JULIO 2021
La bufanda larga de Antiwi COLECCIÓN CONTAMOS CONTIGO de Mi Voz Consituye Cambio
Hola, soy Antiwui, y te invito a que me acompañes a contar una historia.
Esta es mi sala de clases y, como ves, somos hartos niños y niñas. Cerca de mi escritorio está Vicho, Rebe, Milko y Paqui. Nos encanta participar.
Asi que cada vez que el profe Iván hace una pregunta, gritamos:
¡Yo profe! ¡Yo se la Respuesta!
¡No, yoo, yo!
grita Vicho, Anti ya contestó la anterior!
Con tanto ánimo por participar movemos las bancas, todos aleteamos con los brazos... bueno... - no todos... Paqui no habla, se nota que algo le pasa.
Imagínate que ERES Antiwi, estás en la sala con tus compañeras y compañeros gritando, y ves que Paqui se esconde entre las manos. ¿Qué será lo que le pasa? A lo mejor le da miedo el ruido. A lo mejor se siente sola y por eso no se atreve a participar porque no podremos escucharla bien.
¿Qué haces? Te acercas a Paqui y le dices...
“juguemos juntos”
Te acercas al profe y le dices...
Profe Iván, algo le pasa a Paqui. Deberíamos ayudarla a participar de a clase!
"Paqui levanta la cara, me mira por un segundo. Va a hablar. No va hablar... Sí, Sí algo va a decir. Al final, solo me sonríe. Siento que me dijo que somos amigos y yo también le sonrío"
El profe levanta la vista hacia Paqui... la ve nerviosa. Pide que nos podamos escuchar unos a otros... ”ya niños y niñas... veo que están muy entusiasmados hoy, pero va a responder el que pida su turno para hablar levantando la mano”.
Paqui levanta lentamente la mano, ¡Qué bien pienso!. Pero el profe no alcanza a verla.
Al final de tanto alboroto, y justo con la campana, contesa Vicho. Se termina el día de clase. Mmmm...mañana voy a hablar con Paqui para que participe. Aunque hable diferente, si la animamos a lo mejor se atreve. ¿O si la invito a jugar en el recreo pueda sentirse más feliz?.
Al día siguiente, estamos todos nuevamente en la sala...bueno, no todos. Paqui no ha venido. Su escritorio está vacío. Y así pasan varios días. Hoy nuevamente el escritorio de Paqui está vacío. El profe pasa la lista. Paqui no contesta. Nadie dice nada. Sigue la clase.
Estoy preocupado porque un día más faltó mi compañera. ¿Estará enferma? ¿Estará de viaje? ¿A lo mejor necesita que le llevemos los cuadernos para ponerse al día? Voy a preguntar y justo el profe nos dice:
Se habrán dado cuenta que Paqui no está viniendo a clases. les voy a contar que le pasa a su compañera. Se han fijado que a ella le cuesta a hablar... bueno le cuesta hablar, porque en realidad le cuesta mucho escuchar.
Acá en el colegio, les avisamos a sus papás y nos contaron que Paqui estaba muy asustada, que antes si escuchaba, pero que cada día escuchaba menos y le daba verguenza que la gente se diera cuenta. En su colegio anterior los niños comenzaron a molestarla y no quiso volver más a clases. Sus papás se cambiaron a nuestra ciudad para estar cerca de un hospital y unos doctores que ayudarán a Paqui a comunicarse de otra forma.
¡Oh! Pero cómo es eso profe de escuchar de otra forma. ¿Se puede escuchar de otra manera que no sean los oidos? Pregunta mi amigo Milko. A él también le cuesta escuchar pero es porque pone más atención al recreo que a la clase pero yo siempre le ayudo a ponerse al día y él me ayuda a aprender a jugar a la pelota.
Claro que se puede comunicar de otra forma y también se puede hablar de otras maneras... así como otros idiomas. Como tu Emma, cuando llegaste de tu país tuviste que aprender a hablar español y nos enseñaste algunas palabras en creole, recuerda el profesor. ¡Verite!, digo ¡verdad! dice Emma, mi amiga que vivía antes en Haití. Ahora habla español mejor que yo pero mezcla algunas palabras.
Entonces, cuándo vuelve Paqui. Pregunto. ¿Volverá después de vacaciones de invierno, cuando se sienta mejor con su nueva forma de escuchar? ¿Que hacemos por mientras?
Ayuda a Antiwui y a sus amigos a resolver que hacen mientras Paqui no está.
Aprender a comunicarse como lo hace Paqui
Prepararle un regalo sorpresa y llevárselo a su casa
Profe, ¿cómo podemos aprender a comunicarnos mejor con Paqui o que ella nos escuche? ¿Qué podemos hacer para que en la sala no se asuste?
Muy buena pregunta... mira Anti... y saca una caja con láminas. Vamos a aprender a a comunicarnos a través de lengua de señas. Pero yo creo que hay más cosas que se pueden hacer para darle la bienvenida.
No, yo creo que es suficiente. Pasamos los siguientes días aprendiendo algunas palabras en lengua de señas.
Investigamos también cómo hacer la sala más amigable para Paqui
Descubrimos que la sala debe cambiar y todos debemos hacer pequeños cambios para que Paqui se sienta feliz y pueda compartir con nosotros. El profe invitó a un amigo de él que también escucha muy bajito y nos dio varias ideas.
¿Sabías que para que Paqui nos entienda debe vernos la cara cuando hablemos? Oh claro. Por eso es mucho mejor ponernos en círculos con los bancos y no en filas.
Esa noche le conté a mi mamá qué pasaba mientras comíamos. Luego me acompañó a acostarme y me contó un cuento. Ella siempre me inventa historias para dormir mientras teje. Yo veía avanzar su tejido mientras avanzaba la historia.
Y me dormí
¡Un nuevo día y una nueva idea! Me levanté con ganas, preparé mis cosas para ir al colegio y le pedí a mi mamá los restos de lana que siempre guardaba. Me entregó una bolsa grande sin preguntar. Como si supiera lo que estaba tejiendo en mi cabeza.
En la sala, antes que sonara la campana, les hablé a todos mis compañeros y compañeras de curso. Muchos estaban felices, otros no estaban muy entusiasmados…
”esa es cosa de niñas” escuché a Tito decir. “Pero no hay cosas de niñas y niños”, le dije.
Cuando entró el profesor, lo puse al tanto… el dijo
“esperen que ya vuelvo”. Al rato llegó con una caja llena de palillos de tejer y otra bolsa de lanas.
A principios de año el profe Iván nos había enseñado un poco a tejer y también a coser… dijo
“Hoy en día todos tenemos que saber hacer de todo, nunca se sabe cuando nos puede servir”
y dijo que cada uno debiese saber pegar un botón y arreglar un enchufe… pero que todavía éramos muy chicos para aprender cosas con electricidad.
Repartió los palillos a todo el curso. Algunos reclamaban, otros se reían, pero todos comenzaron a trabajar. Rebe reclamó entre medio
“pero profe, a esta hora nos tocaba matemáticas”.
“Así es Rebe, por eso cada uno hará un cuadrado de 20 centímetros por 20 centímetros…porque aprenderemos otra forma de sumar”, dijo el profe y añadió: “Cada uno suma un cuadrado y el resultado será, cuéntanos Antiwi...”
“¡Una Bufanda para Paqui! Hecha por todos, para que nos vea y para abrazarla”. “Y para que sepa que la esperamos”, dijo Vicho, que al principio reclamó pero ahí estaba feliz tejiendo su parte.
Más profesores, incluso estudiantes de otros cursos fueron llegando a nuestra sala. Unos nos ayudaban a tejer, otros a unir los cuadrados.
Y creamos una bufanda con cuadrados de diferentes colores, algunos muy distintos entre si, pero todos combinaban como si nos hubiésemos puesto de acuerdo.
Mi mamá me llevó a la casa de Paqui y le entregamos la bufanda. Yo le dije Hola en lengua de señas. Y ella me contestó sorprendida con voz entrecortada
H o l a.
Hablamos mucho rato, me enseñó más palabras en lengua de señas y poniéndome de frente a ella para que me viera mover la boca.
Tengo una nueva amiga, se llama Paqui, y es bacán porque me enseña a escuchar y a hablar de otras formas.
La bufanda larga de Antiwi
COLECCIÓN CONTAMOS CONTIGO de Mi Voz Consituye Cambio
Son muchos los días que Paqui no vendrá, ¿qué puedo hacer para que se se sienta mejor?
Cuando volvimos al colegio llegué a la sala y ¡oh! Paqui aun no había vuelto. Había que hacer algo. A lo mejor tenía susto de volver. Pero ella tiene que saber que la estamos esperando.
Cuando volvimos al colegio llegué a la sala y ¡oh! Paqui aun no había vuelto. Había que hacer algo. A lo mejor tenía susto de volver. Pero ella tiene que saber que la estamos esperando.