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48/Mondo Media LIBROS

La periodista y profesora universitaria Sara Marcus formó parte del movimiento riot grrrl, así que pocas mejor que ella podrían haber escrito un libro tan imprescindible como “Las chicas al frente. La verdadera historia de la revolución riot grrrl” (Contra, 23).

BIKINI KILL, Bratmobile y Heavens

To Betsy (se les podría sumar Huggy Bear desde el Reino Unido) fueron las tres bandas que más hicieron por difundir las ideas del riot grrrl, el movimiento feminista que brotó en la ciudad de Olympia (Washington, Estados Unidos) a principios de los años noventa, cuyo eco mediático se vio alentado por el proselitismo de Kurt Cobain y el auge en paralelo del grunge. Pero aquello fue mucho más que tres o cuatro grupos: fue la historia individual y colectiva de un puñado de feministas cuyos anhelos iban mucho más allá de la música. Sara Marcus les dio voz a todas ellas en el extraordinario “Las chicas al frente. La verdadera historia de la revolución riot grrrl”, que nos llega ahora traducido al castellano por Ibon Errazkin, trece años después de su publicación en inglés. Un libro que cuenta todos y cada uno de los detalles de un movimiento que muchas veces fue sometido a tópicos, estereotipos y visiones superficiales y paternalistas. Hablamos con Sara, quien nos atiende desde su despacho en la Universidad de Notre Dame (Indiana, Estados Unidos) a través de la pantalla del PC.

¿Cuánto tiempo te llevó escribir el libro? ¿Tuviste fácil acceso a todas las fuentes?

Creo que fueron como cinco años, desde la primera entrevista que hice hasta que se publicó el libro. No me topé con oposición por parte de nadie, aunque sí había cierta precaución por parte de alguna gente debido a la experiencia previa que habían tenido con los medios. Siempre quise dejar claro que yo también fui parte de aquello, y que había una historia que no había sido contada. Kathleen Hanna [Bikini Kill] se alegró cuando lo vio publicado, y llegó a confesarme que de joven, cuando todo se había vuelto muy loco a su alrededor, pensó que alguna vez la historia sería justa con ella. Y que por fin sintió eso con mi libro. Me sentí muy agradecida.

¿Sentías que era un movimiento sometido a estereotipos o visiones equivocadas, que debía ser explicado? Fue exactamente por eso por lo que decidí escribirlo. Yo trabajaba en una Fundación para el empoderamiento de comunidades marginadas, cuatro días a la semana, que compaginaba con mi labor como freelance, la de crítica musical y componente de un grupo musical. Por un lado escribía sobre músicas feministas, y leía mucho sobre ellas, y trataba de averiguar si cabía hablar del riot grrrl como un género, y si este había influido en otras bandas posteriores. Te hablo de los años 2002 o 2003. Al mismo tiempo, trabajaba con estos grupos de organizaciones juveniles por todo el país, que identificaban las fuerzas que estaban haciendo sus vidas difíciles, y se marcaban estrategias a seguir sobre cómo cambiar sus propias comunidades a partir de una toma de conciencia. Juntando ambas cosas, me di cuenta de que nadie había contado la historia del riot grrrl como una organización feminista joven. Su historia había quedado oculta. Si has leído el libro o recuerdas cómo era la imagen que se proyectaba entonces en los medios, se relacionaba al riot grrrl con una moda, y el aspecto de organización juvenil feminista había sido borrado. Por eso quise escribirlo. Además, en aquel momento existía ese ambiente como de ironía post noventera en el que ser idealista acerca de cualquier cuestión era visto como algo pasado de moda. No era nada cool tener ideales. Es difícil verlo desde la perspectiva de 2023. Era muy importante para mí explicarlo como alguien que estuvo muy implicada en sus aspectos políticos y desmentir algunos tópicos. Solo por el hecho de que ya no gritemos como entonces, cuando teníamos dieciséis años, no significa que todo aquello no sirviera para nada.

A lo largo de todo el libro queda muy clara la disyuntiva entre quienes no quieren dar entrevistas a los medios mainstream porque estos daban una imagen

“Las chicas al frente. La verdadera historia de la revolución riot grrrl” Sara Marcus (Contra, 23)

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