Cuando Elena escuchó su primer llanto se sintió la mujer más feliz del mundo. Se olvidó de todo y de todos y ya nada le importó porque cuando lo abrazó fue como si las estrellas se posaran en su pecho, como si la luna explotara en mil pedazos y el sol la invadiera con su fuego. Para ella, el niño era su vida. Para el niño, ella lo era todo. Ella le cantaba bellas canciones de cuna al dormir y él le daba una sonrisa de regalo. Ella lo alimentaba de su pecho y él crecía sano y fuerte para verla feliz. Ella le narraba cuentos y le enseñaba sus primeras letras y él a cambio le regaló su primera palabra: ¡Mamá!
Ella le dio sus más tiernas caricias y él le devolvió abrazos y besos. Ella le enseñó lo que ahora sabe y él ahora es un gran hombre. Hoy su madre tiene muchos años y él la engríe como una pequeña niña. Ella le pide que la lleve de paseo y él la lleva a los lugares de sus sueños. Cuando ella se siente un poco enferma, él la cuida como un gran tesoro. Ella ya no escucha todas las palabras y él le susurra con dulzura al oído. Ya sus ojos necesitan mucha ayuda y él le cuenta y le dibuja con palabras. Él ahora también tiene sus niños y ella es feliz con su alegría. Para ella, él siempre será su niño. Para él, el ser más grande es ¡su madre!
I NSTRUCC
IONES
: LEE
DE REVISTAS ACTIVIDADES
ESTA LINDA HISTORIA Y LUEGO RECORTA
VIEJAS Y PEGA EN ESTAS
PÁGINAS
,
LAS
QUE MADRE E HIJOS REA LIZAN JUNTOS .