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LIBROS
Mátalos a todos
Todos los grandes mitos de la música tienen su correspondiente libro referencial. Esa obra definitiva que se cita como indispensable para conocer al artista. La que cualquiera citaría a la hora de recomendar un solo libro a alguien que lo preguntara. Y pocas dudas hay que, en el caso de Elvis Presley, la cosa se reduce a los dos volúmenes escritos por Peter Gurlalnick. “Último tren a Memphis: La construcción del mito”, primero, y “Amores que matan: la destrucción del hombre”, después. De hecho, especialmente el primero de ellos podría estar fácilmente en cualquier lista de las cinco mejores biografías sobre un músico de rock de todos los tiempos. Absolutamente imprescindibles. Adictivas como una novela. Fascinantes. Embriagadores. EDUARDO IZQUIERDO
Adentrarse en el mundo de Nick Cave es una experiencia intensa y fascinante, cuando no directamente escalofriante. “Más extraño que la bondad” supone una invitación adicional (y nada velada) hacia el germen creativo del autor, tras recopilar fotografías, memorabilia, textos, motivadores y, en definitiva, objetos relacionados con el artista. Un tomo imperial que abarca desde sus comienzos en The Boys Next Door hasta obras más recientes, pasando por The Birthday Party y Grinderman. Todo con un hilo conductor anárquico que saltea elementos –incluyendo, así mismo, cartas, bocetos y apuntes, poesías, multitud de letras manuscritas o dibujos– y propone un viaje tan intuitivo como intenso a través de la jugosísima trayectoria del indomable. RAÚL JULIÁN
Una obra con unas visibles influencias: el “Agujero negro” de Charles Burns, en la visión de las transformaciones de la adolescencia como una enfermedad; los slashers ochenteros a los que rinde homenaje; una pequeña ciudad estadounidense por escenario, algo que nos hace pensar en el David Lynch más turbio de “Terciopelo azul” (86) o “Twin Peaks” (90); y, por último, un misterioso asesino armado con un bate de béisbol que nos recuerda el genial anime de Satoshi Kon “Paranoia Agent” (04). Ganadora de la mejor novela gráfica de género negro del Festival de Angoulême, lo que hace funcionar la historia es el dibujo de su autor, que inunda las viñetas de claroscuros y grises, transmitiendo una permanente atmósfera de inquietud y nihilismo.
JOSÉ MARTÍNEZ ROS
¿En serio, a estas alturas, es todavía posible hacer un cómic de vampiros y que aporte algo original? Pues sí. Pero si atendemos a que el tándem creativo lo conforman una vez más Dustin Nguyen y Jeff Lemire resulta más sencillo de entender y un punto más todavía si leemos el primero de los tomos de la serie. ¿Es posible que unos niños vampiros que hayan vivido cientos de años continúen siendo inocentes al no entrar en contacto con el resto del mundo? ¿Dejarán de serlo si descubren lo sabrosa que es la sangre humana? ¿Sucumbirán a la llamada de la sangre o preferirán evitar la tentación? Jeff Lemire ha descrito “Little Monsters” como “‘El señor de las moscas’con niños vampiro”, y, la verdad, no se me ocurre mejor forma de resumirlo.
Más que un elemento estético ligado a la cultura pop, el pelo afro es una metáfora perfecta para entender el racismo. Hija de madre irlandesa y padre nigeriano, la periodista Emma Dabiri ha conseguido despojar el peinado de su romantización estética para dar forma a un ensayo enérgico y fresco con el que trata de desmontar los falsos tópicos que, durante décadas, han relacionado el pelo afro con la fealdad o la pobreza. Con un elocuente subtítulo descriptivo –“Origen e historia del cabello afro”– critica abiertamente el racismo, el clasismo y el apropiacionismo cultural haciéndose valer de numerosas anécdotas e impresiones en primera persona. Un libro que contribuye positivamente a cambiar nuestra forma de ver el mundo. TOMEU CANYELLES
Mataría por tener la visión siempre lúcida y razonada, de Chuck Klosterman. Incluso cuando a primera vista puede darnos la sensación de que no vaya a convencernos con sus teorías, termina por hacerlo. Leer sus ensayos es verse reflejado en sus páginas. Tanto da que hable de heavy metal como, en este volumen, de toda una década, la década por excelencia de la generación X. Y eso ocurre porque nos provoca y nos lleva a ver las cosas siempre desde su óptica. Con ello salimos ganando, quede claro. Siempre lo consigue con sus artes de embaucador intelectual y con su verborrea de tipo que sabe que pocas veces se equivoca. Leerle, es siempre un placer y más cuando –y es el caso– nos ayuda a entender algunas de las claves de por qué somos quienes somos.
JOAN S. LUNA
El protagonista de esta breve pero intensa historia de amor es Denis, un dibujante de mediana edad que llega al Festival de Angulema dispuesto a afrontar un anodino fin de semana. Hasta que aparece Vanessa y las vidas de ambos cambian para siempre. Vivès nos deslumbra de nuevo como el narrador sensible y exquisito que es. Desde su característico trazo, como de boceto imperfecto e inacabado, capta las complejas sutilezas de las relaciones humanas, abordando los personajes femeninos desde su sensualidad y erotismo. Vivès cuenta mucho con muy poco, optando por la sobriedad cromática y por largos silencios, porque su dibujo habla por sí solo. Un bello ejercicio de maestría que demuestra lo bien que le sientan los años a este autor excepcional.
LAURA MADRONA
He visto unos cuantos spaghetti westerns de Sergio Leone, los he disfrutado, los recuerdo con mucho cariño y admiración, pero nunca me había planteado la posibilidad de leer una biografía del director italiano, cuyo legado ha influido a infinidad de directores –con Tarantino a la cabeza–. Hasta que este cómic ha llegado a nuestro país. Leerlo ha sido un placer, sobre todo porque el guion de Noël Simsolo –uno de los mayores expertos en la obra de Leone y otrora amigo personal suyo– es riguroso, sobrado en anécdotas y cargado de referencias cinéfilas que convierten estas páginas en casi un libro enciclopédico. Ante tal logro, quizás el dibujo pueda parecer algo meramente accesorio, pero incluso así el trabajo de Philan merece también nuestros elogios. MARTÍ
VILADOT