La memoria del mar ¶ Alejandro Mos Riera

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"La memoria del mar"

Alejandro Mos Riera



The mid sea that moans with memories. - George Eliot



El mar es un universo que comienza en nosotros.



La mar tiene el sabor de los grandes viajes.

Como los peces uno aprende a ser esquivo.







De gota a gota el mar se agota.



Una vez mรกs, unos ojos descubren la mar.

Quien aprende a hablar, llega a conocer la mar.





En el gran mar se crĂ­an grandes peces.







Quien ve mar, avisa tierra.



Quien es ballena entre los peces, es gigante entre los hombres.



Regreso a ti, como la sal y el viento traen el mar a mi boca.



A mil millas de aquĂ­ en la lĂ­nea de horizonte estĂĄ el fin del mundo.



Vasto ocĂŠano mĂşsica del mar mientras nuestros corazones dibujan con los dedos la lĂ­nea del horizonte.



Aquellos mares misteriosos, se sabĂ­an menos dulces.



La mar no es un obstรกculo, es un camino.





Los pescadores saben que el mar es peligroso, mรกs les es imposible no salir a la mar.



El mar sería más pequeño si le faltase una gota.





Cualquier paĂ­s es patria para los fuertes, como el mar para los peces.



El cantar de un poeta Son los ecos de la voz del mar.





Si yo fuera pintor de mi vida, comenzarĂ­a a pintar donde el sol bebe la mar.



El mar acerca los lugares que separa.















Voz del mar, voz del amor verdadero.

El profundo beso del infinito mar moja su cuerpo.

SoĂąando la mar. amar, soĂąar.



Todas estas calles llevan al mar.

















No hay tanta mar, ni tan poca tierra.

Quien anda en el mar aprende a nadar.



La mar en calma, aĂşn es profunda.







Hay un camino hermoso en la voz del mar. Hay un amor profundo, puedo oĂ­r en su voz.

El silencio es un mar sin olas sobre el que navego sin rumbo.



Recuerda las olas del tiempo para los que navegan en la mar.









En un mar ligero nadarĂŠ hasta tu corazĂłn.



Enredado entre las olas del mar, allĂ­ soy feliz.

















Es un lugar propicio para navegantes, un mar profundo.



Perdidos en ocĂŠanos, para nadar en un horizonte ausente.

































Quien navega en el mar, sus lĂ­mites son el amor a la mar.



En el viejo ocĂŠano, el sol bebe el cielo.

El mar es un abismo que llega al cielo.

El aroma del mar flor de viento, bien amada.















"Pensar la Mar" Mis primeros recuerdos me llevan a la mar.

Aquellos crepúsculos de luz del sol y profundo mar azul que dibujan los colores de un sueño, al llegar la noche.

Allá donde me encuentre, la mar estará en mi memoria real como el viento de la libertad.



Ruido de las rocas murmullo de olas, escriben en la arena la memoria del mar.







Gaviotas en tierra, tempestad en el mar.



El infinito ocĂŠano sueĂąa la tierra, en la orilla.

La mar es el tiempo, que comienza en la orilla.











Amanece, la tempestad ha desaparecido. El viento invisible sopla en libertad a este lado de la tierra. La naturaleza no hace nada en vano.















SĂ­mbolo de eternidad, sin principio ni final. La mar.







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