Por María, a Jesús Nazareno

from Boletín Ordinario 'Jesús Nazareno', número 18 | Año 2020

Apuntes sobre el valor del patrimonio textil de la Hermandad(siglo XIX

Jesús Nazareno Por María a

“Quien busca trigo, lo encuentra en la espiga. Quien busca oro, lo encuentra en la mina. Quien busca a Cristo, lo encuentra en María.”

San Agustín.

Agradeciendo a mi Hermandad por darme la oportunidad de expresar mis sentimientos en este anuario y después de tener la dicha de pregonar a nuestra Semana Santa la pasada cuaresma, tengo que confesaros que me siento lleno de satisfacción por haber ensalzado en mi pregón a nuestra madre la Virgen, pasando por sus diferentes advocaciones, pero sin poder evitarlo, señalando de manera especial a quien me roba el corazón cada día y a quien hizo que mi voz temblara en aquel pregón cuando la nombraba.

Ella es, quien recién pasada la Navidad, baja de su altar para presidir el altar mayor de la Parroquia y celebrar el dulce nombre de su hijo Nazareno, ante el cual, toda rodilla se doble. Fué una tarde fría, de intimidad rigurosa, donde pude encontrarme frente a Ti. Hablamos, callamos, reímos y lloramos, te besé y me tocastes, te miré y me miraste y en una cantada salve, los dos nos elevamos hasta el Padre como si estuviéramos solos bajo las bóvedas de la Parroquia.

zTú estabas coronada y enjoyada, yo como vasallo postrado a tus pies. Derrochabas belleza y tu amargura era la más hermosa de todas las amarguras, tus manos me acariciaban con dulzura y tus lágrimas derramaban vida, tus labios eran todo amor de madre de donde brotó nuestra más sincera conversación. Madre de mis amarguras, que guapa estás. Se me ha quitado el frio al verte, ¿no te cansas de mirarnos?, ¿de escucharnos?, ¿no te cansas nunca de ser madre? que sería de nosotros sin ti. Seriamos hombres y mujeres vacíos y perdidos, porque no encontraríamos el camino. Tú eres quien nos llevas hacia el Nazareno, eres un reguero de esperanza en nuestras vidas, y en tí encontramos el sentido de nuestras penas y amarguras. Tú, sin ser madrugada, sigues alumbrando mis tinieblas, tus ojos hacen que mi corazón brille y tus labios besan el aire que lleva mis oraciones hasta Dios. Jesús Nazareno, ¿somos merecedores de tan sublime belleza? ¿Cómo pagarte este inmenso regalo? Creer en ti, mirando sus ojos. Llegar a ti, limpiando sus lágrimas. Tocarte a ti, acariciando sus manos. Imitarte a ti, arropados con su manto. Amarte a ti, por el puñal de su pecho. Honrarte a ti, con el oro de su corona. Rezarte a ti, con las cuentas de su rosario. En definitiva llegaremos a ti de su mano, porque Ella es el mejor de los caminos y siguiendo sus pasos nos llevara hasta ti Jesús Nazareno, quien aún defraudándote, sigues amándonos sin condición alguna. puerta del amanecer de Aracena suspiros que llevan llantos. Fuente donde mana la devoción de una madrugada nazarena sol que en tu palio brilla rayos que a tu hijo llevan. Cruz cargada con dolor manos que ayudan y consuelan dedos que señalan el camino tú mi Amargura eterna. Trompetas que suenan a su paso reina de la luna llena caídas de rodilla en tierra esperanza de una luna nueva. Tú mi Amargura eterna belleza del cielo en la tierra madrugada sin tinieblas Jesús Nazareno, Dios en Aracena. Más si mi amor te olvidare Tú no me olvides mi reina siempre de tu mano andaré Tú mi única senda. Llévame siempre a tu hijo Señor de cielo y tierra sé Tú siempre mi camino Tú mi Amargura eterna.-

Tú mi Amargura eterna hermosa luz del viernes Santo

Luis Vázquez Fernández Pregonero de la Semana Santa de Aracena del a.d.s 2019