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Veinticinco años de “Nimrod” Green Day
Tras adelantar canciones como “Yo Irritate Me” y su versión de “Alison” de Elvis Costello, finalmente ha visto la luz la edición de veinticinco aniversario de “Nimrod”, que, además de los temas originales, incluye maquetas y un concierto inédito, grabado el 14 de noviembre de 1997 en Electric Factory (Filadelfia), un mes después de la publicación de “Nimrod”.
dos grandes científicos canadienses, descubridores de la insulina, boicoteados, tapados por unos círculos. ¿Autoparodia? En cualquier caso, este largo sienta las bases de los Green Day modernos.
EN LOS CRÉDITOS volvemos a encontrar a Rob Cavallo, lo más parecido a un cuarto miembro de la banda, y juntos pusieron a prueba los límites del punk rock de Green Day, estirando la cuerda pero no demasiado. En total, grabaron durante unos cuatro meses más de treinta canciones en los Conway Studios de Los Angeles, de los cuales dieciocho acabaron en el disco original, si bien ahora en la reedición con motivo de su aniversario podemos escuchar algunos inéditos como la directa “You Irritate Me”, la curiosa “Tre Polka” (sí, una polka) y una versión del “Allison” de Elvis Costello. Un disco generoso como “Nimrod” corría el riesgo de resultar inconsistente. Sin embargo, la jugada les salió muy bien y el tiempo les ha dado la razón. Había mucho y para todos. Los que buscaban temas rápidos y ultramelódicos marca de la casa encontraron aquí un buen puñado de canciones como “Nice Guys Finish Last”, “The Grouch”, “Scattered”, “Platypus (I Hate You)”, “Jinx” y “Reject”. Lo mejor de este disco, o lo más recordado veinticinco años después, son los temas que más se alejaban del sonido clásico de la banda. “Hitchin’ A Ride”, escogido con mucho acierto primer single, es un buen ejemplo. Un violín cortesía de Petra Haden de That Dog y una línea de bajo machacona nos introducen en un tema con final explosivo cuya letra nos habla de las dificultades de una persona alcohólica para mantenerse sobria. Líricamente “Nimrod” también muestra una evolución natural: de la apatía y descontento juvenil de sus primeros trabajos a la introspección y las reflexiones de un Armstrong de veinticinco años, casado y con hijos. Así, en “Redundant”, el líder de la banda y principal letrista comparte sus dudas, miedos y frustraciones pasadas; pánico a la repetición, a las rutinas de la vida adulta.El sencillo que mejor funcionó fue sin duda “Good Riddance (Time Of Your life)”, una idea de balada que curiosamente rondaba la cabeza de Armstrong desde los tiempos de “Dookie”. Voz, guitarra acústica y unos arreglos de cuerda son los ingredientes de una archiconocida canción de despedida que ya es historia de la música moderna. Como Green Day, con más de 75 millones de discos vendidos en todo el mundo y 10 billones de reproducciones acumuladas. LUIS BENAVIDES