Mi abuelo tiene muchos años más que yo, pero parece como si fuera un niño. Cada día camina por las calles de la ciudad para dar un paseo y siempre llega con una bolsita llena de tesoros. Mi madre le dice: ¡Pero papá, ya traes más basura! Basura es lo que ya no sirve -le contesta- esto aún es muy útil. El abuelo vive con nosotros desde que mi abuela ya no está y yo lo quiero mucho; él también me quiere, me cuenta muchas historias y me enseña muchas cosas nuevas. Cuando yo era un muchacho como tú, no había tiempo para el aburrimiento, me dice siempre, cada día estábamos inventando algo nuevo: un juego o una canción y todo lo que encontrábamos nos servía para algo, pero ahora que camino por las calles me doy cuenta de que la gente bota muchas cosas y no cuida la ciudad, pareciera que a nadie le importa, ¡Cómo se nota que todo ha cambiado! Dice siempre el abuelo. Él recoge cada objeto interesante que encuentra en sus paseos, luego se
sienta en un banquito hecho del tronco de un viejo árbol y los observa uno por uno con mucha atención, así como cuando un artista mira una piedra y dice que adentro se encuentra una obra de arte, el abuelo mira todos esos tesoros, les da la vuelta, los pone de un lado y del otro y luego los guarda en su taller que está en el patio de nuestra casa. Cuando se acerca la navidad cada día el abuelo se encierra en su taller
Miguel una serpiente submarina construida con corchos, a Pedro un carro de bomberos con mangueras y tanque de agua hecho de los cartones de leche, a Cecilia un caleidoscopio de tubos barcos hecha de frascos de shampoo. Los adultos no se quedaron sin su regalo, pues a mamá le dio unas hermosas macetas pintadas de muchos colores hechas con las botellas de cola, a papá un juego de ajedrez elaborado con tapas y bujías de carros; y a mí, una hermosa lámpara de mesa con una pantalla de cartón que tenía caladas muchas estrellas y medias lunas para que nunca olvide leer hermosas historias cada noche y soñar en hacer del mundo un mejor lugar para vivir. casi hasta el anochecer y nadie puede entrar porque dice que ahí se esconden muchos secretos y sorpresas, él le llama la CAJA MÁGICA porque dice que ahí dentro todo se transforma. Y así es, mi abuelo es muy hábil y el día de navidad reúne a todos los niños del barrio y saca todos los tesoros que ha transformado en hermosos juguetes para cada uno de nosotros. A Samuel le dio una locomotora hecha con latas viejas, a
Por eso desde ahora estoy aprendiendo mucho de mi abuelo y tal vez me convierta en un artista vque construya una gran caja mágica para transformar y dar vida a muchas cosas que a veces la gente cree que ya no la tiene.