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El Servicio Forestal que Chile necesita para los próximos 50 años- Jan Koster - Aprobosque

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MAYO 2020

ALEXIS VILLA EL FUNCIONARIO DE CONAF CON 50 AÑOS EN LA INSTITUCIÓN

Cuesta encontrar en la actualidad trayectorias profesionales tan largas en una misma institución, como es el caso de Alexis Villa Suazo, funcionario que el próximo mes celebrará por partida doble, los 50 años de CONAF y su propio cincuentenario trabajando en la Corporación. Este longevo funcionario, se declara un agradecido de la institución y de su gente y nos comparte algunos de sus recuerdos en esta entrevista.

¿Cómo fueron las circunstancias que le llevaron a ingresar a la Corporación Nacional Forestal y cuáles fueron sus primeras labores profesionales?

Yo trabajaba como voluntario en el Servicio Agrícola y Ganadero, donde al igual que en la recién creada COREF, funcionaba el Plan Colchagua, destinado a establecer convenios Comencé a trabajar en el área de Pichilemu, donde había estaba el predio el Puesto de la familia Echazarreta; con más de 1.000 hectáreas a plantar, además de otros cuatro predios más que agregaban otras 1.000 a 1.500 hectáreas para la faena del primero año. La tarea era algo difícil pues no había nada construido en los predios para albergar a los trabajadores que era necesario contratar. Siempre la primera faena era levantar un campamento muy rústico, que hoy no sería aceptable. La primera y segunda noche la gente dormía como podía bajo árboles o matorrales a la espera de la instalación del campamento. Éstos siempre se establecían en sitios cercanos a alguna vertiente que asegurara el agua para las necesidades básicas.

con propietarios para la forestación de suelos degradados. En la COREF estaban en un momento decisivo adecuando su equipo de trabajo, por lo que me invitaron a trabajar en la nueva institución que se estaba creando. Oficialmente comencé a trabajar en la COREF el 1 de abril del año 70.

Los trabajadores, en un alto porcentaje venían de las ciudades cercanas y muy pocos del área de trabajo. En varias ocasiones llevamos 50 o más personas y muchos de ellos ni descendían del camión y se devolvían a sus casas y otra vez había que volver a l búsqueda de trabajadores. En más de alguna ocasión y ya comenzado el otoño no se alcanzaba a construir el campamento y ocurrió lluvia de manera que la deserción era mayor.

¿Cuáles fueron los primeros desafíos y las dificultades que CONAF tuvo en su inicio?

Desde el punto de vista técnico la mayor dificultad de los dos primeros años de la COREF fue el abastecimiento de plantas para la forestación. A pesar de que había varios viveros en el área, la cantidad de plantas necesarias era tan alta que se debían traer incluso desde Escuadrón en Concepción. No había vehículos acondicionados para el transporte y a pesar de que viajaban de noche al recibirlos en la mañana la temperatura que había en los camiones cerrado era muy alta y eso repercutió en los porcentajes de establecimiento que se obtenía. Casi siempre muy bajos.

Nunca antes el país había intentado realizar el ambicioso plan de forestar alrededor de 10.000 hectáreas al año. La situación fue mejorando con el tiempo y se manejaron viveros pequeños en los mismos predios a forestar o en lugares cercanos que entregaban las plantas incluso en la mañana y se plantaba en el mismo día y no era necesaria la práctica de barbecho que atentaba contra el establecimiento.

¿Cuáles han sido los mayores cambios que ha observado en CONAF?

La Corporación de Reforestación se creó con el objeto de forestar, de manera que no hay comparación posible con la actual CONAF. Así todos los cambios posteriores y aumento de funciones y tareas ha hecho más grande institución.

Las responsabilidades fueron creciendo, primero territorialmente, ya que se fueron estableciendo otras zonas de trabajo como Chillán y Valdivia y luego se agregó el combate de incendios forestales que se trabajaba con jóvenes voluntarios y que con el tiempo derivó a lo que es actualmente.

La función de reforestación que la institución realizaba en forma directa, mediante los convenios de forestación, fue decayendo hasta llegar a cero en cierto momento pero que luego renació con los programas especiales como PEFOR y Pequeños Propietarios, aunque con menor intensidad. También hay un cambio notable con la dictación del DL 701 que incentivó la forestación mediante el pago de la bonificación que existió para el efecto. Otro cambio importante ha sido la dictación de la ley del Bosque Nativo que podría permitir su manejo sustentable.

Otro paso importante fue el hacerse cargo de las funciones de administración de las áreas protegidas, parques y reservas que estaban bajo la tuición del Servicio Agrícola y Ganadero. Por esta labor de protección de la naturaleza CONAF siempre ha sido muy valorada por la comunidad y eso lleva a ser muy responsable en todo nuestro trabajo. Hay que considerar que solo las áreas protegidas reciben más de dos millones de visitas al año buscando desconectarse del diario vivir estresante de la ciudad y tenemos que procurar que su experiencia sea la mejor, pero a la vez no podemos dejar de lado nuestra responsabilidad con la conservación de la naturaleza. Pareciera, a veces, que importa más tener muchos visitantes pero los ambientes naturales no pueden sacrificarse con ese solo objeto. No se puede olvidar de los servicios ambientales que provee el SNASPE

¿Cómo toma el hecho de que sus hijos hayan desarrollado la misma área de trabajo y vocación que usted?

Creo que, inconscientemente, pude haber influido algo ya que ambos participaron conmigo, desde niños, en actividades de terreno y por cierto en las vacaciones en que siempre, y casi sin querer fui interesándolos en las especies de plantas, insectos, aves y otros animales propios del país.

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Anecdóticamente ambos fueron alumnos míos durante sus estudios en la Universidad, en ramos relacionados. Eso me hace recordar que tuve la fortuna y responsabilidad de participar en la formación de cientos profesionales forestales tanto en la Universidad Católica del Maule como en la Universidad de Talca.

repartir armamento a nuestros trabajadores en Curepto y no fue nada fácil salir de ese embrollo. En ese momento me desempeñaba como jefe de área.

Recuerdo también a Germán Urra que hizo muchísimo para que me incorporara a la COREF. Guillermo Álvarez de Araya, Manuel Rodríguez, Juan Pablo Reyes, Rafael Ros entre muchos otros. Por supuesto hay otros que ya partieron y descansan en paz como Víctor Mourques, Felipe Venegas, Clemente Jaufret.

¿CUÁL ES EL BALANCE QUE HACE DE ESTOS CINCUENTA AÑOS?

CONAF está cumpliendo cincuenta años ¿a quiénes recuerda especialmente de todos los colegas que han pasado por la institución?

A pesar que la memoria pudiera traerme el tiempo más reciente. Recuerdo a muchos de los que comenzamos con esta institución en la ciudad de Santa Cruz, casi todos retirados de CONAF. Podría listar a todos los que compartimos esa época, pero mencionaré a los que compartíamos más, tanto en el trabajo como en lo social, José Antonio Valdivieso y Juan Flores: los tres éramos solteros situación que cambió rápidamente y se unieron al grupo nuestras esposas y a pesar de vernos poco tenemos, con mi esposa, muy buenos recuerdos de ellos y de aquellos tiempos. Particularmente en la región del Maule participé en la creación de todas las áreas silvestres protegidas, en algunas con más injerencia como Lo Bellotos que, modestia aparte, gestioné la donación de más de 400 hectáreas de terreno para Conaf con el objeto de crear tal reserva. Por cierto, todo esto ha sido producto de un trabajo de un gran equipo sin el cual ello no hubiera sido posible.

Soy un agradecido de Conaf y de su gente, tanto de casi todos los directivos que me ha tocado trabajar como de quienes han colaborado conmigo en estos 50 años. Durante el transcurso de mi trabajo en Conaf tuve la oportunidad de conocer todas las regiones del país, alguna con más detalles que otras y un buen número de parques y reservas.

Conocí además un trocito de algunos países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, Japón, México, a los que asistí con becas de capacitación. A casi todos estos países, salvo Japón, volví después como turista con mi esposa.

Por supuesto también soy un agradecido de mi familia, que ha compartido conmigo casi el mismo tiempo en momentos gratos y también ingratos de la vida. Sin ella poco o nada hubiera pido lograr.

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