Tengo de emocionar

8 que trasciende los confines de ese indie de guitarras en el que despuntaron hace ya tres décadas. Por méritos propios: una colección de canciones maravillosas y discos memorables (bastantes de los diecisiete que tienen) les respaldan. Por no hablar de sus conciertos. Pocos grupos de su generación mantienen el prestigio intacto como Yo La Tengo. Incapaces aparentemente de errar el tiro con su enciclopédica cultura musical, su buen gusto y una química a prueba de bombas, los de Hoboken se descuelgan ahora con uno de los trabajos más sugerentes de su larga discografía, en el que nada falta y nada sobra. Las nueve canciones que completan el álbum son un compendio de lo que ha hecho grande al trío. También en su vocación de fundir en un todo indivisible accesibilidad pop y aventuras experimentales. J C P nuevas formas de música no se sepa qué hacer con ello. Es como cuando se hicieron los primeros discos de hip-hop: los técnicos no sabían ni lo que era. Así que tuvieron que inventarse cómo enfocar las grabaciones. Ahí hay muchísima creatividad e inspiración. Hacer cosas mal pero que suenen bien, ir contra lo que todo el mundo hace, me ha parecido extremadamente inspirador. Me emocionaba trabajar en ello cada día”. Esta filosofía se plasma en canciones como “Miles Away”, fascinante cierre con guitarras atmosféricas deconstruidas a base de efectos, sobre las que navega la voz solemne y desnuda de Georgia. “La interpretación vocal es muy poderosa y llevó el sentimiento a otro nivel: hizo la canción un millón de veces mejor de lo que era”. Porque al final se trata de eso, de emocionar. James no tiene ni idea de cuál es la clave para mantener el esplendoroso y aparentemente inagotable nivel creativo del trío después de tantos discos memorables. “Supongo que se trata de no pensar en ello, o al menos fingir que no es importante. De divertirnos. Y que la música que hacemos ahora nos parezca la adecuada. Quizá sea eso. Ojalá lo supiera”, admite con sincera humildad. Y parece abrumado cuando le hablamos del respeto que sigue generando su propuesta, no sólo en España. “Es alucinante. E inesperado. Lo apreciamos profundamente. Nunca lo hemos dado por sentado, y valoramos en cada momento poder seguir haciendo lo que hacemos. Que a la gente le guste lo que hacemos es un regalo. Es genial, significa mucho”. J.C.P. Más

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