CUIDEMOS NUESTROS OÍDOS

En el caso de quienes practican deportes acuáticos, el riesgo es mayor, por lo que se recomienda que utilicen protectores auditivos. Los hay para niños y adultos y con moldes a medida o de silicón moldeable. Estos protectores se ajustan totalmente a la forma del pabellón auricular, ofreciendo una mayor protección.

En aquellos casos en los que la infección ya se ha producido y coincide con un viaje, lo mejor es evitar automedicarse y, en caso de ser posible, evitar el avión, ya que la presión en la cabina puede aumentar la sensación de dolor y producir mayores lesiones.

Limpiar Los O Dos

La mayoría de la población no utiliza métodos adecuados para la limpieza de sus oídos y confiesa que sigue utilizando cotonetes, los cuales pueden provocar que se produzcan tapones al interior del oído, o peor aún, perforaciones del tímpano. Por eso, en caso de sospechar que tenemos acumulación de cerumen, es mejor acudir con un médico.

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1. Utilizar protectores es la mejor forma de prevenir infecciones y molestias auditivas. Han de ser preferiblemente adaptados y de material flexible, ligero e hipoalergénico.

2. Tener especial cuidado de no zambullirse en aguas poco salubres. El agua sucia o contaminada contiene bacterias y gérmenes que pueden dañar tus oídos.

3. No usar cotonetes o hisopos. Es mejor dejar que el sistema natural de limpieza del oído expulse la cera hacia fuera.

4. Mantener los oídos secos. Hay que evitar a toda costa la humedad en el conducto auditivo.

5. Entrar lentamente en el agua. La presión del agua puede causar lesiones auditivas.

6. Cuidado en los viajes. La presión de los viajes en avión y las corrientes de aire en el coche pueden provocar lesiones en el conducto auditivo. Es de ayuda masticar chicle o bostezar para mejorar la presión del oído.

7. Acude al médico. Ante la menor sospecha de infección o molestia, acude al médico otorrinolaringólogo o audiólogo para tratar y diagnosticar adecuadamente tus oídos. //@revistacosasmx