Valdivia, Diciembre 18 de 2010 Al honorable Consejo Académico, A la comunidad valdiviana Junto con manifestar mi apoyo a las justas demandas de los académicos sindicalizados deseo hacer llegar a ustedes la presente reflexión. ¿Cómo se reelige un rector por 4 años y tres meses después una huelga de académicos alega una pésima gestión económica? La verdad creo que la universidad austral tiene un problema tan grave como el de nuestro país. El año 2005 una reforma de estatutos no fue capaz de plasmar los buenos deseos debatidos por gran parte de la comunidad universitaria que apuntaban a un gobierno universitario que eliminara los resabios dictatoriales existentes en la corporación. Estas ideas atentaron contra los intereses particulares de autoridades enquilosadas en los cuerpos colegiados y carentes de cualquier principio de democracia universitaria. Ellos terminaron imponiendo un gobierno universitario aún más arcaico y autoritario que la constitución política de nuestro país. En pleno siglo XXI, no tengo duda que el gobierno universitario debe ser altamente democrático pues el conocimiento debe ser libre y democrático. Las universidades tienen un sentido público y su rol es fundamental para la sociedad. En el caso de la Universidad Austral de Chile su misión es fundamental para el desarrollo de la zona sur-austral. Es patético el espectáculo dado por quienes creen que la universidad es una simple empresa y los académicos son sus trabajadores, entonces los salarios se negocian con el patrón. Pero, ¿no se supone que el rector es un académico también y fue electo por los académicos? ¿o justamente están en huelga los que no tienen derecho a voto o se quedaron fuera del reparto de la torta? Eso no lo sé, pero así se vé. Los funcionarios -o mejor dicho las personas que apoyan la labor académica- lograron ponerse de acuerdo con el rector luego de un pequeño apretón, y eso que ellos tampoco tienen derecho a voto. Para qué hablar de los estudiantes que tampoco tienen derecho a votar por quienes conducirán los destinos de su desarrollo profesional. Lo anterior, lo pude plantear hace algunos años cuando estuve en la comisión redactora de estatutos, la cual escribió algo muy distinto a la farsa en que terminaron. En aquella oportunidad todos estaban de acuerdo con el derecho a voto de toda la comunidad universitaria en la elección de rector aún cuando la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza lo prohíbe expresamente. Nuestro país tiene un problema muy parecido, y los sucesivos gobiernos post-dictadura no han sabido abordar. Cuando el marco legal que nos rige va en contra de nuestros sueños y esperanzas entonces ese marco debe ser modificado. Los sucesivos gobiernos post dictadura no han abordado ese hecho solo porque no les conviene. En favor de la razón no hagamos lo mismo. Hago un llamado a ustedes, y en especial al Sr. Víctor Cubillos, a abrir un nuevo proceso de reforma de estatutos en donde se reabra el debate sobre el gobierno universitario. Esto, por el bien de la corporación y la convivencia universitaria, que a todas luces, está dando un triste espectáculo y hace que el logo de “ACREDITADA” no sea muy distinto al sello de calidad de una pasta de dientes (como decía un amigo). Cuando las universidades callan las verdades toda la sociedad vive en la mentira. Atentamente a ustedes Pablo Moya ExRepresentante de los Estudiantes ante el Consejo Académico 2002 Expresidentes FEUACH 2003