SEXO, AMOR Y ROLL AND ROLL MARCOS PEREIRO
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y uniรณn con otro ser
3. m. Sentimiento de afecto, inclinaciรณn y entrega a alguien o algo.
4. m. Tendencia a la uniรณn sexual.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de uniĂłn, nos completa, alegra y da energĂa para convivir, comunicarnos y crear.
No recuerdo la primera vez que amé y menos recuerdo aún la primera vez que me amaron. Soy consciente de que los primeros en amarme fueron mis padres, y yo a ellos, quiero pensar que a los dos por igual. Y aunque no tuve complejo de Edipo, ya que nunca mostré hostilidad hacia mi padre, siempre tuve predilección por mi madre: el primer amor de mi vida. Pasé gran parte de mi vida pululando por las acepciones equivocadas que tiene la Real Academia de la Lengua Española para el amor. La RAE en su acepción número 3 dice que el amor es el “Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.”. En esta estuve durante varios años: entregándome a alguien que, de un día para otro, sin previo aviso, después de todo lo vivido, decidió irse sin más. En ese momento me di cuenta de que no había entrega, ni sentimiento de afecto, ni inclinación. Gran parte de mi vida también me la pasé pensando que el amor era la acepción número 4, que dice: “Tendencia a la unión sexual”. Sin duda llegué a estar convencido, después de sufrir la ruptura de la acepción 3, de que la 4 era la única que valía pena, que realmente era por la que valía la pena vivir. Cada mañana me decía: la acepción 4 es la que da sentido a tu vida, sal de la cama para volver a ella cuanto antes. Pero estaba equivocado. El amor llega sin avisar, nunca sabes dónde está. Te pilla, en mi caso, con la guardia baja, dispuesto a atacar y desarmarte. Sí, estoy hablando de la acepción 2 de la RAE: “Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.” En esta acepción me despierto cada día desde hace algo más de un año, y multiplicada por mil desde hace dos meses, sintiendo lo equivocado que estuve tras mi niñez con lo que era el amor. La rueda empieza y soy consciente de lo que se amaron y me amaron mis padres.
Marcos Pereiro @mpereiro