Laura Quiroga Ilustrado por Mundial
Yo siempre la esperaba en la puerta del jardĂn... pero a veces no llegaba
En el recreo se quedaba sentada en un banco del patio, muy abrazada a su cajita rosa.
Ella la abría despacio, y sólo por una esquinita sacaba trocitos de su merienda. Comía rápido y la volvía a cerrar.
Nunca iba a los cumpleaĂąos.
Pero al mío si fue !!! por supuesto legó abrazadaa su cajita rosa. Y se sentó en un rincón.
Cuando nadie se daba cuenta, la veía mirar la enorme mesa de cumpleaños, llena de bizcochitos, alfajores y... la torta de cumpleaños! Cuando soplamos las velitas ella solo miró.
La convidĂŠ con pastelitos... Y me dijo que no.
La convidĂŠ con sanguches... Y me dijo que no.
Con torta de chocolate!!! Y me dijo que no.
Con torta de chocolate!!! Y me dijo que no.
Nadie sabía qué tenía en su cajita rosa!!! Era un misterio para todos los niños del jardín. Pero todos sabíamos que era sólo para ella y nadie más podía tocarla..
A veces le dolĂa mucho la panza, la maestra llamaba a su mamĂĄ, y ella llegaba apurada y nerviosa a buscarla.
Al otro día, no venía al jardín. Yo siempre la esperaba, pero a veces no llagaba. Hasta que un día le dije a mi mamá: Yo también quiero una cajita rosa!!! Mamá me sonrió, como siempre entendiendome con solo mirarnos.
Ese día la esperé. Y si vino al jardín!!! Me senté a su lado con mi cajita y los dos comimos en silencio.
Abriendo un poquito la tapa por la orillita. Todos los niĂąos nos rodearon y nos miraron. Y la maestra tambiĂŠn
Entonces algo mรกgico pasรณ.
Al otro día todos los niños y las niñas sacaron cajitas rosas de sus mochilas para la hora de la merienda, y... Por primera vez la vi sonreír.
Y por primera vez destapó del todo su cajita misteriosa. Un mundo mágico se abrió frente a nuestros ojos porque allí dentro había galletitas, merengues, pancitos, alfajores y tartitas especiales. Era una cajita mágica. Llena de cosas deliciosas!!!
La maestra nos contĂł que en esa cajita habĂa alimentos especiales y maravillosos para una niĂąa especial y maravillosa.
Elfis se llama. Ella es celĂaca. Y es mi amiga.