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Wáchina Wáchina
Sala: 16 Toneladas (València) Fecha: 18.02.2023
Promotor: Let’s Go Producciones & 22 Tears
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La 11ª edición del Wáchina Wáchina no defraudó a nadie, ni a la sala 16 Toneladas, ni a las bandas, ni a los pinchadiscos, ni al público que salió extasiado y tremendamente feliz de una intensa jornada que comenzaba con dos conciertos matinales: Indispuestas, que dieron buena cuenta de su disco homónimo, calentando el ambiente con temas como Futuro prometedor, Cagalló per sèquia o la versión de Undertones Teenage Kicks transformada en homenaje al mítico local de Benimaclet como Camino al Swan. Y cerrando la matinal unos jóvenes holandeses Mooon, que irradiaron energía y psicodelia beat con las canciones de sus discos Mooon’s Brew y Safari, terminando con el Dancing in the streets de Martha & the Vandellas con el público rendido a sus pies y asaltando el escenario. Seguidamente parte del personal se desplazó al George Best para degustar unas paellas, charlar y bailar con la música de los Dj’s encargados de animar el Wáchina (Giusseppo Tulswan, Deborah Devobot y Tú no eres yeyé). En la sesión de tarde actuaría el dúo brasileño/danés The Courettes, que triunfaron en el Surforama del 2022 y lo volvieron a hacer. Flavia a la guitarra y Martin a la bateria dieron una lección de garage sesentero, de rock and roll primitivo, salvaje, enérgico y trepidante, haciendo agacharse a toda la sala, bailar alocadamente y transportar en volandas a la propia Flavia por encima de las cabezas mientras aporreaba la guitarra con pasión desenfrenadamente. Con su disco debut del 2015 Here are The Courettes, producido por Kim Kix de Powersolo ya demostraron de lo que eran capaces, de hacer canciones llenas de r’n’b sixties con guitarras fuzz y batería contundente, y en su fantástica actuación aquí, en el 16 Toneladas, manifestaron eso y más, junto con temas de sus otros discos We are the Courettes (2018) y Back in mono (2021). Tras la explosión musical vespertina, de nuevo otro parón, para cenar, coger fuerzas o lo que sea y disfrutar lo que quedaba de festival por la noche. Y así fue, con la sala totalmente abarrotada de un público ávido de sensaciones y buen rollo, comenzaban a sonar los primeros acordes del rhythm and blues sesenteroy de reminiscencias mod de los también holandeses The Mocks. Elegancia y tablas en el escenario salieron a relucir, haciendo que el guitarra se desmelenara y también fuera izado por encima de la multitud en procesión por una masa enfervorecida que solo quería seguir bailando. Presentaron su último 7 pulgadas que contiene el tema propio Do me good y la versión del cantante americano de rhythm and blues de los 60 Titus Lee Turner que popularizara Ray Charles Sticks and stones y cerraron su show con versiones de Kinks y Troggs. Para cerrar la vorágine en directo de ritmos alocados que sonó todo el dia, los británicos The Mourning After tampoco pusieron cordura ni aplacaron las ganas de fiesta de las masas que seguían con ansias de rock and roll y derivado, dando un repaso a parte de su amplia discografía: Do your thing, Same, The 10th Century, Tall, dark & gruesome... y haciendo vibrar más aún a los fanáticos del baile y del crowd surfing como Suso, uno de los organizadores, que no hay edición que no acabe varias veces llevado en volandas po amigos y acólitos. Tras la gran demostración y el fantástico recital de sonido garage de los 80 y 90 que dieron los de Sheffield, los afamados pinchadiscos traÍdos para la ocasión, hicieron que los que aún tenían fuerzas para bailar, quemaran suela hasta las 6:30 h. de la madrugada. En definitiva, un festival de un dia que goza de muy buena salud, que siempre descubre bandas muy buenas a los incondicionales y que nunca defrauda. Solo queda esperar un año para la próxima edición. ¡Larga vida al Wáchina Wáchina y al desmelene...! a. méndez