Dialogo: Por qué, en determinado momento de nuestra vida, dejamos de participar juntos en la Eucaristía… Hay personas que se quejarán de los servidores de la Iglesia (No se trata de justificar, pero sí de hacer comprender, que todos podemos tener nuestros “malos momentos”).
VISITA MISIONERA A veces en nuestra vida sentimos la necesidad de Dios, para que llene nuestros vacios que nos ha dejado el egoísmo que impera en nuestra sociedad.
PARROQUIA SAN ILDEFONSO
IPALA, CHIQUIMULA
DIÓCESIS DE ZACAPA
Es por eso que con la alegría de la fe, queremos como misioneros anunciarles el Evangelio de Jesucristo y, en Él, la Buena Nueva de la dignidad humana, de la vida, la familia, del trabajo, ciencia y de la solidaridad con la creación. (Aparecida 103). Que sientan y experimenten la cercanía y el amor de Dios. Porque sólo Él es capaz de dar sentido a la existencia de cada uno, y los problemas y dificultades de la vida diaria tienen solución si son iluminados por la luz de la Palabra de Dios. Nosotros con la visita que les estamos haciendo, solo queremos ser instrumentos de Jesús que dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y el conmigo” (Ap 3,20)
SEMANA MISIONERA MISIONANDO CON EL TRIPTICO ¿NOS ACEPTAN UN REGALO?
• La vida según el Evangelio. A veces nuestro vivir no es según el Evangelio. Dialogo: + ¿Qué cosas de nuestra vida de cada día les parecen que están en contra del Evangelio de Jesús? La vida cambia: No vivimos nosotros como vivieron nuestros abuelos; o sin ir más lejos, no viven nuestros hijos como vivimos nosotros. Entonces, si la vida cambia, si hay problemas y posibilidades nuevas, de cambiar a nivel personal y familiar. En la Iglesia también está ocurriendo algo parecido, está surgiendo algo nuevo, esta misma visita que les estamos haciendo este anuncio es una novedad, no es solo externa porque venimos a su casa, sino del nuevo rostro que entre todos queremos dar como Iglesia.
Este ha sido el mensaje de vida y esperanza que hemos venido a compartirles, esperamos que les sea de salvación y vida eterna. Con ustedes sus hermanos discípulos y misioneros de Jesús.
“Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis Discípulos”
(Mt. 28,19)
VISITA MISIONERA A LAS FAMILIAS
Esto con el fin de ver cómo está respondiendo la Iglesia católica a la predicación del Evangelio, a su celebración y al estilo de vida que se deriva del Evangelio. Y sobre cómo hacer todo esto precisamente en estos tiempos en que nos ha tocado vivir, y en los que tantas cosas han cambiado y están cambiando. No podemos seguir haciendo las cosas (tampoco las de la Iglesia) como se hacían hace 100 años.
b) Nótenlo bien: El Evangelio de Jesús hay que predicarlo, pero también hay que celebrarlo y vivirlo.
¿NOS ACEPTAN UN REGALO? 1. ¿Qué es nuestro regalo? a) Oigan bien cómo se llama el regalo que les hacemos: Es un tríptico, no es una palabra fácil, ¿verdad?, pero solo quiere decir que tiene tres partes; es como una puerta de doble hoja que se abre, para enseñarnos lo que hay por dentro: b) Como ven las dos partes, por fuera, están bien adornadas: En una está la patrona de Guatemala, la Virgen del Rosario. Y en la otra el Santo Hermano Pedro. En la puerta izquierda la que tiene la imagen de la Virgen, pone: Misión Continental en Guatemala.
Véanlo bien y obsérvenlo.
c) Como ven, el motivo de este tríptico es la Misión Continental y en nuestra Diócesis y Parroquia las Santas Misiones Populares. 2. Explicación de lo que es la Misión Continental a) En mayo del año 2007, se reunieron obispos de todo el Continente de América. (Al que nosotros pertenecemos).
Esa es la gran noticia, el Evangelio de Jesús: Que Dios nos ama como un Padre bueno ama a sus hijos. Y porque nos ama, ha enviado a su Hijo para salvarnos. • La celebración del Evangelio No podemos callar lo maravilloso del gran amor de Dios y por eso hay que compartirla con más gente. Suscitar con quienes suelen compartir las Buenas noticias. Lo mismo nos pasa con el Evangelio. Lo compartimos: compartimos la gran noticia de que Dios es nuestro padre y que nos ama tanto que nos da a Jesús. Quienes compartimos y creemos la Buena Noticia. Formamos una gran familia: la familia de quienes se sienten amados por Dios. Y eso es tan grande, que hay que celebrarlo juntos. De forma dialogada: recordar qué acostumbramos a hacer, para celebrar las cosas que nos pasan, cómo las celebramos.
• La predicación del Evangelio es absolutamente necesaria. Ya lo saben ustedes: “Evangelio” significa Buena Noticia. Y una buena noticia hay que transmitirla a los demás. ¿Ustedes se callan las buenas noticias que tienen en su propia familia, o las comunican? Podemos hacer una pequeña lista de buenas noticias de la familia (dialogo) Pues así es: No sólo para su familia o para la nuestra; sino para todas las familias del mundo entero tenemos una “Buena Noticia “Que Dios nos ha amado tanto que nos ha enviado a su único Hijo para salvarnos”. Así lo leemos en el capítulo 3 del Evangelio de Juan: Leemos Jn. 3, 16-20, explicamos un poco y hacemos unas preguntas…
Por eso, la familia de Dios nos juntamos en la celebración de los sacramentos, y muy especialmente en la Celebración de la Eucaristía del domingo. No nos juntamos porque tengamos obligación, sino porque necesitamos celebrar con los demás el amor que Dios nos tiene y que se ha manifestado en la muerte y resurrección de Jesucristo. En la Eucaristía, hacemos presente esa muerte y resurrección; y, por eso, nos convoca a todos.