DRACULA
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MANUAL DE NATURALEZA VAMPÍRICA
Los vampiros se alimentan de sangre fresca. La pueden beber directamente del cuello de sus víctimas o también en una copa como si de un combinado se tratara.
Los vampiros tienen sus puntos débiles y hay algunos elementos que pueden destruirlos o ahuyentarlos: la luz del sol, los ajos, los crucifijos y el agua bendita son sus peores pesadillas.
Para poder atacar a sus víctimas los vampiros pueden moverse a la velocidad de la luz.
Son buenos cazadores porque tienen un olfato muy desarrollado y pueden ver en la oscuridad
No necesitan dormir como las personas, solo descansan en sus ataúdes durante el día para recuperar fuerzas y poder salir a buscar víctimas por la noche.
FRANKENSTEIN
O EL MODERNO PROMETEO
Hubo una vez un científico llamado Frankenstein. Vivía en un castillo y estaba obsesionado con la idea de crear y dar vida a un hombre a partir de trocitos de otros seres humanos. La gente horrorizada ante esta idea macabra, se burlaba de él e intentaba desanimarlo.
Frankenstein, testarudo e incansable, empezó a trabajar con cadáveres de personas que habían estado en la cárcel, hasta conseguir construir un primer prototipo. Ahora solo faltaba encontrar una manera de hacerlo vivir. De repente una noche de fuerte tormenta eléctrica un rayo le trajo la solución, y de manera completamente inesperada ese ser monstruoso abrió un ojo y después el otro. Comenzó a mover lentamente los dedos y finalmente se levantó torpemente.
Su piel era amarillenta, su pelo era negro y abundante. Sus dientes de un color blanco perla. Medía 2,40 metros