava a menudo los hospitales que tiene aquel convento […]. Servía en todo quanto allí se ofrecía a los pobres…, curávales las llagas del cuerpo y aún las de las almas con santos consejos. […] Entre estas virtudes resplandeció también mucho en este siervo de Dios la mansedumbre y la paciencia»36.
Francisco de san José destacó de él: «Varón muy prudente, afable, de gran virtud y de mucha urbanidad, conocido en España por averse criado en el palacio del rey don Alonso y servido de camarero al rey don Pedro su
hijo, cuya honra dexó gustoso, huyendo de la vanidad y lisonja… y vivía muerto a todo lo que es mundo, y aún sepultado con Cristo en compañía de muchos siervos de Dios»37.
Maestro y norma de monjes Acierta el de Campanario al destacar, sobre la vasta obra de Yáñez explayada en veintitrés años de gobierno, la formación y cuidado de la grey que tuvo a su cargo: «Lo primero en lo que puso los ojos este gran siervo suyo fue en la fábrica espiritual de sus amados hijos, para que fuessen templo del Espíritu Santo y no hallase que desechar en ellos la Madre de la Gracia, apareciendo a su vista puros, limpios, sin resabios del hombre viejo, formados a la imitación y semejanza del nuevo que baxó de los cielos, Jesucristo. Estableció santos estilos y costumbres que hasta oy se guardan inviolablemente como leyes provechosas en quien tiene sus medras el espíritu, aplicando su gran prudencia al concierto de las dos vidas, activa y contemplativa, forzosas en este santuario […]. Y dispuso de tan modo su exercicio, que las ocupaciones de la una no turbasen ni impidiesen la quietud y sosiego de la otra, esmerándose para esto su cui-
26.- Cf. Rambla, cap. IV, f. 12vto.; San José, cap. V, pp. 32, nº 20 y 21. Pero Sigüenza (Lib. I, cap. XVIII, p. 87) refiere, sin embargo, que juntos pasaron por el monasterio de Santa María de la Sisla, en los aledaños de Toledo, fundado por fray Pedro Fernández Pecha, el cual los asiló pobremente. 27.- Rambla anotó el nombre (sin topónimo) de los treinta y un frailes que trajo Yáñez a la fundación de Guadalupe. Sólo de uno se dice que era clérigo: un tal fray Juan, su compañero de viaje con fray Domingo; el resto de la comunidad sospecho que eran aún jóvenes para recibir las órdenes sagradas. Otros no debían ser tan jóvenes, como el tornero fray Juan, el citado fray Domingo y fray Pascual, que enseguida fueron elegidos procuradores del monasterio. Cf. Rambla, cap. V, f. 12vto; Écija, Lib. III, cap. XIX, p.118. cap. XXIII, 143; San José, cap. V, pp. 32, nº 21, donde corrige las diferencias entre Écija (32) y Talavera (31) en el número de monjes. 28.- San José, cap. V, pp. 33, nº 22; Cf. Rambla, cap. V, f. 12vto.; Écija, Lib. III, cap. XIX, p.119. 29.- Cf. Rambla, cap. V, ff. 12vto-13. Écija, Lib. III, cap. XVII, p. 113. cap. XVIII, p. 114-117. 119; Sigüenza, Lib. II, cap. II y III, pp. 167-182; San José afirma, sin ambages, que el nombramiento de prior ya estaba hecho por el rey, confirmado por sus dos hijos, y aceptado por el Yáñez: cap. V, p. 31, nº 16. 17 y 24. 30.- Cf. Rambla, cap. V, 12vto.; San José, cap. V, pp. 33, nº 24; Écija, Lib. III, cap. XIX, p.119. 31.- Rambla, cap. II, f. 9. Cf. Documentos en Écija, Lib. III, cap. XXII, p.129-141 y XXIV, pp. 147-148; San José, supra. 32.- El proceso no fue tan rápido como se deduce de algunas crónicas. Écija, con mejor criterio, señala que la toma de posesión de la iglesia fue el día 30.- de octubre (Lib. III, cap. XXIII, pp. 120.142-146); el juramento del pueblo, el 28 del mismo mes (Lib. III, cap. XXIV, pp. 148-149), la elección de alcalde, justicias y alguacil, el 25 de noviembre (Ibídem, pp. 150-151) y el 3 de diciembre, el juramento de las autoridades (Ibídem, p. 152). Cf. Rambla, cap. V, 12vto., nota 3. 33.- Cf. San José, cap. V, p. 33, nº 25. 34.- Talavera, Libro II, cap. VI, ff. 36-36vto. Talavera y Sigüenza vuelven a seguir a Rambla, cap. VI-VII. 35.- Sigüenza, Lib. II, cap. II, p. 178. 36.- Ibídem, Lib. II, cap. II, p. 167-178. 37.- San José, cap. V, p. 29, nº 9.
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scriptoriumguadalupense ciéndose el primero en estas penalidades, porque tenía muy de adentro la obligación en que estaba de ser en todas sus acciones la forma de su rebaño»43.
GUADALUPE. La Porta Coeli, desde la capilla de santa Ana, obras del priorato de Yáñez [Foto: Ángel Sánchez]
dado en la clausura y recogimiento de los monges, de suerte que ninguno salía, no sólo del monasterio al pueblo (que no se imaginó jamás ni oy día se concede tan licencia, como no sea a oír de confesión para recibir el Viático algún enfermo), pero ni andar por los claustros o por los oficios que están dentro de la clausura; y sólo les sacase de sus celdas la obligación o la necesidad. Y de este tan buen principio nace, como de raíz santa y fecunda, averse criado siempre en esta santa casa grandes siervos de Dios y muy contemplativos, en medio de ser tan frecuentada de romeros y peregrinos de todas las esferas y calidades»38.
Pese a tenerlos empleados en la fábrica del convento y el término de la iglesia prioral, Yáñez veló porque la principal ocupación general fuese, día y noche, el Oficio divino39. A las muchas vocaciones que atrajo el tenor de esta vida40, contento el pueblo y edificados los peregrinos, el año de noviciado lo dedicaban sólo al coro y a la celda, a fin de que se habituasen al silencio y al recogimiento41. No cejaba en adoctrinar y en velar por el alimento que fortalecía a frailes y al pueblo42.
Con todo, resulta enigmático el episodio de su aparición, cual alma en pena, al poco de finar y coloquio con fray Juan de Carrión en la capilla de san Martín, donde le ruega se le apliquen unas misas por sus deficiencias en el gobierno de la Comunidad44. Más aún nos sorprende la revuelta interna de 1407 con calumnias, que obliga la intervención de Enrique III y el arzobispo de Toledo, por mano del obispo de Segovia, castigando severamente a los amotinados y expulsándolos de Guadalupe, lo que dio origen a la fundación del monasterio de Montamarta (Zamora)45. Sirve el triste episodio para que los cronistas que se refieren a él aticen diatribas contra los rebeldes, tachándolos de envidiosos y altaneros, mientras refuerzan la humildad y mansedumbre de Yáñez, que quiso regresar a Lupiana y rechazó, por dos veces, la mitra de Toledo que le ofreciera el rey, motivo que inmortalizó Zurbarán en la sacristía46. Administrador sagaz y prudente Destacó, asimismo, en el acierto con que distribuía los trabajos y oficios de sus monjes, dando origen al complejísimo mundo artístico de aquel enjambre de frailes y criados. Sigüenza, que abre el priorato con una sugestiva deprecación del prior a la Virgen, pinta esta estampa:
«Animábalos —prosigue el P. San José— con santas pláticas para que no desmayasen en el trabajo, descubriéndoles con muchos lugares de la Escritura, en que era muy leído, los grandes bienes que ocultaba aquel penoso ejercicio, despreciable a los ojos de los hombres […]. Y no contentándose sólo con decirles cosas santas, pues hacen muy poco fruto quando no se acompañan de obras, se metía entre ellos repetidas veces y así del cuezo de cal y de la espuerta de arena, como el peón más humilde, ha-
«Ayudavan muy cavalmente al prior f[ray] Fernando Yáñez los religiosos y santos compañeros que avía sacado de s[an] Bartolomé de Lupiana; avíalos criado a sus pechos y eran en realidad las primicias del espíritu desta santa Religión […]. Repartiólos por sus classes, y en ellas dio a cada uno la tarea que le convenía con mucha prudencia […]. Unos y los principales estaban deputados para recebir los huéspedes y multitud de peregrinos que acudían […], dávanles descanso para los cuerpos y medicina para las almas. Lo primero les hazían confessar […], instruyanlos también en la doctrina christiana si tenían necesidad, dezíanles cosas devotas con que les animavan a llorar sus pecados y hazar penitencia, que eran las más sanas veneras que avían de llevar de aquella romería. Otros más robustos se ocupavan de servir a los manposteros y maestros de la obra, llevando piedra, cal, arena, sacando tierra, acarreando maderos, agua y otros materiales, de suerte que lo más y lo mejor de aquel santo convento e iglesia
38.- San José, cap. VI, p. 34, nº 1-2. Cf. Sigüenza, Lib. I, cap. XIX, p. 92-94. 39.- Cf. Écija, Lib. III, cap. XX, p. 122. 40.- Cf. Talavera, Lib. II, cap. IV, f. 32vto. 41.- Sigüenza, Lib. I, cap. XIX, p. 91. 42.- Ibídem, Lib. I, cap. XIX, p. 92. 43.- San José, cap. VI, p. 38, nº 14. 44.- Cf. Sigüenza, Lib. II, cap. III, p. 178-182: «Hizóseme cargo de las negligencias que en el gobierno tuve: que con demasiada piedad no castigué algunas culpas de los religiosos, temiendo vanamente el juicio de los hombres, por no parecerles menudo o riguroso; que también dissimulé algunos defectos que no devía o los consentí indiscretamente con demasiada blandura, pusilanimidad o floxedad»; Cf. Rambla, cap. VII, f. 12vto.-23; Écija, Lib. III, cap. XXVII, pp. 181-184; Talavera lo transforma en una visión gloriosa: Lib. II, cap. VII, f. 43vto. 45.- Cf. Rambla, cap. VII, ff. 18vto.-19vto.; Talavera, Lib. II, cap. VII, ff. 40vto.-41vto; Sigüenza, Lib. I, cap. XXX, p. 144-152; Lib. II, cap. II, pp. 174-177. 46.- Cf. Rambla, cap. VII, f. 20-20vto.; Écija, Lib. IV, cap. XXVI, 172-173; Talavera, Lib. II, cap. VI, 36-37vto. 47.- Cf. Écija, Lib. III, cap. XX, p. 122; Rambla, cap. V, 13vto.; Sigüenza, Lib. I, cap. XIX, p. 91; Talavera, Lib. II, cap. III, ff. 30vto-31.
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scriptoriumguadalupense / 15 está hecho con los braços y el sudor destos siervos de Dios […]. Otros también entendían en escrivir libros para el coro»47.
El gobierno del señorío, del que se ocuparon mayormente las autoridades designadas por el prior, no le ahorró sufrimientos a Yáñez. Pasados unos veinte años de su encumbramiento, la levantisca puebla se alzó contra el prior y los frailes alegando, según apunta el P. Rambla, ciertos presuntos agravios: «Onde es, a saber, que después de veynte años que avía tenido el regimiento deste monesterio, aviendo fecho muchos benefiçios e limosnas e otras buenas obras a las personas deste pueblo, tractavan entre sí cómo se levantassen contra él e contra los frayles, alegando çiertas cosas fundadas sobre arena, con poca sabiduría. Ca dezían que este pueblo non era del convento deste monesterio e que non podía el p[ri]or poner alcalde nin traherlo de fuera nin echarle fazendera, que era manera de pecho, nin por sus delictos los podía echar del pueblo e que les diessen sus previlejios que les tenían tomado e que les tomava el monesterio su término e que non podía tener el monesterio la carneçería nin los fornos, e que se quería ap[ro]vechar de una visitaçión que mandó aquí fazer el arçobispo de Tolledo. E assy dezían otras cosas, como aquellos que savían poco de la fundaçión deste casa.»48
Llamados los cabecillas ante el prior, dice el cronista que les habló con la habitual mansedumbre, enumerándoles los privilegios y exenciones de que habían sido objeto por ser vasallos del prior y no del rey ni de cualquier noble, y advirtiéndoles de la gravedad de faltar al juramento que hicieron ante él, yerro que de llegar a oídos del rey sería penado49. Con esto el caso no llegó a mayores, aunque la solución no sería tan simple como la pintan. Construcción del monasterio El capítulo más sonado del priorato de Yáñez fue el de la fábrica de los edificios. Se ha hecho ya proverbial el coloquio que traía el prior con la Señora de la casa y el desafiante reto que, dicen, le repetía con atrevimiento: «Mira, Señora, yo quiero ver
por quien queda de los dos, vos a traer y yo a gastar»50. La abundancia de Guadalupe, como es sabido, llegaba en manos de los peregrinos de dentro y fuera del reino, y de los devotos cargados de ricas mandas y ofrendas, entre ellos el recordado alcalde Mayor de Sevilla, don Martín Cerón, quien ofreció para la fábrica tres mil doblas de oro y muy ricas joyas y alhajas de oro y plata51. Como los priores seculares habían atendido a levantar la iglesia y su cerca en previsión de posibles ataques islamitas, los llamados palacios del prior y el hospital, doliéndose el P. Yáñez de la incomodidad en que vivían los monjes, una vez tuvo asentadas las cosas de la religión, lo primero que procuró fue labrar un claustro con dos dormitorios muy capaces (uno para coristas y otro para legos), las celdas y demás oficinas52. La morfología del santuario, erizado de torres y chapiteles, les obligó a picar en murallas, las crujías, arcos y escaleras que precisaban para poder poblar las torres53. «Parece ser ansí, porque luego —escribe Sigüenza—, y sin saber con qué, començó abrir cimientos, a traçar una gran casa, claustro y oficinas, porque lo que hasta allí estava edificado eran aposentos sueltos, sin traça o forma de monasterio, no más de para recogerse aquellos capellanes distraydos. Lo primero que edificó fue un claustro grande, no muy vistoso, ni de buena proporción en los anchos y largos […], con todo eso, el claustro es devoto y religioso, y las oficinas, para este modo de vida, muy a propósito»54�
SEVILLA. Fray Fernando Yáñez orando a la Virgen de Guadalupe, óleo de Juan de Valdés Leal (16221690)
Remate de la iglesia Se ha repetido, por inercia de los antiguos y nuevos, que la actual iglesia de Guadalupe es obra del P. Yáñez; yo no lo creo así. Si éste hubiese construido el templo de tres naves, ¿por qué tuvo que cegar las ventanas de la nave de san Pedro para hacer la crujía sur del claustro? Lo más razonable es atribuirle la fábrica del templo al gran prior secular don Toribio Fernández de Mena, enterrado en el corazón de la nave central. Nadie puede admitir
48.- Rambla, cap. VI, f. 15. 49.- Ibídem, cap. VI, ff. 15vto.-16vto. 50.- San José, cap. VI, p. 37, nº 12. 51.- Cf. Rambla, cap. V, f. 12vto.; Écija, Lib. III, cap. XX, p. 123; Talavera, Lib. II, cap. III, f. 31; Sigüenza, Lib. I, cap. XIX, pp. 91-92. San José, cap. VI, p. 38, nº 13. 52.- Cf. Rambla, cap. V, f. 13vto.; Écija, Lib. III, cap. XX, p. 122; San José, cap. VI, p. 35, nº 6. 53.- San José, cap. VI, p. 34, nº 6. 54.- Sigüenza, Lib. I, cap. XIX, p. 91 55.- Écija, Lib. III, cap. XX, p. 121-122. 56.- Sigüenza, Lib. I, cap. XIX, p. 91
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que, con todo lo que emprendió este insigne varón, pospusiese la culminación de la iglesia. Yáñez prosiguió, claro está, las obras que ya iniciaron los priores seculares. Écija lo afirma de este modo: «Porque como el padre prior tuviese
esta obra tan costosa, prosiguiendo lo que los priores pasados, don Toribio Fernández de Mena, don Diego Fernández y don Juan Serrano dejaron comenzado»�. Sigüenza ya lo intuye al decir que don Toribio «sacó los cimientos y creo que hizo mucho della y de otras cosas de la casa, porque la manera de la planta no parece ingenio de hombre que pretendía convento, y ansí quedaron las celdas, como dizen, a barrios, lo mejor que se pudieron acomodar después, porque en el claustro no hay casi ninguna»56.
El propio P. San José —aún reconociendo la obviedad57�, pero sin apartarse de lo que dictaron los cronistas
GUADALUPE. Fachada gótico-mudéjar (s. XIV-XV), obra del priorato de Yáñez
del monasterio anteriores a él58�— lo dio a entender apoyándose en la perdida crónica de fray Rodrigo de Llerena: «Toribio Fernández la acabó, dice, según esta antigua fábrica, y el P. Fray Fernando la aumentó en mayor y más ilustre edificio»59. Si duda alguna, la obra que dirigió el P. Yáñez en la iglesia fue la fachada meridional y puertas de la actual basílica, con la capilla de santa Ana, además de las bóvedas de la antesacristía, del antecoro y el coro de la iglesia, edificado sobre la capilla de san Martín. Amén de las razones que se han dado, señalo una que puede comprobarse a simple vista aunque pueda parecer una simpleza: todas las ménsulas sobre las que arrancan los arcos de esas arquitecturas están decoradas con bustos de ángeles —al igual que otras edificaciones de Yáñez, dentro y fuera del monasterio—, en el resto de la iglesia no se halla ninguno. La Iglesia y casi todo el monasterio (celdas y claustro mudéjar con sus dos fuentes) se acabó en trece años, aunque, como dice el P. San José, las obras menudearon a lo largo del priorato. Écija señala, entre otras, la importante obra de la enfermería y capilla del hospital de san Juan Bautista, la granja de Valdefuentes con el oratorio dedicado a santa Cecilia y el humilladero de la Cruz60, «en donde, según la tradición, ponía la Virgen Santísima a los cautivos»61. El tránsito A la piadosa y larga vida del P. Yáñez le siguió el sereno descanso del justo, presa de una fiebre que lo fue consumiendo sin molestias. Acaeció, como ya he dicho, el día 25 de septiembre del año 1412, cumplidos los 80 años62 y habiendo recibido, con gran devoción, los sacramentos de la Iglesia. Después de tres jornadas en que tuvieron el cadáver a la veneración de los fieles en la iglesia, el día de los santos Cosme y Damián63 inhumaron sus reliquias bajo el arco que corresponde al sagrario antiguo, en el lado de la epístola del altar Mayor64.
57.- «Siendo, pues, esto verdad [“que Toribio Fernández hizo la iglesia parroquial con el competente número de altares”], no parece verosímil que, recién acabada ésta, abriesse los cimientos para otra; ni tampoco, dado que la comenzasse, que se estuviesse por hacer casi toda ella quando entraron nuestros religiosos, pues veinte y cinco años y más que intermediaron desde la muerte de Toribio Fernández hasta que nuestro venerable padre determinó la fábrica de esta iglesia, no es creíble, según el celo de los dos priores antecedentes y las muchas limosnas que traía la Virgen (como queda referido) dexassen de continuar la obra con la mayor eficacia hasta verla concluida, y más haciéndose entonces otras obras muy costosas, que no eran tan esenciales ni miraban al culto de la Madre de Dios tan inmediatamente»: San José, cap. VI, p. 36, nº 8. 58.- «… Aunque tenía bien ocupados en la fábrica del convento a muchos religiosos y eran los gastos muy crecidos, dispuso se levantase un suntuoso templo […]. Llamó maestros de varias partes y, proponiéndoles lo sumptuoso y magnífico de la idea, se erigió el templo que persevera oy día, de tres naves». Más adelante trata de corregir a ciertos manuscritos antiguos con los que no se aviene su idea: «Padecese equivocación a cerca de esto, por lo que dicen algunos antiguos manuescritos: que el prior fray Fernando Yáñez acabó la mayor parte de la iglesia, en que suponen avía ya levantado mucho quando comenzó esta fábrica, y, no constando que otro prior, si no es Toribio Fernández, erigiesse alguna iglesia, infieren de aquí, los que llevan esta opinión, fue assumpto de este prelado la idea y parte de la erección de este templo. No es verdadera, aunque parezca bien fundada esta congetura. No hablaron con toda claridad algunos manuescritos, pues, aviéndose ideado todo el templo por orden del santo padre [Yáñez], se halló que pudo servirle mucho de la fábrica antigua del de Toribio Fernández.»: San José, cap. VI, p. 36-37, nº 7 y 9; Cf. Talavera, Lib. II, cap. III, f. 31vto. 59.- San José, cap. VI, p. 37, nº 10. 60.- Cf. Écija, Lib. III, cap. XX, p. 123. 61.- San José, cap. VI, p. 39, nº 16. 62.- Sigüenza, Lib. II, cap. II, p. 178. Cf. Rambla, cap. V, 13vto. 63.- Hasta la actual reforma del Calendario Romano, la fiesta de estos mártires se celebró el día 27 de septiembre. 64.- Cf. Rambla, cap. VIII, f. 27vto.-28; Écija, Lib. IV, cap. XXVI, p. 179; Talavera, Lib. I, cap. x, ff. 25-25vto. y 43-43vto.; Sigüenza, Lib. II, cap. II, p. 178; San José, cap. VI, p. 39, nº 17.
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RÁBIDA. Una vista nocturna del convento, cuna de América
La Rábida, seis veces centenaria Antonio López Mayo, OFM [El famoso convento franciscano del Descubrimiento de las Indias Occidentales, sito en Palos de la Frontera (Huelva), cumple en 2012 el VI centenario de su fundación. Razón de más para que esta revista, editada por Franciscanos de un santuario tan colombino e hispánico como el de Guadalupe, dedique sus páginas a la efeméride. Para ello hemos echado mano del prólogo y primer capítulo de un trabajo inédito confeccionado por nuestro hermano fray Antonio López Mayo, residente por algún tiempo en La Rábida]. Prólogo La Rábida es un monumento que el viajero no encuentra por sorpresa en su itinerario. La mayoría de los que la visitan vienen ya aleccionados por lo que han oído, por lo que han podido leer o han estudiado sobre ella. De La Rábida lo relevante es su historia: que Cristóbal Colón vivió entre sus muros; que aquí se gestó uno de los hechos más grandes y de mayor importancia de la historia de España y de la Humanidad: el Descubrimiento del Nuevo Mundo. Por lo demás, el viajero puede también constatar que este monasterio sigue siendo lo que siempre fue: un humilde convento franciscano. «El Santuario de Nuestra Señora de La Rábida, ese célebre monumento histórico de pobre apariencia, que se eleva en la cúspide de una colina aislada por la confluencia de los ríos Tinto y Odiel, a corta distancia de la capital de Huelva, representa uno de los hechos que inmortalizan la gloria de España»1.
El visitante se adentra en el interior de esta casa y, recorriendo sus estancias, va situando los relatos de la historia: llegada de Colón, sus idas y venidas, conversaciones y diálogos con los frailes y los marinos de Palos, claustros por donde transitó, celda que ocuparía, sus pensamientos e ideas serenadas y afianzadas en la paz de este lugar, la iglesia donde oró, las imágenes del Cristo o de la Virgen a las que se encomendó en tantas ocasiones, el momento de su partida hacia las tierras por descubrir, etc. En un primer momento parece advertir que La Rábi-
da es casi solamente el recuerdo Colón, luego descubre que en La Rábida coexisten otras historias, pequeñas o grandes historias que van indisolublemente unidas a la gesta descubridora. Durante siglos La Rábida fue morada de oración, recogimiento, espiritualidad, trabajo, apostolado, servicio caritativo, lugar de peregrinación, refugio de pescadores y marinos, espacio de encuentro y de diálogo fraterno, foco de cultura. Un pequeño eremitorio, que se va transformando en convento franciscano, y que más tarde se unirá a la regular Observancia franciscana. Su valor, sobre todo, es el religioso y de virtudes franciscanas. En esa sencillez vivieron los frailes hasta la llegada de Colón, y en esa misma sencillez permanecieron tras
1.- Evaristo de la Paliza y José Pérez, La Rábida y Cristóbal Colón, Resumen histórico de la vida de Cristóbal Colón, Historia y descripción de la Rábida; Su reparación en 1855, Huelva 1855, p. 7.
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su marcha. La Rábida dio de lo suyo para el descubrimiento de un Nuevo Mundo, y nada recibió a cambio. Pasan siglos y el hecho colombino, aunque valorado y patente, en nada afectará a La Rábida como convento franciscano. Los frailes se ven obligados a marchar y el edificio languidece en estado ruinoso. A través de las narraciones de ciertos viajeros de la época, y en el regusto romántico, nostálgico, de los tiempos pasados, se recuerdan las epopeyas que realizaron nuestros mayores y que yacían en el olvido y el abandono. La Rábida comienza a ser conocida como gloria de España unida al Descubrimiento de América. Todo en una toma de conciencia y en un movimiento que va en crecimiento hasta culminar en la celebración de IV Centenario del Descubrimiento y revivido, más tarde, en la celebración aún cercana del V. Pero, junto a todo ello, La Rábida es también un santuario mariano, y como tal ha seguido vigente, incluso en el tiempo en que tuvieron que marchar sus moradores los frailes franciscanos. El pueblo de Palos de la Frontera tenía allí a Santa María de los Milagros, su patrona, refugio en sus aflicciones y consuelo en todas sus necesidades. La Rábida es ante todo fe, aunque no se opone, porque así es la fe cuando es verdadera, ni a la razón ni a lo humano. Este trabajo viene a considerar el aspecto religioso de La Rábida y la presencia de los franciscanos en este lugar a lo largo de la historia; pero sobre todo, quiere ser un estudio especialmente centrado en la Imagen titular Santa María de la Rábida, Nuestra Señora de los Milagros. Para ello trato de reunir aquellos datos que forman parte de la historia de este lugar, en relación con la Imagen de la Virgen, no es una historia de La Rábida, pues sobre el tema podemos encontrar ejemplos abundantes, sino una historia de una Imagen de la Virgen, Santa María de la Rábida, Nuestra Señora de los Milagros. Origen del convento de La Rábida El 7 de diciembre de 1412 es la fecha en la que aparece la primera noticia con rigor histórico sobre La Rábida y su origen como convento franciscano. Se trata de una bula del papa Luna, Benedicto XIII2, Etsi cunctorum: «Así, pues, como consta de una petición a Nos presentada por parte de los amados hijos Juan Rodríguez y otros frailes del Orden de Menores que moran en el ermitorio de Santa María de La Rábida, de la diócesis de Sevilla, existen allí una iglesia y algunas casas edificadas, donde ellos y otros frailes que voluntariamente quieran, pueden servir quieta y devotamente al Señor, deseen vivir en pobreza y humildad de espíritu bajo la obediencia de los Ministros General de la dicha Orden y Provincial de la de Castilla, según la costumbre de la misma Orden, nos fue suplicado por parte de los dichos Fray Juan y frailes moradores del dicho ermitorio, que les concediéramos, por benignidad apostólica, a ellos y a otros de la misma Orden...»3.
Así es como aparece por primera vez el nombre de La Rábida en un documento escrito, y el nombre de la Virgen que es su titular Santa María de La Rábida; y es la primera vez que aparece La Rábida como convento franciscano. El P. Ángel Ortega, que ha estudiado el tema en profundidad, concluye que fray Juan comenzaría la vida eremítica, junto a otros frailes, el año 1403, o en todo caso en 1404, y ya no se vuelve a hablar más del convento hasta la bula de Martín V en el 23 de octubre de 14284, donde se concede a los frailes de La Rábida los
mismos privilegios, gracias y exenciones que a los de san Miguel del Monte. Fray Juan fue nombrado capellán del Papa Bonifacio IX el año 1401. Este Papa muere en 1404, y el año anterior, Castilla da su obediencia al antipapa Benedicto XIII. Fray Juan pudo seguir la política de Castilla en 1403, y dejar el cargo voluntariamente, o bien podría haber acontecido que lo cesaran tras la muerte del papa en 1404. Luego buscaría una vida más sosegada y más acorde con el espíritu franciscano, y buscando la soledad se retira a La Rábida5. El lugar debía ser conocido por los franciscanos, ya que desde hacía medio siglo existía un convento en el cercano Moguer. El P. Germán Rubio reconoce un fray Juan Rodríguez, que en 1403 es vicario de san Francisco de Sevilla6, y difiere en algunas apreciaciones con respecto al P. Ortega. Ciertamente, Fr. Juan pudo venir a la Rábida el año 1404, o en años posteriores cercanos a 1412. Es posible que el fuese el líder de un grupo, como lo fue del convento de Villaverde del Río el P. fray Diego de Alcalá, al que se dirige un bula en parecidos términos a la concedida a La Rábida en 14177. Pero, ¿qué impide pensar que cuando fray Juan fue a La Rábida, ya estuvieran haciendo vida religiosa un reducido grupo, y que él se convirtiese luego en guía de esa incipiente comunidad? ¿Necesariamente tuvo que comenzar la vida religiosa en La Rábida entre 1403 al 1404? Desde la bula de 1412, ¿no podían llevar los franciscanos residiendo en La Rábida más de 8 años?; nótese que ya llevaban dieciséis años los frailes del convento de Villaverde del Río cuando alcanzan parecidas prerrogativas en una bula.
2.- Benedicto XIII, conocido por don Pedro de Luna fue el antipapa Luna (1396-1423), al cual dio obediencia Castilla. 3.- Benedicto xiii, Bula Etsi cunctorum, 6 de diciembre de 1412, Bullarium Franciscanum, t. VII, Romae Typis Vaticanis, 1904, pp. 378-379, n. 1107. Cf. Ortega, Ángel, ofm, La Rábida. Historia documental y crítica, Sevilla 1925, t. I, pp. 72-78, donde puede encontrar el texto completo en latín y castellano. 4.- Martín V, Bullarium Franciscanum, t. VII. n. 1836. Cf. Waddingo, L., Annales Minorum, Quaracchi, 1932, t. X., n. 1427, n. CCXIII. Ortega, La Rábida, t. I., pp. 125-126. 5.- Cfr. Ortega, pp. 78-81. 6.- Rubio, Germán, ofm, La Custodia Franciscana de Sevilla, Sevilla 1953, pp. 259-260 7.- Bullarium Franciscanum, t. VII. n. 1163, de 16 de julio de 1417.
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scriptoriumguadalupense / 19 ¿Qué impide pensar que en otro momento más lejano también existiese un intento de vida común, u otra experiencia, en este lugar, que, aunque no haya quedado constancia de ello, sea el origen de la tradición de que en La Rábida comenzó la vida religiosa desde muy antiguo, como veremos posteriormente? El edificio conventual y construcciones más antiguas La Bula de 1412 dice claramente que existía una iglesia dedicada a Santa María de La Rábida. No parece posible que en tan poco tiempo se construyese este oratorio, ni las casas que a su vez refiere la bula. Doce frailes necesitan un espacio, que no es desde luego la vivienda de un ermitaño de una ermita cualquiera, es decir, que el edificio tendría que ser suficientemente grande para doce frailes, aunque careciese de la estructura y arquitectura propia de un convento. En el testamento de Catalina Fernández, de 15 de abril de 1414 se le entrega a la Virgen unas telas que puedan servir para su vestido8. Si ya en fecha tan temprana se realiza este tipo de donación, el hecho nos hace pensar que la Imagen, con frailes o sin ellos, podría llevar en este lugar un tiempo suficientemente largo. Una devoción a una imagen no se improvisa, requiere tiempo y experiencias religiosas en los devotos. Es por todo ello por lo que nos atrevemos a afirmar que la Imagen no fue traída por los franciscanos, sino que era la misma que ya existía en la ermita a la que van a vivir los franciscanos, a no ser que ellos trajesen ésta, que sustituyera a otra anterior y a la que llamaron con el mismo nombre. Nos adherimos a la convicción del P. Ángel Ortega y a otros que afirman que la Virgen de
RÁBIDA. Imagen gótica de Nuestra Señora (alabastro, s. XIV), coronada por el beato Juan Pablo II
La Rábida es la misma que siempre ha residido en dicho lugar. Podrían haberla traído los franciscanos, u otra orden o grupo religioso que hubiese habitado el lugar a finales del XIII o hasta la mitad del XIV. No necesariamente La Rábida tenía que ser morada permanente de una orden religiosa, también podría haber existido como casa dependiente y filial de otra casa mayor, con un número simbólico y reducido de moradores: ¿templarios, franciscanos, clérigos, seglares ermitaños? Palos, alquería musulmana como Moguer, perteneciente al reino almohade de Niebla, fue conquistada por la acción de las órdenes militares al reyezuelo
8.- Testamento otorgado por Catalina Fernández, mujer de Gonzalo Martín, Moguer, 15 de abril de 1414, Copia Simple, Archivo Diocesano de Huelva, pergamino n. 24, Vid. documento n. 113, pergamino. «E mando a Santa María de la Rábida unas touayas labradas e una toca de sirgo para su imagen». Cf. Villaplana, María Asunción, La colección diplomática de Santa Clara de Moguer 1280-1483, Sevilla 1975, pp. 306-308. 9.- Izquierdo Labrador, Julio, Palos de la Frontera en el Antiguo Régimen (1380-1830), Palos de la Frontera 1985, p. 31. 10.- Ropero-Regidor, Diego, “El Castillo-fortaleza de Moguer”, en la Revista de Moguer Montemayor (1990) 10.
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de Niebla Banu Mahfuth hacia 1239-1240. Desde entonces fue disminuyendo el cerco de Niebla, que cayó en poder de Alfonso X entre 1250 y 12629, posiblemente en 125710. Muchos eremitorios fueron el origen de otros tantos conventos. A veces se erigían en lugares considerados sagrados desde antiguo. En algunas ocasiones en esos lugares recibía culto una advocación significativa para la población, por lo que la gente reclamaba la presencia de religiosos que atendiesen y aumentasen su culto. En lo que a nosotros atañe, debemos pensar que existiría una iglesia, una ermita y unas viviendas lo suficientemente amplias y fuertes, a tono con este lugar solitario, estratégico y sometido a los peligros de piratas y moros. Esta iglesia sería lugar religioRÁBIDA. El convento colombino en el s. XIX so, pero también defensivo y de refugio. La conquista de la zo«... Así pues, habiéndonos informana por el rey Alfonso X fue, a más tardar, hacia 1262; a partir de entonces pudo que muchos cristianos que ordinadieron comenzar las primeras construcciones de La Rábida, al menos por parriamente navegan por los esteros, pate de los cristianos, puesto que nadie puede negar la preexistencia de construcra evitar los peligros de las tempestades ciones anteriores. del mar y las incursiones de los piratas Según concluye el restaurador del convento, Velázquez Bosco, en la iglesia se sarracenos, acuden como seguro refugio, a la casa de Nuestra Señora de La halla lo que pudiera ser de mayor antigüedad, especialmente en la capilla actual Rábida de la Orden de los Frailes Mede la Virgen; pero no se determina a datarla más allá de mediados del siglo XIV, nores llamados de la Observancia, silo mismo que a la Imagen de Santa María. Tampoco niega que pueda existir, en tuada en la diócesis de Sevilla, junto a la el edificio que ha llegado a nosotros, algo del siglo XIII o anterior: playa del mar, y allí son acogidos y re«El cuerpo bajo de la iglesia, con la capilla adosada a los pies de ella, son las partes más antiguas del monumento; alguna podría tal vez ser anterior a la Reconquista, sin que pueda esto asegurarse, por no haber indicios bastante fijos y caracteres bastante determinados para comprobarlo ni para fijarse fecha dentro de la XIII centuria»11.
Es la misma opinión del padre Germán Rubio, que no ve dificultad de su existencia antes del siglo XIV12. Pensamos que La Rábida pudo ser lugar defensivo y de vigilancia desde la Reconquista, entonces tomaría el nombre de Rábida, de procedencia árabe, pero esta apreciación no puede demostrarse, aunque sería lo más lógico que la fortaleza se edificase sobre una construcción árabe preexistente, ese es el punto de vista del historiador rabideño P. Ortega13. A él estaría ligado un lugar religioso, una ermita, que en este caso estaría dedicada a la Virgen, que por el lugar, toma el nombre toponímico de La Rábida. Por una nueva bula de 18 de diciembre de 1422, se amplía el número de frailes de doce a veinticuatro14. Naturalmente el edificio debió ampliarse. Pero el empujón definitivo para su construcción sería en los años cercanos a la bula del papa Eugenio IV, Licet is, de 17 de febrero de 1437, por la que se concede indulgencias a los que contribuyan con sus limosnas a la edificación del convento de La Rábida15. Es el momento en que éste adquiere su traza propia y medieval, que ha conservado en su mayor parte hasta nuestros días, si exceptuamos algunas transformaciones posteriores que difieren de su estilo, pero situadas sobre la estructura primitiva, y permitiendo valorar lo antiguo y lo nuevo. Dice así la citada bula:
galados caritativamente; que otros fieles llevados por de su gran devoción concurren en grandes masas, a la iglesia de dicha casa, principalmente porque Nuestro Señor se ha servido librar muchas veces prodigiosamente a los frailes que allí moran en observancia regular de los criminales asaltos e invasiones de los dichos piratas sarracenos; que, en fin, las dichas casa e iglesia necesitan en sus fábricas y edificios, grandes y costosas reparaciones, no teniendo los dichos frailes, que sólo viven de limosnas, como es sabido, medios para ello, y sería muy oportuna la recomendación de los mismos fieles, Nos deseando que la iglesia sea frecuentada con decoro y se perfeccionen convenientemente su fábrica y edificios...».
En este segundo tercio del siglo XV dataría la construcción del convento. Esta construcción, en su estructura fundamental, se ha conservado; incluso aprovechando muros anterio-
11.- Velázquez Bosco, R., El Monasterio de Santa María de la Rábida, Madrid 1914, pp. 60-61. 12.- Rubio, La Custodia…, pp. 260-263. 13.- Ortega, La Rábida t. I, pp. 110-112. 14.- Martín V, de 18 de diciembre de 1422, bula «Sincerae devotioni affectus», Bullarium Franciscanum, t. VII, n. 1548. Waddingo, L., Annales, t. X, Regestum Pontificium, 1422, n. XCIV; Ortega, La Rábida, t. I, p. 121-122. 15.- Eugenio IV, bula Licet is, de 17 de febrero de 1437, en Waddingo, L., Annales, t. XI, Regestum Pontificium, an. 1437, n. XXV. Ortega, La Rábida, t. I, pp. 129-131. 16.- Archivo Diocesano de Huelva [ADH], Testamento otorgado por Francisco Rodríguez Tinajero, vecino de Moguer, de 11 de diciembre de 1431, Pergamino de santa Clara de Moguer nº 60. Cfr. texto en: Villaplana, Mª. Asunción, La colección diplomática de Santa Clara de Moguer 1280-1483, Sevilla 1975, p. 339. 17.- Velázquez Bosco, El Monasterio, p. 6.
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scriptoriumguadalupense / 21 res, que subsistirían en la iglesia y quizás en otra parte. La bula sería una contribución más fuerte al proceso creador de un edificio que, ya desde la llegada de los frailes, comenzaría a crecer, con las primeras adaptaciones de un lugar de vigilancia y ermita a una casa para morada de religiosos. De 1431 data un manda de Francisco Rodríguez vecino de Moguer: «E para la obra de Santa María de la Rábida, de termino de Palos, diez maravedíes»16. Velázquez Bosco, restaurador de La Rábida en el IV Centenario, considera que «La Rábida conserva casi completo el edificio que hospedó a Cristóbal Colón»17. La Rábida, época legendaria El origen de La Rábida ha quedado envuelto, lo mismo que su Imagen Titular, en un cúmulo de leyendas y de fantasías. Existe un documento de 1714, que recoge todas las tradiciones de ésta; se trata de una recapitulación de otros documentos que el autor o autores dicen han comprobado; también consta de añadidos particulares de varios autores. El manuscrito ha sido seguido y tomado como fuente de información por varios autores a la hora de enfocar el origen y la historia del convento y de la imagen de la Virgen. Muchos de sus elementos se hallan también de forma esquemática en autores más antiguos, que han bebido de las mismas o de otras fuentes. Por lo tanto, no podemos culpabilizar a fray Felipe de Santiago de ser el inventor de las leyendas y fantasías, pues no es libro de una sola mano, pero impropiamente se le ha llamado autor, pues aparece su nombre y firma. Puede que sea el recapitulador de algunas de las leyendas en torno a la casa y a la imagen Titular, y que, como todos en esa época, haya creído la veracidad de las mismas. Son muchas las imágenes cuyos orígenes y procedencias fueron tergiversados desde la perspectiva de otra época que juzgaba lo grandioso y fantástico18 y las más enrevesadas imaginaciones, como algo positivo para engrandecer una imagen y una devoción: La realización material por manos de san Lucas. La relación con algún Apóstol o Padre de la Iglesia. Los milagros obrados en su descubrimiento, tras ser ocultadas en la época mahometana. En este sentido existe casi un género y se sigue un esquema que se repite en algunas imágenes famosas de nuestra Patria. De esta manera la imagen se revestía de más alcurnia y aparecía como más venerable. Lo mismo solía ocurrir y se hacía con el origen de ciertas iglesias y conventos, siendo el nuestro uno sobre el que quizás se hayan acumulado más fábulas, leyendas y tradiciones. Por esta casa se ha hecho pasar todas las culturas y todas las religiones que acamparon en nuestra Nación, saliendo la cristiana victoriosa de todas ellas: Rus Baal de los feRÁBIDA. Arcos mudéjares del claustro principal (s. XV)
nicios, templo romano de Proserpina, templo cristiano primitivo, mezquita, templo mozárabe, convento fortaleza templaria, convento franciscano. Nada hay que pueda probar la existencia del Rus Baal fenicio, ni el templo romano de Proserpina, ni la iglesia paleocristiana, ni mozárabe; por lo tanto, nada se niega, pero nada existe o hay indicios de que pudiese existir, eso que las leyendas nos cuentan, o una base histórica que subyaciera bajo los relatos fantasiosos. Dice Velázquez Bosco, que tan bien conocía La Rábida, que «Estos manuscritos, aunque tienen escaso valor histórico, no pueden desecharse en absoluto. Están sembrados de leyendas inadmisibles por absurdas o inocentes; pero se ve, sin embargo, en algunas, un fondo de antiguas tradiciones, conservadas oralmente o recogidas, tal vez, en documentos que existieron en el Archivo del Convento cuando fray Felipe de Santiago escribió su libro y que se perdieron en 1835»19.
Por Huelva pasaron los fenicios, los romanos y los musulmanes, y nada impide que de una manera u otra hubiesen habitado y usado este lugar. El sitio es bueno desde muchos puntos de vista, y no es difícil suponer que cada cultura, a su paso, dejase aquí algo propio, que no necesariamente tenía que ser una construcción religiosa. El término Rábida es musulmán y significa lugar de oración, morabito, fortaleza, ermita, tanto musulmana como cristiana, por lo tanto bien pudiera haber sido utilizado este lugar como tal antes de la reconquista cristiana. Respecto a templo cristiano, nada parece avalar su existencia antes de la época musulmana, ni como iglesia mozárabe coexistiendo con los musulmanes. Sí entraría dentro de lo posible, pero no de lo demostrable, el uso cristiano tras la reconquista, in-
18.- «La Santísima Virgen de los Milagros o Santa María de la Rábida, como otras imágenes antiguas célebres de España, están rodeadas de aureola de leyenda poética, labradas por el amor y el cariño filial que todos los españoles y sudamericanos sienten por la Virgen en general. Aquí el ambiente además de poético tiene un sabor local y marinero, doblemente poético»: De la Corte, Alejandro, «Leyenda de la Santísima Virgen de los Milagros o Santa María de la Rábida», en ODIEL (01-08-1959) 21. Flery, «Hermosa leyenda de la primera Virgen marinera del mundo», ODIEL (12 –08-1956) 6. Aquí se confunde a san Juan por san Lucas. 19.- Velázquez Bosco, El Monasterio, Madrid 1914, pp. 11 y 12. 20.- Ibídem, pp. 60 y 61: afirma que en la iglesia, alguna parte «podría tal vez ser anterior a la Reconquista, sin que pueda esto asegurarse».
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RÁBIDA. La partida de las carabelas, mural de Daniel Vázquez Díaz (1930)
cluso como iglesia, conjuntamente con su dedicación militar. Tampoco sería descartable del todo la presencia de templarios o de franciscanos en una época muy cercana a la reconquista de la zona en 1262; pero muy poco hay que nos lo haga corroborar, si exceptuamos que existen, como hemos afirmado en otro lugar, ciertas partes y construcciones de La Rábida que parecen anteriores a la época de la bula fundacional en 1412 20�. El P. Gonzaga es el historiador de la Orden más antiguo que describe La Rábida, en 1587 afirma que: «... En el sitio donde antes había un templo mahometano, se construyó este convento dedicado a Santa María de la Rábida. No sabemos fijamente, porque no hay documentos, qué año y por quién fundado, o cuándo reducido a forma de convento y comenzado a habitar de los frailes. No obstante, si admitimos una tradición muy recibida, se edificó en 1261»�21.
Pero, aunque, conocedor de la Orden y haber visitado los conventos de Andalucía y tener, como General de ella, datos a su disposición, no por ello deja de tener sus lagunas. Sigue las tradiciones recibidas pero, en algunos aspectos, no llega a acertar.
El Manuscrito de La Rábida coloca la fundación de manos del propio san Francisco en su visita a España en 1212. Se trata de otra tradición fantástica e ingenua por la que fue entregada por los templarios a los misioneros enviados por san Francisco a predicar a los moros, y que comenzaron la vida franciscana, con permiso del Santo, a quien escribieron en 1221. Luego, en 1224, sería visitada personalmente por el santo patriarca 22 . Rodrigo Caro, en 1634, sigue haciéndose eco de la tradición oral y escrita sobre este lugar, recogiendo las noticias que en su tiempo circulaban sobre el origen del convento: «Vemos hoy, que en toda esta costa no hay otro cerro [se refiere a la noticia que dice dio de un alto collado Festo Rufo Avieno de lo que habla trata anteriormente] que se levante considerablemente, sino es aquel, donde está edificado el convento de La Rábida de frailes descalzos de san Francisco, que se llamó así; porque Rábida, o Rabta en la lengua árabe, quiere decir ermita, porque la había allí, cuando esta tierra se ganó a los moros, y en ella purgando la superstición mahometana, se edificó convento de solitarios de san Francisco y es fama, que se edificó viviendo el santo; por lo cual es tenido por el más antiguo de España. De modo, que en tiempo de gentiles, moros y cristianos, siempre ha sido aquel lugar venerable».23
21.- Gonzaga, F., De Origine Seraphicae Religionis... , Romae MDLXXXVII, Tertia pars; Provincia Bética, De Conventu S. Mariae de Rábida, oppidi Palos, Conv. V., pp. 897-898. En el manuscrito llamado Centuria Bética, fechado en 1860, el P. Valderrama y el P. Íñiguez recogen las tradiciones sobre la Provincia Bética; en la p. 4, supone la existencia de la Rábida ya en el año 1260. En la p. 161afirma que la fundación data de 1251 y que este es el dictamen del P. Francisco Gonzaga. 22.- Archivo Provincia Bética Franciscana, códice 30: Fr. Felipe de Santiago, ofm Manuscrito de la Rábida, 1714 y edición del mismo por Fr. David Pérez, Huelva 1990, p.111, ff. 52, 53 y ss. 23.- Caro, Rodrigo, Antigüedades y Principado de la Ilustrísima Ciudad de Sevilla..., Sevilla 1634, libro III, cap. LXXVI, p. 207. 24.- Cf. Ortega, La Rábida, t. I.; Velázquez Bosco, El Monasterio…, este es un estudio serio partiendo de la arquitectura y de los indicios que él pudo constatar en su trabajo restaurador a finales del s. XIX. de Fr. Felipe de Santiago, ofm Manuscrito de la Rábida 1714; Coll, Fr. José, ofm, Colón y la Rábida, Madrid 1891. 25.- Eugenio IV, bula: Ex Apostólicae Sedis, 13 de septiembre de 1434. Cf. Waddingo, L., Annales Minorum, 1434. t. VII. N. LXI. 26.- Eugenio IV, bula Sacra Religionis, 19 de abril de 1445, Bullarium Franciscanum, t. VIII. Cf. Waddingo, L., Annales Minorum, t. XI. An. 1445, n. XXXIV. 27.- Ibídem, t. XII, Reg. Pont. An. 1448, n. XXVIII. 28.- Ibídem, An. 1499, n. III, Edición 1933, p. 204. El Capítulo General de la Orden , reunido en Malinas (Bélgica), adopta la determinación “Que la Custodia Hispalense... sea disgregada de la Provincia de Castilla y, agregada las nuevas Casas del Reino de Granada, sea erigida en Provincia”.: Gonzaga, F., De origine Seraphicae Religionis, Roma 1587, III, p. 604, Cf. García Chávez, L. Vicente, ofm, «Los Franciscanos en Sevilla», Bética Franciscana I (2005) 113; La Provincia de Castilla otorgó su beneplácito en el Capítulo Provincial de Almazán (Soria).Fue sancionado por el Papa, a solicitud de los Reyes Católicos: Alejandro VI, bula Super gregem dominicum, 21 de septiembre de 1500, Cf. Bética Franciscana II (1999) 88-89.
22
scriptoriumguadalupense / 23 No quiero insistir en este tema, que está suficientemente estudiado, especialmente por el P. Ángel Ortega, en su obra citada24. La vida franciscana de La Rábida comenzaría, pues, como un eremitorio con régimen autónomo. En 1434 por bula de Eugenio IV pasaría al régimen de la Observancia, en la Custodia de Sevilla, dependiendo de la Provincia observante de Castilla25. Poco después, hacia 1437, pasaría a la jurisdicción de los franciscanos conventuales permaneciendo en este régimen hasta 1445 en que el Papa Eugenio IV lo vuelve a Custodia observante de Sevilla26. Pero en 1445, por bula del Papa Nicolás V, dada en Roma el 3 de marzo de 1448, La Rábida pasa de nuevo al régimen de los franciscanos conventuales, permaneciendo así hasta 146027 en que vuelve al régimen de Observancia en la Custodia de Sevilla, hasta que en 1499 esta Custodia fue elevada al rango de provincia autónoma, llamada Provincia Bética28, dentro de la Observancia. Así permanecería hasta la exclaustración de 1835 y a la misma Provincia se incorporaría tras la restauración de la presencia franciscana en ella el año 1920. Dentro de la Observancia, desde el 3 de mayo de 1623 La Rábida adoptó por propia iniciativa el régimen de la recolección29, que no abandonaría sino con la interrupción forzosa de la vida religiosa en 1835. Por todo ello, me parece acertada la intuición de Rodrigo Caro: «De modo, que en tiempos de gentiles, moros, y cristianos, siempre ha sido aquel lugar venerable»30. La Rábida, lugar religioso por antonomasia en todas las épocas y con todas las culturas, realidad que sobrevive, siendo Santuario de la Virgen de los Milagros, Santa María de La Rábida.
Programa del Sexto Centenario 1. CONMEMORACIÓN DEL 86° ANIVERSARIO DEL VUELO DEL PLUS ULTRA (22 de enero, 2012) –11.00 h: Eucaristía de Apertura en el monasterio y Ofrenda floral a la Virgen. A continuación en el muelle, frente al Ícaro: Discursos de Autoridades y Ofrenda floral. 2. FERIA MEDIEVAL DEL DESCUBRIMIENTO (16-18 de marzo) –Día 16, 17.00 h: Inauguración de las Jornadas Históricas del Descubrimiento, cuya temática se centrará en la Fundación del Monasterio y en la Comunidad Franciscana. El Acto de Apertura estará presidido por el Emmo. Sr. cardenal Carlos Amigo Vallejo, ofm, arzobispo emérito de Sevilla. 18.30 h: Solemne Tedeum en la Iglesia de san Jorge. 20.30 h: Sesión Extraordinaria de la Real Sociedad Palósfila Pinzoniana con la intervención del Rvdo. P. Fray José Ma Alonso del Valí como conferenciante. –Día 17, 9.30 h: Eucaristía en el Monasterio presidida por el cardenal Carlos Amigo Vallejo; 1.00 h: Inauguración de una calle que llevará el nombre del cardenal Amigo Vallejo.12.00 h: Gran Desfile de apertura de la Feria Medieval. 14.00 h: Clausura de las Jornadas de Historia. 3. FIESTAS PATRONALES DE SAN JORGE MÁRTIR (19-21 y 23 de abril) –Triduo a san Jorge Mártir y función principal a cargo del P. Fray Francisco García Rodríguez, Prior del Monasterio. 4. CONMEMORACIÓN DEL 520o ANIVERSARIO DE LA PARTIDA DE LAS NAVES DESCUBRIDORAS (3 de agosto) –11.00 h: Eucaristía presidida por el P. Fray Joaquín Domínguez Serna, ministro provincial, en el monasterio. –La conferencia en el claustro Mudéjar estará a cargo del cardenal Carlos Amigo Vallejo, ofm. –La Real Sociedad Colombina Onubense donará a la Comunidad Franciscana de La Rábida un busto del beato Juan Pablo II, que será instalará en la portería, antesala a las pinturas de Vázquez Díaz; y entregará la Medalla de Oro de la Real Sociedad a la Comunidad. Igualmente se programa un ciclo de conferencias que versa-
rá sobre la fundación del monasterio de La Rábida impartidas de enero a mayo (1 al mes), en el salón de Actos del Colegio de Médicos de Huelva. 5. FIESTAS PATRONALES DE LA VIRGEN DE LOS MILAGROS (5-13 de agosto) –20.30 h: Novena a la Virgen de los Milagros, predicada por el P. Fray Joaquín Pacheco Galán, ofm. –Día 15,12.00 h: Función Solemne presidida por el Rvdo. P. Fray Joaquín Pacheco Galán. –Día 18, 22.00 h: Pregón Romero a cargo de D. José Ma Gómez y Gómez, Gran Maestre de la Orden de Nobles Caballeros y Damas de Isabel la Católica, presentado por D. José Ma Segovia Azcárate. –Día 26, 11.30 h: Misa de Campaña en La Rábida, oficiada por D. José Vilaplana Blasco, obispo de Huelva. 6. FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASÍS (3 de octubre) –19.00 h: Eucaristía en el Monasterio y celebración del Tránsito de San Francisco de Asís, Fundador de la Orden Franciscana, presidida el prior del Monasterio. 7. CAPÍTULO DE NOBLES CABALLEROS Y DAMAS DE ISABEL LA CATÓLICA (24-25 de noviembre) El Capítulo celebra sesión anual en La Rábida y regalará a la Comunidad un busto en bronce de la reina Isabel la Católica que se colocará en el jardín frente a la puerta de la iglesia. 8. CLAUSURA DEL VI CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DEL MONASTERIO (16 de diciembre) –12.00 h: Solemne Eucaristía oficiada por el Ministro General de la Orden Franciscana, P. Fray José Rodríguez Carballo, en los jardines de La Rábida, con las imágenes de la Virgen de los Milagros y san Francisco de Asís. Al final de la Eucaristía, la Comunidad de la Rábida presentará una pintura alusiva al VI Centenario, obra del pintor onubense Juan Manuel Núñez. –Durante el mes de diciembre permanecerá en el monasterio la Exposición «Huelva y América. Cien años de Americanismo, Revista La Rábida 1913-1933». [Visite: www.monasteriodelarabida.com]
29.- Manuscrito de la Rábida, pp. 139-140. Cf. Barrado, A., ofm «Cincuentenario en el Monasterio de Nuestra Señora de la Rábida», Bética Franciscana, I (1970) 41. 30.- Caro, R., Antigüedades..., p. 207.
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CRÓNICA
de la Peregrinación y Fiestas Mayores de Santa María de Guadalupe Fray Jesús Mª Tena González, OFM Cronista del Real Monasterio
Agosto - Septiembre 2012 Agosto, siempre generoso y espléndido en su luz, brilla aún más cuando, culminando sus días, los extremeños se preparan para celebrar las fiestas de la que es la estrella rutilante de Extremadura: nuestra Madre, Santa María de Guadalupe, Reina y Maestra de la Gracia, Patrona y Señora Principal de Extremadura. Y la estrella rutilante, porque Ella es la estrella que brilla en el camino de la fe del creyente. Por eso, estos días de novenario han querido centrar su reflexión bajo la lectura en clave mariana de la carta apostólica Porta Fidei del Papa Benedicto XVI, con motivo de la próxima celebración del Año de la Fe, convocado para conmemorar el 50 aniversario del inicio del concilio Vaticano II y el vigésimo de la publicación del Catecismo de la Iglesia católica. Celebración que tendrá su apertura el 11 de octubre de este 2012 y terminará el 24 de noviembre de 2013, fecha en la que la Iglesia celebrará la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Novenario de la fe Se nos ha ofrecido este novenario en torno a la fe, para que confiemos en María, proclamada bienaventurada porque ha creído, este tiempo de gracia que se nos va a dar, pues Ella, por la fe, acogió la palabra del ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (Cf. Lucas 1, 38); Ella en la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (Cf. Lucas 1, 46-55).
El solemne novenario a Santa María de Guadalupe, ha ocasionado un medio para que anticipemos ya, el próximo Año de la fe que vamos a vivir, reconociendo el papel especialísimo que juega María en el misterio de la salvación, y así podamos amarla filialmente e imitarla en su fe y su virtud. En el novenario se nos han ido descubriendo las actitudes de María que repercuten ante nuestra relaTrono de Nuestra Señora durante las fiestas Mayores de 2012 ción con Dios, an[Foto: Ángel Sánchez] te la vida misma y nuestro semejantes, y poder así ser vivido en plenitud en el próximo año de gracia. Con esta intención e interés se celebró el novenario matutino presidido y predicado por presbíteros de la Comunidad franciscana, y el novenario vespertino gozando, éste, cada día, de la participación de los arciprestazgos de las cuatro diócesis con jurisdicción en Extremadura, fomentando así la devoción a la Virgen de Guadalupe nuestra Patrona, siendo los sacerdotes de cada arciprestazgo los que presidieron la celebración de la Eucaristía y promovieron la peregrinación de sus fieles en el día señalado. Peregrinaciones arciprestales y novenas Comenzó la peregrinación el primer día de novena, el viernes 31 de agosto, el arciprestazgo de Castuera-Zalamea de la Serena (Quintana de la Serena, Valle de la Serena, Higuera de la Serena, Zalamea de la Serena, Monterrubio de la Serena, Castuera y Cabeza del Buey), de la archidiócesis de Mérida–Badajoz, con sus respectivos sacerdotes, religiosos y laicos; preside D. José Mª Redondo Pilo, arcipreste, al que acompaña D. Francisco Delgado Mancha, párroco de Castuera y unos sesenta peregrinos de Castuera, Malpartida y Esparragosa de la Serena. El arcipreste centró su reflexión en el
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plazamayor / 25 tema propuesto para éste día: María, puerta de la fe, pues es María la que nos introduce en la vida de comunión con Dios. Ella es la puerta por la cual emprendemos un camino que dura toda la vida, que empieza con el bautismo, con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y que concluye con el paso de la muerte a la vida eterna; pues María abrió por su fe, la puerta de la vida eterna que Eva había cerrado por su incredulidad. Ella es la puerta luminosa por quien apareció Cristo, luz del mundo; y por Ella se nos abrirán las puertas del cielo. El segundo día de novena, sábado 1 de septiembre, peregrinó el arciprestazgo de Don Benito (Valdehornillos, Hernán Cortés, Ruecas, Don Benito, Santa Amalia, Medellín, Torrefresneda, Yelbes, Mengabril, Valdetorres, Guareña, Cristina y Manchita), de la diócesis de Plasencia, con sus sacerdotes, religiosos y laicos, presidido por su arcipreste D. José María Rastrojo Romero. Centraron su reflexión en el tema propuesto para éste segundo día: María, testimonio de fe viva, reconociendo a María como modelo para el cristiano en el camino de la fe. Acompañaron al arcipreste D. Santo Hernández Rodríguez y ciento veinte peregrinos de Medellín y Don Benito. El tercer día de novena, domingo 2 de septiembre, peregrinó el arciprestazgo de Herrera del Duque (Castiblanco y Cíjara, Fuenlabrada de los Montes, Villarta de los Montes, Helechosa de los Montes, Bohonal de los Montes, Herrera del Duque, Peloche y Valdecaballeros), de la archidiócesis de Toledo:, con sus sacerdotes, religiosos y laicos. Presidió la Eucaristía D. Mario Tarjuelo Palmero, a quien acompañaba D. Sergio Tejero Parreño, párroco de Mohedas y más de un centenar de peregrinos de Fuenlabrada y Villarta de los Montes. En este día se nos reflexionó sobre el tema propuesto: María, peregrina de la fe, contemplando a María como el prototipo de la peregrinación en la fe de todo creyente, pues Ella nos revela que el punto de partida y de llegada en es-
Sacerdotes y peregrinos del arciprestazgo de Castuera-Zalamea de la Serena
I Caminata de la parroquia de Guadalupe [Foto: Chechu]
ta peregrinación no es otro que Cristo Jesús, Él que es el Camino. Por eso Ella, que nos ha precedido en eta peregrinación, nos acerca a la persona de Cristo, y en Él a la plenitud de felicidad y luz que toda vida humana anhela en lo más profundo de su ser. El cuarto día de novena, lunes 3 de septiembre, peregrinó el arciprestazgo de Coria, de la diócesis de Coria–Cáceres (Coria, Acehuche, Cachorrilla, Calzadilla, Cañaveral, Casas de Don Gómez, Casillas de Coria, Ceclavín, Holguera, Huélaga, La Moheda de Gata, Moraleja, Pedroso de Acim, Pescueza, Piedras Albas, Portaje, Portezuelo, Puebla de Argeme, Rincón del Obispo, Riolobos, Torrejoncillo, Valdecim, Vegaviana, Zarza la Mayor), y un grupo de personas con discapacidad de la parroquia de san Ignacio de Loyola en Coria, quienes en el ofertorio de la Eucaristía, ofrecieron a la Virgen de Guadalupe una de las pulseras elaboradas por ellos. Presidió la Eucaristía D. Julián Carlos Pérez Domínguez, vicario de zona Norte, quien nos reflexionó sobre el tema propuesto: María, amparo de la fe. Es María, nuestra Madre quien sostiene y protege la fe de cada uno de sus hijos, y en Ella como modelo, pedimos ser firmes en la fe y vivir según el camino de la fe en la tierra. En representación del arciprestazgo y de toda la vicaría llegaron con él: D. Miguel Roldán Albarrán, párroco de Gata, Torre de don Miguel y Cadalso; D. Román Fernández Martín, secretario de la vicaría Territorial, y fieles de Coria, Gata, Pescueza, Calzadilla, San Martín de Trevejo y Pedroso de Acim. El quinto día de novena, martes 4 de septiembre, presidió la Eucaristía el ministro provincial de la Provincia Bética, M. R. P. Fray Joaquín Domínguez Serna,
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Fuegos artificiales en la noche del día 7 [Foto: Gabriel Sánchez]
ofm, participando en ella, en sus lecturas y peticiones, los jóvenes de nuestra comunidad parroquial de Guadalupe. La reflexión en este día estuvo centrada en el tema propuesto: María, modelo de los creyentes. Modelo porque cumplió con fidelidad y entrega total la voluntad de Dios; porque acogió la Palabra de Dios y la puso en práctica; porque su acción estuvo animada por la caridad y por el espíritu de servicio: es decir, porque fue la primera y más perfecta discípula de Cristo, Mujer nueva y perfecta cristiana, lo cual tiene un valor universal y permanente; por eso, como primera creyente, actúa en nosotros y nos hace avanzar en el camino de la fe y el testimonio evangélico, siendo así que la vocación de María es la vocación de la Iglesia. El sexto día de novena, miércoles 5 de septiembre presidió, la celebración el Exmo. y Rvmo. D. Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Plasencia, participando en ella de manera especial los padres y niños de primera comunión de nuestra comunidad parroquial. El tema propuesto para éste día fue: María, mujer llena de fe y de caridad, pues María sobresale como es-
pejo de toda santidad. Los evangelistas la presentan como mujer comprometida en un servicio de caridad a su prima Isabel, con la cual permaneció unos tres meses, para atenderla durante la fase final del embarazo. Magnificat anima mea Dominum: Proclama mi alma la grandeza del Señor, dice con ocasión de esta visita, y con ello expresa todo el programa de su vida: no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto en la oración como en el servicio al prójimo. María es grande precisamente porque quiere enaltecer a Dios y no a sí misma. Ella es humilde: no quiere ser sino la sierva del Señor; y por eso es una mujer de fe: «¡Dichosa tú, que has creído!», le dice su prima Isabel. El séptimo día de novena, jueves 5 de septiembre, solemnidad litúrgica de Santa María de Guadalupe, estuvo presidida por Excmo. y Rvmo. D. Francisco Cerro Chávez, obispo de Coria–Cáceres, y en ella participaron distintos miembros de las asociaciones de Damas y Caballeros de Santa María de Guadalupe. El tema propuesto fue María, madre de los que viven su fe, pues toda la vida de María fue un continuo sí a Dios en el camino de la fe, y esa respuesta supuso la presencia de Dios en nuestro mundo, en cada persona. El octavo día de novena, viernes 7 de septiembre, presidió el Ilmo. y Rvmo. D. Sebastián González González, vicario general de Mérida–Badajoz. En esta Eucaristía participaron catequistas y otros miembros de la comunidad parroquial de Guadalupe. El tema de reflexión propuesto fue: María, virgen obediente al pie de la cruz, pues María, en la cruz, acepta el cumplimiento del plan de Dios sobre ella y lo que ella engendró. María al pie de la cruz, nos habla de obediencia porque vive por el amor de Dios, porque sus más íntimas aspiraciones convergen totalmente con los designios de Dios sobre ella. El noveno y último día de novena, sábado 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, presidió la celebración el guardián de la Comunidad franciscana del Real Monasterio, fray Sebastián Ruiz Muñoz, ofm, quien bajo el tema propuesto: María, la mujer nueva, reflexionó sobre la figura de la Virgen como la mujer asociada íntimamente a la obra de la salvación, quien reparó con su fe y obediencia la desobediencia en el plan de Dios.
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Obispos y presbíteros en la Misa pontifical de la fiesta Mayor [Foto: Diario HOY]
Por la tarde, el mismo día 6, después de la Novena, tuvo lugar la solemne Bajada de Nuestra Señora desde su trono hasta la capilla Mayor o presbiterio y su ocultamiento entre cortinas en la cama de la Mora, momento de especial emoción y sentimiento, de aplausos, vivas, lágrimas y congojo donde, todo aquel que se encuentra en la Basílica, eleva su oración desde lo más profundo del interior, dedicando a nuestra Madre la plegaria que cantamos en el himno de la Virgen: «De hoy más tu gloria nunca olvidada, los extremeños pregonarán; de Guadalupe, Madre adorada, jamás tus hijos te olvidarán». A la mañana siguiente, el miércoles 7 de septiembre, antes de la Eucaristía de peregrinos, a las diez de la mañana, presidida por fray Sebastián Ruiz Muñoz, se descubrió la Imagen, que permaneció oculta, toda la noche, para ser colocada en el lugar previsto donde permanecería cerca de sus hijos e hijas hasta la subida al camarín el 9 de septiembre. Fiesta Mayor Cantado muy de mañna el Rosario de la Aurora por las callejuelas de la villa, los actos culminarán el día 8 de septiembre con la Misa Pontifical de peregrinos, a las once de la mañana, oficiada por D. Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y primado de España, y concelebrada por el arzobispo de Mérida–Badajoz, D. Santiago García Aracil; el obispo de Plasencia, D. Amadeo Rodríguez Magro; el Obis-
Estos días de novenario y preparación a las fiestas de Santa María de Guadalupe fueron unos días en el que los fieles y devotos descubrieron las actitudes y las virtudes que brotan de María, para que el Año de la fe sea una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, y una buena oportunidad para que, de la mano de María, intensifiquemos el testimonio de la caridad, pues la fe sin la caridad (como nos recuerda Su Santidad el Papa Benedicto XVI, en la Carta Apostólica Porta Fidei) no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino. Es la fe la que nos permite reconocer a Cristo, y es su mismo amor el que impulsa a socorrerlo cada vez que se hace nuestro prójimo en el camino de la vida. Durante el Novenario y fiestas, se contó, además, con la participación de la Coral Santa María de Guadalupe, dirigida por Tomás Sánchez, así como de la Banda de Música, bajo la dirección de Cesáreo Plaza Álvarez, en la procesión claustral. Peregrinación y Ronda de la parroquia de Guadalupe Si los arciprestazgos pertenecientes a Extremadura peregrinaron, también la parroquia de Guadalupe, convocó su I peregrinación el domingo 2 de septiembre a las 7. 30h, con su lema: María se puso en camino. Ponte en camino por María, comenzando la peregrinación por el final de la avenida Juan Pablo II, carretera de la variante, ronda del templete, carretera vieja, el mirador, calle Eusebio González, avenida Alfonso XI, plaza Mayor, calle Marqués de la Romana, atrio hasta la Basílica. También convocó una Ronda o Corona musical a la Virgen Morena hecha por cantores y asociaciones musicales de la puebla y villa a partir de las 12 de la noche del día 7, teniendo a continuación la XXX Vigilia Mariana, presidida por fray Antonio Arévalo Sánchez, ofm, párroco de Guadalupe. Ofrenda foral, descendimiento y Misa de peregrinos Es de destacar la ofrenda floral a Nuestra Señora, organizada cada año por la asociación de Damas de Santa María de Guadalupe el día 6 de septiembre, solemnidad de la Virgen, comenzando este año desde la fuente de la Pasión, amenizada por un grupo folclórico dirigido por Quique Cordero hasta la Basílica. Posteriormente se celebró Solemne Misa, cantada por el grupo musical de zarzuela de la puebla y villa de Guadalupe, presidida por fray Sebastián Ruiz Muñoz, y concelebrada por algunos miembros de la Fraternidad y otros sacerdotes diocesanos. Nuestra Señora en la Cama de la Mora [Foto: Chechu]
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po de Coria–Cáceres, D. Francisco Cerro Chaves; el obispo de Segovia, D. Ángel Rubio Castro; el ministro provincial de la Bética franciscana, fray Joaquín Domínguez Serna; el guardián del Real Monasterio, fray Sebastián Ruiz Muñoz; los miembros de la Comunidad franciscana y de otras fraternidades locales de la Provincia, así como numerosos sacerdotes de las cuatro diócesis. Nos acompañaron en la celebración las autoridades políticas, militares y académicas de Extremadura y de la puebla y villa de Guadalupe. Después, sobre las doce de la mañana, se inició la procesión claustral de Nuestra Señora, acompañada de números peregrinos y devotos, que con devoción y singular veneración cumplían sus promesas de rodillas y descalzos por el claustro mudéjar o claustro de los milagros, lugar por el que, con unción y señorío, la Santísima Virgen de Guadalupe, la Reina de esta Casa, la Reina de las Villuercas, la Patrona de Extremadura, la Reina de la Hispanidad, procesionó para bendecir su Ca-
Procesión claustral de Nuestra Señora [Foto: Diario HOY]
sa y a todos los que en ella se encuentran, así como a todos sus hijos, a todas las familias, a todos los hogares y comunidades. Mientras tanto las campanas del templo basilical sonaban con fuerza y sin parar; las torres del monasterio y el templete del claustro mudéjar, se inclinaban, se postraban llenas de júbilo y regocijo ante Nuestra Señora. El domingo 9 de septiembre, después de la Santa Misa Parroquial a las once de la mañana, presidida por el párroco fray Antonio Arévalo Sánchez,
Panorámica de la Basílica en la Misa del 8 de septiembre [Foto: Diario HOY]
se trasladó la Sagrada Imagen a su trono y camarín, donde a diario permanece como en profunda oración, silencio y recogimiento entre sus muros interiores. Actos culturales Junto a las peregrinaciones y eucaristías tuvimos también varios actos culturales: Recital de música del Archivo a cargo del Coro Universitario dirigido por D. Francisco Rodilla León, el viernes 31 de agosto en el patio gótico de la Hospedería; Recital de música sacra de la escolanía parroquial Pueri angelorum, de Campanario (Badajoz), y de poesía a cargo Maribel Martín García, el sábado 1 de septiembre en la Basílica; y el Recital de música popular extremeña a cargo de Quique Cordero y Joaqui Baltasar, el domingo 9 de septiembre en el patio gótico. La singularidad de estos días santos lo fueron marcando, sin duda, los semblantes, de tantos peregrinos, cansados y agotados, pero fuertes y valientes por su amor y devoción a Nuestra Señora, que tras recorrer su camino de peregrinación llegan exhaustos y con los pies llagados, pero sabiendo que sus sacrificios son acogidos por una «Madre cariñosa que, aquí, mil favores distribuye, sana al que está enfermo, y consuela al que sufre». Ojalá que estas fiestas en honor a Nuestra Madre de Guadalupe hayan sido ocasión, no sólo para honrar y venerar a nuestra Madre, sino sobre todo para imitarla. No a lo mejor con exactitud, pues su itinerario de vida es único, pero sí podríamos hacer presente en nuestra vida los mismos sentimientos que María: pedir o llevar a cabo la virtud de la fe, de la escucha, de la alabanza, del abandono, de la paciencia, de la humildad, de la caridad, de alegría… Sobre todo para que en este Año de la Fe salgamos de nuestros letargos y de nuestras comodidades y nos enfrentemos, cara a cara, con Jesús de Nazaret, y así, este encuentro nos servirá, para, como María, entregarnos sin reservas a Él y a los hermanos, y así este año pueda ser un gran año de gracia y santidad. Que Santa María de Guadalupe nos acompañe siempre en nuestro caminar, guíe nuestros pasos, y siga siendo, siempre y para todos, modelo en nuestra vida de creyentes y en nuestra vida de confianza Paso de Nuestra Señora antes de salir al claustro mudéjar y de fe en Dios. [Foto: Diario HOY]
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Doce de octubre
Día de la Hispanidad en el LXXXIV Aniversario de la Coronación Canónica [Con gran afluencia de público —tanto o más que el 8 de septiembre aunque su perfil sea diferente—, el Real Monasterio celebra cada 12 de octubre el aniversario de la Coronación Canónica de la sagrada Imagen de nuestra Señora. Aquel glorioso acontecimiento, verificado el 12 de octubre de 1928, vino a confirmar, por parte de la Santa Sede, el culto antiguo con que se honraba en España a la Virgen de Guadalupe y su influjo espiritual en Iberoamérica y Filipinas. La Comunidad franciscana y la Parroquia de Guadalupe, de común acuerdo con la Real Asociación de Caballeros, que se ha distinguido desde los años 70 en promover e ilustrar esta dimensión americanista del santuario, han organizado varios actos religiosos y culturales de los que aquí les damos cuenta].
Antonio Ramiro Chico Segovia acoge las presentación de las Jornadas de Hispanidad El día 29 de septiembre, los Caballeros de Guadalupe —acompañados del alcalde don Francisco Villa Muñiz y el párroco—, viajaron a Segovia para presentar las LXXXIII Jornadas de Hispanidad, por estar este año dedicadas a fray Fernando Yáñez de Figueroa, primer prior de Guadalupe (1389-1412) y fundador de la Orden de san Jerónimo, y a Guadalupe de Pacasmayo (Perú), que celebra el 450 aniversario de su fundación por el extremeño Francisco Pérez Lezcano (1562), quien llevó de España una copia exacta de Nuestra Virgen, erigiéndole iglesia en el valle del mismo nombre, siendo actualmente patrona de la ciudad. El primer encuentro de la Real Asociación y la comitiva fue con la Comunidad jerónima de Santa María del Parral, donde fueron recibidos, hacia las diez y media de la mañana, por el prior del Real Monasterio, fray Andrés García Torralvo, quien les abrió las puertas de tan singular cenobio y les dio la bienvenida. A continuación, fray Antonio Arévalo Sánchez, director del Archivo y de la Biblioteca del Real Monasterio de Guadalupe, pronunció una conferencia sobre el citado P. Yáñez, que estaba representado en un lienzo, copia de Valdés Leal. Hacia las doce y media de la mañana, el alcalde de Segovia, don Pedro
Los Caballeros en Segovia [Foto: Quique Cordero]
Misa en la bella catedral de Segovia [Foto: Q. Cordero]
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Arahuetes García, recibió a la comitiva guadalupense en el antiguo salón de plenos del Ayuntamiento, donde les dio la bienvenida. Seguidamente, don Florencio Álvarez Álvarez, presidente de la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe, presentó las LXXXIII Jornadas de Hispanidad, destacando los lazos de unión que existen entre estos dos Patrimonios de la Humanidad, tanto en el aspecto eclesiástico, como en el civil y patrimonial. Uno de ellos es el guadalupense don Ángel Rubio Castro, actual obispo de Segovia, quien luego recibió a la comitiva de Damas y Caballeros en la sede episcopal, acompañando a sus paisanos en la visita a la catedral, donde celebrarían solemne Eucaristía vespertina. Concluida la misa delante de la imagen de la Virgen de la Fuencisla, el obispo regaló a la Real Asociación el pectoral de su consagración. Las Jornadas del 2012 Las Jornadas de Hispanidad se inauguraron en el Auditorio de la Puebla y Villa de Guadalupe la noche del 6 de octubre, con un concierto de la Banda Sinfónica de la Diputación Provincial de Cáceres; el 11 de octubre fue la Gala de la Hispanidad en el Auditorio de la Casa de Cultura, y la conferencia sobre Guadalupe de Pacasmayo (Perú), a cargo del catedrático de Antropología, don Tomás Calvo Buezas, seguida de la actuación de los coros y danzas El Pandero del Ramo, de Berzocana. En la noche del día 12, tras el rezo del
Procesión de Caballeros el día de la Hispanidad, 2012 [Foto: HOY]
Rosario de la Luz que había convocado la Parroquia desde la sede de los Caballeros al atrio de la basílica, donde cantaron el Augusta Reina, se tuvo la actuación del grupo rociero Baluca de Baena. Y después de la entrega de los Premios-Hispanidad, la noche del día 13, la música clásica del grupo vocal Protus de Badajoz. La solemne Eucaristía concelebrada del día de la Hispanidad, que volvió a presidir nuestro arzobispo don Braulio Rodríguez Plaza, fue seguida por de miles de personas que cada Doce de octubre se dan cita en la Basílica, para celebrar a la Virgen de Guadalupe en el Aniversario de su Coronación Canónica, aclamándola como Reina de las Españas y Estrella de la Evangelización. En ella se tuvo la investidura de nuevos Caballeros y procesión en la que desfilaron las bande-
El presidente de los Caballeros agasaja al prior de El Parral y al P. Ignacio de Madrid en presencia del alcalde y del párroco de Guadalupe Foto: Q. Cordero]
ras hispánicas. Esta fiesta mayor de los Caballeros y de la Hispanidad, reconocida como Fiesta de Interés Turístico de Extremadura, concluyó con la comida de Hermandad. Premios GuadalupeHispanidad, 2012 Los Premios Guadalupe-Hispanidad, galardón creado en 2004 que este año ha recaído en la Orden de San Jerónimo (en el VI Centenario de la muerte de fray Fernando Yáñez de Figueroa, primer prior jerónimo de Guadalupe) por los 446 años que rigieron la Casa; Las Diputaciones Provinciales de Cáceres y Badajoz, en el bicentenario de su existencia, y don Carlos Cordero Barroso, por su labor en los años que estuvo al frente de la Real Asociación. Los premios se entregaron en el Auditorio de Guadalupe la noche del día 13.
Premios Guadalupe-Hispanidad 2012 y Mesa de Autoridades Foto: Q. Cordero]
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Guadalupe, meta de jóvenes peregrinos [Oficina de Prensa del Real Monasterio: www.monasterioguadalupe.com].
Entre los meses de septiembre y octubre, inicio del nuevo curso pastoral y del Año de la Fe, han llegado al santuario de Guadalupe las tradicionales peregrinaciones de jóvenes. A las de Getafe (800 jóvenes) y Toledo (500 jóvenes), le ha seguido la de Córdoba (650 jóvenes), el Colegio san José de Villafranca (150 niños y adolescentes) y la diócesis de Coria-Cáceres (60 jóvenes). Diócesis de Getafe, XXI edición Ochocientos dos jóvenes peregrinos de la diócesis de Getafe (Madrid), en compañía de dos obispos y veinticinco presbíteros jóvenes llegaron andando a Guadalupe el domingo 30 de septiembre, cubriendo el último tramo de su anual peregrinación a esta casa de la Virgen María. Dada su buena acogida entre los jóvenes y los frutos de conversión y profundización en la fe que produce, esta es una de las actividades que la Delegación de la Juventud viene ofreciendo, sin interrupción, a sus jóvenes desde la creación de la citada diócesis, el 23 de julio de 1991. Incluso hay parroquias cuya pastoral juvenil se ha consolidado entorno a la Peregrinación a Guadalupe. Tal y como está anunciado en el calendario diocesano, la Peregrinación a Guadalupe se desarrolló los días 28, 29 y 30 de septiembre. Está destinada a chicos y chicas de 13 a 30 años. El lema, orientado a la propuesta del Papa para toda la Iglesia con el Año de la Fe, buscó acercarles al itinerario de fe de la Virgen, modelo y guía de nuestro caminar en este mundo: «Mujer, qué grande es tu fe» (Mateo 15, 28). Según el recorrido elegido, el viernes salieron los peregrinos de los diferentes puntos de la Diócesis para alcanzar el Puerto de san Vicente, donde, tras una divertida velada, pernoctaron. El sábado caminaron desde allí al pueblo a Alía (20km), donde
Entrada de los jóvenes de Toledo [Foto: SEPAJU]
llegaron a comer y fueron acogidos por el párroco don Valentín Aparicio Lara, que moviliza a toda la población para recibir a los peregrinos. Por la tarde tuvieron tiempo de alojarlos, ducha, descanso, Eucaristía, reunión de grupo, velada y hora Santa (momento mejor valorado en las evaluaciones de todas las peregrinaciones). La Eucaristía fue presidida en esta ocasión por don José Rico Pavés, obispo auxiliar de Getafe recientemente ordenado. El domingo, después de recibir al obispo titular, don Joaquín María López de Andújar y Cánovas del Castillo, y cantar con él las laudes, caminaron desde Alía a Guadalupe (16km), donde el obispo ofició la Eucaristía a las 13 h., para volver a Madrid por la tarde-noche. Diócesis de Toledo, XXV edición Con motivo del 25 aniversario de la I Peregrinación diocesana de jóvenes a Guadalupe, celebrada el año 1987, el Secretariado diocesano de Pastoral de Juventud publicó los actos de una Semana de la Juventud en la archidiócesis de Toledo, entre los días 24 al 29 de septiembre. Para el director del Secretariado, don Raúl Tinajero: «Es una oportunidad para poner en marcha la pastoral juvenil de este nuevo curso, año de la fe, en el cual conmemoramos 25 años peregrinando a la Virgen de Guadalupe y, además, un momento para animar y atraer más jóvenes y adolescentes para que descubran la alegría de Jesucristo». Entre los actos convocados cabe destacar las conferencias y mesas redondas celebradas en Toledo y Talavera de la Reina; una exposición multimedia titulada «25 años peregrinando», que estuvo abierta en la sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo del día 24 de sepXXV Peregrinación de jóvenes de Toledo Foto: SEPAJU] tiembre al 21 de
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Jóvenes cordobeses, en camino [Foto: Seminario]
Nuestro arzobispo porta la cruz al entrar en Guadalupe [Foto: SEPAJU]
octubre. «Pastoral Juvenil: Esperanza en el presente» fue el tema de las conferencias. La primera estuvo a cargo de don José Ángel Sáinz Meneses, obispo de Tarrasa y ex-responsable del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, en el Salón de Concilios del Arzobispado. La de Talavera de la Reina fue pronunciada por don José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de San Sebastián y responsable del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal. Otro de los actos que cabe resaltar es la Vigilia Diocesana de Oración, que se celebró el día 28, en la basílica de Nuestra Señora del Prado (Talavera de la Reina), presidida por Dom Juan Javier Martín Hernández, abad mitrado del monasterio cisterciense de Dueñas, quien había participado de joven en las primeras peregrinaciones diocesana a Guadalupe. El programa de actos de la Semana contiene otras actividades tales como la proyección de la película «Vivir para siempre», el día 25; un maratón de fútbol sala, el día 29, y la fiesta de clausura, con la Cadena 100 y «El Pulpo», el mismo día, en la plaza del Ayuntamiento de Toledo. Con la llegada de unos 500 jóvenes peregrinos (65 de ellos seminaristas) y una treintena de curas, integrantes de la XXV Peregrinación diocesana de jóvenes a Guadalupe (11-14 de octubre). El señor Arzobispo quiso caminar con ellos el último tramo (Alía-Guadalupe), y entrar en el santuario de la Santa Virgen al frente de los jóvenes, como un pastor guía y conduce a su pueblo. Con las notas de Mi encuentro, del grupo Peregrinos de María [www.sepaju.org], himno oficial de esta edición, los caminantes rezaron e invocaron a Nuestra Señora, que ya estaba para la ocasión entronizada en el presbiterio. Tras el saludo del padre guardián de Real Monasterio, los peregrinos fueron alojados en las dependencias conventuales. Y a las 10 de la noche, después de una frugal colación, dio comienzo la vigilia de adoración eucarística, uno de los momentos que más gusta a los jóvenes, presidida por fray jesús María Tena González, vicario parroquial. A primeras horas de la tarde, en medio de grandes manifestaciones de afecto y alegría, don Braulio despidió a los jóvenes con el rito del Envío, a fin de que ellos fuesen instrumentos de evangelización y encuentro de otros jóvenes con Cristo, es él quien ha iniciado y completará nuestra fe. Diócesis de Córdoba, XVII edición La Peregrinación de Córdoba (600 jóvenes, los seminaristas y unos 15 curas) llegó al santuario el sábado, 20 de octubre, por la tarde. Tras pasar la noche en el Auditorio Magno, celebraron la misa dominical (y numerosas confesiones) a las 10 de la mañana; partieron a sus lugares de origen después de la comida. Este año acompañaron a los jóvenes peregrinos las reliquias de san Juan de Ávila, cuyo sepulcro se venera en Montilla. Declarado recientemente Doctor de la Iglesia Universal, el maestro Ávila conoció a san Pedro de Alcántara, residió durante dos años en Zafra (Badajoz) y, como buen manchego, peregrinó a Guadalupe con sus padres. Reproducimos, por su interés, un fragmento de la carta dominical del obispo
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de Córdoba, don Demetrio Fernández González, a propósito de esta peregrinación de jóvenes cordobeses: «La peregrinación a Guadalupe es ya clásica en nuestra diócesis de Córdoba. Estamos este año en la 17ª edición. Es un momento gozoso de encuentro de jóvenes de toda la diócesis, unos cuantos centenares, que viven la parábola de la vida caminando juntos al encuentro del Señor de la mano de María. Guadalupe es un lugar santo, es el título de la Virgen de las Villuercas en Extremadura. Guadalupe también es una experiencia viva de algo nuevo para muchos jóvenes. Guadalupe es encuentro, es comunión, es aliento para caminar en la vida. Guadalupe es ocasión de descubrir la propia vocación o afianzar la vocación ya encontrada. En Guadalupe se ha afianzado el noviazgo y matrimonio de bastantes jóvenes. En Guadalupe se ha confirmado la vocación a la vida consagrada o al sacerdocio de muchos otros. Guadalupe es siempre ocasión de ofrecer lo mejor de sí mismo a María, “pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza”. Este año vamos a Guadalupe con san Juan de Ávila, nuevo doctor de la Iglesia universal, clericus cordubensis (cura diocesano secular de la diócesis de Córdoba). Juan de Ávila fue un joven inquieto, inconformista, con grandes ideales en su corazón.» Y los extremeños..., también El domingo, 21 de octubre, acudieron los alumnos del Colegio san José, que regentan los PP. Jesuitas en Villafranca de los Barros (Badajoz), con sus padres y profesores, pues suelen
scriptoriumguadalupense / 33 venir cada año por estas fechas, ya iniciadas las tareas docentes y pastorales. Fueron unas doscientas personas (más de un centenar eran alumnos) y, celebrada la Misa en la basílica, subieron a venerar a la Virgen en el camarín. Una bonita costumbre que pudieran emular otros colegios católicos. Seguidamente entró en la basílica otra peregrinación juvenil, que había llegado a mediodía. Esta vez los jóvenes vinieron caminando desde Cañamero, por la llamada ruta de Isabel la Católica, y son de la diócesis de Coria-Cáceres. Es la tercera vez que vienen y aunque su número es reducido (50 jóvenes), es grande el empeño que pone la Delegación de Infancia y Juventud de la citada Diócesis. El lema era: «Vosotros también daréis testimonio» (Juan 15, 27). El objetivo, inaugurar el curso a los pies de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura. Fueron dos etapas con la oportunidad de compartir esta experiencia con otros jóvenes. Podían participar los mayores de 16 años. Etapas: día 20: Logrosán - Cañamero (15 Km.); día 21: Cañamero Guadalupe (18 Km.). Esta Oficina de Prensa echa de menos las peregrinaciones de jóvenes de las otras dos diócesis de esta Provincia eclesiástica. Resulta doloroso que, al menos Mérida-Badajoz, pionera en tantas iniciativas como ha dejado en el santuario de las Villuercas (cuando aquí no veían más que ellos y cuatro señoritos de Madrid), aún no tenga su peregrinación anual de jóvenes. Delegados de Pastoral juvenil ¿a qué esperan?
La I Peregrinación scout a Guadalupe A primeros días de septiembre, los Scouts de la Diócesis de Coria-Cáceres organizaron para todos los scouts católicos de Extremadura la I Ruta Scout A Guadalupe, que ha intercalado actividades al aire libre con el servicio y atención al peregrino durante los días más señalados del novenario de la Patrona de Extremadura. Niños y jóvenes scouts de 6 a 21 años de edad han llevado a cabo diferentes rutas durante los días 6 y 7 de septiembre, con el objeto de llegar en peregrinación al santuario de Guadalupe en vísperas de la Festividad de la Patrona de Extremadura. Así, se han caminado por la ruta que une Logrosán a Cañamero y por la célebre Ruta de Isabel la Católica, que une las localidades de Cañamero y Guadalupe, utilizada por los antiguos peregrinos desde el siglo XIV para llegar al santuario. Junto a los scouts de la diócesis cacereña (Sant Yago de Cáceres) participaron en la actividad cincuenta scouts de las diócesis de Plasencia (Amanecer de Plasencia), Mérida-Badajoz (Aquae de Alange), Madrid y Cádiz-Ceuta. Todos ellos, una vez en Guadalupe, se pusieron a disposición de la Comunidad franciscana en funciones de atención al peregrino, logística… Las misiones desarrolladas han sido variadas: desde la atención al peregrino, hasta el control de accesos, pasando por el cuidado y cura de heridas de la marcha, limpieza de zonas comunes, cordón de seguridad en la procesión… y otras tareas encomendadas por los PP. Franciscanos a los jóvenes scouts. Por lo que la Comunidad les ha quedado muy agradecida. El Scoutismo es un movimiento extendido por todos los continentes que agrupa a 25 millones de scouts en todo el mundo. Fue fundado en Inglaterra el año 1907 por lord Baden-Powell. A España llegó en 1912 y, suspendidas las actividades tras la guerra civil, fue reorganizándose hasta nuestros días. El Scoutismo Católico en España es el que la Conferencia Episcopal pone a disposición de las parroquias para las que quieran contar con scouts en sus procesos catequéticos y de educación en valores. En octubre comienzan de nuevo las inscripciones de niños y niñas entre 6 y 14 años. [Más información en facebook (corazonscout) o twitter (@ScoutsCaceres) y www. asdeex.org]
Relicario del Maestro Ávila en la sacristía [Foto: Jesús Tena]
Jóvenes scouts de Sant Yago
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4.500 fieles abren el Año de la fe en Guadalupe [Oficina de Prensa del Real Monasterio www.monasterioguadalupe.com].
Sesenta y cinco autobuses y muchos coches particulares trajeron el domingo 14 de octubre, desde varios puntos de la diócesis Primada, a 4. 500 fieles para abrir en Guadalupe el Año de la fe, convocado por el papa Benedicto XVI del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013. En previsión de una magna concentración, la Comunidad franciscana trasladó la sagrada imagen de la Virgen al trono del presbiterio, a fin de facilitar las expresiones de devoción de los peregrinos. El día, pese a los pronósticos de lluvia, salió despejado, lo que animó a la concurrencia. Congregado el numeroso público en la plaza Mayor, ocupadas las escalinatas de la basílica por los jóvenes peregrinos y los seminaristas que no asistían al altar, dio comienzo la Santa Misa presidida por el señor arzobispo, don Braulio Rodríguez Plaza, y concelebrada por el Vicario general y otros vicarios episcopales con el delegado para la familia, el padre guardián, el párroco de Guadalupe y unos setenta sacerdotes dio-
Panorámica de la Misa de apertura del Año de la fe [Foto: J. Masa Cid]
cesanos. Flanqueaban el altar, situado al inicio de la escalinata del atrio que da la plaza, muchos estandartes y banderas de asociaciones, hermandades y cofradías. Partiendo de la llamada Iglesia Nueva, los ritos eucarísticos se abrieron con la procesión y la aspersión del agua bautismal. Tras el canto del Evangelio, don Braulio pronunció una homilía vibrante, exhortando a los fieles a
El Primado abre el Año de la fe en Guadalupe [Foto: J. Masa Cid]
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reanimar la vida de la fe por medio de la reflexión, la oración y los sacramentos, fuente de la misión. Todo trascurrió en un clima de verdadera devoción, sostenido por las voces de la Capilla Diocesana de Jóvenes. Antes de concluir la Misa con la bendición solemne, el señor Arzobispo, conforme a lo previsto por la Penitenciaría Apostólica, señaló la basílica pontificia de Guadalupe como lugar de peregrinación donde lucrar las indulgencias del Año de la Fe. Los obispos y curas de la Provincia Eclesiástica de MéridaBadajoz lo hicieron el día después. Unos 160 presbíteros y diáconos de las tres diócesis acudieron con sus obispos a Guadalupe el lunes, 15 de octubre, para abrir juntos el Año de la fe, ante la Patrona, Madre de los que viven su fe. Después de una conferencia dictada por el arzobispo de Zaragoza, D. Manuel Ureña Pastor, los congregados celebraron la Misa en la basílica para concluir con una comida de hermandad sacerdotal en la hospedería del Real Monasterio.
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Caminata de Malagón y los La Bajada de la Virgen Estados del Duque Por el interés y emoción desbordada que suscitan en nosotros los peregrinos de Ciudad Real, traemos ahora la noticia de un grupo devotísimo de Nuestra Señora. El mismo procede de los Estados del Duque, provincia de Ciudad Real. Sale de Malagón, capital de dicha zona, el día 1 de septiembre para llegar al santuario de Guadalupe el día 6, tras una caminata de cerca de 200 kilómetros, pasando por El Robledo, Alcoba, Horcajo de los Montes, El Bohonal, Helechosa de los Montes, Finca de la Mimbrera, Alía y Guadalupe, según nos informa D. Feliciano DíazToledo Camargo. Tres noches pernoctan los peregrinos en instalaciones municipales (El Robledo, Helechosa y Alía), y las otras dos, en pleno monte (Rasos de san Juan y Finca de la Mimbrera) bajo el manto de las estrellas. De Malagón partieron treinta y nueve peregrinos este año, para irse incrementando el número por los lugares por donde se va pasando, Porzuna, Piedrabuena, El Torno, Pueblo Nuevo del Bullaque y principalmente en El Robledo, donde se unieron unos quince más, llegando al final del camino unas sesenta personas. Hacen su entrada a primeras horas del día 6, para poder visitar a Nuestra Señora en su camarín antes de ser bajada, por lo que ese día madrugan un poco más que el resto de los días (5:30 de la mañana). Precisamente este año se cumple el 30ª Aniversario (1982-2012) de esta peregrinación a Guadalupe desde el pueblo de Malagón, siendo el número de peregrinos muy estable durante todos ellos, alrededor de 35, que se incrementan, como antes se indica, por los lugares de paso, principalmente en el Robledo, lugar donde los de Malagón efectúan su primera parada. Esta publicación felicita a los peregrinos de los Estados del Duque y de Ciudad Real, ejemplo de fervor para tantos que tienen a la Virgen de Guadalupe por Patrona y ni la invocan ni la visitan. Ella, por tradición y méritos probados, también es vuestra excelsa Patrona, aunque no lo acrediten los breves apostólicos.
XXX Peregrinación de los Estados del Duque
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Cuéntame como La bajan Cuéntame como La esperan, manto y corona se encajan, respeto y silencio veneran. Cuenta lágrimas y risas, las sentidas emociones que elevadas en canciones el cielo alcanzan deprisa. Cuéntame todos los ¡Vivas! que gritas tú, peregrino; anduviste ya tu camino, reposo y premio recibas. Cuéntame los mil clamores, las plegarias y alborozos que sus devotos pastores suspiran entre sollozos. Que hoy la Madre nos visita, que de su trono desciende, que su condición bendita por su pueblo ya se extiende.
Antonio J. Reinoso Peinado
Joven premiada La joven Guadalupe Gonzalo Cordero, hoy alumna de 1º de Bachillerato en el colegio Rafaela Ybarra de Madrid, hija y nieta de guadalupenses, ha ganado recientemente dos concursos literarios. En febrero del 2012, mientras cursaba estudios en el colegio concertado de los Clérigos de san Viator (Madrid), se alzó con el 2º Premio nacional de relatos cortos con el título «Las hojas del Sahara». El concurso de la fundación Mainel tenía como tema los Objetivos del Milenio propuestos por la ONU. Posteriormente, entre 3000 participantes, ganó el 1º Premio del concurso de la CAM, sobre la Igualdad de Género, con el relato «La aurora tardía». Recogió su diploma y premios en junio del 2012. Felicitamos de corazón a la joven premiada y a sus padres, que nos han hecho llegar la noticia.
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Breviario
El padre general con las Clarisas en Loreto
u El domingo 22 de julio, la Federación Bética de hermanas pobres de santa Clara de Asís (Clarisas) celebró la clausura del VIII Centenario de la consagración de santa Clara y fundación de la II Orden (1212-2012), en el Santuario de su patrona y titular, Nuestra Señora de Loreto (Espartinas, Sevilla). Alrededor de doscientas Clarisas, frailes Capuchinos y un buen número de frailes Menores de los conventos de Sevilla y Córdoba, se reunieron en una jornada marcada por las altas temperaturas sevillanas y por la calurosa acogida fraterna. El encuentro contó con la presencia del ministro general, P. José Rodríguez Carballo; del ministro provincial, P. Joaquín Domínguez Serna; de sor María del Rosario Sánchez, presidenta de la Federación y del P. Manuel Tahoces Fernández, asistente espiritual de la Federación. Representando a la Federación Bética de Concepcionistas fue invitada sor María de la Cruz Alonso Paniagua y su secretaria sor María José Hidalgo.
La jornada empezó con el saludo de bienvenida del ministro provincial y la madre presidenta a fray José R. Carballo, recibido por los presentes con un caluroso aplauso. El ministro general tuvo palabras de agradecimiento, de alabanza por el centenario celebrado y de exhortación para todas las hermanas allí reunidas. Tras un breve diálogo, se celebró una Eucaristía solemne de acción de gracias por la vida y vocación de Clara, por su fidelidad a lo largo de estos ochocientos años. Al finalizar la eucaristía se sirvió el almuerzo con el que se despedía el P. General. La jornada festiva culminó con una oración a Nuestra Señora de Loreto dirigida por fray Joaquín Domínguez. [Información: www.beticaofm.org; www. beticaoic.org; www.clarisasbadajoz.com].
El misacantano Jan Miguel Ramírez Grajero, ofm
u Hace un año dábamos cuenta de la admisión al orden de los diáconos de los jóvenes fontaneses D. José María Sánchez Hernández y fray Juan Miguel Ramírez Grajero, ofm, de la Fraternidad Santa María de Guadalupe (Córdoba). El primero fue ordenado presbítero por el arzobispo Santiago García Aracil el pasado 30 de junio en la SIC de Badajoz. Al día siguiente, 1 de julio, ofició su primera misa en la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Candelaria acompañado de sus familiares, amigos y vecinos. Juan Miguel recibió el sagrado orden del
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presbiterado de manos del obispo Demetrio Fernández González, el 29 de septiembre en la SIC de Córdoba. Que la perseverancia y dedicación generosa de ambos sea una bendición para las dos instituciones, necesitadas de nuevas y firmes vocaciones. u Fray Francisco González Caballero, ofm, natural de Hornachos (Badajoz), actual administrador del colegio San Antonio de Padua (Cáceres), ha recibido de manos de D. Francisco Cerros Chaves, obispo de Coria-Cáceres, el sagrado orden de los Diáconos el sábado 22 de septiembre, en la iglesia conventual Santo Domingo. Después de un sereno y largo periodo de reflexión, obtenida la licenciatura en teología por Salamanca, se incorpora al ministerio ordenado habiendo dado muestras suficientes de sus capacidades intelectuales y celo pastoral. Estuvo acompañado de su madre, hermanos, sobrinos, demás familiares y vecinos, así como de sus amigos de Lucena, Mérida, Villafranca, Córdoba…, de otros frailes franciscanos y presbíteros diocesanos. La Patrona de Extremadura reciba las primicias de este servicio a la Iglesia y las multiplique con la fuerza del Pastor eterno.
Imposición de manos y ordenación de diácono
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Crónica de la Puebla Carlos Cordero Barroso
Correspondiente de la Real Academia de Extremadura
N
o hay mucho que contar desde nuestra intervención en la última revista. Los toros se celebraron a primeros de agosto, saliendo el ganado desde la esquina de Huertas del Hospital con Gregorio López. Fueron animales de tres importantes hierros: Francisco Galache, Julio Pérez Tabernero y Ana Isabel Vicente. En total, nueve animales todos bien presentados, algunos aptos para ser toreados, sobresaliendo el novillo de Ana I. Vicente, que en la noche del día 3 subió La Candelera hasta ocho veces. No llueve La noticia de estos meses ha sido la pertinaz sequía que padecemos. En Extremadura no llueve desde mayo; por lo que los litros caídos desde primeros de octubre no han variado desde nuestra anterior información. Los manantiales se han agostado y los vecinos que tienen ganados se han visto obligados a surtirse de las fuentes públicas. A ello se unieron las fuertes temperaturas que muchos días han llegado a los 40º, siendo las diurnas insoportables, a veces. Cuando faltaban cuatro días para finalizar el mes de septiembre y con ello el año hidrológico 2011-2012, la lluvia hizo su aparición, dejando de manera suave y con temperaturas que no pasaron de los 20º, la cantidad de 85 litros. Esta agua va a influir de manera positiva en los olivos y castaños de nuestros campos. No hay que olvidar que la agricultura en nuestra población tiene su importancia, aunque los productos del campo estén poco valorados. Un ejemplo es que la aceituna recolectada el pasado año —que fue menos abundante que el anterior en medio millón de kilos— va a dejar entre los agricultores una cantidad aproximada a los 52 millones de pesetas. De ahí la importancia del clima, porque, repetimos, no todo es turismo en Guadalupe. Resumiendo, el año hidrológico que acaba de terminar solamente nos dejó 521 litros por metro cuadrado. Festejos populares En el capítulo de festejos hay que señalar que el Ayuntamiento editó un programa con los festejos patronales entre los día 31 de agosto al 9 de septiembre, dando cuenta a los vecinos de los actos religiosos en la basílica y en la puebla, cosa que nos hizo recordar lo leído en las páginas de la revista Guadalupe que se hacía en Cáceres a principios del siglo pasado. Hubo tea-
tro el 5 de septiembre en el Centro cultural, a cargo del grupo Susurro Teatro, de Llerena; el día 7 actuó el grupo folclórico «Virgen del Rosario», de Huertas de Ánimas; el día 8, en el Centro cultural, fue el concierto de la Banda de Música, dirigida por Cesáreo Plaza, que estrenó Cantares a la Virgen de Guadalupe, coplas publicadas el año 1923 en nuestra revista a las que ha puesto música el citado director. Luego hubo concierto de música rock en la plaza Mayor, a cargo de Juan Dorá, que gustó mucho, Terminaron las actuaciones populares el grupo «Tus amigos de la Tele», dedicado a la niñez. Gente de aquí Apenas dos meses después del fallecimiento de Pedro, fallecía en Brunete (Madrid) su hermano Rafael Moreno Tello, que en vida se dedicó a la música, iniciada de la mano de su padre, el inolvidable Al-
El toro de agosto
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fonso Moreno Tello. Rafael realizó estudios de piano, trasladándose a la ciudad de san Juan de Dios, en Alcalá de Guadaira (Sevilla), donde estuvo nueve años. Fue compositor numerario por oposición, director de la Banda de música de la citada localidad andaluza, y profesor de solfeo y piano en el conservatorio de Morón de la Frontera. Compositor de obras para banda y coro, tenía en su haber doce discos de folclore andaluz. Dirigió las bandas municipales de Sevilla, Huelva, Olivares, Morón, Alcalá y la Divisionaria Soria número 9, y fundador de la de Villanueva del Pardillo (Madrid). Seleccionado para impartir clases y dirigir en tres cursos de Dirección de Bandas, bajo la dirección de Grau Vergara y el fontanés Pedro Pirfano Zambrano. Escribió obras como el Miserere alcalareño, himnos a varias localidades españolas (como el de Guadalupe, que yo conservo, con letra de Nicolás Sánchez Prieto) y el Himno a Santa María de Guadalupe, Reina de la Hispanidad, con letra del citado Sánchez Prieto, que interpreta, cada 8 de septiembre, la Banda de música en la procesión claustral. Un tiempo fue también director pianista del cantate Chiquetete . Con motivo del centenario del nacimiento de su padre, Alfonso Moreno, escribió la biografía del músico. Otro personaje que traemos a este apartado es Juan Cordero Rodríguez, mejor conocido por Juanito el de la Hospedería, que tras 56 años de servicios en el monsterio le ha llegado la jubilación. Con apenas nueve años, de la mano de su madre, que trabajaba en la sacristía, Juanito empezó a servir en la Hospedería del monasterio, cuando ésta se hallaba situada frente al Parador de Turismo, donde a partir de 1952 entró a trabajar un hombre clave en esta parcela monacal, el llenerense fray Juan L. Barrera. Cuando con el
Cuatro gotas…
mandato del P. Germán Olmeda, natural de Guadalupe, la Hospedería pasó a su actual emplazamiento, Juanito, como cariñosamente le hemos conocido, evidenció sus dotes hoteleras tanto en la recepción como en otras dependencias. Yo le conocí y traté con amplitud cuando los Caballeros de la Virgen organizamos las llamadas Jornadas de la Hispanidad; cuando, desde el superior hasta el último empleado, nos hicieron más fácil el desarrollo de aquellos actos culturales y religiosos programados una semana antes del Doce de octubre durante trece años consecutivos. Juanito podía escribir un libro con sus vivencias hospederas en el monasterio, esas vivencias diarias y extraordinarias de la Novena, el 12 de octubre, visitas reales y políticas, congresos de toda índole. Por gratitud le debía estas palabras. En esta galería de personajes no puede faltar nuestro compañero Emmanuel Ramiro, hijo de Antonio, al que todos conocemos por su larga trayectoria en la biblioteca monacal y, hasta no hace mucho, presidente de los Caballeros de la Virgen. Emmanuel Ramiro sale al aire en la COPE, y aunque yo no lo he oído, lo sé por gente que lo escucha. Con gran alegría por mi parte tengo que decir, que es el tercer alumno que del colegio público de Guadalupe ha hecho periodismo. Los otros dos son Susana Golf, hija del fallecido Vicente Golf, Teniente de Ingenieros de las Villuercas, que escribe en un periódico de Valencia, y Guadalupe Aguado, que trabaja en Madrid. Fue noticia en el mundo del folclore Enrique Cordero, más conocido como Quique, que dio en Don Benito un taller de instrumentos populares, y recitales en varias localidades de Extremadura. Nuestro paisano Nicanor Gil González expuso días pasado en Coria su muestra de fotográfica «Desterrados en la Hammada», que recoge las imágenes realizadas por él en el campamento de refugiados saharauis de Dabla el mes de diciembre de 2006. Este guadalupense, también escritor, es una persona comprometida desde hace años con el drama del citado pueblo africano, al que todavía no le ha llegado la justicia que por derecho le corresponde. Terminamos. En vísperas de san Miguel Arcángel fallecía en Guadalupe, tras larga enfermedad, el guardia civil retirado, Cándido Alcojol, que en sus horas de ocio, junto a su esposa, colaboraron con sus voces en la coral Santa María de Guadalupe durante años. La comitiva de Damas y Caballeros que fue ese día a Segovia para presentar las Jornadas de la Hispanidad próximas, con la conferencia que fray Antonio Arévalo dio en el monasterio de El Parral, aplicó, por el alma de nuestro buen amigo Cándido, la misa oficiada en la catedral segoviana por el obispo D. Ángel Rubio.
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Estampa
Mirando atrás
Lías taurinas Para no liarme, acudo al Diccionario de nuestra rica Lengua española. Allí aparece el significado de la palabra «lía«, que viene de «liar», y es «soga de esparto machacado, trenzada, para atar fardos, cargas y otras cosas». «Liar» significa también «envolver algo sujetándolo con cuerdas, cintas etc.», incluso «contraer alianza con alguien». Se trata de escribir una estampa taurina acorde con el tiempo agosteño que hemos vivido, donde no han faltado los festejos taurinos en nuestra plaza Mayor. Como todo tiene su principio, varias fechas antes de que los morlacos hiciesen su aparición en el coso, las barandillas del atrio aparecieron un año más envueltas con lías, cintas, cuerdas y demás artificios, en este caso identitarios, utilizados por vecinos de la localidad que con tal acción indicaban que aquello que le es ajeno será utilizado de manera incontestable durante las tres tardes taurinas, sin que autoridad alguna revoque tal hecho, porque «tradicionalmente» lo vienen ocupando verano tras verano. Ese frontal, que no ha pasado por el Registro de la Propiedad, será por tres tardes del uso de unos cuantos, que añaden bancos, escaleras, toldos…, para que la familia disfrute, de manera privilegiada, la tarde taurina. Es una manera de liarse con el granito de siglos que hermosea el atrio basilical para beneficio de unos pocos, en tanto la mayoría respeta esas leyes no escritas que forman parte de la singularidad del festejo. Las caras que se ven en ese lugar son, casi siempre, las mismas; las posturas, casi idénticas; lo que no me he fijado es si las lías se repiten cada año o cambian de color y de grosor, para así poder decir que hubo algún gasto en este tendido gratuito. Carlos Cordero Barroso
Vestirse de aldeana es costumbre antigua que aún perdura en Guadalupe. Las mocitas y niñas de la puebla lo hacen el día 6 de septiembre, para hacer la ofrenda floral a Nuestra Señora en la fiesta patronal. Las parejas, no obstante, siempre son niños; es difícil ver a un varón de la villa vestido de aldeano. [Cortesía de Francisca Serrano]. La calle Nueva de los Capellanes tuvo asiento de carnicerías hasta bien entrado el siglo XX. Ahí vemos en plena faena a D. Lucas Rubio de la Rocha, el año 1965. [Cortesía de Josefa Rubio].
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Real Monasterio Santa María de Guadalupe Patrimonio de la Humanidad
Horario de Visitas guiadas en grupo Mañana: de 9.30 h. a 13 h. Tarde: de 15.30 h. a 18.30 h.
Horario de Misas en la Basílica Días Laborables: 9, 12 y 19 [ó 20]. Domingos y Preceptos: 9, 11, 12, 13 y 19 [ó 20]. Rezo del Santo Rosario Mariano: Media hora antes de la Misa vespertina.
Salutación a Nuestra Señora: Sábados, después de la Misa vespertina. La Basílica permanece abierta todo el día desde las 8.30h. hasta las 21.00h.
Web
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Cueva de Altamira
Jaime Cerezo Cortijo. Cรกceres,1983